- ¿Joongie?- Preguntó mientras se ponía un delantal- Estás rosado. ¿Tienes fiebre?
- Ehh…No...No yo estaba…-
- No confías en mi, que mal.- Se quejó, sabiendo de que manera reaccionaría su mejor amigo.
- Oh, no me chantajees así… Mira, está bien, te diré… Es sobre…
- ¿Es sobre Changmin?
Jaejoong suspiró pesadamente. ¿Cómo es que Yunho siempre sabía todo lo que le pasaba? Bueno, no por nada eran mejores amigos. Siempre lo sabía, de una u otra forma, todo. De veras no entendía ni para que se molestaba en preguntarle. Pensó unos instantes en negarlo todo, y no decirle la verdad, no decirle lo que le pasaba. Pero, el se daría cuenta, lo conocía demasiado bien. Tendría que sincerarse tarde o temprano.
- Si…- Confesó sintiéndose derrotado.
- ¿Es algo malo?- Preguntó el castaño.
- No Yunnie… No es malo… No del todo…- Comenzó a decir, sin evitar recordar aquello sucedido el día de ayer. Dudó un poco en confiárselo a Yunho.- Si te digo ¿Me prometes que bajo ninguna circunstancia le dirás de esto a alguien?
- Lo juro si es lo que quieres. Eres mi amigo, jamás haré nada que te perjudique, y lo sabes más que bien.- Le dijo, de pronto sonando muy serio.
- Yunho, creo… Que estoy empezando a ver a Changminnie con otros ojos.- Confesó- Pero, no puedo. Estoy confundido. Me gusta estar cerca de él, me gusta verle sonreír. Cuando nos vamos a dormir en la noche, te juro que hasta he pensado en meterme a su cama, me sonrojo con facilidad, siento mariposas en el estómago, y encima el aye—
- ¿Qué pasó ayer entre tú y Changmin?- Preguntó, y en ese momento Jaejoong notó su groso error. Demasiada información para el suspicaz Yunho.
- Mira…No se lo vayas a decir a nadie. ¿Quieres?- Le dijo luego de un corto silencio.- Lo que pasa es que ayer…
Jaejoong apagó la llave del agua, y con cuidado salió de la ducha. Tomó una toalla que había dejado colgada, y se la colocó alrededor de la cintura, luego tomó otra para secarse el pecho, los hombros y el cuello, y luego sus rubios cabellos. Ya sería las 10 y algo de la noche, un poco tarde como para estar duchándose, pero no había tenido ni tiempo de hacerlo durante el día. En fin, miró a su alrededor y notó que no había traído consigo su “pijama” – es decir sus bóxers y su camiseta de siempre-
-No puede ser…- Se quejó, sonrojándose al instante.
El no haber llevado su ropa al baño, significaba que tendría que vestirse afuera. No era gran cosa cuando vivía solo- la verdad era más que exhibicionista en ese entonces-, pero ahora era distinto. Estaba Changmin. No, el chico no tenía nada de malo- por el contrario-. Más bien, la situación era la antagonista en todo este asunto. Le daba vergüenza tener que vestirse frente al chico. No es que dudara de su buen estado físico, la verdad es que su autoestima no era malo, todo lo contrario. Pero, últimamente todo lo que involucraba a Changmin le daba vergüenza. En fin, no podía pasarse toda la noche allí desnudo.
Se decidió a salir, y abrió con cuidado la puerta del baño, asegurándose de que su toalla estuviese bien fija en su cintura. Caminó hasta la pieza, y antes de entrar asomó la cabeza para echar un vistazo. Changmin estaba allí, pero estaba durmiendo. Y, si hacía un pequeño esfuerzo para recordar, antes de entrar a la ducha, el castaño estaba estudiando muy arduamente Química avanzada. ¿Tanto se había demorado? Quizás el pobre estaba ya muy agotado, de todos modos los exámenes se acercaban y necesitaba estudiar mucho para aprobarlos todos. Dejando eso de lado, entró a su habitación y caminó hasta el armario con cuidado, se vistió en silencio y cuando estuvo listo se dispuso a ir se a la cama, pero algo se lo impidió.
- Changmin…- Lo llamó al notar que el chico se había quedado dormido con ropa. Bueno, sólo con una polera y sus bóxers, pero el castaño dormía siempre con Pijama. – Changminnie…- Lo llamó otra vez.
