Yoochun le había dicho que no se preocupara y que lo esperara en casa, pero un rayo lo partiría antes de dejar a ese par solos. No es que desconfiara de Siwon, si no que conocía bien a Yoochun y sabía que siempre fue un hombre que prefiere la acción a las palabras, así que sólo vigilaba sus intereses.
<<."Espérame en casa"... sí, como no. ¿Y tú nieve de qué sabor? Te conozco demasiado bien Yoochunnie como para fiarme de tus palabras. Pero ni creas que te vas a escapar de mis ojos vigilantes. Definitivamente debí haber sido espía en mi otra vida. Hasta la KGB me envidiaría ahora.>>
Pensaba Jaejoong, mientras discretamente se colocaba de espaldas detrás de un poste de luz. Lentamente giró su cabeza para poder vigilar los movimientos de Yoochun, encontrándose con que éste estaba por girar en una esquina. Rápidamente dejó su escondite y caminó de puntillas hacia adelante, poniéndose ahora detrás de una pequeña niña que pasaba en ese momento por ahí.
-¿Y ahora a dónde diablos vas, Park Yoochun?- susurró.
La pobre niñita estaba terriblemente asustada y miraba a Jaejoong como si fuera una especie de mutante, sin atreverse a mover un solo dedo. Por fin, Jae soltó a la pequeña, quien corrió despavorida hasta donde su madre la esperaba en el parque. Jaejoong ni siquiera le prestó atención, estaba más concentrado ocultándose ahora tras una maceta afuera de una tienda. Cuando levantó la vista fuera de las hojas de la planta, Jae descubrió que Yoochun y Siwon no habían virado en la esquina, si no que habían cruzado la calle. Parecían dirigirse a la cafetería a la que Jae y Chun iban de vez en cuando.
-¡¿Encima de todo lo llevas a nuestro lugar favorito?! ¿Vas a profanar nuestro santuario con su impura presencia? Esta sí que me la pagas, Park- gritaba Jaejoong, indignado.
Salió corriendo hacia donde los otros chicos se dirigían, sin fijarse en nada más que en ellos. En su mente ya maquinaba la manera más efectiva de aniquilar a cierto novio con complejo de roedor y a cierto atleta con aires de potro salvaje. Jamás había estado tan enojado con Yoochun desde que se conocieron, y lo sentía mucho por él, porque no sabía de lo que podía ser capaz un Kim Jaejoong enojado. En este momento la furia lo había cegado completamente. No veía nada que no fuera Yoochun. No escuchaba nada que no fueran sus pensamientos.
Estaba tan perdido en sus ideas, que no notó cómo la luz del semáforo cambió a rojo. Jaejoong corrió aún más rápido para no perderlos de vista, cuando de pronto escuchó cómo alguien gritaba su nombre, después el sonido de un coche frenando de golpe. Todo hizo click rápidamente en su cabeza, y sólo pudo parar en seco y cerrar los ojos. Respiró profundamente una última vez, antes de sentir cómo su cuerpo era empujado fuertemente, para después golpear con el suelo.
Después de eso, todo se volvió negro y ya no supo más.
~*~~*~ ~*~~*~ ~*~~*~ ~*~~*~
Un terrible dolor le martillaba la cabeza. No quería ni abrir los ojos, ya que el sólo intentarlo le incrementaba el dolor. Tampoco quería moverse, porque pasaba lo mismo. Lo único que quería era volver a dormir y no despertar en un buen rato... Tal vez nunca. Pero para su desgracia, se encontraba bastante despierto ahora.
No tenía muy claro qué era lo que había pasado. Lo último que lograba recordar era su nombre, los frenos y el suelo. Después de eso, nada. Pero era bastante claro que no estaba en el suelo. Suaves sábanas de lo que parecía seda se encontraban alrededor de su cuerpo. Su cabeza descansaba sobre unas almohadas, bastante cómodas al igual que la gran cama donde estaba recostado.
