Eslabones cap 1

DIRECTRICES…

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Roma, Italia

ChangMin y Kregh caminaban por las calles que conducen a la Estación del metro, el menor de los dos se sentía inquieto, solía tener esa sensación siempre que estaba cerca del chico de cabellos oscuros con destellos castaños; aún cuando no hace más de un mes que le conoció, cuando éste llegó a la INTERPOL en una investigación especial de la que el menor no tiene demasiada información, pero claro, eso no le extraña, así es como funciona todo en las agencias internacionales, los secretos es el pan de cada día.

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Nombre: Kregh Nakamura
Edad: 26 años
Nacionalidad: Japonesa
Residencia: Confidencial
Ocupación: Agente del FBI
Historia: Confidencial

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- siempre he creído que caminar por Roma es como andar por las huellas del pasado, no lo crees?... – abordando el metro en la Línea Metropolitana A con destino a la Plaza del Querinale, el pelicastaño le sonreía como lo harían los grandes amigos, a pesar de que hace apenas unas semanas que se conocieron…

- algo así se dice, es a fin de cuentas una de las ciudades más antiguas y con historia ahí a donde quiera que miras… - caminaron por los vagones hasta llegar a uno más o menos solo, el menor se recargó en el muro de metal, sacó su móvil y comenzó a introducir códigos en él…

- la seguridad del Palacio de Querinale es muy buena, pero no creo que te resulta en un problema, verdad?... – observaba detenidamente la forma tan sencilla en que su compañero maneja la red aún desde algo tan sencillo como el móvil…

- descuida, sé lo que hago… - la misión actual era infiltrarse en la red de la metrópoli y tener control de la red de comunicaciones de Roma, la más importante de toda Italia…

- hay algún sistema codificado que no puedas violar?...

- no he conocido ninguno aún… - guardó su móvil y observó a su compañero… - así que, cuándo me dirás qué es ZION?... – el metro parando en una estación…

- qué te hace pensar que yo lo sé… - sonriendo como quien en verdad no tiene idea de lo que se le habla, el pelicastaño paseó su vista por el vagón cuando más personas subieron, siempre alerta por si alguien le resulta sospechoso…

- está en los archivos protegidos del FBI, y tu nombre aparece en la lista de los agentes asignados al caso… - su compañero seguía impávido, pero el menor percibió un atisbo de nerviosismo en su respiración…

- interesante… - murmuró mirándole directo a los ojos… - en verdad no hay código que se te resista… - y es que él mismo había supervisado la creación de un programa inviolable para tal archivo… - te diré que… - llegaron a la estación indicada y bajaron caminando entre las decenas de personas que van y vienen… - cuando termine con ésta misión, te mostraré ZION si pasas una prueba, trato?…

- trato… - aceptó sin dudar, estrechando la mano que se le ofrecía, sintiendo un peculiar cosquilleo al entrar en contacto con Kregh… pero ignorando el hecho, siguió su camino entrando a un edificio de oficinas…

- oye, a dónde vas?... – el pelicastaño le siguió intrigado… - si no nos apegamos al plan se va por la borda… - ChangMin llegó a un tercer piso y entró a una de las oficinas que se encontraba vacía y semioscura por las persianas de las ventanas cerradas… -

- no hay necesidad de entrar al Palacio, su sistema de redes no permite el acceso a más de 300 metros de distancia, pero desde aquí puedo acceder a su base de datos… - dejó su bolso sobre el escritorio, sacó una portátil pequeña, un dispositivo satelital y comenzó a teclear con soltura… - solo tengo que triangular la señal del sistema y en un minuto toda la red de seguridad italiana estará en mi disco duro…

- si podías hacerlo tu solo, qué caso tenía que viniera y que me dejaras explicarte con detalle la forma en que íbamos a infiltrarnos en el Palacio...

