KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Kiss The Rain cap 2

Son exactamente las cinco de la mañana, veo mi reloj, trato de dormir pero un intenso pensamiento se apodera de mi mente, estoy tratando de aclarar mi cabeza, de despejarla, pero es imposible, después de lo que ha pasado, dormir suena muy difícil. Tu estas a mis espaldas, justo en la misma cama, nunca entenderé el motivo por el cual terminaste en ella. Me volteo a la derecha, luego a la izquierda, es demasiado difícil moverme sin que haya roces, intento mantener mi distancia pero es imposible, me giro a mi derecha y lo único que me encuentro es tu espalda, puedo verla claramente, luego vuelvo a girar, ahora veo la cama de Junsu, en un tercer movimiento termino por ver el techo, y contar las líneas no es nada productivo. Otra vez giro a mi derecha, pero en esta ocasión, lo que encuentro es tu cara, y tus ojos mirándome fijamente.

-¿Qué pasa? ¿No puedes dormir? –te pregunto con normalidad, tú me miras con una especie de brillo en los ojos, algo que te hace ver muy dulce, de pronto me doy cuenta que tras tu faz fría hay una persona dulce y encantadora, deseosa de cariño –no puedo, es que no tengo sueño ¿y tú? – llevas la mano a la altura de tú rostro, pienso que esa postura te hace ver muy excitante, frente a cualquier sospecha que pueda levantar, desvió mi mirada al techo – tampoco puedo dormir – mi tono suena de lo más normal, en cambio tú te diriges a mí como susurrando -¿quieres qué hagamos algo para poder dormir? – la pregunta suena inocente hasta cierto punto, si no fuera porque a mí se me ocurren varias formas de “hacer algo para poder dormir” pero obviamente ninguna de esas te gustaría, lo que daría por besar esos labios, lo que provocas en mí es evidente, o eso creo -¿algo?...¿algo cómo qué? – no sé si imagino, o te has puesto nervioso, te tapas con la sábana hasta el cuello, me miras con inocencia, parece que me invitas a tocarte, aún así logro controlar este deseo aprisionado y te sonrió confiado –mejor contemos números, tal vez nos de sueño – tu mirada sigue fija en mi, siento que algo quieres decirme, pero como siempre lo reprimes y te lo guardas –tienes razón, mejor intentare dormir, buenas noches – cambias de postura, dándome la espalda nuevamente.

Realmente creo que nunca entenderé lo que pasa por tu mente en estos momentos, poder descifrar tu mirada, los movimientos, es algo que me encantaría saber, porque de esa manera podría estar un poco más cerca de ti.

Creo que han pasado unas cuatro horas más, enderezo mi cuerpo para toparme con tu espalda nuevamente, la realidad es que eres muy tranquilo para dormir, eso, o no pudiste dormir igual que yo. Para despejar un poco mi mente, me levanto a tomar agua, me dirijo a la cocina, descalzo, el suelo no es tan frío, de hecho me gusta la sensación del piso fresco en mis pies, busco un vaso, me sirvo agua y tomo lugar en un pequeño sofá en la sala. Luego de unos minutos, Max se levanta y pregunta por el periódico, Micky de inmediato se acerca a mí -¿Has visto el libro que me regalo ayer una fan? – yo solo niego con la cabeza, el sigue buscando, creo que finalmente lo encuentra porque ya no escucho sus pasos, Junsu sale tallándose los ojos como queriendo despejar el sueño que aún tiene –todos se levantan muy temprano hoy…voy a aprovechar que el baño está solo para entrar –en ese momento se desaparece de mi vista.

Miro a la puerta esperando que él salga, pero nada, Max comienza a quejarse pero sin dejar de leer el periódico -¡tengo hambre! Alguien que lo despierte o Moriré –entiendo de inmediato la indirecta, después de todo creo que soy el único que controla su frío carácter, los demás le tienen un poco de miedo. Me levanto de mi lugar y me dirijo a la habitación, entro despacio y me acerco en silencio a la cama, tu respiración es lenta, tu semblante es tranquilo, te vez tan hermoso, pienso que eres muy atractivo, te has convertido en un hombre bastante sexy, mi mirar se deposita en tus labios, sin darte cuenta comienzas a hacer ruiditos, arqueas
las cejas y muerdes tu labio inferior, creo que tienes una pesadilla, con cuidado pongo mi mano en tú hombro, luces tan bien, y esos ruidos son tan deliciosos, tanto, que me da pena despertarte.

