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Arualthings

Tradición Familiar - Cap. 12

Había olvidado, que el amor es cosa de dos.


Minho detuvo sus pasos.



Con el entrecejo arrugado, confundido un poco con lo que sus ojos veían.



—¿Minho, qué sucede?

—¿Eh? Nada Yunho… solo miraba algo que me pareció conocido.

—¿Algo o alguien?



Minho contó con la ventaja de que el celular de Yunho empezó a sonar, así que con una leve disculpa se alejó un poco y Minho optó por mirar mejor, por ver si se había equivocado.



Pero no, no era así.



Ahí estaba Changmin sentado en una de las mesas del centro comercial, justo frente a un tipo de cabellos negros, que cuando lo reconoció era Rain, aquel que había visto entre las fotos de Changmin.



Aquel con quien Changmin sonreía, se tomaba fotos y se llenaba de ilusiones…



Minho bajó un poco la mirada y suspiró, dándoles la espalda y apoyado en el barandal como si prefiriera optar por evitar que Changmin no sonreía, no estaba feliz, y que más bien parecía estar más serio de lo habitual.



—¿Vamos al cine?

—Eh… si. Vamos.



Yunho arrugó el entrecejo, algo confundido. Pero Minho en unos segundos le regaló una sonrisa, una que parecía más calmada y habitual, pronto Yunho comenzó con una platica casual y Minho pareció entretenerse con aquello.



Pareció volver a ser el mismo muchacho entusiasta de siempre.



Ese que le recordaba tanto a Heechul.





..::..::..::..::..







El instituto entero seguía alborotado.



La llegada de Rain había marcado un precedente, con paso firme, cada que el hombre caminaba por los pasillos, tal vez fingía no darse cuenta, pero robaba miradas, provocaba celos. Y todo eso solo en un primer día.



Mir bebía un poco del jugo que había comprado en la hora del receso, desde aquel sorbete en su boca, mirando distraído a sus amigos, que lo rodeaban y conversaban de algo que él ya había perdido hace mucho el ritmo.



Seungho de repente pasó uno de sus brazos por los hombros de Mir, por su amigo de mirada distraída que ese día se había pasado demasiado callado.



—¿Se puede saber que te pasa?

—Yo te lo puedo decir. Estoy casi seguro de que Mir es otro fan del nuevo profesor sexy.



Automáticamente Mir le envió una mirada asesina a Joon y él solo rió divertido. El resto de los muchachos alrededor de Mir lo imitaron. Así que por el momento Mir dejó de lado su bebida y apoyó la quijada en su barbilla.



—¡Es definitivo, amo este instituto!



Una de sus compañeras de salón, entró corriendo, ventilándose con una cartulina en las manos y una sonrisa enorme en el rostro. Llamando la atención de los pocos estudiantes que habían en el salón durante el receso.



—¿Qué pasó Soonhae?

—No solo el profesor nuevo es la sensación del día. Hay un chico fuera de nuestro salón. ¡Y está como para un fin de semana entero!



—¿Un fin de semana? ¡Yo diría que está como para tres! En una linda casa en la playa. Él, yo, la arena, el mar. ¡Ese tipo está demasiado bueno!



Joon levantó una ceja instintivamente, viendo al grupo de chicas chillar emocionadas y reír alborotadas, despojadas de ese mal humor o poca pleitesía que parecían expedir por los muchachos de su edad.



Y tampoco es como si pretendieran escucharlas, pero entre ese gritería, ignorarlas era una labor casi titánica. Mir rodó los ojos, decidido a volver a su jugo matutino.



—Disculpen…



Las mujeres en el salón callaron de inmediato al ver al muchacho de los fines de semana, entrar al salón, con una expresión tranquila y una pequeña sonrisa amable en los labios. Ahogando gemidos de sorpresa.



—¿Este es el salón de Mir?



Una de ellas levantó su brazo, directo hacía el grupito que estaba cerca de la ventana del salón. Minho dirigió su mirada hacía ellos y Mir lo miraba con los ojos muy abiertos y un sorbete en la boca.



—Muchas gracias.



Hubieron pequeños jadeos por parte de las muchachas en cuanto Minho les hubiera sonreído en agradecimiento. Avanzando directo hacía donde Mir se encontraba sentado.



—¿Tienes unos minutos? Quisiera hablar contigo.

—Si, claro.



Había un deje de incomodidad, pleno y transmitido. Pero aún así, Mir se levantó ante la mirada de sus amigos, y las miradas anhelantes de sus compañeras. No muy lejos hacía el jardín principal en una de las bancas que había, con los demás alumnos caminando de un lado a otro.



Sentado, con una de sus piernas cruzadas, Minho suspiró.



