El tiempo ha ido transcurriendo a su ritmo normal, que tú no lo hayas notado, no quiere decir que no sea así.
No llovía, incluso había un espléndido sol matutino.
HeeChul tragó con dificultad, la ansiedad recorría sus sentidos y el estómago revoloteaba a cada momento. Respiró profundo y dejó que el chofer continuara con su camino hacía la oficina de YunHo.
No iría a la cita que Siwon, prácticamente había impuesto. Eran muchas cosas que él todavía no podía ni siquiera terminar de aceptar, sobre si mismo, sobre lo demás, sobre su pasado, sobre su presente y su posible futuro.
El semáforo en rojo y el auto se detuvo, HeeChul levantó la mirada, la gente caminaba de un lado a otro y Siwon muy probablemente seguía aún en la cafetería.
—DaeSan… ¿Qué hora es?
El hombre consultó el reloj en su muñeca y con un amable gesto en sus facciones lo miró por el espejo retrovisor.
—Quince para las diez.
Kim asintió y mordió su labio inferior, tenía cuarenta y cinco minutos de atraso, agachó la cabeza por un momento y suspiró. Cerró los ojos y abrió la puerta del carro, totalmente de improviso, logrando que el chofer girara asustado de que alguien hubiera ingresado a fuerza al automóvil.
HeeChul empezó a correr, el chofer únicamente alcanzó a salir y desde ahí poder gritarle.
—¡Joven!
—Te llamaré luego para que me vengas a recoger.— Giró brevemente y agitó su mano en señal de despedida. –Y no le digas nada de esto a mi madre.
Sonrió ampliamente y volvió a retomar su paso hacía la cafetería que se encontraba a unos cuantos metros de ahí. Gauss estaba frente a él, igual de imponente que siempre, buscó con la mirada a Choi y lo descubrió sentado con tranquilidad en una de las mesas, bebiendo café y leyendo el periódico.
—Siwon…
El muchacho levantó la mirada y sonrió. –No pierdes la costumbre de llegar tarde a todas partes. ¿Verdad?— HeeChul prefirió no decirle que estuvo a punto de no llegar. Calmó un poco su agitada respiración y se sentó.
—Siwon yo he pensado mucho en lo que dijiste y sinceramente creo que lo mejor para ti es que no nos volvamos a ver.
—Aquí hacen un delicioso batido de frutas. ¿Quieres probar?
—¡¿Me quieres escuchar?!
Siwon rió un poco y asintió, apoyando un codo sobre la mesa y la quijada sobre su mano. HeeChul lo miró y suspiró.
—Te escuchó HeeChul.
—La verdad es que yo creo que pedir perdón a estas alturas es incluso hasta ridículo, pero si quieres escucharlo yo…
—Tú mismo lo acabas de decir, a estas alturas ya es inútil.
HeeChul mordió su labio inferior y Siwon volvió a sonreír, estirando su mano derecha hacía él, mirándolo con demasiada tranquilidad.
—Empecemos desde cero entonces. Mucho gusto soy Choi Siwon el mejor amigo de tu primo, YunHo. Él me ha hablado mucho de ti.
Los ojos de HeeChul se explanaron, pero luego de un prudente silencio, aun un poco inseguro, HeeChul sonrió y entrelazó su mano con la de Choi.
—Igualmente, soy Kim HeeChul y mi primo también me ha hablado mucho de ti.
Quizá Siwon tenía razón, las segundas oportunidades no estaban presentes todo el tiempo. Y si Siwon ya lo había perdonado, entonces quizá era tiempo para que él se empezara a perdonar a si mismo también.
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YunHo comenzó por revisar el Story Board que tenían preparado.
Pudo reconocer los gráficos que representaban a cada uno de los integrantes de SS501 y pasó cada hoja, examinándola con cuidado. Habían varias con la intención de colocar a Hyung Joong como el malo de la historia, con una imagen muy diferente a la de su última serie.
La idea le gustó, por que Hyun Joong de malo, sería un reto para el muchacho. Sonrió al pensar que en realidad se estaría quejando un buen rato por no poder con su expresión de malo. Pero imaginó que sus compañeros no dejarían de molestarlo por un buen rato.
La puerta se abrió y cuando observó a JunSu entrar supuso la razón por que su secretaria no le había avisado de la llegada del muchacho. Kim lucía ligeramente molesto, con el entrecejo arrugado, y cuando finalmente se sentó soltó un suspiro.
—Hola Hyung.
—Hola, Su… ¿Y esa cara?
