Sleeping with the light on cap 1

No podía creer como todo había acabado tan mal.
Dios. Sólo había querido darle una sorpresa.
Sólo... Sólo había deseado verle sonreír de verdad después de todos esos días llenos de tensión por culpa del trabajo.
Y debía admitir que... Se había equivocado.
Pero Yoochun jamás debería haberle tratado así; tan... fríamente.
Y ahora estaba allí, sin atreverse a apagar la luz de su cuarto porque la oscuridad sin su Chunnie daba demasiado miedo.

Y era la segunda cerveza que se tragaba sentado en ese sofá cambiando los canales de la televisión sin ver nada en realidad, intentando no pensar que hacía Junsu jugando con un poco de merengue en la cocina con Hyukjae, ni en los gritos que había dado, ni en su rostro enfadado y triste cuando se encerrase en esa habitación luego de despedir al súper junior con un beso en la mejilla

Por qué mierda tenía que besarlo eh?!
Para sacarle un poco más a flote el humor que traía?!

Y la lata se doblaba ante la fuerza de sus manos y ese suspiro, al ver la hora que era, fue todo lo que se oyó en el departamento en ese momento

Se levantó de la cama aguantando ese sollozo que apretaba en su pecho y cogiendo aquel peluche en forma de delfín que Yoochun le había comprado, sonriendo al recordar como ya no les quedaba dinero en metálico y habían tenido que sacrificar su cena para poder pagarlo porque en ese pueblo perdido no aceptaban tarjetas de crédito.


Y de repente tenía ganas de llorar. Y es que... No entendía porque Yoochun se había puesto de ese modo.
Y le dolía; le dolía cada palabra que le había gritado; le dolía la mirada dolida que le había dedicado; pero sobretodo se había clavado en su pecho aquel suspiro cansado que había dejado escapar antes de sentarse en el sofá ignorándole.
Y aquel suspiro... Aquel suspiro le asustaba.

Se puso de pie con pasos pesados, dejando la lata doblada en la mesa junto a la anterior aguantando las ganas de pisarla y hacerla añicos...por que simplemente lo único que había querido había sido golpear a Hyukjae y sacarlo a patadas de aquel lugar, alejarlo de Junsu y hacerle de una vez entender, que el chico tenía otras intenciones con él, que demonios! nadie era tan ciego como para no percatarse

Caminó hasta la cocina y apretó los labios antes de apagar la luz pensando que al día siguiente, él mismo arreglaría ese desastre, era tarde y tenía que dormir...

Aunque fuese junto a ese Junsu al que no quería verle la cara ahora

Y se estiró apresuradamente, apretando los ojos con fuerza al escuchar esos pasos acercase a su habitación.
Su corazón latía deprisa sin que pudiera hacer nada por evitarlo y de repente se sintió estúpido de ser el único que seguía quedándose sin respiración cuando le esperaba; aunque acabaran de pelear.

Apretó los dientes al percibir como a sus espaldas la puerta se abría y su pecho se oprimió al darse cuenta de que Yoochun no le decía nada.
Como si no existiera.
Se abrazó las rodillas con más fuerza; al sentir como se acercaba al interruptor.

-No... No apagues la luz- Casi suplicó.
- pensé que dormías...-murmuró sentándose al otro lado de la cama comenzando a quitarse la camiseta

-No... No puedo dormir con la luz encendida- Susurró sintiendo como la voz casi se le quebraba ante toda esa indiferencia y dándose cuenta de lo tonto que parecían sus palabras.
No quería apagar la luz; pero no podía dormir con ella.

-creí que no querías apagarla...-y le dolía a él mismo hablarle así, por que lo sentía...su voz débil, su miedo...se puso de pie caminando hasta el closet sacando su pijama observando con detenimiento esas frazadas....tal vez sería buena idea coger una e instalarse en la sala

Y sintió como su mundo se venía a bajo al ver como el pelinegro miraba con detenimiento todas esas sábanas porque le conocía y sabía lo que venía a continuación.
Una noche fría y llena de pesadillas a solas.
-Yoochun por favor...- Murmuró tan bajo que no pudo estar seguro de si el otro lo había escuchado.

Pero debía reconocer que no tenía la fuerza, no para dejarle solo esa noche cuando ha sido él quien le grite de esa forma, no cuando esa voz que adora le ha sonado casi a sollozo y ha dolido otro poco.