- porque me resultó divertido… - respondió con una sonrisa…

- y yo creyendo que tú no sabías lo que esa palabra significa… - desde su llegada, son pocas las veces que ha visto sonreír a ChangMin, y definitivamente nunca ha sabido que salga a algún antro o bar…

- sé lo que significa, pero hay muy pocas cosas que me diviertan… -

- insinúas que yo soy una “cosa” que te divierte… - cruzándose de brazos y fingiendo indignación, el pelicastaño se recargó en el escritorio a lado del menor…

- eres alguien peculiarmente atrayente para mi… - clavando su vista en los archivos que comenzaban a desplegarse ya en su monitor, no puso atención en la expresión inquieta del mayor al escuchar sus palabras… - bueno, ahora buscamos lo que quieres… -

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París, Francia

Junsu decidió salir a pasear por la Avenida de los Campos Elíseos, después de todo no había tenido nada que hacer en el Hotel cuando su novio salió a quién sabe dónde a cumplir con uno de sus trabajos… el castaño estaba anonadado con el encanto romántico del Jardín que data del siglo XVII, personas iban y venían por toda la calle, en uno de los extremos alcanzaba a vislumbrar el Arco del Triunfo, mientras que del otro lado se ubica La Concorde, plaza de lujosos hoteles e importante centro joyero. La luz del solo era clemente y un ligero viento soplaba desde el sur, caminó tomándose su tiempo, deseando que el pelinegro pudiera estar con él y sus manos se encontraran entrelazadas…

- Yoochun ah, espero que estés bien… - murmuró, embelesado aún con el paisaje.

De entre todas las personas que pasean por el lugar, un par de sujetos lo observaban detenidamente…

- objetivo localizado… - habló en francés uno de esos individuos, claramente su compañero le escuchaba por un transmisor que tienen en el oído y es prácticamente invisible a la vista…

- asegúrate de colocar el dispositivo, el CENTRO quiere seguir sus movimientos y poder determinar si es uno de los elementos del Proyecto Eslabón… - el castaño giró su vista hacia donde se encontraba éste hombre, y por un momento lo hizo sentir escudriñado… - mejor date prisa, porque si es uno de ellos, no tardará en darse cuenta…

- de acuerdo… - vio que su compañero se retiraba como siguiendo con su propio camino, y entonces éste se acercó lo suficiente al castaño, aprovechando que un grupo de personas caminaban junto a él y fingiendo un accidente con ellos tropezó y chocó con Junsu… - disculpe… - pidió en francés, haciendo una reverencia hacia el castaño, quien sintió un ligero piquete en el brazo, ahí donde con un bolígrafo, el sujeto le inyectó un microlocalizador que ahora estaba en la capa subcutánea de su brazo izquierdo…

- descuide… - aceptó amablemente, aunque un dolor de cabeza comenzó a aquejarle… - no, otra vez… - consciente de que no bastará una pastilla, decidió volver al Hotel.

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La Défense…

Suburbio ubicado a 1.5 kilómetros de París, es uno de los principales centros de negocios y financieros del mundo y el más grande de Europa. Yoochun sabe que el sistema de seguridad está a la altura de la megalópolis, y en otros casos mostrar su identificación internacional le bastaría… pero ésta misión es diferente… ahora, tiene que dar fin a la vida de uno de los empresarios más poderosos de Francia, y por tanto de toda Europa.

Con un bolso oscuro al hombro de no más de seis kilos de peso, subió a la azotea de uno de los grandes rascacielos colindantes al Distrito de La Défense, accediendo desde la parte trasera subió hasta la azotea por las escaleras de emergencia, evitando así pasar por el detector de la entrada principal.

Oculto tras una de las grandes letras de metal y varillas que constituyen el nombre de una importante marca de moda, se acomodó perfilando su cuerpo en la posición correcta. El rifle montado con precisión, ajustó la mira telescópica… a casi un kilómetro de distancia estaba la oficina principal del magnate Jean Landreau, inteligente empresario que corrompido como tantos por la ambición, fue parte de un grupo opositor que atentó contra la Directora de la ONU en su sede en Ginebra, Suiza… su error, no haber cubierto sus pistas… un solo disparo fue suficiente para que la bala viajara esos casi 900 metros, traspasara con un sonido suave el grueso ventanal y se alojara en el pecho del hombre impactando directamente contra su corazón… Jean Landreu cayó sin vida. Yoochun se apresuró a desmontar su rifle, sacó de su bolso otro color azul claro, en donde metió su arma y el otro bolso. Se colocó una chaqueta gris y un gorro del mismo tono. Dejó caer el bolso hasta un contenedor de basura, luego entró al Edificio y salió por la entrada principal, regresando nuevamente a la parte trasera para recuperar su rifle… así aunque alguna cámara de seguridad lo haya captado, no le relacionarían con el asesinato; además, el equipo de logística se encargaría de borrar toda posible pista que lo relacione con el hecho.

