Todos los puntos que ayer se querían parecer al amor, hoy se han desconectado.
—Dicen que ahora va a ese ‘tipo’ de discotecas. Todos los días.
Yunho caminó, con un par de cuadernos en las manos, como si las voces se ampliaran a su caminar, como si las historias no confirmadas de Jaejoong se esparcieran y lo golpearan en la cara.
—Yo escuché que anda con toda clase de sujetos. Que se ha vuelto la mejor presa del lugar. Aunque claro, Jaejoong Oppa siempre fue muy apuesto. Era de esperarse.
Y lo atormentaban, como si fuera su culpa. Pero no lo era. La autodestrucción de Kim, era problema de él y solo de él. Era independiente de lo que le pudiera pasar, por que sencillamente él y Jaejoong solo habían tenido encuentros casuales. Luego, solo se habían odiado.
—¿Será que él ya no piensa hacer nada más que andar de bar en bar? Es como si luego de que todos descubriéramos que era pues… gay. Ya no le importara nada e incluso su futuro se hubiera ido al traste.
Respiró profundo y luego cerró los ojos. Como si detenerse a la mitad del pasillo fuera lo más normal. La gente seguía hablando y hablando de Jaejoong. ¿Acaso a Kim eso no le importaba en lo más mínimo?
—Pero Jaejoong hyung tiene un gran futuro. Tiene buenas notas y todo.
—Pues ahí verá él. Después de todo, ya mismo nos graduamos, ya pronto dejaremos de verlo.
Arrugó el entrecejo molesto. Mirando de mala gana a los dos muchachos que hablaban tan despreciativamente de Jaejoong. Ellos sin entender el por qué solo bajaron la cabeza y pronto se alejaron. Yunho reanudó el paso. Inconsciente de la mirada preocupada de Goongsu a unos pasos de él, en el salón de música.
…
…
Jaejoong fumaba recurrentemente, y últimamente cada noche.
Pero hoy eran las tres de la tarde, todavía con el uniforme del instituto. Y había optado por un poco de nicotina. Solo por que de algún modo, saber que el mejor amigo de Jung lo había citado tras el instituto podría significar, que al fin luego de semanas podría ver a Yunho sin que el muchacho lo esquivara.
—Kim…
Pero Goongsu fue el que apareció, ni rastros del imbécil de Yunho. Optó entonces por darle una larga calada al cigarrillo, y finalmente apagarlo.
—¿Qué quieres Lee?
—Seré claro, no me gustan los rodeos. Y sinceramente tu tampoco.
Jaejoong arrugó el entrecejo. Lee Goongsu basaba su popularidad en ser un chico afable y divertido, ameno, radiante en las fiesta. Pero hoy, la seriedad en sus facciones era algo nuevo para él.
—¿Entonces? ¿Por qué me has pedido que nos encontremos?
—¿Qué te traes con Yunho?
Por un momento hubo silencio, luego Jaejoong estalló en una carcajada.
—¡Y eso a ti que te importa! Si tú amiguito Jung no te ha dicho nada, mucho menos voy a hacerlo yo. Así que déjame en paz.
Jaejoong estaba dispuesto a marcharse, pero Goongsu lo tomó por el brazo y esa expresión seria en el muchacho se acentuó. Jaejoong únicamente levantó sus cejas.
—Aléjate de él. Namin y él están juntos, están bien. Y ella es feliz en esa relación.
—¿Y Yunho? Por que yo solo lo veo como… ¿distraído?— Una sonrisa amenazante y Lee frunció el ceño. –Tal vez será que no le gusta su nueva realidad.
—Déjalos en paz.
Fue una amenaza implícita. Jaejoong miró fijamente esos ojos del amigo de Yunho, y pudo verlo, con tanta facilidad que casi hasta quiso morir de risa en ese momento.
—¡Oh, por Dios! ¡¿Te gusta la insulsa de Namin?!
Y esta vez rió, con toda la crueldad que pudo. Goongsu lo soltó, con varios pasos hacía atrás.
—E..eso no es verdad. ¡Deja de reírte!
—Por favor, se te nota en los ojos. La boba esa te gusta. Que buen amigo eres, Goongsu. Y yo que siempre creí que solo eras un superficial. ¿O es que solo te gusta ahora que se puso ‘bonita’?