Cogió unos calcetines y volvió con pasos lentos a la cama...aún de su lado, aún dándole la espalda, aún sopesando que podía ser peor...pasar una noche a solas o dormir con él como si no estuviese en la cama...

Y sentía que las mantas ya no le daban esa calidez que necesitaba.
Ya no le cobijaban. Ni siquiera le protegían ni un poco.
No desde que Yoochun se había colado entre ellas casi medio año atrás.

Y se arrodilló todavía asustado, acercándose a ese chico que seguía dándole la espalda, fingiendo que no existía y aguantándose las ganas de llorar para recostar su frente contra la nuca del pelinegro; convencido de que le apartaría.
-Lo siento...- Gimoteó sin saber muy bien porque se disculpaba. Quizás por haber provocado ese dolor en los ojos de su novio.

Quizás por aquel suspiro que todavía le dolía.

Dejó escapar un suspiro cansado al sentir su frente contra su nuca en ese gesto que denotaba tanta necesidad...necesidad y culpa...no había querido hacerle sentir eso, no había querido jamás hacerle pasar tanto miedo

-no tienes nada que sentir...-murmuró colocándose uno de los calcetines sintiéndolo temblar, sabiendo que se aguantaba los sollozos- ya ve a dormir...

Y aquello dolió más que los gritos o los insultos.
Porque el rechazo siempre era más hiriente y letal. Se tumbó a su lado dándole la espalda y mordiéndose el labio inferior con fuerza para evitar sollozar mientras pequeñas lágrimas ya morían con rapidez sobre la almohada.

Y deseaba que nada de aquello hubiese pasado. Deseó no haber invitado nunca a Hyukjae para ese torneo de videojuegos ni haber creído que un poco de distracción les iría bien a todos.
Sintió la mano de Yoochun acercarse al interruptor y esta vez su voz se quebró aunque las palabras salieran seguras de sus labios.

-No la apagues, si te molesta ve a la sala- Y no quería que se fuera. Dios. Ni siquiera sabía porque lo había dicho pero es que sabía que no podría. No podría soportar estar rodeado toda la noche de oscuridad... De frío.

Le sonó a ultimátum, esa voz quebrada y herida, pero también él estaba herido y había querido llorar con aquello, estaba enfadado esa era la verdad, no era tan simple como marcharse a la sala o hacerle llorar, ni siquiera era tan fácil como gritar esas cosas que no sentía.

Pero ahora era diferente, era diferente por que no iba a aceptar que le condicionara de ninguna forma ni que quisiese hacerle ver como un insensible que no busca nada más que herirlo más y más sin compasión por su pobre corazón

Y apagó la luz cerrando la puerta con fuerza acercándose a la cama con esos pasos pesados que en nada ayudaban colándose bajo las tapas y dándole la espalda también

Y no podía creerlo. No podía creer que simplemente hubiese apagado la luz. Tan... fácil.
Y esta vez ya no era sólo el dolor. Era la rabia.
¡Porque demonios! No había hecho nada malo y Yoochun no tenía derecho a descargar todo su estrés en él. No del modo en que lo estaba haciendo por lo menos.

Resopló aguantándose las ganas de gritarle que era un idiota insensible y prender la luz de nuevo poniéndose de pie y abriendo sólo la lamparita de su mesilla de noche; rebuscando en su armario todas esas mantas que Yoochun había estado observando minutos antes.
Y no quería. No quería hacerlo porque sabía que dormir en la sala sería igual de horrible que en su cuarto.
Que lo único importante era que él no le abrazaría ni le susurraría ese "buenas noches" bajo que adoraba. Pero estaba... Enfadado. Furioso. Y sólo pudo agarrar unas cuantas saliendo de la habitación a zancadas y dando un golpe de puerta tras de sí con rabia sin dignarse a decir nada más.

Por qué demonios tenía que ser de ese modo eh?!
No había sido él quien cometiera un error primero!
Y ahora se largaba así como así?!
Así como si le fuese tan fácil dejarle!!

Se puso de pie con rapidez encendiendo la luz notablemente enfadado siguiéndole con pasos apresurados hasta la sala sin querer volver a gritarle, sabiendo de antemano que lo haría y que todo acabaría aún peor

-vuelve en este mismo instante a la cama Junsu!!!