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Hotel Keppler…

El manto nocturno cubrió la “Ciudad de la Luz”, en verdad que el ambiente de romanticismo se respiraba en París… y Yoochun esperaba poder compensar ahora su ausencia durante casi todo el día. En su camino al hotel se encontró con muchos lugares que le parecían buenas opciones para llevar ahí a Junsu…

- solo me deshago de esto… - no es como que ande por ahí con un rifle de francotirador todo el tiempo… - y la noche será toda nuestra… - pensaba emocionado por la idea de tener una velada romántica y una madrugada apasionada con su novio. Pero antes de llegar a su recámara pasó a otro piso en donde una de las integrantes del equipo de logística (el que se encarga de limpiar, arreglar o disfrazar cualquier detalle de toda misión) le esperaba…

- tu trabajo fue perfecto, las sospechas del asesinato de Jean Landreau han recaído incluso sobre sus aliados, tenía más enemigos de los que deseaba… - una chica de 26 años, estatura promedio, cabello corto color negro con rayos en rubio claro, ojos azules, y rasgos finos, tomó el bolso del pelinegro y lo metió en una maleta a la vez que le mostraba lo que sería el informe oficial para los medios de comunicación respecto al atentado…

- esto es bueno, pero la gente hoy en día no se cree todo lo que ve, escucha o lee… - pasó al baño de la habitación y se cambió de ropa… protocolo primario, absolutamente nada que lo una a alguna de sus misiones debe conservar…

- lo sé, pero es así como funciona el sistema… - recibió una bolsa de plástico oscura donde el pelinegro metió la ropa usada… - disfruta tus vacaciones, Yoochun…- le dio un beso en la mejilla…

- hasta luego, Cameron… - al pelinegro no le molestaba ni le extrañaba que su compañera lo tratara así, son buenos amigos, se conocen desde que ambos formaron parte del equipo de entrenamiento.

- hasta luego… - le observó salir de la habitación con sigilo…

Cuando Yoochun llegó a su habitación, estaba todo oscuro y en silencio, pero escuchaba perfectamente la pausada respiración de su novio…

- Junsu ah… - murmuró con voz preocupada, sabe bien que hay un solo motivo por el que su novio evita hasta la luz de la luna y el menor ruido… - tus dolores de cabeza han vuelto, baby… - acercándose a tientas, subió a la cama recostándose a lado del castaño, quien al sentirlo entre sueños, se abrazó inmediatamente a él… - si tan solo dejaras que te hicieran estudios médicos, pero todo lo que tenga que ver con hospitales, laboratorios o equipos médicos te pone mal… - acariciando los castaños y sedosos cabellos de su novio, se quedó a su lado hasta que el sueño lo venció.

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Seúl, Corea.

Dos días después… Distrito Gangnam-Gu.

Al sureste de la ciudad, es tal vez el distrito más importante, concentra en sus alrededores galerías de arte, cafés y una estupenda vida nocturna; además, entre otras empresas y organizaciones, se encuentra el World Trade Center o COEX Mall, centro comercial subterráneo considerado el más grande del continente asiático; es uno de los lugares principales y más populares para encontrarse y salir, por ello no es de extrañar que se encuentre lleno de gente que aprovecha para visitar y ver las innumerables tiendas, almacenes comerciales, los dos patios repletos de restaurantes de comida rápida típica coreana, un multicine de 16 salas -Megabox-, un enorme acuario y el museo del Kimchi. Además se puede encontrar una zona de juegos construida y patrocinada por Microsoft Xbox, Game Champ, donde la gente puede jugar a videojuegos gratuitamente. Y la razón por la que este punto es importante en la misión de Jung Yunho, es por la relación que ha encontrado le vincula a ZION… pero que debe establecer sin duda alguna antes de proceder…

El moreno rentó un departamento en uno de los Edificios aledaños, y después de haber paseado toda el día por el distrito, observando detenidamente su forma de vida, calculando los tiempos que necesita para desplazarse de un lugar a otro y estableciendo puntos estratégicos que más adelante le serán de utilidad; volvió a su nuevo hogar por los próximos meses cuando ya la noche caía en Seúl.

