EL PRECIO DE LA TRAICIÓN
***
Kiev, Ucrania
Catedral de San Andrés
Génesis sintió que su corazón aceleró cuando su mano tomó el picaporte de la puerta de esa antecámara subterránea, pero no había tiempo para dudas ni titubeos; Maximus no debía representarle más que su fuente de respuestas para cuestionamientos que han surgido a lo largo de décadas desde la repentina desaparición de Constantine y Jintao… pero aún Ella, híbrida poderosa, origen del nacimiento en la Tierra de vampiros y licántropos; madre de los primeros de cada raza, le tenía sumo respeto al vampiro… a su segundo hijo…
El crujir de la vieja madera gruesa resonó en toda la cámara cuando la puerta fue abierta por Génesis, el olor a humedad y cera gastada impregnado en el aire al interior, la tenue luz de las velas en el candelabro sobre una mesa rectangular iluminaba aquel lugar, que salvo por ese mueble y la cantidad de libros ordenados en las estanterías pegadas a los cuatro muros de la sala, no había más nada ahí dentro… un solo hombre sentado a la mesa, su vista recorriendo las líneas de un antiguo libro de hojas de papiro, un escrito en lengua itálica que narra la historia de la gran batalla del vampiro número uno, Constantine; y el primer gran lycan, Jintao… una historia… que él mismo escribió, que presenció con sus ojos verde esmeralda tan finos y profundos que era imposible no llegar a perderse en ellos, esos que hacían juego con sus cabellos oscuros delineados por un mechón blanco en el costado izquierdo, un hombre realmente varonil, atractivo… pero también muy decidido, lo suficientemente poderoso para intimidar… lo suficientemente inteligente para saber cuándo callar, permanecer oculto y aguardar el momento indicado para realizar aquello que desee…
- esperaba que llegaras, madre… - y esa voz tan masculina que haría erizar el vello de la fémina más fría y calculadora… - las cosas no andan bien con Yiang de nuevo, verdad?
- tiene a Kenryu, hace mucho tiempo que no existía otro como yo, pero este muchacho es inexperto y muy joven, podría darle lo que Yiang quiere… - Génesis caminó hasta Maximus, inclinándose a su lado para leer aquello que tenía tan entretenido al vampiro… - buscas la manera de destruir a los tuyos? Hijo mío, cuándo entenderás que somos inmortales susceptibles a más cosas de las que quisiéramos aceptar… cuándo dejarás de buscar entre líneas una respuesta que tienes ante tus ojos?
- han pasado siglos, Génesis, y nunca has tenido la determinación de destruirnos… porque en el fondo ambicionas lo mismo que todos… más poder…
- por eso fue que emboscaste a tus propios hermanos, por eso fue que escondiste a Constantine y Jintao de mí?... – la mujer gruñó mostrando sus colmillos, sus ojos retadores inyectados de furia… - o fue la rabia al ver cómo Jintao era capaz de asesinar a su propia hija antes que permitir la aberración que habían comenzado, concibiendo juntos un hijo… eras su tío! Y ella una lycan con futuro, hace tiempo que podíamos haber dominado el mundo, Maximus, pero llegaste a arruinarlo todo por algo tan estúpido como el amor!
