Soy gentilmente abrazado
Dentro de esta lluvia que tanto amas.
La maravillosa canción
Sigue sonando hasta hoy…
I’m just singing in the rain
With YOU…
ChangMin~
Escuchaba la armonía de la lluvia a nuestro alrededor. Tan fresco, tan limpio, tan suave y tranquilo. En ese momento, no existía nada más… Sólo él, la lluvia y yo. Todo fluía, todo encajaba, por fin sentía que comprendía todo lo que pasaba dentro de mí, estaba todo claro, no había lugar para dudas en ese preciso momento…
La lluvia seguía y seguía con su canción y JunSu simplemente no se alejaba de mí, cosa que yo disfrutaba de sobremanera. Abrí los ojos y me topé con los suyos, cerrados y sus cejas fruncidas. Estaba tan cerca de mí, que pude ver las gotas de lluvia prendidas de sus pestañas y su piel. Pero no hacía nada, sólo estaba ahí con los ojos cerrados.
Ya entendí, hyung…
Lo tomé por los hombros y me agaché un poco acercándome a él. Sus mejillas estaban tan encendidas que contrastaban con la blancura del resto de su piel a causa del frío. Ya no había dudas, no había nada que me detuviera para hacer lo que estaba apunto de realizar. Sonreí ante esta idea…
Cerré mis ojos y golpeé débilmente los labios de JunSu con los míos… un roce, un solo roce era lo que necesitaba para saber que ese momento era realidad. Sentí sus labios gruesos y cálidos por un segundo, y sólo eso bastó para desear más. Me sobresalté al sentir las manos de JunSu aferrándose a mis mejillas y atrayéndome hacia su boca, lentamente, pero sin dudarlo. Y esta vez pude sentir su cálido beso como si hubiera durado horas… cuando en realidad solo fueron cinco segundos. Se separó de mí con las mejillas invadidas de un rojo arrebatador, con dulzura, una dulzura muy extraña que invadió todo mi ser, apoyé mis labios sobre su frente cálida, y rodeé sus hombros con mis brazos. Seguramente dábamos una imagen un poco rara, pero a mí no me importó nada… solo era JunSu, mi querido JunSu. Mi delfín suspiró por lo bajito y recostó su cabeza en mi hombro, descansando su mente un segundo. Todo parecía encajar, y aunque me había cuestionado mucho estos últimos días acerca de lo raro que sería verme de esta manera con JunSu, ya no lo parecía. Ahora que todo era una realidad, y no una triste suposición, me parecía exquisitamente agradable sentir sus dedos apretando mi espalda y su aliento en mi cuello.
JunSu levantó la cara y me miró con una linda sonrisa, pero con los ojos brillantes en lágrimas. Yo solo sonreí de una manera muy tierna, y me acerqué a él, y mientras JunSu cerraba sus ojos, besé sus párpados con lentitud y cariño. JunSu se apartó de mi con una sonrisa en el rostro y riendo por lo bajito, ocultando su boca detrás de su mano.
-¿Qué pasa? -dije mirándolo.
-Es que… nunca imaginé que fueras tan tierno… -JunSu me dedicó una mirada divertida.
Creo que me sonrojé porque JunSu amplió más su sonrisa.
-No pude evitarlo -le dije agachando la cara.
Sostuvo mi barbilla con su mano y me hizo que lo mirara.
-Me gusta que seas así conmigo, no tienes porque avergonzarte. Quiero que seas tú mismo conmigo… -me sonrió una vez más.
Yo me limité a asentir después de que mi pena desapareció por completo. Un suspiro más de mis labios al sentir a JunSu abrazándome suavemente, pero lleno de necesidad. Yo sólo rodeé su cintura mientras él me echaba los brazos al cuello.
-Vámonos Min -sus palabras susurrantes junto a mi oído me hicieron sobresaltarme de una extraña manera.
-¿A… a dónde? -pregunté apretando su delgada cintura entre mis brazos. Mi voz sonaba un tanto dudosa.
-Al departamento -me dijo con un suspiro… aquello me sonaba más a una orden que a una petición. ¿De cuándo a acá JunSu era tan demandante?
-¿Y Jae hyung y YooChun hyung? -pregunté mientras él se separaba un poco de mi para mirarme.
-No te preocupes por ellos -dijo con un brillo casi fantasmal en los ojos… esos ojos tan profundamente castaños.
Deshice nuestro abrazo y le permití el paso hacia la puerta del taxi.
-Después de ti, entonces -sonreí. No sé de donde salió aquella sonrisa, pero noté un cambio en el semblante de JunSu. Una chispa de deseo brilló débilmente sobre sus pupilas, llenándome de ansiedad y expectación.
