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Dreams on Fire - Cap X: La máscara

X. La máscara.


Llevaba dos días ahí metido. Por supuesto que había comido, pero había mandado traerle la comida. No pensaba salir de la biblioteca hasta encontrar la respuesta que buscaba. Lo revolvió todo, señaló páginas que podrían darle ideas, inclusive profanó la sección llamada “prohibida” por su padre. ¿Prohibida? ¡Claro! Para los débiles. Sin embargo esos libros solo le habían dado ideas para torturar más a su capitán-muñeco y ahora también al consejero ese entrometido rebelde. Debían servirle también contra Yoochun, pero hasta que no encontrara la forma de vencer esa barrera que lo protegía no podría usarlas.

¿Cómo? ¿Cómo? ¡Maldita sea! ¿Cómo conseguir hacerse invulnerable al encanto que Yoochun había lanzado sobre él? Soy capaz de pactar con el mismo demonio con tal de tener una respuesta, se dijo a sí mismo, golpeando con fuerza el madero de uno de los libreros. El impacto fue tal que varios libros se desplomaron, desde la repisa más alta a la más baja, cayendo hasta el suelo. Aburrido, Min empezó a levantarlos. Estaba levantando el tercero cuando llegó. Fue tan sorprendente, tan repentino que apenas cabía en la mente de Changmin. Y sin embargo estaba frente a él. Una imagen de uno de los tradicionales trajes coreanos de teatro, pero éste era de mujer. Y parte del conjunto era una máscara que simulaba las facciones femeninas. Ésa era la clave. Quién iba a decir que la encontraría en un libro sobre tradiciones. Satisfecho con su hallazgo lo cerró y salió de la biblioteca. Pidió a un sirviente que recogiera los libros y a otro que le trajera arcilla suave y pintura del pueblo. Apenas logrando disimular la sonrisa en su rostro, regresó a su habitación y se dejó caer en la cama. Estaba agotado de tanto buscar, pero sus sueños se llenaron de dulce y satisfactoria venganza.

******
-¿Quién está ahí?
-Soy yo, majestad.
-¿“Yo” quién?
Cierto, había olvidado que el príncipe Yunho no lo conocía del todo, aunque hubieran compartido la misma cama varias veces.
-Kim Junsu, señor. Trabajo en el palacio desde hace cuatro meses como consejero del rey. O así le llama él a mi trabajo.
-Kim Junsu -repitió Yunho, calculador, -¿consejero del rey? ¿De cuál si yo estoy aquí?
-No sabría explicarle por qué usted no es el rey ahora, pero sí puedo decirle que su hermano lo puso aquí.
-¿Changmin?
Junsu asintió.
-Él es el rey.

Ahora recordaba el día de la coronación, como su padre había elegido antes de dar su último respiro que su primogénito no era capaz de gobernar y Changmin si. Lo desilusionado que se había sentido al enterarse, lo vacío que se había sentido los días posteriores, tirado en su cama sin salir de ella, y después…la oscuridad. No recordaba qué había pasado, sólo que alguien había entrado en su habitación, le había dejado comida en una mesa y se había ido. Ni siquiera miró quién era. No tenía hambre pero sí sed, y fue después de darle unos tragos al vino que todo se volvió borroso antes de oscurecerse por completo. Yunho sacudió la cabeza tanto como el grillete de su cuello se lo permitió, agitando las cadenas que tenía en los brazos.
-¿Se encuentra bien, señor? – el pelirrojo lo miraba, preocupado.
-Sí.
Ahora muchas cosas tenían sentido. Y aún lo asaltaban varias dudas, pero sabía que el tal Junsu podría respondérselas.
-Junsu…
-¿Sí, señor?
-¿Podrías decirme qué ha pasado?
-Me encantaría decírselo hoy, pero no tengo mucho tiempo. Sólo le traje algo de comida. El rey por fin salió de la biblioteca y si no quiero provocar más su ira será mejor que me encuentre en caso de que me busque.
-Entiendo – no, la verdad Yunho no comprendía mucho, pero era paciente. Tomó el plato que el otro chico le ofreció y empezó a comer.
-Vendré mañana con más comida y a explicarle todo.
-Está bien. Gracias Junsu.
-Lamento no poderle ayudar más que con comida, señor – añadió el pelirrojo antes de salir del calabozo.

*****

Al día siguiente el rey no salió de su habitación sino hasta ya empezada la noche. Era menos extraño que eligiera como reclusorio su habitación a la biblioteca, pero el simple hecho de quedarse encerrado y no dar orden alguna ponía a Yoochun demasiado alterado. Ya se había vengado de Junsu, y sabía que lo más probable era que su propio castigo por abofetear al rey estuviera cerca. Cuando el rey lo llamó a su habitación sabía que no debía bajar la guardia ni un segundo.
Llamó a la puerta, algo nervioso. Un seco “adelante” le llegó desde el interior y, tras tomar aire profundamente, entró en la habitación.

