KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Sweet cap 6

Yoochun miró fijamente a través de la vitrina en la cual se encontraban los celulares. “Son teléfonos caros”. Examinó las etiquetas de precios y casi se le cayeron los ojos debido a la impresión. Eran celulares ¡EXTREMADAMENTE caros!.

Se dio media vuelta y caminó hacia Changmin, quien interrogaba al vendedor que se encontraba detrás del mostrador. Sujetó la manga de su camisa y el adolescente se giró para mirarle, una vez más su rostro poseía una expresión de molestia total.

- ¿Encontraste uno? - preguntó.

- No necesito un teléfono... – Dijo Yoochun en un tono serio.

- Te voy a comprar uno…el teléfono es gratis…No tienes que preocuparte por devolverme el dinero…- Dijo Changmin girándose hacia el vendedor nuevamente.

- No… - Yoochun respondió con firmeza.

Changmin detuvo sus pasos y se volteó lentamente para enfrentar a Yoochun. – ¿Qué dijiste?.

- Dije, que no necesito un teléfono…Aunque no tenga que pagar por el…es demasiado.

Changmin entrecerró los ojos. – Eres mi sirviente y atiendes mis necesidades, sin importar dónde estés, sin importar que sea lo que estés haciendo. ¿Cómo esperas cumplir con tus deberes si ni siquiera puedo contactarte?... – durante todo ese tiempo Yoochun permaneció en silencio. – ¿O esperas que yo te vaya a buscar?.

Yoochun tan solo desvió la mirada y se mordió la lengua.

- Nos llevaremos este… - Dijo Changmin señalando un celular tan blanco como la nieve que se encontraba bajo el vidrio de la vitrina.

***

Yoochun y Changmin se subieron al auto sin pronunciar una palabra, ignorándose por completo y esto perduró hasta que llegaron al apartamento. Changmin jugueteó todo el camino con el nuevo teléfono de Yoochun. Mientras la puerta del apartamento se cerraba a sus espaldas, Changmin le entregó el celular a su nuevo dueño.

- Toma, está listo… - Dijo Changmin. – Estoy en marcado rápido así que no tienes que preocuparte por recordar mi número…

Yoochun se fijó en su nuevo teléfono con una mirada de desesperación en los ojos. – Eh…Gracias… - dijo entre dientes y lo guardó en su bolsillo.

- ¿No lo vas a probar?.

Yoochun miró estúpidamente a Changmin. – ¿Eh?.

- Es un teléfono caro, ¿No quieres ver lo que puede hacer? – preguntó Changmin mientras sacaba una lata de té helado con sabor a limón del refrigerador.

- Ehh…cierto…- Dijo Yoochun e inmediatamente sacó su celular y comenzó a presionar botones como un loco.

Changmin frunció el ceño mirando a Yoochun desde la cocina. “Dios, No me digas que nunca ha tenido un celular…” Pensó mientras caminaba en silencio por detrás de Yoochun.
- ¿Qué demonios haces? – una voz susurró mientras un par de brazos le rodearon logrando que Yoochun saltase debido a la sorpresa y casi dejase caer su celular.
- ¡No hagas eso! – Gritó Yoochun mientras se libraba de aquél *abrazo*.
Changmin solo frunció el ceño un poco más y le arrebató el celular a Yoochun. Lo observó por un rato, su mirada se intercalaba entre el celular que se encontraba en su mano y un nervioso Yoochun. Una sonrisita se escapó de entre los labios de Changmin.
“Oh, ¡Maldita sea!” hizo eco en la mente de Yoochun. “¡¡¡¡Él sabe!!!! ¡¡¡él sabe!!!”.
Changmin lo miró con la misma sonrisita en su rostro usualmente neutro.
- Tu… - comenzó. – No me digas que…
- ¿Qué? – Yoochun se espabiló.