Y no podía creerlo. Simplemente no podía ser que hubiese escuchado bien las palabras de Yoochun. Se giró aguantándose las ganas de coger también las llaves del coche y largarse del apartamento; sabiendo que aquello sólo empeoraría todo un poco más.
-Tú no me das ordenes- Murmuró comenzando a acomodar todas esas mantas con más nervios de los que quería admitir.
- ah no?! Crees que es llegar y largarte donde se te de la gana?! Vuelve ahora mismo a la cama Junsu ah!! O te llevaré a rastras hasta ella lo juro!!

Y esta vez sólo pudo abrir la boca incapaz de decir nada.
-¡¿Y tú?! ¿¡Crees que eres el único que puede hacer lo que le de la gana?! ¡Tócame y me largo Yoochun!- Amenazó sintiendo como su corazón se comprimía algo más. Sólo un poco más.
-te largas...te largas eh?...te largas con Hyukjae?-y esa sonrisa que debía poner a la fuerza en su rostro para no mostrarle como dolía, como daba miedo.

Y de repente... Su mundo dejó de girar y el suelo de estar bajo sus pies.
Su enfado se esfumó y ya sólo volvía a quedar el dolor.
-Así que eso es lo que piensas- Afirmó sentándose en ese sofá y enterrando la cabeza entre las piernas.

Porque nunca, nunca le había dado motivos para sospechar de él; nunca se había acercado a nadie; nunca había sonreído un poco más de la cuenta ni había vuelto a quedarse a dormir en casa de gente que Yoochun no conociese.
Porque había sido cuidadoso y se había preocupado en no herir los sentimientos de Yoochun.
Y aquel... Aquel era el resultado.

-Vete a la cama- Susurró derrotado al fin. Y es que ya no quería. Ya ni siquiera deseaba hablar de aquello.

-que te pongas de pie ahora mismo o no respondo Junsu!!-y sus ojos se cristalizaban porque sus propios celos dolían, por que una cosa era estar enfadados…otra que Junsu estuviese hablando de largarse...otra que no quisiese volver con él a la cama...otra que él tuviese miedo- prometo encender la luz...-murmuró bajo asegurándose de que su voz no se quebraba

Y aquello dolió algo más.
Dolía ver como Yoochun lo intentaba; como sufría.
Como... Como podía volver a ser ese Chunnie que adoraba en un sólo segundo.
Y ya no sabía si había un culpable o sólo demasiado miedo; demasiada inseguridad.

Resopló sin querer mirarle a los ojos, sabiendo que volvería a romper en sollozos si lo hacía y poniéndose en pie lentamente reteniendo a penas ese suspiro de agotamiento.
Pero por lo menos... Por lo menos no tendría que dormir solo.
Y casi; sólo casi tuvo ganas de sonreír un poquito.

Le cogió en sus brazos casi asustándolo, apretándolo con fuerza contra su pecho, sintiendo como no le respondía, pero que más daba...no se largaba con nadie, no se largaba más que con él, acarició su cabello con miedo, con culpa, como si de pronto alguien hubiese querido alejarlo de él, como si fuese a perderle si volteaba o Junsu pudiese decidir que no quería pasar un segundo más a su lado...


Y de repente ya sólo era Yoochun.
El olor de Yoochun. Las caricias de Yoochun. El abrazo de Yoochun.
Esas pequeñas lágrimas que sabía que morían en su pelo.
Le acarició los brazos besando su pecho por encima de la camiseta y sonriendo al sentir como ni siquiera le dejaba apartarse ni un poco.

-Ya... Vamos a dormir- Sonrió un poco, tomándole de la mano y sintiendo como esa opresión en su pecho pasaba a su estómago en forma de mariposas.

Pero no quería soltarle, ni una cama, ni dormir, ni luz, sólo quería tenerle así un poco más, y soltar otro poco ese miedo que le tenía el corazón comprimido desde que comenzase su relación...siempre temiéndole a esa relación con Hyukjae...siempre temiendo perderle sin poder evitarlo, sin poder luchar contra aquella amistad de años, sin tener una oportunidad...

-lo siento...-murmuró contra su pelo sabiendo que Junsu intentaba confortarle un poco

Y no pudo más que sonreír algo más al escuchar esas palabras. Porque lo sabía; sabía que Yoochun también sufría y aquello le dolía; pero necesitaba saber que no era su culpa, que no estaba haciendo nada mal.
Que era el mayor quien debía aprender que le quería y que su relación con Hyukjae no era más que de amistad.
Aunque supiera que debía poner algo más de su parte para hacerle sentir así.

-No yo... Siento haberle invitado; sólo quería que tuviésemos una noche divertida... Todos- añadió dejando un suave beso sobre su mano que ahora presionaba sobre nuca, apretándole algo más contra su pecho.