- Lianna no era mi sobrina, aún cuando Jintao nació por tus poderes, no circula una gota de tu sangre por sus venas… - el vampiro apretaba la mandíbula con fuerza, conteniendo ese deseo latente de siglos atrás por enfrentarse a su propia madre…
- fueron mis palabras las que le dieron vida a una de las criaturas nocturnas más imponentes y fieras…
- fue tu maldición, Génesis; la que lanzaste sobre la esposa de aquél terrateniente que no sucumbió ante tus encantos… - el vampiro se puso de pie, acercándose a la mujer con paso firme, penetrando con sus ojos los de ella, mostrando esa furia que ruge por emerger… ese sentimiento que hace que la mujer no se atreva a iniciar una lucha contra Maximus… - pero te maravillaste cuando viste lo que habías creado por tu propio enojo, cuando viste esa bestia mitad hombre mitad lobo con más poder y fuerza de la que pudiste darle a otras tantas criaturas que perecían demasiado rápido y no desarrollaban un ápice de inteligencia… te regocijaste en tu propia maldad cuando te diste cuenta de que Constantine podía infectar su propia maldición y contagiar a la humanidad; y creíste que podrías gobernar cuando descubriste que ambas criaturas eran más poderosas que todo lo conocido por el hombre… pero jamás pensaste que no serían capaces de vivir en los mismos terrenos, que serían salvajemente territoriales, y entonces solo te hiciste a un lado, esperando el momento en que las fuerzas pudieran conciliarse, pero viste igual que yo, la ambición más grande en las entrañas de Yiang, y es por eso que buscas desesperadamente a Constantine y Jintao, porque solo ellos pueden ayudarte a recuperar todos tus dones mágicos… pero ahora temes que Kenryu haya nacido con aquello que más temes… tus propias habilidades…
- has osado jugar con fuego, hijo mío… - bufó molesta, encarando por vez primera al otro… - pero no te daré el gusto de ver que otro de mis hijos me traicione…
*********************
Hong Kong, China
Mansión Zhang
Won Dae no escatimó en precaución, llegó directamente hasta ahí, con todo ese enojo marcado en cada línea de su rostro, exterminando sin miramiento alguno a los varios licántropos que le hicieron frente mientras se adentraba en la Mansión, llevaba un traje especial que le permitía moverse en plena luz de día, pero que sabía no le ofrecería protección por más de una hora expuesto a los rayos del sol por delicados que fueran; así que dirigiendo a un grupo de vampiros de su entera confianza, llegó más rápido de lo que esperaba hasta la habitación donde Yiang estaba…
Por cierto, muy bien acompañado, sentado en un sofá de piel en color blanco, el lycan llevaba el torso desnudo, los pantalones desabrochados, una chica succionando con premura su erección, otra lamiendo su pecho y jugando con su ombligo, mientras una tercera sentada a su lado disfrutaba de sus dedos entrando y saliendo de su intimidad tan húmeda que el Adalid podía escuchar ese particular sonido de su excitación…
- si quieres puedes unirte, las orgías nunca han sido un problema para mí… - Zhang reía divertido y muy complacido con las atenciones que estaba recibiendo, con esas tres chicas gimiendo su nombre, dispuestas a cumplir con absolutamente todas sus fantasías… era la gran ventaja de las licántropos impuras, obedecían con suma facilidad, sumisas siempre a su palabra…
- no me interesa tener sexo banal con un montón de mujeres que prácticamente no tienen consciencia de su existencia…
- pero hacen el mejor sexo del mundo, no importa cómo lo quieras, ellas lo hacen… - Yiang tenía una mirada especialmente perversa… matizada de maldad, esa que le ha dado el reconocimiento como el lycan más sanguinario e inteligente de todos los tiempos…
Apartó su mano de aquella intimidad femenina y lamió sensualmente algo de la humedad que en sus dedos había quedado, de inmediato las tres chicas se acercaron a esa mano para lamer también, las lenguas de las tres se encontraban entre sí, por lo que terminaron compartiendo besos candentes sin importarles en absoluto ese visitante que se mantenía impávido ante la escena… más bien vulgar pero que, para qué negarlo, ha visto demasiadas veces en su vida, participado de ellas en numerosas ocasiones sobre todo en sus años de juventud… Zhang se puso de pie, Won Dae creyó que saldrían para hablar de ChangMin… pero por el contrario, el lycan simplemente tomó las caderas de una de la chica penetrándola de espaldas, arrancándole sonoros gemidos mientras la embestía con fuerza, las otras dos mientras tanto se daban placer mutuamente, atendiendo de vez en cuando a su tercera compañera dándose más de esos lujuriosos besos que caldeaban un poco más la lujuria de Yiang… el Adalid apartó la vista y salió de la sala, escuchando la risa burlona del lycan…
