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Arualthings

Ruby Red Kiss cap 5


Changmin

Estoy sentado frente a mi Laptop. En nuestra casa. No tengo mucho tiempo para entretenerme, porque debo dormir, mañana tenemos trabajo, de hecho, debería estar durmiendo ya. Pero ni siquiera puedo concentrarme en escribir un mísero email.

Yoochun se ha ido de casa sin despedirse nada más soltar sus cosas. Y a mi, sin saber por qué, me ha invadido el pánico. Se que Yoochun tenía que ir a visitar a su familia que se acababa de instalar en su propia casa, esta maravillosa y nueva casa para la que llevaba ahorrando casi desde que comenzó su carrera y puso un pie en Seoul.

Aún así... también tenía en mi mente las palabras de Yoochun en las vegas y eso me recordaba que no había vuelto a “ella” desde hacia un tiempo. Lo sé, porque vivo con él. Paso la mayor parte de mi tiempo con él. Pero Yoohwan me ha llamado mientras cenábamos. No he podido coger el teléfono entonces. Sólo es una llamada perdida. Pero no tengo el coraje de devolverle la llamada. Porque sé lo que me va a decir.

Ahora se que Yoochun ya no está en su casa. Pero el solo hecho de pensar que esté ahora mismo con ella me tiene tan angustiado que a penas puedo concentrarme en respirar.

No es que Yoochun no lo haya hecho antes... solo que ahora me resulta más... más difícil. El sólo hecho de imaginarle besándola a ella como lo hizo conmigo. Me está ahogando.

Apoyo ambos codos sobre el escritorio y hundo mi cabeza entre mis manos. Ahora lo entiendo todo. No había pensado en ello antes, pero... en realidad, no es que no me importara con quién estuviera Yoochun.

Es que simplemente contaba con esto otro.... contaba con que yo soy diferente para él.
No sé por qué.

Aunque la tuviera a “ella”, nunca me importó demasiado o eso creía yo, porque aún no había pasado nada entre Yoochun y yo.... es como si.... todo este tiempo hubiera asumido que se acostaba o estaba con otras personas, solo porque no estaba conmigo. Mi corazón parecía disculparle así.

Pero ahora... después… después de todo.... estoy aterrado ante la idea de que vuelva con ella. De que toque otra piel habiendo tocado la mía... es aún más doloroso.

Internamente, con los ojos cerrados, intento ignorar la brillante luz de la lámpara de mesa, rezo sin querer porque el sueño me alcance y no encontrarme aún despierto cuando Yoochun vuelva a casa.

¿Qué excusa pienso darle ahora a mi corazón?

¿Qué excusa puedo darle a mi olvidado corazón para que no se encoja de dolor cuando le mire de nuevo a los ojos?


Maldigo entre diente cuando escucho la puerta de casa. Y casi sin pensar apago la luz quedando a oscuras. Un poco sobresaltado, escucho los pasos de quien sé que es Yoochun acercándose a su habitación, justo en frente de donde esta mi asiento.

No sé si es mi propia percepción, pero parece que tarda una eternidad en llegar...parece avanzar tan despacio....que sin darme cuenta mi piel se ha erizado, sabiendo que pronto veré su silueta aparecer por el marco de la puerta al fondo del pasillo, llenando de calidez la oscuridad.

No puedo evitar mirar en esa dirección. Y, efectivamente, veo su figura, inconfundible para mí. Siento que el corazón me da un vuelco al verla.

No es sólo apreciación mía... realmente apenas avanza.... de hecho... se detiene, y lleva la cabeza gacha.

Estoy congelado en mi asiento, mirándole sin apenas respirar. Cuando escucho un extraño sonido. Como si se ahogara....

¿está llorando? Yoochun..?

Se echa las manos a la cara y dobla la espalda hacia delante...

¿qué demonios le pasa???

Puedo notar las palmas de mis manos sudar sobre mi regazo por el nerviosismo.

No sé qué hacer...

Quisiera saber qué le ocurre... qué ha pasado... si puedo ayudar... tantas cosas...

Y aquí estoy, clavado a la silla, angustiado, desesperado..... sin saber qué hacer. Ahora puedo escuchar un sollozo y noto como mi corazón se parte en mil pedazos como un vaso de vidrio.