De camino a casa íbamos sentados en el asiento, fríos y mojados. JunSu estaba sentado a mi izquierda, y no me miraba, en cambio, se dedicaba a observar el paisaje zumbante de las luces que pasaban por la ventana. Por un momento me sentí un tanto abandonado, pero después, un roce en mi pierna me hizo entrar en calor. El muslo de JunSu estaba junto a mi pierna y él solamente me dedicó una mirada y una fugaz sonrisa, dejando entrever sus perfectos y blancos dientes, como si de espejos se tratasen.
No me di cuenta de que el auto se había detenido y estábamos frente al departamento, hasta que JunSu me indicó que bajara, después de pagarle al conductor. Como en un sueño, salí del auto y esperé a que JunSu se bajara. Cuando estuvimos sobre la acera me miró sonriendo. ¿Qué acaso no podía estar serio? Tal vez eso era lo que más disfrutaba de su actitud. La lluvia se había convertido en una débil llovizna que apenas nos mojaba más las ya empapadas ropas.
Pude observar las luces del flash de algunas cámaras al otro lado de la calle. Ya estábamos más que acostumbrados, y por lo mismo, JunSu y yo mantuvimos una distancia prudente entre nuestros cuerpos.
A pesar de que eran pasadas las tres de la madrugada, seguían ahí, esperándonos como siempre. Yo sonreía para mis adentros al escuchar las vocecillas… ‘Oh~ JunSu oppa… ChangMin oppa~’. Y es que aquello no podía ser más divertido… que ironía, ellas esperándonos y a nosotros no nos daba la capacidad ni siquiera para voltear a verlas.
JunSu empezó a caminar y yo lo seguí, como siempre lo hacía, caminando detrás de mis hyungs.
Nunca antes el vestíbulo del edificio me había parecido tan largo y grande como esa noche, nuestros pasos resonando contra el suelo, mientras el guardia nos daba la bienvenida.
Apresurando el paso por fin llegamos al elevador, y en cuanto las puertas de este se cerraron, JunSu se acercó a mí con rapidez y lo siguiente que supe fue que su boca estaba sedienta sobre la mía y sus manos sostenían mi nuca.
Su tacto sobre mi cuello y sus labios sobre los míos, fue tan sofocante y endemoniadamente exquisito, que cuando se separó de mí no pude reprimir un leve gemido de insatisfacción, a lo cual JunSu respondió con una de aquellas miradas con un toque de deseo y su sonrisa arrebatadora.
No podía parecerme más apetitoso en ese momento.
Las puertas se abrieron y el departamento estuvo frente a nosotros. Rodeándonos las cinturas con los brazos, caminamos hasta la puerta, la cual JunSu abrió con rapidez como si en eso se le fuera la vida.
Entramos separándonos al fin, mientras JunSu se quitaba la gabardina y yo el saco, ambos igual de empapados y estilando agua. Dejamos nuestros zapatos en la entrada, como es costumbre nuestra.
-Jae nos va a matar por esto -dije observando el piso mojado.
-¿Y eso qué importa? -dijo JunSu sonriendo pícaramente.
Oh no hyung… no hagas esa cara, porque me matas lentamente.
-Voy a por unas toallas -le dije mientras me perdía por el pasillo.
-Yo a por algo de tomar -escuché la invitación de su voz y sonreí de lado… algo traíamos entre manos, pero no nos lo decíamos, simplemente para no arruinarlo.
Cuando volví a la sala con las toallas en las manos y una en la cabeza, vi como JunSu se encontraba sentado en el sillón con la camisa abierta y un vaso de whisky en la mano.
JunSu a veces sorprendía… ¿De cuándo a acá era tan masculino?
Le entregué una toalla mientras me sentaba y recostaba mi cuello en el sillón. JunSu me entregó un vaso de whisky y sin dudarlo tomé un poco. Se sentía tan bien…
Miré a mí alrededor. Al parecer YunHo todavía no había vuelto, y me sorprendí al ver las cortinas de los ventanales corridas, dejando ver la clara llovizna, contrastando contra las luces de la ciudad, las cuales iluminaban tenuemente el departamento.
Empapados y temblorosos, sentados en aquel sillón… ni una sola palabra, sólo el murmullo de su respiración caliente, el zumbido lejano de los autos, el ‘tic-tac’ del reloj sobre la pared.
Me quedé pasmado, mirando el techo, incapaz de voltear a ver a JunSu. Tenía tantos sentimientos encontrados en ese momento, estaba tan nervioso al estar a solas con JunSu en una situación así. Sentí como el cuerpo de JunSu se acercaba al mío, como en un momento eterno, que duró minutos a mis ojos. Aparté mi vista del techo y la dirigí a mi compañero. Los ojos de JunSu me taladraban los míos con fuerza mientras él tomaba la toalla que estaba en mi cabeza y empezaba a secar mi cabello. Dejé el vaso en la mesa, junto al de él y me moví un poco para facilitarle el acceso a mi cabello húmedo.
