Newton's Third Law cap 4

—Yunho, ¿has visto a Changmin? —preguntó Yoochun cuando Yunho pasó, llevando una caja llena de productos faciales y de cuidado para la piel.

—Está en el cuarto de trabajo —dijo Yunho.

—¿Para qué es todo eso? —dijo Yoochun señalando la caja. Yunho se encogió de hombros.

—No lo sé, Jaejoong dijo que Changmin tenía curiosidad por el facial que estaba usando. Aunque no tengo idea por qué tengo que cargar la caja yo— Yunho gruñó, disgustado.

—Pues, buena suerte. Que se diviertan haciéndose faciales juntos —Yoochun se rió y disfrutó de la cara impactada de Yunho. Caminó hasta el cuarto de trabajo y se detuvo en el corredor.

Changmin estaba jugando con el teclado y ajustando el sintetizador para que sonara mejor. Su cara era de total concentración y no escuchó a Yoochun entrar al cuarto. Yoochun se forzó a apartar la vista del chico frente a él y aclaró su garganta, asustando a Changmin.

—Hola Yoochun, ¿qué haces aquí? —preguntó Changmin mirándolo con curiosidad. Usualmente él es quien tiene que estar buscando a Yoochun. Le dio algo de gusto ver que él lo buscaba ahora.

—Aquí, atrápalo —Yoochun arrojó algo cerrado con una brillante envoltura hacia el menor, que casi lo deja caer.

—¿Qué es? —Changmin miró la envoltura y luego lo sacudió para ver si hacía algún sonido.

—Ábrelo.

Changmin quitó cuidadosamente la cinta adhesiva y la envoltura para encontrarse con una botella de la colonia Hugo Boss que le ha estado robando a Yoochun. Miró a Yoochun sorprendido y encantado.

—Es para ti, ya que te gusta tanto. Creí que te sería más fácil tener tu propia botella que seguir tomando la mía —dijo Yoochun, mientras su lado oscuro lo llamaba mentiroso e insistía que quería marcar a Changmin como de su propiedad.

—Espera aquí —Changmin sonrió y salió del cuarto. Regresó con una flamante botella de colonia—. Mejor vamos a cambiarlas.

Changmin le dio la botella a Yoochun, quien la miró con cuidado.
—Esto es…

—“Deseo” de Calvin Klein —Changmin sonrió con satisfacción por el regalo que le dio Yoochun.

—¿Deseo, uh? —Yoochun se encontró sonriéndole a Changmin también—. Gracias.

—De nada.

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Era como un sueño hecho realidad para Soo En.

Changmin tomó su mano y la acarició con gentileza. Él le sonrió, y ella rápidamente apartó la mirada con timidez. Era la primera vez que se veían, de seguro no estaba planeando pedirle matrimonio a estas alturas. Como sea, su corazón comenzó a golpear fuerte contra su pecho y comenzó a planear la boda en su mente. Siempre quiso una boda en la playa, con lirios blancos y rosas esparcidas por el altar.

—Soo En-ah —dijo Changmin, sus dedos rozando gentilmente los de ella.

—¿Sí? —dijo suavemente, mirándolo a los ojos.

—Tus manos están un poco secas. Casi se están descamando aquí. Es muy importante que las humectes todos los días. Puedo recomendarte esta crema —Changmin sonrió y soltó su mano para buscar en su maleta.

Soo En miró fijamente al chico en total shock y terror.

Changmin sacó un pequeño tubo de crema de apariencia costosa. Esparció una cantidad generosa en su mano y comenzó a frotarla.
—¿Cómo se siente? Debe haber una sensación fresca porque tiene menta.

Yoochun vio con incredulidad cómo la cuarta cita a la que trajo a Changmin, lentamente se transformó en una improvisada sesión de consejos de belleza. Tosió, llamando la atención de Changmin.

—Tal vez, Changmin, podrías hablarle a Soo En un poco más sobre tus hobbies —sugirió Yoochun, quitándole discretamente a Changmin el tubo de crema de las manos.

—Me gusta hacer faciales en casa cuando estoy libre. He estado probando recetas caseras en Jaejoong. He descubierto que si mexclas yogurt con avena y luego lo pones en la cara ayuda a que la piel brille naturalmente —dijo Changmin, emocionado.

—Eso es lindo —dijo débilmente Soo En.

—Sí, de hecho —Changmin la miró fijamente de cerca, dándole la impresión de que estaba siendo observada por un microscopio—. Necesitas la receta. Tu piel luce un poco mal también.

Soo En se levantó de pronto.
—Oh, miren la hora. Hemos estado aquí por más de una hora. Veré a alguien más después. Debo irme. Adiós.

—Pero… espera… —llamó Yoochun, pero ella estaba caminando muy rápido como para oírlo.

—Y creo que esta salió bien también —dijo Changmin y Yoochun dejó caer su frente en la mesa. Changmin sonrió con satisfacción mientras pagaba la cuenta y se llevaba a un desanimado Yoochun a casa.

Estaba ansioso por su gran cita con Yoochun.