.....quiero que las palabras salgan de mi boca, que mi cuerpo cobre vida.... pero

En ese momento sale Jaejoong del cuarto que comparten juntos. Jaejoong tiene el sueño muy ligero, probablemente.

- Yoochun?- Susurra. Mira a Yoochun desconcertado.-¿Qué te ocurre? ¿Estás bien? Te duele algo?

Yoochun agita la cabeza pero ninguna palabra coherente sale de sus labios.

Jaejoong se agacha junto a él, pacientemente y en silencio, rodeando sus hombros con un cálido abrazo. Parece a punto de decirle algo, pero se detiene.

“Jaejoong ayúdame....ayúdame”

Entonces Jaejoong se inclina sobre él para llevarle a su habitación. Sus lágrimas no dejan de caer, volando hacia el suelo, perdiéndose en la oscuridad después de resplandecer con la tenue luz por unos instantes.

Puedo ver de pasada la expresión preocupada de Jaejoong antes de desaparecer de mi vista.

NO es la primera vez que le he visto llorar, que le veo desmoronarse, pero nunca de este modo... A pesar de tener un carácter emocional y sensible en ocasiones, Yoochun conmigo siempre ha intentado hacer de hyung, ser el fuerte como ha intentado ser para Yoohwan. Siempre me ha ofrecido su sólido hombro en el que apoyarme en cual yo siempre me he esforzado por no necesitar.

Sólo me gustaría saber... por quién son sus lágrimas esta vez.



Yoochun


Sé que no debo....pero no puedo parar de mirarle. De desearle. No puedo dejar de observarle. Cada gesto que hace, ahora que conozco su cuerpo, no dejo de verlo cada vez que le miro, cada vez que escucho su voz... recuerdo sus gemidos.

Me estoy volviendo completamente loco.

La presión en el trabajo es máxima para la preparación de nuestro siguiente disco koreano. Pero yo no estoy en lo que tengo que estar.
Me recuerdo a mí mismo, hace años, al poco de debutar, cuando no sabía más que pensar en mí mismo. Yunho me ayudó a cambiar eso.

Estoy y no estoy aquí. Gracias a la costumbre y los años, puedo trabajar por inercia... pero.... simplemente no puedo concentrarme en nada que no tenga que ver con él.

Changmin sigue igual que siempre, pero... mi vida, se ha vuelto del revés.

No he cumplido los plazos que me había propuesto para mis propios proyectos... solo puedo seguir esforzándome por continuar los proyectos conjuntos.

Estamos a punto de traspasar una barrera, un escalón más en nuestra lucha por el éxito... y yo apenas puedo mantenerme despierto.

Porque incluso despierto, sueño y te veo entre mis brazos. Recuerdo el tacto de tu piel morena y ardiente bajo mis dedos, la seda de tus finos labios, el abrasador calor de tu aliento en mi boca.

SI cierro los ojos puedo notar la increíble sensación de tu piel deslizándose sobre la mía... la humedad de tu cuerpo.... me envuelve, me atrapa.... estoy lleno de ti.

No puedo seguir con mi vida y sólo... porque no soy capaz de odiarte lo suficiente.

Tengo noticias de Sungyeon y ella ya ha empezado a salir de su casa de nuevo, a vivir un poco de nuevo. Parece que, a diferencia de mi, recuperar nuestra relación la ha salvado de algún modo del agujero en el que estaba metida.

Pero mis palabras, mis intenciones sinceras para con ella de apenas unos días.... son la mentira más difícil de mantener que he dicho en mi vida.

De hecho... creo que apenas fui capaz de mantenerme fiel a mis palabras unos pocos minutos.

Pensaba que las intenciones lo eran todo, si eran sinceras.

Pero no contaba con el hecho de que mi corazón ya no es mío.... ni siquiera le pertenece a ella, tal y como solía creer antes.

Mi corazón, hace años que tiene un solo dueño. Un ignorante y delicioso dueño. A quien me niego a darle lo que es suyo. Aunque parezca escaparse de mi cuerpo cada vez que le observo.