Al ver un poco de la piel de su pecho descubierta, tomé la toalla que descansaba sobre su regazo, y abrí un poco su camisa, dejando ver su pecho mojado por la lluvia. Lentamente le desabotoné toda la camisa y se la quité con lentitud, usando como excusa el hecho de que estaba mojado y yo iba a secarlo. JunSu seguía secando mi cabello, sin inmutarse, sin decirme nada, sin renegar por el hecho de que lo había dejado sin camisa, sólo el sonrojo de sus mejillas me daba a conocer que estaba al tanto de lo que yo estaba haciendo. Y es que al observarlo de esa manera, tan exquisito y húmedo, no podía detenerme.
Alargué mi mano y con la toalla sequé con lentitud su pecho desnudo, después su abdomen, sus hombros tan firmes, su espalda brillante. Sin quererlo, poco a poco me acercaba más a él, para poder alcanzar su piel. Y cuando alcé la vista, lo pude ver tan cerca que me asusté un poco. Dejó caer la toalla de sus manos, y hundió sus dedos en mi cabello, todavía húmedo. Yo cerré mis ojos al sentirlo. Los abrí lentamente, mientras JunSu se levantaba un poco para quedar arrodillado en el sillón mientras yo estaba sentado. Él se inclinó, y quedó a pocos centímetros de mí.
-ChangMin ah… -me dijo susurrando y arrastrando cada sílaba de mi nombre con delicadeza…-. Esta noche… es nuestra noche…
Yo me quedé pasmado, mientras él se acercó a mí y me besó dulcemente. La única respuesta que obtuvo, fue un gemido de mi parte al sentir la calidez de su boca sobre la mía. Aquel beso empezó lentamente, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo. Una caricia constante de su boca en mis labios, y después, su mano tomándome de la nuca para profundizar el contacto. Su lengua se abrió paso entre sus dientes, y su sabor me invadió completamente, el alcohol y el sabor de JunSu juntos eran como droga pura. Su cálida lengua recorría con su punta mis labios entreabiertos, sentir su calidez rozándome era exquisito.
Nos separamos un poco al sentir que el aire nos faltaba, pero ahora deseaba con más ansia tomar posesión de su boca por mi fuerza… ¿Cómo podía ser que JunSu despertara aquel deseo tan fuerte dentro de mí?
Podía sentir su deseo, su necesidad… él necesitaba que lo besara, que lo tocara, que me abriera paso en su cuerpo… Yo no pensaba negarle todo eso. JunSu respiraba con dificultad mientras me observaba con una mirada brillante de sensualidad y belleza. Yo sólo sonreí de lado y acto seguido, lo tomé por la nuca y lo acerqué a mí con fuerza. Lo besé, casi con rudeza, y JunSu solo respondió soltando un gemido en mi boca y abrazándose a mi cuello. Ahora no había vuelta a atrás… ya nada podía detenerme…
JunSu~
A lo lejos escuchaba el golpeteo de la lluvia en las ventanas, el constante ruido de mis propios pensamientos me aturdía. El ronroneo interminable de la respiración de ChangMin en mis oídos era perturbador. Su mano traviesa se perdía en mi espalda desnuda y yo no podía hacer nada más que suspirar en su boca mientras me entregaba a sus dulces caricias. Me invadía su aroma suave y masculino, la calidez de su piel y su tacto se esparcían sobre mí. Lento… un contacto delirante de sus labios tan puros. No podía parar, no podía permitir que aquello acabara. Él se separó un poco de mí y yo renegué con un suspiro. Empezó a repartir besitos a diestra y siniestra en mis mejillas húmedas, pude sentir sus labios tibios robándome el frío de la piel. Bajó hasta mi mandíbula, como si recorriera un largo camino, suave, delicioso y tierno, plagado de besos dulces y calientes. Después siguió mi cuello, tiernamente, un mordisco lento y doloroso, pero placentero. La clavícula derecha, un beso tras otro, recorriendo centímetro a centímetro la textura de mi piel. Y entonces, sentí su lengua, húmeda y caliente dejando su marca en mi cuello, como si fuera un tatuaje imborrable. Levantando mi cara, echando atrás mi cabeza, para dejarlo que hiciera de mí lo que quisiera, demostraba que estaba dispuesto a seguir y no parar… porque en realidad lo necesitaba…
-Te necesito, ChangMin -le dije con voz entrecortada…
-Y yo a ti JunSu… -su voz profunda y jadeante, mezclada con la voz del alcohol era hipnotizante… su boca pronunciando mi nombre fue el detonador que hizo explotar todo ese deseo que llevaba reprimido en mí.
En ese momento, ChangMin me tomó de la mano, separándose de mí, y obligándome a levantarme… Yo no supe que hacer, pero cuando él empezó a caminar hacia su habitación entendí la idea, así que lo seguí.
Entre toda esa maraña de pensamientos alcoholizados, entre el zumbido de la lluvia, entre la oscuridad de intimidad que nos rodeaba, pude seguir el rastro de sus pasos silenciosos, como si la fuerza del deseo de ChangMin me arrastrara y yo perdiera mi voluntad… Si es que me quedaba algo de ella.
