—Despierta, Changmin, tienes un paquete.
Changmin parpadeó. Estaba cansado de la gente que se colaba a su cuarto y se colocaba encima de él. Cuando se despertó, esta vez, la persona ni siquiera era real. Había llegado a la cama un poco después de las cuatro, e incluso en la cama mientras dormía no había descansado nada.
—Vete, Kyuhyun—. Se quejó. Se dio la vuelta y tiró de las mantas sobre su cabeza para bloquear la aparición.
—Creo que se trata del fae desaparecido—. Insistió Kyuhyun.
—¿Por qué piensas eso?— A Changmin no le importaba. Sólo quería que el fantasma se fuera. Tal vez si fingía interés, Kyuhyun flotaría de nuevo a dónde demonios había flotando antes.
—Debido a que tiene un emblema de sirena en la caja.
Changmin casi podía oír la sonrisa presumida en la voz del fantasma.
—Está bien. Ya voy— suspirando, apartó las mantas y se levantó.
—Bonitos boxer—. Se burló Kyuhyun.
—Cállate—. Gruñó Changmin. Estaba cansado y no había tomado café todavía. Kyuhyun era afortunado ya que era un fantasma.
Changmin ignoró al fantasma mientras se ponía sus pantalones vaqueros favoritos y una camiseta verde. Vivir en el viejo lugar de su tío al parecer no venía con ninguna privacidad.
—Necesito un poco de café—. Murmuró mientras abría la puerta y tropezó en el umbral.
—Buenos días, hermoso—. Dijo Yoochun, saliendo de su apartamento.
Changmin puso los ojos en el vampiro y continuó hacia las escaleras. No había suficiente café en el mundo para hacer frente a Yoochun por la mañana.
Changmin entró en su despacho. Se detuvo al ver el paquete sobre la mesa. Papel oro cubría una pequeña caja con una cinta de plata envueltas alrededor de ella y atada en un bonito lazo.
—Alguien te quiere—. Cantaba la gárgola.
—Nadie me quiere—. Negó Changmin. Incluso su ex no había pensado que era lo suficientemente interesante como para mantenerlo, y ciertamente jamás le había enviado paquetes bonitos. Echó un vistazo por encima del hombro a Yoochun.
—Yo no lo envié—. Gruñó Yoochun.
Changmin podía decir que al vampiro no le gustaba la idea de que alguien le enviara a regalos. Curioso, se acercó. No confiaba en las cosas que aparecían de la nada.
—Tienes a la gárgola para abrirlo—. Pinchó Yoochun.
—¿Puedo?— Los ojos de la gárgola brillaban de emoción.
Yoochun se inclinó sobre el hombro de Changmin y le susurró al oído:
—Las gárgolas no pueden resistir las cosas brillantes.
—Adelante, ábrelo.
Los pies de piedra de la gárgola se pusieron encima de la mesa con un sonido fuerte. Para una criatura con fuerza, sorprendentemente usó mucha delicadeza para quitar la cinta. Dejó escapar un sonido de alegría cuando fácilmente se deslizó aparte y cayó fuera del paquete. Agarrando la tapa con sus manos nudosas, la gárgola quitó la tapa con un movimiento rápido.
Una canción fuerte y seductora llenó la habitación, torciendo el estómago de Changmin en una floritura rara. Changmin vio con sorpresa como la gárgola y Yoochun cayeron al suelo gritando.
—¿Qué pasa?— Buscó la razón de su reacción. Abrió el paquete y se asomó dentro. Una concha de color rosa brillaba en el centro de la caja, latiendo junto con las notas de la canción.
Changmin puso la tapa en la caja, cortando el ruido. El silencio se hizo eco casi tan fuerte como la música había hecho antes.
Las manos de Yoochun aparecieron en el borde de la mesa mientras el vampiro arrastraba sus pies. Su piel tenía un tono cenizo.
—¿Qué demonios le has hecho a las sirenas?
—Nada—negó—. Nunca he conocido a una sirena antes.
