Autor: Yóu! [Ceres.Astrea]
Pareja: MinHo
Género: Lemon
Extensión: Oneshot
Trama: No, ninguna
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Viajaban en la camioneta muertos de cansancio y anhelando el sueño en un silencio extraño entre ellos. Pero cualquiera que conociera y se hiciera una idea de lo que era tener una agenda tan apretada y plagada de conciertos lo hubiera comprendido.
Tres quintas partes de la banda cabeceaban o estaban ya, en un lugar más allá que acá. Una quinta parte tenía el rostro iluminado por la acción en la pantalla de la PSP con la que jugaba... Y el hombre restante se mantenía fijo en el asiento y sumido en su mutismo, sin prestar realmente atención a nada y tal vez, sólo tal vez, maquinando algo en su "pequeña" cabeza.
El manager había tenido el honor de recibir a su flamante esposa en tierras niponas y por lo tanto sólo eran ellos y el chofer, ya que el staff en grueso aún se encontraba en el estadio, embalando y poniendo en orden los artilugios usados en el concierto de esa noche.
El chofer del vehículo pasó a dejarlos hasta la entrada del hotel en que se hospedaban, y Yunho al mando de sus compañeros, comenzó a despertarlos y apresurarlos a salir de la furgoneta, que tenía que volver a no sé qué al estadio, para después internarse, él y ellos, rápidamente en el edificio, alejándose de los flashes de las cámaras que le provocaban dolor de cabeza.
En recepción, se hizo cargo personalmente de pedir las tarjetas llave y un amable botones guió a sus exhaustos amigos y a él mismo hasta sus respectivas habitaciones.
Mientras subían en el elevador discutieron como es que se iban a repartir en tres habitaciones, y a base de gruñidos y asentimientos que buscaban recargar la barbilla en el pecho y dejarse ir a la inconciencia, Yunho terminó por decidir a su parecer.
Yoochun se quedaría solo, ya que según esto, nadie quería soportar sus ronquidos; Jaejoong y Junsu en una habitación al fondo del largo pasillo; y por último él y Changmin justo frente a la recamara de Yoochun.
Nadie dijo nada y se dirigieron como almas en pena a sus habitaciones. Yunho abrió la puerta de la suya y permitió pasar a un Changmin con los pies arrastrantes primero, la maleta en su hombro se sostenía precariamente...
-¡Ah, hyung! -se volteó para encarar al mayor mientras arrojaba su bolso por ahí-. Estoy muerto, me voy a duchar prim... - sus palabras murieron ahí, cortadas por un gemido de dolor que le provocó el mayor al jalarlo y estrellarlo contra la pared más inmediata-. ¿Qué te pasa hyung? -preguntó lleno de sorpresa y molestia.
-¿Cómo que qué pasa Changmin-ah?... ¡No creas que no me fijé en como te le arrimabas a esas zorras! -el tono de su voz era bajo y reprochante, mientras aprisionaba con su cuerpo el del más joven y le acorralaba con sus manos puestas en la pared.
-¿A qué zorras te refieres? ¿De qué coño estás hablando...? -el fastidio en su voz estaba más que presente, pero no se sentía amedrentado por la actitud del líder-. ¡Hyung!, estoy muy cansado, discutamos esto después ¿sí? -canturreó con la voz más infantil y mimada que pudo. Algo que sólo enardeció el corto temperamento de Yunho.
-Déjate de pendejadas, ¿quieres? -la cara de Changmin que estaba relajada adoptó un gesto serio y frío en un instante, su cuerpo se tensó soportando la fuerte presión que Yunho ejerció sobre él-. No estoy para soportarlas.
-Pues lo mismo digo yo Yunho. ¿Qué te pasa? ¿Cómo quieres que no me les acerque si trabajamos con ellas? -su voz se agitaba conforme hablaba, exasperado por no comprender el motivo de ese inesperado reproche-. ¡Por Dios, Yunho!, ¡son las bailarinas que han trabajado con nosotros por años! ¿Por qué de repente te molestas?
-¡Pues es tu culpa! ¿Por qué de repente les coqueteas, eh? ¡Dime! -Changmin abrió los ojos estupefacto, sin poder creer la emoción plasmada en la cara de Yunho.