ChangMin entró en su habitación y yo me detuve un momento en la puerta… ¿debía seguir aquel juego?
Era lo que más deseaba, y en ese momento no iba a dudar, mi cuerpo pedía a gritos el tacto de ChangMin, y yo no iba a negárselo… ahora no… no podía hacerlo.
Dí unos pasos más y entré, la habitación estaba en penumbra, solo la ventana junto a la cama dejaba entrar un vago rastro de luz artificial, pero era todo lo que necesitaba para ver la larga figura de ChangMin de pie. En ese momento, empecé a temblar de pura excitación.
ChangMin me miraba desde la oscuridad, lentamente empezó a desabotonarse la camisa de color café y pude ver como la prenda cayó al piso de la habitación. Estaba desesperado, deseoso, tan lleno de una necesidad que laceraba mi piel como si fuera fuego. ChangMin se acercaba a mí como si de un depredador se tratase, nunca imaginé que los ojos del más joven del grupo pudieran lanzar ese tipo de miradas tan penetrantes y deseosas. Y de pronto me quedé estático, al verlo acercarse así a mí… tan dispuesto…
Cuando estuvo tan cerca como para sentir mi respiración agitada en su cara, me tomó por la nuca con dulzura y me acercó a él, con su tibia mano regaló una caricia a mis mejillas enrojecidas.
-JunSu… he esperado demasiado por estos momentos, y ahora no pienso desperdiciar el tiempo que me regalas… se mío JunSu, y yo seré tuyo…
Su voz suave, masculina y al mismo tiempo tan delicada me llenaba los oídos con dulzura… escuchar mi nombre en vez del acostumbrado ‘hyung’, me hacía sentir que confiaba plenamente en mí, y que de verdad, todo esto podía ser realidad…
-Soy tuyo, ChangMin… lo soy -alcé un poco la cabeza para alcanzar sus labios, esos labios que sabían a fuego. Fue tierno, lento, como si saboreáramos cada parte de nuestras bocas… pero después de unos minutos, fue intenso y apasionado. La lengua cálida de ChangMin me acariciaba con lentitud y a veces con desesperación.
Nos separamos un instante, uniendo nuestras frentes, como asimilando la excitación que recorría nuestros cuerpos. ChangMin me miró como si en eso se le fuera la vida… esa mirada, que nunca antes había visto de sus ojos… tan diferente y tan ChangMin, al mismo tiempo.
Él sonrió de lado… visualicé sus dientes blancos entre la oscuridad de su piel, y me acerqué a él… ¿A qué sabría la piel de ChangMin? Como queriendo responder esa pregunta, saqué un poco mi lengua y la pase por la comisura de sus labios… calientes… suaves… un poco secos… pero yo iba a humedecerlos.
Pude sentir como ChangMin mordió un poco su labio inferior y vi sus ojos cerrados con fuerza. ¿Te gusta eso, ChangMin?
Después vi sus pupilas deshaciéndome… Me empujó suavemente y yo quedé sentado sobre su enorme cama… ¿Y ahora qué harás, ChangMin?...
Sentía una enorme opresión en mi pantalón, mi entrepierna estaba totalmente despierta y me lastimaba, era algo penoso, pero yo no podía hacer nada para retenerlo.
Lléname ChangMin… destrózame al mismo tiempo… Elévame, arrástrame, saboréame, lastímame… haz de mí lo que quieras... No lo dudes, y hazlo…
Como si estuviera leyendo mis pensamientos, ChangMin se inclinó sobre mí como si yo fuera su presa… Se movía como un gato en la oscuridad, con elegancia y sutileza, pero al mismo tiempo con un dejo de salvajismo. Era delirante… totalmente hipnotizante. Su sonrisa de lado era perturbadoramente seductora, no quería que me hiciera esperar, pero ahí estaba él frente a mí, retrasando las cosas en un momento lento antes del frenesí. Su cuerpo caliente, su boca seductora, sus ojos brillantes, su cabello reluciente… sus ojos penetrantes con esas pestañas negras danzarinas. No te detengas ahora…
¿Qué vas a hacer ChangMin?
Otro beso, uno más, lento y apasionado… Ya estaba más que acostumbrado a la invasión repentina de su lengua en mi boca, estaba acostumbrado a su mano en mi nuca y su jadeo constante. Humedad de su boca en mi mandíbula, fresco y caliente al mismo tiempo. Sentí su mano acariciando mi pecho, mi estómago, todo lo que estaba a su alcance. Me sobresalté un poco al sentir esa mano caliente rozando mi miembro levemente por encima del pantalón. Se detuvo, pero yo no tuve el valor de abrir los ojos. Quería seguir sintiendo, no quería verlo más, porque su cuerpo era infinitamente deseable a mi gusto.
