Imperfecciones
Jaejoong llevaba casi 2 malditas horas fumándose mis cigarrillos, mirando al techo de su casa, sin dirigirme la palabra. Por mi, estaba bien. Ni siquiera pensé que volviera a dirigirme la palabra nunca más.
Tampoco tenía nada que decirle. Supongo que él a mi tampoco. Y así debía ser.
Pero... por qué todo estaba tan..... mal?
No era la primera mentira piadosa que contaba a alguien. Fuiste tu hyung, la única persona que me ayudó cuando lo necesitaba. Ahora por segunda vez, lo hago yo por ti.
Entonces por qué todo está tan.... vacío?
Ahora me hubiese gustado decirte que es mentira. Pero tampoco lo es.
¿Es eso lo que estás esperando?
Sé que te gustaría partirme la cara. Te llevas reprimiendo más de 20 minutos al menos. Quizá puedas echarme la culpa de ese modo. Pero es Changmin quien se está pudriendo por ti.
Estás destrozando nuestra flor. Se está marchitando y desapareciendo lentamente.
Me gustaría pensar que no te necesita. Tu crees que no, y quizá te equivoques. Quizá yo también.
Pero ya no importa para nadie.
-Hazlo.- Dije en todo de desgana. Hizo como si no me prestara atención, pero me miró de reojo. Estúpido... nunca supo disimular.- No seas capullo. Y haz lo que haría cualquiera; líate a ostias conmigo.
Le escuché una risa ahogada. La ceniza acumulada de su cigarro cayó al suelo y él no pareció notarlo. Me dirigía era esa mirada fría, hiriente y llena de odio que guardaba para las ocasiones especiales.... como ésta.
-Eso es absurdo. La verdad es que no la he tomado con nadie. Sólo..hubiera deseado no haberme acercado a Changmin en la vida.- No me había fijado porque estaba entretenido en encender otro cigarro, pero... “¿¡Jaejoong estaba llorando!?”- Entonces Yoochun, dime.. ¿por qué soy incapaz de odiarle? Ni siquiera estoy enfadado con él...- se reía amargamente y lloraba a la vez.
Me recordaba a aquella noche en la que se soltó y me acabó soltando toda su vida. Después de que le quitaran al fin la escayola de la pierna.
Para después arrepentirse de haber sido tan sincero conmigo.
Todos se arrepienten en algún momento de haber confiado en Park Yoochun. Si, bueno. No venía perfecto de fábrica. Nadie viene así. Y yo de algún modo vine para estar solo.
Simplemente he aprendido a ganármelo.
Aún así, como siempre he dicho..... “Pobre Jaejoong, eres un idiota.”
¿De que te sirve suplicar por el amor de los demás, por su confianza... si en realidad siempre quieres estar solo, como yo?
Tu y yo somos dos maneras de hacer la misma estúpida cosa.
Par de capullos extremistas, eh?
Idiotas demasiado sensibles.
Supervivientes.
-Quizá creas que estoy preparado para darte la razón.- Dijo sacándome de mis reflexiones.- Y yo también pensé que si. Pero adivina que....? Nos equivocamos. –Hizo una pausa y esperé a que me mirase a los ojos. Pero no lo hizo.-
Sal de aquí y no me preguntes por qué, porque no lo sé y ya me da igual Yoochun. Pero nos equivocamos... Lárgate Yoochun, ni siquiera sé para qué has venido aquí.
-Ya te lo he dicho. Pensé que querrías tomarla conmigo. – me levanté y cogí las llaves de mi coche.- Si hubiera sabido que pasaría esto.... yo mismo te hubiera partido la cara para evitar que acabaras jodiéndolo tanto. Adiós.
Antes de salir por la puerta escuché un fuerte ruido. Parecía la puerta de la terraza por la que Jaejoong miraba.
Jaejoong la solía tomarla más contra las cosas que contra las personas cuando se enfadaba. Solía.
Era en realidad tan emocional que muchas veces durante nuestra juventud pensé que reventaría de tanto controlarse.