-¿Así qué por eso estás enojado, eh? -su rostro surcado por una basta sonrisa-. ¡Estás celoso!... ¡Hyung!... -que se deformó hasta ser imposible de tanta socarronería-. ¿Cómo vas a creer que me voy a poner a coquetearle a alguien cuando te tengo a ti? Y lo peor de todo, en el mismo lugar... -inclinó la cabeza los escasos centímetros que separaban sus labios de los de Yunho, quien se avergonzó por ser tan obvio. Ya no lo oprimía contra la pared, pero sí movió las manos hasta posarlas sobre los hombros del más alto.
Changmin le besó un poquito la comisura de la boca y después dejó vagar la lengua en una línea sin sentido que trazaba la piel de los abultados labios, sus brazos rodearon el fuerte torso del mayor y con los dedos empezó a masajearle la espalda, arrastrándolos sobre la entera superficie. El mayor cerró los ojos y abrió la boca sin pensarlo, buscando atrapar esa lengua juguetona para succionarla, mientras sus manos se movían hasta sujetar la nuca y aferrar con firmeza los cabellos de su hermoso dongsaeng.
Changmin inclinó el rostro rompiendo el beso tan ansioso que demandaba su hyung, y este al sentirse apartado de esos labios finos y cálidos, abordó la piel morena disponible a base de relamidas, que buscaban adueñarse del sabor amparado en ese cuello.
-¿Ya se te pasaron los celos hyung? -su voz era demasiado serena comparada con el trato que estaba recibiendo su piel. Se había apropiado de un espacio que le encantaba en la cadera de Yunho, acariciando los huesos de la pelvis a través de la piel; le atrajo a su cuerpo todo lo que pudo halándolo de ahí.
-Quiero hacerlo Minnie... házmelo, ¿sí? -sus manos no se quedaban quietas y al igual que sus besos, tanteaban todo lo que podían del joven cuerpo expuesto a su alcance. Uno de sus muslos se escurrió entre las piernas de Changmin, mientras hacía lo propio por pegarse más a él.
-¿Con qué eso es lo que querías, eh? -suspiraba-. Juegas a hacerte el celoso y luego vienes y me tientas...
Yunho tenía esa maldita costumbre cuando quería estar con él, de arrastrarlo con sus caricias, convencerlo con sus toqueteos ardientes y provocarlo con una excusa de lo más boba. La boca mordiendo la sensible carne de su cuello suplicaba a su manera, que se dejara caer a los deseos de su hyung.
Más suspiros.
No dijo o pensó nada más y se limitó a las acciones. Invirtió posiciones con Yunho empleando la misma forma agresiva que él. Oyó la espalda chocar con firmeza contra la pared y un gemido de dolor que él también ignoró; no se detuvo y volvió a cazar esa boca que le esperaba anhelante, sus manos batallaban con la chaqueta que traía puesta el líder, cogiéndola por el cuello y tironeándola para desnudar esos fornidos brazos que prestos le rodearon, las manos del mayor fueron a parar veloces a su trasero, masajeando sus nalgas sin pudor y uniendo sus caderas a niveles imposibles. Tan solo un gemido escapó de sus labios, pues volvió a tomar la boca contraria, sin casi, darle tiempo de respirar a su dueño. Empezó a jalonear como podía la ligera camiseta que traía puesta Yunho, aflojándola de la parte del tronco y quizá, trozándola por el cuello... Sí había iniciado con tal predisposición no se iba a detener a contemplar nimiedades que sólo hacían perder el tiempo, tiempo para saborear esa piel morena, que ya se le hacía larga a la vista.
Yunho empujaba su pelvis, moviéndola en círculos que buscaban apretarse contra Changmin, para sentir la incipiente erección que tomaba robustez dentro de los estrechos pantalones que vestía. Sacó la playera de este cuando tuvo la oportunidad de despegarse de sus labios para inspirar el aire tan necesario, y que su dongsaeng le robaba. Se lanzó a su cuello, largo y estilizado, succionándolo con fuerza. Sentía la sangre agolparse con ardor bajo la piel de canela y lavanda, ahí donde la estrujaba con sus labios y dientes. Changmin acariciaba su espalda, sus manos la recorrían por entero erizándole los cabellos de la nuca, dominándolo con su calidez. Podía sentir toda esa fiebre que viajaba a través del cuerpo del menor y llegaba hasta el suyo. Arrebatado, le atrapó la cabeza, obligándolo a inclinarla como le convenía para poder tocar todos los rincones de la boca amurallada tras esos hinchados labios. Sus dedos se enterraban en el cuero cabelludo, sintiendo como un incentivo más, cada fibra que conformaba la castaña mata. Realmente le excitaba jalarle el cabello y pellizcar esos oscuros pezones. Un impulso en su cabeza nacido de esta idea desvió sus manos hasta el amplio pecho de Changmin, para juguetear con estos, irritándolos y enrojeciéndolos con sus toques un tanto violentos.
