Newton's Third Law cap 6

A pesar de la vehemente protesta de Yoochun, y su insistencia de que estaba bien, Yunho no cambió su decisión de que Yoochun regresara a descansar. Un preocupado Jaejoong y un sumiso Changmin, que ya habían terminado sus tomas, se ofrecieron para acompañarlo a casa.

—¿Estás seguro de que no quieres ver a un doctor por tus heridas? Queda cerca y puedo llevarte —preguntó Jaejoong por enésima vez mientras sacaba el coche a la autopista para volver al departamento.

Yoochun examino las vendas en su pierna y negó.
—Está bien, son sólo cortes menores —miró fugazmente al menor, quien estaba mirando el cristal de la ventana como si fuera la cosa más fascinante en la faz de la tierra.

—Sólo ten más cuidado la próxima vez —dijo Changmin, sin apartar la mirada de la ventana.

Luego, hubo un silencio en el coche, mientras Jaejoong se concentraba en manejar. Yoochun podía ver claramente el reflejo de Changmin en la ventana. Changmin cerró los ojos brevemente y dio un pequeño suspiro. Levantó las manos para tallar su cara, y de pronto pareció que cargaba todo el peso del mundo en sus hombros. Las líneas de cansancio bajo sus ojos eran más obvias.

Sus ojos se encontraron en el reflejo de la ventana. Yoochun sostuvo la mirada un momento antes de desviarla, no sabiendo que decir además de disculparse. No confiaba en decir algo más sin alentar los sentimientos de Changmin hacia él. Ya no sabía si quería desalentarlos o animarlos, y comenzaba a no importarle tampoco.

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Changmin cocinó la cena en vez de Jaejoong y era toda la comida favorita de Yoochun. Explicó con algo de vergüenza que eso era lo único que podía cocinar bien. Mirando compasivamente a Changmin, Junsu comió en silencio, sin comentar nada más. Yunho y Jaejoong suavizaron sus muestras públicas de afecto y siguieron dándole comida a Yoochun.

Después de eso, Yoochun se fue a la cama temprano. Junsu se encerró en el cuarto de trabajo a hacer lo que sea que hacía en internet. Jaejoong y Yunho se acurrucaron en el sofá para ver algunos dramas. Changmin en serio se sintió como una lámpara sentado junto a ellos mientras se susurraban cosas. Yunho dejaba besos en los dedos de Jaejoong mientras veían las series.

Quince minutos fue todo lo que Changmin soportó. Murmuró algo sobre un baño, aún cuando ya había tomado una ducha, y corrió a su cuarto. Era eso, o separarlos y preguntarles por qué cosas como romance y relaciones de gran pasión nunca, jamás, le pasaban a él.

Se quedó en la cama por lo que parecieron horas. La débil luz que se colaba por la puerta parecía brillar fuertemente sobre Changmin. Se cobijó con las sábanas, pero su mente se negaba a calmarse. Diferentes pensamientos e imágenes del día daban vueltas felizmente en su mente, como coloridos caballitos de madera en un carrusel que se niega a detenerse.

Changmin gruñó en frustración mientras que quitaba las sábanas de una patada y se quedaba mirando el techo. Se levantó y vio la hora. Eran sólo las diez en punto. Bostezó ruidosamente y abrió la puerta. Aún podía oír el ruido de la televisión. Tosió y se aclaró la garganta fuertemente antes de adentrarse en la sala.

Una tierna sonrisa se dibujó en sus labios cuando vio a Jaejoong profundamente dormido en el regazo de Yunho. Yunho estaba apenas despierto recostado en el respaldo del sofá. Sus manos estaban unidas y sus pechos se movían en sincronía. Yunho abrió los ojos de golpe cuando vio a Changmin caminar de puntillas. Yunho le sonrió y no se movió cuando el menor le saludó con la mano.

Changmin se sirvió un vaso de agua y lo bebió de golpe, tratando de calmar su repentina sed. Cuando terminó pasó por la sala de nuevo. Yunho y Jaejoong no estaban y la televisión estaba apagada. Yunho debió llevar a Jaejoong de vuelta a su habitación.

Changmin se dirigía lentamente a su cuarto cuando notó que la puerta del cuarto de Yoochun estaba un poco entreabierta. Se dijo a sí mismo que no estaba espiando a Yoochun. Estaba simplemente preocupado por él, y estaba tratando de ser amable cerrando la puerta por él.

Changmin se paró en el umbral de la habitación y empujó la puerta. La luz del corredor se coló en la habitación un poco fría, iluminando la figura familiar durmiendo profundamente en su cama.

Yoochun dormía cuando Changmin se coló a su habitación. Yoochun vestía una vieja y desgastada camisa y unos pantalones. Estaba acostado boca abajo y sus manos abrazaban la almohada en que apoyaba la cabeza. Había pateado la manta fuera de la cama que ahora estaba en el suelo. Changmin se maravilló de la facilidad de Yoochun de dormir en semejante posición tan incómoda.

