Changmin se despertó con un objetivo en mente: encontrar al fae. Tenía que resolver algo, y aunque deseaba desesperadamente encontrar a Yoonmi, tenía más información sobre cómo hallar al tercer fae.
Los ojos de Yoochun estaban cerrados, pero como no respiraba, era difícil saber si estaba dormido o en estado de coma o lo que los vampiros hicieran para descansar. Changmin se deslizó fuera del abrazo de Yoochun y se vistió rápidamente. En la planta baja, se instaló detrás de su escritorio y marcó el número de la compañía de taxis. Myungsoo ya estaba en el trabajo y más que dispuesto a decirle a Changmin donde dejo a la sirena y al fae.
—Vendré y te llevaré a esa dirección—. Myungsoo se ofreció amablemente—. No tuve una buena sensación cuando les dejé la otra noche, pero bueno…—tosió— …él es un adulto, y no era asunto mío.
—Entiendo. Gracias. Habrá un poco de algo más para ti, si lo encuentro—. Changmin no tenía una gran cantidad de fondos, pero el taxista se merecía un poco de dinero extra por su disposición a ayudar, sobre todo porque a los humanos no les gustaba ayudar con los paranormales—Justo como yo hace unos días. Changmin dio a Myungsoo su dirección y le dijo que estaría allí en media hora.
—¿Qué está pasando?— Yoochun apareció en la puerta de la oficina, haciéndole un guiño y con la camisa desabrochada.
La mente de Changmin se quedó en blanco por un minuto mientras admiraba el cuerpo en exhibición. Yoochun podría ser un vampiro agresivo, pero no había nada malo con el cuerpo del hombre.
—¿Todavía crees que estoy solo aquí por el sexo?— Preguntó Yoochun.
—Nop. No soy tan bueno en la cama. Estás por la sangre, también— Changmin negó con la cabeza.
Yoochun se apartó de la puerta de entrada y caminó más cerca. Rodeó el escritorio de Changmin y bajó la cabeza hasta que sus labios rozaron su oreja mientras hablaba.
—Puedes distanciarte y reclamar que es sólo sexo, pero cuando camines por la ciudad y decidas coquetear cualquier otro ser vivo, van a olerme. Cualquier persona con un poco de sangre paranormal te evitará como la peste porque sabrán que el que te toque tendrá la muerte.
Changmin no debería haber pensado que eso era sexy. No debería. Se estremeció ante el tono posesivo de Yoochun. El vampiro sentía cada palabra que pronunciaba. Para un hombre que una vez había sido dejado de lado por su ex amante, como si fuera tan desechable como la ropa, esto incrementaba el ego de Changmin.
—No estaba pensando en coquetear con nadie más— dijo Changmin, inclinándose lejos para encontrarse con los ojos de Yoochun—. Me gustas, Yoochun, de verdad. No sé a dónde llevará nuestra relación, o si va a ir a ninguna parte, pero disfruto de mi tiempo contigo.
La sonrisa de Yoochun, lenta y dulce, iluminó su rostro.
— Bueno. ¿Cuál es el plan para hoy?
—El plan es que el taxista que viene va a llevarme a donde dejó a nuestro fae difícil de alcanzar. Ahora mismo, voy a comer algo y luego ir a ver si puedo rescatar a un fae que puede o no necesitar ser rescatado.
—Tiene que ser rescatado. Los fae nacen en agrupaciones. Para ellos, separarse y ser independiente es algo inaudito. Él comenzará a sentir la ausencia de su tríada, si no lo ha hecho ya. Si esta sirena tiene una influencia indebida sobre nuestro fae, entonces tenemos que tratar con él primero.
—Tal vez el fae está enamorado de la sirena— Changmin se encogió de hombros.
Yoochun se echó a reír.
—Las sirenas no se enamoran. Nacen con los corazones y las mentes heladas. Todo lo que hacen es por su propio beneficio. Si una sirena está con un fae, será que lo utiliza para algo.
—¿Qué pasa con Jaejoong? Él no tenía que ayudarme, pero lo hizo— señaló Changmin.
—Jaejoong es mitad sirena y mitad vampiro porque su madre sirena quería tener un hijo que pudiera vivir en la tierra. Las sirenas están siempre tratando de manipular la genética y ver cuál va a ser la combinación más fuerte. Su mayor objetivo es apoderarse de un pedazo de tierra. Sin embargo, con Jaejoong, el medio vampiro es más fuerte por lo que tiene, al menos, la mitad de un corazón.