……………………………………………
Shangai, China
Aeropuerto Internacional
Volver a China también significaba volverla a ver. Era que debía tener una debilidad por los vampiros, y aunque no es igual a su atracción por Jaejoong, Ella era su segunda debilidad, la única mujer con que ha sentido gran placer… la Princesa Yin Zhenli… Yunho caminaba con un porte seguro, los lentes oscuros y su peculiar forma de vestir, con aquellos pantalones oscuros y camisetas de estampados dark, conseguían atraer la mirada de propios y extraños, el sonido de sus pasos resonaba por el peso de sus botas, y sus ojos café miraban detenidamente a través de sus lentes negros, esperando reconocer entre las personas a algún licántropo… o quizá sin darse cuenta añoraba ver aquella silueta femenina aparecer entre los tumultos que iban y venían por los pasillos…
………………………………………
Palacio del Clan Yin
Situada en las costas de la china oriental, la ciudad es una de las más importantes del país… y sede del único Clan de Vampiros con presencia en la gran extensión del tercer país mas grande de toda Asia…
El Clan Yin… estirpe de guerreros inquebrantables que no han cedido nunca ante el poder de Zhang Yiang, conservando poder sobre el territorio oriental de china, enfrentándose en numerosas ocasiones a brigadas de licántropos enviados por Yiang… los que siempre han encontrado el mismo fin, la muerte, segura, lenta y dolorosa…
Y la Princesa Zhenli era de las más aguerridas conocidas entre los clanes de vampiros, siempre aprendiendo de los mejores alrededor del mundo, preparándose para el momento en que su turno de reinar llegue y tener el temple y la inteligencia necesaria para continuar con aquél poderío que con esmero su linaje ha ganado…
Pero como todo ser capaz de sentir, tenía una debilidad… Jung Yunho…
Y al haber recibido la noticia de que viajaría, ella no había podido evitar emocionarse y alistarse para recibirle… y darle la bienvenida muy a su estilo… partiendo casi a hurtadillas de su hogar, porque conoce bien a su madre, y sabe no le será de total agrado saber que tiene su historia con el Diurno… y menos, que desea continuar aquél episodio de sus vidas en el que pudo ser completamente suya…
……flashback……
Yin Zhenli es una chica de estatura promedio, tez blanca como la porcelana, ojos negros profundos como la noche, cabello oscuro como una cortina de hebras oscuras que cae más debajo de sus caderas, labios rojos en una eterna sonrisa sensual, cuerpo bien torneado y grandes habilidades en combate cuerpo a cuerpo… mismas, que no dudó en usar contra aquél que entre los suyos es conocido como el Diurno, y que se atrevía a pisar su territorio con la intención de exterminar a tantos como pudiera…
Pero aquello no le resultó fácil al Diurno, porque aún cuando consiguió infiltrarse en uno de los Edificios del Clan Yin matando a varios vampiros que se alimentaban ocultos entre las oscuras habitaciones de aquel lugar, al llegar a una de las salas más amplias, se topó por primera vez con Ella…
- no crees que es demasiado irónico que siendo un vampiro solo te dediques a matarnos?... – la chica llevaba un traje que resaltaba muy bien sus atributos femeninos, no era demasiado voluptuosa, pero tampoco desproporcionada… tenía un cuerpo delgado, ágil y fuerte… y más determinación que muchos que ha enfrentado…
- alguien debe hacer el trabajo sucio, y los humanos comunes y corrientes pueden llegar a ser muy torpes… - el moreno sonreía divertido al ver que la vampiro no se intimidaba ante su presencia, que por el contrario, le retaba con una mirada más bien seductora mientras desenfundaba un par de espadas, de filo poderoso y una curva exacta que las volvía más mortales que ningún otro sable… propias del estilo chino de una de las artes marciales más antiguas…