-Jaejoong, Jae…¡levántate! – poco apoco abres tus ojos, pero parece que la luz te lastima puesto que de inmediato los vuelves a cerrar, parece que estas molesto porque te levante, quizás no tuviste una pesadilla, a lo mejor soñabas con algo excitante– Pero tengo mucho sueño – tus manos se sujetan a tu cobija y te cubres la cara para que deje de molestarte, esto me causa gracia, realmente creo que eres un niño a veces, tomo el otro lado de la sábana y la quito de un tirón, tu abres los ojos y con una expresión dura en tu mirar tomas aire por la boca dispuesto a gritarme –¡oye! no quiero levantarme aún, así que…- por alguna razón te detienes, evitas el contacto con mi mirada, eso en cierto modo, es desconcertante, creo que te hice sentir incomodo, vuelvo a preguntarme ¿qué es lo que pasara por tu mente?, de pronto me vi recorriendo con mi pupila su cuerpo, lo poco que se veía su trasero a través de la pegada pijama, sus brazos, su cuello, una pequeña parte del tatuaje en su espalda se asomaba, su cabello -¿q-qué pasa? – tu voz interrumpe mi trance, desvió mi mirada para que no me descubras y doy un paso a la puerta –los chicos están esperando su desayuno – le digo con firmeza, pero luego de considerarlo, creo que Jae ha hecho muchas cosas por nosotros, probablemente está cansado, prefiero que duerma, después de todo se lo merece más que nadie en esta casa, lo miro por sobre mi hombro – pero si quieres descansar, ordenaremos algo – doy unos cuantos pasos más, trato de escapar de esa habitación, porque podría ganarme el deseo que siento de lanzarte sobre la cama y hacerte mío –¡espera!... ya voy – tu voz suena con tintes de desesperación, yo detengo mis pasos, evito mirarte para no incomodarte, tardas unos minutos y lejos de cruzar miradas me evitas y pasas por un lado de mi cómo si no estuviera, eso me deja frío, y sin aliento, lo único que percibo en ese momento es tu fragancia, pero siempre que intento hacer algo considerado por ti, lo único con lo que me topo es con tu espalda.

Parece que fueran años, estas tan cerca y a la vez estas tan lejos, tus actitudes son como un terrible campo de fuerza que no me deja acercarme, quiero que confíes en mi, quiero que seas como en aquellas entrevistas en las que jugueteando dices que eres la “mujer” perfecta para mí, trato mil veces de acercarme, pero inmediatamente me percato que hablas con Max, me pregunto si a él le cuentas cosas que mí no, a Max siempre le sonríes, hablas con mayor fluidez que conmigo, a veces siento que sabes algo de mí que yo ignoro, y que tal vez por eso me evitas. De pronto una oportunidad, Max se levanta del lugar y se dirige a la puerta del baño, probablemente va a tardar porque Junsu está dentro desde que nos levantamos, así que es probable una discusión total.

