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My Sweetie Boy


Titulo: My Sweetie boy
Autora: Ugogirl
Parejas: Yoosu
Género: Slash, Lemon, Mpreg
ADVERTENCIA: Lemon, aun que no tan salvajes
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Un chico divertido, alguien que tenía una infinidad de amigos, amigable y popular… el chico perfecto por así decirlo. No era consentido, pero sin duda amaba a su umma. No tenía ninguna memoria de su padre, ya que él había embarazado a su madre y al enterarse de ello los había abandonado sin pensarlo dos veces.
No solo se había esforzado al doble, cuidar de su umma, ayudar con el trabajo en casa, la escuela y su trabajo de fin de semana en aquel videoclub, eran cosas que el joven había aprendido a soportar, incluso lo hacía con cariño ya que JaeJoong, su madre, era la persona más importante para él.
Por lo mismo había tomado un trabajo más, mantener a todos los hombres lejos de JaeJoong. Por alguna extraña razón los odiaba, odiaba a cualquier hombre que se atreviera a mirar a su madre, a desearlo, que era casi todo el mundo ya que aquel joven era simplemente hermoso. En ocasiones algunos de sus profesores terminaban enamorados de él. Pero como no estarlo si él sabía que JaeJoong era el ser más bello de esta tierra. Usando cualquier truco para alejar a aquellos que alguna vez considero ejemplos a seguir. Pero cualquier cosa valía la pena por su umma. Nadie era merecedor de él. Nadie volvería a lastimarlo.

Después de salir de casa y de apenas alcanzar el autobús por las largas despedidas de JaeJoong, el chico se sentó junto a su buen amigo Jung YunHo. Para él, YunHo era un chico entretenido y sociable, pero no todos pensaban lo mismo ya que la mayoría del tiempo solía ser tímido y antipático, pero por alguna extraña razón le había caído de maravilla. Aunque el joven tenía un montón de seguidores ya que con su simple presencia demostraba una gran personalidad, era un chico que no necesitaba decir nada para ser de los más populares de toda la escuela, y eso Yoochun lo sabía.
Yoochun solo se quedaba a un lado del joven, viendo el paisaje o cosas entretenidas como choques automovilísticos, peleas callejeras o cualquier chica linda que se cruzara por su camino. YunHo por otro lado lo único que asía era leer esos extraños libros de romance que siempre llevaba consigo, incluso más que libros de la escuela.

El autobús por fin había llegado al estacionamiento, que como siempre estaba lleno, y los estudiantes solo esperaban a que las puertas de los buses se abrieran, cosa que sucedía a las siete quince minutos. Todos escucharon el timbre que anunciaba la entrada a la escuela, así que ordenadamente salieron del transporte escolar.

-YunHo!! –se escucho una alegre voz detrás de los chicos
-bueno amigo, yo iré a mi locker, nos vemos en clases –de esa forma el joven se retiro de donde había estado con sus amigos
El joven Shim Changmin, novio de YunHo había llegado como era su costumbre, y el joven no quería interrumpir nada de lo que aquellos dos hicieran.

Yoochun tenía solo diez minutos de sobra para ir a su locker y hacer el menso, que era lo que más le gustaba. Después de dejar su mochila y tomar su cuaderno que era lo único que necesitaría para todas sus clases, el chico partió a la oficina del asistente del director, tenía que preguntarle por los uniformes escolares, ya que el año pasado había tenido un no muy agradable encuentro con una pequeña explosión en el laboratorio, lo que causo la deformación de su uniforme de esclavo según él. Lamentablemente no le había contado nada a su umma, y al final en los últimos días de vacaciones tuvo que confesar toda la verdad. Así que para eso estaba ahí, para comprar uno nuevo. Pero como solo faltaban pocos minutos para que sonara el segundo timbre, tenía que apresurarse.
Caminaba velozmente, mientras veía como los estudiantes iban desapareciendo de los pasillos rápidamente. Quería llegar a la oficina antes de que el timbre sonara así que apresuro el paso y no presto mucha atención al camino que recorría. Casi cae un sinfín de veces, pero por fin había llegado, se encontró con el director que lo miraba algo molesto, se veía que no le había venido en gracia aquel incendio que por accidente causara, pero él no tenía la culpa de que el profesor les hubiera dado un compuesto diferente.

-siéntese joven Park –dijo el hombre con voz seria –mire –después de que el chico hiciera lo indicado –lo que hizo causo muchos problemas a la escuela… es por eso que el próximo fin de semana tendrá que venir –soltó el hombre sonriendo por la cara que tenía el castaño
-¿venir en fin de semana? –repitió aun indispuesto a creer que eso era verdad
-así es… quiero que nos ayude aquí… -la cara de confusión de Yoochun fue suficiente para darse cuenta que seguía sin entenderle –tendrá que venir y ayudarle al conserje de la escuela, ayudar en la oficina y en lo que se le pida…
-pero… pero es sábado y domingo… no puedo venir en sábado y domingo eso seria, eso sería algo…
-vendrá jovencito… si no lo hace, su padre tendrá que venir a hablar conmigo…
-está bien vendré –dijo rápidamente el chico con voz seria –no quiero que mi umma venga aquí –en eso y antes de olvidarlo –me da un pase para la clase –sonrió
-está bien jovencito… pero ya no se meta en problemas…

No supo en qué momento ya nadie corría por los largos pasillos del edificio, todo estaba en silencio y seguro que ya le abrían puesto falta. Esta vez lentamente, el chico llego hasta donde debía haber estado asía minutos. La secretaria que le daría su uniforme fue breve a sí que en un minuto, claro después de firmar un papel, el chico ya se encontraba frente a la puerta de su salón.

-hasta que se digna a aparecer joven Park –le reprendió el profesor de historia
-estaba en la oficina del director, aquí tengo mi pase –le mostro el papel blanco
-bien, pase a su asiento jovencito –el chico hizo lo que el profesor le indico

YunHo observo un momento, el chico seguía en otro mundo y era algo extraño, es que normalmente aquel chico era un escandaloso, pero hizo caso omiso cuando vio como le guiñaba el ojo a uno de aquellos chicos que siempre andaban detrás de él, se despreocupo, supo que las cosas estaban normal, claro que Yoochun no era normal, pero él se entendía.

-muy bien jovencitos –la clase comenzó, los jóvenes permanecían callados y enfocados en la clase, todos menos uno. Y es que tenía un extraño problema para concentrarse en todas y cada una de las clases
-bien, eso fue todo chicos, el siguiente profesor llegara en unos minutos, espero que lo reciban calladamente –una última mirada al grupo que sin prestarle atención ya había comenzado a hablar, Yoochun se quedo mirando a su amigo, observo la portada del libro y entonces lo supo.
-Felina es increíble –después de una no muy larga “discusión” los chicos terminaron callándose ya que el profesor había entrado al lugar.



***

Domingo, a quien se le podía ocurrir llamar a alguien en Domingo y lo peor era que no era cualquier fin de semana, era el fin de semana después del inicio de clases, como podían presionarlo más de lo que ya estaba. Aun así por culpa de aquel maldito incendio que había provocado después de mezclar algo que no debía en el laboratorio de Elementales, causa también por la cual su uniforme había quedado completamente inservible, tuvo que sacrificar su fin de semana. Ese día como ya le habían dicho tenía que hacer todo lo que el profesor le ordenara. Después de haberle confesado a su umma lo sucedido y decirle que había sido un accidente y rogarle mil veces porque le ayudara a faltar, pero no tenía sentido él sabía que JaeJoong era de esos chicos responsables, el chico tuvo que partir lo antes posible para dejar de escuchar aquellos sermones tan largos de su progenitora.

La escuela estaba completamente vacía, ni una sola alma paseaba por el lugar y no los culpaba ya que no podía sentirse más idiota en ese preciso momento. El chico camino hasta la dirección del plantel, donde molestamente no encontró a nadie. Yoochun estuvo sentado por más de una hora, pero nadie aparecía, caminaba de un lado a otro, pero nada… hasta creyó que tomando algo del escritorio, esto provocaría que una alarma se encendiera, pero nada… no podía ser posible aquello. Se hubiese quedado dormido si no hubiese sido porque el conserje paso por donde el chico se encontraba llamando su atención.

-¿Qué hace aquí, jovencito? –pregunto el hombre algo curioso
-ahh… el director dijo que viniera, que tenía que hacer algunas cosas que me tenía preparado, según para remediar mi pequeño incendio –sonrió, aunque sin dejar de estar molesto por toda la espera
-ah… así que usted es Park Yoochun… déjeme decirle que he estado en esta escuela por años, pero eso de una explosión con una mezcla equivocada, eso de verdad no se había visto desde hace mucho tiempo… con eso de que ahora los profesores están más preparados –dijo aquel hombre con cara un poco de fastidio
-pues si… pero de verdad que no fue mi culpa, el tonto fue el profesor que se equivoco de recipiente –se defendió el chico
-sí, eso dicen todos… bueno, el director no está el día de hoy, tiene una familia que atender así que él nunca viene los fines de semana, normalmente ningún fin de semana, pero bueno… no creí que vendría así que no me tome la molestia de buscarlo… pero el señor So Man, me dejo una lista de cosas que tiene que hacer… así que vamos jovencito… yo ya hice la mitad de ello, así que no tiene que preocuparse –de cierta forma el joven lo agradecía, pero aun le molestaba todo el tiempo que había perdido por esperar que alguien llegara -está bien… -dijo desanimado

Y así, aburrido, cansado, mojado, sucio… había tantas palabras para expresar la forma en la que el chico se encontraba en ese momento, pero la verdad era que su mente estaba muy cansada como para seguir pensando en una sola más, así que simplemente lo dejo y se sentó en una de las bancas del pasillo. Casi todo el segundo piso había sido limpiado por sus hermosas manitas, había aspirado, había arreglado las plantas que adornaban los pasillos, había sacudido y reciclado todo el papel que ya no se necesitaba… que más le podían pedir, además se suponía que el señor ya había hecho la mitad, pobre de él si no lo hubiese hecho.