Sentí su respiración en mi pecho, en mis costillas, en mi estómago. Se lengua saboreando los huesos de mis caderas sobre mi piel… No te detengas. Temblé un poco al escuchar el cierre de mi pantalón abrirse, y al sentir disminuir un poco la opresión de mi entrepierna. ¿Qué vas a hacer ChangMin? ¿Ahora, qué vas a hacer CONMIGO?
ChangMin~
Sentía como JunSu temblaba sutilmente bajo mis manos desnudas, su piel húmeda era perfecta al tacto. Sus hombros musculosos, su pecho firme, y su abdomen cuidado. Nunca pensé en encontrar tal deleite en la piel de otro hombre, pero así era… y así sería. Por mi mente nunca cruzó hacer lo que estaba haciendo en aquel preciso momento, con las manos entretenidas en el pantalón de JunSu, pero de verdad, como lo estaba disfrutando.
Sentir esa parte de la anatomía de JunSu totalmente despierta gracias a mí, fue realmente el detonador de todo deseo en mí. Podía sentir bajo mis manos su tibieza y dureza. ¿Estaba yo realmente preparado para lo que iba a hacer? Introduje mi mano en su ropa interior y tomé suavemente el miembro de JunSu, y lo escuché gemir despacio. Sólo eso me bastó para saber que de verdad quería hacerlo, quería escuchar como JunSu gemía y desgarraba mi nombre con su voz de ángel extasiado, quería hacerlo disfrutar. Frente a mi tenía aquella fuente de calor que palpitaba en mi mano, era tan firme. Me acerqué un poco, y escuché como la respiración agitada de JunSu se detenía, como esperándome. Alcé un poco la vista, para tratar de ver a JunSu, por sobre su miembro erecto. Estaba tirado sobre la cama y con los brazos se cubría los ojos. Su piel estaba enrojecida y se mordía el labio inferior con fuerza. Sonreí de lado, JunSu estaba expectante, desesperado, ansioso y tremendamente excitado. Volví a agacharme un poco para alcanzar mejor el miembro de JunSu. Instintivamente me humedecí los labios, como si estuviera a punto de probar una paleta de caramelo, solo que esta vez era mejor. Con la lengua rocé la punta de ese pedazo de carne húmedo. Estaba caliente… JunSu suspiraba, mientras yo acariciaba con mi lengua su miembro.
-Ah~ ChangMin ah~… -la voz de JunSu llegaba hasta mis oídos como en un sueño erótico.
Gemidos entre suspiros entrecortados… Tenía que hacerlo ahora. Introduje todo el miembro de JunSu en mi boca y empecé a succionar suavemente, acariciando con mi lengua toda su extensión. Los gemidos de JunSu pronto pasarían a ser gritos placenteros. Lo sentí encorvarse para mirarme. Estaba sentado en la orilla de la cama, y yo de rodillas en el piso, el pantalón de JunSu estaba atorado en sus rodillas junto con su ropa interior.
El movimiento leve de las caderas de JunSu me hizo estremecer… aquello parecía bastante divertido. Como pude alcé la vista, y me encontré con un JunSu con la cabeza echada para atrás y mordiéndose los labios a más no poder. Su mano izquierda se enredaba en las sábanas, mientras la derecha revolvía mi cabello sin compasión.
El sabor de JunSu era exquisito, me invadía, me impregnaba, me arrastraba y me mataba lentamente. Su voz, su sudor, el vaivén de sus caderas, el grito de placer que rasgó la noche de mi habitación anunciando el orgasmo de JunSu… y al final, su dulce semilla derramada en mi boca.
Me alejé un poco por instinto, y JunSu me miró totalmente avergonzado. Estaba enrojecido y sus ojos brillaban débilmente. Estaba tembloroso y el sudor brillaba en su suave piel.
-Lo siento… -me dijo en un susurro.
Yo sonreí y tragué la esencia de JunSu, lo cual hizo que este abriera los ojos sonrojándose.
-Sabes delicioso -le dije como ronroneando y pasándome la lengua por el labio inferior.
-ChangMin… Yo…
-Shhh… -le dije acercando un dedo a su boca-. No tienes nada que decir, yo quería hacer esto… de verdad, y lo disfruté tanto como tú -le di un beso fugaz en los labios y él se quedo pasmado.
-Gracias -me dijo mientras se acercaba nuevamente a mí, y con su mano enredada en mi cabello, me empujó hasta perderme en sus dulces labios. Aquello no pudo haber sido mejor, JunSu ahora estaba sediento, más sediento que antes, excitado en extremo, suspirante y húmedo por todas partes. Su lengua se enredó con la mía, podía decirse que se conocían bien y sabían cómo danzar juntas.