Ha dejado de ser un secreto para Jaejoong, quien antes bromeaba con ello. Pero ahora aparta la vista para no mirar.

¿Tanto le duele mi vergüenza?

¿Tanto le avergüenza mi naturaleza?

¿Una sorpresa, amigo?

Si, para mi también, Jaejoong.

Pero ahora no puedo dejar de odiarle....

Te odio Changmin....

Aunque estas palabras me suenen a una profunda mentira.

No puedo evitar resentirte el hecho de que hayas echado por tierra de un plumazo... todo este tiempo que pasé reprimiendo este torrente de sentimientos, tanto tiempo volviéndole la espalda a la verdad. Dispuesto a dejarla enterrada en lo más profundo de mi, para siempre.

Y ahora, sólo porque permití que hicieras de mi cuerpo tu capricho....mi vida nunca volverá a ser la misma.

Un solo resbalón... un solo bocado de ese manjar de dioses que es tu ser... ha bastado para hacerme perder la cordura.

Reventaste de un solo golpe las puertas de esa presa que había formado para suprimir el amor y el deseo insano que siempre he albergado por ti. Y ahora fluye libremente por todo mi cuerpo, envenenándome... cada día, cada noche.

Llevamos toda la semana con los photoshot para las revistas de este verano. Pronto cambiaremos de look para las fotos del nuevo disco. Y cada vez que has de colocar tu mano sobre el cuerpo de Jaejoong siento que el cielo me está negando el aire.

Aunque intento disimularlo todo lo que puedo, estoy más pendiente de tus movimientos que nunca.

Cada vez te veo más rodeado de mujeres y eso me tiene sin apenas dormir o comer, y estoy perdiendo peso.

Hasta hoy.

Ahora que estoy en este pasillo, asomado a la puerta de nuestro camerino, porque tardas en llegar. Y estoy viendo a esa modelo sobre ti. Tú miras distraído hacia el techo, con un gesto de completa indiferencia, mientras ella está saboreando tu piel con gusto a vainilla.

Una sonrisa tan amarga como la hiel se rompe en mis labios.

¿Dónde está la voz del culpable?

¿Dónde el derecho del pecador?

¿Dónde está la voluntad del impasible?

Dónde... mi derecho a alejarte de ella.

Que alguien me diga... dónde está porque si no detengo esto... moriré pronto.

Que alguien me dé una mínima razón, que me de el derecho que muero por tener, para alejarla de ti.

Tan solo los suspiros de ella son más sonoros que mis jadeos de rabia. Está visiblemente excitada, el perfume de tu piel le está intoxicando, haciéndola perder el autocontrol poco a poco y sin remedio.

Si.

Sé como se siente.

Lo sé.

Yo conozco esa sensación.

Por dios....detente.

De pronto, me estás mirando.

No sé como pero tus distraídos ojos se han posado en mi.

Y te incorporas de la pared en la que has estado recostado. Sin dejar de mirarme.
No sé que gesto tengo en mi cara ahora mismo, pero no quiero que lo veas.

Por primera vez ni siquiera puedo controlarlo. Giro sobre mis talones y entro apresuradamente a nuestro camerino. Buscando la manera de no caer redondo al suelo. De evitar tirar de mi cabello sin control, de convertir todo lo que hay en este cuarto en pedazos.

De que salga por mi garganta todo lo que mi corazón está gritando... tan alto que apenas te oigo entrar en la habitación tras de mi.

Intento coger aire. Jugar conmigo quizá no te haya traído consecuencias. Pero yo no puedo seguir con mi vida como lo hacía antes. Me muerdo el labio inferior sin atreverme a volverme hacia ti, haciendo mi mejor esfuerzo para no deshacerme en lágrimas.

No sé como lo estoy consiguiendo cuando al fin me hablas.

- hyung, ¿Me estabas esperando?- Me dices con esa melodiosa, cortante y dulce voz.

-Si, salimos en 5 minutos.- Le dije sin saber si mi voz se quebraría a media frase.- Te dije que no me volvieras a llamar así.- Dije en voz baja, apenas audible, pero él lo escuchó.