Si yo tan sólo fuera capaz de sentir la mitad de lo que siente él.... quizá escribiría mejores letras.
Sólo el tiempo me dará la razón Jaejoong. Tu y Changmin… es simplemente ridículo.
Lo sabes tan bien como yo.
Esta tormenta está durando demasiado y sólo estáis consiguiendo llevaros a más y más gente por delante.
Tu y él en la misma casa es simplemente algo que no funciona. Nunca funcionó.
¿Dime cuando tan sólo el amor fue suficiente?
Tu sabes bien que eso no es así. Tu mejor que nadie.
¿Qué esperas sacar de Changmin?
Sólo porque puedes. Sólo porque no es ella y Changmin no puede darte la espalda por mucho tiempo. Siempre fue tu pequeño juguete. Desde que hiciste que te necesitara en su vida.
¿Crees que él quiere el papel de víctima?
Nunca valió para eso. Y le condenas a una vida llena de ti y de tu ausencia.
No quiero saber más. No quiero ver como os hacéis daño. Os quiero demasiado a los dos. Esto es todo lo que puedo hacer por vosotros.
Salí del edificio de vuelta a casa en mi coche. Aún tardaría un par de horas más en volver. Necesitaba conducir, correr, y no pensar.
Dejar muchos años atrás. Así es como arrastraba las sombras lejos de mí y me mantenía donde estaba.
Sólo ella podría traerme de vuelta.
Solo hay una persona que pueda traerte de vuelta. Y esa, siempre es la persona adecuada.
Mientras las horas se consumían a la velocidad que mi cigarro, los ecos de mis propios consejos resonaban en mi cabeza. Todas las frases que solía decirle a la gente a la que había ofrecido mi apoyo.
¿por qué eran tantas?
Por que yo lo quería así, sin duda. Con la costumbre resultaba más y más y más fácil. Y aunque yo mismo pudiese ver las carencias en el sentido de mis propias frases. Si sabía taparlo bien ¿Qué importaba si nadie lo notaba?
Pero había algo que entendía ahora; Yo no quería el consejo de nadie, no quería las palabras de nadie. No quería oír nada sobre mí. No quería oír nada sobre Changmin.
La vuelta de tvxq estaba aquí. El momento que había esperado hace años. Aún recordaba lo que me costó convencerles a todos, poco a poco, de diversas y vergonzosas maneras a unos y a otros de que debíamos irnos a cumplir el servicio militar al mismo tiempo y no de uno en uno. Nuestras fans me apoyaron y por eso tuve éxito, cuando todos recomendaban que fuéramos por separado..
Tvxq nacieron juntos, aguantaron siempre juntos, se fueron juntos. Y, por supuesto volverían juntos.
O eso pensé.
O eso esperaba con todas mis fuerzas.
Pero... aquí estaba yo para llevarme la contraria. No había contado conmigo mismo en todo el plan.
En que las estúpidas emociones a las que aprendí a prestar poca atención se llevaran lo mejor de mí en el momento más importante de mi carrera, y sólo dejaran... desastre, destrucción a su paso.
Pronto aprendí que mis tormentosas emociones eran algo a mantener lejos de mi en todo momento si quería hacer algo con mi vida.
Algo que aprendí bien.
Y hacía tiempo que no sabía donde estaban ya. Creía que estaban escondidas....o a raya. Y en realidad estaban en una jaula muriendo literalmente por salir. Muriendo poco a poco y en soledad.
La parte roja, cálida y tierna que había en mi corazón. La que todavía no se había endurecido; Esa que tenía guardada para que nadie la viera. Esa parte tan frágil, tan fácil de corromper.
Pensé que guardándola donde nadie pudiera verla, estaría a salvo de todo y de todos. Oh. Pero no de mí. Nunca de mí.
Ahora solo estaba herida y sangraba. Y no había nada que pudiera hacer.
O quizá era el momento de darlo todo.
Una vez más mi obsesión por el trabajo volvió.