JunSu me tomó por los hombros y me jaló, recostándose en la cama, haciéndome quedar sobre él. Con sus deliciosos brazos rodeó mi cuello, y empezó a besar mi mentón. Yo solo le permití que hiciese de mí lo que quisiera… estaba dispuesto a todo, y él parecía hambriento. Como un gatito, empezó a lamer mi mandíbula y mi cuello, mordiendo aquí y allá. Hasta que sentí su respiración en mi lóbulo izquierdo, y después su húmeda lengua. Aquello fue lo que mató cualquier dejo de sensatez que quedara en mi cerebro. Empecé a gemir bajito, y me volví un poco loco, debido a las caricias calientes de JunSu. Ahora nada podía detenernos, no quedaba nada del JunSu y el ChangMin del día anterior… de aquellos temerosos niños que jugaban a ser el hyung y el dongseng. Ahora solo había dos hombres sedientos el uno del otro, añorantes y deseosos de acercarse un poco más a rozar la piel del otro con la punta de los dedos.
JunSu no se detenía, seguía besando mi cuello y mis clavículas, como si en eso se le fuera la vida. Con sus dulces manitas recorría mi espalda desnuda, mi abdomen y mis costillas, causándome cosquillas de excitación.
Mi erección llevaba mucho tiempo golpeándose con mi pantalón, deseando ser liberada y atendida. Mientras saboreaba a JunSu, estuve tentado a tocarme, a disfrutar junto a él, pero preferí entregarme a JunSu sin medida. Ahora mi miembro estaba duro, demasiado duro, esperando a que JunSu le ayudara a estar mejor. Me separé un poco de él y con una sonrisita le empecé a jalar el pantalón y los bóxers hasta quitárselos y tirarlos al piso. JunSu enrojeció y soltó una de sus risitas nerviosas. La luz que entraba por la ventana que estaba junto a la cama se reflejaba en la bella piel de JunSu, su figura delgada sobre mi cama, totalmente desnuda y dispuesta, me hacía temblar. No sabía desde cuándo me había convertido en lo que era en ese momento, un tonto loco cegado por la belleza, sordo ante cualquier sonido excepto la dulce voz de mi primer amante. Solo así empezó, solo así, sin darme cuenta de todo lo que conllevaba dejarme crucificar por el deseo de mi cuerpo… Ya nada importaba, ni siquiera las consecuencias.
Estaba inmóvil sobre JunSu, quien estaba totalmente desnudo, totalmente entregado y listo, increíblemente apenado, pero irresistiblemente apetecible.
Me quedé mirando a mi hyung recostado en mi cama, mirándome con sus dulces pupilas chispeantes. Sonrió de lado, una sonrisita tímida y perturbadora, llena de sensualidad y dulzura. Se sentó haciéndome alejarme un poco. En ese momento, pensé que me detendría, que le pondría un alto a aquella situación, pero grande fue mi sorpresa al oírlo decir…
-Déjame hacerlo…
Los colores se me subieron a la cara al sentir sus dulces manos posarse en mi pantalón y desabotonarlo lenta, pero habilidosamente.
-Si los tienes puestos, nunca vamos a llegar a nada -me dijo con voz bajita, como si me estuviese contando un secreto.
Cuando salí de mi trance, tenía el pantalón enredado en los tobillos y los bóxers en las rodillas…
JunSu~
Me quedé pasmado al ver el gran miembro de ChangMin tan erguido. Pasé una mano por encima de él y sentí su dureza… era increíblemente duro y grande, totalmente antojable, me provocaba ganas de saborearlo, de sentirlo muy dentro de mí. Él no hacía otra cosa más que suspirar cuando pasaba mis dedos por su hombría, pero no podía detenerme, verlo así tan excitado, me incitaba a tocarlo cada vez más profundamente. Los ojos de ChangMin se cerraban y se abrían lentamente, y de sus labios escapaban suspiros salvajes y desesperados.
-Junsu yah… -con su voz más sensual susurró mi nombre como si quisiera deshacerlo.
-ChangMin ah… -mi respuesta fue su bendito nombre enredado en mi lengua, enterrado en mi garganta, como ahogándome de solo pensarlo-. Quiero… que me lo hagas… -le dije lentamente al oído, y mordí su lóbulo con delicadeza.
ChangMin se quedó petrificado, nunca pensé que aquellas palabras causarían tal reacción en mi dongseng.
Él optó por terminar de quitarse la poca ropa que quedaba y posarse entre mis piernas. Sentir su cuerpo caliente y palpitante rodeado por mis extremidades me causó un escalofrío que recorrió mi espalda hasta perderse en mis entrañas.
-JunSu… esto… puede que te duela… -me dijo con una mirada preocupada.
-No te preocupes, tengo un plan… -le dije, mientras me levantaba y me alejaba de la cama con dirección a la puerta…
-¿Me vas a dejar? -me dijo con un puchero.
-¿Crees que te voy a dejar AHORA? -le dije sonriendo…-. Ya vuelvo, no me tardo…- Y salí de la habitación.