- Eso no es normal hyung.....- continuó el con una cruel sonrisa en sus labios.- normalmente siempre nos toca esperarte a ti a los demás... – Sé que tienes razón... ¿Y QUË?

- Que no se vuelva a repetir. – Digo en el tono de voz que más sencillo me resulta usar. Imperativo. Comienzo entonces a toquetear cosas del tocador para que no notes mi negación a girarme.

- Bueno... me hubiera dado más prisa... si hubiera sabido qué hacer con esa chica....- me dijo en un tono curioso.

Cuando decido girarme, intentando por todos los medios reprimir la indignación por tu comentario, me di cuenta de que estabas ya muy, muy cerca. Tanto como para notar el calor de tu cuerpo contra el mío.

Levanto la vista lentamente, preguntándote en silencio qué esperabas que te dijera.

- Bueno hyung... esperaba que me enseñaras... como se hace con las chicas.-Dijiste con ese tono felino que no usabas fuera de las salas de grabación.- Dónde... hay que tocar...- decías con esa semi-sonrisa indefinida, que me hubiera gustado borrarte a la fuerza. Si mi deseo por ti no me estuviera nublando la razón en estos instantes.- qué les gusta más a ellas....

Estirabas las “S”´s como una serpiente al avanzar... y así como un pequeño ratón estaba hipnotizado con tus enormes ojos color miel. Sin darme cuenta, tus manos estaban sobre mí, acariciándome... y santo cielo no me había dado ni cuenta porque, por necesidad, mi cerebro llevaba días intentando reproducir tu toque tan intensamente y a cada momento, que ya era como si me tocaras cada día.

Dejé que mi cabeza se recostara sobre tu mano. Que mi cuerpo respondiera a las caricias que recibía en zonas de mi cuerpo donde las recibiría una mujer. Las siento en mi cuello, en mi cintura. Pero igualmente mi traicionero cuerpo las recibe ansioso.

- así... lugares secretos... – siseabas suavemente.- como cuando la tocas a “ella”....

Nunca me había preguntado por qué siempre te referías a Sungyeon de aquel modo, pero siempre supuse que era tu inteligente manera de esconder su identidad cuando ambos hablábamos sobre ella con gente alrededor. Pero sin saber por qué, ese tono en el que pronunciaste ese pronombre... llevaba un tono diferente.

Hasta ese momento estuve a punto de tocarte, pero me detuve bruscamente.

SI posaba mis manos sobre ti, no sabía lo que te haría. De hecho, ni siquiera debería estar permitiendo que esto ocurriese. Mi cuerpo te había aceptado con tanta naturalidad que asustaba.

Como si lo hicieras cada día, como si yo lo estuviera esperando...

Apartando la vista de ti, me erguí un poco donde estaba, intentando sacudir de mí ese gesto de placer y abandono que me había invadido súbitamente.

-Cada mujer es diferente, Changmin, cada una tiene sus propios secretos... eso es algo que has de descubrir tú mismo.- le dije sinceramente, obviando su acercamiento de hacia unos instantes, haciendo que se alejara tan sólo un poco.

Después de dirigirme una mirada que me negué a ver, giró sobre sus talones, y tras coger algunas cosas se dispuso a salir de allí, justo cuando vino alguien del personal, a avisarnos de que teníamos que salir ya.

- Al fin y al cabo.- añadí ahora , más tranquilo.- Descubrir esos secretos... es lo interesante de estar con ellas, o no, Changmin?- Le pregunté bromeando.

- Yo sólo quiero acabar deprisa.- murmuró entre diente justo antes de salir del lugar. Dejándome completamente desconcertado.




Changmin


Yoochun no me necesita. Ahora que ha vuelto con ella no me necesita.
Ni a mí ni a nadie más.

Después de pasar los mejores días de mi vida, entregándole mi cuerpo...y al final... Tal y como me escupió en aquél baño... mis sueños de ser su amante, aunque fuera tan sólo un día más, se quedaron en las Vegas. Todo quedó allí. Como uno más de sus polvos con los que mata el tiempo.

Y ahora, ella había ocupado el lugar que por derecho le pertenecía. En algún lugar de mi mente, donde no quería reconocerlo, de alguna manera sabía que la relación entre ellos no estaba del todo acabada. A pesar del comportamiento de Yoochun.