-sólo tengo miedo...-susurró con la voz débil intentando pasar inadvertido el hecho de que lloraba- sólo no quiero que te largues con nadie...si te pierdo yo...

Sólo pudo abrazarle un poco más contra él hundiendo el rostro en su pelo besando suavemente su cuello tras su oreja, ese beso salado y húmedo que le regaló un poco de seguridad, sintiendo como un escalofrío recorría la espalda de Junsu al haber perdido el calor de las sábanas, esas a las que sólo quería regresar aferrado a él

-Lo siento...- Porque sabía que esto sí era su culpa. Que no había flirteado con nadie pero que quizás y sólo tal vez... Habría podido darle algo más de seguridad.
Enterró la cabeza en ese hueco de su cuello dejando un suave beso también antes de levantarla y recostar su frente contra la de Yoochun.

-Siento que tengas miedo yo no... Nunca he querido hacerte sentir así- Susurró cerrando un segundo los ojos para encontrarse con esa mirada oscura y profunda al abrirlos de nuevo -Siempre has sido sólo tu... De verdad- Aseguró mordiéndose el labio inferior todavía algo asustado.

Y tuvo miedo de besar sus labios por más que lo necesitase en ese momento limitándose a sonreír un poco y sorberse los mocos en ese gesto infantil al saber que Junsu había acabado por ver sus mejillas húmedas abrazándole un poco más sin despegar sus frentes bajando la mirada

-no tienes nada que sentir...soy yo el bobo...y celoso...

-Está bien...- Susurró secándole las lágrimas y secándose las suyas después con la manga de la camiseta -¿Te quiero así no?- Sonrió un poquito más, volviendo a abrazarle y dejando recostar la frente contra su hombro -Dios Yoochun... me morí de miedo cuando suspiraste; pensé... Pensé que te habías cansado de mí- Admitió asustado.

-como iba a cansarme de ti...-murmuró apoyado un poco la mejilla en su pelo meciéndolo suavemente entre sus brazos- yo me moría...cuando jugabas con Eun...cuando te largaste de la habitación....cuando dijiste que te largabas-y ese sollozo atravesado en su garganta que fue imposible de ocultar

- Prometo… no irme nunca más- Murmuró apoyando sus labios contra el hombro de Yoochun al sentir como les comenzaba a mecer con suavidad -Sólo es que me... Me asusté cuando dijiste eso de arrastrarme- Cerró los ojos durante un instante recordando las crudas palabras. Ese tono frío.

-lo siento-volvió a sollozar esta vez sin poder evitarlo- te juro que te amarraba Junsu, te amarraba al sofá para no dejarte ir...

Sintió ese escalofrío recorrer su columna antes de volver a secarle las lágrimas en silencio; sintiendo de repente que todo dolía un poco menos.
Aunque el miedo siguiese allí. Aunque la inseguridad siguiese patente.
-Podemos con esto- Murmuró en su oído; acariciándole un poco el pelo -No te preocupes Chun... Todo irá bien-
Aseguró sintiendo de repente la necesidad extraña de protegerle aunque él mismo no las tuviera todas.
-Junsu ah....-murmuró suave a su oído
-¿Tienes sueño?- Murmuró abrazándose algo más a su cuello y dándose cuenta de que, de repente irse a la cama ya no le parecía algo horrible.
-te amo Junsu ah....-volvió a murmurar con los ojos cerrados

Y de repente todo parecía estar bien. Ya no importaba la pelea ni los celos ni la inseguridad ni el miedo.
Y era asombroso como dos simples palabras de Yoochun podían cambiar tanto todo su mundo.

-Yo también te amo...- Susurró respirando sobre su mejilla

Y aún era incapaz de pedir un beso, aunque muriese por su roce, por la calidez y seguridad que le transmitían sus labios, por esa sensación de que era sólo suyo y que no debería tener miedo

-sabes que cuando quieras largarte...no te obligaré a permanecer aquí verdad?...-medio arrastró las palabras por su mejilla, queriendo hacerle saber que era incapaz de ir contra lo que él desease...que nunca habría sido capaz de forzarle a ir a la cama o algo parecido, pero que dolería demasiado perderle- siento haberte gritado antes....