Las palabras de Yoochun resonaron en el interior de Changmin. ¿Podría la respuesta a la desaparición del fae ser tan fácil de resolver?
—¡Eso es!— Gritó Changmin. Una emoción disparó a través de él cuando descubrió la pregunta que le molestaba todo este tiempo—. La sirena debe utilizar al fae para reproducirse. Quiere que haga un niño faesirena— la esperanza se levantó en Changmin, sabiendo que esto podría resolver todo el caso.
Yoochun lo miró con una mirada estrecha.
—Buena idea, pero ¿Por qué es con una sirena masculina?— Preguntó Yoochun—. Sin duda, una sirena mujer hubiera sido una mejor opción.
Changmin se desinfló un poco. Ese era un muy buen punto. A su juicio, la teoría y luego la solución perfecta para el problema saltó a la vanguardia de su mente. Él chasqueó los dedos.
—No sé si se enteró demasiado tarde de que al fae que secuestró era un hombre— sugirió—o tal vez pensó que era una mujer a primera vista.
—Y una vez que lo había cautivado, ya era demasiado tarde para tratar de agarrar a alguien diferente— añadió Yoochun.
—Puede ser… Tal vez por eso el fae estaba bebiendo en el bar. Sabía que había disgustado a la sirena, tal vez ya había caído en el amor y estaba deprimido—. Changmin casi podía ver toda la situación extendiéndose ante él—¡Pobre fae! Podría haber salido con la sirena para probar algo nuevo, de romper con su tríada por un tiempo, y en su lugar se encontró atrapado por una sirena que quiere un criador.
—Ellos lo pueden matar, si no lo pueden utilizar.
— Pero… ¿No puede ser la venganza de los dos restantes en la tríada ser enorme? Es decir, los otros lo sentirían si estuviera muerto ¿No? Yo creo que estarían furiosos si asesinaran a su tercero— Changmin frunció el ceño.
—Sí, pero eso no significa necesariamente que la sirena no vaya a matar al fae. Ellos no siempre usan la mayoría del sentido ¿Se te olvidó esto?— Yoochun sacó el collar de Changmin de su bolsillo y lo balanceó en el aire.
Changmin lo cogió y se lo metió sobre su cabeza.
—Gracias. No quiero una turba ¿Crees que este hechizo finalmente desaparecerá?— No quería llevar un collar de turista barato para el resto de su vida.
—No. Creo que tendrás que encontrar a alguien para romper el hechizo. Preguntaré por ahí después de que consigamos al fae a salvo en casa—Yoochun negó con la cabeza.
—Gracias.
Yoochun se inclinó y dio un beso suave en los labios de Changmin
—No hay nada que no haría por ti, amor. Se podría pensar que estamos jodiendo, pero estoy apostando por un reclamo. Siempre serás mío.
—Bueno, no siempre— intervino Changmin— Voy a morir mucho antes que tú.
—No, si yo te ato a mí. Si te conviertes en mi compañero humano, vas a vivir tanto tiempo como lo haga yo— Yoochun negó con la cabeza
—¡Oh!— Changmin no tenía una respuesta para eso. De hecho, su mente se quedó completamente en blanco. ¿Acaso siquiera quería vivir tanto tiempo? Su vida hasta ahora no había sido exactamente una explosión como para que quisiera prolongar la experiencia.
—Changmin, Changmin ¿Por qué tienes que analizar todo? Deja que las cosas sucedan donde puedan. Yo no voy a ninguna parte y, con tu negocio, no vamos a ninguna parte. No tenemos que tomar ninguna decisión en este momento.
—Es cierto— Changmin no podía discutir con esa lógica—. Pero te viste herido ayer cuando le dije que estábamos teniendo sexo—. No podía conseguir quitar esa mirada de su mente.
Yoochun tomó el rostro de Changmin entre sus manos
—Nunca he tenido una conexión con alguien como la que tengo contigo. Para mí es mucho más que sexo. No puedo hacer que sientas lo mismo por mí, pero tampoco voy a jugar por mi afecto por ti sólo para que te sientas más cómodo—. La voz de Yoochun tenía tanta determinación que Changmin sabía que no sería capaz de disuadirlo.