Tenía la infantil esperanza de que compartir la cama conmigo supusiera una diferencia.

Que trascendiera de algún modo para él. Sin duda había conseguido ya de Yoochun más de lo que esperaba...si.

Y no tengo miedo de reconocerlo.

Mi encuentro con él, tal y como esperaba me ha dejado ganas de más...

.....Pero de mucho más.

Algo que con tristeza comienzo a entender, es que... Yoochun no es tan mío como esperaba.

Y no es que no lo supiera ya.

Lo que yo quiero, es que Yoochun, al menos... me desee como yo le deseo a él, que tenga ansias de más, así como las que yo tuve necesidad de saciar con él.

Que me corresponda. Del modo que sea.

……
Changmin se había escondido tras el concierto en una sala que ahora se usaba para almacenaje de atrezzo, al parecer. Estaba a oscuras porque no quería llamar la atención. Tenía que ser capaz de controlar sus emociones antes de que alguien se diera cuenta.

Se incorporó para salir de aquél lugar, pensando frente a la oscura pared del lugar, unos instantes, antes de moverse. Notó unas manos rodeando su cintura, lenta pero inexorablemente. Un cuerpo se acercó al suyo en la penumbra y unos labios le susurraron al oído.

-Changmin.....

-¿Qué haces?- Changmin se había sobresaltado pero al segundo reconoció la voz de su compañero.

-Algo te ocurre.- Dijo aquella voz acariciando su oreja. Pero Changmin no le quería cerca.

-Me dijiste que no volverías a tocarme.- Le recordó Changmin fríamente.

-Ya sé que te dije que no quería saberlo, pero...- Continuó él ignorando las palabras de Changmin.

-Suéltame ya...- intentó zafarse de las fuertes manos que apresaban su cintura.

-Pero tienes que decirme quién es... tengo que saberlo...- susurró con angustia aquella voz presionando sus labios contra la piel de su cuello.- Al menos dime eso.

-No me hagas esto ahora... dijiste que no volverías a...- Unos labios en su cuello le interrumpieron.

-Sabes que no puedo... lo necesito..- sollozó él aún susurrando, mientras besaba la piel de Changmin de nuevo.

-Basta...- suplicó Changmin en un hilo de voz mientras aquella familiar lengua trazaba una línea vertical sobre su cuello.

-¿Qué puedo hacer? Sabes que tu eres el único que...- continuaba esa profunda y suplicante voz, interrumpida por el súbito movimiento de Changmin quien se giró hasta quedar frente a él.

Ambos se miraron intensamente a los ojos en la oscuridad.

-Acordamos que esto se iba a acabar.- Le dijo Changmin con palabras lo que le decía con la mirada.- Lo escuché de tu boca, de hecho.

-Changmin, yo...- se interrumpió a sí mismo.- .. no puedo evitarlo... yo.. –mientras intentaba encontrar las palabras, sin haber soltado por un momento la cintura de Changmin se echaba sobre él, obligándolo a retroceder hasta la pared tras de ellos.-¿Qué es lo que te disgusta de mi, eh?- Le preguntó con un tono más agresivo en la voz, rozando sus labios contra la morena mejilla de Changmin. Se separó de nuevo.- ¿Qué tiene de malo lo que te doy?- Preguntó buscando esta vez sus labios. Changmin rápidamente giró su cara para evitarlos.

Permaneció con su cara vuelta, fríamente y en silencio sin mirarle a los ojos.

Su compañero se quedó en silencio, como si hubiera recibido una bofetada con el silencioso rechazo de Changmin.

-Changmin...- gimió dolido mientras besaba su cuello con hambre.- No me hagas esto... –suplicaba con voz rasgada.- ... al fin y al cabo, dime, te toca él así?- pregunta mientras pasa su mano acariciando el miembro de Changmin por encima de los vaqueros que lleva puestos, sintiendo aún mas la urgencia de sus deseos al notar el pequeño temblor de sorpresa de Changmin al notar el roce.