- Mmmgh…- Se quejó el pequeño. Se veía tan lindo. Sus ojitos cerrados, su boca entreabierta. Estaba de costado y en posición fetal, sus brazos abrazando la almohada…
- ¿Estás despierto?- Preguntó el rubio, sentándose en el borde de la cama del menor.
- No…- Respondió, sorprendiendo a Jaejoong.
- Tontito, pensé que dormías.- Rió un poco, pero se extrañó al ver que el chico no se movía.- ¿Tan agotado te dejó Química?
- Hyung…- Suspiró, como un en suave ronquido- La propiedades periódicas de los elementos…
- ¿Estás dormido?- Preguntó realmente asustado.
-Si…-
Jaejoong se sorprendió. Había escuchado de gente que hablaba dormida, y también de gente que respondía mientras lo hacía, pero seguía siendo algo casi increíble. Y Changmin era uno de ellos.
- ¿Cuántos años tienes?- Dijo el rubio, intentando probar su hipótesis.
- Diez y seis.
-¿Tienes un Hyung?- Soltó sin pensarlo dos veces.
- Si… Jaejoong Hyung…- Respondió el castaño, de pronto abrazando con fuerza la almohada.
- ¿Cómo es él?- Preguntó, la curiosidad ganándole a su sentido común. Quería saber lo que el pequeño pensaba de él ahora que su relación había tenido un giro en 360° grados.
- Es lindo.- Dijo sonriendo en sueños.- Cocina rico…Tiene los labios rosados son muy lindos, y tiene el pelo rubio…Es muy tierno, es el mejor Hyung de todos.
- ¿Te gustan sus labios?- El rubio posó sus manos en ambas mejillas del castaño, teniendo cuidado de no despertarlo.
- Si…- Suspiró, haciendo estragos en la mente del mayor.
- ¿Te gustaría probarlos?- Le preguntó y sin esperar a que respondiera, calló aquel silencioso si, juntando sus labios con los del pequeño.
Yunho abrió sus ojos con sorpresa. Jaejoong por su parte miraba la espuma en el lavaplatos como no hubiese nada más interesante en la faz de la tierra, sus mejillas rosadas y sus ojos un tanto llorosos.
- ¿Lo…Lo besaste?- Preguntó el castaño demasiado sorprendido como para intentar disimularlo.
- ¡Si, lo hice!- Soltó avergonzado.- Yunnie, no me hables con ese tono… Me haces sentir una mala persona.
- Jaejoong…-
- Lo sé, lo sé- Lo cortó el rubio- Pero no lo pude evitar, estaba allí tan vulnerable, tan indefenso, Yunnie tuviste que haberlo visto. Se veía tan lindo, tan “besable”... Yo…Sé que esto va en contra de la ética y la moral, y sé que somos hermanos a los ojos de la ley, y que yo no deber—
- Jae, tranquilo- Dijo Yunho, cortándolo antes de que siguiera con aquel casi in-entendible monólogo.- No estoy diciendo nada de eso. Sólo…Quiero dejarte en claro que yo a Changmin lo quiero mucho. Y no quiero, por nada en este mundo, que jueguen con él o que lo hagan sufrir.
- No lo haré Yunho.- Respondió con seriedad.- No otra vez.
Habitación de Jaejoong
Changmin fue el primero en llegar después del trabajo. Había estado corriendo de aquí para allá todo el día. Y, ahora que lo pensaba bien, había estado muy ocupado toda la bendita semana. Y si analizaba todo cuidadosamente, era casi un milagro que hoy el ‘ayudante de chef’ lo dejase ir tan temprano. Últimamente el joven- porque era apenas un chico de veinte años- le pedía más ayuda que de costumbre. De todos modos, no era algo tan malo, porque el muchacho era un Hyung bastante simpático, al menos con él.
-Ah, muero de hambre…- Se quejó suspirando el castaño, mientras tiraba sus cosas a la cama.
- Que milagro, saliste del trabajo antes que yo- Dijo una conocida voz tras él.- ¿Qué pasó Changminnie, ya no te necesita el asistente ese?- Preguntó con un dejo de enojo en su voz, también lanzando sus cosas despreocupadamente a la cama.
- Hoy día no había mucho que hacer, Hyung. No había muchos clientes tampoco.
- Yo no sé porqué dejas que ese idiota te haga salir tan tarde todos los días.-
- ¿Idiota?- Preguntó Changmin sorprendido por la actitud de su Hyung.