—Muy bien— dijo finalmente. Yoochun le sonrió y por un segundo Changmin se perdió en esos hermosos ojos del vampiro que contenían tanta emoción.
Hasta que un bocinazo rompió el momento.
—Ese es Myungsoo, el taxista… Es apuesto— murmuró Changmin—¡Maldita sea, no he tenido nada que comer!
—Vamos a conseguir algo en el camino—le tranquilizó Yoochun.
—¿Vamos?
—¿Realmente crees que te dejaría ir detrás de una sirena posiblemente desequilibrada sin mí? Sólo estamos empezando a divertirnos— Yoochun sonrió enseñando sus colmillos
Changmin miró la carga en su multi-arma y cogió su chaqueta del respaldo de la silla del escritorio.
—Vamos a rescatar a un fae—dijo Yoochun, sus ojos se iluminaron con la alegría de la caza.
Riendo, Changmin tomó la mano que le tendía y dejó que el vampiro lo condujera fuera del edificio.
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—Aquí es—declaró Myungsoo mientras estacionaba su taxi en el extremo de un muelle. El olor del mar impregnaba el área con un perfume salado y las gaviotas gritaban su deseo de que los turistas les dieran más papas fritas.
El lugar era aislado y necesitaba urgentemente una reparación. Las redes viejas y cestas de langostas estaban en los caminos desgastados. Un aire de tristeza y pérdida de la esperanza colgada alrededor del muelle como un cementerio.
No había nadie alrededor.
—¿Sólo los dejó aquí?— Preguntó Changmin.
—Oye, que era una sirena— dijo el taxista—. Me imaginé que tenía un escondite en el agua o algo así, y tú no esperas hacer preguntas a las sirenas—. El taxista parecía despreocupado por haber dejado a dos personas en el medio de la nada en la oscuridad.
—Oh, está bien. ¿Se puede esperar mientras revisamos el lugar?— Preguntó Changmin. Dudaba que si llamaba a otro taxi conseguiría uno muy rápidamente, en todo caso.
—No, lo siento. Tengo otro cliente. Puedes llamarme cuando estés listo, y si estoy disponible, entonces pasaré—Myungsoo entregó un recibo con su número escrito por detrás.
—Gracias, Myungsoo.
Salieron del taxi y se dirigieron hacia el muelle. Un ruido de sorber ruidosamente había hecho que Changmin se girase alrededor.
—¿Qué? Es una buena sangre—Yoochun abrió la boca y dejó caer la pajita.
—Esta es la última vez que te dejo elegir el sitio— Changmin puso los ojos en blanco
—Oh, vamos, admite que has disfrutado de la sopa de algas.
—No admito nada.
—Apesta a sirenas por aquí— Yoochun arrojó su envase a la basura y se unió a Changmin en el muelle. Arrugó la nariz
—¿Lo hace?— Changmin respiró hondo, pero todo lo que podía oler era el aire salado y pescado muerto.
—Es probable que no lo puedas oler, pero está ahí.
Yoochun se dirigió al final del muelle. Changmin lo siguió. Se detuvieron en el borde de la madera y miraron hacia abajo. Una cara se volvió hacia ellos desde debajo del agua.
—Espero que sea una sirena—dijo Changmin—. Si no, tenemos una persona muerta que nos mira.
La persona parpadeó.
«Sirena»
Changmin se agachó
—¿Podemos hablar?
—¿Qué quieres, humano?— La sirena flotó hasta la parte superior de la superficie
Yoochun cayó al suelo.
—¡Whoa!— Changmin corrió al lado de Yoochun. Los ojos del vampiro se mostraron sólo blancos.
—Va a estar bien— El chorro de agua que golpeó la madera hizo que Changmin levantase los ojos para ver que la sirena se había unido a él. Pelo rubio pálido, con un toque de verde enmarcando una cara estrecha con la mirada muy fría. Cuando sonrió, dientes afilados como los de un tiburón aparecieron. La piel blanca de la sirena casi brillaba con su translucidez. Agua a raudales salía de él como si fuera un pez, secándose rápido.
—¿Qué pasa con él?— Changmin preguntó a la sirena mientras movía a Yoochun, tratando de conseguir que se despertara.