Y Mir se sintió un poco tenso ante la situación.



—Antes que nada, quería disculparme por el evento de hace unos días.



Mir entendió perfectamente y tratando de no abordar demasiado el tema, asintió. Lo de su cita extraña con Changmin por el evento de caridad y la persecución de Minho, era un tema que prefería quedara atrás.



—No hay problema, eso ya quedó atrás.

—Changmin me dijo que hablaste con él y le hiciste entender algunas cosas.



—En realidad solo hablamos un poco.

—De todas formas… gracias.



No era como si Mir de pronto sintiera que esa tensión a su alrededor de pronto hubiera desaparecido, pero al menos si había disminuido y entonces se pudo relajar un poco. Notando apenas que todo cuanto pasaba, los miraba curiosos. O mejor dicho, miraban a Minho y su pose de niño rico mientras jugaba con las llaves de su auto.



Recién entonces Mir pudo fijarse en Minho, en su cabello algo alborotado, en su ropa costosa y llamativa. En la posición relajada en la que se encontraba sentado. Y descubrió que Minho fácilmente llamaba la atención.



El amor de Changmin y Minho no era algo plenamente físico.



Pero sin duda alguna, Changmin era masculino, apuesto. De presencia imponente.



Minho era grácil, elegante. Llamativo a las miradas.



Juntos, irradiaban una imagen etérea que conjugaba de una manera asombrosa a su paso. Que Mir comprendió en ese instante, lo que ‘se ven bien, juntos’ significa en el lenguaje coloquial.



—Supongo que es todo lo que tenía que hacer, necesitaba disculparme en persona por mi inmadurez de la vez anterior.

—De acuerdo, gracias por haber venido.



Mir se levantó apenas Minho lo hubiera hecho también con una pequeña sonrisa en los labios, que intentaba ser amable, de manera que no fuera difícil para el otro suponer, que entre sus planes no estaba interponerse en su relación de ninguna manera.



—Te acompaño a la salida.

—No es necesario.



Minho movió un poco su mano, con las llaves en su mano tintineando por el movimiento. Sin embargo cuando empezaban a retomar el paso, Rain salía de la sala de profesores, con unos libros en las manos y su cabello moviéndose por la forma abrupta en la que se detuvo frente a ellos.



—¿Minho?



Los ojos de Choi se abrieron indefinidamente, y la gente a su alrededor pareció detenerse también. Cuando Minho pareció estupefacto por el encuentro, Mir optó por alternar sus miradas entre su profesor y el muchacho a su lado.



—¿Rain? ¿Cuándo llegaste al país?

—Pues hace poco en realidad, apenas hoy es mi primer día de clases. No esperaba verte por aquí.



Mir no era experto en momento tenso, pero al menos reconocía a Minho cuando se sentía incómodo o tenso. Y ese era el momento. Minho estaba más tenso que unos minutos atrás cuando charlaba con él.



Rain sin embargo, parecía totalmente despreocupado.



—Ni yo esperaba verte por aquí.

—Si, bueno… hubo un cambio de planes y tuve que regresar a Corea.



Rain acomodó los libros en sus brazos y Minho asintió, con una extraña sonrisa en el rostro.



—¿Cómo está todo entre Changmin y tú?

—Muy bien, perfecto. Eh… tengo que irme.

—Si, claro.



Minho asintió una vez más, apretando las llaves en sus manos y caminando por el pasillo hacía el estacionamiento sin detenerse un solo rato a mirar hacía atrás e ignorando las miradas de todos los estudiantes a su paso.



La conversación, que difícilmente podía ser llamada así con Rain había sido extraña. Verlo en Corea otra vez, había agitado sus hasta ahora estables pensamientos, y calma lograda.



Cuando llegó a su auto, recordó que ni siquiera se había despedido de Mir.



Bufó con molestia y abrió el carro, aferrándose al volante y exhalando con fuerza al descubrir que la presencia de Rain, su encuentro, lo había afectado más de lo que había esperado.



¿Por qué había regresado?



Sacudió su cabeza con fuerza. No. No iba a dejar que su presencia en realidad lo afectara tanto. Encendió entonces el auto, conduciendo algo rápido para intentar despejar sus pensamientos, concentrándose en conducir más que en la presencia de Rain.



Fue su celular vibrando de repente sobre el asiento de copiloto lo que lo hizo girar un poco y distraer su mirada del camino, regresó su mirada y el sonido del celular empezó a ser más fuerte.



Estiró su mano hacía él. Rozándolo apenas, hasta que con el movimiento cayó y Minho bufó con molestia. Mordió su labio inferior regresando su mirada al camino, y decidió agacharse para tomarlo velozmente, pero justo ene ese momento cuando agarraba el celular el pito de un carro lo hizo levantar la cabeza con fuerza.



