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Arualthings

The Open Door cap 17


Allí estaba sentado, meditando todo sin decir absolutamente nada, cuando dejó salir una carcajada…

Aquel Asderel que le había ido a visitar, no era más que su propia conciencia, jamás había estado hablando con nadie, era consigo mismo, las palabras de aliento, los sueños, los reproches, el que encontrara a Jae en aquella habitación, todas y cada una de esas cosas habían sido cosa suya inconscientemente…

E incluso se había puesto celoso de él mismo…

Jae no entendía absolutamente nada

-¿por qué no me lo dijiste?... te abrías ahorrado la molestia…- le miro el menor, aún sin poder contener la risa

-porque no me hubieras creído – concluyó el mayor, desviando la mirada

-tienes razón –

-¿entonces?... ¿ya recuerdas todo?...- evadiendo cualquier otro sentimiento, creyó conveniente hacerle la pregunta a Min

-absolutamente no…nada de nada… solo algunas cosas… - se levantó de su lugar y miro a Jae muy serio, como si no estuviera del todo convencido, tenía cara de meditativo, llegó a su lado y coloco una de sus manos en su mejilla.

-¿qué pasa? –

Para Jae esto no sabía si asociarlo con algo bueno o malo, porque a decir verdad estaba feliz que recordara lo más importante, pero por el otro, no podría impedir volver a perderle, aquello era muy incomodo, finalmente para no preocupar a quien tenía enfrente se limito a sonreír y a rozar su mano suavemente –no me pasa nada –

Se hizo el silencio cuando escucharon unos pasos detenerse frente a la puerta, seguido de murmullos, voces que se fueron alejando poco a poco…

Changmin dejo salir un suspiro, miro a Jae como esperando que le dijera algo -¿qué sigue? – por fin pudo preguntar.

Pero la brusquedad con la que se abría la puerta, los saco rápidamente de su estado de paz, para entrar en uno de pánico, ambos se giraron para ver al intruso, era Junsu, respiraba agitado, y sudaba a chorros.

-¡por fin!...- hizo una pausa para jalar un poco de aire y poder continuar -¡los encontré primero!...-

-no es el mejor momento ¿sabes?- dijo molesto Jae, cruzado de brazos.

-créeme, es mil veces mejor que yo los encontrará…lamento interrumpir su reencuentro, pero… -tomo a Jae por los hombros y le miro con preocupación –saben que Changmin está aquí, y lo están buscando…deben salir cuanto antes –

El menor estaba asustado, pero a la vez no, por fin sabia la verdad, podría decirse que estaba en paz, pero ese sentimiento cambio cuando vio aquella expresión de dolor en el rostro de Jaejoong, no era la primera vez que lo veía tan acongojado, se acerco a Junsu y le miro con decisión – sabrán que nos ayudaste Junsu… te has arriesgado en venir por nosotros… eso siempre te lo vamos a agradecer –

-luego me lo agradeces… ¡vamos! Acaban de pasar por aquí, tardarán en dar la vuelta – les hizo señas con las manos para que lo siguieran, asomo la cabeza por la puerta, no se veía ni un alma, corrió ágilmente hasta el pilar dos puertas a la derecha, Changmin y Jae le siguieron poco después.

-tendremos que coordinarnos…el quinto pasillo…esta solo ahora…será su oportunidad para que se vayan por la tercer puerta…los dejara en el parque… - explico Junsu apresuradamente, indicándoles el camino que tendrían que recorrer.

La carrera contra el tiempo y contra que los encontraran se tatuaba en su piel más hondo cada de que pasaban por un pasillo, finalmente llegaron a su destino, vieron con victoria aquella puerta, pero esos cortos pasos de pronto se volvieron kilómetros.

Escucharon voces a sus espaldas, unas que gritaron con claridad -¡¡Ahí están!! – el tiempo pareció de pronto detenerse, el corazón de los tres se acelero a mil revoluciones por minuto, el menor y Jae estaban en ceros, sin saber qué hacer, pensaron que todo se terminaba en ese momento pero…

-yo los entretengo –dejo salir Junsu, mirándolos con ojos vidriosos

-¡¿qué?! ¡Estás loco!...no lo voy a permitir, no te abandonare aquí…esta no es tu batalla – el tono de su amigo estaba lleno de una angustia muy marcada.

