“- ¡Extraño todo Jaejoong! Tu sonrisa y las cosas lindas que haces y el hecho de que siempre estás ahí para mí. Y sí, extraño el sexo también, no te voy a mentir. Extraño todo y cada una de tus cosas.”
Unos días más tarde, Yunho llegó a casa una hora antes de lo habitual.
- ¿Qué estás haciendo en casa? - Preguntó Sooyeon. - Ah, no importa. Me puedes ayudar preparar la cena.
Yunho puso un montón de papeles sobre la mesa. - Le he pedido a un abogado que elabore nuestros papeles de divorcio.
Ella se volvió para mirarlo y arqueó una ceja. - No puedes divorciarte de mí.
- No, lo sé. - Dijo Yunho. - Tenemos que estar físicamente separados durante un año para que los tribunales puedan finalizar el divorcio. Pero creo que tengo esto listo para que en, exactamente, trescientos sesenta y cinco días acabemos con esto de una vez.
- ¿Y con qué me vas a dejar? - Preguntó con enojo. - Merezco algo por estar casada contigo.
- Legalmente, no te debo nada. Tú firmaste el acuerdo prenupcial. - Le recordó. - Pero estoy dispuesto a darte unos cuantos billetes si eso lo hace más fácil.
- ¿Unos cuantos? - Repitió secamente.
- Mil. - Aclaró. - Unos mil billetes.
Ella lo miró por un momento. - Esto es por Jaejoong, ¿no es así?
Yunho no vio la necesidad de mentir. - Sí.
- Está bien. Como sea.
Yunho se detuvo, confundido. - ¿Eso es todo? ¿No te importa?
Sooyeon se encogió de hombros. - ¿Crees que fuiste el único que engañó el matrimonio? Por favor, no me hagas reír. No está rompiendo exactamente mi corazón aquí, Yunho.
Yunho dio un suspiro de alivio. - ¿Tú estabas viendo a alguien más también? - Le preguntó. - ¿Hace cuánto tiempo?
- Lo conocí en nuestra luna de miel.
La boca de Yunho se abrió. - Tú... ¡¿Qué?! ¡¿Nuestra luna de miel?!
- Oh, no me mires así. Ninguno de nosotros estaba muy contento con este matrimonio desde el principio.
Los labios de Yunho se curvaron en una mueca. - Pero tú... ¡Tú has sido tan perra y controladora todo este tiempo! ¿Y tú comenzaste con el engaño? Oh, Dios mío, no puedo creerlo.
Sooyeon rodó los ojos. - Mira, ¿qué importa ahora? Los dos estamos consiguiendo lo que queremos.
Yunho negó con la cabeza. - De hecho, me sentí culpable. En un principio, por lo menos. Pero todo este tiempo, todos estos años, tú... - Sacudió su cabeza de nuevo. - Como sea. Ahora se acabó.
Sooyeon sonrió. La primera sonrisa de verdad que había visto en su rostro en años, y se acordó de por qué sus padres habían gustado tanto de ella. - Gracias a Dios.
- ¿Por qué te casaste conmigo? - Preguntó Yunho. - Mis padres me obligaron pero... tú tenías la opción de alejarte. ¿Por qué?
Sooyeon se encogió de hombros, volviendo de nuevo a la olla que estaba en la estufa. - No lo sé. Yo era pobre, tú eras rico. Y nunca había tenido un novio en toda la secundaria. Un matrimonio arreglado parecía una buena manera de asegurarme de que no terminaría sola.
Yunho se burló. - Así que los dos teníamos miedo de estar solos, ¿eh?
Sooyeon sonrió irónicamente. - Irónico, ¿no es así? - Hizo una pausa. - Él me dijo que me quiere, ¿sabes? Me pidió que te dejara un par de veces.
- ¿Y tú te quedaste de todos modos?
- Sentí que era mí deber quedarme - Le dijo ella. - Tal vez voy a vivir con él ahora.
- ¿Lo quieres también?
- No lo sé. Quizás. Él no es como tú.
- Gracias.
- No, quiero decir... Él no me deja mandonearlo como lo haces tú. Cuando trato de hacerlo, solo se va y no vuelve hasta que me disculpo. - Explicó, y Yunho notó una cierta chispa en sus ojos que ella nunca había tenido con él. - Supongo que necesito a alguien con bolas más grandes.