Minnie se quejó a su muda manera, enterrándole las uñas en la espalda. Los jadeos amenazaban con precipitarse sin descanso. Sus largas manos se dirigieron reptantes a la hebilla del cinturón que sostenía el pantalón de Yunho; la abrió y después desabrochó el botón y bajó el cierre impetuosamente. En la cabeza de Yunho resonó el sonido de costuras zafándose de su lugar, pero estaba tan embriagado bebiendo de la boca de Min, que no prestó mayor atención.
Changmin rompió un poco el beso cansino que compartían y con cierta destreza, terminó de desnudar el centro de Yunho; no se sorprendía de su propio miembro que ya apretaba bajo la ropa, y en el que apenas y había recibido algún estímulo, pero sí se sorprendió al tomar el de Yunho bajo su bóxer, totalmente firme y congestionado. Un leve halar la prenda y el enhiesto miembro se había deslizado exultante. Sonrió ante la tentadora imagen. Yunho estaba ruborizado y una fina pátina de sudor empezaba a cubrir ambos cuerpos. Changmin le dio un beso rápido. Ya había decidido que buscar "el" lubricante o "alguna" clase de lubricante tomaría demasiado tiempo. Estaba muy excitado y necesitaba desfogarse ya, lo sabía bien,... pero también sabía que sus músculos resentirían esa clase de actividad. Lo mejor era terminar rápido el negocio entre manos e ir a ducharse si seguía teniendo fuerzas suficientes, y sí no, en el último de los casos, simplemente lanzarse a la cama a dormir en paz.
-Inclínate hyung, ya sabes que hacer -empujó la cabeza de Yunho hacia abajo, y mientras echaba la cadera adelante aprovechó para quitarle de una vez lo que le quedaba de playera.
-Podrías ser un poco más amable para pedir estas cosas, ¿no? -aunque sonara a los típicos reproches, que Changmin parecía conocer muy bien, no lograban el mismo efecto que antes si estaba más que dispuesto a inclinarse y venerar con sus labios la entrepierna del menor. Todavía tenía los pantalones puestos, pero no dudó en besar y tantear la forma que se dibujaba bajo estos.
-Déjame ayudarte Yunho... -Changmin movió las manos a su propia cintura, filtrando los delgados dedos por la pretina y alcanzando los varios botones que tenía la ropa para deshacerse de la atadura; Yunho, que no había dejado de pasar las manos sobre la zona, tiró del atavío con todo y ropa interior, dejando al descubierto los protuberantes huesos de la cadera y la plana pelvis, destacaba su miembro semi-erguido-. Mírame a los ojos mientras lo hagas y no te toques, ¿entendido?
Yunho gimió de anticipación; sin dudarlo se lanzó con la lengua ya fuera de su boca a probar esa flor de carne dispuesta para él. Repartió por la longitud varias lamidas, humedeciéndolo ligeramente, sintiendo con su lengua la piel delicada y candente, palpando las inflamadas bolsas de esperma con una suavidad que no conjugaba con su gesto de pasión. Tal como le había pedido Changmin, le sostenía la mirada con los ojos brillantes. Él le observaba desde arriba con las manos en la cadera, su ceño fruncido en profunda concentración a las acciones que tomaban lugar allá, abajo de su cintura; los finos labios entreabiertos, dejando escapar un hilo invisible de su aliento en tenues golpecitos. Su cara de placer excitándole sobremanera, hasta el punto de no creer soportar un poco más sin tenerlo...
-Humedécelo hyung... No te voy a tener piedad -susurros sólo disponibles en ese momento de intimidad.