Trató de mantenerse lo más alejado de los paranormales como le era posible, una tarea que había sido mucho más fácil cuando no había vivido y trabajado en el borde de su territorio. Al parecer tendría que recurrir a la venta de todo y moverse si no podía llegar a encontrar a alguien más para sus problemas ¿Por qué no podría un ser humano desgraciado pasear en su oficina? ¿Era mucho pedir un caso de divorcio o un fraude?
La gárgola se agitó de nuevo a su posición privilegiada en la parte superior de la mesa.
—¡Mierda! ¡Mierdas de sirenas!
—¿Por qué no estabas afectado?— Yoochun entrecerró los ojos a Changmin.
Changmin se encogió de hombros.
—Simplemente sonaba como la música a alto volumen. Me zumbaban los oídos, pero no me molestó mucho ¿Son los humanos más inmunes a los cantos de sirena?
Los ojos de Yoochun le dijeron a Changmin que era la pregunta equivocada.
—No eres del todo humano ¿Verdad?
—¿De qué estás hablando?— Changmin no entendió la insinuación de Yoochun. Su línea de sangre era correcta—. Soy humano. Total y completamente humano.
Yoochun levantó una ceja ante la vehemencia de Changmin.
—No tenía ni idea de que fueras tan prejuicioso.
—Yo no tengo prejuicios. Soy cauteloso, tal vez, pero no tengo prejuicios— la boca de Changmin se abrió.
—Te apresuraste a desmentir cualquier raíz paranormal.
—Sólo estoy diciendo que soy todo humano. Nada en contra de los paranormales— se encogió de hombros.
—Un ser humano no puede resistir un canto de sirena— insistió.
—Bueno, al parecer, algunos seres humanos pueden. Yo puedo— sabía que estaba cavando el agujero aún más profundo, pero se negó a admitir nada. Sin duda, los rumores de la familia eran sólo rumores.
—Tu tío era un ser humano puro. No estoy seguro de lo que eres— la gárgola ladeó la cabeza puntiaguda y miró a Changmin con ojos penetrantes.
—¿Y si nos ocupamos de las cuestiones importantes? ¿Por qué las sirenas me envían este paquete? ¿Cuál es su mensaje?— Changmin examinó la caja, asegurándose de no abrirla de nuevo.
—Creo que es una advertencia para retroceder. Tal vez pensaron que tu viaje de anoche era para encontrar al tercer miembro de la tríada—dijo Yoochun—. Si fueras como todos los demás, el ruido te hubiera golpeado en el trasero. No me sorprendería si tuvieras un poco de sangre de sirena en ti.
—Suficiente. No quiero saber nada más de mi sangre—espetó.
—Está bien, no hablaré más sobre tu dudosa ascendencia—dijo Yoochun con el ceño fruncido—. Ahora, tenemos que pensar ¿Cuál es la conexión entre el hada que falta y las sirenas?
—No lo sé. Sólo tengo dos casos. O bien tiene que ver con el hada que falta o la chica lobo que falta. De cualquier manera, no sé cómo las sirenas se ajustan a esto. ¿Crees que se podría tratar de Jaejoong? —A Changmin no le gustaba pensar que el medio vampiro, medio sirena podría tener algo que ver con la caja, pero sólo lo había conocido de hace poco—. Es una sirena ¿No es así? Tal vez es el que pega los cuchillos en mi silla y me envía conchas locas.
—No—. Yoochun parecía seguro.
—¿Cómo puedes estar tan seguro?
—He conocido a Jaejoong por muchos años. Tiene poco que ver con esa parte de su familia. Ha elegido vivir en la tierra en lugar del mar. Se ha alejado de los parientes de su madre—. Explicó Yoochun.
—¿Y no crees que haría algo para volver a ver a su familia?— Preguntó—. Algunas personas harían cualquier cosa para hacer las paces con sus familiares.
—Lo abandonaron cuando su hermana pequeña murió. Nunca los perdonó— . Yoochun negó con la cabeza.
—Eh— Pobre Jaejoong—¿Puede ponerse en contacto con alguno de ellos para determinar por qué se metió ese canto de sirena en una caja para enviármelo?— Changmin seguía sin entender el mensaje que tenía que transmitir ¿Una advertencia para mantenerme lejos en de la caja? ¿Un mensaje para ir a verlos? ¿Qué es lo que quieren? ¿Por qué no podían los paranormales hablar normalmente? Preferiblemente por teléfono o correo electrónico—.Tengo que hablar con ellos.