—El idiota de Mir, pero no quiero hablar de eso…
JunSu empezó a jugar con un par de cosas que YunHo tenía sobre el escritorio, y para Jung fue inevitable no sonreír ante el gesto de niño molesto que tenía JunSu en esos momentos.
—¿Se pelearon?
—Me mintió. ¿Puedes creerlo?
—¿Algo grave?
—¡Por supuesto que si!— YunHo intentaba no sonreír tanto. –Cualquier mentira es mala, y lo peor es que se atreve a mentirme por el idiota ese de Joong.— YunHo enarcó una ceja, JunSu parecía haber olvidado que hasta ayer se había confesado y actuaba como si nada. Aunque probablemente era por que estaba más molesto que nada.
—Y por si acaso no es el mismo Joong que tú conoces. Es un estúpido que Mir tiene por amigo desde hace años.
—¿Y por que te mintió?
JunSu sacudió sus cabellos. —¡Agh! No tiene importancia. Mejor ni hablemos de ellos.
YunHo cerró el Story board. Y suspiro mirando el rostro de JunSu y acotando de alguna manera que el muchacho en realidad llamaba mucho su atención.
—Su… ¿Por qué no salimos? Yo también necesito distraerme un poco.
—¿En serio?— El rostro del menor pareció iluminarse. —¿No estás ocupado?
—No tanto, vamos.
JunSu asintió y se levanto de inmediato. YunHo tenía la capacidad de cambiar su estado de ánimo con mucha facilidad.
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—Así que… Ya hay fecha.
Boa se sentó junto a JaeJoong en las escaleras de la fundación, aprovechando que los niños se encontraban en clases y de alguna forma se encontraban a solas, puesto que YunHo ese día había avisado no iría a la fundación.
—Eso parece.
—Pues supongo que es algo normal, Jae. Es decir, tienen mucho tiempo desde que se comprometieron y gracias a ti ya lo sabe todo el mundo.— JaeJoong pareció removerse incómodo y Boa entendió su error. –Oh, cierto. Lo siento.
—Olvídalo, un horrendo error de mi parte gracias a mi estupidez y el alcohol.
Boa suspiró, jugando con un anillo entre sus dedos, JaeJoong parecía muy confundido y ella no estaba muy segura de cómo ayudarlo.
—Creo… Que en eso tienes razón, Boa. Si nos comprometieron es por que en algún momento iba a pasar. Además ya habían demorado en establecer una fecha.
JaeJoong sonrió un poco, agachando la cabeza y con un suspiro acompañándolo.
—¿Qué es lo que te preocupa en realidad, JaeJoong?
—La reacción de YunHo. No tengo la menor idea de cómo va a reaccionar.
—…Y ni siquiera tú sabes como reaccionar, cuando YunHo diga que si o que no a la fecha. ¿Cierto?
—Algo así…
Boa sonrió, Jaejoong era como el niño pequeño de once años que entra a primer año de secundaria y siente que no sabe nada de cómo será su vida en adelante. Por que hace unos meses era él mejor, él más grande y ahora de pronto, vuelve a ser el indefenso, el más pequeño.
—¿Y para cuando es la fecha?
JaeJoong sonrió. –Salí corriendo antes de poder escucharla. No quería traumarme más con la idea de que el tiempo empezaría a correr en cualquier momento.
Boa palmeó la espalda del menor y suspiró. Ojalá y YunHo supiera hacer lo correcto.
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¿Qué era lo bueno de no ser famoso?
Que podía sentarse donde le diera la gana, sin tener una imagen que cuidar. Y sin que la gente lo molestara o acosara en cualquier momento. Eso es algo que había descubierto le hacía falta a JunSu desde hace mucho tiempo.
Pero Mir sabía aprovechar su libertad de ser simplemente el Manager y poder salir a comer un helado donde fuera y de disfrutar del momento sin que nada más le preocupara.
—Un helado de vainilla con chispas de chocolate.
Joong le ofreció el cono de helado y Mir sonrió. Cuando su amigo se sentó a su lado, ambos en la pequeña estructura de cemento frente al parque, bajó el sol de casi el medio día, Mir se sintió plácidamente a gusto.
—Hace unos días hablé con JunHo. Probablemente venga a Seúl de visita en unos días.
—Eso alegrara mucho a Su.
—Si, pero solo será unos días, luego tiene que ir para Los Ángeles un tiempo.
—Ya veo…
Mir asintió ante la información proporcionada por su amigo y comió un poco de su helado, Joong subió las piernas al asiento. Y giró para poder observarlo con una sonrisa en el rostro.