El moreno mayor atrapó con su boca el glande ya rojo de ese pene, presionándolo con sus labios sintió como terminaba de endurecerse entre estos. Poco a poco fue tomando más de esa rigidez, mientras su lengua se entretenía en bailar sobre la piel, dejándola humectada a su paso. Se concentró en tragar la mayor cantidad posible, acariciar los largos y firmes muslos, y en escuchar el lento siseo que emitía Changmin. Respiraba difícilmente sobre la piel de ese miembro causándole escalofríos al completo cuerpo del otro.
Comenzó a asentir con su cabeza de forma que el apéndice parecía embestir contra su boca, succionándolo uniformemente, Changmin no tardó en moverse siguiendo su movimiento... y decir que el placer que sentía podía ser mayor al que provocaba era una acertada razón. Podía ser que Minnie dominara sobre su cuerpo conquistándolo para su propio placer, pero este dominio ejercido tan férreamente sobre su persona física alcanzaba a cimentar varios niveles de su microcosmos, llenándolo no sólo de la momentánea pasión, si no de todo ese amor y cariño que le profesaba al menor.
-Ahh... Yunho... -jadeaba Changmin, la orden que le diera al mayor se le hacía imposible de seguir por momentos, quería cerrar los ojos y dejarse llevar...
Yunho advirtió que la oscilante pelvis de Min comenzaba a exasperarse y a moverse con más ímpetu para el simple trabajo que estaba haciendo. Cuando los parpados de este se cerraron vencidos finalmente, le tironeó por completo los pantalones dejándoselos atorados en las rodillas, alejó la boca de la erguida extremidad sustituyéndola por sus manos, que seguían rozando el miembro de extremo a extremo, y se puso de pie nuevamente, para después cubrir con sus labios los de él...
-Changmin, ¡ya!... házmelo ya... -sus manos se habían ido deteniendo lentamente hasta parar por completo. Changmin lanzó un suspiro cargado de insatisfacción.
-¿Por qué paras hyung? -le reclamó-. Sólo un poquito más y me hubiera venido.
-Pues por eso paré. ¡Anda dámelo ya! -se jaloneó el pantalón y la ropa interior deslizándolos por la casi nada cubierta cadera, muslos y pantorrillas, hasta darlos a parar al suelo, donde se los sacó agitando los pies; su miembro se balanceaba de arriba a abajo con los movimientos... se recargó contra la pared de nuevo llevándose a Changmin consigo.
Este sólo rodó los ojos con el gesto disgustado. Mientras era apresado de nueva cuenta por los brazos de su hyung, sus manos se dirigieron inmediatas a separar los muslos de él, palmeándolos para colocarse entre ellos, los miembros de ambos chocaron y les sacaron prestos gemidos al sentir el extraordinario calor que irradiaban. Changmin flexionó las rodillas dispuesto a penetrarle en esa posición, no hacía falta más preparación que la entrada siempre dispuesta de su hyung y el pene húmedo de saliva que empuñaba en una mano. Sin embargo Yunho le detuvo...
-No, no Changmin... así no, cárgame -Yunho hecho una de sus delgadas piernas sobre la cadera de Min, mientras se apalancaba con los brazos rodeándole el cuello, esperando que le alzara en vilo.
-¿Estás loco hyung?, pesas demasiado, ¡no puedo contigo! -abrió los ojos sorprendido de lo que el mayor se proponía e inclinó su cuerpo lo poco que le permitía la situación siguiendo la fuerza que le jalaba.
-Pero quiero hacerlo así, que me cargues... -Yunho puso una carita que quería parecer de ternura y el menor sintió lástima de su puchero; se preguntaba si Yunho realmente creía que eso funcionaría con él.
-Lo siento hyung, pero si quieres hacerlo de esta forma, es mejor que abras la piernas de una vez o me des la espalda, porque no te voy a cargar -le contestó con calma a pesar del incontrolable deseo de ahorcarlo que de repente le acometía.
-¡De espaldas no!, quiero ver tu cara cuando me la metas y quiero que me cargues ¿sí? -«¿por qué siempre se ponía tan insoportable cuando tenían sexo?, ¿no podía ser un novio normal?» pensó Min.