-esta gente me quiere matar –respiraba el joven tratando de regularizarse un poco
-jaja… parece que el castigo funciono, bueno como te veo muy desganado, porque no te das un baño en la ducha y así te refrescas, después de esto aun te queda un trabajo más y por suerte no necesitas todo ese sudor para realizarlo –el hombre no podía dejar de sonreír al ver al joven de aquella manera
-se lo agradecería mucho… pero… no traigo cosas –dijo el joven algo decepcionado
-no te preocupes… puedes usar una de las toallas nuevas, nos acaban de llegar ya que acabamos de comenzar así que no creo que nadie se fije en eso –termino caminando hasta la bodega donde ponían toda la ropa de gimnasia
-es genial señor, la verdad es que no creía que fuera tan buena persona, no luce como tal… me cae bien –sonrió pensando que lucía como un idiota
-jajaja… bueno jovencito, será mejor que vaya a ducharse –el hombre se retiro, y el chico por fin camino hasta el gimnasio donde se bañaría

El agua fría fue perfecta para despejarlo, para quitar toda la suciedad que se había acumulado en su cuerpo y para de paso oler delicioso. Seco su cuerpo y cuando estuvo listo se coloco su ropa, salió del lugar cantando y ahora más relajado, solo tenía que ir a la oficina de profesores y sacarle copias a un montón de papeles, trabajo que nadie quería realizar.

-como es floja esta gente –volvió a quejarse el chico al ver la gran cantidad de papales que se encontraban en el escritorio –bueno, entre más pronto comience, mas rápido estaré en mi casa

Así el joven comenzó con lo que le habían encargado, tenía las manos por demás cansadas, tanto acomodar y sacar esos endemoniados papeles lo estaban matando. Después de unos diez minutos el chico estaba a punto de quedarse dormido, pero aun ni siquiera llevaba la mitad de aquello, así que con flojera golpeo sus mejillas para así poder continuar con su trabajo.

-ahhh!!! –se escucho desde el pasillo

El castaño se extraño un poco, pero después de unos segundos decidió ver de qué se trataba, camino hasta la puerta y nunca creyó con lo que se encontraría. Había un joven en el suelo, no podía ver su rostro, pero era un chico delgado, casi de su estatura pudo deducir. Hubiera seguido observándolo si no hubiera sido por aquellos quejidos que se escuchaban, el joven estaba sobando su pierna y se veía que esta le dolía de sobremanera. Rápidamente se agacho para poder ayudarle a levantarse, lo tomo del brazo y sin decir ni una sola palabra lo jalo despacio para que pudiera ponerse de pie.

-¿se encuentra bien? –pregunto aun ayudando al joven
-sí, gracias –dijo el chico volteando la cabeza para así poder ver el rostro del castaño que le estaba ayudando
-ten… ga… -el chico se había quedado hipnotizado, aquel rostro, aquellos ojos, aquella boca, aquellas mejillas… estaba frente al ángel más hermoso que alguna vez sus ojos hubieran visto –tenga más cuidado –aun algo lento ya que su cuerpo aun no procesaba toda aquella belleza, su cabeza aun no se asía a la idea de que alguien así pudiera existir
-jajaja… tienes razón, soy un despistado… -saco la lengua en señal de su torpeza –jajaja –dios, podía existir cosa más hermosa, el chico se había quedado encantado con el puchero pasado y podía sentir como aun sus manos sostenían al joven –te lo agradezco
-está bien… -dijo el joven –pero… ¿le paso algo? –dijo bajando el rostro y viendo su pierna
-jajaja… es solo que soy un poco tonto, no podía ver el camino con aquellos papeles –el castaño se dio cuenta de todas las hojas que se encontraban en el suelo -y me tropecé –sonrió nuevamente de aquella forma que ya había conquistado al joven Park
-ah… déjeme le ayudo –el castaño se agacho recogiendo todos los papéales que sus manos podían sostener. El otro chico también hizo lo mismo, pero a diferencia del otro él no recogió mucho ya que Yoochun no se lo permitía
-eres muy amable –sonrió el chico al ver la forma en la que el otro se preocupaba por él. Entonces no lo pudo evitar, su mirada se quedo prendada en aquella expresión y la forma en la que sus manos se movían, su cabello, aquellos labios, no entendió exactamente la razón, pero sentía como su corazón comenzaba a latir, estaba latiendo tan rápido que creía podría salirse de su pecho
-¿pasa algo? –Pregunto al notar aquel hermoso sonrojo en las mejillas de aquel ángel -¿se siente mal?
-no, no, no es eso… -dijo un poco apenado por lo pasado
-bien… déjeme le ayudo a llevar esto… iba a la oficina de profesores, ¿cierto? –pregunto muy amablemente
-si… -aun con la cabeza baja y aquel calor en sus dos cachetitos

Los dos chicos caminaron dentro del lugar, Yoochun con casi todos los documentos, y el otro joven simplemente siguiéndolo con unos cuantos papeles en sus manos. Al entrar el joven los coloco sobre el escritorio de la profesora de ciencias que por cierto no había asistido a la escuela ni un solo día desde que entrasen. Una nueva sonrisa apareció en los labios de aquel joven de cabellos oscuros, al ver como Yoochun trabajaba arduamente con aquella maquina, se veía tan adorable discutiendo con las copeas que salían mal o que simplemente ya le hartaban.

-y… ¿tu trabajas aquí? –pregunto el chico
-¿trabajar?... más bien soy su esclavo, esta escuela es una abusadora que goza de hacer trabajar a los chicos lindos y buena onda como yo –dijo el chico orgulloso de su popularidad en la escuela
-si te quejas tanto, ¿Por qué estás aquí? Hay trabajos mejores –dijo mirando a la fotocopiadora que seguía escupiendo aquellos papeles
-jaja… en realidad tengo otro trabajo, pero me están obligando a hacer esto, no es porque yo quiera –una vez más se perdía en aquella mirada, ¿Cómo era posible que alguien tan lindo pudiese existir? -¿y tú?... ¿Qué haces aquí?
-entrare a esta escuela, también me coinvertiré en su esclavo, supongo –una y otra vez, nunca se cansaría de aquella sonrisa… nunca…
-me alegra, así podremos vernos más a menudo –en esta ocasión cambio su forma de hablar. El chico le interesaba era obvio, se sentía muy bien a su lado y hacer nuevos amigos nunca está de mas
-si… -nuevamente aquella vergüenza que venía acompañada por un sonrojo –espero que podamos ser muy buenos amigos

Dos horas, tres… ¿Cuánto tiempo habían estado hablando? Todo lo que tenía que hacer estaba terminado, pero quería estar un poco mas con el chico, le encantaba su presencia, le fascinaba tenerlo cerca y lo más importante, le tranquilizaba, era algo que no entendía, pero ver su sonrisa, ver su rostro le relajaba y era como si sacara todas sus preocupaciones… ¿Por qué? Aun no lo entendía, aun no comprendía la magnitud de los sentimientos que se comenzaban a desarrollar en su interior, pero le encantaba, le fascinaba…
Después de algunos minutos, el joven de cabellos oscuros recordó que aun tenía trabajo que hacer, se levanto de donde estaba y como si se tratara de algo de vida o muerte, se disculpo con Yoochun…

-de verdad lo siento, es que soy un poco despistado y olvide que tenia cosas que hacer –decía, una y otra vez, como si hubiese hecho algo malo
-está bien… no tiene que disculparse –sonrió tiernamente
-sí, perdón… seguro que te quite tu tiempo y yo que no me callo… -una disculpa mas…
-está bien, no te lo tomes tan a pecho
-pero…
-dije que está bien… será mejor que te vayas ya, porque seguro que no terminamos esto nunca –rio fuertemente dándose cuenta que ya iban más de diez veces que se despedían
-jajaja… tienes razón, bueno… nos vemos… -dijo por último el chico echándole una última vista al escritorio y saliendo por aquella puerta apresuradamente
-ah… que lindo que es… -suspiro el chico al recordar aquel rostro –ah… espera… no le pregunte su nombre T_T –se reprendía por su estupidez –ahora que hago… yo quería saber su nombre… soy un estúpido…
-¿has terminado ya? –se sorprendió al escuchar la voz del conserje
-ah… si, si ya termine –una reverencia mas, tomo su pequeño morral y salió de la escuela

Después de ese gran día y arduo trabajo el chico llego a su casa y pudo comer tranquilamente con su umma, el cual ya lo esperaba con una muy rica comida y un muy delicioso postre de esos que solo él sabia hacer. El chico se sentía algo cansado y lo mejor sería descansar, por alguna muy extraña razón, aquel chico lindo no desaparecía de su mente, era tan… tan perfecto, su sonrisa, su rostro todo…

-¿no vas a cenar, Chunnie? –pregunto Jae al ver que su hijo estaba en otro mundo
-no tengo hambre, umma –dijo el chico suspirando
-pero en la tarde no comiste bien, ¿paso algo en la escuela? –pregunto dulcemente de esa forma que solo los padres pueden hacer
-nada umma, solo estoy cansado… umma –dijo antes de que este saliese de su habitación
-dime, Chunnie
-¿el amor a primera vista, existe?
-amor a primera vista… -una sonrisa algo tímida apareció en su rostro –ya veo… no lo sé hijo, nunca me ha pasado, a no espera… yo ya te amaba desde antes de que nacieras, pero en el momento que te vi, que te tuve en mis brazos… ese día fue simplemente especial…
-no es eso a lo que me refiero, umma… me refiero a una persona… a alguien que… jajaja será mejor que me olvide de eso… perdón umma
-mmm… pues no se qué te pase mi niño, pero recuerda que siempre puedes confiar en tu umma para todo –de esa forma el chico por fin salió de la habitación dejando solo al castaño


Otro nuevo día había llegado, ese lunes no era como los demás, este lunes era especial y aunque aun no tuviera nombre, tenía rostro y era lo que más le interesaba, aquel ángel, aquel hermoso ángel era lo único que pasaba por su mente. En el autobús se la paso por demás callado, YunHo estaba de igual forma que el, los dos chicos normalmente discutían, pero ese día ambos estaban en otro mundo, incluso el mayor de ellos había olvidado llevar sus libros de Felina.