Mis compañeros debían pensar que era bipolar. Fallando en los momentos mas decisivos para el grupo.... y luego dejándome la piel y la vida en cada paso.
Fallando.. una y otra vez. Tropezando, cayendo y volviéndome a levantar.
De verdad cada vez que me la pego. Pienso, espero y deseo que sea la última.
Y nunca llega el momento de resignarme.
Yunho dijo que era mi mejor fallo. MI mayor fuerza. Lo más estúpido de mi.
Por qué será que nada en mí puede estar exento de fallos.
Nada de nada.
Y me dicen que soy perfecto. Si.
Quizá la perfección sea justo eso:
Un gran conjunto de fallos.
Desde la última vez que vi a Jaejoong no había sentido mas que vergüenza. Eso era lo que me hacía sentir.
Me había ido finalmente de casa de Junsu, por pura vergüenza. Aunque el había intentado lo contrario. Pero al final había ganado yo. Como siempre. Siempre gano.
Lejos de la tutela de Junsu, había vuelto a las pastillas. ¿Qué podía hacer para mantener el ritmo si no?
Sabía que sólo era una medida provisional.
Pero como si no iba a soportarlo todo....? verle en las reuniones... escuchar su voz, ir a grabar. Cuanto tiempo perdía viéndole grabar. Detrás de la protección de las sombras.
Después de lo que había visto de él. Resultaba imposible de creer que no me disgustara si quiera mirarle a la cara. Y tampoco podía decir que no lo hiciera. Solamente que sin la ayuda de las pastillas y ese estado adormecido que me causaba el mezclarlas con alcohol, no estaba seguro de poder contener las lágrimas cada vez que le miraba. Sin embargo, no podía dejar de hacerlo.
En algunas ocasiones, durante el tiempo que pasamos separados, muchas noches me torturaba inútilmente pensando en que algo como lo que había presenciado ocurriera.
Pero desde luego nada hubiera dolido tanto como presenciar aquello. Nada podía haberme preparado para algo así. Y no sabía como podría habérmelo evitado.
Mi obsesión era evitar que me siguiera atormentando. Pero nada parecía dar resultado. Él se había metido hasta la médula en el trabajo. Como siempre. Sediento, incansable de hacer más y más promoción, de más y más trabajo. Quizá esa era su manera de seguir adelante. No estaba seguro de que no fuera tanto o más autodestructiva que la mía.
Me moría por acercarme a él de nuevo, esa era la verdad. Pero no estaba seguro de que el profundo asco que sentía ahora por su persona y por mí mismo me lo permitiera.
Llevaba semanas esperando a que volviera por mi como dijo Junsu. Pero ahora el miedo a que no volviera había pasado, y sólo temía tener que enfrentarle.
No sabía que ocurriría si venía a verme de nuevo. Si intentaba acercarse a mí.
No estaba seguro de que entendiera hasta que punto me había dañado con su estúpido juego, su rabieta o lo que fuera que le hubiera llevado a ponerse en aquella situación.
Más que hacerle daño, quería que supiera cuanto daño me había hecho a mí. Le veía demasiado inconsciente de mi dolor y eso si que no podía soportarlo.
Me había resignado a que no podría sentirse jamás como yo, pero.. si al menos pudiera verlo, entenderlo.
Mi personalidad y mis pensamientos habían entrado en una profunda espiral de oscuridad. Mis ideas cada día eran mas sombrías. Y me espantaba a mi mismo verme en el enorme pantano de brea en el que me encontraba sumergido.
En algún lugar de mi mente, todavía sano, una parte del antiguo y masacrado Changmin clamaba por ayuda. Pero, ¿quién podría ayudarle ahora?
Yo no podía. Y la única persona que pudo alguna vez... era el causante de su dolor.
Lo único que me veía capaz de hacer era ignorar a ese pequeño y maltratado Changmin que ni siquiera podía levantarse.
Y esa simple misión se convertía en una dura lucha cada día.
Una lucha contra su piel de porcelana, sus labios rojos y el profundo y brillante color de sus ojos. Y la estaba perdiendo lentamente.