- Justo cuando pensaba que estabas a punto de dejar de ofenderme - Murmuró Yunho.
- Los viejos hábitos nunca mueren.
Yunho rodó los ojos. - Voy a ir a pasar la noche en un hotel. - Le dijo. - No creas que esto significa que la casa es tuya. Tú recibirás el dinero, nada más.
- Muy bien - Estuvo de acuerdo fácilmente. Llenó una bolsa con algunos elementos esenciales antes de irse por la puerta principal. Se detuvo cuando Sooyeon lo llamó.
Se volvió a verla de pie al final del pasillo con una expresión desgarrada en su rostro. - ¿Qué?
- Mira, no es que yo quiera que seas feliz. - Dijo. - Pero buena suerte con Jaejoong.
Sonrió un poco. - No es que me gustes ni nada. - Respondió. - Pero si terminas casándote con ese otro tipo, podrías enviarme una invitación de la boda.
Se dio la vuelta y salió por la puerta. Cuando la brisa fresca de la tarde lo golpeó, sentía como si estuviera tomando su primera bocanada de aire por mucho tiempo.
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Yunho no perdió el tiempo. Al día siguiente recorrió toda su empresa buscando los registros y encontró la dirección de Jaejoong. Nervioso por la emoción, fue a la casa de Jaejoong. Cuando por fin llegó, tuvo que sentarse en el coche por un momento, respirando profundamente.
Cada paso que daba por el camino hacía a su corazón latir un poco más rápido.
Bien, esto es todo, pensó para sí mismo, mientras levantaba la mano para llamar. Solo una oportunidad. No la arruines.
Llamó a la puerta.
Esperó.
Volvió a llamar.
Nadie respondió.
- ¿No es su casa? - Se preguntó en voz alta, dando un paso atrás. Con un suspiro de derrota, se dirigió a su coche, decidido a volver más tarde. Mientras estaba conduciendo de vuelta, notó un café a pocas cuadras de la casa de Jae y se detuvo, decidió que un golpe de cafeína le vendría bien.
Cuando entró por la puerta, el ambiente era bastante tranquilo. Había unas pocas mujeres y un ajusshi leyendo el periódico. Sólo había una persona esperando en la caja, y se alineó detrás de él.
- ¡No es mi culpa! - Chilló el chico con su teléfono pegado a la oreja. - No sabía que habían vendido todos los pasteles de plátano.
Yunho no quería escuchar a escondidas, pero no lo pudo evitar. - Sé que son tus favoritos, Jaejoong -hyung , ¡pero no hay ninguno aquí!
Yunho se quedó inmóvil, con los ojos muy abiertos. De ninguna manera, ¿él conocía a Jaejoong? ¿Eso quiere decir que él sabía dónde estaba Jaejoong en este momento?
- ¡Yah! - Se quejó el chico. - ¡No seas malo conmigo Jae! - Hubo una pausa y luego se echó a reír con un sonido bastante similar al de un delfín.
- Está bien, te llevaré eso en lugar del pastel. Sólo no me mates, ¿de acuerdo?
Cuando colgó, Yunho no podía evitarlo. Se acercó más y tocó al chico en el hombro. - Um, disculpa.
El hombre se dio la vuelta. - ¿Puedo ayudarle? - Preguntó con una sonrisa amistosa.
Yunho le devolvió la sonrisa. - Yo... Yo sé que esto va a sonar raro - Empezó torpemente. - Pero, ¿la persona con la que estabas hablando hace un momento era Kim Jaejoong?
Junsu parecía confundido. - Sí, pero… - Sus ojos se abrieron, y su sonrisa al instante se retorció en una mueca. - Eres Jung Yunho, ¿no es así?
Yunho se sorprendió. - Um, sí.
- Jaejoong no quiere verte - Dijo con un resoplido y se volvió hacia el contador.
- ¡Por favor! - Exclamó Yunho con desesperación.
El hombre se volvió hacia él. - Por favor, ¿qué?
- Por favor, sólo... Sólo quiero hablar con él. Disculparme. Explicarme.
- No creo que haya nada que puedas decir. - Le dijo con frialdad.
El rostro de Yunho se arrugó. - Lo sé - Murmuró. - Es que...
El desconocido suspiró profundamente. - No me mires así. - Murmuró. - No puedo soportar ver este tipo de cosas.