-Yunho... estoy cansado, hace menos de una hora terminó el concierto... No puedo creer que aún tengas toda esa energía, cuando yo apenas puedo tenerme en pie... No se te ocurrió esperarte hasta la cama... sólo eran unos pasos más... -sus cejas se inclinaron en una expresión de tristeza y el timbre en su voz se hizo contrito y desamparado, mientras sus manos se ocupaban de acariciar los costados del mayor con una suavidad parsimoniosa.
Yunho maldecía interiormente. Su dongsaeng seguía con esa cara y esas caricias que se escurrían hasta acariciar sus oscuros pezones; a pesar del arrebato que había demostrado Changmin anteriormente, se estaba dejando vencer por esa tierna cara y esos deliciosos pellizcos que ahora le proporcionaba... -Vamos Min... -si él quería jugar sucio, aquí estaba su oponente-. Sólo esta vez, ¿sí?... Te prometo que a la próxima es en dónde y como tú quieras -con la fuerza de su voluntad logró que sus ojos se humedecieran un poco y su expresión mostrara algo de inocencia, cosa que aplaudía, porque estaba seguro no le quedaba más-. ¿No quieres, acaso, volver a hacerlo en el baño de mujeres? Como aquella vez...
Changmin sí que estaba cansado, pero se encontró preguntándose el por qué tenía que reafirmárselo cada dos por tres; aunque ese instante que Yunho le hacía recordar lo ameritaba sobradamente, y no ayudaba para nada el que pusiera esa voz tan baja y sensual en la última línea. Porque recordar "esa" vez, había provocado que la poca sangre que quedaba en sus extremidades se pusiera en carrera y se agolpara de repente, concentrándose terriblemente en su entrepierna, dedujo que un poco más y terminaría antes de empezar. Yunho sintió el miembro duro como roca vibrar contra su plano vientre y su propio miembro, cuando acercó la cadera para provocarle un poquito y se sorprendió con la velocidad de esa evidente respuesta.
-Vaya, parece que sí recuerdas... -las esquinas de la boca curvadas y los blancos dientes reluciendo, más que otra cosa, era una sonrisa de triunfo.
Changmin entrecerró los ojos en un gesto amenazante, pensando. «¿Y cómo no lo iba a recordar cabrón, si me jalaste a la fuerza hasta ellos casi una hora antes de ese concierto?» Era más que una experiencia positiva en su cabeza; recordaba lo grandiosa que fue la aventurita de hacerlo en un baño repleto de fans que no sospechaban nada y de las que únicamente los separaba una delgada pantalla, aunque de ninguna manera apreciara los peligros a la hora de entrar y salir...
-Ya, venga... -Yunho sonrió ampliamente mientras Changmin tomaba sus muslos con las manos, pronto a levantarle. Le ayudó dando un saltito y cuando tuvo las piernas enrolladas alrededor de su cintura le besó con ganas, pasando la lengua por sus labios y por su paladar, sin olvidarse de enredar entre sus dedos los cabellos de la nuca del menor.
Changmin gimió mientras lo empujaba contra la pared para afianzar la posición, su cadera doblándose un poco al frente para que las nalgas de Yunho encontraran un poco de apoyo, mientras correspondía el beso como podía. En un descuido escupió en su mano derecha y la alcanzó a pasar por su miembro, masturbándose un poco antes de rozar con la punta esa oculta y placentera entrada que le ofrecía Yunho, su mano izquierda acariciaba sin pudor todo lo que estuviera a su alcance.
-Ahhh... vamos Min... -jadeó el mayor cuando Changmin comenzó a ejercer presión en su entrada. Su rostro era el reflejo de la dolorosa concentración en el placer que estaba sintiendo su cuerpo. Sus ojos se cerraron buscando liberar presión al presionarse sus párpados. Su boca estaba abierta sin dejar escapar ni aspirar el aire, inmóvil en su gesto. Sus manos jalaron el cabello oscuro que le satisfacía como un fetiche y entonces... gimió... gimió más fuerte que en cualquier otro momento de ese encuentro, gimió de deleite y dolor, gimió más excitado y gimió esperanzado, porque él acababa de empezar...