Por eso no esperaba que se atreviera a abordarme aquella mañana.
Pero Jaejoong nunca había sido un hombre que esperara sentado.
Al salir de la sala de grabación insonorizada, vino hacia la sala de mezclas directamente. Desde cuando sabía que estaba allí? LO ignoro.
Abrió la puerta como si nada y al verme se acercó a hablarme naturalmente.
-Changmin. No.. no puedo seguir, mejor que entres tu antes si quieres terminar pronto.- Me dijo mirándome a los ojos.
Por un momento cuando comenzó la frase pensé que diría otra cosa. Pero no, claro que no, no aquí delante de todo el mundo.
Miré alrededor y con mis ojos rojos por el efecto de los narcóticos y el dolor de mi alma me levanté lentamente y en silencio, anduve hacia él.
Él no se retiró y tembló un poco cuando le rocé con el hombro al pasar.
“zorra”
Le susurré al notar su reacción mientras salía por la puerta.
Pude escuchar como me llamaba a mis espaldas mientras me dirigía al interior de la sala de grabación. Pero puse mis esfuerzos en pretender que no le escuchaba.
¿Cómo se atrevía a tener esas reacciones en mi presencia?
Ahora me entendía a mi mismo un poco más. SI pudiera haberle dejado incapaz de sentir nunca más, lo habría hecho. De la manera que fuera.
No quería que sintiera nada más. Nunca más.
No quería que con el cuerpo que yo adoraba fuera capaz de sentir otra cosa que mis caricias, que mi cuerpo, que mis besos, que todo lo que yo podía darle.
No podía soportar el hecho de que sintiera absolutamente nada por obra que no fuera mía.
Eso era lo que sentía.
¿Qué podía hacer con ello?
No se cuanto tiempo estuve grabando, cantando en aquél cubículo con los ojos más cerrados que abiertos y sin preocuparme de nada. Intentando no pensar en nada más que en las palabras de la letra, ni en la melodía que escuchaba en los cascos.
Hacía un tiempo que notaba que había cada vez menos figuras tras el cristal, pero no me importaba. Sólo quería lavar mi mente, arrastrar lejos de mi cualquier pensamiento.
Hasta que la música se detuvo a mitad de la canción y tuve que salir de mi autoinducido trance.
La puerta se abrió súbitamente llamando mi intención. Al otro lado del cristal ya no quedaba nadie.
Vi a Jaejoong en la puerta hablándome sin registrar a penas la situación en mi mente.
-Changmin ah..... Ya es tarde. Los técnicos se han ido.-
Su vaga sonrisa desapareció a medida que intentaba sostener mi mirada. Mis ojos se empañaban rápidamente y sin control.
-V-vamos Changmin qué pretendías.. terminar de grabar todo el disco de una vez? Hehehe..
Su débil risa fue desapareciendo en el silencio a medida que frescas lágrimas iban rodando por mis mejillas.
Estas lágrimas de un dolor nuevo. Diferente. Que parecían liberar la opresión de mi pecho.
Ah, es verdad. El efecto de las pastillas había desaparecido. Me encontraba más lúcido de lo que había estado en semanas. Y de algún modo era mas duro estarlo que antes.
LE quería cerca.
Ese era mi nuevo dolor.
No soportaba tenerle lejos de mi.
Era lo mismo que sentía mientras conducía mi coche hacia Seoul, hacia mi infierno, y es lo mismo que siento ahora.
No le quiero lejos de mí.
No soporto que nos tratemos como extraños.
Mucho más que destroces mi corazón en pedazos yo.... me duele que no me toques.
-Changmin...-
Podía ver la conmoción y la impotencia en tus ojos. Aunque tu gesto nunca te delatara. Te acercabas lentamente si estar seguro de lo que podías hacer, de lo que quería de ti.
Jaejoong, quiero..... lo mismo de siempre.