—¿Qué sucede?
—Déjame probar tu helado.
—No, sabes que no me gusta compartir mi helado, cualquier cosa menos eso.
—¡Eres un mezquino!
Mir empezó a reír en cuanto sintió los vagos esfuerzos de Joong por sostener en un una mano su propio helado y con la otra intentar quitarle su helado, mientras lograba encerrarlo en un extraño abrazo.
—¡Joong, deja!
Y finalmente entre tanto movimiento el helado de frutilla de Joong había manchado un poco su mejilla. Mir lo alejó y se limpió la mancha rosa mientras Joong reía divertido.
—Me ensuciaste, idiota…
—Te lo tenías merecido.
Mir no pudo evitar sentirse contagiado por la risa del mayor.
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—¡Wow, cuidado!
YunHo se agarró de la parte superior de su auto, en cuanto JunSu frenó bruscamente. Kim rió avergonzado y Jung casi sintió que se le iba el alma en ese movimiento por parte del menor.
—¿En serio nunca había conducido un auto manual?
—No, siempre automáticos. Pero estoy aprendiendo que es lo importante.
YunHo sonrió ante las palabras de JunSu y volvió a agarrarse con fuerza de su auto en cuanto la luz estuvo en verde una vez más y JunSu empezó a mover la palanca de cambios para deslizar el auto por las calles.
—Hyung… ¿Sabes? Gracias a ti se me ha pasado el mal humor.
—¿En serio? Me alegra.
Cerró los ojos cuando el auto se detuvo y luego volvió a arrancar una vez más. Prestarle y ofrecerse a enseñarle a JunSu a manejar su auto no había resultado tan buena idea como había pensado.
Comenzó a reír Jung YunHo no entendía como entre tantos problemas justo en este momento se encontraba en una situación así. Definitivamente JunSu alegraba su vida de a poco a poco. El semáforo en rojo una vez más y YunHo pudo suspirar un poco aliviado.
—Vamos… Hyung. No conduzco tan mal.
JunSu rió en cuanto vio la mirada que YunHo le envío, se veía entre angustiado y asustado y ese rostro valía la pena. Suspiró con el ánimo un poco mejor que a como había salido del departamento dejando a Mir atrás.
—¡Deja de mancharme!
La risa de Joong llegó hasta sus oídos, JunSu no demoró en girar hacía su derecha. Mir limpiaba su nariz con una mueca en su rostro mientras Joong reía abiertamente. Repentinamente Mir tomó un poco de su helado y mancho la mejilla de Joong y de inmediato el muchacho lo abrazó mientras Mir se removía incómodo.
Frunció el ceño.
Apretó el volante y decidió mirar el semáforo, esperando que cambiara pronto de color. El sin sabor de boca sabía que no se iría tan pronto como su estado de ánimo.
—Su… ¿Pasa algo?
La mirada preocupada de YunHo y JunSu plasmó una sonrisa en sus labios, el mayor parecía no haberse dado cuenta.
—Mmh…— Negó levemente y sonrió. –Nada, Hyung.
Y era mejor así.
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Cuando estuvo frente a la puerta de la oficina de Rain. ChangMin suspiró.
Sin atreverse a tocar a la puerta y mirando de un lado a otro, Shim ChangMin no hallaba el valor para ver a la cara a su profesor, no después de lo que había ocurrido la noche anterior cuando se despidieron.
…Y menos aún con lo que sucedió después con YooChun, su sobrino.
¡Maldición! Había olvidado que YooChun era el sobrino de Rain, definitivamente era un asco de situación y en realidad no sabía como solucionarlo. Ok, tal vez fingir demencia serviría, pero eso seria demasiado cobarde.
—Oh, ChangMin…
La puerta se abrió de repente, Rain se encontraba un poco inclinado hacía él, con los lentes puentes y el cabello no tan peinado como en la primera hora de clase, ChangMin suponía que llevaba muchas horas trabajando.
—Buen día… Yo solo…
—¿Podrías pasarme unas resmas?
ChangMin giró un poco y observó detrás de él un gran casillero cogió uno de los paquetes de hojas y se los extendió al mayor. Rain volvió a entrar y ChangMin decidió seguirlo. La oficina estaba fría debido al aire acondicionado, el olor a café llegó hasta su nariz y ChangMin recordó que no había desayunado.
—¿Deseas un poco de café?
—Si, gracias.