Sin realmente pensarlo mucho, Changmin levantó la manta del suelo y cubrió a Yoochun. Instintivamente se agachó para besar su frente. Sus labios estaban a unos centímetros de la frente de Yoochun antes de darse cuenta delo que estaba a punto de hacer.

Changmin se congeló mientras Yoochun se movía en sueños y sus manos se enredaban en la manta. Inmediatamente Changmin se enderezó y dio un paso atrás para evitar ser golpeado por sus manos que se movían frenéticamente por un momento hasta que la manta cayó de nuevo al suelo.

Acarició gentilmente a Yoochun en la mejilla y su mano fue apartada bruscamente por Yoochun quien se quejó.
—Estúpidos mosquitos —murmuró Yoochun, y Changmin no pudo evitar sonreír y besarlo gentilmente en la frente.

Levantó de nuevo la manta y cubrió a Yoochun. Se giró, y estaba a punto de salir cuando Yoochun murmuró algo, haciendo que Changmin parara en seco. El menor se volvió lentamente para mirar a Yoochun, tratando de descifrar si seguía dormido o estaba soñando con la letra de alguna canción.

Los labios de Yoochun comenzaron a moverse de nuevo. Esta vez Changmin escuchó la misma frase, fuerte y claro. Su mente le ordenaba salir inmediatamente, pero su cuerpo se negaba a responderle. Se quedó inmóvil en la puerta, su mente luchando con su corazón.

Changmin tomó una decisión. Podría soportar lo que viniera por la mañana. Por ahora, se merecía este pedacito de felicidad.

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La mano de Yoochun estaba entrelazada con otra mano de largos y delgados dedos. Acarició la suave piel, sorprendido de la calidez que le daba. Un tibio cuerpo se acurrucó a su lado y él hundió la nariz en unos oscuros cabellos que tenían el delicioso aroma del champú que sólo Changmin usaría.

En sus cada vez más frecuentes y vívidos sueños, Changmin siempre usaba su colonia favorita de Hugo Boss. Parecía muy real, sobre todo cuando la boca de Yoochun se presionó contra una hermosa piel. Rindiéndose a sus más oscuros impulsos, pasó su lengua sobre ella, provocando un gemido de satisfacción que pedía más.

Fuertes campanadas de advertencia sonaron en la mente de Yoochun, e hicieron tal estruendo que abrió los ojos. Se dio cuenta inmediatamente que no estaba soñando ya. Que Changmin estaba de verdad en su cama y abrazando las mantas.

Sus piernas estaban enredadas con las de Changmin. Yoochun estaba a punto de empujarlo con dureza en el estómago con el codo, cuando se distrajo por las largas pestañas contra la pálida piel. Su piel, iluminada por la luz de luna que entraba por las ventanas, parecía brillar. Yoochun resistió la tentación de recorrer cada parte de Changmin que estaba bañada con la tenue luz de la luna con la boca y los dedos.

Dejó escapar un suspiro de resignación y poco a poco desenredó sus piernas, teniendo mucho cuidado de no despertar a Changmin. Luego se puso de pie y se dirigió a la sala, llevando una manta extra y una almohada.

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Yunho iba a la cocina por algo de beber cuando notó una figura sentada en el sofá en la oscura sala. Mientras se acercaba se dio cuenta que era Yoochun. Yunho siguió hasta la cocina y se acercó al gabinete en vez del refrigerador. Buscó en el gabinete en la oscuridad, casi tirando una botella de suavizante y dos paquetes de ganchos de ropa. Finalmente sacó una botella de vodka que tenía escondida para situaciones de emergencia. Puso hielo en dos vasos y llevó todo a la sala.

—¡Hey! —llamó en voz alta y Yoochun se tensó de la sorpresa—. Soy yo, Yunho. Necesitaba un trago y te vi aquí sentado —dijo bajando la voz.

El mayor se sentó junto a Yoochun teniendo cuidado de no tirar nada. En vez de responder Yoochun lo miró, interrogante.

—Ten, toma un trago. Te vez como si necesitaras uno —dijo mientras le daba un vaso y abría la botella de vodka, sirviendo una generosa cantidad en el vaso.

—Gracias —dijo Yoochun asintiendo en consentimiento. Ambos hombres se sentaron disfrutando del silencio de la sala que sólo se podía encontrar a las 4:30 de la mañana.

Yunho fue el primero en romper el silencio.
—¿No podías dormir?

Yoochun sostuvo la almohada y la sábana antes de contestar.
—No. Changmin se coló en mi cama.

—Oh.

Yoochun esperó que Yunho le hiciera más preguntas, pero no lo hizo. Continuaron sentados en la oscuridad, sorbiendo el tibio vodka. Yoochun miraba la pura e inmaculada luz de luna que entraba por las ventanas, haciendo que todo pareciera más etéreo. Se sentía casi mágico, como si todas sus preguntas pudieran ser respondidas si sólo preguntaba.

—¿Por qué Jaejoong? —le hizo a Yunho la pregunta que estaba inquietándolo en el fondo de su mente.