Changmin estaba frente a su escritorio, dándole la espalda a la puerta, sirviendo algo en unas copas.
-Siéntate- le indicó sin siquiera voltear a verlo. Yoochun obedeció, sentándose en el borde de la cama. Lo mejor era no provocarlo con una desobediencia. Pronto Changmin se giró y se acercó a él con dos copas llenas de vino en la mano. Le ofreció una.
-¿Señor?
-¿Qué? ¿De repente ya no te gusta el alcohol?
-No es eso – dudó Yoochun. Min estaba actuando como si nada hubiera pasado, demasiado normal, -¿no está enojado conmigo?
-¿Por qué habría de estarlo? – El rey lo miró a los ojos, - Ah, te refieres a aquél incidente. No te preocupes, lo he reflexionado todos estos días. Toma – volvió a ofrecerle la copa. Yoochun la tomó en sus manos y miró su contenido. Sonriendo, Changmin le dio un trago a la suya.
-Tenías razón, Yoochun. Eso de la sangre sonaba por demás repulsivo.
-¿De verdad?
-Sí. Te agradezco haberme detenido antes de hacer una tontería.
Más relajado, Yoochun asintió y le dio un trago a su copa.
-Me alegra que lo tomara así, majestad.
-Por supuesto- lo secundó el rey. Chocaron sus copas y siguieron bebiendo.

*****

-Y eso es lo más reciente que ha pasado. Después de eso el rey se refugió en la biblioteca y no salió hasta ayer en la tarde.
-Ya – respondió Yunho, saboreando los últimos trozos de pescado que Junsu le había traído, - tenemos que detener a Changmin.
-Lo mismo pensé. ¿Pero cómo, majestad? Tiene demasiado poder sobre nosotros, es capaz de cualquier cosa. Ya le conté como me castigó a mí y ya vio al capitán.
-Jaejoong…
El semblante de Yunho se oscureció. Junsu lamentó haberlo mencionado. Iba a hablar cuando el príncipe le robó las palabras de la boca.
-Hay que sacarlo de aquí.
-Eso mismo he pensado. Y una vez él este fuera, escapar todos. Pero no he encontrado una forma.
-Habría que distraer a Changmin. Mientras está distraído tú puedes liberarme y escapamos junto con Jaejoong.
-Claro. Pero hay un problema. Dos en realidad.
-¿Cuáles? – la situación parecía más compleja de lo que parecía y eso a Yunho no le gustaba. Junsu tragó saliva, se aclaró la garganta, buscando las palabras adecuadas, y habló.
-El más serio es que la llave de sus esposas la tiene el rey. No estoy seguro de dónde.
-Tendrías que averiguarlo por que como comprenderás yo no me puedo mover de aquí.
-Lo sé. El segundo problema es que el único que podría distraer al rey también es víctima.
-¿Quién? Ah, ya sé de quién hablas. Te refieres al poeta.
-Yoochun. Sí.
Yunho suspiró, frustrado.
-Al parecer tenemos que pulir bien nuestro plan. Mi hermano tiene que pagar muy caro su traición y todo lo que ha hecho.

*****

Deslizó lentamente la máscara sobre el rostro de Yoochun, quien ya había caído bajo los efectos del somnífero. No le había dado tanto como para matarlo ni para dormirlo, sólo lo suficiente para atontarlo. Una vez el poeta empezó a cabecear y sus ojos empezaron a entrecerrarse, Changmin sacó todos los materiales para su nuevo juego.
La hermosa máscara de mujer, que el mismo rey había confeccionado durante toda la mañana, dejaba al descubierto sólo desde el puente de Cupido hasta su barbilla, ni siquiera sus mejillas estaban al aire. Lo único del rostro de Yoochun que Changmin quería descubiertos, aparte de sus ojos, eran sus labios, y así estaban. Luego los hizo resaltar untándoles una mezcla de carmín y grasa de conejo.

Así, desnudo del torso, con su cabello negro hasta los hombros suelto, la máscara bien puesta y sólo una sábana cubriendo sus piernas, a modo de falda, el poeta parecía en verdad una doncella, algo deforme, pero doncella a fin de cuentas. Al menos para Changmin. Tirando de su mano lo levantó de la cama para llevarlo frente al espejo. Yoochun abrió los ojos y contempló la figura frente a él. Era una mujer muy extraña. Le llevó varios segundos comprender que era su propio reflejo lo que veía.