Jaejoong rió un poco más, regocijándose de aquello, pero Goongsu solo parecía aturdido como si nunca hubiera considerado esa posibilidad. Y ahora empezara a entender tantas cosas. Que con el paso de las semanas había sido difícil de ver.
—Déjalos en paz. No te lo quiero volver a decir.
Y como si la contemplación de Jaejoong fuera demasiado se alejó. Y Jaejoong acentuó su mirada traviesa, divertido y complacido.
…
…
La verdad es que la amistad de Goongsu y Yunho le importaba muy poco.
Pero siempre era bueno hacer sufrir al tonto de Jung, para empezar a hacerle pagar un poco de todo lo que había hecho ya que no había tenido la oportunidad. Así que esa noche, cuando Jung se estacionó frente a la casa para dejar a Namin.
Jaejoong esperó. Namin entró y él camino hasta Yunho, tranquilo e impasible, justo antes de que Yunho entrara de nueva cuenta en su auto. Sus miradas se encontraron. Jaejoong sintió el cosquilleo en sus entrañas y apreció tanto los segundos que Yunho se quedó paralizado nada más al verlo.
—Hola, Jung…
Yunho sacudió un poco la cabeza. Y Jaejoong sonrió.
—¿Qué quieres Jaejoong?
—Dime algo… ¿qué tanto confías en Goongsu?
Y Jaejoong se fue acercando, Yunho solo pudo fruncir el ceño y pegarse un poco más a su auto, no quería tocarlo. No quería. No, por que luego se olvidaba de pensar y estaban a una casa de la de Jaejoong y frente a la casa de Namin. No por que no era necesario, no lo había extrañado. Simplemente no.
—Es mi mejor amigo, y aléjate.
—¿Por qué?
—¡Demonios! Por que pareciera que ya te me vas a lanzar encima y es molesto.
—Pues la última vez lo disfrutaste mucho.
Yunho miró asustado de un lado a otro, nadie los podía escuchar. Nadie debía saber.
—Dime Yunho, ¿sabes que día es mañana?
—No.
—Es mi cumpleaños. Y resulta que como ya no tengo amigos como antes, no voy a hacer nada. En realidad dudo haber tenido amigos en algún momento.— Jaejoong pareció desviarse del tema y Yunho se desconcentró. —¿Por qué no vienes a mi casa?
Yunho se tensó.
—Por supuesto que no.
—Oh, vamos… Solo un par de horas.
—Estas demente.
Yunho lo alejó de un manotón. Entrando en el carro y Jaejoong sonrió.
—Jung, ¿sabes que es lo lindo de los rumores? Que no importa si son verdad o mentira. Finalmente hablaran de ti, y terminaran con la duda. ¿Será verdad o no? Entonces la duda estará ahí siempre. Y no volverás a ser el mismo.
Jung entendió tan fácil, tan concreto que los ojos afilados de Jaejoong lo hicieron apretar el volante con fuerza.
—Estaré en tu casa a las siete. Y solo una hora, no más.
El auto de Yunho arrancó velozmente y Jaejoong sonrió complacido. Abastecido con aquello, y sobre todo con la imagen de la casa de Namin en frente. Podía ver por la ventana como Namin conversaba con su madre sonriente, seguramente ilusionada.
Tonta ella. Y sus planes. Yunho desde el principio le había gustado.
Lo quería para él. Y resultaba, que de un modo u otro. Kim Jaejoong, JAMÁS perdía.
…
…
“No hay ningún tipo de valor para la persona que eres, sospecho constantemente de ti.
Nuestros besos son lo único que no han cambiado, pero al final, todo esto se ha vuelto más grande que la vida misma.”
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Soy la única que comenta el fic?? Daaa estoy segura que varias lo leen!! Comenten por favor!!
ResponderEliminarOh dioa! Jaejoong va en serio con yunho! Yo creo que yunho esta enamorado de jaejoong pero esta en etapa de negación xDD
NO SE LUZ,TODO ES MUY RETORCIDO,NO LOGRO VER EL AMOR TODAVÍA,VERMOS MAS ADELANTE.
ResponderEliminarQue querra Jae con Yunho en su casa?
ResponderEliminarQue vea que su amigo de Yunho esra enamorado de su novia?
Que Yunho se de cuenta que solo lo desea a él?
Gracias!!!
me gusta este jae!!
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