-Nunca querré irme...- Aseguró sintiéndose de repente aliviado de escuchar aquello porque realmente durante unos minutos... tuvo miedo.
Le abrazó algo más fuerte sonriendo contra su piel cálida y algo húmeda por las lágrimas.
-También yo te grité... ¿me perdonas?- Susurró venciendo esos pocos milímetros que les separaban y juntando sus labios en un roce que casi ni siquiera era un beso.
Apretando sólo un poco sus labios contra los de Yoochun todavía un poco asustado para aprisionar su labio inferior durante un segundo antes de volver a mirarle a los ojos algo sonrojado.

Y sentía que las mejillas no podían arderle más y que estaba pareciendo un bebé al que besan por primera vez, un bebé asustado, que sonrió un poco más dejando correr unas lágrimas por su piel, sintiendo en su vientre ese calorcito que se instalaba ahí fruto de aquella frase llena de seguridad

-si me perdonas tú a mi....


-Bobo...- Rió un poco por fin -¿Como no iba a perdonarte?... Me ha gustado que vinieras a buscarme- Confesó apartándose un poco a regañadientes y tomando su mano para volver a entrar en esa habitación que todavía tenía las dos lamparitas de las mesillas de noche encendidas.

-en serio...? hubiese preferido que te quedases en la cama...-murmuró siguiéndole encendiendo la luz jalándole hacia su cuerpo un poco para volver a presionar sus labios contra los suyos en ese roce algo más desesperado de contacto pero que no se atrevía a ser diferente al anterior

Y gimió bajito entre esos labios que acariciaban los suyos con suavidad; casi con algo de miedo cerrando los ojos por inercia y sintiéndose algo culpable por haberse ido así.
-Lo sé... Sólo... Me enfadé; lo de la luz fue como si me hubieses golpeado- Admitió sintiéndose absurdo de repente al romper ese beso con suavidad.

-golpearte...?- sorprendido abrazándole un poco más delineando con los suyos suavemente sus labios- tú eres más bobo que yo...

Caminando hasta la cama jalándolo aún de la mano, tironeándolo y empujándole para que se recostara un poco más allá pero junto a él

Sintió como las sábanas volvían a cubrir su cuerpo; como el colchón se adaptaba a él; como aquella calidez parecía volver poco a poco... Como Yoochun le abrazaba con cuidado.
Y no pudo evitar sonreír algo más.
-Quizás sea más bobo que tu...- Admitió dejando un suave beso al lado de su nariz -¿Apagas la luz?-
-prometí que se quedaría encendida...-susurró apoyando la cabeza en la almohada un poco besando su frente con suavidad

-Ya no importa Chun... Me daba miedo apagarla cuando no estabas conmigo... Ahora está bien- Susurró sintiéndose de repente como un niño pequeño. Un niño pequeño algo estúpido.
-lo siento...-susurró besando otra vez su frente antes de ponerse de pie para apagar la luz volviendo rápidamente a la cama

Suspiró de bienestar al sentir como el colchón volvía a hundirse bajo el peso de Yoochun y esos brazos cálidos le rodeaban de nuevo.
-Se está bien así...- Rió flojito dejando un beso sobre ese trozo de piel que no sabía que era

-deberíamos comprar una cama más pequeña...-murmuró sonriendo otra vez, buscando despacio sus labios, pidiendo silenciosamente otro de sus besos

-Quizás sí...- Rió algo al sentir como era besado de nuevo; con cuidado, lentamente como si realmente tratara de curar sus heridas. Reparar el daño hecho.

-te amo Junsu...-y tras aquel murmullo retomó con dulzura sus besos, sintiendo de pronto como ya nada importaba

Ni que hubiesen discutido
Ni que Junsu jugase con alguien más
Ni que la luz estuviese apagada
O que el trabajo les estuviese cansando un poco más

Por que sólo eran sus besos lo que necesitaba para respirar

-Yoochun ah....- Gimió algo más alto al sentir por fin esa lengua colarse en su boca y aquella mano acariciar su espalda por debajo del pijama. Y cerró los ojos en un acto estúpido puesto que la oscuridad no le dejaba ver nada -¿Vamos a hacerlo?- Murmuró incoherentemente sabiendo que esos besos ya le estaban robando la poca serenidad que podía conservar.

-no lo sé...-rió un poco deteniendo sus besos apretándose contra él un poco más sin quitar sus manos de su espalda mirándolo a los ojos con esa sonrisa algo traviesa y agradable que no podía pedir nada más que otro poco de seguridad, de amor y ternura que compartir- quieres hacerlo...?-acarició su pelo con ternura

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