Changmin dejó escapar una pequeña risita antes de continuar, logrando que Yoochun se estremeciese un poco. Era la primera vez que Yoochun había oído un sonido tan parecido a una risa salir de entre los labios de Changmin. –No me digas que…¡Nunca has usado un celular!.
“Mierda” Yoochun maldijo en su mente.
Yoochun suspiró y bajó su cabeza en señal de vergüenza. - ¿Era tan obvio? – preguntó en voz baja.
Changmin se cubría la boca con la mano libre para contener la risa, mientras con la otra mano volteaba el celular para que la pantalla quedase frente a Yoochun. – El teléfono sigue cerrado… - Dijo Changmin dejando escapar otra pequeña risita. – A pesar de todos los botones que apretaste… - Añadió antes de estallar en risas.

Yoochun levantó su cabeza para enfrentar a Changmin con un enorme puchero. -¡No es gracioso!.
- ¡Si lo es! – dijo Changmin entre un mar de risas.
Yoochun continuó con su puchero, sus brazos cruzados malhumoradamente a través de su pecho. Nunca se había sentido tan insultado en su vida. Changmin se encontraba respirando lenta y profundamente para lograr calmarse. Después de todo, soltarse de esa forma en frente de un sirviente no era su estilo.

- ¡Eres tan lindo Yoochun! – Changmin le dio una palmadita a Yoochun en la cabeza, como un dueño lo haría con su mascota.

Entonces con una gran sonrisa en el rostro le devolvió el teléfono a Yoochun, lo que logró que Yoochun se sintiera extremadamente incómodo y de alguna forma se sintió más molesto de lo que ya estaba. No estaba acostumbrado a ver a un Changmin que irradiase felicidad.

- No es mi culpa, mi familia no podía costear un celular… - murmuró mientras se sentaba junto a Changmin en el sofá, en todo momento sus ojos se encontraban sobre aquella pequeñita pantalla y sus dedos se movían a través de las teclas. – Ni siquiera teníamos un teléfono de casa…

Otra sonrisa se escapó de los labios de Changmin. Yoochun era tan divertido, de hecho extremadamente divertido. Nunca se había reído de esa forma desde…desde…bueno, nunca lo había hecho. Su familia era demasiado tensa para cosas graciosas, en realidad no hacían cosas juntos. Llevarse bien, reír y bromear entre ellos, la risa, ser feliz o siquiera demostrar algún tipo de emoción para ellos era visto como una debilidad.

Changmin exhaló y se desplomó en el sofá, encendiendo la TV le lanzó un fajo de dinero a Yoochun. El dinero lo golpeó justo en la cabeza y aterrizó cuidadosamente a su lado.

- Auch…– Yoochun se quejó mientras tomaba el dinero y fijaba la vista en el. Su aparente mirada dolor fue inmediatamente reemplazada por una mirada repleta de confusión. - ¿Para qué es esto?.

***

Yoochun murmuró pequeñas maldiciones en voz baja mientras caminaba por la calle en dirección al edificio de su nuevo departamento, el cual y por cierto, estaba a casi un kilometro de distancia…o más, juzgando por el tiempo que le tomaba el caminar hasta allá. Levantó las bolsas de plástico llenas de provisiones y continuó caminando por la calle.
- Maldito seas Changmin… - maldijo en voz baja. Había sido una caminata realmente agotadora hasta ese entonces y muy pronto esperaba encontrarse con una colina, la que nunca es divertida de subir, especialmente con bolsas llenas de provisiones. Además, las tiritas de las bolsas se estaban volviendo cada vez más finas y comenzaban a dañar las palmas de sus manos.
Yoochun recordó la conversación que tuvo antes con Changmin.

El fajo de billetes había caído a su lado, después de golpearlo en la cabeza. Lo recogió confundido y comenzó a sentir un poco de dolor justo en la parte de su frente en donde el dinero le había golpeado.

- ¿Para qué es esto? – preguntó sosteniendo el dinero.

Changmin estaba cambiando los canales de manera perezosa y ni siquiera se molestó en mirar a Yoochun cuando le contestó. – Comprar provisiones…

- Oh, está bien… - Yoochun dijo animadamente. - ¿Cuándo vamos? – preguntó mientras comenzaba a contar el dinero.