Y como si le hubiera leído el pensamiento Rain comenzó a servir una taza, ChangMin se sentó frente al escritorio, dejando la maleta en el otro asiento a su lado. La computadora estaba encendida, y la impresora parecía que llevaba imprimiendo un buen tiempo.
—¿Estas atareado? Si te molesto puedo venir en otro momento yo…
—No importa.— Rain sonrió un poco y se sentó con apariencia cansada, ChangMin observó la taza que Rain le acababa de servir y suspiró. –En realidad ya terminé, solo estoy imprimiendo.
—Ya veo…
La voz susurrante en Shim, logró intrigar a Rain.
—ChangMin… ¿Qué sucede?
—¿Eh?— La sorpresa fue inevitable, inconsciente de que lo hacía, desvió la mirada. –Solo estoy un poco contrariado.
Rain sonrió y se apoyó en el escritorio con las manos cruzadas.
—¿Es por el beso?
ChangMin prácticamente saltó en su asiento. ¿Acaso todos los miembros en esa familia tenían que ser tan extremadamente directos?
—Si… Bueno, es que… No quería que hubieran malos entendidos por que yo en realidad no…
—Lo hice por que sabía que YooChun estaba ahí.
El nerviosismo, la confusión, la duda. Todo, absolutamente todo se redujo a cero. Y ChangMin únicamente se vio capaz de mirar a Rain mientras bebía café con aparente tranquilidad. Rain sonrió ante la expresión del menor y decidió continuar.
—Chun… Muchas veces es muy estúpido y tú también aunque no te guste admitirlo. Y si los dejaba ir a su ritmo todavía continuarían peleándose cada vez que se ven.
—¿A que se refiere?
—A lo que sientes por YooChun y a lo que él siente por ti.
ChangMin tosió con fuerza en cuanto sintió que el café se iba por un lugar que no debía, las palabras de Rain no ayudaban.
—No sé a que se refiere.
—¿No?— Rain asintió y suspiró. –En verdad que son como dos niños pequeños.— Rain estiró un poco su cuerpo y soltó un bostezo. –Dime ChangMin ¿A que viniste hoy aquí?
—Yo…
—A decime que no confundiera las cosas, que me respetabas, pero que lastimosamente no era correcto que mantuviéramos una relación así y que de todas formas hasta ahora no habías pensado siquiera en una posibilidad de algo más entre nosotros.
ChangMin bajó un poco la cabeza.
—Pero… ¿Qué ocurrió con YooChun ayer?
Oh, no. Los sentidos de ChangMin despertaron e incluso su rostro enrojeció un poco, Rain ¿Los pudo haber visto?
—Todo es muy confuso y difuso entre ustedes. Y es así, por que no son sinceros ni siquiera consigo mismo. Por que ambos están llenos de miedos. YooChun hasta hace poco solo andaba con mujeres, hasta que dejó de sentirse completo, sin contar con que nunca ha confiado demasiado en nadie.
—Eso no quiere decir que me ame o que yo sienta lo mismo.
—Y tú no sabes si vas saber como quererlo de verdad, no estás seguro de cómo es ‘querer bien’ a alguien. Por que nunca te enseñaron eso. Son impulsivos y terriblemente desaforados, nunca piensan antes de actuar. Y te lamentas por ser él único con límites en la relación.
ChangMin bajó un poco la cabeza y Rain se acercó lo suficiente como para que Changmin sintiera que su espacio personal estaba siendo invadido.
—Si yo te dijera que te besé por que me gustas. ¿Qué dirías?
—No puedo… Yo no…
—Tú no sientes los mismo, y sin embargo aunque no me quedé para verlos, tu reacción me deja ver que pasó más de lo que te gustaría admitir con YooChun. ¿Por qué YooChun si, y el resto no?
Rain sonrió conciliadoramente y colocó una mano sobre sus cabellos.
—Piensa bien en lo que sientes, Min. Y tal vez encuentres la respuesta que tanto quieres.
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—Y está, es la portada de tu libro. ¿Se ve bien cierto?
YooChun sonrió en cuanto tuvo entre sus manos el libro que Lee sostenía. Una sonrisa y el pesado y grueso de libro de varías paginas parecía una meta realizada al fin.
—Quería que lo revisaras antes de mandar a imprimir las copias, ya se hicieron las correcciones necesarias y solo necesitamos tu autorización.
Abrió el libro en una página cualquiera, leyendo uno de los párrafos dentro.