-Majestad – murmuró, su voz algo adormilada por los efectos del somnífero, - ¿qué significa esto?
Pero Changmin, parado detrás de él, lo acalló poniendo un dedo en sus labios.
-Es un nuevo juego que acabo de inventar, ¿no te gusta? –le susurró al oído mientras lo abrazaba por detrás para luego mordisquear su nuca, - a mi me encanta.
Yoochun no podía resistirse, sentía el cuerpo pesado.
-Eso… me duele un poco, majestad.
-¿De verdad? – la sonrisa siniestra del rey pronto hizo su aparición. Sin tomarse ninguna delicadeza arrojó a su nueva doncella a la cama, - tú mismo me preguntaste si estaba molesto y te contesté la verdad – continuó, saltando sobre él, - molesto no estoy, estoy más que molesto contigo. ¿Creíste que ibas a escapar de tu castigo, poeta? Ahora, para mí, eres una concubina más. Y supongo recuerdas cómo me gustaba jugar con ellas….
-¡No! – el chico concubina forcejeó, retorciéndose bajo el peso del rey. Quería defenderse, empujarlo con fuerza y correr pero su cuerpo no le respondía. De repente sintió como una mano le cruzaba la cara, casi incrustándole la máscara en la mejilla.

-¿Te gustó eso, preciosa? Te encanta darlas, ¿qué te parece recibirlas?-repitió la acción, ahora en la mejilla derecha, para luego darle otra en nuevamente en la izquierda, derecha, izquierda, varias veces. La máscara no era lo suficientemente gruesa para servirle de protección, ni lo suficientemente delgada para que le doliera menos. Con cada nuevo golpe, Yoochun sentía que se le iba el aire y que poco a poco le agrietaba los huesos.
Ya que Changmin se dio por satisfecho con las bofetadas, y ya que Yoochun dejó de resistirse, el rey sujetó sus muñecas con una cadena que llevaba en el cuello, gruesa, más que la otra que aún traía bajo su ropa, y la apretó de un tirón, haciendo que el pelinegro gritara de dolor. Después empezó a mordisquear la piel de su pecho.
-No importa que estés plana, preciosa. Así me encantas – rió antes de morder uno de sus pezones con fuerza. Yoochun volvió a gritar. Intentó zafar sus manos para defenderse, pero el forcejeo sólo le causó más dolor en sus muñecas.

Pronto las mordidas se convirtieron en rasguños por los costados de su cuerpo mientras el rey besaba sus labios, lascivo. Intentó no corresponder a sus besos pero como castigo recibió una mordida en su labio inferior. Era como si quisiera arrancarle la carne de la cara. Pronto el sabor acre de la sangre inundó su boca y un gemido ronco del rey llenó sus oídos. La sangre lo excitaba, era como un tiburón. Jadeaba de dolor mientras escuchaba como Changmin buscaba algo en la mesa de junto. No tardó en saber lo que era al sentir como el hierro frío cortaba ligeramente su hombro, para luego sentir los labios del rey succionándole esa zona, saboreando el rojo. Después sintió como repetía la operación en su vientre, justo arriba de su ombligo, y en sus brazos. Apretó los párpados con fuerza, intentando resistir tanto dolor. Cuando volvió a abrirlos se encontró el rostro del rey frente a él, sus labios enrojecidos y escurriendo.
-Sabe dulce.
Luego lo besó dándole a probar su propia sangre una vez más. Desesperado, Yoochun empezó a patalear, pero sus piernas aún seguían algo entumidas.
-¡Quieta, zorra! – vociferó Changmin, y esta vez le propino un golpe seco en la mejilla, sobre la máscara.
-¡Basta! ¡Basta señor! ¡Me duele! – gimió Yoochun al sentir un nuevo golpe en su otra mejilla.
-¡Cállate ya, zorra! – volvió a golpearlo dos veces más. Con ese tratamiento Yoochun ya estaba bastante aturdido. Tanto que dejó de quejarse y de forcejear. Las sienes le palpitaban y las heridas le ardían como fuego.
Victorioso, Changmin se desnudó, alzó la sábana que servía como falda y tiró de las piernas blancas para acomodarse entre ellas. No se tomó la molestia de prepararlo, quería lastimarlo y así lo hizo.
-¡Aaagh!
Entre los gritos desesperados de Yoochun, Changmin lo invadió con fuerza, embistiendo hasta el fondo, desgarrándolo mientras sujetaba sus piernas, clavándole las uñas. El dolor que le causaba, sus gritos de dolor, el sabor de su sangre al volverlo a besar volvían loco al rey. No tardó mucho en alcanzar el clímax.


