KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Kiss The Rain cap 7

No tengo claro lo que pasa por mi mente ahora, estoy arto de perseguir un sueño que no existe, es decir, te amo demasiado, pero el hecho de saber que ahora eres de alguien más, es una caída dura.

¿A qué estoy jugando?, ahora la tengo a ella, no puedo pensar en nadie más, pero lo que paso en la noche.

-¡ya! ¿Qué te pasa? No has escuchado ni media palabra de lo que he dicho ¿verdad?- escuche una voz femenina que me toma de la barbilla y me obliga a mirarla, yo le sonrió, como fingiendo que no pasa nada –hahaha discúlpame, no era eso, estaba hipnotizado con tu belleza – ella me mira con incredulidad –no te creo nada, últimamente has estado muy callado, casi no te me acercas ¿qué pasa? –

Ante la pregunta no puedo evitar sentirme un poco tonto, mi nerviosismo se hace evidente –no es nada, lo siento Cielo, voy a pedir la cuenta – levanto la mano para llamar la atención del mesero, sé que ella me mira con molestia, pero prefiero no mirarla a los ojos.

El mesero se lleva los platos y recoge el dinero, tomo mis cosas y me dispongo a irme, cuando siento unos delicados dedos deteniendo mi brazo, al girarme me doy cuenta que es ella –Yunho… ¿quieres que vayamos a mi departamento? – el tono en el que lo dice, me deja ver que ella busca, lo de siempre, solo sexo, es decir, sé que ella lo entrega todo, pero para mí no deja de ser sólo sexo.

Llegamos a su departamento, es cómodo y sencillo, demasiado ordenado, el aroma es muy diferente al de donde vivimos los chicos y yo, llevamos unas cuantas semanas saliendo, debería acostumbrarme a su aroma, pero no, no puedo.

Tomo lugar en el sofá, ella se me acerca lentamente, me toma por los hombros y me hace un pequeño masaje, es relajante, mis ojos se cierran por inercia, la verdad es que hay tanta tensión en ellos que la presión de sus manos es deliciosa y embriagante.

Mi mente comienza a divagar, recordando aquella noche, la noche en la que por unos minutos pude estar más cerca de Jae, ella comienza a besar mi cuello, sé lo que busca, sé lo que quiere, pero, ¿qué hay de lo que yo quiero?...lo que yo quiero es –a Jae – con un movimiento brusco ella se detiene y me mira fijamente -¿Jae? ¿Qué tiene que ver? – pronto me doy cuenta que mi pensamiento fue en voz alta. –no en nada, es que hace mucho que no hablo con el – ella, no tan convencida, pero tampoco dudando de mi, continua con su tarea, veo como me mira con complicidad, toma mi mano derecha y la coloca en su pecho, invitándome a tocarla, no estoy seguro de esto, no quiero engañarla más.

Con sus manos habilidosas se despoja de mi camisa, lanzándola por el suelo, sonríe y juguetea, sigo sin convencerme de seguir su juego -¿qué pasa?...anda un rato ¿si? –me insiste nuevamente, otro pensamiento se apodera de mi mente, Jae está con alguien más, aquel beso en la cocina, como la miraba, todo eso fue tan doloroso, los ojos de deseo de Jae, nunca los había visto, no por mí, deseaba tanto tenerte en mis brazos que no me di cuenta de lo que pasaba de tu lado.

Respiro hondo, la miro sobre mí, está preocupada puedo leerlo en su mirada, tal vez no es Jae, pero estoy seguro que la quiero demasiado como para ignorarla, la tomo de las muñecas y la recuesto con rapidez en el sofá, cambiando de postura, yo sobre ella, como puedo me deshago lentamente de su blusa, mandándola al lado de mi camisa, la contemplo por unos momentos, su cuerpo perfecto ante mí, su pecho sube y baja con un ritmo acelerado, sus labios piden casi suplicantes por mí, mis dedos recorren su pecho, mis labios depositan roces en su cuello, mi lengua sube y baja rodeando sus senos.