<<. ¿Dónde estoy? .>>
Lentamente fue abriendo los ojos, para encontrarse con una habitación perfectamente amueblada y decorada con gusto extraordinario. Impecable. Aunque la cama era enorme, no ocupaba ni la tercera parte del espacio de esa habitación, lo que dejaba en claro el tamaño de ésta. Con su vista recorrió todo el lugar encontrándolo de su agrado. Una gran ventana, que parecía dar a un balcón, dejaba entrar los rayos de sol. Estaba abierta, por lo que las largas cortinas blancas ondeaban con la brisa de la tarde. En el lugar más iluminado había un escritorio con una modernísima notebook sobre él, una lámpara y muchos libros. Había también un librero bastante lleno. No veía ningún clóset, por lo que intuía que podía ser una de las dos puertas que había en la habitación, aparte de la de entrada. La otra probablemente era un baño.
Jaejoong no reconocía para nada ese lugar, no era un lugar que hubiera visitado antes en todo caso. Se notaba que la persona que vivía aquí era de una posición privilegiada. No sólo por el impecable buen gusto de la decoración, si no porque todo lo que amueblaba ese lugar era de primerísima calidad. Había cosas que ni él mismo podía permitirse.
Comenzaba a preguntarse dónde se encontraba y quién lo había traído aquí, cuando la puerta de entrada se abrió lentamente, y por ella entró la persona que menos esperaba ver.
-¡Estás despierto! ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?
-¿Qué estás haciendo tú aquí?- preguntó totalmente asombrado.
-Esta es mi casa- respondió el otro joven.
-¡¿Qué?!
-Que yo vivo aquí.
-¡Escuché perfectamente bien!- <<.sólo no puedo creerlo.>>-. Entonces, ¿tú sabes lo que pasó?
-¿Lo que pasó?
-Sí, lo que pasó con el coche.
-Ah, eso...
-¿Por qué no estoy en un hospital?
-Porque no era necesario llevarte a uno. Sólo te desmayaste de la impresión, no tienes ninguna herida.
Jaejoong comprobó que eso era cierto porque, aparte del dolor de cabeza, no le dolía nada más.
-Pero... ¿Cómo? ¿Por qué? Yo escuché el ruido de los frenos y sentí como algo golpeaba mi cuerpo.
-Sí, pero no fue el coche. Fui yo.
-¡¿Qué?!
-Que f...
-¡Escuché perfectamente bien!
-Perdón...
-A ver, explícame lo que pasó, ¿de acuerdo?
-Pues... Yo estaba cerca de ahí cuando te vi correr hacia la calle con el semáforo en rojo. Parecías muy enojado por alguna razón y...
-¡Aaahh!- gritó.
Por un momento había olvidado la razón por la que todo comenzó: Yoochun y Siwon en su cafetería favorita. <<.¡Maldito ratón narcoléptico!.>>
-¿Pasa algo?
-¿Eh? No, nada. Continúa...
-Te decía, parecías muy enojado y no te diste cuente de la luz. Cuando vi el coche ir hacia ti te grité que te movieras, pero no me escuchaste, así que corrí lo más rápido que pude y logré empujarte hacia un lado, pero creo que te golpeaste la cabeza y te desmayaste...
Jaejoong se quedó un momento en silencio, mientras intentaba procesar toda la información que había recibido. Desde lo de su accidente hasta lo que había descubierto del estilo de vida del menor. Eso particularmente era lo que lo tenía confundido e intrigado.
Él creía que el chico era sólo un "nerd pobre" que había ganado su estadía en la universidad por medio de una beca. No había manera alguna de que alguien de clase baja pudiera pagar la matrícula... Aunque ahora que lo pensaba, el menor le dijo que ese lugar era su casa. No hay manera alguna de que alguien de clase baja pudiera vivir así ¿no? Algo no le cuadraba
-Hay algo que no entiendo- dijo luego de un rato-. ¿Cómo es que vives en un lugar como éste? Es decir, no pareces la clase de persona que...