ChangMin~
Ver las dulces piernas de JunSu y su delicioso trasero moverse al compás de sus pasos me hizo desearlo aún más… era tan grande mi necesidad que me laceraba como si fuera un látigo invisible. No sabía si podía aguantar más.
Cuando mis pensamientos sexuales rozaban la desesperación, JunSu entró a la habitación con una botella en las manos y un paquete de condones.
-¿De dónde sacaste eso? -le pregunté extrañado….
-Sé el escondite de JaeJoong -me dijo sonriente.
Yo alcé las cejas y sonreí, aquello me causó un poco de gracia.
JunSu~
-Ahora… ¿proseguimos? -me dijo un desesperado ChangMin.
-Ya no puedo aguantarme las ganas -le dije mientras me recostaba en su almohada.
ChangMin se puso el condón habilidosamente, y abrió la botella de lubricante, mojó sus dedos y se acomodó nuevamente entre mis piernas–. Ahora sí… prométeme que si no lo soportas, me lo dirás para detenerme… -me dijo preocupado.
-Eso no sucederá… -le dije demandante, y tomando su mano la acerqué a mi entrada.
Sentí sus dedos rozándome, y el líquido caliente hizo que me relajara… pero ahora venía la parte difícil… Sentí uno de sus dedos introducirse en mí lentamente… Era lo peor que había sentido, era como si me quemara por dentro… Apreté los ojos con fuerza al sentir su dedo moverse en círculos en mi interior. Aferré mis manos a su espalda y gemí de dolor. Él se detuvo y me miró…
-¿Te duele mucho? -su voz preocupada me partió el corazón.
-No te detengas -le dije entrecortadamente y con lágrimas en los ojos-. Por favor… no te detengas…
ChangMin volvió a mover su dedo lentamente y con dulzura besó mis parpados húmedos por el dolor. Poco a poco me acostumbré a la invasión de un dedo más, y lentamente el dolor desapareció.
-Estoy listo -le dije susurrando.
ChangMin retiró sus dedos y luego rozó mi entrada con su miembro. Estaba caliente y firme, y yo no pude retener un gemido de placer al sentirlo tocarme en ese lugar con su hombría.
-Hazlo ya ChangMin, quiero sentirte dentro de mí… -besé sus labios con desesperación, y él poco a poco fue introduciéndose en mí. Dolía un poco, pero no tanto como al principio. Esperó un momento para que yo me acostumbrara a su enorme miembro.
-¿Estas… bien? -dijo entrecortadamente… yo sabía que se moría por moverse dentro de mí.
-Estoy bien… házmelo ChangMin… Házmelo hasta que me canse, hazme gritar tu nombre hasta desgarrarme… HÁZMELO -le dije demandante y con algo de furia.
ChangMin empezó a moverse lento, y mi dolor poco a poco aminoró, dando paso a unas oleadas de placer en mi cuerpo. Su miembro calentando mi interior era increíblemente placentero, sentirlo enterrarse en mi ser era increíblemente satisfactorio, pero al mismo tiempo me dejaba con ganas de más y más.
-Más… rápido… -le rogué.
El vaivén de sus caderas tomó un ritmo más apresurado, y yo sentía que cada vez me alejaba más de la realidad. Con cada estocada sentía que ChangMin me llevaría muy lejos, que me haría descubrir cosas que nunca había imaginado posibles. Perdí la noción de todo, la habitación era borrosa, solo veía a ChangMin encima de mí, aplastándome deliciosamente, adentrándose en mí, cada vez con más furia. Me perdía en su expresión, en sus dulces ojos brillantes, en su boca entreabierta, dejando escapar los más pecaminosos e increíblemente sensuales gemidos que solo oía en mis sueños más íntimos. El ritmo se incrementaba cada vez más, su miembro llegaba cada vez más profundo, y yo no podía hacer otra cosa más que aferrarme a su espalda y gemir placenteramente.
-ChangMin ah~~ Ah~~ Hmmm… ChangMin…ah~~ -perdí toda vergüenza al gemir su nombre, al destrozarlo entre mis suspiros. Lo tomé del trasero, para incitarlo a que lo hiciera más rápido aún.
Nuestros gemidos parecían un coro de placer, llenando la habitación, rebotando aquí y allá.
Sentía que el mundo había dejado de dar vueltas, sentía que ya no había aire, que ya no había arriba ni abajo, que el piso no existía, que ya no había más vida en la tierra, más que nuestro placer ahogándonos sin piedad.
-Ah~~ JunSu… Ah~~ Eres, tan caliente… tan estrecho… tan delicioso… -los gemidos de ChangMin me hacían enloquecer, me hacía arañar su espalda sin compasión alguna por su suave piel. Quería desgarrarla, destrozarla, deshacer a mi precioso ángel sudoroso.