- ¿Qué mirada? - Preguntó Yunho con los ojos fijos en el suelo.
- Aish, es como ver a un cachorro. Soy una buena persona, ¿de acuerdo? ¡No me gustan las miradas de cachorros! - Suspiró de nuevo. - Jaejoong se está quedando en mi casa.
Yunho miró esperanzado. - ¿Tu casa?
Él se quejó. - Oh, Dios mío Jaejoong va a matarme. Él no te quiere ver, lo sabes, ¿verdad?
- Tengo que tratar de arreglar las cosas. -Dijo Yunho. - Por favor, déjame hacer esto.
Sacudió la cabeza y murmuró. - ¡No puedo creer que esté haciendo esto! - Junsu escribió su dirección en una servilleta y se la pasó a Yunho. Yunho le dio las gracias y corrió hacia su coche, su golpe de cafeína olvidado.
Tuvieron que pasar otros quince minutos para llegar a la casa de Junsu y cuando se detuvo en la entrada, su corazón latía con fuerza y en su estómago estaban aleteando mil mariposas por los nervios. Sus piernas estaban temblando mientras caminaba por el pasillo principal.
Respiró profundo y llamó a la puerta.
- ¡Voy! - Dijo una voz familiar, y luego la puerta se abrió de golpe. - Junsu, tú...
Las palabras murieron en sus lindos labios cuando se dio cuenta que no estaba de pie junto a Junsu, sino que era Yunho.
- Jaejoong. - Susurró Yunho, la visión de él frente suyo hizo volar todos los pensamientos de su mente. Era tan, tan hermoso, más de lo que Yunho lo recordaba. Hacía un poco de más de un mes desde que se habían reunido por última vez y Yunho no podía dejar de mirarlo con ojos hambrientos.
- Y-Yun...
La puerta se cerró de golpe en la cara.
Yunho dio un suspiro tembloroso. Dios, al verlo de nuevo, incluso para esa fracción de segundo, hizo que lo extrañara aún más.
Llamó a la puerta una vez más. - ¡Jaejoong! - Gritó. - ¡Jaejoong, abre!
- Vete - Fue la respuesta.
- Sólo quiero hablar - Dijo Yunho, la desesperación haciéndose evidente en su tono.
- Bueno, yo no quiero - Dijo Jaejoong con rigidez.
- Por favor. - Rogó. - Lo siento.
- Vete. - Repitió Jaejoong.
- Jae, too... ¡Tú no entiendes! - Exclamó frustrado. - ¡No puedo dejar de pensar en ti!
- Esfuérzate más.
- ¿Crees que no lo hago? - Gruñó Yunho. - Es imposible, Jaejoong. Eres… Eres perfecto.
- Te diste cuenta un poco tarde, ¿no? - Dijo Jaejoong sarcásticamente.
- ¡Me estoy divorciando de Sooyeon! - Exclamó Yunho. -¡Ya he terminado con ella!
- Nosotros terminamos antes de todos modos. - Dijo Jaejoong. - Ándate.
- ¡No, no lo haré! - Desafió Yunho. - Porque no hemos terminado, Jaejoong. Nosotros ni siquiera hemos comenzado. Dame una oportunidad, ¡dame una oportunidad de hacer que esto de verdad funcione!
- ¿Por qué debería? - Gritó Jaejoong. - ¿Me diste tú alguna oportunidad?
- ¡Lo siento! - Gritó Yunho. - Soy estúpido y cobarde y egoísta e idiota. Te mereces algo mejor.
- Claro que sí. - Masculló Jae.
- Pero te amo. - Susurró Yunho apoyado contra la puerta. - Te amo - Dijo más fuerte. - Y yo no quiero que me dejes.
- Ya te dejé. - Respondió Jaejoong con frialdad y Yunho oyó pasos que se alejaban de la puerta.
Yunho volvió a su auto poco a poco, sintiéndose extrañamente vacío por dentro. Se sentó en el asiento del conductor, las manos apretando el volante mientras sentía que las lágrimas se acumulaban detrás de sus párpados cerrados.
No. No, no, no. Él no puede dejarme. No puede. No lo permitiré.
Esto no ha terminado.
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- ¿Quieres desayunar Joongie? - Preguntó Junsu. Todo lo que obtuvo como respuesta fue silencio, y él suspiró. Desde la visita de ayer de Yunho, Jaejoong se había negado a decir una palabra.