Giró el volante lo más rápido que pudo y lo último de lo que Minho fue consciente, fue de su cuerpo entero siendo sacudido con brutalidad ante el eminente choque contra aquel poste que su auto sufrió.













Heechul sostuvo a Yunho por el brazo y él giro con sorpresa ante el contacto repentino, acentuando una vez más el entrecejo arrugado y soltándose con cuidado del agarre de su amigo.



—¿Hablaste con Siwon?

—Si, Heechul y no quiero reclamos por el momento.



—¿Qué le dijiste?

—Que se alejara de ti.

—¡Yunho!



La molestia con la que fueron sonadas las palabras de Heechul hizo que el humor de Yunho empeorara, y su corazón sufriera una sacudida dolorosa en su pecho.



—Tenía que hacerlo, no voy a permitir que trate como si fueras…

—No tenías por qué venir, mis problemas con él, no te incumben.



—¡¿No me incumben?! ¿Desde cuando no me incumben? ¿Desde que se trata de Choi Siwon?

—No es así Yunho. Y lo sabes, solo no quiero que hagas estas cosas. Es como si… no lo hagas, no por mi.



Heechul bajó la cabeza entonces, con un suspiro en los labios que hizo que Yunho al menos ablandara un poco las expresiones en su rostro.



—Heechul, ¿de verdad nos estamos peleando por culpa de ese sujeto?

—No es por él, Yunho.



—¿Entonces por qué estas de su parte?

—No estoy de su parte, solo no quiero que tengas problemas con él. Yo puedo mantenerlo a distancia si es lo que quieres.



—¡No es lo que YO quiero, es lo que TÚ debes hacer!

—Yunho por favor, vamos al departamento…



La mano de Heechul volvió a cerrarse sobre el brazo de Yunho y él en esta ocasión no pareció muy reticente al contacto. Sin embargo cuando Siwon y Jaejoong salieron del hotel, prácticamente corriendo hacia el auto de Jaejoong. Ambos giraron su mirada hacía los dos muchachos que entraban en el auto lo más rápido que podían.



Fue Jaejoong el primero en detenerse, giró directo hacía Yunho y suspiró.



—Minho sufrió un accidente, está en la clínica del norte. Nosotros vamos para allá.



Yunho asintió algo contrariado y cuando el auto de Jaejoong se alejó con los dos dentro. Heechul de inmediato empezó a jalarlo por el brazo.



—Tengo mi auto más acá, vamos al hospital.



Justo para ese momento Heechul jalaba de su brazo, encaminándolo hacía aquel lugar, todavía sin terminar de asimilar lo ocurrido y la razón exacta por la que de pronto ver a Jaejoong marcharse junto a Siwon le provocó una desazón enorme en el estómago.













Yoochun apresuró el paso, caminando junto a Junsu por los pasillos blancos de la clínica.



La llamada de Jaejoong había caído de repente, y Junsu y él habían tenido que ducharse y vestirse lo más rápido que había podido para llegar a aquel lugar. Por supuesto, Junsu no dejaba ese rostro de preocupación y Yoochun solo quería abrazarlo en momentos como ese.



Cuando llegaron al cuarto piso, Siwon hablaba con uno de los médicos frente a una puerta gris. Cruzado de brazos y con el entrecejo arrugado, Siwon escuchaba y asentía ante cada palabra.



Luego de un momento estrecharon sus manos y Siwon suspiró, con una mano en su pecho y apoyado en la pared.



—¿Qué sucedió, cómo esta Minho?
Siwon levantó la mirada, con una mínima sonrisa en los labios.



—Tuvo un accidente con el auto, afortunadamente no es algo grave. Solo tiene unos cuantos hematomas y contusiones, pero ninguna fractura o golpe que pueda afectarlo de algún modo.



Junsu suspiró aliviado. Sosteniendo la mano de Yoochun con relativa fuerza, con la suficiente como para que le transmitiera un poco más de calma.



—¿Está dentro?

—Si, pasen.



Cuando los hubieran entrado. Descubrieron a Heechul y Yunho parados junto a la cama, y del otro lado. Jaejoong sentado en una de los asientos. Mirando a Minho que apenas se mantenía sentado, moviendo su cuello de vez en cuando, con muecas de dolor cuando movía demasiado el brazo derecho.



—Mira que eres imprudente, Minho.

—Junsu, si me alegra tanto que estés feliz por que estoy VIVO



La ironía en la voz de Minho hizo que Junsu rodara los ojos y Yoochun sonriera levemente, cuando Siwon entró de nuevo a la habitación, se sentó sobre la cama, a los pies de su hermano y con una mano en su pierna.



—Es un tonto, mira que asustarnos de esa forma.