Sentado en aquella banqueta, en el centro de la habitación bajo la clara y limpia luz blanca del foco. Seguí derramando mis traicioneras lágrimas hasta que te acercaste suficiente. Sin decirte nada más. Acerqué una vez más, una de tantas miles más, mis labios a los tuyos.
Para probar aquel dulce sabor de tus labios rojos de nuevo.
Y estaba allí. Seguía allí. Justo sobre la suave piel de tus labios. Aquél sutil y mortal veneno con sabor a miel.
Tu reacción no pudo ser más inesperada. Por primera vez en mi vida me di cuenta de que Kim Jaejoong no sabía como reaccionar.
Ni me rechazaba, ni me aceptaba. Sus ojos brillaban con un extraño fulgor.
No tenía idea de que podía ser.
Herido y vulnerable como una pieza de caza alcanzada por un certero disparo. Le miré a los ojos. En ese momento Jaejoong pareció comprender algo que yo ni siquiera entendía. Y su manos acariciaron mis mejillas.
El beso que me devolvió, me hizo recordar por qué mi corazón no podía entender una traición semejante por su parte.
Me dejé llevar por el momento. Queriendo fundirme con él en su beso y así olvidar quién éramos y qué había pasado. Quería olvidarlo todo.
Hubiera deseado que en lugar de robarle aquellos desesperados besos en la oscuridad de nuestro salón, se hubiera acercado a mi como ahora, bajo esta luz, y me hubiera...............
Besado
Así......
Mi mente se bloqueó por unos instantes y dejé de corresponder a sus besos.
Recordé.
Así sin más...
Algo...
Algo tan importante que ni siquiera tenía una explicación de por qué lo había olvidado.
Esto.. esto que ahora me hacía sentir, siempre había sido así.
Siempre.
Todo esto había ocurrido tan sólo porque yo olvide...
SU beso.
Quise olvidarlo porque en aquel momento mi corazón no estaba preparado para lo que él quería darme.
Aquella noche en Seoul. En el apartamento de nadie, de todos.
Bajo la blanca y limpia luz. Con su corazón. Jaejoong me besó.
Jaejoong…. Me besó.
Y yo le odié tanto como le odio ahora.
Tanto como le odio ahora.
Mis lágrimas se transformaron en llanto. Y escondí mi cara en su pecho. Mis brazos se aferraron a su cuerpo y mis dedos a la carne de su espalda como si tuviera que sujetarme de él para salvar la vida.
-Fue algo que hice...??- lloré.- Fue algo que hice.....verdad? Lo siento..... lo siento...... lo siento....
El resto de mis palabras se perdieron entre mis sollozos. Entre las fibras de tu camiseta. En el remolino de nuestros recuerdos juntos que asediaba mi cabeza.
De pronto sentí como el cuerpo de Jaejoong se convulsionaba para reprimir un sollozo incontrolado.
Intenté levantar la cabeza pero él me detuvo, sujetándome donde estaba, estrechando su abrazo mortalmente. Jaejoong nunca me había abrazado así. Con semejante fuerza.
Era a mi a quien se me podía escapar la mano.
-Da igual....- su voz temblaba.- Da igual todo lo que hayas hecho... lo que hayas podido hacer, no me pidas perdón Changmin... no me pidas perdón. Yo... – noté como bajaba su cabeza y la apoyaba al fin sobre mi hombro.- Te quiero....
Sus palabras sonaron claras y en alto. Ninguna duda en su voz. Ningún susurro.
Estas estúpidas palabras resultaron ser la cura para estas profundas heridas.
-Demuéstramelo.
Le dije levantándome de la banqueta y besando las palabras en su cálida boca.
Le empujé hacia la puerta obligándole a dar unos pasos hacia atrás. Hasta que cerré la puerta de la sala y apagué la luz. Mi mano ya se colaba por debajo de su camiseta.
-Changmin.... aquí nn...
Le besé para callarle, con mi mano alcancé mi lugar favorito, su pezón izquierdo. Sabía como hacerlo mío en segundos.
Le hice gemir.
-Da igual donde estemos o quién nos vea…. Ahora mismo.