Escucho un pequeño gemido, esto es una señal a continuar, pero a ella le gusta a veces tomar el mando, así que se gira sobre mí, acariciando mi pecho, el ritmo se vuelve más acelerado –Yunho quiero ser tuya ahora – pronuncia de manera sensual.
Una voz en mi cabeza me hace parar en seco, cuánto puedo continuar esta farsa, es imposible, no puedo seguir mintiéndome, ni a ella. La miro fijamente, ella está un poco asustada, creo que en parte sabe lo que pienso, me levanto y me dirijo a tomar mi camisa – Lo siento Cielo, te quiero mucho, pero esto ya no va a funcionar – ella se para frente a mí con los brazos cruzados, está molesta, si yo estuviera en su lugar, haría lo mismo, o hasta peor.

-eres un idiota Yunho, tú no sabes nada, no quiero volver a verte en toda mi vida –aunque sus palabras fueron frías, sabía que estaba disfrazando su dolor –lamento no poder ser yo, el que cumpla tus deseos, de verdad lo lamento –

Estoy parado frente a la puerta de su departamento, mis pensamientos están en todas partes, menos en donde deberían estar, pero, tengo que luchar por ese amor, no tengo nada que perder, Jaejoong tiene que saber lo que yo siento por él.

Camino directo al departamento, no puedo esperar a verte con el delantal, estoy pensando mil y un formas para abordarte, para darte pistas, no estoy seguro si quiero decírtelo directamente o si es mejor soltarlo despacio, no tengo miedo, estoy seguro, cada calle que cruzo, se esboza una sonrisa en mi rostro.

Nunca había estado tan emocionado como el día en el que fui seleccionado para pertenecer a este grupo, anhelo tanto verte, Jae, quiero estar a tu lado, al diablo el orgullo, si es necesario pedirte una disculpa lo hare.

El edificio está cerca, ya veo la puerta, subo al ascensor, espero con ansias que llegue el número que necesito, se abre la puerta, te imagino en la cocina, me dirijo al número correcto, abro la puerta y oscuridad total.

-hola… ¿hay alguien?...chicos – precisamente el día que me decido, es el día en el que no hay nadie allí para presenciarlo. Me siento como el hombre con la peor suerte del mundo.

Un poco desanimado me dirijo a mi recamara, abro la puerta y, no puedo creer lo que estoy viendo, esa chica está en la cama con Jae, un terrible escalofríos recorre mi espalda, parece que no se han percatado de mi presencia, así que despacio cierro la puerta.

Me dirijo a la sala, enciendo el televisor, subo el volumen y ¿qué es esto? ¿Lagrimas? Jaja, llevo ambas manos a mi frente, trato de ocultar entre las sombras mis ojos, tengo una imagen que cuidar, la del frío líder, el fuerte del equipo. Al pasar de las horas, me eh tranquilizado, con un absurdo programa para niños.

La puerta del cuarto se abre, la primera en salir es ella, los miro de reojo, se ven muy felices, no entiendo nada de lo que dicen, ella le sonríe, y se dirige a la sala, al mirarme parece que se sorprende, me sonríe –Hola Yunho, me despido, que pases buena noche – le sonrió, entre cansado molesto –que descanses Chihaya adiós – Jae la lleva de los hombros, tardan un rato en la puerta, seguramente estarán diciéndose cosas tontas.

Mi celular ha comenzado a sonar -¿Hola? – Escucho una respiración de mujer -¿Yunho? Lamento lo que paso en el departamento, por favor dame una segunda oportunidad ¿si? –se que sus palabras son sinceras, voy a terminar de una buena vez con todo esto –perdóname mi, fui un idiota, te quiero –sonrió, aunque ella no pueda verme, -nos vemos mañana ¿te parece?- ella solo dice que si, al colgar suspiro, llevo el celular a mi frente y cierro mis ojos para pensar, creo que las cosas seguirán como hasta ahora.

-Yunho… ¿tienes hambre? ¿Quieres que prepare algo para cenar? –Jae, puedo notar tu tono de voz en cualquier parte, siempre respondo a tu pregunta, cada de que discutimos es lo que me dices para amenizar la tención del ambiente, me levanto de mi lugar, te miro fijamente, creo que estoy demasiado deprimido como para que no lo notes –no tengo hambre, voy a dormir – tu mano se estira un poco para alcanzarme, pero trato de ignorarlo, entro en la habitación, veo su cama revuelta, me recuesto en la mía, dándole la espalda a la suya.