La puerta de la habitación se abrió con fuerza, chocando contra la pared, y dejando ver a un agitado Changmin que vestía apenas un jean y una sudadera gris, como si acabara de levantarse.



Y apenas sus ojos enfocaran al menor, Changmin caminó hasta él y le dio un golpe directo en uno de los brazos, provocando que una mueca de dolor apareciera en las facciones de Minho y todos jadearan ante aquello.



—¿Eres idiota? ¿Qué diablos tienes en la cabeza? ¡¿Cómo te atreves a preocuparme de esta forma?! ¡Cuando me levanté, lo mínimo que esperaba es que siguieras desnudo en la cama junto a mí! ¡No a mi madre con el teléfono en la mano preguntándome por que estaba desnudo y diciéndome que habías tenido un accidente y estabas en el hospital!



La manera rápida en la que Changmin hubiera hablado sorprendió a todos, pero fue Siwon el primero en arrugar el entrecejo y lanzarle una de las almohadas en la cara al heredero Shim.



—¡Demonios Changmin nadie necesita saber si duermen desnudos o no! ¡¡Menos aún cuando Minho es mi HERMANO!!



Pronto Junsu y Yoochun empezaron a reír a carcajadas, Jaejoong dibujó una sonrisa en el rostro, en tanto Yunho y Heechul solo movían las cabezas negativamente. Minho estiró sus brazos hacía Changmin, pero él parecía seguir visiblemente molesto, por lo que ni siquiera se movió.



—Ven, Changmin.

—No me da la gana. ¿Qué estabas haciendo para chocarte de esa forma?



Las mejillas de Minho se colorearon y bajó los brazos.



—Minho…

—…Iba a contestar el celular.



Si bien Changmin iba a decir algo más. Siwon fue el encargado de reaccionar primero y tomar otra de las almohadas a los pies de la cama y lanzárselo a la cara a su hermano menor.



—¡¿Tienes basura en el cerebro?! ¡En el curso se aprende a no hablar por teléfono mientras conduces!

—¡Tú hablas por teléfono todo el tiempo!



—¡¡Pero yo jamás me he chocado!!



En medio de los gritos, Minho ablandó su mirada y bajó la cabeza, apretando los puños y mordiendo su labio inferior.



—¡¿Por qué todos tienen que ser tan anormales y llenarme de gritos?! ¡¿Nadie puede decir que está feliz de que esté vivo y abrazarme?!



Minho subió su mirada directo hacía Changmin y él solo le sostuvo la mirada un rato antes de bufar suavemente y sacudir su cabello.



—Mira que eres idiota…



Los brazos de Changmin rodearon el cuerpo de Minho con facilidad, al mismo tiempo que se subía en la cama a su lado y se sentaba junto a él, logrando que Minho se moviera y con sus piernas, Minho echara de la cama a Siwon.



—Creí que era una llamada importante, lo siento.

—No lo vuelvas a hacer. De verdad me preocupaste.



Los pequeños susurros que los dos menores compartieron hicieron sonreír a los demás. Mientras Changmin apretaba a Minho más contra su cuerpo, y él parecía cómodo entre los brazos del mayor.



Siwon finalmente suspiró, sentándose en el brazo del asiento en el que Jaejoong se encontraba y apoyando una mano en su hombro. Dejando que su hermano prefiriera estar junto a Changmin en ese momento.



Finalmente, Minho tenía algo que él carecía. Estaba junto a la persona que amaba y nadie cambiaría eso…













Mir vio la hora en su reloj y suspiró una vez más.



Miró de un lado a otro, esperando por que Yoochun terminara de aparecer de una vez por todas. Escondió las manos en los bolsillos de su abrigo, sentado en un pequeño montículo a las afueras del instituto.



Yoochun había prometido ir a verlo. Pero no le contestaba el celular y a más de todo, ya todos se habían marchado, excepto por los profesores que poco a poco, empezaban a irse también.



—El idiota seguro se olvidó de mí…



Arrugó el entrecejo, empezando a molestarse de verdad. En especial por que el clima de ese día era extraño, había amanecido con una enorme lluvia y si bien, ahora ya no llovía, el día continuaba gris y apagado.



Mir bostezó por instinto, viendo los carros pasar y pensando que lo mejor sería marcharse de una buena vez por todas. Hasta que claro, Rain apareció por uno de los pasillos con las llaves del auto en sus manos y un pequeño bolso en la otra mano.



Y como era de esperarse, Mir se paralizó.



Luego sacudió un poco la cabeza y optó por girar y fingir que no lo había visto, pero fue demasiado tarde cuando el mayor lo miró sonriente por lo tenso que se veía y la manera extraña en la que había girado al verlo.