- Sí. Yo creo que ese tipo es un completo idiota.- Se quejó el rubio- No entiendo cómo puedes pasar tanto tiempo con él todos los días. Es un pesado, creído, y encima el ‘grandulón’ ese es feo.
- Yo pienso que DaHao Hyung es muy simpático.- Dijo extrañado, la descripción que le daba su Hyung era totalmente opuesta a la realidad.- Y no creo que sea feo. La verdad tiene muy buen físico, y es casi tan alto como yo… También tiene un cabello lindo, me encanta el cabello negro… Ah, y tiene un rostro agrada—
- Oh, ya cállate. ¿Quieres?- Lo cortó Jaejoong, dejando aún más sorprendido al menor- Si tanto te gusta ¿Porqué no le pides que sea tu novio? Son tal para cua—
- Sí.- Lo cortó el menor ahora. – Si, es verdad, es mi tipo. Moreno, alto, mayor que yo. Pero Jaejoong, a mi no me gusta DaHao Hyung.-
- No te gusta, pero pasas todo el día con él. ¿Entonces qué?- Preguntó fingiendo una sonrisa, y un tono que hacía evidente su enojo y sus celos- Ya sé, entonces es tu Hyung favorito. ¿No Changmin?- Poco a poco lo acorraló contra la pared, mirándolo fijamente a los ojos.
- ¡No!
Chilló el menor, y sin pensarlo dos veces juntó sus labios con los del mayor en un apresurado beso. Sus ojos se mantenían cerrados mientras tomaba con fuerza al mayor por los hombros, y presionaba torpemente la boca del rubio. Jaejoong por su parte, sólo pudo sonrojarse, y sentir como todo su cuerpo se tensaba. ¿En qué momento se invirtió todo este asunto? Era él quien tenía acorralado al menor… Pero, eso ya qué más da.
- Jaejoong Hyung…- Comenzó a decir Changmin rompiendo el beso, sonrojándose y mirando al piso, dándose cuenta de lo que acababa de hacer.- Y—Yo, lo siento…Me dejé llevar y… Esto está mal…
- Changmin, no…Oye no llores- Le dijo al notar que finas lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas.-
- Es que, Jae… Yo a ti te quiero muchísimo… Más que como hermano… Mucho más. Desde que llegué a esta casa… Yo… Yo te amo.
- Changminnie…- Le sonrió Jaejoong, colocando sus manos suavemente sobre las mejillas del castaño.- Tranquilo. Yo…. Me enamoré de ti.
- Entonces… ¿Lo de DaHao Hyung…?
- Eran celos. ¿De acuerdo? No soporto verte con ese tipo, porque… Tú eres mío.
Sin decir nada más lo besó con ternura. Lentamente presionando su cuerpo contra el del menor, que apoyaba su espalda en la pared. Entonces el tiempo ya no existía, y sólo se escuchaban sus respiraciones, y los acelerados latidos de sus corazones. Esperó, y reprimió sus ganas de profundizar el beso, hasta que sintió que el castaño ya se había relajado, y le correspondía de igual forma. Poco a poco fue bajando sus manos, con suaves caricias, hasta posarlas alrededor de la cintura de Changmin, apegándolo más a su cuerpo, mezclándose con aquel exquisito aroma a menta que despedía, y de esa pegajosa calidez.
Changmin por su parte, estaba en el cielo. Era la primera vez que besaba a alguien así- Y sin tomar en cuento el inesperado beso que le había dado a su Hyung anteriormente- , era su primer beso. No sabía cómo responder, ni cómo moverse, sólo tenía claro que se estaba derritiendo de apoco en brazos del rubio, y que sus brazos cobraron vida, y solos se enredaron en el cuello de Jaejoong, para no soltarlo jamás. Suspiró, casi soltando un gemido, al sentir un suave mordisco en su labio inferior. La lengua del mayor pedía permiso para entrar a su boca, y no tenía pensando negarle aquel privilegio.
- ¿Crees que todo esto está bien?- Preguntó entre suspiros el mayor luego de romper aquel, ahora, apasionado beso.-
- Sí…- Respondió Changmin sonrojado- Yo…
- Esto es muy extraño…Somos…’hermanos’ ante la sociedad, y moralmente esto es tabú, pero… Yo quiero que seas mi novio. No puedo reprimir esto que siento.- Le dijo separándose un poco, para luego tomarlo de la mano.
- Hyung, no me importa si tenemos que ocultarnos, yo quiero ser tu novio. Quiero salir contigo, porque tampoco puedo negar lo que… Lo que siento por ti…- Changmin sonrió con sinceridad.