- Primero que todo… - comenzó Changmin mientras se estiraba y miraba a Yoochun con su habitual cara de molestia y seriedad, su anterior expresión feliz había desaparecido. – Nosotros no vamos a ninguna parte…Ahora “Tú” por otro lado.. – señaló a Yoochun. – vas a ir a comprar las provisiones… - dijo.

- ¡¿Eh?! – exclamó Yoochun. - ¡¿Solo?!.

- No esperas que yo, tu amo, cargue todas esas bolsas pesadas ¿cierto? – Changmin preguntó con un tono de voz que irradiaba molestia.

- No señor… - Yoochun bajó su cabeza en señal de derrota.

“¡¿POR QUÉ YO?!” gritó mentalmente.

Changmin le entregó a Yoochun una pequeña nota. –Esa es la lista de las cosas que necesitamos – dijo.

Yoochun tomó la nota y estaba realmente sorprendido al ver lo corta que era. Repentinamente, la nota se desdobló dejando a Yoochun completamente atemorizado. La lista era unas 10 veces más larga de lo que era en un principio.

- ¿Quieres que compre todo esto? – preguntó sin ser capaz de cerrar la boca por completo, debido al asombro.

Changmin lo miró de reojo, un destello malicioso emanaba de sus ojos. – Fighting – dijo con demasiada felicidad, hasta levantando la mano de manera cute antes de volver la vista hacia el televisor y localizar en este su programa favorito.

Yoochun refunfuñó un poco más mientras regresaba a casa a paso seguro. El camino de regreso lo llevó a través de un parque con juegos para niños, el cual se encontraba justo a un lado del departamento. Como era bastante tarde por la noche, Yoochun no esperó encontrarse con alguien en aquel parque. Pero mientras caminaba, pudo distinguir la familiar silueta de alguien y la voz de una persona cantando.

Yoochun detuvo su andar y agudizó sus oídos para escuchar aquel canto apenas perceptible. Y entonces lo entendió-

- ¿Junsu?.

La silueta que se columpiaba se detuvo y miró hacia arriba para poder ver quien le llamaba. Los ojos de ambos se abrieron aún más por la sorpresa.

- ¿Yoochun? – Dijo Junsu mientras pestañeaba un par de veces para asegurarse de que no fuese un sueño. No lo era. - ¡¿Qué estás haciendo aquí?!.

Yoochun sonrió. – ¡Regreso de hacer las compras! – levantó las bolsas de provisiones. - ¿Qué haces tú aquí?.

Junsu le devolvió la sonrisa y contestó. – Tan solo me columpio…

- En un parque, ¡¿Tan tarde por la noche?! – Yoochun preguntó con sospecha mientras se sentaba en el columpio que se encontraba a la derecha de Junsu. - ¡Ni siquiera vives cerca! – pensó por un momento para luego agregar. - ¿O sí?.

Él rió nerviosamente. – Si, vivo cerca… - señaló otro edificio que se encontraba hacia el este. Yoochun apenas pudo percibir el rojo descolorido de aquel edificio ya que cada vez se hacía más oscuro.

- Y… - comenzó y miró hacia el cielo, el cual comenzaba a adquirir un tono oscuro. – Estaba pensando…

- ¿Pensando? ¿Pensando en qué? – preguntó Yoochun mientras se balanceaba ligeramente en aquel columpio, levantando un poco tierra al mover sus pies.

- en ti… - Dijo Junsu dirigiendo la mirada hacia el chico que se encontraba a su lado para luego desviarla debido a la vergüenza.

Los ojos de Yoochun se abrieron de par en par y se detuvo de inmediato. - ¿Eh? – fue todo lo que pudo decir. No sabía que más decir, tampoco como reaccionar. ¿Se suponía que debía estar molesto?, ¿Feliz?.

