Destinos Forzados cap 2

A veces las sorpresas no son agradables.

Había pasado solo una semana del despertar de Jaejoong y ya estaba camino a su casa junto con sus padres.

Jaejoong agradecía el poder respirar algo que no fueran fármacos.

- Hijo tu nana me comentó que te tendría lista una ducha para que pudieras relajarte – comentó su madre tomando su mano. Los 3 iban en el Audi de su padre, su madre en el asiento trasero junto con él.

- Claro, gracias Omma – no es que no quisiera hablar con su madre, la amaba y mucho, aunque no estuviera casi nunca con él, pero le dio la vida y eso bastaba.

Pero hoy sólo quería descansar, pensar y hacerse a la idea que su cuerpo ya no era completamente de un hombre.



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Los padres de Jaejoong desde que el bello joven creció y demostró su pasión por el diseño de interiores, lo dejaron hacerse cargo de la imagen de aquella mansión y no se habían arrepentido; el “menos es mas” lema de su hijo había convertido su mansión ostentosa y extravagante en un hogar elegante y cómodo de visitar.

Cosa que al saberse hecha por el hijo del empresario Kim daba una muy buena imagen de la familia a sus invitados “especiales”.

- Jaejoong ah, por favor toma tu baño rápidamente y arréglate, tenemos un compromiso en 2 horas – las palabras de su padre fueron dichas tan al aire que parecía que no se lo decía a nadie en particular.

- Hyun, querido, Jaejoong est…

- Nuestro hijo está bien querida, por algo salió del hospital, además es algo muy importante y es una orden – el maduro hombre terminó la explicación y se dirigió a su despacho – Tenemos una hora para irnos así que apresúrense – la madre de Jaejoong miró apenada a su hijo que solo asintió con la cabeza y comenzó a subir las escaleras directamente al baño, sin decir una palabra ni a ella ni a su padre.

Ocultando el dolor en su mirada por ser tratado de esa forma de la cual ya debería estar muy bien acostumbrado.



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Shim Changmin, joven de 18 años; inteligente, alto y apuesto, con un genio de los mil demonios cuando las cosas no van como las planea, convenientemente sarcástico, acostumbrado a lograr lo que quiere con esfuerzos propios, frío por naturaleza con todos menos con sus padres.

- Hijo hoy vendrán los señores Kim y su hijo, el joven que acaba de salir del hospital así que por favor arréglate para recibirlos – la señora Shim sonríe cuando su hijo asiente y sale de su habitación, dejándolo prepararse mientras ella coordina todo para la cena.

- Los Kim dueños de un sin número de empresas, textiles, automotrices y publicitarias, una de las familias más poderosas de Corea – susurraba la información mientras se acomodaba el cabello. Él no necesitaba cambiarse ya que ya llevaba unos pantalones de vestir negros con una camisa de botones color vino y creyó que eso estaba perfecto para una cena de negocios de su padre.

Changmin sonrió a su imagen sintiéndose curioso de lo que se hablaría en esa cena, amaba ver la facilidad de negociación de su padre.
Sin pensar que este negocio en especial… lo tomaría por sorpresa no muy gratamente.

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La mansión Shim si era ostentosa y Jaejoong no pudo evitar al entrar ponerse a pensar en cosas que mejorarían el aspecto frívolo de ese lugar, cosa que con solo ver a aquel hombre y a su esposa que le saludaban y miraban cálidamente descubrió “no va nada con ellos” .

- Mucho gusto Jaejoong ah, soy la Sra. Shim Sangsu – Jaejoong sonrió suavemente y besó la mano que le ofrecía la bella mujer enfrente suyo.

- Un gusto muchacho, Shim Yesung – con un apretón de manos y otra gran sonrisa de parte de aquel hombre saludó cortésmente.

Después de los respectivos saludos todos los presentes fueron al comedor y tomaron asiento, comenzando una amena platica, las señoras hablaban de moda y diseño junto con Jaejoong y los señores hablaban sobre un proyecto que tenían juntos.