- concuerdo en eso contigo, pero no deja de ser irónico; eres como una maldición para nosotros, pero he de admitir, el vampiro más apuesto que he conocido… - la pelinegra se lanzó segura contra el moreno, quien desenfundando su katana contuvo las cuchillas de esas espadas que confiadas habían arremetido con fuerza contra su persona… - me gustan los chicos fuertes y peligrosos… - murmuró con sensualidad, relamiéndose esos labios rojos que atrajeron la atención del moreno…
- a mí también… - soltó con burla el Diurno, recordando uno de aquéllos encuentros que tuviera con el Príncipe Jaejoong… a quien hace meses no ve… por voluntad propia…
- es que no has intentado conocerme, Yunho… - la Princesa Yin dio un salto hacia atrás blandiendo sus espadas en un movimiento grácil y certero que rasgó el cinto del moreno cayendo partido en dos al suelo… - soy muy buena consejera en la intimidad…
- parece que necesito consejos?... – el moreno regresó el ataque, moviéndose con habilidad esquivó las espadas de la pelinegra, cortando entonces aquel traje a la altura de los hombros, la ligera tela se abrió dejando al descubierto su nívea piel, suave y tersa podía jurarlo…
- sí, porque teniéndome a mí no tendrías necesidad de nadie más… - mas movimientos de espadas por parte de uno y otro que iba dejando al descubierto una porción mas de piel, desnudándose lentamente en aquel intercambio de miradas lascivas y seducción natural que parecía tener química…
- eres un poco vanidosa, Zhenli… - las espadas de la chica pasaron a cada lado de su cintura, cortando los jeans que cayeron en cuatro partes al suelo, dejándole tan solo en bóxers; y a la vez, la chica muy cerca de él, sus cuerpos casi pegados, ambos respirando tranquilamente, sonriendo con coquetería…
Yunho movió su mano derecha portadora de la espada hacia la espalda de la chica, pasándola con sigilo y sorprendente precisión por debajo de las prendas de la ropa interior de ella, rozando apenas con su frío la caliente piel femenina, haciéndola temblar suavemente en la misma posición, frente a él; despreocupada por el hecho de estar ahora completamente desnuda ante el moreno… el sonido de sus espadas al caer sobre el suelo no fue suficiente para inmutar a ninguno de los dos…
- me tomarás ahora, Yunho?... – de manera sensual, llevó sus brazos al cuello del Diurno, pegándose por completo a un semidesnudo moreno que no se movió ni un milímetro, mirando detenidamente esos ojos negros que tenían un brillo que le hipnotizaba…
Zhenli sonrió un poco más al darse cuenta de que no la estaba rechazando; así que se acercó lentamente a su boca, sintiéndose feliz cuando el propio Yunho terminó por acortar la distancia apoderándose de sus labios en un beso apasionado que ella devolvió con la misma intensidad, sintiendo contra su vientre cómo la entrepierna del moreno crecía conforme ella deslizaba sus manos por su espalda y enredaban sus lenguas con lujuria…
Y las manos del moreno se fueron veloces a los muslos femeninos para acariciarlos unos instantes antes de agarrarlos con fuerza para instar a la chica a abrazarle con sus piernas rodeando sus caderas, y caminó con ella todavía compartiendo de esos besos candentes hasta que la recargó contra un muro, su erección ya era prominente y solo podía pensar en poseerla y marcarla con su esencia… así que deshaciéndose de su bóxer, el moreno volvió a levantarla en vilo mientras la penetraba y se daba cuenta de cuán excitada estaba ya, comenzando a embestirla con pasión, gimiendo ambos sin tapujo alguno, acompasándose fácilmente en el ritmo perfecto que los hacía casi gritar de placer, y las manos del moreno no dudaron en moverse por su pecho, acariciando esa piel que le parecía suave como la seda y delicada como el pétalo de una rosa… pero si era sincero consigo mismo, aquello era solo sexo… de lo mejor que ha probado en sus largas décadas de vida…
Y fue que por vez primera disfrutó verdaderamente el poseer un cuerpo femenino… pero aunque quisiera, no podía sacar de sus pensamientos la experiencia que solo con Jae podía sentir… porque con el pelioscuro, hacía el amor…
……flashback……
La chica sonrió ampliamente al recordar aquella primera vez que pudo sentir todo ese calor con Yunho, y no pudo evitar lanzar un suspiro al saber que no fue la única vez que tuvieron sexo, porque compartieron la misma cama en varias ocasiones más, siempre escondiéndose porque no había clan de vampiros que no quisiera la cabeza del Diurno, pero a ella en nada le importaba ignorar aquellos mandatos sagrados que el Consejo de Sangre decretara desde hace muchos años sobre dar muerte al Diurno… ella le amaba, y por él estaba dispuesto a muchas cosas… no le importaba ir contra que y quien fuera con tal de apoyarle… y tal vez, ganarse ese corazón que sabe no le pertenece…