-Entiendo- interrumpió el menor-. Pero no fue mi elección vivir aquí. Fue la única condición que mi padre me puso para poder vivir fuera de casa- rió, un poco avergonzado.
-¿Tu padre?
-Sí. Es un poco anticuado de ideas y no quería que me independizara, pero yo lo quería hacer. Al fin accedió, pero con la condición de vivir aquí y que lo dejara hacerse cargo de los gastos. Dijo que yo sólo debía concentrarme en estudiar.
Jaejoong abrió la boca asombrado. Cuando él les dijo a sus padres su decisión de vivir fuera de casa casi tuvo que rogarles para que le dieran algo de dinero al mes. Al final ellos sólo accedieron a pagarle la matrícula y le dijeron que él se haría cargo de lo demás. Seguramente creyeron que con eso volvería rápidamente a casa, pero él tenía otros planes.
-Y... ¿Quién es tu padre? Porque este lugar no es cualquier cosa, Shim.
-Pues...-dudó un poco el menor- Te lo digo si prometes no decírselo a nadie, ¿de acuerdo?
-De acuerdo- dijo sin realmente interesarle cumplirlo. Se estaba comenzando a impacientar.
-Mi padre es Shim Joon Sung-dijo un poco apenado.
Jaejoong no podría estar más sorprendido si, en este preciso momento, un meteorito cayera justo frente a sus ojos.
Shim Joon Sung. El hombre que era prácticamente dueño de la mitad de Asia. El único hombre al que sus padres nombraban con admiración y respeto. ¿O sea que este niñito era el hijo del hombre más poderoso de todo el continente?
<<.No puede ser... Tiene que ser una broma... Esto no puede ser posible.>>
Pensaba Jaejoong una y otra vez, intentando auto convencerse. Pero no era una broma, era real. Era la cruel realidad. Ese "adefesio" era mil veces más rico e influyente que los padres de Jae. Y aún así, iba a la escuela con ropa cualquiera, en un coche más viejo que él y jamás, JAMÁS, usaba el nombre de su padre para defenderse de las personas que lo molestaban en la escuela. ¡Increíble! Simplemente increíble.
La indignación y el coraje de Jaejoong crecían más a cada momento. ¿Cómo era posible que este cerebrito sin chiste tenga todo lo que a él se le negaba? ¿Por qué se daba, sobre todas las cosas, el lujo de despreciarlo y ocultarlo? Como si no fuera nada importante, como si realmente no importara... Y poco a poco el corazón de Jaejoong se llenaba de sentimientos que jamás había experimentado. Odio y Rencor.
Odiaba a Shim Changmin.
Lo odiaba por despreciar lo que él quería. Lo odiaba por tener todo lo que él no tenía. Lo odiaba por parecer el modelo perfecto de hombre (inteligente, rico, amable, humilde, trabajador, atractivo). Lo odiaba porque... Simplemente lo odiaba por existir. Y una idea estaba cruzando su mente. Una idea que le daría una lección a ese niñito estúpido y que a él le dejaría muy buenos resultados. La mejor idea que se le haya cruzado por la mente alguna vez. Necesitaba hablar con Yoochun.
-Debo irme ya- dijo al fin.
-Será mejor que descanses un poco más antes de irte. Aún no estás del todo bien.
-No es necesario- decía poniéndose de pie poco a poco-, estoy perfectamente bi...
Pero no pudo continuar porque de repente toda la habitación comenzó a darle vueltas, se dejó caer de nuevo en la cama llevándose una mano a la frente.
-Te lo dije. Mejor descansa un rato más. Mientras iré a prepararte algo de comer- dijo mientras se ponía de pie y caminaba hacia la puerta.
-No tengo hambre- dijo cortante-. No es necesario que te molestes, Shim.
-Como gustes- dijo mientras cerraba la puerta con una sonrisa en su rostro.