Changmin se introducía poco a poco, los gemidos de Yunho le mareaban con su prontitud; podía sentir en la cabeza de su pene esa empalagosa presión que le hacía desear probarla más y más y más y le recorría todo el cuerpo como una descarga insoportable... En cuanto estuvo un poco dentro, sus manos volaron a las caderas de Yunho para sostenerle y empujarle hacia abajo, instándole a envolverlo con su carne apretada. Buscó los labios de su hyung y mientras jadeaba por el esfuerzo recorría su boca ya memorizada, lamía la lengua más deliciosa que la miel de aquella cavidad, y que a su vez lamía la suya. La atrapó entre sus labios, chupándola y mordiéndola con delicadeza.
Con su rígido miembro ya apuntalado comenzó a embestir esa dulce abertura, quedamente... saliendo y entrando penosamente, mientras ambos se deshacían en prolongados suspiros. Sus bocas se separaron sin quererlo, pero buscó inmediatamente la piel del largo cuello y del suave hombro del mayor para depositar sus besos y sus ansias ahí. Sentía el miembro de Yunho golpear livianamente su vientre, siguiendo el mismo ritmo lento del recorrido que marcaba dentro de su cuerpo, sentía los gruesos labios atrapar el lóbulo de su oído para succionarlo y los sentía besar la línea de su mandíbula y su mejilla derecha, que era la parte de su cuerpo a donde había ido a apoyar la cabeza el mayor.
-Ah... ¡Hyung! -con un jadeo comenzó a acelerar la tortuosa marcha que intentaba poner a prueba su resistencia. El embestir esa cadera que le pagaba con la misma moneda empujando contra la suya era poner un poquito la mente en blanco; oía la espalda de Yunho azotar contra la pared, el choque de sus pieles húmedas y desnudas encontrándose secamente en ese principio, y los gemidos agitados y vaporosos que lanzaba ese cuerpo que invadía y aferraba.
El mayor se sostenía con unas fuerzas increíbles a sus hombros, haciéndole daño, marcando las medias lunas de sus uñas en ellos, no debido al dolor si no al intenso placer que le embargaba, su capacidad de habla hacía mucho que se había ido al carajo y solo atinaba a gruñir y a lanzar gemidos que, sabía, calentaban aún más a Changmin. Su dongsaeng ni siquiera había empezado a agitarse, cierto que jadeaba como solía hacerlo en esos trances, pero por lo general duraba más, muchísimo más... y él se desesperaba y deshacía tan prontamente... Sus cuerpos ya estaban totalmente cubiertos de sudor, sentía las gotas que escurrían por su cara y abdomen y podía advertir que tanto su cabello como el del menor estaban empapados... De hecho Changmin estaba bañado completamente, debido al esfuerzo que estaba realizando al sostenerlo a él; su espalda estaba resbalosa y su pecho y vientre mojados.
Dirigió una de sus manos a satisfacer su propia hombría, apresándola firmemente, y comenzó a deslizarla con lentitud, no necesitó mayor estímulo que unas cuantas pasadas y escuchar la pesada respiración del otro dirigida a su hombro para comenzar a gemir incontrolablemente.
Sentía los músculos de Changmin tensos por el esfuerzo, la fuerza de su empuje, la carne firme de sus muslos y caderas bajos los suyos... No la veía, pero adivinaba que su cara tenía un rictus de placer con la mandíbula tensa y el ceño fruncido... y sus jadeos incansables, inagotables... como un animal que ha emprendido una larga carrera...
Las acometidas de su dongsaeng a ese tibio pasaje entre sus nalgas seguían siendo regulares, más fáciles ahora y más constantes también... apenas una tenue variación en el ritmo... Notaba el miembro caliente deslizarse apretadamente en su interior y su mano se agitaba veloz en su miembro, prodigándole numerosas caricias... Si por él fuera, seguramente ya habría empezado a sacudirse con violencia buscando su orgasmo, pero él más alto le tenía bien cogido...
Comenzó a gemir estertóreamente y a restregar su mejilla contra la de Changmin, buscando el contacto de su piel ardiente; su mano izquierda le mesaba con fuerza los castaños cabellos y el menor se quejaba y gruñía adolorido; en venganza le mordió los hombros y pasó la lengua por la piel de su cuello... Y su mano derecha seguía el corto recorrido sobre la piel lubricada por el sudor de su miembro... impetuosamente... impetuosamente... Su cuerpo tirante, contraído de pronto...