Las clases habían comenzado, el profesor ya había comenzado a hablar y a explicar su clase y como en la mañana YunHo y Yoochun seguían completamente callados, no tenían mucho que decir y tenían demasiado que pensar, el último de los jóvenes se la había pasado buscando al joven de aquella vez, pero no lo había encontrado, busco en los grupos de segundo, tercero e incluso en los de primero, pero no apareció por ningún lado. Después de casi 45 minutos la clase por fin había terminado, los chicos comenzaron con el relajo

-bien, ahora esperen a que el siguiente profesor llegue, estén en silencio chicos –había sido una sugerencia, ¿cierto? Todos los jóvenes ya habían comenzado a divertirse y hacer lo que les daba en gana, el director había entrado, los estudiantes miraron como el señor pasaba al frente y con su ya bien conocido ceño fruncido observaba a todos los jóvenes. Después cuando se hizo el debido silencio comenzó a hablar.
-muy bien jovencitos, saben que la señorita Keiko no vendrá por los últimos seis meses, ya que su embarazo no le permitirá asistir a la escuela –dijo el hombre seriamente. Todos los estudiantes se pusieron felices -eso significaba que su profesora de ciencias no estaría por una larga temporada… así que tendrían un suplente en todo ese tiempo –y así como se habían emocionado se entristecieron –así que les pido todo el respeto posible, y bueno como el segundo periodo está a punto de iniciar, y ustedes tienen ciencias, ahora les presentare a su nuevo profesor, así que, profesor, le pido que pase –todos los estudiantes se mantenían expectantes, muchos se lo imaginaban como los típicos profesores ansíanos y no muy bien parecidos, pero entonces ahí estaba.
Una delgada figura entraba a la sala, todos tenían cara de sorpresa, aquel no podía ser su profesor. Las chicas comenzaron a murmurar cosas acerca del chico, era muy lindo y todos se habían sonrojado con su presencia. Cuando el joven llego junto al director hizo una reverencia y sonrió ante el grupo, entonces se presento.
-buenos días, mi nombre es Kim Junsu y yo seré su profesor de ciencias –dijo con una hermosa sonrisa
-muy bien, ahora que ya se conocen yo me retiro –al instante Lee So Man se retiro del salón dejando a la clase sola.

Todos los estudiantes le sonreían cándidamente, el chico se había puesto algo nervioso pero tenía que combatir aquel maldito miedo y dar su clase como era debido.

-bien, bueno creo que será mejor que iniciemos con sus nombres, no me gustaría llamarlos como “tu, niño” –los demás sonrieron, se notaba la inexperiencia del chico, pero sin duda eran tan dulce

De aquella manera los estudiantes comenzaron a decir sus nombres, todos y cada uno de ellos paso desapercibidos para el joven. Entonces ahí estaba el chico tan apuesto que había visto el día pasado –mi nombre es Park Yoochun –dijo el joven amablemente “Park Yoochun… Park Yoochun… Park Yoochun… Park Yoochun… Yoochun… Yoochun” ¿Por qué ese nombre le resonaba en la cabeza?
-bien –dijo al notar que ya todos se habían callado –bien, ahora les explicare como trabajo…

Todos habían salido de su salón de clases, los chicos estaban más que emocionados con su nuevo profesor ya que era un encanto. Todos sonreían al ver las expresiones que el joven ponía, era tan lindo y su forma de hablar era tan dulce, tan encantadora. Yoochun no dejaba de mirarlo, cada vez que podía pasaba por el salón de profesores viendo como el joven arreglaba sus papeles y al parecer leía las notas de la antigua profesora. ¿Por qué no podía acercarse a él y saludarle? No lo sabía, había algo que se lo impedía, cada vez que intentaba hacerlo Junsu lo miraba… lo miraba con molestia, ¿Por qué? No tenía ni la menor idea de que había hecho mal, que era lo que había molestado a Junsu que lo ponía de aquella manera…

Ese día no le pasaría, no le importaba como le mirase el profesor, le saludaría, lo haría y era un hecho. La clase termino por fin, los estudiantes como siempre se apuraban a salir del salón corriendo y tratando de encontrar un lugar para saltarse la siguiente clase. Yoochun aun guardaba sus cosas, se apresuro antes de que el profesor saliera del salón con dirección al salón de maestros, y con una gran sonrisa se acerco a el.

-hola –el chico se asusto al escuchar al otro joven –profesor Junsu –sonrió al ver la expresión del joven
-hola –susurro el joven
-vaya, nunca creí que fueras a ser mi profesor –el mayor de los chicos permanecía en la silla, no tenía ni la menor idea de porque, pero se sentía extraño… seria que su suposición era cierta – ¿pasa algo? –pregunto el castaño al notar el silencio del otro
-nada, pero preferiría que me llamara por ‘usted’, soy mayor que usted joven Park, y ¿no se supone que debería estar en clases? –dijo seriamente, aunque en su interior se estuviera reprimiendo por las estupideces que salían de su boca
-no SE preocupe –enfatizo para que el joven dejara de molestarse –tengo física, así que no se darán cuenta –volvió a sonreír
-… ¿se le ofrece algo joven Park? –pregunto el profesor
-solo quiero conocerlo, profesor –no tenía ni la menor idea de porque aquello le había molestado, el solo intentaba ser amable
-pues mucho gusto joven, ahora, creo que será mejor que se retire, no quiero tener problemas con el director –seguía diciendo con el mismo tono
-claro, no quiero molestar su tan entretenido trabajo –dijo retirándose del salón “maleducado… y se llaman profesores… de que le sirve ser tan lindo si tiene un carácter terrible” –pensaba el joven, murmurando un montón de cosas en el camino
-maldición –se dijo el mayor al ver al joven salir -¿Qué me paso? –Estaba sorprendido, no era normal que se pusiera de aquella manera solo por ese tipo de cosas –relájate Junsu –seguía diciéndose –“no puedes estar enamorado… y si lo estas, es mejor que te alejes de los problemas, y ese chico sin duda te los traerá” –porque tenía que acordarme de el, justo aquella noche que se suponía tenía que ser tan especial

******flash back ******

-ahhmm… ahhhm… hhm… -se escuchaban los gemidos y la desesperación del acto, aquellas manos tocando el cuerpo ajeno. El sudor en sus cuerpos, el sonrojo de sus mejillas, la presión en su trasero, como aquel sexo que ya conocía a la perfección se enterraba en él una y otra vez, como tantas noches lo había hecho.

Sentía como su cuerpo estaba casi en el final del éxtasis. Un grito mas se hizo presente al sentir toda aquella sustancia en su interior, sentir como su cavidad se llenaba de toda aquella deliciosa sustancia

-aahhhmm… Yoochun… -termino el joven dejándose caer en la cama matrimonial del departamento en el cual siempre lo visitaba su novio, sintiendo aquel cuerpo encima de él
-¿Yoochun? –Pregunto el joven que había estado a su espalda -¿Quién es Yoochun? –ahora se había parado, saliendo de aquel delicioso pasaje
-ah… yo… -en ese momento cayó en cuenta de sus propias palabras, había dicho Yoochun, había estado pensando en su estudiante todo el pasado acto
-me vas a decir quién es ¿o no? –pregunto el chico realmente molesto
-no… no es nadie… yo… -decía preocupado
-¡¡maldición Junsu!! Eres mi novio, mi pareja… y todo este tiempo habías estado pensando en otro mientras te penetraba, mientras YO entraba en ti ¿eso es lo mucho que significo para ti? –decía el chico casi fuera de si
-no es así… es solo… es solo que no sé que me paso… no se en que estaba pensando… -decía el castaño oscuro tratando de tranquilizarlo
-sabes que… -se levanto de la cama –hasta que sepas que es lo que piensas, me llamas –dijo tomando su ropa y poniéndola en su cuerpo rápidamente. Salió del departamento y simplemente dejo a Junsu solo en aquel lugar
-¿Yoochun? –Volvió a preguntarse -¿Por qué, Yoochun? –bueno si sabía que desde que había conocido al chico le había sido casi imposible sacarlo de su cabeza, pero eso de gemir su nombre mientras estaba con alguien más, con su novio, sin duda algo muy extraño estaba pasando en su cabecita.