Te admiro de lejos, sacas tu delantal del cajón, me encanta cuando te lo pones, de pronto no puedo evitar pensar, en que un día, tendrás que irte con alguien más, aquellos rumores de que sales con chicas, que nunca más podré acercarme a ti con tanta confianza, el miedo comienza a apoderarse de mí, no quiero perderte Jae, quiero que seas todo mío, quiero todo de ti, de pronto me vi envuelto por una situación bastante seria, te había tomado por la espalda, aferrándome a tu cintura, tu olor comienza a embriagarme lentamente, me adormece, ojala este momento no terminara nunca -¿qué pasa? – me preguntas con indiferencia, creo que, en definitiva, aquellos roces de manos, y jugueteos frente a la cámara no son nada. Me alejo de ti sin decir ni una sola palabra. Parece que huyo de ti, pretendo que esto no me ah afectado, voy con Micky a platicar, en realidad a pedirle un consejo, -¿cómo puedo acercarme a alguien, que se muestra frío todo el tiempo? – Micky me mira con algo de sospecha, me sonríe y me pregunta sin dudar -¿Te refieres a Jae? –algo de travesura hay en su tono de voz, de reojo miro a Jae que está preparando la comida, nuevamente lo único que veo es su espalda, ni una mirada de interés de su parte, el abrazo no significo absolutamente nada para él – Hablo de una chica que conocí hace poco, ¿a qué te refieres con Jae? No digas locuras – para quitar sospecha me acerco a Jae a la cocina, otra vez su espalda en mi mirada - ¿Quieres que te ayude a poner la mesa? – una sonrisa se esboza en mi rostro, quiero que te sientas en confianza, que no me tengas miedo –Claro…puedes hacerlo…- me dices en forma cortante y seca, continuas con tus tareas, creo que ni notaste que te había sonreído, me siento como un niño de colegio, el típico chico que hace todo por llamar la atención de la chica que le gusta, y con rotundo fracaso, debo agregar, -¿porqué nunca me miras a los ojos? – Tomo los platos y me acerco a la mesa, no puedo creer que haya hecho ese berrinche de niño pequeño, tú te paras a mi lado colocando los demás cubiertos – porque siempre que me miras me pones nervioso – lo que me dices me pone más nervioso, a veces eres tan impredecible, a lo mejor sus nervios provienen del simple hecho de que me ve como todos los demás, el frío líder sin corazón, pero ¿sabes?, lejos de ser frío, soy sincero, pero tú, pretendes ser alguien que no eres, quieres hacerte el fuerte frente a mí, no lo eres Jae, quiero que me dejes conocer ese lado de ti que siempre me ocultas -¿tanto miedo me tienes? –, sonrió un poco forzado, creo que la pregunta te molesto, – tú le das miedo a cualquiera…voy por la comida – lo que dices me ah herido en el alma, piensas como los demás, mis ojos se humedecen, pero soy capaz de retenerlas, tu espalda, es el consuelo que me queda ahora, es lo único que he memorizado bien, ni siquiera recuerdo el color de tus ojos con claridad. Tomo lugar en la mesa, me siento tan triste que necesito apoyo de algo artificial, como la silla, mis ojos se pierden en tu cuerpo, te desnudo con la mirada, realmente te deseo, pero, en este momento estoy en conflicto con uno de mis peores temores, el rechazo.

-¡Chicos ya está la comida! – tu voz me saca del trance, miro con molestia que mi momento en soledad con Jae ha sido interrumpido, y lo miro con algo de rencor, si alguna vez tuve la oportunidad de decirte que te amo, era esa, y lo arruinaste, a lo mejor lo haces a propósito, creo que no quieres estar conmigo a solas, evitas en todo momento mirarme, todo tiene sentido ahora, ¿me descubriste? ¿Será que sabes que te amo y por eso me evitas? ¿Jae, eso es verdad? No quiero pensarlo.

La hora de la comida pasa lenta, hay ruido en la casa, alcanzo a escuchar algo sobre un partido, no pongo atención, mi mente divaga en el hecho de que Jae actúa de manera lejana, más de lo habitual –nos vemos, prepara algo más rico para la cena – alcanzo a escuchar la voz de Junsu, todo pasa tan rápido, que, al escuchar tan fuerte un portazo frente a mí, de pronto me doy cuenta que estoy solo con él.

5 Comentarios:

  1. Anónimo1/09/2010

    Continuaaalo <3 Boo es tan frio con Yunho ! devería ser todo un amor )':!
    Me gusto mucho tu fic! continualo pronto, porfavor!

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  2. Ahhh se amaaaaaaaannnnn
    conti pronto jeje
    me encanta ^^

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  3. sheccid1/10/2010

    me encanta tu fic espero la continuacion pronto
    espero que los dos se den cuenta que se aman mutuamente gracias esta muy hermoso.

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  4. Anónimo1/10/2010

    waaaaaaaaaaaaaa me gusto el fic!! *w* quiero contiiiiiiiiiii!!!!!!

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  5. >Hay Dios que par... se aman pero no son capaces de decir nada...

    U_U al parecer son mayores us mieddos que su amor

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