Sabía que no debí dejar que viniera aquí.
Hubo un golpe en la puerta principal, y Junsu se quejó. - ¿Puedes abrir, por favor, Jae? - Como de costumbre, no obtuvo respuesta, y con un quejido abandonó sus panqueques medio cocidos, en dirección a la puerta.
La abrió para encontrar a Yunho en la puerta con un enorme ramo de flores.
- Hola. ¿Está Jaejoong? - Preguntó con nerviosismo.
Junsu frunció el ceño. - No deberías estar aquí.
Yunho puso mala cara. - ¿Acaso Jaejoong dijo que no quería verme?
- Él no ha dicho nada desde ayer.
- ¿P-Puedo verlo?
- No creo que quiera. - Dijo Junsu. - Yo no querría si fuera él.
Yunho se pasó una mano por el pelo. - Bueno, ¿puedes darle esto por mí? - Preguntó, dejando las flores en los brazos de Junsu.
- Bien. - Estuvo de acuerdo Junsu.
- Y dile “te amo” ¿de acuerdo? - Agregó Yunho. - Me refiero, que le digas que lo amo a él, no a ti… El “te amo” es para él de mi parte, que no crea que tú le… Mejor me callo.
Junsu no pudo evitar sonreír un poco. - Voy a pasar el mensaje. - Prometió.
- Está bien. - Sonrió Yunho. Hizo un gesto por encima del hombro y se dirigió de vuelta a su auto. Junsu movió lentamente la cabeza antes de dirigirse hacia el interior.
- De parte de Yunho. - Dijo Junsu blandamente lanzando las flores en el regazo de Jaejoong.
La cabeza de Jaejoong se giró para mirar a Junsu. - Él dice que te ama.
- Ese idiota. - Murmuró Jaejoong. Junsu no pudo evitar el notar que, a pesar de todos los mimos y pinchazos y abrazos que había hecho para tratar de hacer hablar a Jaejoong, lo primero que había roto su silencio había sido Yunho.
Tal vez darle a Yunho mi dirección no fue un error después de todo.
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Al día siguiente ya se estaba convirtiendo en costumbre que Yunho fuera a la casa de Junsu. Mientras estaba caminando por el pasillo principal, Junsu estaba caminando en dirección a la salida.
- Oh, ¡hola Yunho! - Saludó alegremente.
Yunho hizo una pausa. ¿No que este tipo me odiaba? - Um... Buenos días.
- Yo voy de compras. Jaejoong está dentro, ¡buena suerte!
- Gracias. - Sonrió Yunho viendo cómo Junsu se subía a su auto y se iba. Se volvió hacia la puerta decidido.
Llamó a la puerta y, después de unos momentos, ésta se abrió una pulgada, como si Jaejoong estuviera esperando que fuera él. Cuando vio a Yunho, cerró la puerta rápidamente.
- Jaejoong. - Dijo Yunho con voz cansada. - Por favor, ¿no puedes dejarme entrar para que podamos hablar?
- Si hay algo que tienes que decirme, ¿no puedes decirlo a través de una puerta? - Respondió Jaejoong desafiante.
- Podría, pero... ¿No podría decírtelo también en la cara?
- Si te dejo entrar, probablemente vas a mirarme por un momento, vas a decir “lo siento” varias veces, y luego tratarás de besarme. - Dijo Jaejoong. - Así que es más seguro hablar a través de la puerta.
- ¿No quieres que te bese?
- En realidad... No.
- Extraño besarte. - Le dijo Yunho. - Extraño abrazarte.
- Buen trabajo, Yunho, dime que extrañas mi cuerpo también. Eso realmente va a hacer que vuelva a ti.
Yunho suspiró exasperado. - ¡Extraño todo Jaejoong! Tu sonrisa y las cosas lindas que haces y el hecho de que siempre estás ahí para mí. Y sí, extraño el sexo también, no te voy a mentir. Extraño todo y cada una de tus cosas.
Jaejoong hizo un ruido que parecía un sollozo.
- ¿Estás llorando? - Preguntó Yunho, horrorizado. - Lo siento, no era mi intención hacerte llorar, Jae...
- ¡No estoy llorando! - Soltó Jaejoong, pero su voz temblaba.
- Por favor - Rogó Yunho. - Déjame entrar, déjame abrazarte, Jae.