***********end flash back*************

Un sonrojo más antes de salir a la oficina de profesores y así poder preparar las cosas para su siguiente clase…


***

De aquella manera las semanas habían pasado, dos meses para ser exactos. Todos seguían encantados con Junsu, y es que el asía que las clases fueran divertidas, sin duda uno de los mejores profesores de la escuela, si no es que el mejor. Todos creían eso, a acepción de Yoochun, no podía negar que el castaño oscuro era hermoso y entretenido, simpático, dulce, carismático, lindo, tierno, y sexy, pero entonces recordaba la forma en la que le había tratado aquel día a tan solo semanas de que el chico comenzase a trabajar en aquella escuela, y simplemente su sangre comenzaba a arder de coraje de solo pensarlo. Pero era cuestión de ver su hermosa sonrisa, para simplemente olvidar todo y quedarse embelesado con tanta perfección, se sentía bien cuando miraba aquel hermoso ángel.
Asia unas semanas había llevado a YunHo a su casa y para su desgracia el chico siempre le pedía que lo llevara, no tenía ni la menor idea pero ahora el moreno se vivía en su casa, incluso más que en la hermosa mansión de sus padres.

Entonces comenzó a notar lo que realmente pasaba, la verdad de aquella fuerte voz que extrañamente solo se mostraba ante él. Estaba seguro de sus sentimientos, era imposible simplemente decir que no era cierto, que solamente había sido algo de momento, que aquella vez cuando se tropezase con el joven, no se había encantado con él, pero todo era mentira, estaba completamente seguro de lo que sentía y en sus manos estaba lograr su objetivo. Después de convencer a YunHo de que no podía invitarlo ese día a su casa, el chico espero a que todos los estudiantes desaparecieran de la escuela. Caminaba por los pasillos en busca de su ‘presa’. Era extraño pensar en aquello que había descubierto días atrás, pero tenía que probarlo, tenía que mostrarlo, tenía que lograrlo.

-pero… -se detuvo de repente -¿Qué hay conmigo?... -más o menos cinco minutos pasaron antes de darse cuenta de lo que sentía –si, no cabe duda… me gusta ese chico –se dijo a sí mismo al darse cuenta que se moría por besar los labios rojos de aquel hermoso ser, de que moría por abrazar ese frágil cuerpo y tener algo más que un simple ‘estoy ocupado’ o un ‘no es tiempo para estar aquí’

El joven siguió su caminata alegremente, no sabía qué era lo que haria exactamente, pero es que ya no podía detenerse, ya no quería esperar.

-Yoochun –escucho una voz
-oh! Changmin –se sorprendió al ver al chico en aquel lugar
-¿YunHo está contigo? –sonreía, se veía emocionado, o por lo menos eso parecía
-no, el ya se fue –contesto sin saber la razón del por qué el chico había entristecido rápidamente
-ah… creí que me esperaría como siempre lo hace –y es que ese día habían comenzado las actividades del consejo estudiantil –ya le había mencionado que hoy me quedaría –parecía que quería llorar, el no entendía el por qué, tal vez las cosas no estaban bien en su relación con YunHo
-¿pasa algo con YunHo? –pregunto preocupado
-no lo sé… desde hace ya semanas ha estado muy extraño, no lo veo desde hace mucho –decía aun triste
-pero ustedes siempre pasan el lunch juntos –trataba de aminorar la preocupación del otro
-sí, pero es el único momento que nos vemos, solo a esa hora… -cerro sus ojos por cortos segundos antes de volver a hablar –perdón, tengo que volver al consejo… nos vemos Yoochun
-nos vemos –vio como el chico se alejaba –“que pasara con esos dos” –se pregunto algo preocupado

Por otro lado el lindo maestro de ciencias permanecía en la sala de profesores, ya todos se habían retirado a sus casas o en determinado caso a dar clases en otra escuela. En aquel momento terminaba de calificar los primeros exámenes que había hecho, con una fuerte decepción al ver la cantidad increíble de cincos que había en estos, pero es que era más que obvio, si los alumnos solo se concentraban en verlo a él, pero como si fuera un karma o algo por el estilo, uno de los mejores alumnos había sido Park Yoochun, claro que el mejor era YunHo, pero en este caso para el joven no era de importancia. Su mente comenzó a vagar un poco, estaba cansado más mental que físicamente, así que fácilmente su mente comenzó a divagar en lo único que había estado pendiente durante todas estas semanas…


**********Flash Back**********


La clase acababa de comenzar, la unidad que en aquel momento veían era acerca de la biología humana. Algunos estudiantes le estaban pidiendo ayuda y el amablemente se las daba, claro si quería ser un buen profesor tenía que ser tolerante. Todos los jóvenes llegaban, más que para resolver dudas, para poder estar cerca del hermoso joven.
Yoochun se preguntaba, “todos hacen eso y el es muy amable, y siempre les ayuda en todo, entonces yo también lo haré, se verá obligado a responderme”. Camino con el libro en la mano y al ver que se aproximaba todos los estudiantes fueron a sus asientos, era como una fuerza que ejercía el joven para que todos hicieran lo que él pensaba. Junsu se sorprendió por aquello, cuando el joven llego a donde él noto como todo el salón comenzó con el relajo, en todos lados hablando y jugando.

-tengo una pregunta profesor –dijo el chico seriamente, ¿sensualmente?
-dígame –dijo fríamente, intentando resistir a aquella varonil voz
-no entiendo eso del funcionamiento del corazón, ¿Cómo es que funciona?... ¿Cómo es que la sangre es bombeada? –dijo aun con aquella expresión, era tan irresistible
-eso es algo difícil de explicar, y ahora tengo una clase que dar, lea esta página –tomo el libro que el chico traía y comenzó a buscar la pagina correcta –listo, si lee esto tendrá la respuesta a su pregunta
-ok –dijo con los humos hasta el suelo –“¿Por qué mi encanto no funciona con él?” –se pregunto el joven
-bueno, ahora que todas sus preguntas están explicadas quiero que comiencen con su trabajo… bueno, necesito a un voluntario para que me ayude a traer los microscopios de la bodega –completo silencio, nadie levantaba la mano, nadie dijo absolutamente nada y el mayor comenzaba a sentirse patético
-yo –todos voltearon –yo le ayudare profe –se levanto el chico. Camino hasta el frente del salón esperando a que su profesor le indicara por donde ir –bien… vamos –dijo al notar que el chico no se movía
-aff… vamos –respiro profundo, resignándose, pero “¿Por qué?” se preguntaba el menor. ¿Qué era lo que tanto le molestaba de él?... ¿Qué era lo que había hecho mal, para que lo odiara tanto?

Los dos caminaban por los pasillos de la gran escuela. Junsu iba algo nervioso ya que todo ese tiempo había intentado evitar al castaño, pero es que era tan difícil cuando no lo dejaba en ningún momento en paz. ¿Y cuál era la razón concreta de que aquel joven lo pusiera tan nervioso? ¿Cuál era la razón de que no quisiera estar cerca de él? Si lo analizaban las respuestas eran fáciles, el chico lo ponía nervioso porque era un chico muy apuesto, no quería estar cerca de él ya que temía a no resistir aquel encanto, tenía miedo a… enamorarse de él, o ¿es que ya lo estaba?
Intentaba creer que era de otra forma, pero es que todas esas semanas habían sido suficientes para darse cuenta de que era cierto.
No tenia que recordar aquella ocasión hacia no más de unas semanas cuando termino con su novio…
Nuevamente, ahí estaban esas escenas y su voz al momento de mencionar el nombre de Yoochun, bueno más que mencionar, gemir su nombre…

-aff –suspiro al recordar aquella penosa situación
-¿pasa algo profesor? –pregunto el menor al notar algo distinto y colorado que comenzaba a aparecer en su lindo maestro de ciencias
-no, nada joven, Park –siguió caminado ‘sin’ prestar mucha atención al otro chico

La bodega estaba en la parte trasera del edificio, aquellos materiales casi no se utilizaban más que en ciertas épocas del año y dependiendo de la unidad que los estudiantes estuviesen viendo, y dado que el tema de la semana serian las células humanas, tenían que usarlos.
Junsu caminaba al frente de su alumno, acababan de llegar y para desgracia del primero, algunas luces están fundidas razón por la cual la luz en aquel lugar era tenue y a penas si podía ver entre tantos objetos. Yoochun a diferencia de este aprovechaba aquello para acercarse un poco más al muy simpático y dulce chico.
Y si, sin duda ese día el destino estaba a su favor, el no sabía que su muy lindo profesor le temía a la oscuridad, igual lo noto, ya que el chico caminaba muy despacio e intentaba enfocar la vista y así obtener algo más de claridad. Yoochun decidió caminar a un lado del joven, no sabía porque pero le daba ternura ver a aquel chico con esa expresión.

-¿donde se encuentran los microscopios? –Pregunto el castaño para alejar la tensión del momento –no veo nada –añadió
-ah… creo que son esos de haya –dijo el mayor al observar curiosamente –si… esos son –fue un impulso haber intentado correr asía aquel rincón, ¿Por qué? Porque si no lo hubiese hecho tal vez no hubiese terminado en los brazos del menor, sus rostros no estarían tan cerca, y no se sentiría como un adolescente con su primer amor.

El chico al tomar impulso para correr, termino tropezando con algunas cajas que por obvias razones no pudo ver. Yoochun que tenia maravillosos reflejos y una velocidad admirable, puedo tomar a tiempo aquella cintura y sin pensarlo dos veces, envolverlo en sus brazos.
Junsu no sabía ni que hacer, después que el chico se acercara tanto a su rostro, había comenzado a sentir como sus mejillas ardían furiosamente. Una situación incómoda para el mayor de los chicos. Sin esperar más tiempo y a sabiendas de que aquella oportunidad quizás jamás se le volviera a presentar, el menor de los chicos acerco sus labios a aquellas deliciosas fresas que tenia frente a él. El profesor se congelo en ese preciso momento, sentía como aquel chico de hermosos labios, los había posado sobre los suyos. Eso y su incómoda posición fueron el detonador para que el ‘enojo’ del casi siempre dulce chico, explotara.
Rápidamente y después de que el chico literalmente ya hubiese devorado sus labios, el castaño oscuro lo empujo lejos de él, casi ocasiona que los dos terminasen en el suelo de la gran bodega. Bueno, Junsu no era el único sorprendido en ese momento Yoochun también se preguntaba la razón de su repentino y descarado acto.