- Te amo- Le dijo besándolo fugazmente en los labios.
- Yo también- Dijo soltando una nerviosa risita.- ¿Qué pasa?- Preguntó al notar que Jaejoong seguía viéndose un tanto enojado.
- No…Es sólo que sigo pensando que no me gusta para nada que te juntes tanto con ese tipo.- Se quejó, haciendo un adorable puchero.
- Vamos Hyung, en sólo un amigo. No me vayas salir muy celoso, eh.- Se rió soltando la mano del rubio para darle un cariñoso golpe en el brazo, mientras se encaminaba a la cama- Además, yo creo que te he dejado muy en claro que tu eres mi Hyung favorito.
- Y tu eres mi dongsaeng favorito- Le respondió, y una juguetona sonrisa se formó en su rostro a medida que se acercaba al castaño.
- Yo pensé que Jun-chan era tu favorito- Se quejó, a modo de broma.
- ¿Celoso?- Preguntó el mayor.
- Ni un poco- Sonrió victorioso el más alto de los dos.
Sorpresivamente, Jaejoong empujó a Changmin lo suficientemente fuerte para que este cayera de espaldas en la cama, y sin pensarlo dos veces se posicionó sobre él, y comenzó a hacerle cosquillas en el estómago. Changmin se partía de risa, e intentaba en vano detener al mayor, que después de un rato de forcejeo logró tomar al castaño por las muñecas, y las retuvo sobre su cabeza. Entonces se sonrojó al notar la comprometedora situación en la que ahora se encontraban. Y la verdad, siempre jugaban así, y más de alguna vez terminaron con moretones. Pero jamás se habían detenido a contemplarse, mirándose fijamente a los ojos, mientras sentían mariposas revolver su estómago, y sus rostros arder en un fuerte color rosado.
Jaejoong entonces posó su vista en los finos labios del menor, sólo para sentirse aún más avergonzado. Estaban húmedos, rojos e hinchados debido al apasionado beso que hace tan poco habían compartido. Si hacía memoria, esto pasaba siempre. Pero, nunca se había sentido tan extraño. ¿Por qué ahora era todo tan distinto?
- E—Esto es raro.- Comentó el menor, leyendo la mente del rubio.
- Si…- Dijo soltando las muñecas del menor, para luego sentarse, y ayudar al más alto a hacer lo mismo.- Antes no se sentía así…
- No… Antes era agradable…- Dijo- Hyung. Yo no quiero que nuestra relación sea distinta a la que llevábamos antes. No quiero que dejemos de pelearnos de vez en cuando, ni que dejemos de bromear o de molestar a Junsu.
- Yo tampoco quiero eso Minnie…- Le dijo con sinceridad, para luego comenzar nuevamente a atacarlo con cosquillas. – Este…-Comenzó a decir mientras forcejeaba con el menor- Será nuestro…Secreto…
- Si Hyung, pero ya detente.- Se quejó entre risas.
Una semana después, oficina del Sr. Shim
Changmin tragó saliva, y podía sentir todo su cuerpo sudar frío. No entendía muy bien el porqué de su nerviosismo, pero cada vez que debía enfrentarse a su insensible tío, un extraño miedo y un dejo de rabia y repulsión lo invadía por completo. Era sin duda algo muy raro, ya que siendo sincero, casi no tenía recuerdos de su tío. Lo había dejado de ver hace muchos años ya.
- Los exámenes empiezan la próxima semana- Comentó el hombre, sentado como siempre tras su escritorio. El castaño sólo asintió- Veo que ha habido mejoras en tus calificaciones, pero siguen siendo muy bajas. Si no te aplicas—
- Estoy haciendo lo que puedo- Se defendió el menor.
- No me interrumpas cuando hablo, carajo.- Se quejó golpeando la mesa y levantándose bruscamente.- Lo que yo digo se hace. Y ahora quiero que apruebes todos tus exámenes.
- ¿Qué…?
- Lo que escuchas. Por ello, tienes prohibidas todas las salidas, el uso de celular, y llegar tarde del trabajo. Me han dicho que últimamente estás saliendo muy tarde.
- Si, pero…-
- Mira niño, este negocio significa mis principales ingresos, y no quiero que estés metido en la cocina todo el santo día, cuando tu trabajo es lavar y secar platos. ¿Me oyes?- Le gritó.
- Tío, yo no voy porque se me dé la gana, a mi me llaman.
