—¿Puedes pasarme la sal? —pidió Yoochun. Todos en la mesa voltearon a ver el salero cerca de Changmin. No obstante, Changmin estaba jugando con el arroz en su tazón, sin escuchar. Junsu, que estaba junto a él, le dio un ligero codazo. Levantó la cabeza lentamente.
—¿Puedes pasarme la sal? —pidió de nuevo Yoochun. Changmin puso el salero junto a Junsu, luego dejó los palillos en la mesa.
—Terminé de comer —dijo en voz baja.
—Pero ni siquiera has empezado —dijo Jaejoong, luego señaló la gran cantidad de comida en la meza—. Hice tus platos favoritos hoy.
—Lo siento, no tengo hambre. Gracias por la cena —Changmin se puso de pie, apartó la silla con un fuerte ruido y se fue, dejando intacto el tazón de arroz en la mesa. Jaejoong y Yunho se miraron con preocupación.
—Changmin ha estado deprimido desde ayer en la tarde. ¿Tuvieron una pelea o algo? —preguntó Junsu preocupado mientras le pasaba el salero a Yoochun.
—O algo… —dijo Yoochun, y su vista comenzó a volverse borrosa. Se forzó a terminar la comida en su plato aún cuando le sabía a aserrín.
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Changmin se refugió en el cuarto de trabajo que compartía con Junsu. Se sentó en la silla y jugó con los botones de sintetizador. Puso un CD cualquiera en la computadora y escuchó una extraña balada en japonés, en un vano intento de apartar las voces de su cabeza. La emocional voz masculina cantaba sobre sueños rotos y crueles rechazos. Changmin se hizo un ovillo en la silla y apretó fuerte los brazos. Su mente se negaba a dejar de reproducir lo que pasó con Yoochun.
Ese estúpido, terco como una mula y bello idiota que no aprecia a un sexy e increíblemente apuesto chico como Changmin.
Entonces, algo suave rozó su mejilla.
Changmin casi saltó de la silla. Levantó la vista y vio a un alegre Yunho que le ofrecía un sándwich de queso que se veía delicioso.
—Debes estar hambriento. Ten —dijo Yunho por sobre la música, sonriéndole gentilmente. Changmin abrió la boca para rechazarlo cuando su estómago rugió en protesta. La sonrisa de Yunho se hizo más amplia y Changmin resistió la urgencia de sonrojarse de la vergüenza.
—Gracias —dijo aceptando el sándwich, agradecido.
Yunho se sentó en la silla de Junsu y jugó con la computadora que seguía reproduciendo la misma triste canción. Revisó su e-mail mientras Changmin comía el sándwich. Cuando terminó de comer, Yunho apagó la computadora y centró su atención en el menor.
—¿Qué? —Changmin no pudo evitar preguntar después de unos minutos de ser estudiado atentamente por el mayor.
—No pude evitar notar que las cosas estaban un poco tensas durante la cena —dijo Yunho.
—Yo… Yoochun… Nosotros… —Changmin comenzó y titubeó mientras los pensamientos daban vueltas en su cabeza. Yunho esperó pacientemente a que organizara sus ideas—. Un minuto está besándome apasionadamente y siendo gentil conmigo, y al siguiente está alejándome y presentándome chicas. No lo entiendo —suspiró—. Entiendo que algunas cosas no pueden ser forzadas, pero honestamente siento algo más de él. Cuando lo beso, es más que obvio que debemos estar juntos. Juro que no es mi imaginación o mis hormonas hiperactivas —replicó Changmin. El dolor royéndole el corazón mientras trataba de darle sentido a todo ese asunto.
Changmin tomó una respiración profunda antes de continuar.
—Cada vez que cierro los ojos, me pregunto qué hice mal. ¿Fui muy agresivo? ¿No soy lo suficientemente atractivo? ¿Estoy siendo muy presuntuoso? ¿Es mi culpa siquiera?
—Changmin-ah, estás pensando demasiado. Tal vez él necesite más tiempo para aclarar sus sentimientos. Lo conoces hace casi tres años. Ya deberías saber que en lo que respecta a personas y sentimientos, Yoochun tiende a ser un poco… —Yunho buscaba la palabra adecuada.
—¿Torpe? ¿Terco como una mula? ¿Ciego? —sugirió Changmin.
—Sí, algo como eso. Como sea, es algo que Yoochun debe resolver por sí mismo.