-¿Qué es lo que te pasa? –pregunto el chico, bueno más bien grito
-yo… -si, si se había estado muriendo por tocar aquellos deliciosos labios, pero de ahí a de verdad intentar hacerlo, ni siquiera el sabia la razón –de verdad lo siento, profesor –dijo algo arrepentido
-¿lo sientes? –casi no se noto, pero en sus ojos y tono de voz hubo un deje de tristeza
-sí, es solo que olvide que era usted, y… y bueno le mentiría si le dijera que en aquel momento sus labios no me parecieran agradables… yo… -intentaba justificar su acto –perdóneme… -fue su última palabra antes de tomar el carrito donde se encontraban los microscopios y salir con ellos lentamente para no volver a tropezarse con algo.
-no quiero que lo sientas –susurro al perder de vista a su alumno

El menor de los chicos caminaba sin detenerse, ni siquiera volteo para ver si su profesor lo estaba siguiendo, camino hasta que entro a su salón de clases. ¿Se había asustado? Sí, pero no precisamente por lo que había hecho, tenía miedo a ser rechazado, si… no cavia duda…


**********END FLASH BACK************

Entro sigilosamente al salón donde sabia se encontraba el chico de cabellos oscuros, no tuvo que caminar demasiado para toparse con la escena más dulce de toda su vida, ahí estaba, parecía un angelito dormido, era tan… tan perfecto, y sabia que nunca se cansaría de decirlo, ese chico era simplemente el más bello que alguna vez sus ojos hubieran visto.

Casi como si de un detective o algo por el estilo se tratara, al entrar en la oficina no hizo absolutamente ningún ruido, no movió nada… iba tan lento que ni siquiera él podía escucharse. Después de unos cuentos pasos más, el chico llego al escritorio de este, ahí pudo observarlo mejor, por dios como podía existir un ser tan hermoso… sin poder evitarlo se le quedo observando por más de cinco minutos, era inevitable, simplemente no podía ignorar aquella atracción que surgía entre ellos dos, no importaba lo que el otro dijese, no podía…

Después esos labios, su vista se había clavado en aquellos perfectos labios rojos, eran tan tentadores, eran tan deliciosos. Un movimiento lento y pausado fue suficiente para llevarlo hasta la boca del chico, no quería despertarlo, así que trataba de no moverlo mucho, pero era imposible no querer probar más que eso, era imposible no querer devorarlo y hacerle saber todo lo que su corazón sentía… Casi como si de alguna clase de película romántica, el chico tomo al otro de la cintura obligándolo a levantarse de aquella silla, Junsu se quedo pasmado al verse en aquella situación, el menor lo besaba desesperadamente, introduciendo su lengua, pasándola por toda su mojada cavidad sin dejarle respirar… y no se movió, no lo golpeo y mucho menos lo alejo… los dos se besaban desenfrenadamente probándose el uno al otro. El mayor de los dos llevaba el control de aquel apasionado acto, pero Junsu no se quedaba atrás, una batalla de placer había comenzado y no había nadie que en ese momento la pudiera detener…

Las manos de Junsu subieron al cuello del menor sosteniéndose de él para así profundizar el beso que ya llevaba algunos minutos, pero que importaba cuanto podía durar, lo único que los dos querían era probarse y sentirse, porque aun que no lo aceptasen todavía, aquello era lo que los dos habían estado deseando desde hacía mucho, desde que se vieron aquel domingo… Las manos de Yoochun comenzaban a vagar por la espalda del otro chico, cada vez bajaba un poco más, hasta que por fin llego al trasero de este, era casi imposible creer que aquel lindo chico pudiese tener aquel… aquel hermoso cuerpo, tan… tan perfecto…

-hhmm –se escucho salir de los labios del mayor

Aquello había logrado que la temperatura del cuerpo de Yoochun aumentara, aquel solo gemido había logrado que todas las hormonas del menor se descolocaran y que aquella necesidad por acercarse al cuerpo del otro se incrementaran…

-ahh… -sus respiraciones se escuchaban agitadas, no podían seguir con aquel beso ni un segundo mas, sentían que si no se detenían morirían por falta de oxigeno
-ahff –los dos intentaban aprovechar aquel momento para respirar, pero el ver los ojos del otro, los labios rojos del otro provocaba aquellas ganas de querer seguir con aquel acto…
-Yoo… chun… -alcanzo a pronunciar antes de volver a caer ante aquellos labios, antes de volver a alcanzar el cielo

Unos minutos después los dos se observaban fijamente, intentaban descifrar en la mirada del otro lo que estaba pasando, lo que había pasado solo segundos antes…
Pero como si de algo que los nublara se tratase, ninguno de los dos lo encontró, o más bien si lo hicieron, pero los asusto…

Unas cuantas lagrimas comenzaron a salir de los ojos de Junsu, estaba tan confundido, porque aquello no estaba bien, el era su profesor de ciencias y aquello no podía estar pasando, no solo perdería su trabajo, lo perdería a él…
Y tal vez eso era lo que más le asustaba, no poder verlo nunca más, tal vez era por eso que lo evitaba, por eso que no quería enamorarse… pero que acaso podía enamorarse más de lo que ya estaba, podía llegar a quererlo más de lo que su corazón ya lo hacía…
Con el corazón oprimido y los ojos algo rojos por las lagrimas, el chico salió de la oficina, no le importo haber olvidado sus cosas, nada le importo en ese momento mas que salir de ahí y olvidar por un momento aquello que había hecho, aquello que había sentido…

Su mente tardo algunos minutos para asimilar lo que había pasado, ni una sola palabra de lo que quería decir había podido salir de su boca, y ya se había ido. Se sentía como un completo idiota, debía de haber esperado, debía de haber controlado sus impulsos… resignado salió de la escuela, ya era tarde y no tenía muchas ganas de tomar algún autobús, camino hasta su casa sin importarle llegar tarde…

Al llegar a esta se encontró a YunHo y a su umma muy… ¿raros? No tenía ni la menor idea de porque, pero no le prestó mucha atención, lo único que quería era desahogarse y que alguien se apiadara de él para así poder ayudarlo con su problema… pero algo mas estaba mal…

-¿Cómo que odias eso? … ¿a qué te refieres Yoochun?
-que conozco esa actitud… creo que mi umma esta… enamorado –Yoochun se sentía horrible ante aquello, no quera ver sufrir a su umma
-¿enamorado?... ¿sabes de quien? –le pregunto el chico algo curioso
-pues no, la verdad no lo sé –eso era lo que más le preocupaba, el no saber la razón de aquel alejamiento de su umma –bueno YunHo, la razón por la que te pedí que te quedaras –los dos chicos se sentaron en la cama del menor –la verdad es que me está pasando algo que… -intentaba explicar
-¿Qué pasa Chun? –el menor notaba algo raro en su amigo, pero en ese momento lo que más le importaba era resolver su problema con el profesor de ciencias
-esta tarde… la verdad es que no llegue temprano a casa porque… tenía que ver al profesor de Ciencias… a Junsu…
-mmm… ¿y cuál es el problema? No entiendo porque tienes esa cara de… de tristeza, ¿Qué es lo que te pasa amigo?
-veras… bueno te contare desde el principio –así pasaron los minutos desde que el chico le comenzara a contar a su amigo lo que aquel domingo había sucedido, incluso le conto lo de aquella tarde y lo de la bodega, ahora el moreno lo sabia absolutamente todo

-vaya… -dijo el chico al escuchar todo aquello –y… ¿Por qué hiciste aquello? Yoochun, ¿te das cuenta de la estupidez que cometiste? –pregunto sintiendo como sus penas se parecían de sobremanera
-si… si lo sé YunHo, pero no lo puedo evitar, lo quiero, quiero que sea solo mío y no voy a permitir que se vaya… -menciono con aquella seguridad que solía tener cuando quería conseguir algo que de verdad quería
-¿y qué harás, como quieres que yo te ayude? –pregunto el chico sin entender de qué forma él lo podía ayudar
-en realidad no tienes que hacer mucho, mira este es el plan… -los dos chicos comenzaron a susurrar mientras el más chico le contaba todo lo que se le había ocurrido de regreso a casa, era el plan perfecto y no tenia porque fallar

La semana siguiente por fin comenzó a notar a YunHo normal, como se suponía tenía que ser e incluso lo notaba un poco mas… feliz, suponía que ya había solucionado sus problemas, aun que después de la discusión que habían tenido por el rompimiento con Changmin, no entendía nada…
Las clases por fin habían terminado, nuevamente Junsu era el único profesor en la escuela, los demás ya se encontraban fuera de esta a acepción de los guardias y conserjes; claro Yoochun y YunHo también se encontraban en el lugar.
Los dos caminaban rápidamente intentando asimilar y repasar el sencillo plan, más bien lo que Yoochun asía era tratar de retener a YunHo que ya estaba dudando de lo que estaba a punto de hacer.

