Business Affairs - Cap. 19

“- Puedes montarme. - Sonrió Yoochun. - Entonces, técnicamente tú estarías arriba.”

- No - Dijo Junsu con firmeza, golpeando con el pie el suelo. - Yo absolutamente no permitiré que sigas así. Vamos a salir esta noche y es definitivo.

Jaejoong se volvió para mirar a su mejor amigo. - Pero Su…

- Vamos. Hay un montón de chicos solteros y calientes por ahí que apreciarían la oportunidad de aprovechar tu sexy trasero a diferencia de algunos otros pendejos que podrían o no tener el apellido Jung.

Jaejoong se mordió el labio inferior. - No sé...

- Voy a decirte un secreto. - Susurró Junsu con complicidad. - Realmente no tienes opción.

Jaejoong se echó a reír. - Está bien, está bien. - Estuvo de acuerdo finalmente. - Voy a ir.

Y así fue como Jaejoong terminó sentado en un popular bar gay con discoteca con unos pantalones apretados y una camisa de corte bajo.

Junsu ya había desaparecido en la pista de baile, después de haber intentado sin éxito conseguir que Jaejoong se uniera. Jae era más feliz estando sentado en el bar y observando.

- ¿Qué hace un chico guapo como tú tan solo? - Dijo una voz, y Jaejoong miró a su izquierda para ver a un hombre apoyado en la barra, mirándolo de arriba a abajo con los ojos muy interesados.

- Solo eso, estar solo. - Sonrió Jaejoong.

- ¿Qué tal si dejas de estar solo y vienes a la pista de baile? - Ofreció el extranjero. Le tendió la mano y después de un momento de vacilación, Jae la tomó, dejando que lo llevara a la pista de baile.

Cuando tuvo sus brazos alrededor del cuello del chico y sus caderas meciéndose juntas, Jaejoong no pudo dejar de recordar una escena similar entre él y Yunho hace no mucho tiempo. Su corazón le dolía un poco por el recuerdo, pero al mismo tiempo, la ira hizo que sus labios se acurrucaran en una mueca.

Yunho... hah, pero qué broma.

Jaejoong sacudió la cabeza para despejarse y se aferró al extranjero con más fuerza.

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En las semanas que siguieron, Yunho hacía poco pero todo lo hacía abatido. Esperaba que al despedir a Jaejoong podría poner su mente a descansar, olvidarlo, volver a su antigua forma de vida, sin complicaciones.

Pero había tenido el efecto opuesto.

Yunho no podía dejar de pensar en Jae. Desde el segundo en que abría sus ojos hasta el momento en que los cerraba, todo era Jaejoong, Jaejoong, Jaejoong. Había demasiados recuerdos, cada vez que se sentaba en su escritorio, cada vez que iba a la fotocopiadora, cada vez que tenía una reunión en la sala de conferencias. Y no era sólo en el trabajo, también era en su casa; sentado en el salón con Sooyeon, todo lo que podía pensar era lo hermoso que había sido tener a Jae tendido debajo de él. Haciendo el desayuno, todo lo que podía recordar era la espalda de Jae, su hermoso tatuaje debajo de su lengua.

Y cada noche, cuando se metía en la cama…

Llegó a un punto en que había llegado a dormir en el dormitorio de repuesto en lugar de tener que lidiar con los recuerdos.

Se estaba volviendo loco, no sabía qué hacer. Se perdió  tanto en Jaejoong que, literalmente, le hizo daño, un omnipresente dolor en el pecho. Y ni siquiera era la peor parte, sino que estaba el hecho de que él sabía que todo era su culpa. Era el único culpable por haberse herido a sí mismo y por herir Jaejoong.

La idea de que había lastimado a Jaejoong era lo más difícil de tratar.

Honestamente, ¿qué clase de persona soy? Se burló de sí mismo. Enamorarte y despedirlo, inteligente decisión, Yunho.

No podía dejar de preguntarse qué hubiera pasado si él no hubiera despedido a Jaejoong, si él se hubiera confesado como una persona normal. ¿Habrían terminado juntos? ¿Podrían haber sido felices?

Yunho sabía las respuestas a esas preguntas. Sí y sí. Y parte de él desesperadamente quería encontrar a Jaejoong para disculparse, rogarle y humillarse hasta que lo perdonara. Para darle un beso y decirle "Te amo", para observarlo sonreír y escucharlo respondiéndole un “yo también”.

Ya es demasiado tarde. Él probablemente me odia ahora. ¿Quién no lo haría después de toda la mierda que he hecho? Aish…

Soy un idiota.

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Más tarde esa noche, después de que Yoochun había pagado por una cena cara para Changmin en su restaurante favorito, fueron al cine a ver una película. Yoochun lo había propuesto porque había dicho que había una película que él moría por ver... La verdad era que sólo quería pasar más tiempo con Min.

La cena había sido nada de lo que Yoochun había esperado. No había sido torpe o raro, y Changmin era cualquier cosa menos tímido. Tal vez sólo necesitaba saber que yo iba en serio, Yoochun recordó la primera vez que había arrinconado a Changmin en el pasillo.