- es curioso que me llames loco…y más tu jaja…desde que te convertiste en mi amigo, esto también se convirtió en mi batalla… no tienes de otra…vete – cuando le miro, tan lleno de esa determinación, pareció entonces la única salida…aunque solo les diera unos minutos más de vida.

Jae miro por última vez a Junsu, le regalo una sonrisa y le dio un gracias silencioso, Min le sonrió, y tras jalar a Jae por la puerta para desaparecer de su vista, Junsu les sonrió…

Los vio acercarse a el con lentitud, siempre había huido de los problemas, precavido, y cobarde, y aquella era quizás la primera vez que sentía con un valor inquebrantable, esa sensación de hacer lo correcto lo mantenían de pie frente a sus agresores que se acercaban con furia hasta el…sabía que era el final… lo sabia pero… hasta ese momento….comprendió lo que Jae siempre le decía…”no tengo nada que perder”… cerró los ojos y se sonrió…

El peso de el mayor se desplomo de pronto sobre el pasto verde de aquel parque, el menor lo observaba a distancia prudente, prefirió no molestarlo, y regalarle aquellos instantes para que llorara por aquel que se acababa de sacrificar…

Estaba dolido, porque esa muerte había sido de cierta manera en vano, el tiempo de Changmin en la tierra se terminó, debía morir inevitablemente, quien tenía que haberse sacrificado debió haber sido el

-Jae… Junsu nos regaló unos minutos más de vida… no los desperdicies llorando…- murmuro Changmin mirándolo con ternura, estirando su mano para invitarle a continuar.

-¿pero a dónde vamos ahora?... –el mayor estaba muy desmoralizado, a dónde fueran los encontrarían.

-iremos con Yunho…porque…tengo que aceptar lo que me toca… pero no quiero que nadie más termine con esto… en cierto modo le debo eso… si he de morir que sea de su mano…- a pesar de lo fuerte que parecieran sus palabras, el cómo lo dijo había sido lleno de una plena tranquilidad.

Jae le miro determinado, tenía razones para decir lo que decía…si había decidido de alguna manera aceptar sin mayor problema lo que le tocaba, era porque estaba tranquilo consigo mismo, entonces, lo mínimo que ahora podía hacer, era llevarlo con bien ante aquel ángel…definitivamente morir por la mano de un ángel era mil veces mejor que por la mano de un demonio… debían correr… -entonces te llevare con el – jamás se hubiera imaginado decir aquello.

Changmin sabía dónde encontrar a Yunho…en aquel acogedor departamento…

Sin embargo, alguien más lo sabía…
Fueron por el a la celda, sacándolo de su sueño -¡oye despierta! ¡Tienes que terminar tu misión!...- le decía el guardia moviéndolo bruscamente para despertarle.

Apenas medio dormido tomo sus cosas para salir de allí cuando escucho un -¡buena suerte! – entonces fue capaz de despertar por completo, miró a Yoochun asomándose por la otra celda, sabía que en cuanto cruzará aquella puerta, no le volvería a ver…era el fin…

-gracias… Yoochun… nos vemos – le sonrió, sabía perfectamente que no se volverían a ver, y que aquello era un adiós, pero, le había dicho un nos vemos.

Yoochun sonrió inevitablemente -¡je!... te espero a las seis en el spa…no llegues tarde – dijo guiñándole coquetamente, como si hubiera un mañana, nada mejor frente a la muerte que la broma y el positivismo de sus víctimas.

-tal vez lo haga… sabes que soy hombre de negocios…pero hoy me siento generoso, llegare temprano jaja – los dos soltaron la carcajada, el guardia miraba sin entender absolutamente nada.

Finalmente Yunho salió del lugar sin mirar atrás.

Entraron corriendo al departamento, estaba a oscuras, miraron de un lugar a otro, se dividieron para buscar recamara por recamara, nada, ni una señal que les hablara de Yunho.