—¿Qué haces todavía por aquí?



Mir mordió su labio inferior y giró. Respirando profundo antes de encarar a su profesor.



—Espero a mi hermano.

—¿Aún?— Rain miró la hora en su reloj. —¿No es ya muy tarde?

—Si, bueno; Parece que se olvidó de mi… otra vez.



Rain dejó escapar una pequeña sonrisa. Mirando su auto y luego soltando un pequeño suspiro mientras abría la puerta del auto y lanzaba su portafolio dentro.



—Si gustas, puedo dejarte cerca de alguna parada de autobús.



El cuerpo entero de Mir sufrió una sacudida intensa, con la maleta en su espalda y sintiendo que debía decir que no, pero otra parte de su mente inclinada en aceptar. Pero al mismo tiempo que para su propia cordura lo mejor era salir corriendo por que en cualquier momento haría o diría alguna estupidez.



—Eh… Tu celular está sonando.



Mir pareció despertar de sus divagaciones en cuanto Rain señaló el bolsillo de su abrigo, por lo que sacó el celular de inmediato. Borrando todo rastro de nerviosismo en cuanto reconoció el número de Yoochun.



—¡¿Dónde estás?!

—Por Dios, Mir… ¿Qué son esos gritos? Lo siento, la verdad me olvidé de ti. Pero esta vez tengo mi excusa y esta vez SI es válida.



Mir rodó los ojos y suspiró.



—¿Qué pasó?

—Minho sufrió un accidente en su coche, así que tuve que acompañar a Junsu hasta la clínica y luego se nos pasaron las horas demasiado rápido. Discúlpame, de verdad.



—¿Minho? Pero, ¿qué le pasó? ¿Está bien?

—Si, al parecer no fue algo muy grave. ¿Por qué no te vienes a la clínica del norte y de aquí nos vamos al departamento y te explico todo?



—Claro, ya voy para allá.



Mir cortó la llamada con una expresión preocupada en el rostro. Hasta hace un par de horas, había estado hablando con Minho tranquilamente y el corto tiempo que había transcurrido entre el choque y su visita lo hizo sentirse angustiado.



—¿Todo bien?



Cuando Rain volvió a hablar, Mir recordó que él estaba ahí.



—Si, es solo que mi hermano está en la clínica, al parecer un amigo tuvo un accidente en su auto y pues están todos allá.

—Ya veo, supongo que te diriges para allá.



Mir asintió, mordiendo un poco su labio inferior.



—Yo… bueno… me preguntaba si aún podría dejarme cerca del hospital del norte.

—Claro, incluso paso por ahí camino a mi casa. Sube.



La tranquilidad con la que Rain pronunció aquellas palabras hizo que Mir se moviera aún más nervioso. Subiendo al auto del mayor con relativa calma, o por lo menos la suficiente que podía fingir.













Justo cuando la hora de visita estaba por terminar.



Changmin seguía abrazado a Minho, apretándolo con la misma fuerza en el abrazo como hubiera sido desde un inicio. Los padres de Minho habían llegado hace un buen tiempo, y viendo que Changmin no se marcharía decidieron dejarlo con él esa noche.



Así que era algo así como el momento de la despedida.



Por que uno a uno fueron abandonando la habitación, a pesar de las miradas de advertencia de Siwon, y por supuesto el momento exacto en el que Junsu se acercó para abrazar a Minho y luego a Changmin. Susurrando unas cortas palabras para que solo los dos lo escucharan.



—Cuidado con andar haciendo cochinadas, ¿ok?



Minho torció la boca en un puchero, pero Changmin solo había rodado los ojos, así que junto a Yoochun habían abandonado la habitación del menor, al menos por ese día.



Y el problema, para Siwon es que había una sensación absorbiendo su pecho y alma. Una realidad que ya no podía negar y que provocaba en él las ganas inmediatas por querer hacer las cosas bien con Jaejoong, como debió haber sido desde un principio, desde que conoció a Heechul.



Por que a unos pasos de él, en aquel pasillo del hospital.



Vestido tan informalmente, como pocas veces, Heechul tomaba las manos de Yunho, con una mirada que Siwon hasta ahora no había tenido la oportunidad de ver. Heechul apretaba las manos de Yunho entre las suyas con fuerza. Acariciando y mirando la unión de sus manos.



—Yunho, lo siento. No nos volvamos a pelear, ¿de acuerdo? Tú y yo no servimos para esas tonterías, y no quiero esperar a que algo grave le pase a alguno de los dos para tratar de reaccionar.



—Yo nunca quise pelearme contigo, Chul.



En ese momento Heechul levantó la mirada, en esos ojos profundos de Yunho. En su expresión tranquila, y más por instinto, creyéndose libre de las miradas. Depositó un corto beso en sus labios, sellando su promesa.