Otro sollozo. - ¡Déjame en paz, Yunho! Yo no quiero verte nunca más, ¿de acuerdo?
Yunho suspiró profundamente. - Jaejoong, si eso es... Si eso es realmente lo que sientes, si no quieres que venga aquí más, entonces sólo dilo. Si eso es lo que quieres, entonces me iré.
Hubo un momento de silencio. - Supongo que me iré. Adiós, Jaejoong.
Pero antes de que pudiera dar un paso, la puerta se abrió de golpe y Jaejoong lo abrazó.
- Yo no quiero que te vayas. - Susurró en voz tan baja que Yunho casi no lo escuchó, su cabeza enterrada en el hombro de Yunho. - Nunca quise que te fueras. - Yunho no pudo contener la amplia sonrisa que se extendió por su rostro mientras envolvía sus brazos alrededor de la cintura de Jaejoong, apretando sus cuerpos.
- Te amo - Le dijo Yunho en un murmullo suave, sintiendo que los brazos de Jae se apretaban alrededor de su cuello. - Te amo, Te amo.
- Eres un gran imbécil. - Murmuró Jaejoong.
- Lo sé. Lo siento. Haré lo que sea necesario para que me perdones. Solo di algo y lo haré, lo juro.
- Constrúyeme una casa en la luna.
- ¿Quieres eso? - Preguntó Yunho, apartándose del abrazo. - No hay problemas, puede hacerlo. - Aseguró tomando su teléfono de su bolsillo. - Voy a llamar a la NASA y podemos organizar algo inmediatamente.
Jaejoong lo golpeó en el brazo. - Tonto. - Dijo con una leve sonrisa.
Yunho guardó su teléfono en el bolsillo. - Jae - Comenzó. - Sé que es egoísta e injusto pedir una segunda oportunidad, pero no tengo nada que perder, así que te la pediré de todos modos.
- Tengo que ser un tonto. - Murmuró Jaejoong, sacudiendo la cabeza con suavidad antes de inclinarse y presionar sus labios contra los de Yunho. Juntó sus manos alrededor del cuello de Yunho, acercándolo mientras profundizaba el beso. Yunho gimió en la boca de Jae, sus ojos estaban cerrados mientras la lengua de Jaejoong se torcía con la suya.
Se separaron para el aire y Yunho no pudo resistir robar un rápido y tierno beso que hizo que los hombros de Jaejoong se estremecieran. Robó un segundo y un tercero, y luego sus labios estaban de vuelta en la boca de Jaejoong de nuevo, sus lenguas deslizándose una contra la otra. Como si sus labios hubieran sido moldeados para que se movieran uno en contra del otro, encajando como piezas de un rompecabezas. Y entonces Jaejoong se acercó más, encajándose a sí mismo en la curva del pecho de Yunho, y pensó que sus cuerpos debieron haber sido hechos de la misma manera.
- Una oportunidad más. - Susurró Jaejoong contra los labios de Yunho.
- Te amo. - Murmuró Yunho, siendo como la centésima vez que lo decía.
- Será mejor que no dejes que me olvide de eso. - Le dijo Jaejoong en serio.
- Nunca. Ni en un millón de años. - Prometió Yunho.
- ¿Y qué pasará en un billón? - Bromeó Jaejoong.
- Por una eternidad. - Sonrió Yunho. No pudo resistirse y presionó sus labios rápidamente contra lo de Jaejoong de nuevo. - Te amo. - Le recordó.
- Yo también te amo. - Dijo Jaejoong y Yunho sonrió tontamente.
Y en ese momento, con la felicidad envuelta en sus brazos, Yunho sabía que había tomado la decisión correcta.
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Dieciocho meses más tarde, y Yunho estaba esperando con nerviosismo en la capilla, mirando por encima del hombro. Miró el reloj por enésima vez. Ya son diez minutos de retraso.
- Relájate, amigo. - Dijo Yoochun dándole una palmada en el hombro. - Él va a estar aquí.
- Sí, estoy seguro de que viene en este momento. - Agregó Changmin.
- ¡Eso es lo que ella dijo! - Dijeron Yoochun y Changmin al mismo tiempo, y se echaron a reír.
- ¡Ssh! - Susurró Yunho. - ¡Ahora no es el momento de estarse riendo!
Changmin rodó los ojos. - Lo siento, jefe.