Demuéstramelo.....demuéstramelo.........
Repetía contra la piel de su cuello.
Hasta tu olor es mío Jaejoong...... si ni siquiera acepto que otra persona esté tan cerca de ti como para oler el aroma de tu cuello....
¿cómo piensas que pueda superar que otra persona te cause....?
-no.. eso no es cierto...- le escuché murmurar....
Dios mío... Jaejoong al fin me había vuelto completamente loco. NI siquiera había notado que decía mis pensamientos en alto.
Sus manos se deslizaron una vez más por mi espalda despertando aún más mis instintos.
- No lo digas.... nadie.... NADIE puede hacerme sentir como tú Changmin..... escúchame... nad..
Ahogó sus palabras mordiéndose el labio inferior. MI mano había alcanzado su miembro por debajo de esa absurda ropa ancha con nombre de marca italiana en la etiqueta.
Nada le sentaba mejor a Jaejoong que la desnudez. Nada de nada.
Pero él no lo sabía. Y no quería que nadie más lo supiera.....
Ahora tenía a mi ángel maldito recostado sobre la pared de la sala, con la cabeza levantada, los ojos cerrados y suspirando, buscando aire que llegara a sus pulmones. Apretando esos sugerentes labios para contener su deseo hasta que yo no podía resistirme a morderlos.
-Ni siquiera se quien era... ni cómo llegó a mi habitación.... lo último que recuerdo fue tumbarme en la cama con aquella botella de whiskey...- lloraba.- estaba vestido.....
Le besé para que callara. Dejó escapar un jadeo cuando notó uno de mis largos dedos húmedo de mi saliva rondar su entrada.
Sólo le había dejado con la ropa interior encima, la cual estaba a medio camino pues mi mano trabajaba sin descanso sobre su miembro. Su piel en vez de pálida estaba enrojecida y cálida.
Gemía y suspiraba excitado hasta el extremo... la euforia que sentía al verle y escucharle así estaba cercano al orgasmo.
Comencé a besar y morder toda piel que encontraba a mi paso... incapaz de privarme de su sabor.
Humedecí de nuevo mi dedo y esta vez me hice paso con él a través de su carne. Jaejoong gimió de placer.. estaba tan excitado que sabía que le gustaría.
Mi lengua bajó por su pecho hasta su ombligo, lamiendo y besando su cadera hasta atrapar su miembro entre mis labios.
Los movimientos de Jaejoong contra mi boca no podían ser más obscenos.
Y ni siquiera puedo explicar lo erótico que era eso.
Desesperado por alcanzar el límite Jaejoong levantó las manos para enredarlas en su ahora negro y siempre lacio cabello.
Viéndole perder la cabeza me incorporé de nuevo sin dejar de acariciar con mi dedo su interior y le besé de nuevo atrapando sus gruesos labios con mis dientes.
-Demuéstramelo...... quiero verlo....
Le susurré con el tono más bajo que podía emitir mi garganta, mientras veía como Jaejoong abría sus ojos para mirarme, sus pupilas dilatadas y los ojos acuosos.... como si estuviera drogado...de excitación.
No podía existir una visión más hermosa que aquella.
Cerró los ojos con fuerza de nuevo, y me besó con fiereza. Como no lo había hecho en años... en mucho.. mucho tiempo.... en esos tiempos en los que me doblegaba con su voluntad... con su deseo.
Con ambas manos sobre mis caderas deslizó lenta y suavemente mis pantalones desabrochados junto con mi ropa interior. Sujetando una de mis nalgas con el firme agarre de su mano. Y regalando a mi miembro la calidez del toque de su diestra...
Nadie tocaba como él.
Estoy seguro.
En aquella situación... y mi estado de necesidad un par de caricias me tenían peligrosamente al mismo borde del orgasmo.
Dejé mi cuerpo caer sobre el suyo hasta que ambos golpeamos con nuestros sudorosos cuerpos la pared que Jaejoong tenía detrás, haciendo que el golpe introdujera el dedo con el que complacía a Jae hasta el final.