El hombre estaba a punto de responderle violentamente, cuando de pronto sonó el teléfono. El Sr. Shim contestó, cínicamente respondiendo que se encontraba de maravilla y que no estaba ocupado. Murmuró un “A tu habitación, estás castigado” y volvió a atender su llamada.
<<.Que horror. Y yo que pensaba salir con Jaejoong Hyung a la playa este fin de semana….>>
Subió las escaleras con pesadez, pensando en cómo iba a explicarle a su Hyung que estaba castigado hasta aprobar los exámenes, y que todo lo que habían planeado para el fin de semana se arruinaría por eso. Encima ya eran casi las cinco de la tarde, y aún seguía con el uniforme puesto, lo que le dejaba con poquísimo tiempo para cambiarse de ropa e irse al trabajo.
- No tengo ganas de ir a ninguna parte- Se quejó en voz alta, entrando a la habitación.
- ¿Qué pasa bebé, tuviste un mal día?- Preguntó una angelical voz. Jaejoong estaba recostado en su cama mirando en dirección a la puerta.
- Horrible…- Respondió abatido, sin poder decidirse como le explicaría al rubio lo que acababa de pasar.- No tengo ganas de ir a trabajar.
- Si quieres podemos no ir hoy día, y trabajar extra el domingo.- Sugirió el mayor con una sonrisa juguetona en su rostro.
- ¿Crees que el viejo nos deje hacer eso?- Preguntó con desgano mientras cerraba la puerta de la pieza, jamás le ponían seguro porque nunca había nadie en casa que pudiese entrar deliberadamente.
- Ya lo he hecho, nunca se entera.-
- Llamaré a DaHao Hyung para avisarle entonces- Dijo sacando su celular para marcar un número.
“No tiene saldo suficiente para realizar este tipo de llamadas”. Le contestó la molesta grabación de la compañía. El Sr. Shim había cortado ya su cuenta. Mientras, el mayor enviaba un mensaje de texto, probablemente a Yunho.
- ¿Qué pasa?- Preguntó el rubio incorporándose.
- No, nada, sólo no me contesta- Mintió, sentándose pesadamente en el borde de la cama de Jaejoong.
- ¿Qué tienes Minnie? En el colegio no estabas así.- Le preguntó y se acerco gateando al castaño, quedando (arrodillado sobre la cama) a su lado.- Si te pones así te vas terminar a arrugando.- Bromeó dándole un golpecito, pero eso no parecía animar al pequeño- ¿Te hizo algo ese bastardo?- Haciendo referencia a su propio padrastro.
- N—No…- Mintió otra vez.
- Es eso, lo sabía- Suspiró, descubriendo el engaño de Changmin.- ¿Es por los exámenes?
- Si…- Respondió finalmente, dejando de mirar al rubio para pasar al suelo.
- ¿Te castigó?-
- Hyung. Me dejó sin celular, sin salidas, sin nada hasta que terminen los exámenes. Y yo debo aprobarlos todos.- Le explicó.
- Bah, Changminnie, yo sé que tu puedes aprobarlos todos.- Le sonrió a pesar de que el menor no lo estaba mirando.
- No es eso. – Le dijo el castaño, y lo miró a los ojos esta vez.- Se supone que este fin de semana lo pasaríamos en la playa. Pero ahora estoy castigado y no puedo salir… Siempre lo termino arruinando todo-
- Minnie, no seas necio- Le dijo el mayor, tomándolo por los hombros con suavidad- Igual podemos pasar un lindo fin de semana en la casa- Sonrió- Mientras estemos tu y yo, todo es perfecto-
Sin dejar a Changmin responder si quiera, lo besó. El castaño al principio no se movió, pero luego cerró sus ojos y se dejó llevar. Poco a poco fueron recostándose en la cama, Jaejoong sobre el menor. Mordió su labio inferior, y cuando el pequeño abrió su boca, introdujo su lengua, explorando cada rincón de su boca como si fuese la primera vez.
Ya llevaban una semana de relación, y esta se reducía a golpearse, tomarse de la mano, dormir abrazados y besarse. Después de todo eran niños sanos. Pero como todos los adolescentes, el rubio también sentía ciertas necesidades.
Dejándose llevar por el momento, el mayor comenzó lentamente a introducir su mano debajo de la camisa de Changmin, al mismo tiempo que dejaba su boca para pasar a su cuello. El menor se estremeció ante la caricia, de pronto sintiéndose muy incómodo. Un fuerte dolor de cabeza lo atacó cuando las manos de Jaejoong rozaron su piel.