Se cambió de ropa por un pants ancho, camiseta de resaque y unas bandas en sus tobillos y muñecas, en una de las dos habitaciones de su departamento había equipo para ejercitarse… y un saco de arena colgando en uno de los extremos. Yunho se acercó después de haber hecho algunos ejercicios de calentamiento y comenzó a golpear con sus puños…

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Jaejoong llegó a Corea esa tarde, un amigo suyo a quien hace algún tiempo no ve, le dijo que siempre que quisiera podía quedarse en su departamento, no por nada le dio incluso un duplicado de la llave. Así que el pelioscuro no se preocupó por ese detalle, además sabía que su amigo se encontraba actualmente viviendo en Pusan.

Qué iba a saber Jaejoong que Ban Soo había rentado su departamento para ayudarse con un pequeño problema económico que le había surgido en la última semana… El pelioscuro metió la llave en el cerrojo y abrió lentamente, dejó su maleta a lado de la puerta antes de entrar, escuchaba música dentro y estaba seguro de que no era Ban Soo…

- a menos que el Apocalipsis haya llegado y sus gustos cambiaran radicalmente… - pensó, ya que la música que se escucha es una muy rítmica, y su amigo es completamente de estilo clásico… dirigiéndose directamente a la fuente del sonido, el pelioscuro llegó a una de las habitaciones, se asomó con cuidado y… se quedó boquiabierto al encontrarse con ese atractivo joven dando potentes patadas a un saco de arena…

Yunho se sintió observado e inmediatamente paró y dirigió su mirada a la entrada, topándose al instante con Jaejoong recargado con los brazos cruzados en el umbral de la puerta… en cualquier otra situación habría sacado el arma que está en su pantorrilla, pero, ese chico no le inspiraba peligro alguno…

- amigo de Ban Soo?

- quién eres?... – el moreno apagó su modular y tomó una toalla con la que comenzó a secar el sudor de su rostro mientras esperaba la respuesta…

- pregunté primero, pero… - por lo que logró observar en el departamento desde que entró, era claro que el moreno no estaba ahí en desconocimiento de su amigo… <.debí llamarle antes de venir sin avisar.> pensó sonriendo internamente… - soy Jaejoong, amigo de Ban Soo…

- él me rentó éste departamento… - salió pasando a lado del pelioscuro, quien por cierto olía muy bien a gusto del moreno, y fue hasta la cocina por un vaso de agua… - pero cuando mencionó que tenía un amigo que solía llegar sin anunciarse, creí que bromeaba…

- <.te golpearé cuando te vea, mal amigo que me hace mala fama con un chico tan apuesto.>… - siguiendo al moreno a la cocina, deleitándose la vista con ese masculino cuerpo que ya aumentaba el calor del suyo, preguntó… - me dirás tu nombre…

- Yunho… te quedarás aquí?... – cuestionó al ver que el pelioscuro metía su maleta…

- te molestaría, Yunho?... – cuestionó con una seductora mirada y una sonrisa por demás coqueta… ok, oficialmente Jae estaba flirteando con el moreno, no es su culpa que hayan pasado ya varios meses desde su última actividad sexual, y él es un chico cuyo trabajo le estresa demasiado como para no desfogarse de vez en cuando… - <.mierda! No puedo estar pensando en tener sexo con él si vamos a vivir juntos.>

- no, si Ban Soo es tu amigo y además es claro que tienes llave del departamento, no importa… - el moreno no estaba ajeno al coqueteo que el pelioscuro había comenzado… y realmente le parece un chico sumamente atractivo… - solo que, como habrás notado, la segunda habitación se convirtió en un minigym…

- descuida, no me molestará compartir cama contigo hoy… - porqué era que estaban tan tranquilos coqueteándose de esa forma? No lo saben, no del todo, tal vez es simplemente que algunas actitudes como agentes se les han quedado, puede ser por la falta de acción en ambos, porque haya habido química entre ellos… en realidad, puede que eso no sea tan importante cuando no necesariamente es que estén pensando en vivir juntos para toda la vida… - pero mañana me parece que tu minigym tendrá que guardarse por un tiempo…

- bueno, no hay problema… - volvió a la estancia y tomó asiento en uno de los sofás, en tanto que el pelioscuro entraba a la habitación para dejar su maleta… y de paso ocultar ahí entre sus ropas, el arma que traía en la espalda… - y qué es lo que te trae a Seúl, Jaejoong…

- Jae… - volviendo de la recámara, se sentó a lado del moreno… - llámame solo Jae…

- ok, no hay mucho qué hacer con mi nombre, así que… - aunque un poco tarde, los chicos estrecharon sus manos… -

- Yunho suena bien así… - se sonrieron con poco menos de coquetería, pero sintiéndose peculiarmente cómodos en compañía de un perfecto extraño… - estoy aquí por negocios familiares… - mintió, claro está… - y a ti?