Se encontraron en uno de esos lugares que alguna vez fue escondite de sus entregas apasionadas… y apenas se vieron, fue inevitable que ella buscara ansiosa un beso… uno que Yunho respondió casi de inmediato, y que sus labios fueran tan delicados y suaves solo le hacía recordar porqué hace tiempo le hipnotizó su presencia, porqué se relacionó con ella hasta haber sentido un cariño especial por la Princesa… porque aun recordaba con agrado lo mucho que sus manos habían gozado al recorrer y memorizar cada detalle de su blanca piel, de su cuerpo femenino que casi podía volcar su corazón… de no ser porque aún latía presuroso por Jaejoong…
- has venido por algo muy diferente esta vez, Yunho… - y es que la chica sabía bien que su objetivo esa ocasión eran lycans, no vampiros…
- tengo mis motivos, y te agradeceré no cuestiones al respecto… - porque en el fondo sus intereses seguían teniendo el mismo fin… aunque Jae y Zhenli podrían hacer que replantee sus metas… jamás podría hacer algo que los pusiera en riesgo, los apreciaba demasiado…
- de acuerdo, pero debes saber, Yunho, que cazar licántropos no es sencillo, y Zhang Yiang es la bestia más astuta de todas, siglos han transcurrido y nunca nadie, ni licántropo ni vampiro, ni mortal, ha podido siquiera herirlo…
- pues ya sabes lo que se dice, para todo hay una primera vez…
*********************
Seúl, Corea
Aeropuerto Internacional de Seúl
El vuelo de Yoochun había despegado ya con destino a Hong Kong… todavía no estaba seguro de haber tomado la decisión más adecuada… pero Junsu iba sentado a su lado, su rostro apoyado en su hombro mientras trata de relajarse con los ojos cerrados y sus manos permanecen entrelazadas… al final, el castaño había ganado, y llevarlo consigo había sido la única alternativa que le había dejado para ponerle a salvo… aunque aquello le sonara por demás irónico, cómo rayos iba a estar mejor a su lado que lejos de él! pero le había convencido, porque había sido suficiente que le mirara con esas pupilas marrón que en nada habían podido esconder el miedo de separarse, para que él mismo comprendiera su temor de perderle y no poder estar a su lado para protegerle; para que resolviera mantenerle lo más cerca posible de sí y asegurarse de que nada ni nadie pueda dañarlo… no a Él… porque aún dolía recordar el haberla perdido a Ella, y no haber hecho nada más que observar su muerte en el más cruel día de su existencia…
*********************
Hong, Kong. China
Mansión Zhang
Yiang finalmente salió de aquélla habitación, tan solo con el pantalón puesto, pero el torso al descubierto, aun perlado en sudor; oliendo claramente a sexo, sonriendo satisfecho (por el momento) y listo para divertirse ante la reunión de padre e hijo…
- perdona la demora, las chicas tenían mucha energía… - Won Dae rompió la mandíbula de otro licántropo que tarde intentaban contenerlo y obligarle a retirarse de la morada de su Jefe, el cuerpo cayó apilado sobre otros tantos más que encontraron el mismo destino, y que no había sido más que un pasatiempo para el Adalid mientras aguardaba por el lycan…
- entrégame a ChangMin y me iré sin matar a uno solo más de los tuyos… - y es que aunque Yiang era de temer, le conocía la inteligencia y sabía que no se enfrascaría ahora en una batalla contra él… no cuando seguramente aún tiene detalles que ultimar en cualquier plan que tenga ideado para exterminar a los vampiros e imponer su voluntad gobernando todo ser humano en el planeta, mortales, vampiros y licántropos…
- por supuesto, solo le daba hospedaje mientras su padre se aparecía, pero sabes que descubrí mientras charlaba “amablemente” con tu querido hijo… - ambos caminaban tranquilamente por unos pasillos hasta llegar a aquella sala donde el Príncipe ChangMin aun continuaba atado a aquella camilla… - que no sabe la verdadera historia del porqué su padre no le quiere como a sus otros dos hijos… - chasqueó la lengua mientras se apresuraba a sentarse a lado del morocho y le obligaba a despertar golpeando sus mejillas con algo de fuerza con la palma de su mano…