“Nuestro primer beso fue embriagante, igual que el sentimiento de mi piel al tocar la suya, igual a aquel sentimiento de inconsciencia que solo el alcohol nos puede brindar. Yo no lo sabia, ni siquiera lo podía sospechar. Pero esa noche, cuando bese sus labios, yo toqué su piel, pero ella tocó mi alma. Esa noche, me enamoré de ella.”
Sonrió y cerró el libro, con la idea clara de por quien había escrito ese libro y de que no se había dado cuenta antes de eso. Suspiró con tranquilidad y miró a Lee quien tan solo esperaba una respuesta de su parte.
—¿Me dijiste que aún no mandan a imprimir las copias, cierto?— Lee asintió y YooChun volvió a ver el libro, sonrió levemente y se lo entregó al mayor. –De acuerdo, mejor así. Quiero agregarle algo más a la dedicatoria. No hay problema ¿Cierto?
—Por supuesto que no.
YooChun vio el libro y suspiró. Necesitaba un papel para que pudiera transcribir cuanto antes lo que pensaba agregarle a su libro.
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Boa escuchó la risa de YunHo y de inmediato se asomó a la entrada.
Jung no estaba solo, JunSu lo acompañaba y ambos parecían conversar de algo irrelevante mientras reían con tranquilidad, Boa suspiró, unos minutos de menos y JaeJoong se hubiera podido encontrar con YunHo.
—Boa, buenas tardes.
El saludo alegre por parte de JunSu le arrancó una sonrisa.
—Su, hola. ¿Cómo has estado?
—Muy bien ¿Y tú?
—Aquí, peleando con estos niños que de seguro se van a alegrar al verte tan pronto por aquí.
—Si… Claro, ignórenme.
YunHo se fingió ofendido y JunSu de inmediato lo abrazó, Boa se sintió un poco incómoda, en especial por que pensaba en lo de Jae. Y JunSu ni siquiera era mala persona como para odiarlo, es más le simpatizaba mucho.
—Permítanme…— YunHo se alejó un momento para poder contestar una llamada en su celular. Y sonrió al notar que se trataba de JaeJoong. –JaeBoo… ¿A que debo el honor de tu llamada?
—YunHo acabo de hablar con Heyon.
—¿Mi mamá? ¿Qué quería?
—Me pidió que te avisara que llegaras temprano hoy a tu casa. Dijo que había algo importante de lo que hablar y que nos tenían que comunicar.
—¿En serio, y sabes de que se trata?
—…No, pero no demores. Nos vemos más tarde.
YunHo arrugó un poco el entrecejo. JaeJoong había sonado raro, como contrariado o preocupado. Creyó que después de su última discusión si actuaba como si nada, entonces las cosas marcharían bien. Pero JaeJoong se había comportado extraño.
—¿Sucedió algo, Hyung?
Miró a JunSu y Boa y sonrió. –Nada, al parecer mis padres quieren que vaya temprano a la casa, quieren hablarnos de algo. O algo así, no estoy muy seguro, JaeJoong no supo explicarse y creo que ni él sabe muy bien de que se trata.
Boa desvió la mirada, ella ya lo sospechaba y suponía que JaeJoong también.
—Oh, bueno. Entonces supongo que te tienes que ir ya. ¿Cierto?
—Si, lo siento Su. Vamos te llevo de regreso a tu departamento.
—No, despreocúpate, quiero quedarme un rato más, luego llamo a un taxi.
—¿Seguro?
—Seguro.
YunHo sonrió, agitó un poco los cabellos de JunSu y le dio un corto beso en la mejilla a Boa antes de salir de la fundación. JunSu subió rápidamente las escaleras en busca de los niños para poder salir a jugar con ellos.
Boa únicamente pudo ver la espalda de YunHo alejarse, ella lo sabía. Los problemas se avecinaban. Por que era obvio, YunHo todavía no quería casarse y JaeJoong, él ni siquiera estaba muy seguro de lo que quería.
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Cuando YunHo estacionó su auto, divisó el auto de la familia Kim estacionado también, supuso que JaeJoong estaría ya dentro y sonrió. Desde ayer que no lo veía y de algún modo lo había extrañado.
—¡Yunnie!
HeeChul apareció de la nada apenas hubiera cruzado el umbral de la puerta y lo abrazó con fuerza, su primo parecía de un mejor humor esa noche. Y YunHo se sintió agradecido por eso.
—Chul… Me alegra tanto verte así.
Abrazo al más bajo con fuerza y lo sacudió un poco, YunHo pudo percibir la fresca risa de HeeChul.