ChangMin tomó mi otra vez despierto miembro en su mano, la cual aún tenía lubricante. La sensación de tibieza en mi entrepierna me hizo desear aún más contactó. Empezó a masajear mi pene al ritmo de sus salvajes estocadas, con fuerza, con firmeza.
-Más… Más… -le gritaba con desesperación.
Me embestía casi bestialmente, y me agradaba, me encantaba, me desesperaba, me hacía gritar de placer, me hacía apretar sus suaves nalgas haciéndolo hundirse más y más en mí.
Nuestros cuerpos sudorosos se resbalaban entre sí y hacía aquello aún más sensual. El crujir de la cama me hacía excitarme cada vez más, me hacía volverme totalmente loco.
Estábamos convertidos en monstruos insaciables, llenos de energía, desbordándonos en placer y erotismo.
Su mano empezó a moverse más rápido, y lo sentí venir… sentí cerca el final.
-Jun…Su… voy a… ahhh~~ JunSu…
ChangMin se movía increíblemente rápido y yo gritaba con más fuerza al sentirlo deshacer mi interior, al sentirlo acariciar mi miembro con fiereza…
-Yo… Ah~~ ChangMin… ahhh~~ Voy… a… Venirme~~
Una… dos… tres estocadas más y nuestras voces se alzaron juntas.
La electricidad que recorrió mi cuerpo me volvió demente, el calor que emergió de mi vientre me inundó por completo. Ya no escuchaba nada, ya no veía nada, solo podía oler el dulce sudor de nuestros cuerpos, y sentir la calidez de ChangMin dentro de mí. Sentí su mano apresando mi entrepierna mojada. Nos quedamos jadeando.
Poco a poco fuimos recobrando nuestro ritmo de respiración normal. Mi visión volvió lentamente, y escuchaba el dulce frufrú de las sábanas moverse. ChangMin salió de mí lentamente, y yo apreté mis ojos una vez más. Sentí sus labios calientes besarme dulcemente. Con una calidez extraña, llena de emoción. Sus labios mojaron los míos, y su lengua rozó las comisuras de mi boca con ternura.
Abrí los ojos y lo vi sonriéndome brillantemente.
Me quedé ahogado por su belleza, sus mechones se pegaban a su frente sudorosa, sus mejillas encendidas brillaban con la luz de la calle, sus labios enrojecidos me mostraban su hermosura.
ChangMin se levantó y me limpió con un pañuelo. Yo sonreí ante sus cuidados.
-Gracias… -le dije con una sonrisita tímida, y pude sentir mis mejillas encenderse.
Jaló las sábanas y me arropó con ellas, se acurrucó junto a mí y me besó en las mejillas.
-Gracias a ti, JunSu… -me dijo rodeándome con sus brazos–. Te amo -me susurró al oído.
Mi corazón se ensanchó, en ese momento todo pareció encajar, mi vida se veía increíblemente completa, y yo me sentí en plena paz.
-Yo también te amo, ChangMin.
ChangMin~
Lo besé una última vez, antes de quedarnos dormidos, abrazados y desnudos.
Continuará...
En esta escena acabaron bien y falta
ResponderEliminarlo que se venga...
Junsu tan deseoso, aunque sea uke parece
ser el que domina con su tono exigente xDDD
Me parece desde siempre un excelente recurso
y además de maravilloso, como la lluvia y sus
variaciones toman parte en el color de cada
parte relatada y cada estado de ánimo de los
personajes...
Es uno de mis fics favoritos en cuanto a Minsu
se refiere ^^
Por favor, sigue esforzándote!!
ahi dios mio como me ha gustado, *0* junsu dichoso, yo tambn espero algun dia ver a un changmin asi despues de una sesion asi T-T seguire soñando SI SE PUEDE SI SE PUEDE xD!!!!!!!!!!! es que a cualquiera le dan gaans de ver si es vdd eso de que saben tan ricos sus albios,su piel y si es tan treemndamente bueno y sexy ene se ambito ,aunk digo no hay que ser aidvino,con verlos e sabe, por algo es apodado DEMOND MIN xD!!!!!! love u changminnie *0*
ResponderEliminar¡¡¡GENIAL!!!
ResponderEliminar¡Oh! por dios tienes que continuarlo pronto o voy a desfayeser o_O? bueno lo que sea pero es genial esta historia debes continuarla pronto muy pronto oh bueno esperare XD
Muchas gracias por compartirlo.
XXXOOO
o por dios lo ame
ResponderEliminaramo los fics minsu
porfis sigue
waaaaaaaaa ke romantico y pornoso OMG casi me da un paro kiero contiiiiiiiiiiii!!!!
ResponderEliminarwaaaaaaaaaq hermoso
ResponderEliminarpido conti porfa
Me encanto pero tengo una pregunta:
ResponderEliminarCómo Junsu sintio a Changmin correrse dentro de el sabiendo que tenia puesto un condon?????????
Continuacioooon porfavoooorr .... esta genial la historiA .me encantaaa
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