- qué le has dicho?... – cuestionó molesto el Adalid, viendo el claro estado demacrado del morocho, estaba más pálido de lo normal, débil por la falta de alimento y las descargas eléctricas que cada tanto aún eran mandadas sobre su cuerpo…
- nada, quería que llegaras y darte la oportunidad de que tú mismo se lo expliques…
- padre… - murmuró apenas el morocho, abriendo con dificultad los ojos, sintiendo cómo la luz en la sala lastimaba sus pupilas…
- sobre cómo verdaderamente murió su madre, tu amada Hye Yong… - el lycan amplió una sonrisa malévola, los ojos del vampiro fueron directo al morocho, el odio refulgía sin reserva en sus pupilas azuladas…
- no es de tu incumbencia lo que pasa o deja de pasar en mi familia, así que solo entrégamelo, Yiang, aún no es momento de nuestra batalla… - gruñó entre dientes, apartando su vista del cuerpo de ChangMin, queriendo evitar que aquellos dolorosos recuerdos volvieran a su mente… fallando en el intento…
*********************
Seúl, Corea
Palacio del Este (Changdeokgung)
1970
Hacía mucho tiempo que Won Dae y Hye Yong no tenían aquella misma comunicación, ahora eran más comunes las discusiones por todo, ahora la Reina salía sola más a menudo, cazando licántropos casi sin descanso, como un pasatiempo que alejaba la tensión que su condición como esposa del Adalid le generaba desde que el amor que se tenían había desaparecido… cuando ella se enamoró de alguien más y no pudo evitar relacionarse sentimental y sexualmente con Él… con Lee Hyun, un integrante del Consejo de Sangre, el segundo al mando en la cadena de jerarquía…
El padre biológico de ChangMin…
Al que Won Dae mató sin miramiento a la primera oportunidad que tuvo en una batalla de las tantas que desataron contra licántropos salvajes, pudiendo así atribuir su muerte a un ataque lycan cuando fue su espada la que atravesó el corazón del hombre… porque tuvo que aguantarse el saber lo que su Reina y su mano derecha habían estado viviendo a sus espaldas por muchos años, porque fue solo por casualidad que los encontrara aquella noche envueltos entre sábanas de la cama de aquella habitación en una vieja villa, cuando el país aun no se consolidaba y pertenecía a los países asiáticos más poderosos como China, Japón y Rusia; y los clanes de vampiros se ocultaban con mayor discreción que en la actualidad, pero seguían haciéndose de lugares importantes en las altas esferas de los gobiernos nacionales e internacionales…
Recuerda la ira que se apoderó de su cuerpo al escucharlos gemir sin darse cuenta de que los había descubierto… al ver cómo su esposa se retorcía de placer bajo el cuerpo de quien incluso podría haber llegado a considerar un amigo…
- cómo se atrevieron!... – bramó finalmente, haciendo que los amantes se sobresaltaran y buscaran demasiado tarde separarse y cubrir sus desnudos cuerpos con aquellas sábanas que seguro estaban calientes por el calor de sus ocupantes…
- Won Dae… - intentó hablar Lee Hyun pero el Adalid no le prestó atención, quería matarlo ahí mismo con sus manos…
vístete!... – ordenó a su esposa, alejándose de la puerta que le mostrara la más cruda realidad… porque él la amaba, más que a nada en el mundo… y por ello, la perdonó… por ello cayó la traición que hubiese costado la vida de la Reina pues acababa de cometer uno de los delitos más graves contra el líder del clan…
Pero no lo perdonó a él… tal vez en realidad nunca los perdonó, pero prefirió conservar a su esposa a su lado aun cuando nunca más volvieron a hacer el amor a pesar de que seguían teniendo sexo… aún cuando Chae Yun fue concebida en esos años en que ya no había amor entre ambos…
Pero Won Dae solo podía culparlo a él, Lee Hyun era el responsable de todo, de que su matrimonio se hubiera visto fracturado demasiado pronto para gusto del Adalid, de que tuviera que mentir y callar respecto al nacimiento del segundo Príncipe, al que llamaron ChangMin a petición de Hye Yong, aun cuando sabía que no era suyo, que no corría por sus venas sangre Real… que era el fruto bastardo de aquella relación clandestina que por años mantuvieron a sus espaldas… pero que Hye Yong quiso tener a cualquier precio…
- no lo tendrás! Ese niño no es mío, te embarazaste de tu amante, así que debes deshacerte de él!... – encerrados en sus aposentos, el Adalid y la Reina discutían ahora que a sus cuatro meses de gestación, Hye Yong no había podido ocultar más su estado…
- no lo haré! Este bebé es mío y voy a tenerlo…
- es un bastardo!!...