-¡maldición! ¿Dónde podrá estar? – expreso molesto Changmin

Se giraron al escuchar un estruendo en la puerta, había una persona parada, mirándoles con aquellos ojos rojos, totalmente indeseable para Jae

-nos volvemos a ver las caras… te advertí…y aún así rompiste la regla Jae…- el tono de su voz retumbaba con fiereza en los oídos de los dos muchachos frente a el –matare dos pájaros de un tiro…al traidor y al demonio renacido… maravilloso – el sujeto estaba extasiado, deseoso de sangre…

-Changmin…quiero que te quedes detrás de mí – aunque Jae tenía miedo, era el peor momento para mostrarlo, tenía claro que en la vida anterior de Min no había sido capaz de defenderle, y esta, era la oportunidad perfecta para enmendar ese error.

-por favor, no me fastidies… ¿tú me vas a enfrentar a mi?... es molesto… basuras como tu me dan muchos problemas…- apenas movió un dedo, lanzó una corriente de aire tan fuerte que envió a Jae contra la mesa de madera a sus espaldas.

El menor miraba horrorizado y corrió a verificar que todo estuviera bien – ¡Jae! ¿Estás bien? – pero tan pronto como pudo abrir los ojos por el golpe, el tipo volvía a mover un dedo para atraer al mayor frente a el, lo tomo por el cuello, rodeándolo con aquellas uñas largas.

-¡¡SUELTELO!! – gritó molesto el menor, que impotente de poder hacer nada veía como Jae luchaba por jalar aire.

-jajaja no me hagas reír…ya llegará tu turno…- y con su mano libre mando a volar el frágil cuerpo de Min contra aquel mueble de vidrio, sintió su espalda arder… tenía un trozo de cristal en la costilla y dos más en la espalda, y a pesar de eso, pudo ponerse de pie y volver a gritar -¡Que lo SUELTE! – y se abalanzo contra el tipo, no pudo acercarse mucho porque era evidente que no tenía poderes que pudiera controlar…

Entonces aquel hombre escucho a sus espaldas un crujido, se giro y sintió un ardor en su cara, como si se incendiara, se llevó las manos al rostro y libero a Jae de su agarre.

La habitación se inundo de gritos de dolor de aquel ser, Jae estaba en el piso de rodillas, jalando aire desesperadamente, su mirada se poso en Changmin, que estaba herido con aquellos cristales, se acerco, y aunque no podía hablar con la mirada pudo preguntar si estaba bien.

-estoy bien – respondió Min, quien miro de reojo por la espaldas de Jae, estaba Yunho, mirando fijamente a los dos…les había defendido con alguna especie de luz que era la que le quemaba la cara al demonio viejo aquel.

-eso no le detendrá por mucho – explico exaltado Yunho, aunque esto era lo que menos quería, se atrevió a preguntar – estás listo ¿verdad? –

El menor sabía a lo que se refería, miro a Jae y asintió –lo estoy –

-entonces vamos – sonrió quien estaba frente a ellos, pero a penas Min comenzaba a ponerse de pie, el otro sujeto se reponía para tomar lugar frente a los tres.

-¡Voy a matarlos! –estaba más que molesto, tenía su cara desfigurada por el fuego, y el ardor solo aumentaban más el odio.

Se encontraban en medio de una situación muy complicada, Yunho no tenía el poder suficiente para enfrentarlo, y Jae menos.

Finalmente quien había estado sofocándose, retomaba su postura, dio tres pasos frente a los dos y sin mirar atrás dijo –Yunho… cruza a Changmin al umbral…yo me quedo a distraerle… llévatelo que no hay más tiempo…-

-no… ¡NO!... ¡Jae! ¡Vamos no puedes con ese tipo!... ¡huyamos! – el menor no estaba dispuesto a dejarlo así, así no.

Pero Yunho tomo por el brazo a Min, lo jalo hasta uno de los cuartos, miro como aquella cosa inhumana se dejaba ir sobre Jae, y al cruzar la puerta de la derecha le perdió de vista.