Yoochun bufó ante la mención. - Todavía no entiendo por qué no quieres trabajar para mí.
- Porque - Suspiró Changmin con impaciencia. - ¡Me utilizarás como tu esclavo sexual todo el día! Yo no podría hacer ningún trabajo así.
- Ser un esclavo sexual no es tan malo. - Bromeó Jaejoong mientras se deslizaba en el asiento al lado de Yunho, Junsu llegó a su lado.
- Oh, hola Junsu. - Saludó alegre Yunho.
- ¡Hola Yunnie!
Jaejoong hizo un mohín. - ¿Qué, saludas a mi mejor amigo antes de que a mí?
Yunho sonrió. - Yo iba a saludarte. - Agarró a Jae por la parte posterior del cuello y lo acercó, aplastando sus labios. Jaejoong medio gimió en el beso y Yunho retrocedió ligeramente, susurrando contra sus labios. - Hola, Boo.
Jaejoong sonrió. Abrazó a Yunho y le preguntó en voz baja. - ¿Estás bien?
Yunho le lanzó una mirada confusa. - ¿Por qué no habría de estarlo?
- Bueno, ya sabes, es sólo… - Se detuvo torpemente.
- La mayoría de la gente no quiere sentarse a ver a su ex-esposa volver a casarse. - Dijo Changmin y Jaejoong asintió con la cabeza.
Yunho hizo una pausa, mirando los cuatro pares de ojos que lo miraban. - Ustedes están bromeando, ¿verdad? - Preguntó secamente. Él se echó a reír. - Por el amor de dios, chicos, Nunca amé Sooyeon.
- Pero aun así, verla casarse debe ser… - Comenzó Junsu.
- Extraño. - Terminó Yoochun.
- Honestamente, ¿por qué me importaría? - Preguntó Yunho. Puso el brazo encima del hombro de Jaejoong. - Tengo a la mejor esposa del mundo aquí.
- ¡Yah! - Exclamó Jaejoong. - ¡Yo no soy tu esposa!
- Aww, pero cariño, cocinas, limpias, y cuando estamos en la cama, tú...
Jaejoong lo detuvo con un golpe en el hombro. Él levantó la mano izquierda. - Ves un anillo aquí, ¿ah?
- Sí, lo veo. - Dijo Yunho.
- Eres un idiota. - Dijo tratando de ocultar una sonrisa.
- Lo siento. - Se disculpó Yunho. - ¿Estoy perdonado?
Jaejoong se encogió de hombros y se volvió hacia Junsu para encontrarlo sentado con Yoochun y Changmin, en donde los tres se estaban con una acalorada discusión.
- ¡Oh! Mira, creo que está empezando. - Dijo Jaejoong mientras el novio de Sooyeon salió frente al altar. Todos ellos se calmaron cuando Sooyeon caminaba por el pasillo, y los procedimientos habituales de la boda se llevaron a cabo. Cuando la ceremonia terminó, todo el mundo comenzó a salir de la capilla para comenzar el cóctel.
- ¿Qué te parece si nos saltamos la recepción y nos vamos a casa? - Le susurró Yunho al oído a Jaejoong, mordisqueando el lóbulo.
Regresaron a su casa (Yunho había vendido su casa que tenía con Sooyeon y había comprado una nueva, dejando que Jaejoong decorar todo) en un cómodo silencio. Cuando se detuvieron en el camino de entrada, Yunho agarró la muñeca de Jae antes de que pudiera salir del coche. Jaejoong miró a Yunho y lo cuestionó con la mirada.
- Oye. Quiero decir, yo sé que no es legal ni nada, pero... Si lo fuera, me casaría contigo. Si de verdad pudiera, lo haría.
Jaejoong sonrió. - Yo también lo haría. - Se inclinó y le susurró. - El primero que llegue al dormitorio obtiene sexo oral del otro.
Ambos estuvieron fuera del coche en un segundo, corriendo hacia la puerta principal. Tropezaron por el pasillo y a través de la sala de estar, la ropa tirada en algún lugar del camino. Buscando a tientas y cayendo por la escalera, y Jaejoong pensó que era injusto que Yunho lo tomara encima de sus hombro en un desesperado intento de ganar.
Pero a medida que Yunho lo inmovilizó en la cama, besándolo lentamente, Jaejoong no se quejó de lo mejor que jamás le había sucedido.