-Y tú decías que no eras una doncella lista para ser corrompida – sonrió, levantándose y poniéndose una bata. Luego se inclinó sobre él y le quitó la cadena que sujetaba sus muñecas. Sonriendo, comprobó que marcas moradas muy oscuras habían quedado en ellas.
-Yo te acabo de demostrar lo contrario, Yoochun –añadió, quitándole la máscara, - Espero que con eso hayas aprendido quién manda aquí. Puedes volver a ser mi poeta, o si prefieres, puedes permanecer como mi concubina. Como tú elijas – y con todo el cinismo del que era capaz, besó sus labios, despacio. Luego se encerró en el baño.

Yoochun apenas lo había escuchado. Le dolía todo el cuerpo, pero más que nada le dolía aquélla zona entre sus pierna. Intentó girarse para no poner peso sobre su trasero para aliviar un poco el dolor y se encontró de frente con la máscara femenina. Los bordes interiores de ésta, así como sus mejillas, estaban manchados de ocre, sangre que se estaba secando. Cerrando los ojos con fuerza para borrar aquélla imagen de su mente, Yoochun esperó a que el agotamiento y el dolor lo consumieran y lo llevaran a la inconsciencia.

13 Comentarios:

  1. ;-; pobre de yuchon oppa yo lo curaré... senti tan feo... changmin eres malo ;__;.. estas castigado D:!! -o-
    mi yoomin ;O;!!!! *le gusta pero sintió feo*

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  2. maritza12/12/2009

    QUE violencia changmin porque eres asi con michy y con junsu esta muy interesante porfavor sigue esta bueno este fic no tardes porfavor

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  3. Anónimo12/12/2009

    asdfsdge

    como me maten a mi amado changmin.... ire a penar a la autora ò_ó

    xDDD




    minzote eres malote,,,,muy malote, y sexy si sip...pero ya parale....kiero yoomin pero yaaaa no tan violento T_T

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  4. *p* (lado depravado)

    "esta muriendo me dejaste impactada... me encanto"

    Y_Y (lado consciente)

    "pobre Chunnie, Min feo Y.Y "

    waaaaa esperop el prox capo


    bye *3*

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  5. Jae*zabel12/13/2009

    Pero... pero... Changmin!!!!!!!!!!!!!
    como es posible que le haya echo eso a Chunnie???.. aunque aquí entre nos me encanta este fic...
    No me gusta lo que hace Min, pero tampoco quiero que lo maten TTuTT o que le hagan algo más...

    Siguelooo
    Besuuus
    Jae*za

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  6. T_T te amamos min pero... como que tambien no queremos que hieras a nuestro ratón ni al pobre pato pero por otro lado... xD quien nos entiende

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  7. hola

    este min no se como le hace pero siempre se le ocurren cosas muy malvadas y siempre termina lastimando a alguien acaso puede existir ser mas perverso que chagmin

    aunque nos haga sentir miedo, ganas de matarlo y mucho cosas mas siempre terminamos pidiendo mas de este fic

    en fin siguiente capitulo....Saludos!

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  8. Jejejeje gracias por seguir leyendo despues de tanto, chicas n.n y solo puedo decir que Changmin me da miedo: es un sucio perverso y me hace quedar mal XD pero que bueno que les gusta.

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  9. "el poeta parecía en verdad una doncella, algo deforme, pero doncella a fin de cuentas"

    ¬¬

    oieme que te pasa!!
    si mi chunie fuera doncella seria la mas bonita del pueblo ...te voy a... aish de veras he.. ahora si que me trataste muy mal a mi chunie ;____________________;

    inche chagmin kmo se le ocurre lacerar a mi pobre conejito *buaaa* y aunque a mi chagmin no me da mello, mmm.. tal vez porq kmo dices es un sucio perverso y me hace quererlo mas.. XD obvio tambien quererlo patear por hacerle semejate cosa a mi chunie ;_;

    lo unico q me alegro de ese capo fue que yunhi ya esta recuperando sus sentidos y ya no sta como "zombie usable" XD

    *O* genial el fico seguire leyendo

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  10. Miyu-Chan2/02/2010

    Admito que me pareció más cruel de parte de Changmin matarle los patitos a Junsu que partir en dos a Yoochun ahahahahah xDDDDDDDDDDDDDD

    Asdf me encanta me encanta *__*!!

    El Yoomin fue cruel, si, pero me parecio al mismo tiempo sexy *__*! Amo el Yoomin, de cualquier forma xD! Sea violento o no

    yeah baby! xD

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  11. OMO! Changmin te amo *W*!! Dios se que suena sinico pero me encantoo , oh my gosh!! hasta parece vampiro el niño ._.

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  12. Anónimo2/28/2014

    aaahhhhhh nooooooo como.le ha hecho eso a mi Chunnie la idea eara que aun con un plan Chang Min cayer rendido por los juegos y seducciones de mi bebe aaahhh

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