—Lo haces sonar tan sencillo.
—La mayoría de las cosas son sencillas, es sólo que los seres humanos siempre tienen una forma de complicar los problemas. Sólo dale algo de tiempo para resolverlo —concluyó Yunho, esperando que eso fuera suficiente para aliviar un poco la agonía.
Changmin movió la cabeza de arriba abajo, como una marioneta de madera, sonriendo alegremente.
—Sí, Yunho, voy a obedecer tus órdenes.
Era como si la desesperación y la tristeza de antes hubieran desaparecido, pero Yunho sabía que aún estaban ocultas debajo de la capa de alegría y tontería que Changmin usaba para esconderse del mundo cuando necesitaba un respiro.
Y Yunho se lo permitió, fingiendo no notarlo.
Todos necesitan su propio espacio privado, y Yunho confiaba que Changmin hablaría con él si necesitaba a alguien que actuara como portavoz. Yunho se puso de pié y revolvió cariñosamente el cabello de Changmin. Se sorprendió cuando Changmin lo abrazó por la cintura y recargó la cabeza en su pecho. Changmin susurró un “Gracias” y lo abrazó más fuerte antes de dejarlo ir.
—Descansa un poco, y no pienses mucho en ello —recordó Yunho, y dejó a Changmin solo con sus pensamientos y consejos.
Yunho cerró la puerta en silencio, y se sobresaltó cuando se giró y vio a Jaejoong parado justo al lado de la puerta, sonriendo suavemente.
—Hey, ¿qué estás haciendo aquí? ¿Estás espiándome? — bromeó Yunho y la sonrisa de Jaejoong se amplió.
—No, sólo estoy aquí, mirándote —respondió.
—¿Mirándome? ¿Qué hay de bueno conmigo? —Yunho sonrió tontamente, pero se detuvo cuando Jaejoong lo besó. Un beso largo y profundo lleno de amor. Luego, se alejó con un suave suspiro.
—No tienes que aceptar nada de esta cosa del liderazgo, o actuar como consejero sentimental. Pero tu sentido de responsabilidad se extiende sobre todos nosotros, y me recuerda por qué me enamoré de ti. Por eso estaba mirándote —los ojos de Jaejoong estaban llenos de admiración y amor mientras miraba a Yunho.
—Jaejoong-ah —Yunho se acercó para otro beso, y sus dedos se enredaron en ese suave cabello negro. Jaejoong suspiró satisfecho, y se abrazaron, disfrutando de ese momento de intimidad.
La puerta del cuarto de trabajo se abrió de golpe, interrumpiéndolos. Changmin salió y los miró fijamente.
—¿Siguen aquí? ¿Están haciendo cosas empalagosas?
—No —Jaejoong negó mientras Yunho se disculpaba. Entonces Yunho negó mientras Jaejoong se disculpaba. Changmin suspiró con resignación mientras la pareja se sonrojaba.
—En realidad no quiero saber. Pero, Jaejoong, necesito decirte que Yunho me toqueteó justo ahora —confesó Changmin, mientras Yunho resopló junto al otro.
—Él nunca te toquetearía. No eres su tipo —dijo Jaejoong con confianza—. Sin embargo, si él te toca, o si se atreve a tocar a alguien más, lo castraré —agregó, sonriéndole inocentemente a Yunho antes de alejarse, moviendo un poco más sus caderas deliberadamente.
Yunho palideció considerablemente mientras Changmin dio un respingo por las sucias imágenes que inundaron su mente.
—¿Castración? Y tú que decías que Jaejoong no era del tipo celoso.
—Um… Yo… Debo irme. ¡Jaejoong-ah! —Yunho corrió, llamando a Jaejoong de la manera más dulce posible—. Jae, amor, escúchame.
Changmin rió, dejando sus problemas atrás, mientras observaba a un Yunho cada vez más frenético tratando de apaciguar a un enfurecido Jaejoong.
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Pasaron dos días y el grupo hizo unas tomas para una revista. Era fácil para Yoochun evitar hablar con Changmin. El menor se pegó a Junsu, quien estaba más que feliz de pasar con él su tiempo de lectura mientras esperaban su turno para las tomas individuales.
El fotógrafo trajo una bicicleta y algunos patines de ruedas para las tomas. Uno de los asistentes ayudó a Yoochun a ponerse unos patines, y en el momento en que estuvo seguro, Yoochun salió, paseándose de aquí para allá como un cohete. Completó sus tomas y el fotógrafo lo felicitó por terminar rápidamente.