-Ah... Ah... Mmm... -y el aire se cortó de sus pulmones con una descarga fulminante. Un gemido más largo que los anteriores y después jadeos que buscaban recuperar el aliento, los dedos acariciando su intimidad no se detenían, dispuestos a saciarse con la última gota...
Changmin había visto venir el orgasmo del mayor desde un principio... Y siempre se preguntaba qué era lo que lo excitaba tanto para acabar tan rápido entre sus brazos... Le llegó como una ola lejana arribando a la playa febril de su piel, dispersando en él la exquisita constricción de sus entrañas como se diseminan los castillos de arena... Aunque era muy pronto para su usual resistencia, y quizás debido al cansancio, gimió con él y estuvo a punto de venirse, pero detuvo sus caderas para controlar ese golpe de sobreexcitación... el acre olor del semen de Yunho le picó la nariz, enardeciéndole, y comenzó a embestirlo de nuevo... Su hyung seguía acariciándose el excitado pene, que se negaba a rendirse y calmarse, pero seguía complaciéndole meciendo la pelvis al encuentro de la suya y en definitiva, había aumentado el ritmo, buscando la entrega voluptuosa de lo que le quedaba a ese cuerpo para él...
Yunho suspiraba cansado en su oído, su aliento caliente le hipersensibilizaba la zona y las puntas húmedas de su cabello le comenzaban a picar en la nuca... Hastiado se abalanzó para hundirse todo lo que pudiera dentro de él, aumentando los movimientos de su cadera frenéticamente y empotrando contra la pared el cuerpo cansado del mayor...
-Ung... Min... -era un gimoteo ahogado. Su entrada ardía caliente por la ruda intromisión. Comenzó a besar las mejillas del menor y todo lo que se pusiera frente a su boca, pasaba las manos en ásperas caricias sobre la morena piel de la espalda y el cuello, sabiendo que todo eso lo enloquecería más...
Changmin comenzó a quejarse desesperado, mientras se adentraba una y otra vez con más fuerza, sosteniéndole una pierna y la cadera, rozándose con las estrechas paredes y sintiendo la húmeda y enardecida zona. Sus estocadas fluían como un torrente al igual que los gruñidos reservados para su propio orgasmo. Yunho le manoseaba el cuerpo, podía sentir los raudos toqueteos de sus manos como estimulantes que ensordecían sus sentidos. Percibía la tensión en su propia cara y en cada músculo de su cuerpo, producida por la alta cuota de placer que estaba experimentando; y se percató de que el cansancio se le había ido, para ser reemplazado por el ímpetu bruto que le hacia apalear la pelvis de Yunho. Su hyung gemía nuevamente, pero no se debía a poderes multiorgásmicos como le hubiera gustado, si no al tremendo dolor que de seguro le estaría causando embistiéndolo sin control...
No lo soportó más... recargó su frente en el hombro del mayor, y en medio de jadeos cortados por la repentina falta de aire, y arremetidas salpicadas e intermitentes, terminó por venirse dentro de él exclamando un gruñido prolongado y que sonaba a queja... sus caderas se seguían moviendo por instinto, buscando descargar por completo la tensión que minutos atrás se había apoderado de todo su cuerpo. Su respiración era espásmica, necesitada.
Yunho buscó sus labios para besarlos someramente, después de unos instantes que aprovechó para calmarse él también... Changmin le daba una que otra estocada, más por seguir acariciando su interior que por tener todavía un motivo real ahí... Soltó su pierna izquierda de la mano de Changmin, que la sostenía sobre su cadera y bajó la otra con cuidado, pasó sus brazos bajo los de éste abrazándolo y sosteniéndole a la vez... Finalmente su dongsaeng había dejado de restregarse en su interior, deteniéndose por completo. Dio una sacudida con su cadera y el miembro ya flácido del menor salió lentamente de su interior, seguido de una conocida filtración. Sentía la respiración de él, ahora serena y cálida, chocando contra la piel de su hombro y pecho. Restregó sus labios contra la sien empapada de sudor y depositó cortos besos en la parte de la mejilla que estaba a su alcance...
Alcanzó a preguntarle al oído con la voz más baja que pudo:
-¿Ya no puedes más verdad?... ¡Qué lástima...! -Changmin se había prácticamente tirado encima de él, agotado por la pequeña fiesta y el día que tenía a rastras.