—¡Oh! por supuesto que no—cruzó los brazos sobre el pecho—. De ninguna manera voy a llevarte a las sirenas.
Changmin parpadeó hacia Yoochun con sorpresa.
—No te estaba pidiendo permiso. Voy a ir a preguntarle a Jaejoong. Serías inútil si empiezan a cantar.
—No hay manera de que te vayas sin mí. Voy a usar tapones para los oídos si es necesario— Yoochun agarró los brazos de Changmin.
El impulso de agarrar su arma hormigueaba través de sus dedos. Un disparo y podía aturdir a Yoochun y estar sobre el camino de nuevo. Sin embargo, la preocupación en los ojos de Yoochun no podía ser falsificada. El vampiro realmente no quería que Changmin se fuera sin él.
—¿Me necesitas?— La voz armoniosa de Jaejoong flotaba desde la puerta. Changmin se volvió a ver al hombre magnífico deambular a su oficina.
—¿Es ésta una de esas cosas que yo digo tu nombre y te presentas?— Changmin enarcó una ceja ante el híbrido vampiro.
—No soy el diablo. Me dirigía hacia aquí para decirte que me enteré de que el hada que estás buscando fue visto en Bite, el nuevo bar en el extremo sur— Jaejoong sonrió.
—¿El que compró esa pareja de hombre lobo y humano?— Dijo Yoochun. Miró a Changmin y había sin duda un mensaje evidente en su sonrisa. A Changmin no le importaba que los demás seres humanos estuvieran con paranormales. Todavía no le ha llegado toda la razón a la cabeza. Le devolvió la mirada con calma. Yoochun continuó:— Sabía que estuviera abierto.
—Ayer por la noche tuvieron una pre-apertura. A tu fae no le gustaba, aparentemente—insistió Jaejoong—. Estaba bailando con una sirena, pero se fue temprano. No parece que se lleven bien.
—¿Estaba con una sirena o sobre una sirena?— Preguntó Changmin. Añadió entre comillas con los dedos. Jaejoong forzó el ceño.
—¿Cómo voy a saberlo? Esta es una noticia de segunda mano—suspiro—. De todos modos, me pareció oír un canto de sirena cuando vine aquí.
Changmin asintió con la cabeza hacia el área.
—Tengo un pequeño regalo.
—¿Una concha?— Adivinó.
—Sí. Una concha muy fuerte.— Coincidió Changmin.
—Realmente no deben querer que juegues con las hadas—explicó—. Las sirenas sólo envían cáscaras sonoras si quieren advertir a la gente o destruir sus naves.
—Como estoy en tierra, supongo que era una advertencia— dijo Changmin secamente.
—Vamos a ir a preguntar por ahí— habló Yoochun. Changmin contuvo las ganas de discutir. Decirle al vampiro que hiciera su propio negocio no tendría ningún efecto.
—¿Dónde está tu collar?— Jaejoong frunció mirando el cuello desnudo del maldecido.
—Está en el plato de plata recargándose. Me aseguraré de llevarlo cuando salga— Changmin frunció el ceño.
—Más te vale que lo hagas— Jaejoong palmeó su espalda. Sonrió a Yoochun en su camino hacia la puerta.
Yoochun gruñó. Extendió la mano y agarró a Changmin, golpeando sus cuerpos juntos.
—Se podría pensar que vas a salir a hurtadillas sin mí, pero no voy a ser un vampiro feliz si lo haces.
—¿No tienes nada más que hacer además de seguirme?— Preguntó Changmin— Ya sabes ¿Buscar a alguien para drenar? Salir a la calle con un saco para capturar a tu próximo almuerzo.
—¿Por qué habría de hacerlo? No quiero que te sientas abandonado— Yoochun sonrió con todo y colmillos para su propia diversión.
Changmin abrió la boca para discutir. Yoochun se abalanzó y capturó sus labios con la suya. El corazón de Changmin dio un vuelco en el pecho. Se agarró a la camisa, tirando del vampiro aún más cerca.
