Los dioses nacientes del Este
Nunca me sentí tan nervioso, ansioso y triste al mismo tiempo.
-“Jung Yunho!”.
Al escuchar su nombre se puso tan contento, que un par de lágrimas brotaron de sus ojos. Luego las limpió rápidamente. Nosotros cuatro lo abrazamos al instante. Después se arrimó a los miembros del jurado, a unos metros enfrente de nosotros.
-“El segundo es…Kim Junsu!”- saltó feliz de la alegría y corrió a abrazar a Yunho fuertemente.
Evidentemente estaba contento porque al menos uno de sus amigos integraba el mismo grupo que él. Realmente me sentí bien por ellos. El resto de la clase aplaudía un poco desalentada.
-“Park Yoochun!”- éste se tiró al piso al enterarse de que había sido seleccionado.
Seguido de eso, Junsu fue a abrazarlo con una gran sonrisa, haciendo que se estremeciera. No lo podían creer. Micky ya estaba adentro del grupo.
Faltaban dos para completar la banda. Me sentí asustado y preocupado al igual que Changmin. Ambos nos tomamos fuertemente de las manos, intentando no frustrarnos, mientras mirábamos a nuestros tres compañeros a unos pasos, que para mí eran kilómetros. Quería tenerlos más cerca. Los necesitaba en ese momento.
Junsu estaba muy aflijido, ya que no le cabía la idea de separarse de Changmin. Por su parte, Yunho me miraba fijamente. Sus ojos tristes lo decían todo.
-“Shim Changmin!”- corrió al encuentro de Su, y lo apretó con todas sus fuerzas, muy emocionado.
Se sentía aliviado de no perder a su niñito tan querido. Ambos daban pequeños brincos, a los que se unió Yoochun. Yunho permaneció estático, mirándome seriamente.
-“Y el último postulante que va a pertenecer a la banda es…”
Realmente no estaba confiado en que me eligieran. Sería demasiada suerte que estemos los cinco juntos. A parte, mis compañeros eran mucho mejores que yo. Por eso una angustia tremenda recorrió mi pecho, cavando un agujero muy profundo dentro de mi corazón.
- “…Kim…”
Todavía no estaba convencido, ya que éramos tres los que quedábamos con ese nombre, sin contar a Junsu. En ese momento, odié que la forma de llamarme fuera tan corriente. Una incertidumbre horrible invadió mis pensamientos, haciéndome temblar.
-“…Jaejoong!”
Antes de que pudiera darme cuenta, Yunho estaba rodeándome con sus fuertes brazos. Lo siguieron Junsu pegando brincos, Changmin corriendo emocionado, y Yoochun que me alzó de repente. Yunho, esa vez, festejó con él, y no se quejó.
Luego, contentísimos, empezamos a dar vueltas en una ronda, abrazados.
Los cinco restantes nos aplaudieron honestamente, porque a pesar de todo, ellos serían un grupo muy popular en el futuro.
-“He aquí a Dong Bang Shin Ki”- dijo uno de los jurados. Ese sería el nombre de nuestra banda.
Con el correr del tiempo, comenzamos a grabar canciones, realizar producciones fotográficas y cambios de look.
Nos dijeron que pensáramos en un nombre, algo así como un apodo, que quedaría para siempre en nuestras carreras.
Junsu se puso ‘Xiah’, es decir ‘Asia’, ya que conquistar ese continente es su anhelo más profundo. Yunho se autonombró ‘Uknow’, es decir ‘tú sabes’ en inglés, ya que ambos suenan muy parecidos. Changmin eligió ‘Max’, algo así como el mejor. Yoochun decidió dejarse Micky, el nombre que había recibido en Estados Unidos, y que a su vez significaba ‘arma oculta’. Yo por mi parte hice memoria, ya que unos años atrás una adivina me había nombrado ‘héroe’. Pero para darle más estilo internacional, decidí cambiarlo por ‘Hero’.
Pronto nos hicimos famosos en Corea. Al cabo de unos meses abarcaríamos Japón, China y Taiwán, entre otros.
Todo pasaba tan rápido, que ni nos dábamos cuenta.
Firmábamos autógrafos por doquier. Nos llamaban de todos los programas, desesperados porque fuéramos. Giras y giras de recitales. Más cambios de look. Merchandising con nuestros rostros. Propagandas, comerciales, carteles gigantes por la calle.
Éramos felices con lo que hacíamos, y nos gustaba mucho ser reconocidos a nivel nacional e internacional.
Pero llegó un momento en el que no teníamos tiempo, ni siquiera de dormir. Vivíamos para trabajar, y no al contrario como debería ser. Estábamos agotados. Habíamos dejado de lado nuestras vidas.
Entonces fue cuando la compañía decidió enviarnos a París, Francia, supuestamente a descansar. En realidad, aprovecharían los estupendos paisajes parisinos para realizar una producción fotográfica y filmográfica.
Aceptamos la propuesta sin tener otra opción.
Después de todo, un cambio de ambiente no nos vendría mal, sobre todo porque París es conocida como la ciudad del amor…
*O*
ResponderEliminarespero con ansias (y muxisimas ganas) la conti *-* ya qiero ver qe cositas haran el YunJae en Paris *0*