- Mamá…- Gritaba el pequeño Changmin, sus ojos llorosos. - ¿Dónde está mi mamá?- Preguntó, pero aquel extraño hombre sólo sonreía.-
- Tu madre salió de compras. Estamos solitos Changminnie…- Le respondió el mayor, acercándose nuevamente al pequeño que temblaba, acorralado contra la pared.
- No te me acerques.- Se quejó, pero el hombre lo tomó por las muñecas- Papá- Gritó.
- Tu y yo sabemos que tu papito está en el trabajo, y que tus hermanitas están en el colegio.- Dijo maliciosamente, besando con descaro el terso cuello del niño.
Aquel hombre poco a poco fue levantando su polera, e inescrupulosamente comenzó a masajear bruscamente sus pezones. No podía ver bien su rostro. Sabía que lo conocía. Eso sucedió a sus doce años de edad.
- Me duele.- Se quejó, lágrimas comenzando a caer por su rostro- Déjame…No me…Ah…Gusta…- Decía Changmin, pero el tipo no se detenía.- Mamá…
Y entonces, los dedos de Jaejoong rozaron peligrosamente su pezón. El miedo lo invadió, y aquel extraño recuerdo de su infancia lo consumió por completo. Su cuerpo de pronto ya no reaccionaba ante los besos cálidos de su novio. Con cada toque, su piel ardía, y le dolía. Sentía vergüenza, impotencia, miedo…
- Changmin- Suspiró el rubio, sin darse cuenta del estado del menor.
-N—No…- Se quejó Changmin, su voz comenzando a quebrase.- Hyung, no por favor.-
- ¿Changmin?- Preguntó preocupado al notar que el joven mantenía sus ojos cerrados, una expresión de dolor en su rostro, y finas lágrimas adornando sus mejillas.
Se levantó asustado, dejando solo al castaño recostado sobre la cama. Sus labios entreabiertos y rojos dejaban escapar aire cada vez más rápido. El pequeño estaba teniendo problemas para respirar, y comenzaba a sudar frío.
- Minnie, respóndeme.- Le rogó tomándolo de los hombros, ayudándolo a incorporarse.
- No…No…- Changmin estaba delirando, ahora tenía sus ojos abiertos pero su mirada estaba perdida en el pasado.
- ¡Changmin, despierta por favor!- Le gritó, mirándole fijamente a los ojos, sacudiéndolo un poco.
- ¿Hyung…?- Preguntó entonces, agitado.- ¿Qué…Qué …?- Balbuceó, sin ser capaz de explicar ni preguntar nada. No entendía que había pasado, ni de donde habían salido aquellas horribles imágenes. Sólo sabía que aún podía oír la voz de aquel hombre.- Tengo miedo…-
Se largó a llorar desconsolado en brazos de su Hyung, sin poder entender nada. Era la primera vez que veía aquellas imágenes, era la primera vez que sentía tanto espanto y tanto asco. Era la primera vez que veía a ese hombre, pero sentía que lo conocía, y desde hace mucho. Y eso lo aterraba aún más. Estaba confundido, y se sentía culpable. Todo estaba yendo perfectamente bien, hasta que de pronto esos recuerdos lo atacaron.
- Hyung…Lo siento mucho- Se disculpó, hundiendo su cabeza en el cálido pecho del mayor, que estaba tan confundido como él.
- Shhh, tranquilo…
- No…No me dejes por favor…
- Jamás… Aquí estoy para ti Changmin…
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por dioss!!!
ResponderEliminarquien es ese desgraciado!!!
pobrecito min!!!
como le pudieron hacer eso!!!
continualo!!!
aaah!!
ResponderEliminarque maaas
viejo hijo de.. grrrr
minnie no te preocupes que ahi esta jae!!
aw min tiene su pekeño trauma
ResponderEliminarkieroagarrar a patadas al muy desgraciado
no te preocuopes minnie jae te ama
y esperará pacientemente
en cuanta a ti Jae corrompidor de menores
aguanta tu coche un toque
esta wenazo el fic contiiiiiiiii
rapido XFA!!!
O.O ... pobre Min ... ya me hago unaa idea de quién es el viejo degenerado :S
ResponderEliminargracias por el fic !!
cada vez se pone mejor!! ^^
-Sol-
O.o no sale de una mi bebo primero se le muere la familia y ahora esto, pk nos haces sufrir tantoooooooooooooooooooooo ówó omg minnie T
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