Un gemido llenó el aire, una combinación de sus respiraciones. La necesidad se apoderó en el intestino como un duro golpe. Lo besó hasta que no sabía si necesitaba más aire o seguir con el beso.
—¡Fuera!— Gritó una voz grave.
Changmin se apartó, parpadeando ante la mirada llena de pasión centrada en él como si fuera el centro del universo.
Se inclinó hacia adelante para recibir otro beso.
—Paren ¡No necesito ver esto!— Gruñó la voz.
Changmin sacudió la cabeza para disipar la bruma apasionada llenando su mente.
Se volvió y vio a la gárgola, con las alas metidas con fuerza en su cuerpo y un mal humor definitivo en sus ojos.
—Lo siento— respondió.
—No, estoy completamente seguro de que sí lo estas sintiendo—respondió Yoochun, acariciando una mano por la espalda de Changmin.
Changmin se arqueó ante el toque del vampiro. Más. Necesitaba más tacto, más contacto con los dedos de Yoochun acariciando a través de su piel.
Se preguntó por un momento si el vampiro poseía un canto como el de las sirenas. Uno que pudiera afectarlo sólo a él. No peleó, discutió o hizo protesta alguna cuando Yoochun le agarró la muñeca y lo arrastró por las escaleras.
Changmin dejó que Yoochun le llevara a su apartamento y a su dormitorio.
—Desnúdate— gruñó Yoochun.
Changmin se detuvo un minuto, extasiado en la suave carne que aparecía con la eliminación de la ropa. Poco a poco se dejó caer al suelo hasta que Yoochun se puso delante de él, sin prenda alguna que cubriera su cuerpo perfecto.
—¡Wow!— No tenía palabras para describir al hermoso hombre desnudo en su dormitorio. Yoochun era casi demasiado perfecto ¿Cómo podía quitarse la ropa para dar a Yoochun un espectáculo como el que le había ofrecido?
—Tú eres demasiado atractivo, Changmin. No necesito un show, sólo necesito a alguien desnudo ¡Ahora!
Aún así Changmin vaciló. Sus manos temblaban ligeramente mientras alcanzaba la parte inferior de su camiseta para tirar por encima de su cabeza.
—Te ayudaré— impaciente, Yoochun arrancó la camisa fuera de la cabeza de Changmin y la lanzó por encima del hombro. Sus ojos brillaron con reconocimiento.
—Muy agradable.
Sin dar más tiempo a Changmin a ponerse nervioso, Yoochun rasgó los pantalones vaqueros y con ello, su ropa interior.
—Incluso mejor— gruñó Yoochun. Se dejó caer de rodillas.
La respiración de Changmin se quedó atrapada en su garganta.
—Tranquilo, baby— lo tranquilizó Yoochun—. Sólo voy a quitarte los zapatos. No quiero que tu mente te traicione.
Ver a un hombre desnudo arrodillado a sus pies alimentaba todo tipo de fantasías en la mente de Changmin.
—Tal vez más tarde podamos ser más aventureros— Yoochun se echó a reír—, pero necesito follarte ahora.
—No— dijo Changmin con firmeza.
—¿Cómo que no? ¿No quieres tener sexo?— El vampiro lo miró.
—Pensé que podías leer mi mente— Changmin negó con la cabeza—. Quiero tener sexo contigo, pero quiero estar arriba.
Yoochun no dijo nada por un momento. Ayudó a Changmin a salir de un zapato y luego el otro antes de deslizarse fuera de los calcetines y luego sus pantalones vaqueros.
A diferencia de Yoochun, Changmin no podía leer la mente de nadie.
—¿No? ¿Sí? ¿Quieres que me vaya a la mierda? ¿Cuál es tu respuesta?
Yoochun se puso en pie, la confusión arremolinándose en sus ojos.
—Nunca he estado abajo.
—¿Nunca?— Changmin miró a Yoochun con incredulidad.
—Nunca— Confirmó.
—¡Oh, mierda!— Changmin no sabía a dónde ir desde allí. Había estado abajo antes, pero nunca realmente lo había disfrutado. Entonces una idea le vino, una que beneficiaría a ambos—¿Qué tal si te pones en la parte inferior y a cambio te dejo chupar mi sangre?
—¿En serio?— Sonrió Yoochun.