—Si, digamos que las cosas empiezan a mejorar.
—Bueno ¿Y sabes el por que de esta reunión?
—No, creí que tu si lo sabrías, Yunnie.
Jung se quitó el abrigo y se lo entregó a una de las empleadas mientras ingresaba a la residencia y saludaba a sus padres y los de JaeJoong.
—¿Y Jae? ¿No ha llegado?
—No, vendrá con Siwon. Salieron a almorzar así que avisaron que llegarían juntos.
—Ya veo…
YunHo sonrió y de inmediato miró a su primo quien solo le sonrió. –Esta bien, ya he hablado con Siwie, y decidimos solucionar las cosas y tratar de empezar desde cero.
—Eso es muy bueno, Chul. Me alegro.
YunHo besó la frente de su primo y se acercaron a la chimenea a conversar un rato. Esperando por que su madre terminara con la intriga de una buena vez por todas. El timbre de la puerta principal anunció la llegada de Siwon y Jaejoong.
Heyon resplandeciente, recibió al heredero Kim. Con una sonrisa en sus labios.
—Oh, JaeJoong por fin llegas.
—Si, lo siento. Había demasiado tráfico.
—Despreocúpate. Siwon, bienvenido. Hace mucho que no te veía por aquí.
Siwon sonrió complaciente y saludó con un corto beso en la mejilla a la mamá del que de a poco volvería a ser su mejor amigo una vez más.
—Un gusto volver a verte, Heyon. Hermosa como siempre.
—Son tus ojos, querido. Pero, pasen. JaeJoong, mi hijo no ha parado de preguntar por ti.
JaeJoong asintió un tanto avergonzado por aquellas palabras pero al mismo tiempo dudando de la veracidad de ellas, puesto que no imaginaba a YunHo preguntando por él a cada momento.
—Siwie…
HeeChul estiró un poco su mano, hablando suavemente y Siwon de inmediato sonrió, tomando con la misma suavidad la mano de HeeChul, acercándose a él y besando su frente. Sin soltar su mano, Siwon se quedó detrás de él, abrazándolo por la espalda.
Habían sido muy claros entre ellos en la mañana, empezarían desde cero, poco a poco.
—¿Cierto que preguntabas por mí?
—Una vez, no todo el tiempo como lo hizo parecer mi madre.
JaeJoong rió cuando vio a YunHo rodar los ojos y se sintió aún más nervioso por que suponía de lo que se hablaría esa noche. El acercamiento entre su primo y HeeChul no le sorprendía, algo le había comentado Siwon durante el almuerzo.
—Bien… Ya que estamos todos, podemos hacer el anuncio respectivo.
Leah se levantó con una copa de champagne en la mano. Jaejoong se sorprendió no pensó que sería su madre la que diera la noticia. Las empleadas repartieron las copas y todos miraron a los cuatro mayores que se encontraban frente a ellos.
—Como recordaran mi hijo.— Heyon señaló su pecho, retomando el habla. –Y JaeJoong, que se ha convertido como en un hijo para mi también, están comprometidos. Desde hace ya mucho tiempo. Y Leah y yo hemos hablado y creemos que ha sido el tiempo suficiente, como para que si nuestros hijos no congeniaban entre ellos, cancelaran el compromiso.
JaeJoong solo pudo posar su mirada en YunHo, él ya no sonreía tan abiertamente como hace un momento, eso preocupó a JaeJoong. E incluso pudo sentir la mirada de preocupación que compartieron Siwon y HeeChul.
—Nos alegra saber que eso no ha sucedido, nos alegra saber que se llevan de maravilla y que JaeJoong ha podido cambiar gracias a ti YunHo, y por supuesto notar que YunHo ha vuelto a sonreír como antes, gracias a ti Jaejoong.
El lugar comenzó a dar vueltas para JaeJoong, de pronto no se sentía bien.
—Así que lo hemos discutido largamente y hemos llegado a la decisión de que la boda entre ustedes se realizará en dos meses. Esperamos que la fecha sea de su agrado.
Los aplausos de los cuatro padres se dejaron escuchar, el aplauso débil de Siwon y HeeChul todavía confundidos con la situación también se escuchó. JaeJoong trató de respirar profundo y YunHo únicamente vio como la copa resbalaba de sus manos sin que él pudiera hacer algo por detenerla.
El sonido del cristal quebrarse en el suelo, cortó la respiración de JaeJoong.
Parese que Yunho no se quiere casar con Jae que mal interesante esperare con ancias otro capitulo
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