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—¿Quieres un naranja? —preguntó Junsu mientras entraba con una canasta de naranjas—. Parece que Yunho creía que te morías por una cuando fuimos al supermercado. Insistió en que compráramos una canasta completa.

Jaejoong se puso de pie y se acercó a Junsu mientras ponía la canasta en la mesa de la cocina. Tomó una y la acarició amorosamente. Hubo un largo silencio mientras Jaejoong tenía los ojos vidriosos y su respiración se aceleraba.

—Por favor, dime que no es un eufemismo de “quiero tener sexo contigo” —se quejó Junsu y Jaejoong negó con la cabeza mientras suspiraba algo nostálgico—. Um… Jae, no quiero escucharlo. Los dos pueden jugar con esposas en la cama y no me importará.

Jaejoong levantó las cejas hacia Junsu y jugó con la idea en su mente.
—Sabes, esa es una muy buena idea.

Junsu miró fijamente al hermoso chico.
—Ahora vas a bromear conmigo.

—¿Quién está bromeando contigo? —preguntó Yoochun mientras entraba a la cocina. Se sirvió un vaso de agua y esperó por una respuesta.

—Jaejoong —dijo Junsu señalándolo. Jaejoong levantó las manos y trató de verse inocente.

—No, sólo le explico los hechos de la vida —protestó. Yoochun le dio una mirada molesta. Jaejoong bajó las manos y la cara culpablemente. Murmuró la palabra “idiota” a Junsu, quien le sacó la lengua.

—¿Cómo fueron las citas a ciegas? ¿Encontró a una chica linda? —preguntó Junsu después de un momento de hacerse caras graciosas con Jaejoong mientras Yoochun ignoraba sus chiquilladas.

—No tengo idea. No fue fácil encontrar personas que estuvieran genuinamente interesadas en conocer a Changmin como persona y no como ídolo pop. Aún así, lo encontraron inadecuado —Yoochun respondió perplejo.

—¿Qué pasó exactamente? —preguntó Jaejoong.

—La primera chica lo encontró aburrido porque amaba leer y odiaba los clubs. La siguiente se asustó porque hablaba de luchas y sólo leía revistas de deportes —Yoochun frunció el ceño mientras recordaba. Junsu se rascó la cabeza, confundido mientras Jaejoong escuchaba atentamente—. La tercera chica… realmente no recuerdo mucho porque estaba ocupado firmando autógrafos. Y le habló de cosméticos y cuidado de la piel a la cuarta. Ella hasta pensó que él era, bueno, afeminado —Yoochun terminó de contar y miró a los otros dos.

—¿Le preguntaste a Changmin antes de arreglar las citas? —preguntó Junsu y tuvo su respuesta cuando Yoochun se negó a verlo a los ojos.

Jaejoong analizó la situación por Yoochun.
—Entonces, no me sorprendería que arruinara las citas a propósito. Escucha lo que nos dijiste. En la primera cita ama los libros, ¿pero en la siguiente los odia? No tiene sentido y es sospechoso…

—…Es el estilo de no-cooperación de Changmin —Junsu terminó lo que Jaejoong decía.

—Debes tener una larga plática con Changmin y escuchar realmente lo que tiene que decir — aconsejó Jaejoong golpeando a Yoochun en el hombro. Luego salió de la cocina con una naranja para buscar a Yunho.

—No te enojes con él. Pregúntale amablemente. Estoy seguro que tuvo sus razones para hacerlo —Junsu trató de limar asperezas por el miembro más joven de la banda, pero a juzgar por la ira llameando en los ojos de Yoochun, Changmin tenía bastantes problemas.

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Changmin revisaba su e-mail en la computadora de Junsu, en el cuarto de trabajo, cuando escuchó que alguien se aclaraba la garganta. Dio un respingo y giró la silla. Yoochun lo miraba fijamente desde la puerta.

—¡Yoochun! Eres tú —Changmin sonrió animadamente mientras Yoochun cerraba la puerta del cuarto de trabajo—. Hey, ¿estás libre mañana? ¿Salimos a cenar? Recuerdas tu promesa, ¿verdad?

—Lo siento, no estoy libre —respondió cortante y la sonrisa de Changmin despareció.

—Oh —dijo, pero trató de nuevo—. ¿Y pasado mañana? Conozco un buen restaurante de pizza que…

—Tampoco estoy libre —la aspereza de su tono alertó a Changmin de que Yoochun estaba lleno de ira.

—Yoochun-ah, ¿hay algún problema? —ladeó la cabeza, preocupado.

—Estuviste saboteando deliberadamente las citas a ciegas, ¿verdad? —lo acusó Yoochun furiosamente.

Changmin suspiró sonoramente. Se levantó de la silla y se acercó a Yoochun. Tomó la mano izquierda de Yoochun y la giró, la cercó a sus labios como si fuera a besar sus dedos. El corazón de Yoochun saltó involuntariamente.

—Estás usando la colonia que te di —murmuró, sus labios rozando contra el punto sensible donde golpea el pulso en su muñeca, causando que un escalofrío viajara desde su muñeca hasta su espalda.