Enseguida de mi somnolencia, escucho unos pasos abrir la puerta, y pararse al pie de mi cama –Yunho ah…yo… ¿puedo dormir en tu cama?- noto el nerviosismo en tus palabras –claro- digo en un todo seco, parece que lo dudas, sigo sin mirarte, subes a la cama despacio, tomas lugar a mi lado, -Yunho…no puedo dormir- dices en un susurro – Pues hay gente que quiere dormir, así que inténtalo- le respondo molesto, entonces guardas silencio, noto como te acomodas a espaldas mías, lamento ser tan cruel, pero para mi desgracia los otros tres se habían ido a pasarla bien como siempre, me da envidia, ellos no tienen nada que ocultar, no de esta magnitud, cierro mis ojos.

A media noche siento un aire intenso colarse del balcón, me giro para ver si estas, me enderezo, veo la puerta deslizante abierta, me levanto con cuidado, allí en un rincón, tratando de cubrirte del frío estás tú –Jae… ¿qué haces? – levantas tu rostro hacia mí, y algún sentimiento profundo te obliga a tomarme del cuello y abrazarme con intensidad, mi corazón se acelera un poco, toco tu mejilla esta helada.
-¿estás loco? ¿Quieres Morir congelado? Vamos adentro – te ayudo a entrar, y te recuesto en mi cama, tu no dejas de temblar, esto es preocupante, primero lo del hospital y ahora esto, comienzo a cubrirte con mantas, cierro la ventana y me acuesto a tu lado, abrazándote, espero que esto te caliente.

Me miras fijamente, hay un brillo de dolor en tus pupilas, me pregunto ¿qué estarás pensando? –Yunho…puedes…quiero que…- hasta cierto punto sé lo que quiere pedirme, pero quiero que tu lo digas, dímelo ya Jae, pero la reacción fue diferente, levantas tu cara hacia mí y me besas, ambos cerramos los ojos, yo me dejo guiar por el beso, el calor comienza a aumentar.

La brusquedad de una puerta se abre, seguido de una voz -¡Yunho! quise venir a….darte…la sorpresa…- era Cielo, que sin duda alguna nos había descubierto, aunque me aleje de Jae lo suficiente, ella vio todo.

Furiosa se acerco hasta donde estábamos los dos, miro a Jae con tanto odio, lo tomo por la pijama, y, el sonido de un golpe resonó por la habitación -¡NO VUELVAS A ACERCARTE A YUNHO, EL ES MI NOVIO! – lo que le había pedido me sorprendió mucho, mire a la chica sorprendido, ¿tanto amor sentía por mi?, ella no merecía esto, me levante de mi lugar y la tome del brazo –el no tiene la culpa de nada, déjalo –ella me lanza una mirada de enojo –no te entiendo – yo fui el que lo busque – Jae me mira sorprendido, al igual que ella –Yunho ven a vivir en mi departamento – me dice en tono autoritario –no puedo el manager no me lo…-ella se echa a llorar, levanta su mirada, sus ojos llenos de lágrimas –¡le diré a los periodistas! – Jae y yo nos miramos con miedo, no podíamos creer lo que escuchamos, levanto mi chaqueta del suelo, hago una pequeña maleta y tomo a la chica por los hombros –vámonos –

Al salir de departamento, de reojo miro la puerta, nadie ha salido…al final creo que no le importo.

3 Comentarios:

  1. o.O tengo taantas ganas de golpear a Cielo -.-
    es una...ahh!!!me molesta tanto
    ya que por fin habia un beso de ellos ella tuvo que llegar es una maldita T-T

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  2. a maldita cielo grrrrrrrr te odio
    T__________T

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  3. qqqqqqq?????????????.... pero q demente!!!!! ¬¬ q un rayo la parta mil pedazos ....... JAE!!!!!!!!!!!! T^T no kiero q sufra tanto!!!!!!

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