—Tienes razón, no debí involucrarme en tus asuntos con Siwon. Ustedes son un mundo aparte, soluciónalo tú.



Complacido o no, Yunho no pudo saberlo, por que Heechul solo sonrió y se agarró de su brazo, empezando a caminar hacia la salida, con una paso lento y tranquilo. Lejos del mundo que los rodeaba.



Así que cuando Jaejoong finalmente estuvo junto a Siwon. Solo suspiró.



Agachando un poco la cabeza, y mirándolo con cuidado.



—¿Nos vamos?

—Claro.



Jaejoong había empezado a caminar, con Siwon siguiéndole los pasos hacía la salida. Con esa conexión de Yunho y Heechul taladrando sus memorias. Opacando el momento exacto en que su razonamiento se había cruzado con sus sentimientos y pensaba en la manera ideal de poder ubicar sus prioridades.













El auto se estacionó frente a la clínica y Mir pudo respirar tranquilo.



—Listo, sano y salvo.

—Muchas gracias.



Rain asintió tranquilo. Mir volvió a quedarse viéndolo por demasiado rato quizá, por que le gustaba el aura que el hombre transmitía como una seguridad y una calidez que podía hacérsele familiar.



Luego se deshizo de esos pensamientos cuando reaccionó que su primer intento infructuoso por enamorarse de alguien había sido Changmin. Y no iba a cometer la tontería de desarrollar algún tipo de sentimiento más allá del normal hacía su nuevo profesor.



No era tan masoquista…



—Hasta mañana.



Bajó del auto con tranquilidad, y justo antes de marcharse. Rain sonó un poco el claxon de su auto, haciéndolo girar y agacharse un poco al nivel de la ventana del auto.



—Se que todo esto de la clínica y tu amigo te va a tener ocupado hasta muy tarde, pero no olvides la lección de mañana.

—¿Cuál lección?



Rain sonrió divertido.



—Oh… Olvidé que se trataba de una lección sorpresa.



Cuando el mayor amplió un poco más su sonrisa, Mir volvió a sentir su estómago estrujarse; Viendo el carro de Rain ya empezar a alejarse. Una sonrisa boba bailó en sus labios, imprecisa e incorrecta.



Pero en el momento en que estaba a punto de soltar un patético suspiro.



Un golpe en la cabeza, lo hizo ir hacía adelante con pasos torpes.



—¡Auch!

—¿Quién era ese tipo? ¿Eh?



Yoochun se veía molesto, con el entrecejo arrugado y Junsu a su lado, tratando de ocultar una sonrisa divertida.



—¡No te interesa! Solo me trajo.

—Maldito mocoso… ¿En que andas metido? No me gusta que tengas ese tipo de amistades.



—¡Ni siquiera lo viste!

—¡Pero para tener ese carro debe ser alguien mayor! ¡¡NO te juntes con pervertidos!!

¡Pues bien difícil tú petición por que YA vivo contigo!



Junsu soltó una risa, cuando Yoochun abrió la boca indignado, dispuesto a replicar, pero al parecer ninguna idea corrió lo suficientemente rápido que tuvo que volver a cerrarla. Así que opto por mediar la situación.



—Ya dejen de pelear, Mir lamento que Yoochun no haya ido a verte. Pero ya ves lo que ocurrió con Minho.

—¿Cómo esta él?



—Pues bien, pero ya se acabó la hora de visita. Changmin se quedó con él.



Yoochun entrecerró los ojos, observando con atención las reacciones de su hermano menor ante la mención de Changmin, pero Mir parecía haber cumplido con su palabra de mantener distancias con Shim.



Por que Mir tan solo había asentido, con ninguna expresión en el rostro que rebelara que se sentía mal, triste o incómodo al menos.



—Supongo que no has comido, ¿cierto Mir?

—¡No! Y muero de hambre.



Junsu sonrió tranquilo y pasó un brazo por encima de los hombros del menor.



—De acuerdo, entonces te invito a cenar. Algo muy delicioso en el lugar que quieras, ¿qué dices?

—¿En serio?

—¡Por supuesto!



Los ojos de Mir parecieron brillar de entusiasmo ante el ofrecimiento de Junsu y Yoochun los observó platicar por un largo rato. Con esa sensación de que Junsu estaba encajando tan bien en su mundo, que todo parecía ir perfecto.



Como la calma antes de la tormenta…













Ya era de noche.



Minho no estaba muy seguro que tan de noche.



Pero suponía que el cansancio debía estar haciendo mella en su cuerpo, por que bostezaba constantemente. Junto al cuerpo de Changmin, quien cambiaba de canales cada tanto, buscando algo bueno que ver.