~*~~*~ ~*~~*~ ~*~~*~ ~*~~*~
Una vez de regreso en su casa, Jaejoong no dejaba de darle vueltas a su plan. Pero primero necesitaba urgentemente hablar con Yoochun, pero de éste ni sus luces. Cuando llegó al departamento pensó que Yoochun estaría muy molesto con él, pero ni siquiera estaba en casa.
<<.Maldito novio de pacotilla. Mientras yo casi muero arrollado, éste se va y se divierte con otro haciendo Dios sabe qué... Bueno, al menos será la última vez.>>
Mientras Jaejoong pensaba esto, la puerta del departamento se abrió, dando paso a un Yoochun literalmente bañado de café y con una cara de muy pocos amigos. Jae no pudo evitar estallar en carcajadas al verlo, cosa que a Yoochun no le causó mucha gracia que digamos.
-¡Quieres callarte de una vez!- gritó Yoochun-. No estoy de humor para tus cosas.
-Jajajaja... Perdón, es que... Jajajajaja...
-Jaejoong, me estás colmando la paciencia...
-Ya, de acuerdo, me callo- Jae tomó una enorme bocanada de aire y continuó-. Dime, ¿cómo te fue con Siwon?
-Pues... Todo iba muy bien. Nos pasamos toda la tarde hablando y riendo. La estábamos pasando muy bien, y yo pensé que todo iba de acuerdo al plan, que el tipo había caído de lo más fácil. Entonces cuando nos despedíamos, yo le confesé mis "sentimientos" y él no dijo nada; yo lo tomé como que sólo estaba sorprendido e hice lo obvio.
-¡Lo besaste!- preguntó Jaejoong abriendo cómicamente los ojos.
-No... Lo intenté, pero...
-Te tiró el café jajajajaja...
-¡Cállate!- gritó Chun-. Aaah... Sí, me tiró el café. Y no sólo eso, me dijo que le daba asco y que no quería que le volviera a dirigir la palabra- dijo lastimosamente, provocando un nuevo estallido de carcajadas de Jaejoong-. ¡Que te calles! Además no sé por qué estás tan contento, se acaba de arruinar nuestro maravilloso plan...
-No, no es verdad- dijo Jae por fin dejando de reír y poniendo cara seria.
-¿Qué quieres decir? Ya no hay más opciones...
-Si hay una... Shim Changmin.
-¡¿QUÉ?!- ahora era Yoochun quien abría los ojos, mirando fijamente a Jaejoong.
-¿Adivina lo que descubrí de nuestro pequeño nerd?- preguntó, y al no tener respuesta continuó-. Que es hijo de Shim Joon Sung...
-¡¿Qué QUÉ?!
-Así es... Nuestros planes acaban de dar un giro inesperado- dijo Jae con una sonrisa maliciosa que le causó un escalofrío a Yoochun; jamás lo había visto así-. Ya basta de bromas. Llegó la hora de ponernos serios.
hola
ResponderEliminarwaauuuuuuu supuse que chagmin una persona rica pero no me imagine que fuera de una familia multimillonaria me imagino la cara de asombro de jae le dieron el mismisimo orgullo ese si fue un golpe muy bajo
pero ahora que tramaran el jaechun
pero la verdad fue muy gracioso la forma en que el super agente jae siguio a chunnie, tambien la forma en que termino la cita del raton conquistador
continuacion.... por fis
saludos
roedor narcoleptico xDD
ResponderEliminaraaaa ke buen capi >o<
aaaaa todo dio vuelta!! yo sabia ke changmin era pudiente :B
oh si!
pero le va ir mal al pobrecito TT.TT
el ke esta enamorado de jaejoong TT-TT
que bien!!!!
ResponderEliminarcontinualoo!!!
pobre changmin no sabe lo que le espera!!!
me imagino a yoochun con el cafe!!!
jajajaja
waaaaa que bn ya sabia que mi min era una cosa bellamente rica xD waa en todo aspecto woohoo,toma jae ó.ó ahora oajala min no le haga caso por malo wuhahaha
ResponderEliminarjajaja
ResponderEliminarque gracia lo del cafe de yoochun
jajaja