Yunho arrugó la frente con algo de confusión.
—¿Disculpa?

—¿Cómo supiste que era Jaejoong quien te gustaba? —Yoochun tomó lo que quedaba de la bebida, sintiendo cómo calentaba los vacíos de su agotada alma y corazón. Se sirvió otro vaso de vodka mientras Yunho pensaba mucho y profundamente en la respuesta a su pregunta.

—Jaejoong no lo sabe, pero yo nunca estuve realmente atraído por hombres antes. Él es el único —confesó al fin—. Supongo que siempre asumí que me casaría con alguna chica linda y que tendríamos una familia juntos.

—¿Te arrepientes de estar con él? —Yoochun hizo la segunda pregunta que tenía en la mente. Aunque esta vez la respuesta vino inmediatamente.

—No. Ni siquiera por un segundo —respondió con toda la confianza.

—Somos muy jóvenes. ¿Cómo puedes estar tan seguro?

—He estado en relaciones con otras personas antes que él. Sin embargo, Jaejoong me completa a un nivel al que nadie se acerca siquiera. Tal vez, es una parte de mi alma —terminó y sonrió.

Yoochun pudo percibir la felicidad y silenciosa confianza emanando de Yunho, y por un momento lo envidió, hasta que se dio cuenta de algo de golpe.

—¿Qué si Jaejoong se enamora de una chica o de alguien más? —soltó Yoochun antes de poder detenerse.

El alcohol se le debió haber subido a la cabeza mucho antes de lo que pensaba. Yoochun usualmente tiene más autocontrol que eso. Aún así se sirvió otro vaso de vodka y llenó el de Yunho mientras el mayor consideraba la respuesta.

—Lo dejaría ir porque lo amo, pero Jaejoong seguiría siendo el único que pudiera hacer de mi una mejor persona de lo que realmente soy —dijo Yunho con calma, pero con un dejo de tristeza y resignación.

Yoochun lo golpeó suavemente en el hombro.
—Empiezas a sonar como una chica.

—Lo sé —Yunho rió, rompiendo su seriedad—. Pero así es como me siento. ¡Salud por eso!

Chocaron suavemente los vasos y luego los bebieron hasta el fondo. Yoochun le ofreció un pequeño consejo a Yunho y dijo:
—Deberías decirle cómo te sientes.

—¿Y que Jaejoong me diga que estoy siendo un tonto? No, gracias —se rió antes de mirar maliciosamente a Yoochun—. Ahora es mi turno de hacerte preguntas difíciles. ¿Qué hay contigo y Changmin?

—¿Qué hay con él? —Yoochun trató de sonar imperturbable, pero el ligero temblor en su voz lo delató. Sus dedos recorrieron el borde del vaso mientras esperaba que Yunho continuara.

—Estás evitando sus sentimientos aún cuando él te importa. Te importa tanto que estás dispuesto a dejar que Changmin tenga la oportunidad de ver lo que otras personas pueden ofrecerle —dijo Yunho con franqueza.

—A mi no me importa… —comenzó, pero calló cuando vio la mirada cómplice de Yunho.

—No tienes que fingir frente a mí —aseguró Yunho—. No voy a correr a anunciarlo a todo el mundo. Sólo tengo curiosidad.

Yoochun se revolvió incómodamente bajo la intensa mirada de Yunho. Debatió un momento consigo mismo antes de aceptar lo que Yunho estaba implicando.

—¿Y qué si él me importa? ¿Y qué si siento algo por él? Changmin es demasiado joven para saber lo que quiere. No entiende el significado del amor. ¿Qué si…? ¿Qué si… él sólo está tonteando? —Yoochun dijo en voz alta sus miedos y sintió como si algo le fuera arrancado del pecho.

—Por el contrario, Changmin es demasiado maduro para su edad. No olvides que él entró en esto del espectáculo siendo mucho más joven que nosotros. Tuvo que crecer mucho más rápido que los chicos de su edad. Tuvo que renunciar a muchas más cosas que nosotros —dijo Yunho.

—Es por eso que quiero que tenga algo normal. Una relación normal con una chica normal.

Yunho rió entre dientes.
—Yoochun-ah, nosotros no somos personas normales. No lo hemos sido en mucho tiempo. En el momento que tomamos la decisión de estar en este negocio, dejamos de ser normales.

La realidad de toda la situación ensanchó y rodeó la sala. Yunho dio palmadas en el hombro de Yoochun y revolvió su cabello cariñosamente.
—Yoochun-ah, no he visto a Min actuando de acuerdo a su edad en mucho tiempo. Dale una oportunidad. Date a ti mismo una oportunidad.

Yoochun no respondió. En vez de eso, se sirvió a él y a Yunho un gran vaso de vodka. Yoochun tomó su bebida en silencio. Las palabras grabadas en su mente. Se quedaron sentados en el sofá de la sala en un silencio confortable, cada uno perdido en sus propios pensamientos y sueños.

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