Eso le empujó rápidamente hacia el orgasmo mas deprisa de lo que nunca había presenciado.
El roce de su miembro contra el mío fruto del movimiento de nuestras caderas fue todo lo que necesité para alcanzarle después.
Sólo Jaejoong podía excitarme hasta el punto de hacerme llegar al orgasmo como un chiquillo de 15 años.
Sin importar la suciedad de mis manos, y antes de que Jaejoong recuperase el aliento, Pegué por completo mi ardiente cuerpo al suyo hasta que nuestros fluidos nos pegaron aún mas el un al otro, y sujeté a mi amante por las mejillas.
-Prométeme ahora mismo, que nunca volveremos a hablar sobre este tema.. sobre lo que ha pasado. Tú y yo lo hemos olvidado. Nunca ocurrió.
Antes de que terminara de formar la frase Jaejoong ya estaba asintiendo con el poco margen de movimiento que le dejaba mi agarre.
-S-si... lo sien..
Le besé sin dejarle terminar... me daba igual que estuviéramos en el estudio. Que estuviéramos desnudos y sucios de nuestro amor en un lugar público. Él me quería. Siempre me había querido y nada más importaba en el mundo.
Con mi cuerpo aún dándole la calidez que estaba perdiendo el suyo por la falta de ropa. Seguí besando su cuello suavemente. Él igualmente me abrazaba sin intención alguna de soltarme pronto.
-Tenía miedo.-
Me confesó de pronto, con su cabeza apoyada lánguidamente sobre mi hombro izquierdo.
Yo me acerqué aún más a él si eso era posible y acaricié su pelo y su nuca.
Seda y raso en mis manos... tuve que contener un suspiro.
-Tenía miedo de que tú....tampoco me aceptaras.
Le hundí entre los músculos torneados de mis dos brazos, apretándole fuerte contra mí, escondiéndole en mi pecho.
-Pase lo que pase ahí afuera. En este lugar...siempre estaré yo. ¿no te das cuenta? Si te sientes seguro aquí... conmigo... todos los demás lo verán allí afuera. – Le dije dulcemente repartiendo besos sobre su pelo.
-La balanza de la suerte ha de estar descompensada si a alguien como yo, se le permite tenerte.
-Déjate de tonterías. – reí agitándole entre mis brazos. – La balanza la vas a equilibrar haciéndome la cena.
Le advertí.
Observé divertido como su ceño se fruncía en descontento.
- ¿Crees que no pagarás? Me debes una cena en TU casa, CADA DIA durante TODA promoción de este primer disco. Ya hablaremos del siguiente.
- Bueno... si es en mi casa.....- Cavilaba sin moverse un ápice de donde estaba.
- Jae... tu estrás entre mi cuerpo y la pared pero.. ejem.. me estoy congelando el culo, sabes?
- Bueno tu culo se volverá mucho más saludable de lo que ha estado en mucho tiempo después de una semana entera de mis cenas. Así que deja de quejarte.- Me contestó sin moverse. Dándome enérgicas palmadas en el trasero.
- Oye, te vas a mover algún día?? Esto.. esto empieza a... secarse.. y.. habrá que rascar....
- Deja de quejarte, te recuerdo que has sido tu el que ha pringado todo.... ve pensado como me vas a limpiar la cara...
- Em... el baño?
- No puedo ir al baño sin ropa...
- Como sin ropa?!
- Tu has visto como la has dejado perdida de... de todo! SI la estás pisando de hecho!!
- Oh perdón... tu modelito de saco de patatas-givenchy!
- No es un givenchy! Si lo fuera de verdad y lo hubieras arruinado de este modo.. ahora mismo sería algo más que tu culo lo que estaría realmente de un frío-cadaverico.
- Como si me fuera a dejar matar por semejante paquete de andrajos.. givenchis armanis o demonios de etiqueta le quieras p... auch! No vale pellizcar!!!
- Calla! Deja de pisar mi camiseta!
- Pero si estás pisando tus bóxer!