-será rápido… nadie se enterara de que fuiste tú, y todo saldrá súper bien, así que deja de portarte de esta manera y ayúdame –hablaba Yoochun al pendiente de que nadie los viera
-pero Chun, si alguien nos ve, además no sabemos si alguien pueda venir y…
-por favor, YunHo, eres mi amigo y ten por seguro que yo te ayudare en lo que tú quieras, tu solo dime y ahí estaré yo para ti
-pero, Chun… -intentaba hacer razonar a su amigo, pero la verdad era casi imposible
-vamos, solo será un empujón, y ya abras terminado, bueno aun que si te quedaras a…
-solo será el empujón u.u
-ok ^^

Así los dos chicos se detuvieron cuando llegaron a la esquina del pasillo, los dos se quedaron observando y después de respirar Yoochun le entrego algo a YunHo para después caminar a la puerta de la sala de profesores. Iba decidido, lo había pensado mucho y no había nada que le saliera mal, nada podía salir mal.
Yoochun se acerco a la puerta y lentamente la abrió llamando la atención al instante de Junsu, el cual se encontraba revisando la tarea con aquellos hermosos lentes que lo asían ver aun más lindo de lo que ya era. Yoochun sonrió antes de entrar a la oficina y sintiendo el nerviosismo de Junsu, se acerco a donde el chico.

-que… ¿Qué haces aquí? –pregunto el chico con el corazón latiéndole a mas de mil por hora
-yo… quería hablar con usted –dijo el chico bajando la cabeza
-¿hablar?... -¿Por qué su voz se escuchaba tan… tan incoherente?
-sí, creo que va siendo hora que hablemos de lo que paso –el chico camino un poco más, escuchando al instante como la silla de Junsu rechinaba, ya que había intentando pararse de esta –no le haré nada –dijo sonriendo, sin duda el otro chico estaba muy avergonzado
-¿hacerme algo?... eres mi estudiante, no creo que pudieras hacer nada… -esta vez cambiando su tono de voz a uno un poco mas ¿retador?
-bueno, no vine aquí a pelear, yo de verdad quiero solucionar las cosas, usted… -respiro profundo –usted me interesa –soltó de repente
-te… -los ojos del profesor de habían abierto de par en par ¿Cómo se suponía tenía que tomar aquella confesión que le acababa de hacer el chico?
-así es… yo… yo se que usted también… que usted también siente algo por mi –decía el chico intentando no perder el control y lanzarse al chico para así besarlo como había estado deseando
-joven Park, no se dé que se trate su jueguito, pero no es gracioso lo que está diciendo… -su respiración comenzó a complicarse –así que agradecería que saliera de aquí… ahora –cada pausa que el chico asía se podía notar como su voz se complicaba…
-no quiero que…
-¡¡AHORA!! –grito el chico sorprendiendo al otro
-si… -contesto tristemente

En ese momento Yoochun se arrepintió de todo aquello, lo único que quería era salir del lugar e irse a su caza. Le dolía ver como el otro chico se portaba y darse cuenta que tal vez, solo tal vez, el chico no sintiera lo que él creía sentía…
Pero entonces se escucho como alguien cerró la puerta, entonces recordó a YunHo, el chico corrió a la puerta pero cuando llego a esta ya escuchaba como unos pasos se alejaban del lugar rápidamente, una y otra vez intento abrir la oficina, pero era imposible, YunHo le había cerrado bajo llave y no había otra forma de poder abrirla.

-maldición –murmuro el chico muy bajito
-dije que te fueras, Park Yoochun –el otro chico no había podido soportar ni un minuto más, lo que hizo que sus lagrimas comenzaran a salir
-es que… es que no puedo –dijo el chico avergonzado
-¿Cómo que no puedes? –decía el chico un poco furioso
-la puerta se atranco –dijo el chico para no dar a conocer su culpa en aquel pequeño incidente
-se que… -en ese momento el mayor camino hasta donde el otro y quitándolo sin miramientos, comenzó a jalar de la perilla –maldita cosa –refunfuñaba el joven molesto por lo que había pasado -¿Cómo se cerró la puerta? –las lagrimas seguían en sus mejillas, pero sus ojos ya habían dejado de llorar
-no lo sé… le juro que no lo sé… -el joven se maldecía una y otra vez por la estupidez que había hecho, no creyó que las cosas fueran a pasar de aquella manera
-… -en ese momento el chico volteo a ver al otro claramente molesto, pero no tenía sentido seguir discutiendo

Bruscamente limpio sus lágrimas y sin mirar al chico, camino hasta su escritorio, se sentó en este y comenzó a retomar su trabajo. Minutos después y de sentir como su espalda comenzara a dolerle, el chico había terminado todo lo que tenía pendiente, levanto la cabeza, dándose cuenta que el castaño permanecía sentado recargado en la puerta. Su corazón casi se rompe en mil pedazos al ver el rostro triste del chico, su expresión de verdad que lo lastimaba y unas ganas de acercarse a él comenzaron a incrementarse…

Casi como si de un sueño se tratase, el menor sintió como el otro chico se sentaba junto a él en el suelo, rápidamente volteo a ver al profesor dándose cuenta que este ya no tenía ni un rastro de las lagrimas pasadas, pero como tenerlas si ya habían pasado casi dos horas, era increíble cuando habían permanecido ahí y sabia por lo que le había dicho a YunHo, que el chico no llegaría en mucho mas. El joven seguía observando al otro, no había parpadeado ni una sola vez y notaba como el mayor comenzaba a ponerse nervioso…

-solo… solo quería hacerte compañía –dijo el chico como si de un niño se tratara
-…
-aaff… ¿Qué está pasando aquí? –suspiro el chico
-…
-creo que… creo que tal vez solo estas confundido, tal vez solo te equivocaste de persona… no puedes estar enamorado de tu profesor –había comenzando a hablar el chico
-…
-porque… porque las cosas no son así tan sencillas, las cosas no son como en las novelas, o en las películas de amor… no lo son…
-… -pero el chico seguía observándolo, lo que el otro decía pasaba tan dolorosamente por su cabeza, no era así, lo que él sentía no era un error, no lo era…
-tienes que entender que… -el chico se movió rápidamente quedando frente al chico –esto no está bien, Yoochun no puedes sentir estas cosas por mí, yo… yo no siento nada por ti, no puedo sentir nada… escucha… -pero el chico solo lo observaba hablar, aquel repentino acto lo había confundido –Yoochun…
-yo… -pero sus palabras se quedaron ahí, cuando sintió los labios del otro chico sobre los suyos, algo anda mal, ¿cierto? Porque no se suponía que las cosas debían de ser así, bueno no como que estuviera mal, pero era algo imposible de imaginar

Los labios de Junsu comenzaban a devorar los de Yoochun de una forma salvaje, desesperada, estaba completamente fuera de control, sus manos se sostenían del pecho del chico evitando así que su cuerpo cayera por completo sobre el del otro. Sus ojos cerrados y aquellas mejillas sonrojadas que cada vez inundaban más al castaño, porque aun estaba confundido, aquel repentino acto, y aquella necesidad de no soltar al mayor no le proporcionaban nada de coherencia. Pero espera, ¿no era eso lo que quería? Claro que era eso, claro que lo quería, y aun mejor si era el otro el que tomaba la iniciativa… el chico mando al diablo toda la coherencia y sin esperar un minuto más, tomo el cuerpo del profesor entre sus brazos apretándolo contra su pecho, profundizando aquel beso que cada vez se asía más apasionado, más salvaje, más necesitado… Sus lenguas se movían acompasadamente disfrutando una de la otra, sus labios se rosaban mientras que sus salivas se mezclaban formando la más embriagante de las sustancias. Esto ya no era un juego, ninguno de los besos pasados podían ser comparado con este…

Las manos del menor comenzaron a temblar, quería explorar mas allá de lo que su cuerpo veía, quería sentirlo por completo pero tenía miedo, tenía miedo a que el chico se arrepintiera y lo viera como un pervertido… Pero en lugar de alejarse, el profesor solo seguía acercándose más, queriendo tocar por completo la espalda del menor que ya se había separado por completo de la puerta…
El beso duro algunos minutos antes de ser roto por el mayor de los chicos, Junsu se quedo viendo al otro chico directamente a los ojos, se sentía tan… tan excitado, tan caliente que no sabía en lo que estaba pensando… después de unos segundos nuevas lagrimas comenzaron a salir de sus ojos asustando a Yoochun, el chico se separo un poco del otro cuerpo para así poder verlo perfectamente. Pero las lágrimas se vieron interrumpidas por el pecho de Yoochun, el mayor se había lanzado nuevamente al otro cuerpo abrazándose a este posesivamente…

-¿Qué me has hecho Park Yoochun? –pregunto el chico entre sollozos
-yo… -se quedo sin palabras el chico al no entender la pregunta, ¿Qué le había hecho? Pero si el que le había besado había sido el otro
-¿Por qué no puedo sacarte de mi cabeza? ¿Por qué no dejo de pensar en ti? ¿Por qué te has metido tan adentro de mí? -dijo llevando la mano del chico a su pecho, colocándola en el lugar donde debía estar su corazón
-porque te amo… -fue la respuesta de Yoochun –porque me gustas, porque me encantas –seguía diciendo observando una pequeña sonrisa en los labios del otro chico
-me amas… -soltó el joven tan leve, tan bajito que casi ninguno de los dos lo escucho –me amas porque… porque…
-¿Por qué?... la verdad el porqué no lo sé, solo me enamore –dijo el chico ya más tranquilo y consciente de lo que estaba pasando
-pero… no puedes amarme, no está bien… no puedes –volvió a repetir sintiendo que la otra mano apretaba la suya
-quieres ver que si puedo –dijo sonriendo el chico –te demostrare que si puedo amarte –fue su última palabra antes de acercarse lentamente a los labios de Junsu