Apoyó la cabeza en el brazo de él. Con un suspiro cortó que sonó cansado. Y no pareció llamar demasiado la atención de Changmin. Disfrutó de esa preocupación mal disimulada por parte de su prometido, vio entonces el reloj en la mano de Changmin.



Ese reloj que le había regalado también a él y que ahora reposaba en la mesita junto a la cama. Ambos iguales, con la misma leyenda que recitaba la promesa de que los anillos llegarían pronto, colocó su mano sobre él.



Y cerró los ojos.



Con la imagen clara de Rain en su mente, con su regreso. Con que tenía que comentárselo a Changmin, pero justo ahora no tenía fuerzas para nada más, solo para cerrar los ojos y dormir junto a él.



Fue entonces cuando dejó de escuchar el ruido del televisor y sintió a Changmin acomodarse a su cuerpo.



—¿No ibas a ver televisión?

—No hay nada bueno que ver, además prefiero estar así.



Uno de los brazos de Changmin rodeó el cuerpo de Minho. Y apoyó la frente junto a la suya, cerrando los ojos también, en aquella pequeña cama dentro del hospital. Ahí donde todo parecía una burbuja lejos del mundo exterior.



El momento exacto cuando Minho, concilió el sueño. No se puede asegurar.



Solo que antes de todo, esa calidez de Changmin lo abrigó, y se perdió en la comodidad de su abrazo.















Jaejoong estacionó el auto frente a la casa de Siwon.



Sabiendo de sobra que esa noche Siwon optaría por quedarse en casa de sus padre ante el accidente de Minho. Los padres de Siwon seguramente ya estaban dentro. Y cuando Siwon se quitó el cinturón y permaneció dentro del auto.



Jaejoong supo, que eso era como la muerte anunciada de algo, en que alguno de los dos debía dar el primer paso. Así que en esta ocasión decidió ser él quien diera el primer paso.



—Siwon, creo que me equivoqué. Años atrás cuando accedí a que tuviéramos esta relación ‘open mind’ me equivoqué al pensar que estaría bien, pero me equivoqué aún más por no darme cuenta que desde tu viaje a París hace tantos años, tú estás enamorado de Heechul.



Siwon no pareció ajeno a esa revelación, solo suspiró. Hasta que luego de unos segundos pudo levantar la mirada y fijarla en sus ojos.



—Jaejoong, lo siento.

—En realidad no creo que debas disculparte. No cuando fui yo el que accedió a esto y aún más por que… si estoy terminando esta relación es por otra causa.



—¿Otra causa?



—¿Gracioso, no? Yo estoy terminando, pero no lo creo así, más bien creo que eres tú el que está terminando. Por que fuiste tú el que se enamoró primero de otra persona. Fuiste tú el primero probablemente en pensar que esto no iba ni para atrás ni para adelante.



Siwon miró extrañado a Jaejoong, a sus palabras un poco descolocadas que él no terminaba de entender. Pero Jaejoong solo apretó el volante en sus manos y sonrió.



—Siwon yo de verdad estaba enamorado de ti, hasta que punto. No lo sé. Pero de verdad te amaba. Hubo un punto en el que ambos estábamos bien, luego conociste a Heechul y yo daba todo de mi por que esto funcionara, por que eran muchos años, por que estaba enamorado.



Justo en ese momento, apenas Siwon se percató de que Jaejoong estaba hablando en pasado.



—Un día de repente me levanté y me di cuenta de que ya no importaba, ya no quería esforzarme, hiciera lo que hiciera nuestra relación estaría siempre estancada en el mismo nivel, entonces, dejé de esforzarme. Tú seguías junto a mí, yo junto a ti. Pero tú amabas a Heechul y yo fui perdiendo ese amor, que antes tanto resguardaba.



Siwon se apoyó en el asiento del auto, con la mirada en el estacionamiento de su casa, analizando todo lo que Jaejoong le acababa de decir, con una sola pregunta que abandonó a sus labios, y lo despojó de todo rastro de conformismo.



—¿Te has enamorado de alguien más?

—No, no es amor. Es como una pasión desmedida, una comodidad absoluta, con un entusiasmo propio de la ilusión. No es amor, no todavía. Y las cosas están bien así.



—¿Es Yunho, cierto?



—Es Yunho, si. Pero no lo amo, él ama a Heechul, y no lo amo no por eso, sino por que lo estoy conociendo, por que lo estoy descubriendo, por que mi amor por ti murió hace algún tiempo, pero no quiero apresurarme con ese sentimiento. Quiero una relación tranquila, sin presiones, sin compromisos como la que nunca tuve. Una en la que no tenga que dar todo de mí, ni esperar tanto. Quiero que cuando el momento de amar llegue, sea por instinto más que por necesidad.