- Oh! Se me había pasado por completo, Luna querida – llama a una de la empleadas la Sra. Shim – por favor avísale a Changmin que la visita llegó que por favor baje.
-
La muchacha asintió y se alejó.

- ¿Changmin? – pregunta curioso Jaejoong, no sabía que los señores Shim tuvieran un hijo y arrugó el entrecejo “que mal educado no estar con sus padres para recibir visitas”. Escuchó la vos de Sangsu haciéndolo salir de sus cavilaciones.

- Perdona a mi hijo Jaejoong, él ha estado ocupado con trabajos y trámites de la universidad, tanto que no se da cuenta de que el tiempo pasa, así que lo más seguro es que no ha bajado por esa razón – Jaejoong en ese momento se preguntó si la Sra. Shim podía leer mentes.

No pasaron ni 10 minutos cuando un joven alto de tez morena bajó las escaleras colocándose tras la silla ocupada por su madre, diciendo un leve lo siento, haciendo una reverencia a los presentes.

- Soy Shim Changmin – y volvió a hacer una reverencia sentándose justo al lado de su madre, frente a aquel joven exageradamente pálido pero de hermosos ojos de un color imposiblemente oscuro, que se fijaron en él apenas unos segundos para luego desviarlos a la mujer al lado de aquel chico, Changmin frunció ligeramente el ceño “¿Los Kim tienen un hijo?”.

De nuevo las respectivas presentaciones y la cena comenzó, ambos jóvenes no se habían dirigido la palabra después de haberse presentado y estaban completamente absortos en sus platos y sus pensamientos, levantando la mirada hacia el frente para saberse observados, posándola de nuevo en sus platos casi inmediatamente.

“¿Tengo monos en la cara?” Pensaron ambos antes de escuchar el rin tintín de una copa siendo ligeramente golpeada, haciéndolos voltear a ver al Sr. Kim quien se puso de pie junto con el Sr. Shim, ambos padres sonriendo, y Jaejoong pensó que la sonrisa de su padre no le gustaba para nada y que no era ni la mitad de ilusionada como la del hombre a su lado.


Changmin sólo pensó que habían cerrado un buen trato y esperó pacientemente.


- Bueno, esta cena a estado deliciosa, y lo ha estado más por el motivo que ha sido celebrada – comienza a hablar el Sr. Shim con un brillo en sus ojos que ha Jaejoong no le pasó desapercibido y decidió escuchar atentamente.

- Nosotros como padres creemos saber qué es lo mejor para nuestras familias, para su felicidad y creo que la noticia que vamos a darles será un gran paso para la felicidad de los dos miembros más importantes de nuestras vidas – Jaejoong vio la mirada penetrante de su padre sobre él al hablar y sintió como de repente la cena se revolvía en su estomago.

- Changmin hijo, tú sabes que tu madre y yo ya no somos tan jóvenes y que uno de nuestros más grandes deseos es verte con una familia hecha y claro, egoístamente que nos des nietos – el joven de tez morena iba a hablar pero su padre lo silenció con la mirada – también sé que no deseas tener ningún tipo de relación amorosa con una mujer y eso nunca te lo he juzgado ni juzgaré, eres mi hijo y te amo – y la sonrisa del Sr. Shim hizo que el estomago de Jaejoong volviera a molestarlo pero ahora porque realmente deseó que su padre fuera de esa manera.

- Tu padre y yo hicimos un trato por el bien tuyo y de mi hijo – tomó un poco de vino de su copa, mirando al Sr. Shim decidió seguir hablando – así que desde la noche de hoy Kim Jaejoong y Shim Changmin están comprometidos.

Un silencio rodeó el comedor de aquella mansión, las señoras viendo preocupadas las reacciones de sus hijos y los señores esperando un rotundo acuerdo de ambos jóvenes.


Cosa que no llegó… obviamente.