El chico no se opuso, no tenía sentido hacerlo ahora, hacerlo cuando el mismo había sido el que provocara aquella situación. Las manos de Yoochun se posaron en la cintura del chico, lo sostuvo tan fuerte que pudo levantarlo sin ninguna dificultad. Los dos estaban de pie, uno frente al otro, sus cuerpos lo mas pegado que pudieron y sus labios se devoraban por completo, se sentían, se tocaban, aquel fuego que poco a poco iba creciendo en sus interiores, por fin podía ser liberado… Las manos de Yoochun comenzaron a subir hasta el pecho del chico, aquella camisa era demasiado incomoda así que sus manos ya habían comenzado a ayudar al mayor a quitarse aquellos botones que casi ni le permitían respirar. Temblaba, estaba temblando al pensar en lo que ahora se encontraban haciendo, le estaba quitando la ropa a su profesor, de aquella manera tan lenta, tan dulce, tan erótica…

Los botones fueron sobrando y cada vez aquella blanca camisa quedaba más abierta permitiéndole ver aquella hermosa piel, aquella deliciosa piel a la cual se estaba convirtiendo en adicto. Sus labios descendiendo por su cuello, lamiendo cada parte de este, provocando suspiros y gemidos en el otro chico, la electricidad que ya comenzaba a descender por todo su cuerpo, la excitación que llevaban guardando esos pocos meses… tan pegados que sentían podían fundirse en uno solo
Junsu seguía sosteniéndose del cuello del más chico, las manos de este permanecían en la cadera del profesor, pero aquello solo duro poco hasta que el joven las bajo, para así poder tocar aquel hermoso trasero que no podía dejar de ver, cada día, a cada momento… un pequeño apretón al cuerpo de Junsu fue suficiente para que el chico se sostuviera aun más fuerte de su cuello, logrando un contacto más intimo con la entrepierna del castaño.

La camisa del mayor quedo en el olvido rápidamente dejando el pecho de Junsu a su completa disposición, los pezones del joven estaban por demás duros y erectos. El mayor fue empujado hasta quedar contra uno de los escritorios de aquella oficina, las manos de Yoochun lo levantaron levemente, solo lo suficiente para así poder alcanzar aquellos rosados botones que le pedían a gritos ser lamidos, ser tocados…
Su lengua se movía rápidamente, los pezones de Junsu eran enredados en esta, chupándolos, lamiéndolos, apretándolos fuertemente para así mandar cientos de descargas por todo el cuerpo del más bajo, una y otra vez su lengua se paso por esos bultitos que cada vez se tornaban mas rojizos al contacto de su boca… de aquellos carnosos labios cereza que ya le habían vuelto loco, que ya lo habían vuelto adicto…

Después de lamer todo el pecho del chico, pasando por cada uno de sus músculos, el menor de los chicos dirigió sus labios nuevamente a la boca del otro. Su ansiedad se hacía mayor y aquellas ganas por probar cada parte del cuerpo del peli oscuro se incrementaban, comenzó a desabrochar el botón de aquel pantalón negro, que como si de una muy frágil tela se tratase, se deslizo por las piernas de Junsu dejando a este casi completamente desnudo. Su respiración se agitaba a cada paso que sus manos llegaban a nuevos lugares, cada vez que sus dedos rosaban aquellas partes del cuerpo de Junsu que solo en sus sueños se había atrevido a imaginar. Sus ojos se clavaron en los del otro, el chico mantenía aquellas rosadas mejillas al tope, sentía su excitación, sentía que estaba igual de deseoso que él, igual de descontrolado…
En un movimiento suave el chico dejo al otro, solo unos centímetros suficientes para poder quitarse aquella camisa molesta que sentía quemaba su piel, le raspaba. Su pantalón tuvo el mismo destino que aquellas prendas en el suelo. En un movimiento rápido despojo al chico de sus zapatos así como también quito los suyos. Junsu seguía aturdido de tanto placer, sus brazos se recargaban en el escritorio mientras sentía como aquel joven asía todo el trabajo, aquel que hubiera encantado llevar a cabo, pero qué demonios importaba eso en aquel momento, quería sentirlo, quería liberar aquella maldita preocupación que no le dejaba tranquilo.

Las caricias fueron retomadas al instante que el menor se levanto. Aquello ya no era un juego, nunca lo había sido y ahora ya no había punto de retorno, no podían hacerlo y no querían hacerlo, porque ambos lo deseaban. El cuerpo de Yoochun volvió a pegarse al de Junsu, sus manos llegaron directamente al trasero del chico levantando este rápidamente para que así el mayor quedara sentado en aquel escritorio el cual rápidamente quedo sin ni un solo papel encima, ni una sola taza y nada que los pudiera molestar. Sus labios seguían devorándose, no podían parar, no querían parar de probar aquel elixir que los devolvía a la vida, aquel delicioso sabor que les devolvía las energías.

Aquellas marcas que el menor había hecho en el cuello del mayor, y aquellas que el peli oscuro ya comenzaba a formar en el de su alumno. Lentamente su cuerpo fue recostado en el frio pedazo de madera, sintiendo los labios del chico explorar todo su cuerpo, bajando por su cuello, su pecho, su ombligo, su vientre… Los ojos de Yoochun voltearon un momento asía el rostro del otro chico, sabía que lo querían, lo sabia pero aun así quería estar seguro…

-hazlo –escucho en un susurro, y esa pequeña palabra fue suficiente para que sus hormonas volvieran a descontrolarse dejándolas volar sin detenerse

Una pequeña sonrisa se formo en sus labios, no tenia que preguntar mas, no tenía nada más que decir, aquello había sido suficiente para que su seguridad volviera. Con cuidado tomo la pretina del calzoncillo que llevaba puesto el mayor, lo tomo de los dos extremos y de aquella forma fue retirándola de aquel cuerpo siendo ayudado por Junsu. Dejo aquel pedazo de tela junto con las otras, subiendo de inmediato a aquella parte tan intima de su profesor. Sus ojos lo recorrieron por completo, como dios pudo crear un ser tan hermoso, tan perfecto…

Con lentitud comenzó a agachar su cabeza, estaba a poco distancia de aquel trozo de carne que ahora estaba más que erecto, se encontraba tan duro y aquel delicioso aroma que despedía era tan adictivo. El primer roce fue como cientos de descargas embargando sus cuerpos, la lengua del menor fue perdiendo vergüenza y de esa forma comenzó a lamer aquel sexo mojándolo por completo sintiéndolo caliente y palpable. En un movimiento rápido el chico abrió los ojos cerrándolos al instante mientras engullía el miembro de Junsu, las lamidas eran rápidas, el movimiento se había convertido en algo sin frenos.

-ahh mmh –gemía el mayor sintiendo aquellas cosquillas, sintiendo como aquella boca apretaba su sexo dándole tanto placer, dándole tanta satisfacción -mmhh… -se mordía los labios intentando no sonar tan desesperado, tan caliente

El ritmo fue aumentando de velocidad, Yoochun estaba casi tragándose aquel delicioso sexo que se movía en su mojada boca. El salado sabor de Junsu era tan rico, tan adictivito así como todo el resto de su cuerpo. Unos minutos más fueron suficientes para que el chico se derramara por completo dándole a probar de su semilla, que mas podía decir, igual de rica que todo lo que probaba en el chico. Rápidamente trago aquello lamiendo lo que había quedado en la comisura de sus labios, no quería dejar ni una sola gota de aquello, lo quería solo para él.
Sin esperar más volvió a levantarse acercándose nuevamente a los labios del chico, y no pudo evitar una sonrisa al ver como el chico seguía cerrando los ojos y mordiendo sus labios fuertemente. Se acerco un poco mas tocando aquellas mejillas sonrojadas, acariciándolas para darle la seguridad al chico, para quitarle aquella pena que sabia debía de estar sintiendo en aquel momento. Lentamente los ojos de Junsu se abrieron topándose con los labios de Yoochun, no necesito de más para comenzar una nueva danza de besos y suspiros que terminaron después de algunos segundos. Los dos se miraban con ternura a sabiendas de lo que venía después, el menor le sonrió al otro dándole todo aquel confort que este estaba buscando, que sabia podía encontrar con Yoochun y que de hecho ya lo había hecho, de la misma manera el mayor regreso la sonrisa y sin previo aviso tomo la mano de Yoochun comenzando a lamer tres de sus dedos, aquellos que le prepararían para ser suyo, suyo y de nadie más…

Nuevos sonrojos aparecían de parte de ambos, la calidez de aquellos labios era relajante, y aquel brillo en los ojos del peli oscuro era suficiente para hacerle olvidar todo, de todos…
Al notar que su saliva ya había mojado por completo aquellos dedos, el mayor llevo la mano de Yoochun hasta su entrepierna, la posición no le permitía ponerla directamente en su entrada, pero aquello había sido suficiente para que Yoochun se diera cuenta de las intenciones del chico. Rápidamente y antes de que aquellos dedos se secaran, el chico se levanto de Junsu tomando sus piernas y colocándolas en su cadera, el mayor se aferro a esta buscando así mas contacto con el cuerpo ajeno. Entonces esperadamente sintió como uno de aquellos dedos que antes de encontrase en su boca, era introducido en su interior, el menor movía este en círculos humectando aquella pequeña entrada que se oprimía con cada movimiento que su dedo asía, segundos después otro dedo más le acompaño siendo seguido por el tercero el cual arranco un gran grito de los labios del mas grande.