Era la razón peleando contra los sentimientos. Esa mirada que Siwon le entregó a Jaejoong, que pugnaba por preguntar si algo ya había pasado entre los dos. Y al mismo tiempo el saber que no tenía el derecho para hacerlo.



—El amor no correspondió duele… mucho.

—Lo sé Siwon, precisamente por eso quiero mantener las cosas al margen con Yunho. No quiero apresurarlas, pero tampoco quiero estar contigo cuando amas tan intensamente a Heechul. No soy el premio de consolación de nadie.



Los ojos de Siwon se abrieron con sorpresa.



—Tú nunca…



—Puede que no lo hubieras hecho intencionalmente, pero claramente, cada que sufrías algo con Heechul venías hacía mi, como si fuera tu refugio incondicional, mejor estar entre mis brazos que solo, cada que Heechul se negaba, ¿cierto?



Jaejoong lo miró con una sonrisa en los labios, antes de soltar el volante y pasar una mano por su cabello.



—Yo nunca quise que te sintieras así.

—Pues así me sentía y créeme yo valgo más que eso. Mucho más. Tal vez resulté demasiado para ti.



Y aunque esas palabras estaban repletas de un orgullo dolido que Siwon hasta ahora desconocía, suspiró y sonrió. Colocando una de sus manos en el brazo de Jaejoong.



—Lo sé, Jaejoong y… lo siento.



Compartieron una mirada extraña, por qué ninguno de los dos dijo nada o siquiera se movió, sin embargo Siwon decidió que era el momento de irse.



—Siwon…



El llamado de Jaejoong lo hizo girar, y ese beso repentino lo tomó por sorpresa. Fue un contacto apenas. Uno breve que tuvo todos los tintes a despedidas. Así que cuando Jaejoong le regaló la última sonrisa, Siwon sintió que sus errores podían ser sub sanados, ahora tal vez desde la perspectiva de un amigo.



—Cuida mucho ese corazón, Jae. No dejes que otro idiota como yo, vuelva a hacerte tanto daño.

—Mejor cuida tú de ese corazón, Siwon o al menos trata de recuperarlo. Por que Heechul parece haberse quedado con el tuyo.



Siwon le regaló la última sonrisa y bajó del auto. Observando unos segundos después, como Jaejoong se marchaba, sin acelerar demasiado, pero con una expresión más tranquila en el rostro.



Siwon se sintió vacío por varios segundos, parado en el mismo lugar por un largo rato, con las manos en los bolsillos de su pantalón. Con el eco de su relación muerta entre las manos.



Con la soledad como su nuevo refugio.



Con un amor perdido y otro no correspondido. Choi Siwon esa noche entró a su casa y suspiró, repleto de nostalgias y recuerdos, con una calma que hace mucho no sentía en su interior.





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Cuando Rain bajó la mirada y suspiró, Changmin empezó a sentirse algo extraño.



Tal vez el centro comercial no era el mejor momento para hablar de esto, pero Changmin sentía que de algún modo era lo correcto, por que no podía esperar más y Rain merecía la verdad antes que nada.



—Entonces… ¿quieres que dejemos de vernos?

—No te quiero mentir Rain, estoy pasando por momentos muy confusos en mi vida. Ni yo sé lo que quiero en estos momentos, solo que… no quiero lastimarte.



Rain sonrió un poco, más para calmar a Changmin, que por que realmente quisiera hacerlo.



—Esa madurez en ti, Changmin. A pesar de ser menor a mí, me sorprenderá siempre.

—Tal vez es un buen momento para que aceptes esas pasantías en el exterior.



Changmin colocó una de sus manos sobre la de Rain y sonrió, esta vez más conciliadoramente.



—Te quiero, ¿de acuerdo? Eso no lo dudes.

—Yo también te quiero, Min. Pero antes de que esto se vuelva amor, tal vez deba seguir tu consejo.



Esa tarde, Changmin dejó ir a una de las personas más importantes en su vida, la primera persona por la que su corazón se había agitado. La primera persona de la que pudo haberse enamorado.



Pero unas semanas después, Rain efectivamente le tomó la palabra, y viajó a Estados Unidos, muy lejos de él. Y Changmin solo pudo comprender que era lo mejor, por que si Minho se marchara, definitivamente Changmin iría tras él.



El problema es que Changmin acababa de descubrir que estaba enamorado de su mejor amigo. Y Minho había parecido continuar con su vida, luego de que le confesara que él sentía más que una amistad por él.



Changmin se había atascado en ese beso que Minho le hubiera dado semanas atrás.



Y Minho había continuado.


¿Qué se suponía que debía hacer ahora? Cuando al parecer Minho se veía con alguien más.

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