– Así que…eh…. – Comenzó Junsu y estaba a punto de continuar cuando-

=Haruban nibhang ichim igo dwaego shipo~ Oh baby=


Yoochun casi se cayó de aquel columpio debido a la sorpresa. Su bolsillo izquierdo estaba vibrando y aparentemente también cantando. Su teléfono. Luchó por sacar el teléfono, estaba aún sonando cuando finalmente pudo abrirlo pero aún así no contestó. En lugar de contestar, tan sólo se quedó observándolo.

Era Changmin.

¿Acaso debía responder?.

- ¿No vas a contestar? – preguntó Junsu.

No.

El teléfono dejó de sonar, y todo lo que quedó fue el eco de aquel ringtone en sus oídos.

Yoochun le entregó el teléfono a Junsu.

- Apágalo…

***
Changmin sostenía tensamente el teléfono mientras sonaba. Estaba llamando a Yoochun. Se suponía que debería haber regresado hacía ya una hora. Changmin miró por la ventana. Ya estaba oscuro y podía ver las luces de la ciudad iluminando aquel cielo oscuro. Con aquellas luces el cielo se parecía al de un amanecer, pero ya basta de luces.

¿Dónde demonios estaba Yoochun?.

- Este es el buzón de voz… – Changmin cortó la llamada. Yoochun no contestó. Se quedó observando el teléfono por un rato. Sí lo había enviado a comprar algunas provisiones. Miró por la ventana fijándose en aquel supermercado que se encontraba justo al cruzar la calle detrás del edificio. “No hay forma de que pudiese perderse. ¡Ni siquiera está a 500 metros de distancia!”.

- Qué carajos… - maldijo mientras presionaba el botón *redial* para volver a marcar. Esta vez fue dirigido inmediatamente al buzón de voz de Yoochun. Colgó otra vez y lanzó el teléfono sobre el sofá, se sentía completamente frustrado. El teléfono estaba apagado.

“¿Dónde demonios está Yoochun? ¿Acaso puedo sucederle algo?” Imágenes de Yoochun siendo secuestrado, atado, amordazado y probablemente siendo violado en aquel mismo instante pasaron por su mente.

- Si le sucedió algo malo, hubiese llamado. Tiene un celular… - Changmin se dijo a sí mismo y tomó asiento en aquel sofá tratando de relajarse.

- Es un novato en cuanto a celulares…puede que ni siquiera sepa cómo llamar o contestar… - Su conciencia se hizo presente en su cabeza.

- No es tan idiota… - se dijo a sí mismo.

“¿O sí?”

Changmin se tomó un momento con aquel último comentario. Para asimilarlo. Yoochun podía ser un cabeza hueca en ocasiones, pero no era tan idiota como para no ser capaz de contestar una llamada.

O ¿podría ser lo suficientemente tonto como para no querer contestar el teléfono?

“Después de todo sí lo enviaste a comprar todas esas provisiones por su cuenta…” Dijo su conciencia una vez más.

- Él es mi sirviente. Yo soy su amo. Se supone que el debe hacer lo que le ordene…y ¡La tienda está justo ahí! – Changmin le dijo a aquella sala vacía mientras señalaba en dirección a la tienda que se veía desde su ventana.

“Fue cruel e inhumano”.

- No fue cruel ni inhumano… - Protestó Changmin. Sacudió su cabeza. Se estaba volviendo loco, estaba hablando consigo mismo. Algo que nunca antes había hecho en su vida.

“él pudo ser secuestrado por gangsters…podrían estarlo lastimando en este momento…”

Changmin cerró sus ojos, tratando de calmarse. Estaba comportándose de marera ilógica.

“ O peor…” aquellas palabras hicieron eco en su mente,

Como maldiciones.

Changmin se levantó inmediatamente, agarró su teléfono, su abrigo y salió disparado del apartamento sin pensarlo dos veces.

***
Junsu examinó aquel celular blanco que tenía en sus manos con una mirada de asombro en su rostro.

- ¡Este teléfono acaba de salir al mercado! – exclamó y se lo devolvió a Yoochun. – Debió costarte una fortuna…

- No tienes idea… - Yoochun respondió por lo bajo mientras guardaba el teléfono.