Yoochun llevó a Changmin a la última fila del cine, y Changmin levantó una ceja sospechosamente. Yoochun sólo sonrió y le indicó a Changmin que se sentara en el asiento contra la pared, sentándose al lado de él.

- Es poco fiable estar aquí. - Comentó Changmin cuando los créditos de apertura de la película comenzaron a rodar.

- Me conviene entonces, ¿verdad? - Bromeó Yoochun. Changmin rodó los ojos, pero sonrió.

- Sólo un poco.

Yoochun prestó atención durante los primeros quince minutos de la película, se trataba de un tipo que era prácticamente invencible y logró repeler a una banda de cincuenta por sí mismo sin un rasguño. Totalmente realista.

Pero después de eso, él tenía cosas más importantes en mente.

Deslizó su brazo alrededor del hombro de Changmin sutilmente. Changmin le lanzó una mirada pero Yoochun miró resueltamente a la pantalla. Changmin amortiguaba su risa con la mano y se acercó más al lado de Yoochun.

Durante un momento de miradas intensas a la película, Yoochun apretó los labios contra el cuello de Changmin, antes de pellizcar en el mismo lugar. Tiró de la piel entre sus dientes, chupando hasta estar seguro de que habría un moretón.

- Pagaste para ver esta película. - Susurró Changmin. - ¿Y ahora no estás interesado en verla?

- Tú eres más interesante. - Murmuró Yoochun.

Changmin se sorprendió cuando Yoochun se subió sobre sus caderas. Sus muslos cayeron a ambos lados de las piernas de Changmin, sentándose sobre él e inclinándose para atrapar sus labios en un beso hambriento.

- Aah. - Susurró Yoochun mientras las manos de Changmin bajaban por su trasero. - ¿No debería ser yo el que debería estar tocando tu trasero?

- ¿Quién dijo que yo debería estar abajo? - Preguntó Changmin desafiante, levantando una ceja.

- Tú eres el que quería ser tirado sobre mi escritorio. - Le recordó Yoochun cuando las manos de Changmin se arrastraron hasta sus costados.

- Mmm. - Tarareó Changmin de acuerdo. - Pero eso no quiere decir que siempre estaré abajo.

- Me puedes montar. - Sonrió Yoochun. - Entonces, técnicamente tú estarías arriba.

Changmin sonrió como un lobo. - Tú pareces estar más en la posición de montar en este momento. - Bromeó, empujando sus caderas para enfatizar su punto.

Yoochun tomó aire. - Siempre te burlas. - Murmuró.

- Pero te encanta. - Gimió Changmin contra sus labios.

Y para el final de la película, Yoochun no tenía idea de si el Señor Invencible terminó muerto o no, pero terminó bastante bien familiarizado con los labios de Changmin, con su lengua y sus dientes.

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Cuando Yunho llegó a casa del trabajo, se quitó el traje y se sacó sus zapatos cuidadosamente en la puerta. Caminó por el pasillo y encontró a Sooyeon en el living, tumbada en el sofá.

- Hay comida descongelada en el microondas. - Le dijo distraídamente, con los ojos pegados en la televisión. -  Ve a hacer espaguetis. Estoy demasiado cansado para cocinar.

Yunho hizo una pausa, observando la escena que tenía delante. De vuelta en casa después de un día duro de trabajo en donde una supuesta esposa que ni siquiera lo saludaba antes de ladrarle órdenes. Involuntariamente, el futuro que había pintado para sí mismo con Jaejoong saltó a su mente; caminando para encontrar a Jaejoong en un delantal, cuchara de madera en la mano mientras saludaba a Yunho con un abrazo, "¡Cariño, te extrañé!" y un beso suave. Casi podía verse a los dos lavando los platos después de la cena, echándose espuma de jabón el uno al otro y riendo, su lucha burbujeante de alguna manera acababa con Jae contra el mostrador y cálido cuerpo de Yunho contra el suyo.

Si incluso hay una ligera posibilidad... Si incluso hay una ligera posibilidad de tener este tipo de vida con él, ¿no debo tomarla? ¿No debería al menos intentar, en vez de estar con Sooyeon para siempre?

Todas las cosas que Yoochun le había dicho alguna vez le hicieron eco en su mente, acerca de él mereciendo amor, mereciendo a Jaejoong, acerca de tomar las riendas de la situación y deshacerse de Sooyeon. Y entonces recordó a Jaejoong lloriqueando debajo de él, aferrándose a él y diciéndole "Yunho, te amo".

Yunho corrió a su habitación, buscando a tientas por su teléfono móvil mientras cerraba la puerta detrás de él. No sabía si estaba haciendo lo correcto o si se trataba de un error. No sabía si Jaejoong volvería con él, o si terminaría solo. Pero su corazón latía con fuerza contra sus costillas y sabía que él lo lamentaría por el resto de su vida si, al menos, no lo intentaba. Marcó un número conocido, un número que sólo había necesitado llamar una vez por motivos de negocios.

- Sí, hola. No, no, no es para la empresa en esta ocasión. - Explicó Yunho a la voz en el otro extremo de la línea. - Necesito un abogado de divorcio.

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