Yoochun hizo unos movimientos algo complicados, mientras Junsu se balanceaba peligrosamente intentando equilibrarse en los patines. Miró a Yoochun con envidia.
—¿Cómo haces eso?
—Es como patinar en hielo, sólo que más divertido —rio feliz, mientras patinaba en círculos alrededor de Junsu, quien seguía tambaleándose.
Miró alrededor para ver lo que hacían Jaejoong y Yunho, cuando vio a Changmin apoyado contra la pared cerca de allí. Estaba hablando y gesticulando alocadamente a una mujer con el cabello corto, rizado y castaño. La chica se giró, y Yoochun la reconoció. Era Rebeca. Una de las mujeres que le había presentado al menor.
Yoochun estaba a punto de llamarlo, cuando ella se acercó a él y apoyó las manos en sus hombros. Luego, le dio un beso en la mejilla, y Changmin se sonrojó muy tiernamente. Yoochun se puso furioso y tropezó con un alambre en el suelo.
—¡Yoochun! ¡Cuidado! —gritó Junsu, pero era tarde.
Yoochun patinó por el piso antes de golpear el suelo con un ruido sordo, raspándose dolorosamente las rodillas con el piso de madera. Se quedó en el suelo boca abajo, sin aliento. Escuchó pasos apresurados correr hacia él, y poco a poco se dio la vuelta. Abrió los ojos y vio el rostro pálido de Changmin y a un preocupado Junsu a su lado.
—Estoy bien —dijo débilmente—. Sólo un poco aturdido.
—Estás sangrando —Junsu señaló lo obvio mientras Yoochun sentía algo húmedo bajar por su pierna. Se agachó y vio una gran rasgadura en sus pantalones plancos, que poco a poco se estaban poniendo rojos. Tocó la piel por debajo de ellos, y sus dedos salieron bañados en sangre. Palideció al ver tanta.
—¡¿Hay un botiquín de primeros auxilios aquí?! —gritó Changmin mientras se quitaba la chaqueta y la presionaba contra la herida, tratando que dejara de sangrar.
—Tenemos un botiquín en algún lado. Lo traeré —ofreció una de los asistentes, y salió corriendo.
—¡Gracias! Junsu, ¿puedes buscar a Jaejoong y Yunho? Que uno de los dos venga —pidió Changmin. Junsu se puso de pie y fue a buscarlos. Yoochun miró a Changmin, quien seguía presionando la herida—. ¿Chun? ¿Te sientes mareado? ¿Sientes que vas a vomitar? —preguntó mientras le tocaba la cara, la preocupación era evidente en sus ojos cafés.
—Estoy bien —repitió débilmente.
La asistente volvió con el botiquín.
—¿Puedes traerlo mientras lo llevo al baño para limpiar la herida? —preguntó Changmin. Con un gracioso movimiento tomó a Yoochun en sus manos y lo llevó hasta el baño. Todo lo que Yoochun pudo hacer, que sostenerse muy fuerte de él.
La asistente los siguió de cerca, pero se detuvo en la entrada del baño de hombres. Changmin dejó suavemente a Yoochun sobre la repisa del lavabo. Salió por un momento y volvió con el botiquín. Se acercó a Yoochun y le enrolló los pantalones. Había varios arañazos con mala pinta en su pierna izquierda que sangraban profusamente. Había varias astillas de madera enterradas en cortes menos profundos también.
—Changmin, está bien. Puedo vendarlo yo mismo. Son sólo cortes menores —dijo Yoochun, empujando la mano de Changmin cuando trató de alcanzarlo.
—Yoochun, tienes muchos arañazos, y algunas astillas están enterradas en ellos. Puedes sangrar por toda la repisa o puedes dejar que te ayude —Changmin cruzó los brazos sobre el pecho esperando una respuesta. Yoochun trató de voltear para ver que tan grande era la herida, pero ni siquiera podía verlo bien.
Asintió a regañadientes.
—Voy a limpiarla primero —dijo. Abrió el botiquín y sacó el antiséptico, lo abrió y puso una gran cantidad en las heridas. Luego sacó unas pinzas y comenzó a sacar las astillas. Yoochun dio un respingo—. Lo siento. Sólo aguanta un poco.