-¡NO! ¡Yunho regresemos por el! ¡YUNHO! – suplicó

-¡Basta!... no deshonres su sacrificio… sé lo que significa el para ti… lo sé… porque eso mismo es lo que siento yo por ti…- se limito a decir

El menor dio un suspiro largo y profundo, tratando de enfriar su cabeza –Yunho yo…-

-lo sé…se la verdad…no te preocupes lo entiendo bien –

-gracias –fue lo único que se le ocurrió decir.

Y allí estaban en ese cuarto mientras Jae permanecía afuera luchando contra aquel infeliz, todo por ganar tiempo.

De pronto la visibilidad de Min se hizo borrosa, estaba perdiendo mucha sangre por los cristales, sus piernas se doblaron por la debilidad, cayendo de rodillas frente a Yunho…quien le miraba con nostalgia –tranquilo… para cruzar el umbral, primero debe morir tu cuerpo…y luego te llevare a la puerta del purgatorio…todo pasara pronto – decían el mayor para calmarle.

El frío se apoderaba de su cuerpo, estaba temblando, y le costaba trabajo respirar…tenía miedo, pero Yunho le hablaba en todo momento para calmarlo, cerró los ojos, poco a poco se quedó dormido…

Y luego… el dolor se había ido…

Abrió con brusquedad nuevamente sus ojos, estaba frente a una puerta abierta, en medio de la nada, buscaba de un lugar a otro a su acompañante, justo a sus espaldas estaba el.

El mayor le miro a lo lejos, incapaz de hacer nada, le indico con la mirada que todo estaba bien ahora, que terminaría pronto al cruzar aquel temible abismo a sus pies, pero Changmin sabía lo que le esperaba abajo, años de soledad y oscuridad…

La única diferencia, y como había podido vivir años atrás, era el vigente recuerdo de Jae en su memoria, haberse reencontrado después de la muerte, por sobre una segunda vida, hablaba de un sentimiento muy fuerte, y aunque no había podido despedirse, estaba en paz…

Suspiro, como preparado para saltar, le regalo una última mirada a Yunho –gracias – dejo salir sonriéndole, y dio un paso para dejarse caer, pero lejos de ya no sentir el piso, sintió como alguien le detenía del brazo, se giró con brusquedad para mirar con extrañeza al mayor, no sabía porque le detenía tan repentinamente. -¿Qué pasa? – pudo preguntar, cuando a sus espaldas vio a alguien parado…se quedo helado…

-Jae…- pudo pronunciar y sus ojos se humedecieron sin querer…

-¿pensaste que iba a dejar que te fueras sin despedirte de mí?- le sonrió, aunque estaba dolido, y muy lastimado, tuvo la fuerza de aguantar para recibir el fuerte abrazo de Changmin y luego aquel último beso.

Si al principio estaba seguro de saltar, ahora que había visto por última vez a Jae…estaba mil veces más… les regalo una sonrisa, y tímidamente levantó la mano para despedirse, aunque el destino de los tres era el mismo no lo compartirían en el mismo lugar, ni con Junsu, ni con Yoochun… todos tendrían su soledad y oscuridad aparte…pero la diferencia era… que antes habían vivido con honor… suficiente recuerdo para sobrellevar los años en aquel infinito abismo ¿no?

Cerró los ojos, y dio el único paso, sintió una brisa pegándole en la cara, su cuerpo ligero cayendo al vacio, internándose en la penumbra, sus oídos dejaron de escuchar, sus ojos dejaron de ver, y aún así…estaba sonriendo…

Pudo ver en su mente lo que había hecho en su vida, y podía decir que terminaba bien…aunque fuera un pecador, un excluido, no se arrepentía de nada…

El miedo se fue y la paz le invadió…

…esto…era el fin de Asderel…

…el fin de Changmin…

2 Comentarios:

  1. stefis5/25/2010

    que?¿
    porq termino!!!!!!!!!!
    nooooooooo.
    bueno, pero el fic estuvo genial!
    me encanto

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  2. Nooooooooo!!
    la historia estuvo buenísima ... ojalá haya una segunda parte!!
    no se puede quedar asi!!!

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