- ¿y quien ha sido el que no me los ha quitado del todo??
- Te importa mas la camiseta que los bóxer.. que cerdo.. aunch! No pellizques mis.. Auch!
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y de nuevo SOY FELIZZZZZ ^w^ <3333333333333333333 kyaaaaa...el mejor fic de la vidaaa...>O<!! hahaha kiero ver q sigue..^w^ gracias desde el fondo de mi corazon x actualizar haha^w^!!
ResponderEliminarsi chicas, muchas gracias por actualizar!
ResponderEliminary a la autora por regalarnos una historia de amor tan hermosa!
gracias!
waaaa pero que reconciliacion tan hermosa
ResponderEliminaryo penzava que min ya estaba loco y que jae
mas traumado jajaja waaa gracias por el fic me encanta espero pronto la cont.
me enkantaaa!! amo este fic, aaa gracias graciaass!! deverdad ke esta genial, ya espero el kapi ke sigue, aaaa
ResponderEliminarqe bonito! ^o^!!
ResponderEliminary el final hizo qe me atacara de la risa -w-!!
tonses qe? >_>U
yunho... solo lo qiere por obsesion? @-@
o como sta eso? DxU
bueenoo~+
conti pleasee~~!!!
creo que hablo en el nombre de todas las fans de este fic al decir que yumeme sama escribe genial, y que este es el mejor fic sin duda!!!
ResponderEliminarmuchas graciiiias!!! a las chicas por publicarlo y a yumeme por seguir esta historia tan fascinante!!
me encantó la reconciliacion!! fue geniaaaal!! pero no entiendo a yunho ¬¬
conti prontito porfiii sino voy a morirrrrr
me encanto la reconsiliCion, la verdad es que pensé que
ResponderEliminarmin no lo iba a perdonar, digo a cualquiera le costaria, pero creo q la
necesidad y el deseo de estar con jae pudieron mas jajaja
en fin, espero pronto el proximo CAP
Aaaayyy que bieen que lo hayan arreglado Dx me ponia a llorar cada vez que describian sus pensamientos mientras estaban enfadados
ResponderEliminara ver cuando changmin es el seme, tengo unas ganas! jajajaja
El fic cada vez se pone mejor!! definitivamente adoro a la autora (muchas gracias!! ^^)
ResponderEliminarla verdad es que no entendí que hizo exactamente Yoochun .... y tampoco entendí qué es lo que hizo Changmin para que Jae llegue a ese extremo ... y tampoco que es exáctamente lo que siente Yunho por Jae ...aaah suspenso >< supongo que lo explicará en los sgtes capítulos!!
acabo de leer este y ya no puedo esperar por el otro! ojalá que lo suban pronto!
gracias Yuuki por subir fic
y gracias Yumeme-san por escribir tan bien! <3
-Sol-
POR FAVOR LA CONTIIII!!!
ResponderEliminarSigo en las mismas con respecto a lo de Yoochun!! ><
ResponderEliminarQuiero saber que hizo xD
Acabo de leer este fic y no se que decir a parte de que es uno de los mejores que e leído y no cabe mencionar que cada capitulo se pone mejor además la autora tiene que estar muy orgullosa porque es que escribe muy bien
ResponderEliminarporfavooor continualoo es muy bueno!!
esta buenísimo el capítulo!!
ResponderEliminarpor favor pongan la continuación!!
por favoooooooooooooor!
no demorennn!!!
ResponderEliminarpleasee mas capitulos!!
es como mi drogaaa xDD
porfis!!!
gracias por los anteriores caps!
Al fin se reconciliaron
ResponderEliminaraaaawwwww!!!! ^.^ que lindos esos hombres
y no me canso de decir que es el
mejor fic que e leído
sigue adelanteeeeee!!!
lo maximooooooooooooo!!!,nunca hab{ia le{ido algo tan intenso,me hice emocionarme mucho!
ResponderEliminaro si yo estoy muy confundida que iso yoochun.... que es lo que siente yunho por jae o por su novia...me duele la cabeza jajajaj
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