-date… p prisa –dijo el chico con la voz entrecortada
-como tú digas –sonrió el castaño volviendo a besar aquellos sonrojados labios

Sus dedos salieron del chico lentamente, casi como queriendo aminorar el dolor que pronto sentiría en su cuerpo. Su duro sexo estaba tan, tan erecto, tan caliente que dudaba si meterlo en aquella pequeña cavidad, pero las piernas de Junsu empujando sus caderas fueron el gatillo que necesito para posicionarse a muy poca distancia de aquel lugar, lo rozaba, lo tocaba con cuidado… tan dulcemente…

-como tu –pronuncio el chico logrando una cara de confusión en Junsu –my sweetie boy –Junsu no escucho muy bien lo que el chico había dicho, sus sentidos estaban tan nublados que lo único que quería era sentir a Yoochun
-te necesito –pronuncio desesperadamente

Lentamente el chico fue introduciéndose en el interior de su profesor, tan lento y cuidadosamente que sentía aquellas ansias rondando por su estomago. Estaba ahí, estaba dentro de Junsu y sentía aquella calidez abordarlo por completo, quería moverse en aquel instante, pero esperaría a que el otro se lo pidiese… Unos segundos que le parecieron eternos, Junsu abrió los ojos y observando cada facción del chico, abrió su boca para poder pedirle un “hazlo” tan leve que provoco una gran ternura en el menor.
Un empujón fue suficiente para arrancar aquel par de gemidos, las embestidas comenzaron lento, pausadamente, intentaban tomar el ritmo adecuado el cual llego rápidamente, Yoochun comenzó a aumentar la velocidad sintiendo toda aquella electricidad en su sexo.

-ahmm… hmm…mmhh –gemía el peli oscuro al sentir como Yoochun se estampaba contra sus paredes

Sus cuerpos comenzaban a sudar y sus gargantas ya no podían ocultar aquellos deliciosos gemidos que llenaban la habitación, ¿Cómo era posible que se encontraran ahí, de aquella forma? Nuevamente los gemidos se hacían mas potentes, sus cuerpos se movían conforme Yoochun embestía al mayor, su espalda comenzaba a rasparse con aquella madera pero no le importaba, nada importaba más que sentir aquella deliciosa carne en su cuerpo, llenándolo, llegando tan al fondo que provocaba un sinfín de sensaciones…

-ahh mmhh aamm –seguía gimiendo, entonces sintió la mano de Yoochun en su entrepierna dándole así el doble, si es que era posible, de placer –ahhhhh… -un fuerte grito se escucho en el salón perdiéndose entre tantas cosas que se encontraban en el lugar–mas… ahhmm mas rápido… -pedía sintiendo la necesidad de un poco más
-ahhmm –gemía Yoochun de igual manera sintiendo todo su sexo siendo apretado, siendo oprimido por aquella muy estrecha cavidad

Algo paso, algo a lo que simplemente no le tomaron importancia, YunHo abría la puerta encontrándose con la escena mas, mas “desagradable” a su punto de vista que alguna vez haya presenciado, y no pudo más que pronunciar un “creo que aun no” mientras cerraba la puerta esta vez sin llave para que así cuando terminasen ellos pudieran salir sin ningún problema.

-mas fuerte… ahmm… -grito Junsu concentrado en sentir aquel pedazo de carne viajar por su cavidad

Haciendo caso a su petición, el menor comenzó a embestir más fuertemente, más rápidamente, pero aquello solo asía más corta su entrega. Los temblores que anunciaban el orgasmo estaban llegando, aquellos malditos espasmos que les decían tenían que disfrutar hasta la última gota de aquel delicioso acto. Junsu fue el primero en llegar, todo su semen quedo entre aquellos dos cuerpos y la mano de Yoochun que ahora se sostenía del mueble donde se encontraban para darle final a aquello. Unas pocas embestidas mas fueron suficientes para que el menor se derramara dentro de Junsu, toda su semilla había quedado dentro del profesor llenando hasta el más estrecho rincón de este.

-ahhhhmmm… -el ultimo gemido que sus bocas soltaba en aquel momento

Después de algunos segundos el menor salió de Junsu recostándose sobre de él. Fue entonces que se dieron cuenta del incomodo lugar donde se encontraban, unas sonrisas aparecieron en sus rostros dejando ver lo satisfechos que se encontraban el uno al lado del otro, lo mucho que se habían necesitado y lo agradecidos que se encontraban en aquel momento.

-mejor de lo que imagine –dijo el mayor sonriendo algo apenado
-¿imaginaste?
-si… -dijo el chico besando los labios del castaño –mucho mejor… -un nuevo beso y aquella sonrisa volviendo a sus labios…
-entonces… -mas que apenado al ver aquel semen en sus cuerpos, en su mano e incluso en el escritorio
-entonces no crees que es irónico –interrumpió el mayor
-¿irónico? –algo confundido
-aquí nos conocimos, aquí no confesamos, aquí nos amamos –sonrió ante sus palabras…
-aquí te convertiste en mi novio –añadió el menor
-¿tu novio? –sonriendo, fingiendo confusión
-por supuesto, de ahora en adelante serás mi novio…
-mm… espero que no por esto me pidas dieces en la tarea…
-claro que no… my sweetie pie –dijo el chico oliendo su cabello
-¿pie? –un poco confundido
-te daré clases de ingles, Susu
-mmm… ¿Qué no pie es una tarta?
-jajaja… si, es una expresión cariño…
-ok… te creo Chun…
-jajaja…


***


-muy bien chicos… la clase termino así que pueden salir ordenadamente –sonreía el joven al ver lo educados que se estaban portando todos los alumnos
-puedo entrar –se escucho desde la puerta ya cuando no se encontraba nadie más en el lugar
-claro que puede joven Park Yoochun –dijo el joven acomodando sus papeles
-amor ~ ya no hay nadie, no tienes porque portarte frio conmigo –un puchero se asomo en los labios del chico
-jajaja tienes razón Chunnie, es que creo que ya me acostumbre –algunas sonrisas mas mientras se abrazaban
-te acompaño a tu casa –dijo el menor apretando a Junsu
-mejor yo te llevo a la tuya –sonrió al hacerle notar que el que tenia auto era el
-está bien u.u creo que tendré que comprarme un coche, si quiero consentirte y que me saques muchas A… auch –se quejo el castaño al sentir un golpe de parte del otro
-no creas que porque eres mi novio te regalare notas…
-pero me la debes, que no te gusta como soy en la cama… -sus labios hacían formas chistosas mientras pegaba su cachete junto al de Junsu
-.>//<. estamos en la escuela Chunnie, compórtate… -se quejo el joven
-ok me comporto… te amo Susu ah
-yo también Chunnie…

Y los besos podían ser cosa de todos los días, podían dárselos a cada segundo, pero siempre serian especiales, siempre como la primera vez…

Los dos salieron del salón mientras cuidaban que nadie los viera apapachándose


***

-¿Qué pasa, Chunnie? –pregunto el mayor de los chicos
-mi umma…
-¿tu umma?
-mi umma esta embarazado… -soltó el chico con un deje de tristeza
-¿de qué hablas Yoochun? –el chico lo abrazaba sintiéndose preocupado por su novio
-vi una prueba de embarazo y es de el… de mi mejor amigo…
-espera me confundes, ¿Cómo que de tu mejor amigo?
-YunHo embarazo a mi umma –nuevamente sentía que en sus palabras se le iba la vida
-ahh… ¿Cómo sabes eso?
-no soy estúpido… -dijo algo molesto
-no dije eso, Chun –el menor noto lo tonto que estaba siendo en aquel momento
-perdón, Susu… no quise decir eso, es solo que esto me está… no se qué hacer… -aferrándose un poco más a los brazos de Yoochun
-lo correcto, Chunnie… tu y yo sabemos a la perfección lo que es estar en una relación que nadie más aceptara… en la que te criticaran y… solo has lo correcto…
-… tienes razón Susu… gracias amor… -sus labios se juntaron nuevamente dedicándose todos los te amo que aun les faltaban por decir…

Porque la persona que te ama te escucha, te comprende, te aconseja… tenían que haber más pruebas de que sin duda lo que los dos sentían era amor de verdad… aquel amor que nada ni nadie podía separar… nunca…

-¿Por qué no tenemos un bebe? ^^ -sonrió Junsu algo animado
-ahh… oye amor, ¿Por qué no preparamos algo rico de comer? –Yoochun se levanto de donde estaba con dirección a la cocina
-no me dejes hablando solo Park Yoochun ò.ó
-mira que rico se ve esto Su…
-Chunnie… quiero un bebe
-y podemos ponerle esto *O*
-Chunnie !

Fin

6 Comentarios:

  1. waa...es el fick pasadoo...pero esta es YOOSU, kyaa..!!

    Ahora ya sabemos por k llegaba a su casa feliz, y porke le dijo k sii apoyaba lo de su umma con yunho kyaa..!!

    genial..!!

    ya solo el epilogoo..!1

    Hermosoo..!!

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  2. Uf~~ ese YS *_*
    Me encantó~♥

    Y el Yunjae re tierno~

    Sí, si hijos hijos! x3

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  3. Anónimo4/13/2010

    YOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOSUUUUUUUUUUUU!!!
    ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! AHHHHHHHHHH ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!
    VIVA
    EL FIC ESTA INCREIBLE, ESTA HISTORIA ME FASINO ME GUSTO MAS KE LA ANTERIOR KE ME GUSTO MUCHHHHHOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!! pero chunnieeeeeeeeeee no debe ser malo con yunhoooooooooo waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

    att. iosh

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  4. bebe bebe bebeeeeeee
    xDDD
    ame este ficcc

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  5. H1MB33R36/29/2010

    no se xq pero esto de cierto modo me recuerda kire papa pero n este caso el hijo es el celoso, aunq la primera historia me recordo muxo a papa to kiss in the dark (por lo del papa joven) q loco aaaaaaaa pero los ame ntp escribes hermoso grax x deleitarnos

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  6. jajajjaja parece que a Yoochun no le hace mucha gracia eso del bebe XDD!

    me encanto el fic *O*

    me mató de la risa que entrara Yunho XDDDD!!

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