—Justo ahora, la chica con la que hablabas era Rebeca, ¿cierto? —preguntó Yoochun casualmente a pesar del dolor y la incomodidad, mientras Changmin se concentraba en sacar las astillas.
—Sí. Estaba haciendo un photoshoot en el estudio de al lado, y decidió venir a saludar —respondió Changmin distraídamente mientras ponía más antiséptico.
—Se veía bien hoy —Yoochun forzó a las palabras salir de su boca. Changmin detuvo lo que hacía y miró a Yoochun de forma indescifrable.
—No estoy interesado en ella —respondió llanamente, y se aseguró de haber sacado todas las astillas. Luego comenzó a poner medicina sobre las heridas.
—Pero te besó —dijo Yoochun, y se sintió como un niño descubierto con las manos sobre el frasco de galletas cuando Changmin lo miró de reojo.
—Sólo fue un beso de despedida en la mejilla. No estoy interesado en ella —repitió firmemente y volteó a ver a Yoochun, quien lo miraba con alivio en los ojos.
Changmin ignoró la emoción que normalmente tenía cuando Yoochun le daba esa mirada que insinuaba que sus sentimientos podían ser más profundos que de amistad. Reprimió la porra personal en su mente. En vez de eso, sacó las gasas y las puso sobre las heridas, luego las aseguró con tela adhesiva.
—Gracias. Y lamento haber causado todo este desastre —se disculpó sin saber qué más decir.
Changmin soltó un bufido indescifrable.
—Sí, deberías sentirlo. ¿Cómo puedes ser tan descuidado? Deberías saber mejor que en un estudio hay muchos cables por todos lados. Me asustaste. Y a toda la demás gente también.
Yoochun tomó la cara de Changmin entre sus manos y unió sus frentes cariñosamente. El corazón de Changmin saltó y no pudo detener a su porra personal.
—Lamento haberte asustado —dijo antes de bajar las manos y alejarse de él. Changmin sintió una punzada de dolor en el corazón cuando Yoochun se apartó.
—Por favor, no seas tan amable conmigo. Duele. Cada vez que eres gentil conmigo, elevas mis esperanzas. Luego me alejas, y siento como si cayera desde el cielo —dijo Changmin, revelando el profundo dolor enterrado en él.
—Changmin-ah… —susurró Yoochun. Entonces Yunho entró corriendo al baño, seguido de un preocupado Jaejoong y Junsu, quien jadeaba pesadamente.
—¡Yoochun! ¿Estás bien? —preguntó Yunho mientras Jaejoong comenzó a revisarlo. Lo que sea que Yoochun quería decirle a Changmin se perdió entre las palabras de consuelo de sus amigos y de los miembros del staff, preocupándose por él.
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Ah! Changminnie, Baby~! no sufras, ese Chun terminará a tus lindos pies!!
ResponderEliminar(y si no, juro que lincho a la traductora XDDD)
No te preocupes Min T.T, Yoochun se dara cuenta ¬¬ *budu* xDDDDD
ResponderEliminarKiero mas *juju* <3
ahhhhhh amo este fic y el yoomin me pone que digo por dios ellos 5 me ponen
ResponderEliminarchun¬¬ sopenko...cmo puede ser tan **censurado** o__ó la palabra idiota le keda corta¬¬
ResponderEliminarmin baby...dont worry ya veras cmo el idiotas ese te acepta T.T
Pobre Min tiene que aguantar la forma infantil de ser de Yoochun.
ResponderEliminarEs que no sé porque Chun niega sus sentimientos cuando está más que loco por Changmin, véase los celos que lo carcomen cada que Min se acerca a alguien XDDD... Voto por que Min le dé celos a Chunnie a ver si ya reacciona XD
Besuuuuuuuus
Jae*za
OMG!!!
ResponderEliminarY a mí por qué!!!!
Yo soy inocente de toda culpa... Yo sólo traduzco...
En fin...
YUUKI!!!!
te dije que los administraras...
Aún me falta para tener el siguiente capo... Por eso no te lo quería pasar todavía... En fin... A trabajar con más ganas... pero casi no tengo tiempo!!! changos...
min sacale celos a chunnie conmigo *O* a mi no me importa si me usas *¬*
ResponderEliminarwaaa bebo descuida chunie se arrepentira prontito , digo lo que dice anonimo ,mejor trata de sacarle celos conmigo *0*
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