FIN
Me hubiera gustado que se quedaran a la fiesta y que al final a Jae le tocara el ramo de novias jajajaja.................... Pero este final estuvo muy bueno............... Gracias..............
ResponderEliminarGracias por traducirlo, ame Junsu ya pensaba que Jae y Yunho iban a casarse hasta que leí bien, me gusto el final.
ResponderEliminarEllos no necesitan un papel firmado, con amarse es suficiente ♥ Ame toda la historia, gracias por traducirla. Sooyeon no era tan mala después de todo xD
ResponderEliminarGracias por compartir la linda historia^^
Que?! Ya acabo?! ..... :( :| Bueno, Junsu es un pan de Dios JAJAJAJAJA es una buena persona JAJAJAJAJA Si que me sorprendio que las cosas quedaran "tan bien" con sooyeon, es decir ella era una bruja, merecia que la saquen a patadas y sin derecho a nada, pero en fin, que dejara libre a Yun sin mayores problemas valio la pena. Jae se hizo de rogar pero bien que por dentro chillaba de emocion, y me encanto los detalles de Yun, asi como tambien su confesion y los muchos "Te amo" que dice a Jae....awwww par de tortolos calenturientos, definitivamente Jae es lo que Yunho estaba esperando, Jae es perfecto para el, risueño, amoroso, lujurioso, calenton, jugueton.... Yunho tan feliz con Jae, eso si es vida. Tambien pienso que un papel no hace o garantiza felicidad, asi que para Yunjae basta y sobra con lo que dienten sus corazoncitos enamorados. Muchas gracias! Me encanto! Me encanto este fic.... Ahora me siento melancolica, ahora que ha terminado, ya no vere actus de este fic :( ...me deprime. Ojala escribas otro Yunjae, o adaptes....pero continua si? .... Gracias! :-) <3
ResponderEliminarQue rápido!!! Ya el final... Me gusto mucho todo el fic me rei, me enoje, me emocione de todo vivi con la historia xDD que bueno que Yunho decidio luchar por jaejoong y no perder su amor :3
ResponderEliminarGracias como siempre por su grandioso trabajo y esfuerzo para compartirnos historias tan bonitas como está! Cuidense mucho!!
¡Lo amé! muchas gracias Megu por la traducción, por tomarte un tiempo en brindarnos tan bella historia ;u;
ResponderEliminarantes ya la había leído en inglés pero leerla nuevamente en español y de una forma más precisa y fácil de entender fue lo mejor.
Te agradezco de corazón ♥
Por un momento también pensé que yunho y jae se estaban casandoooooooooooo asdhffh
lo que sí me hubiera gustado es que definan más la situación del yoomin </3
Un abrazo Megu
Yo igual quería más Yoomin en la historia :'( Como que la autora dejó con ganas de más no porque hubo poco Yoomin, sino que porque supo capturar y desarrollar demasiado bien sus personalidades y nos dejó a todas encantadas :D
EliminarGracias por el comentario. Este fic lo tenía traducido hace tiempo hasta que una amiga me dijo que lo subiera :)
¡Saludos!
Megu.
que bueno que al fin tuvieron su nidito de amor y no en la casa que ya tenia antes Yunho me encanto que terminaran juntos y muy felices
ResponderEliminarGracias
noo enserio FIN nooo ...
ResponderEliminarPero bueno ne encanto la historia hay Junsu lo tenía que ayudar y una muy buena opción bueno esta bien que dejará que Yunho le suplique un poco se lo merecía pero bueno estos se aman locamente asi que lo perdonó jejeje y que tambien hallan terminado en buenos términos con la bruja que si ah ella fue la primera en sacar los pies pero bueno no le dio pelea ...y los dos tortolos están felices no necesitan un papel para demostrar ante todos que se aman solo estar juntos y que ustedes mismos sepan de sus sentimientos basta n.n ...pero nooooo nooo es justo queria saber mas del Yoomin es enserio faltó queria saber quien ganó arriba o abajo XD jajaja pero con el comentario de Changmin ya lo dijo pero aun asi ....jejeje
Gracias
me e ncanto muy buen fic esa desgraciada mujer solo xq no podia ser feliz estaba empujando a Yunho a un infierno en vez de hablarlo con el pero a la final todo resulto chevere y no quedaron como enemigos y el Yunjae feliz geacias x compartir es muy bueno te felicito
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