—Él no puede manejar el encanto de la sirena. Lo que es realmente sorprendente es que tú puedes. ¿Por qué, humano?— La sirena ladeó la cabeza.
—No lo sé— Changmin no entendía la extraña inmunidad que parecía tener a ciertos paranormales. Él no estaba dispuesto a hablar de ello con una sirena, tampoco.
—¿Quién eres tú?
La sirena llevaba pantalones cortos de natación que colgaban bajo en las caderas y terminaban justo por encima de las rodillas.
—Soy Sungmin—. Dijo. Changmin le tendió una mano temblorosa, pero Sungmin ignoró la sutileza social. Changmin dejó caer la mano y tosió para disimular su malestar.
—Yo soy Max Changmin. Tengo algo con lo que esperaba que me pudieras ayudar ¿Por casualidad has visto a un fae por aquí en absoluto?
Sungmin entrecerró los ojos y miró de Yoochun a Changmin, y luego de nuevo a Yoochun. Estaba inquieto por la pregunta. Cualquier investigador podría ver eso.
—Sí—finalmente respondió. Changmin esperó por más información, pero no dijo nada. Es hora de poner sus habilidades de investigador privado en buen uso.
—Me imagino que tener un fae por aquí es un poco preocupante, con los otros dos de la tríada queriéndolo de vuelta.
—El pececillo de plata es un gran problema, todavía más para un humano como tú— dijo Sungmin.
—Yo lo llevaré de vuelta si no lo deseas.
—A pesar de que es gay, todavía podemos tener su magia. Es útil para nosotros— Sungmin sonrió
—Tú lo retienes y estarás comenzando una guerra con los faes.¿Es eso lo que quieres?— Changmin frunció el ceño
Sungmin resopló una carcajada.
—Como si pudieran hacer algo contra nosotros. ¿Qué van a hacer? ¿Hacer crecer aletas y nadar en el agua?— Preguntó Sungmin.
—¿Dónde está el pececillo de plata ahora?— Preguntó Changmin. No le gustaba la expresión fría y sin emociones en el rostro de la sirena, como si nada le molestara sobre la posibilidad de drenar a otro ser de su magia.
—Lo vi con la sirena yendo al bar sirena— Sungmin se encogió de hombros.
—¿No te molesta que tu pueblo secuestre a otros para experimentar con la combinación de su genética?— Changmin examinó la expresión de Sungmin
—¿Por qué habría de hacerlo? Es la supervivencia del más fuerte. Tenemos que hacer todo lo posible para aumentar nuestros números.
—¿Incluso si esto significa la destrucción de otras personas, otros paranormales?— Changmin no entendía el divide y vencerás.
— Nosotros no matamos. Robamos un poco de magia y esperma. Siguen con sus vidas insignificantes—. Sungmin ladeó la cabeza y entrecerró los ojos—. Serías un candidato interesante.
Changmin levantó las manos, las palmas hacia fuera en la negación
—No. Soy gay y no tengo ningún interés en convertirme en un donante de esperma.
—Es una pena—Los fríos Sungmin cambiaron de color a uno verde azulado recorrieron a Changmin de arriba abajo como si estuviera buscando sus debilidades.
—¿Puedes despertarlo?— Changmin asintió con la cabeza hacia Yoochun.
—Se despertará cuando me vaya. Algunas personas no pueden manejar el poder de una sirena, incluso cuando no estamos cantando—la mueca de Sungmin transmitió lo poco que pensaba de aquellos que no lo podían resistir.
—Gracias por su ayuda—respondió, incluso mientras se preguntaba si la sirena le había ayudado realmente. Es posible que haya entregado una posible localización del tercer fae, pero tampoco había dado ninguna señal de compasión con nada de eso.
—En cualquier momento, humano. En cualquier momento en absoluto— Sungmin saltó de nuevo al agua sin causar un solo chapoteo.
—Uhhh ...— El gemido de Yoochun arrastró la atención de Changmin lejos del agua.
Él se agachó junto a Yoochun
—Hey, bella durmiente ¿Cómo estás?
—¿Qué pasó?— Preguntó Yoochun, parpadeando a Changmin.
—Eres aparentemente incapaz de resistirte a las sirenas. Voy a tener que enviarte a casa cuando vaya al bar de las sirenas.
—No voy a dejarte ir allí por tu cuenta—gruñó Yoochun. Intentó sentarse y se aferró la cabeza.