- solo quise volver a mi país, hace cinco años que me fui a Estados Unidos y vengo cada tanto solo a pasar una especie de largas vacaciones…

- bien por ti, Yunho… - qué demonios hacía su mano acariciando el muslo del moreno!!!

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Distrito Jung- Gu

La casa de Kim Junsu queda cerca del Parque Chang’Ungdan, a las faldas del Cerro Namsan. Sus cortas vacaciones en París terminaron ya, pero está más que contento porque al final pudo disfrutar de la compañía de Yoochun…

- te veré mañana?... – le preguntó al pelinegro antes de bajar de su auto…

- claro que sí, baby, te pasaré a buscar a tu trabajo cuando salgas… - un largo beso de despedida… - no olvides la alarma… -

- lo sé… - y es que por ser quien es, el pelinegro toma medidas con su novio, sabe perfectamente que el riesgo es latente, que un día si comete un error, Junsu queda en el medio para llegar a él… - no te preocupes, estaré bien… - el castaño bajó del auto y entró a su casa, activando inmediatamente el sistema de alarma que el propio Yoochun instaló…

Sintiéndose más tranquilo por eso, el pelinegro encendió su auto y se encaminó a su propio departamento. El castaño por otro lado, dejó su maleta en su habitación y se dispuso a tomar un baño de agua tibia antes de dormir… mientras que en el edificio de enfrente, dos hombres, los mismos que lo estuvieran observando en París, seguían sus movimientos gracias a una cámara de calor…

- espero no vayas a excitarte por ver a un hombre desnudándose… - se burló uno de ellos cuando su compañero estaba tan atentamente viendo a través de un binocular militar que el castaño se desvestía para entrar en la ducha…

- y qué si lo hago, no es como que esté masturbándome delante de ti o haya ido a su casa para violarlo… -

- suerte la suya, no?... – siguió bromeando el hombre de cerca de 30 años, francés con un largo historial de misiones en la DGSE (Dirección General de Seguridad Exterior), agencia de inteligencia francesa, que como otras Agencias del mundo, colaboran actualmente con el CENTRO…

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Yunho y Jae estaban besándose apasionadamente en el sofá, con el moreno recostando al pelioscuro y sus manos recorriendo su cuerpo por sobre la ropa. Ninguno de los dos estaba seguro de que eso fuera correcto, pero no lo habían podido evitar, la atracción y sus condenadas hormonas les había ganado…

- aahhh, no tienes pinta de gay, pero que rico besas… - sin poder controlar siquiera sus palabras, el pelioscuro había terminado comentando aquello…

- y puedo hacer cosas aún mejor… - sus manos bajando al pantalón, desabrochándolo con gran habilidad y acariciando sugestivamente su entrepierna, despertando raídamente bajo su toque y el calor de sus labios que ahora le besaban el cuello…

- mmhhh, Yunho, creo que no deberíamos seguir… - pero sus manos ya se habían deshecho de la camiseta de resaque y acariciaban la espalda y hombros del moreno…

- tus acciones me dicen lo contrario, Jae… - y es que esas manos ya habían bajado a su trasero y se perdían al frente al bulto bajo sus pantalones…

- por favor, paremos… - aunque completamente excitado y necesitado de ese contacto, algo dentro de él le decía que no debía continuar, que estar con el moreno debía ser más que solo sexo…

- de acuerdo… - tan caliente como su “amigo”, el moreno paró y se levantó de encima del pelioscuro, tratando de normalizar su respiración agitada y bajar la temperatura de su cuerpo que ese encendido cuerpo a su lado había dejado en sí…

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Roma, Italia…

Kregh estaba en el departamento de ChangMin, habían tenido éxito con su infiltración en la red virtual de la ciudad, y con ello del país completo…

- te lo prometí, mi misión está concluida aquí, si quieres saber qué es ZION, tendrás que venir conmigo a Tokyo…

- cuándo nos vamos?...

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Porque el curso de una historia depende de las directrices que puede tomar, si aún quieres saber más, prepárate para cruzar la puerta de la realidad…

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