-Mmm... -eso y un gruñido fue todo lo que recibió por respuesta. Rió por lo bajo y estrechó al joven fuertemente, acomodándolo entre sus brazos, pasó uno bajo las largas piernas, mientras que el otro se afianzaba a la espalda y se sostenía del tronco. Changmin ni siquiera se inmutó, ya tenía los ojos medio cerrados y se dejaba hacer en medio de suspiros. Yunho lo llevó hasta la cama más cercana y terminó de quitarle la ropa que aún traía puesta, Changmin movía las pupilas, siguiendo con pereza los movimientos que hacía -Necesito ducharme... -Yunho le lanzó una mirada que decía: «¿Y eres capaz...? » Así que corrigió-, limpiarme...
-Ahora lo hago yo... -fue hasta el sanitario, buscando alguna toalla en el armario, después de humedecerla volvió a la habitación. Changmin se deshacía en bostezos y le miraba curioso-. ¿Qué?
-¿Cómo diablos puedes tener tantas energías? ¿No estás cansado? -le preguntó en susurros que salieron difícilmente de su boca. Tenía la expresión relajada, a punto del colapso final. Yunho ya había limpiado de su cuerpo buena parte del desastre.
-¿Quién sabe?... Pelear me pone de buen humor y hacerlo me llena de energías -dijo bajito y después rió, mientras ya casi terminaba.
-Masoca -le respondió Changmin, y después cerró los ojos con la intención de no oír nada más.
Yunho lo miró feo. Horrible de hecho. Quiso soltarle un tremendo manazo en los muslos descubiertos, pero ya había tenido suficiente de él por lo que quedaba de esa noche. Se fue a duchar y después, con el cabello aún húmedo, se acomodó entre las limpias sábanas y el refugio que le podía proporcionar el cálido cuerpo de Minnie.
-Hasta mañana baby... -susurró antes de cerrar los ojos el también.
...............
ResponderEliminarWN!!! AAAAAAAAAAAAA!!
AAAAAAAAAA!!! había olvidado este MinHo! solo recordaba el MinSu porque justo hoy revise mi escritorio que estaba lleno de archivos.
estoy estupidisada. me encantó, aunque digas que no tiene fluidos ;W; me gustó!!!
*flotando de nube en nube* Ahora me voy a seguir introduciendole videos al mediafire X'D
*se va saltando felíz de la vida como estupida fangirl yaoista*
jajajaja le faltó fluido y lo más importante... una trama, pero usé esa nueva palabra que me gusta *O*
ResponderEliminar"Multiorgasmo >w<"
wn! xDDDD
OMFG YÓU!!! o por dios!! a un te debo tu fiki!!! pero deeeeee q me has dado inspiration!!!! quedo perfecto!! Changmin seme!!! no me agrada mucho la idea pero waa q este si me ha gustado mucho!! me encanta como escribes!!
ResponderEliminar*le tiene envidia* jejejejej
oh x dios (su cuerpo aun no reacciona) vaya vaya, me gusto, esta ufff bueno, y min, pobre, lo dejo muerto, waaaaaaaaaaa me encanta el homin
ResponderEliminarMe encanto el trozo de cuando Yunho le pide a Min -cárgame- LOL
ResponderEliminarMin siempre es muy pervertido ¬____¬
y YunHo un muy insistente XD
No soy mucho de Min siendo seme, pero me gusto bastante.
Escribes muy bien ^__^
woooooooooooooooooooooooo
ResponderEliminarque buen buen hermisisimo
lemon!!!!!!!
waaaaaaaaaaaaaaa
genial!!!!!!!!!!
estoy literalmente babeando!!!!
wow esta super padre por favor mas MinHo...
ResponderEliminarme encanto, aunq le falto algo... pero esta padre je je je
wowww
ResponderEliminarme encanto este minho
min entero pervertido *-*
:D
Waa
ResponderEliminarAmo a Min de seme!!
Y este oneshot...me lo he leido unas 20 veces iia xD
Es uno de los mejores que he leido :D
kyaaaaaa me encantooooo *flota* necesito un yunho asi con demasiadas energias haha
ResponderEliminarCreo que fanfic no es unico fanfic de seme hay varios en esta pagina ya conte cpmo cinco me gudta que cambien de roles se lindo min de seme aunque en l vifa real ambos lo son
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