—De verdad— acordó Changmin.
—Genial— el vampiro se dio la vuelta y se echó en la cama, abriendo los brazos y las piernas—. Soy tuyo para tomarme.
—Hum, eso fue demasiado fácil. Tengo la sensación de que has estado mintiendo— se quejó Changmin.
—Nunca voy a decirte— Yoochun se echó a reír—. Ahora ven y jódeme para poder tener mi merienda.
Changmin puso los ojos en blanco.
—¿Necesito un condón?
—Nop. Aunque prefiero que uses lubricante.
Tanto como la alegría que el vampiro emanaba, Changmin también podía leer la ansiedad oculta debajo.
—Voy a usar un montón de lubricante, no te preocupes.
Metió la mano en el cajón, sacó la botella que había comprado recientemente.
—Esto iría más fácil si te das la vuelta.
—No quiero hacerte daño— Yoochun negó con la cabeza—. Si estás detrás de mí, podría instintivamente atacarte. Además, no puedo morderte si estás detrás de mí
—Podrías morderme después.
—No. Sabrá mejor si te muerdo en medio del orgasmo. Me dará un subidón extra de energía.
—Vale...— Había tantas cosas que Changmin no sabía acerca de los vampiros que podía llenar una biblioteca.
Tomando la palabra del vampiro, Changmin abrió la tapa del lubricante y vertió un poco en los dedos de su mano derecha. Para aliviar un poco la ansiedad de Yoochun, primero dirigió su atención a su miembro. Envolvió su mano alrededor del eje, deslizó su mano hacia arriba y hacia abajo hasta que Yoochun se retorcía y gemía. Satisfecho de que había facilitado los nervios del vampiro, deslizó un dedo en el agujero del vampiro, torció y giró hasta que Yoochun se relajó. Añadió más lubricante, y empujó dos dedos y los abrió en tijeras alrededor hasta que alcanzó el punto que retorcería a Yoochun con su tacto.
—¡Oh!— Grito—¡Más!
—Te voy a dar lo que necesitas— aseguró Changmin.
Y añadió un tercer dedo, asegurándose de que Yoochun estuviera totalmente preparado. Sacó sus dedos, Changmin alineó su pene y se deslizó dentro. Yoochun apretó a su alrededor, con los ojos llenos de lujuria.
—Fácil, fácil. Te tengo.— Changmin enganchó las piernas de Yoochun sobre sus hombros. Sus ojos se encontraron con los de Yoochun, para ver si encontraba malestar. Sólo al ver la pasión en los ojos del vampiro, Changmin soltó sus caderas, moviéndose dentro y fuera del apretado cuerpo de Yoochun.
Changmin cerró los ojos, absorbiendo la sensación de tomar un nuevo amante.
—¡Qué bien!—Suspiró Yoochun—. Ahora sé lo que significa.
—El placer es todo mío—. Respondió Changmin. Este entraba y salía del trasero de Yoochun, estableciendo un ritmo rápido—¡Anda! Tócate a ti mismo— Exigió.
Yoochun envolvió una mano alrededor de su erección y comenzó a bombear con furia.
—Oh mierda... ¡Changmin!— Yoochun gritó cuando el semen brotó de su miembro.
Changmin gimió cuando tuvo su orgasmo. Bajó su cuerpo a través de Yoochun, inclinando la cabeza hacia atrás.
Los colmillos se hundieron en el cuello de Changmin y se estremeció de placer que se hizo cuando los dientes afilados atravesaron su piel. Se separo con cuidado del vampiro, suspirando cuando las succiones hacían vibrar su garganta.
Yoochun dio un gruñido, y luego levantó la boca y se lamió los labios.
—Eres simplemente delicioso— dijo Yoochun con un suspiro—. Y no eres del todo humano.
—Cállate— gruñó Changmin. No quería hacer frente a lo que Yoochun había encontrado en su sangre—. Estoy tomando sol en todo su esplendor. No me lo arruines.
Yoochun no dijo nada. Simplemente dio un beso a Changmin en el cuello y se acurrucó cerca de él.
Wooo.. de pronto pasó xD.. no me lo esperaba.. me encanta eso de este fic, que suceden las cosas de pronto
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