- Así que, ¿Quién te llamaba? – Preguntó Junsu. - ¿Una chica?.

- ¡¿Eh?! – Yoochun miró horrorizado a Junsu. - ¡¿Una chica?! ¿Por qué pensarías eso?.

- Bueno… - comenzó Junsu. – Tan solo suponía que probablemente alguien tan genial y apuesto como Yoochun tendría muchas novias…

Yoochun sacudió su cabeza. –No soy ese tipo de persona…

- ¿Enserio? -. Dijo Junsu y miró pensativamente a Yoochun. – Entonces…¿Qué tipo de persona eres? ¿Leal a tan solo una persona?.

Yoochun escarbó en el suelo con sus zapatillas y frunció el ceño. – No sé… - Contestó. –Nunca he pensado en eso…

- ¿Oh? – la boca de Junsu tomó la forma perfecta de una “O”. - ¿Por qué?.

Yoochun miró a Junsu y sonrió de manera nerviosa. – Bueno, nunca he estado en una relación seria con alguien… - dijo Yoochun, aún escarbado el suelo. – Ni siquiera he salido en una cita con alguien…

- ¡¿Enserio?! – exclamó Junsu. Estaba tan shockeado que hasta se paró de aquel columpio. Yoochun avergonzado asintió con la cabeza.

- Así que… Supongo que ¿soy la primera persona que se te ha insinuado abiertamente? – Yoochun asintió nuevamente, su cabeza estaba encorvada tan hacia abajo que probablemente era capaz de mirar bajo sus piernas.

Repentinamente, Yoochun vio un par de zapatillas frente a él. Miró hacia arriba encontrando a Junsu quien estaba de píe y le sobrepasaba en altura. El rostro de Junsu ya no tenía ese aspecto de horror fingido y sorpresa, en lugar de eso, su rostro lucía triste y agotado.

- ¿Junsu?.

Pero Junsu no contestó. En su lugar, envolvió a Yoochun en un fuerte abrazo.

- ¿Junsu? – Yoochun le llamó inciertamente. No estaba seguro de qué hacer en ese tipo de circunstancias.

- Tan solo un poquito más… - Susurró Junsu. – Quiero permanecer de esta forma por un poco más…

***
Changmin se puso la chaqueta a toda prisa, y corrió escalera abajo con dirección a aquella tienda. Cruzó la calle, tratando de no lucir como un fugitivo, empujó las puertas de la bien iluminada tienda 7-eleven. Fue directo a la caja registradora y golpeó el mostrador con la mano logrando que los dulces que se encontraban en la vitrina vibrasen en sus envases.

La chica detrás del mostrador lo observó por sobre su revista, con una mirada de molestia. Pero logró contenerse y preguntar en un tono de voz similar a uno amable.
- Si ¿En qué puedo ayudarle señor?.

- Has visto a un hombre de esta altura, cabello negro, ojos café oscuro. Usaba una sudadera y pantalones blancos… - describió a Yoochun sin detenerse a respirar.

La chica frunció el ceño y miró el cielo raso como si estuviese pensando, luego respondió en un tono de burla, ella dijo – Nop~.


Changmin sintió como su estomago se retorcía. - ¿Estás segura? – preguntó con evidente urgencia en su voz. La chica asintió.

- Sí, estoy segura. Nadie ha venido desde esta tarde.

Changmin inmediatamente salió de la tienda y dejó a la chica observándole.

- Eh, ¡De nada! - gritó en aquel mismo tono de burla mientras la puerta de la tienda se volvía a cerrar.

Changmin corrió hacia el otro lado de la calle, hacia la entrada de su edificio. La chica dijo que nadie había entrado a la tienda desde la tarde, lo que significaba que Yoochun ni siquiera había ido a la tienda. Miró a su alrededor, hacia las calles y las aceras, esperando encontrar a Yoochun caminando en su dirección, con aquella usual sonrisa feliz.

Solo se estaba haciendo ilusiones…

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