- ¡¿QUE?! ¡Ni siquiera lo conozco padre! – Changmin explotó golpeando con sus palmas la mensa derramando su copa de vino, cosa que pasó totalmente desapercibida – ¡además es un hombre! Aunque quisieras no tendrá un nieto, ¡NO ENTIENDO TU PUNTO! – Changmin frunció el ceño exigiendo una respuesta.

- Cierto padre, además yo no me quiero… -

- Tú no tienes derecho a decir nada Jaejoong, es por tu bien, ¿o acaso quieres quedarte solo?, ¿crees que alguien se casaría contigo en el estado que te dejaron? ¿Y más si hablamos de una mujer?, así que mejor aprovecha esta oportunidad, la decisión está tomada y no hay vuelta atrás – las duras palabras de su padre se clavaron en su corazón una vez más y Jaejoong lo único que pudo hacer fue agachar la cabeza y morderse el labio inferior.

- ¡¡Yah!! ¡¿A tú qué te pasa?! ¡¿VAS A DEJAR QUE TE MANEJEN ASÍ?! ¡¿DE QUE CONDICIÓN HABLAN?! ¡¡MADRE!! – su madre que estaba a su lado solo atinó a levantarse y acariciar su espalda para tranquilizarlo.

- Hijo es una decisión tomada, como tu madre te pido que lo tomes de la mejor manera posible – y eso fue todo para Changmin, quien se alejó bruscamente a las escaleras, pero antes de subir regreso para impresión de los mayores en aquel comedor y jalando a ese joven sin decir una palabra.



- ¿POR QUE TE QUEDASTE CALLADO? – no hubo ni cerrado la puerta y lanzó fuertemente a Jaejoong dentro de su habitación.

- No tiene caso darles la contra… - Jaejoong bajó la cabeza de nuevo, cosa que exasperó al menor quien se acercó a él y tomó su rostro bruscamente.

- ¡¿TE QUIERES CASAR CONMIGO IMBECIL?!, ¡TE HABLAN DE ESA MANERA ¿Y LO UNICO QUE HACES EL BAJAR LA CABEZA?! – lo miraba con los ojos llenos de ira, ira porque no podía pensar en cómo librarse de esto si aquel chico que lo miraba asustado no se oponía.

- Ya te dije que… - y sus labios fueron aprisionado fuerte, casi dolorosamente por los de Changmin.

- Entonces…- susurró tétricamente Changmin sin despegar sus labios de los de Jaejoong, aun con su rostro fuertemente apresado por su mano derecha – yo puedo hacerte lo que quiera y tú no harás nada tampoco ¡¡¿DEJARAS QUE YO TE MANEJE A MI ANTOJO CUANDO ESTEMOS CASADOS AAH?!! – y tomándolo de cuello volvió a besarlo, igual de fuerte, igual de doloroso, descargando toda su ira en ese joven que al reaccionar lo empujó con una fuerza que pensó no tendría haciendolo trastabillar hacia atrás.

- No me toques infeliz… - Sus mejillas con los dedos de Changmin marcados de un rojo potente y sus labios hinchados, unos ojos que vieron con un tumulto de emociones que dejó en shock por unos momentos a Changmin “odio, asco, miedo, dolor, tristeza… ¿cómo rayos puede haber tantos sentimientos en sus ojos?”

- Si no quieres que te toque entonces haz algo por ti mismo y…

- No puedo… tú no entenderías nada aunque te lo explicara pero… no puedo desobedecer – y tratando de salir de aquella habitación y de aquella mansión Jaejoong pasó a Changmin, y abriendo la puerta sintió una de esas fuertes manos tomando su cintura y un susurro escalofriante al oído…

- Entonces prepárate… porque te haré la vida imposible Kim Jaejoong, haré que lamentes tu cobardía toda tu maldita vida – el agarre desaparece y Jaejoong tras esa puerta también, sin ver hacia atrás, conteniendo sus lágrimas.

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