- es MI hijo, fruto del amor… - aseguró la Reina, mirándolo con seguridad, encarándolo de frente… - y si me obligas a perderlo, nunca más volverás a tocarme, hablaré con la verdad y aceptaré el castigo que se impone por la infidelidad que cometí…
- morirías por ese bebé?... – el Adalid sentía como algo quemaba en su interior, como lo que creyó sería eterno como ellos mismos, había muerto hace años sin que él hubiera siquiera imaginado que así era…
- sí… - respondió sin dudar…
Sabiendo cuánto la amaba Won Dae… incapaz de hacer nada que la lastimara, siempre la había cuidado como a su más preciado tesoro… y eso en algún tiempo la hizo sentir feliz, Jaejoong era el fruto de aquel amor que una vez compartieron, pero que fue agotándose con el pasar de los años cuando sin darse cuenta, Won Dae priorizó su responsabilidad como Adalid sobre la de ser esposo y padre, porque había ido cambiando lenta pero efectivamente dejando de ser aquél hombre romántico y apasionado que la enamoró de verdad recién comenzaran su relación, aun cuando se unieron hace algunas décadas formando uno de los matrimonios más sólidos y poderosos entre los clanes de vampiros, perfilándose como el sucesor de todo el poder de lo que más tarde se convirtió en Corea…
Alejándola hacia la soledad primero… dejándole caer en los brazos de otro y entregar su corazón a Lee Hyun cuando después de un tiempo, cuando Jaejoong tenía esa apariencia mortal de un niño pequeño necesitado de cariño, la Reina clamaba también por un poco de su atención, que al ser negada porque siempre era más importante una reunión con el Consejo de Sangre o una batalla salvaje contra licántropos en alguna región de Asia, fue susceptible de los cortejos que Lee Hyun iniciara… y que terminó en la concepción de ChangMin…
- ese bebé vendrá a este mundo, como mi hijo, pero jamás le trataré como tal, no dejará de ser el vástago de tu traición, Hye Yong…
- estará revestido por las bondades del Clan y te asegurarás de que viva y sea protegido como Jaejoong, porque siendo hijo mío aún lleva sangre Real en sus venas…
- pero nunca lo amaré…
- le bastará con el amor que yo le tengo, como le ha bastado a Jaejoong… - el Adalid replicó, una y otra vez por un tiempo, pero nada de lo que dijera importó, la determinación era una de las mayores virtudes de la Reina… y aún entonces se decidió a hacer lo posible por evitar que su hijo, su auténtico hijo llegara a tener una buena relación con aquel bastardo que crecía en el vientre de su esposa…
Y así ChangMin llegó al mundo siendo despreciado desde el primer llanto que soltara al salir del vientre de su madre, cuando el Adalid lo miró por vez primera con desprecio y tuvo que fingir una sonrisa de felicidad por un segundo varón en el Clan Kim anunciándolo como el segundo heredero… pero nada pudo hacer cuando el pequeño Jaejoong miró con enorme amor a su pequeño hermanito, cuando le miró con aquella radiante sonrisa y comenzó a jugar con las manitas de ChangMin, hablándole con aquellas primeras palabras de lo unidos que serían desde entonces… y así fue, y más creció su ira contra el bebé que inocente en todo el asunto, llegaba a estirar sus bracitos hacia él buscando un abrazo, un mimo como los que le eran entregados a Jaejoong… los que nunca llegaron…
Y Chae Yun fue concebida en una noche de sexo banal en el que ya ninguno de los dos podía sentir otra cosa que no fuera tristeza, decepción e ira… entregándose en encuentros en los que lo que sobraba era culpa, remordimiento y soledad… en los que los besos eran furiosos y las caricias bruscas… en los que lo único que resonaba eran gemidos vulgares y un anhelo porque las cosas hubieran sido diferentes… porque a fin de cuentas ambos sabían que eran sus hijos los que pagarían las cuentas de sus errores…