—¡Bueno, no puedes venir conmigo!— Señaló Changmin.
—Enviaré a Jaejoong para que te proteja— contestó Yoochun—. Él puede resistir fácilmente a las sirenas.
—Está bien, tienes razón. Tomaré a Jaejoong conmigo— Changmin lo pensó por un momento. Sería tonto investigar sin respaldo.
—Bueno— Yoochun se puso de pie y le dio a Changmin una sonrisa tímida—. Supongo que tendré que sentarme fuera por amor.
Changmin asintió con la cabeza
— Comprensible.
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Changmin se quedó fuera del bar, esperando a Jaejoong. Yoochun no quería dejarlo solo, pero Changmin había insistido. El vampiro había mirado inestable sobre sus pies y acercarse al bar le había vuelto a su piel un tono extraño de color verde. No era un buen color en un vampiro.
El número de sirenas que registro en la salida del bar le desconcertó un poco. Incluso con su collar, estaba preocupado de que tal vez el hechizo se habría roto.
—¡No!— Un grito rasgó el aire.
Changmin giró sobre sus talones y se quedó mirando al bar. El grito definitivamente había llegado desde el interior. ¿Dónde estaba Jaejoong? ¿Por qué no estaba aquí?
—¡Noooo!— Esta vez el terrible grito desgarrador hizo que Changmin se moviera. Con Jaejoong aquí o no, iba a entrar.
Empujó la puerta y corrió a través de la barra, esquivando a las personas que trataron de interponerse en su camino. Otro grito y Changmin se encontró con la fuente del horrible ruido. El fae que había estado buscando yacía en el suelo, las runas de su cara brillando.
—Me están haciendo daño ¡Haz que se detengan!— Gritó el fae.
Changmin se puso de rodillas. El instinto le hacía coger la cara del fae. Una energía pasó por sus brazos, haciendo que el vello de los brazos se erizara. El fae se calmó bajo su toque inmediatamente. Las runas se atenuaron ligeramente y el fae cerró los ojos.
—Shhh, todo irá bien—. Le tranquilizó Changmin.
—No puedes contar con él. Es mío— Una voz petulante interrumpió la concentración de Changmin con el hombre en el suelo. Changmin levantó la vista para ver a una sirena de pelo azul con el ceño fruncido hacia ellos.
—Va a venir conmigo. Él tiene que volver con las otras partes de la tríada.
—¡No!— La sirena golpeó su pie en el suelo, igual a un niño haciendo un berrinche—. Lo encontré, ¡es mío!
Changmin vio a las otras sirenas empezando a ponerse alrededor. No sabía si estarían del lado de él o de la sirena, pero él no quería quedarse y averiguarlo.
—Vamos, vamos a sacarte de aquí. Puedes venir a mi casa— envolvió el brazo del fae alrededor de su hombro y le ayudó a sacar sus pies.
—¡No me estás escuchando!— Gritó la sirena. La sirena estaba perdiendo su tiempo grande de mierda en una rabieta—. No tiene nada que ver contigo. Es mío.
Changmin perdió los estribos en un instante. Le habían dicho demasiadas veces que se mantuviera con su propio negocio fuera de los asuntos paranormales. Puso cuidadosamente al fae en la silla más cercana y se acercó a la sirena hasta que estuvieron cara a cara. La sirena dio un paso hacia atrás. Evidentemente, no eran tan grandes cuando se enfrentaban a alguien que no se quedaban inconscientes a primera vista o al sonido de ellos.
—¡Es mío!
—Tu eres un mimado idiota frustrante y te recomiendo que te hagas a un lado antes de que te golpeé.
—¡Te reto!— Gritó la sirena.
Changmin le dio un puñetazo en la cara.
—¡Ay! ¡Vete a la mierda!— Gimió la sirena.
Changmin escudriñó la habitación, pero ninguna de las otras sirenas se acercaron para interferir o defender a la sirena con la nariz ahora probablemente rota. Inclinándose, Changmin recuperó al fae y se dirigió a la puerta.
—¡Buen trabajo, detective!— Jaejoong estaba en la puerta. Changmin no sabía cuánto tiempo Jaejoong había estado allí, pero él se dio cuenta de que el vampiro hubiera estado listo para intervenir si fuera necesario.
—Gracias.
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