—¿Uh? —el repentino cambio de tema dejó a Yoochun más que aturdido.

—Estás usando mi colonia —repitió el menor mientras con los dedos trazaba círculos en la muñeca de Yoochun.

—Sí, así es —respondió sin pensar. Su mente era incapaz de formular pensamientos coherentes mientras Changmin dejaba suaves besos en sus dedos.

—Hueles realmente delicioso —dijo Changmin mientras mordía suavemente la punta de su índice con los dientes, causándole una mezcla de dolor y placer.

Yoochun regresó a la cordura. Arrancó su mano de la de Changmin, quien estaba sorprendido.

—Deja de hacer eso. No soy uno de tus juguetes. Responde a mi pregunta. ¿Arruinaste deliberadamente esas citas? —soltó Yoochun entre dientes. Era una batalla de voluntades mientras ambos se negaban a rendirse. Changmin fue el primero en apartar la vista.

—¿Y qué si lo hice? —respondió al fin, desafiantemente—. Te dije desde el principio que no quería ir, pero insististe.

—¿Qué hay de malo con conocer chicas? La mayoría de los chicos saltarían ante la oportunidad de conocer a cualquiera de las chicas que rechazaste —soltó Yoochun.

—Bueno, la mayoría de los chicos no están enamorados de alguien más —Changmin frunció el ceño. Luego su expresión se suavizó, y sus expresivos ojos cafés se inundaron con sentimientos de admiración y algo aún más profundo—. Me gustas. Estoy enamorado de ti —confesó, aguardando valientemente una reacción de Yoochun.

Yoochun negó con la cabeza, incrédulo.
—Changmin, deja de decir eso. Se está haciendo ridículo. No es gracioso.

—No estoy tratando de ser gracioso. Hablo en serio. ¿Cuántas veces debo decirlo para que me creas? —Changmin veía fijamente los ojos de Yoochun, tratando de encontrar una manera de convencer a un hombre tan terco. Sus ojos brillaban cuando continuó—. Yo… te besé esa noche, cuando encontramos a Jaejoong y Yunho.

Yoochun negó de nuevo mientras dejaba escapar una risa incrédula que enterró puñales en el corazón de Changmin.
—Me besaste por diversión, ¿recuerdas?

Los nudillos de Changmin se volvieron blancos por la tensión en sus puños, mientras sus uñas se enterraban en su palma.
—Lo hice en serio —dijo con convicción.

—Un beso contigo no significa nada —replicó Yoochun.

—Fueron dos. Dos besos —corrigió Changmin con tono calmado, aunque sentía que estaba siendo desgarrado en pequeñas piezas con cada palabra que el mayor decía.

—No importa. Sólo estabas jugando —insistió.

—¡Deja de decir que estoy jugando contigo! ¿Por qué no puedes meterte en la cabeza que estoy enamorado de ti? ¿Tú no sientes nada por mí? —Changmin quería arrancarse el cabello de la exasperación.

—No siento nada por… —Yoochun se detuvo cuando Changmin le puso los dedos en sus labios, callándolo.

Changmin recorrió los labios del mayor con sus dedos, memorizando su textura y sensación. Cuando esos labios se abrieron, reemplazó sus dedos con sus labios, besándolo gentilmente, con todo su corazón y su alma. Entonces, su lengua se coló en la boca de Yoochun, probándolo, y claramente oyó un pequeño suspiro del mayor. Changmin le dio un último beso antes de apartase. Inconscientemente Yoochun se acercó un poco a él antes de enderezarse, su cara llena de emociones indiscernibles.

—Ahora, dime otra vez que no sientes nada por mí —Changmin habló tiernamente, viendo fijamente a Yoochun, anhelando que aceptara la respuesta de su cuerpo, que admitiera sentir algo por él.

Yoochun exhaló lentamente alejándose de Changmin, respondiendo a sus ojos esperanzados con una mirada firme. Susurró una vez, pero ningún sonido salió. Tragó fuerte, e intentó de nuevo.

—Yo… no siento nada por ti.

Changmin miró fijamente los oscuros y confusos ojos de Yoochun, incapaz de ver o sentir nada. Entonces miró al techo, parpadeando desesperadamente para retener las lágrimas que amenazaban con caer. Con los ojos cerrados fuertemente y los labios apretados con emociones casi reprimidas, sintió una rabia inexplicable ante la injusticia de la situación. Abrió la boca como si fuera a decir algo, luego la cerró y escapó del cuarto de trabajo, derribando una pila de CDs contra el suelo al salir.

Yoochun trató de enfocarse en los estuches de CDs rotos en pedazos a sus pies, pero todo lo que sus ojos podían percibir era un blanco y confuso desastre. Parpadeó rápidamente, frotando sus ojos tan rápido como pudo. Al retirar sus dedos se dio cuenta de que estaban tibios y mojados.

Se deslizó contra la pared hasta el suelo, confundido por sus conflictivas emociones. Permaneció ahí por mucho tiempo, contra las frías y duras baldosas, sólo rodeado por piezas rotas.

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