ChangMin el que más…
Cuando Hye Yong murió en una de sus salidas de caza… con aquella misma espada que matara a Lee Hyun… empuñada en la misma mano… pero incrustada en su cuerpo por equivocación, pues había sido su objetivo herir a Yiang, pero éste había sido más rápido y había sido fácil tomar a la Reina y usarla como escudo…
Y fue entonces cuando descubrieron ambos esa otra parte de la verdad que no conocían… Lee Hyun se había vendido al lycan asegurándole que seduciría a la Reina y terminaría por obtener aquél libro que custodiado por la familia de la Reina contenía uno de los más grandes secretos de la historia de vampiros y licántropos… el que no pudo obtener… el que aún no ha sido revelado…
Un libro que todas las noches Hye Yong leyera como un cuento a sus hijos, uno que quemó al haber comenzado a tener aquéllos presentimientos de mal augurio cada que salía a cazar… porque había sido como presentir su muerte… una historia que los tres Príncipes saben de memoria… pero que tal vez no recordarán hasta que sea el momento adecuado…
Y sin embargo al final, Won Dae había perdido a la mujer que amaba… y nunca pudo ver en ChangMin un hijo, porque con solo verlo y a pesar de las facciones que de su madre pudiera tener… era más fuerte el peso del recuerdo de la traición…
……flashback……
*********************
Hong, Kong. China
Mansión Zhang
ChangMin succionó con ansia de aquella ampolleta de sangre que Won Dae le entregó una vez que abordaron en la camioneta que los llevaría de regreso al aeropuerto y de ahí hasta Corea… y cuando el morocho recobró un poco de energía y vio a su padre sentado a su lado, no pudo evitar que una sonrisa se curvara en sus labios, porque de pronto saber que había ido personalmente en su búsqueda le había hecho sentir amado… como nunca antes sintió… pero casi de inmediato recordó a Kenryu…
- aún no podemos irnos, padre… - el Adalid volvió a estremecerse al ser llamado así por el morocho, pero el chico no se percató de esa dura mirada que parecía nunca dejaría de atisbarse en sus ojos…
- Yiang te liberó, no hay ningún otro motivo por el cual quedarnos…
- pero… - cómo explicarle sobre Kenryu?... – él tiene a un chico ahí dentro!... – el Adalid le miró sin comprender la gravedad del asunto, poco le importaba a quien tuviera, por él que se metiera con quien le venga en gana… - no sé porqué, pero parece que es de vital importancia para él, y por tanto para nosotros…
- nos vamos y no se habla más…
ChangMin frunció el ceño… y sin pensarlo, sin tener en cuenta que los rayos del sol aun bañaban el exterior de esa camioneta especial y que sus ropas eran normales sin ningún tipo de protección por ofrecerle, su mano ya había tomado la manija para abrir e ir en ayuda de Ogazawara…
muero...pobre changmin...
ResponderEliminarme muero de la impaciencia...talvez te demores en postear el sgte...espero q no sea mucho...
esta realmente muy interesante!!!!
saludos ^^
diox amo esta historia porfis terminala esta demasiado buena
ResponderEliminarpobre changmin el es tann genial
pobre Min T__T
ResponderEliminarJae no pudo evitar amar a su hermanito <3 ains como lo quiieroo!! ^^
mm.. Yunho como te vas con otra si tienes a tu Jae pervertido?? T.T (aunqe no voy a decir que no me ha gustado leerlo xDDD)
yo opino iwal q "aoi".no me gusto nada,nada q yunho terminara con otra chica o sea..el es solo de Jae y no ahi maas....ahahaha amo el Yunjae *lo siento* u.U!!
ResponderEliminarpobre changmin, el no tiene la culpa de el ngaño de su esposa, pero creo queella tampoco por que el los descuido a ella y jae...
ResponderEliminarmmmm que va a apasar cuando se entere jae que yunho es infiel yo lo matooooo!!!!!!!!! no me gusta nada esooo