“Sí”

Susurró Changmin, sus palabras casi inaudibles. EL otro detuvo toda acción, levantando la cabeza para mirarle, encontrando la mirada de Changmin perdida en algún lugar... muy lejos de allí.

Changmin por su parte, ni siquiera notó el cambio de humor de su anónimo pretendiente hasta que no se vio obligado a girar de vuelta su cuello forzado por las manos que sujetaron rápidamente su cara.

Aquél hombre le miró a los ojos intentando adivinar donde se encontraba su mente.

A pesar de las rudas acciones de su compañero, Changmin sabía que él jamás le forzaría realmente a nada... intentaría seducirle, convencerle... suplicarle, pero jamás forzarle. Porque lo que deseaba era provocarle placer, así obtendría él el suyo.

Se quedaron de nuevo unos minutos mirándose a los ojos, leyendo la mirada del otro.

-¿Es eso lo que ocurre?- preguntó con una mezcla indefinida de temor y enfado en su voz.- ¿Te has acostado con él?- Los ojos de Changmin le contestaron sin necesidad de palabras.

Changmin notó como las yemas de sus dedos se hundían en la trémula carne de sus mejillas.

-¿Le diste... lo mismo que a mi?- Ahora el hombre intentaba controlar su desazón... enfado y ofensa al mismo tiempo en su temblorosa pregunta. Intentaba contenerse porque sabía perfectamente que no tenía derecho a reclamarle nada.

Absolutamente nada.

“Si”

Y aunque intentara disimular la pura satisfacción que le provocaba responder afirmativamente a esa pregunta... no podría esconderlo.

-Tienes que decir.....-Antes de que terminara ya había sido interrumpido con la respuesta.

-No. De ninguna manera.- Se negó Changmin categóricamente.- Ya te lo dije. No insistas.

- Pero tengo que saberlo...... ahora estáis juntos o...- Esas palabras hicieron daño a Changmin en un lugar que no sabía identificar.

-Él... ya tiene a otra persona... también te lo dije.- tuvo que reconocer, bajando la mirada.

-¿Cómo dices??- Notó como sin quererlo, su compañero presionó más sus mejillas con sus suaves manos. – Te tiene a ti y aún así......

-Déjalo... soy yo el que está fuera de lugar... cuando me di cuenta de esto ya era demasiado tarde... además él no sabe que le deseo desde hace tiempo... intenté decírselo pero....- Changmin se interrumpió.- no me hagas hablar de esto.

-Changmin es que..... Simplemente no puedo creer que finalmente te atrevieras a tomarle....cómo te sentiste?
-No.. no lo sé...-Intentó explicar Changmin tratando de esconder su cara, confuso de sus propios sentimientos.

-Vamos...- Dijo su acompañante con una sonrisa lasciva en sus labios, pasando su pulgar por encima de los de Min, lentamente.- He visto salir de esa boca, los deseos más tórridos, impuros...que jamás he escuchado....vas a hacerme creer que de pronto..-

-Fue mejor aún de lo que esperaba. Mucho. Mucho mejor...-La burlona y traviesa sonrisa de su acompañante se borró de pronto. Changmin le miró esta vez con los ojos nublados por sus propios sentimientos.- Ahora... no sé que hacer... le necesito de nuevo..... le necesito...- murmuraba como una letanía.

Aquél hombre forzó un furioso beso sobre los labios de Changmin, pillándole por sorpresa. Lanzando su cuerpo violentamente contra el de Changmin, hasta dejar su cuerpo atrapado entre él y la pared. Un pequeño quejido se escapó de los labios de Changmin cuando su espalda chocó contra la pared.

-Entonces dime...si tanto desesperas....si sabes que no podrás tenerle entonces.... dime por qué no puedes aceptarme en su lugar?- Changmin intentó forcejear aunque levemente, pero se vio agarrado fuertemente por las muñecas.- Si no vas a dejarme ayudarte, si no vas a tener lo que deseas...-levantó una de sus largas y suaves manos para tocar suavemente el cabello de Changmin, uno de esos mechones rebeldes junto a su pómulo.-...si sólo tu puedes complacerme como nadie más puede...eh? - esperó una respuesta buscando la mirada de Changmin, pero éste la apartó rápidamente hasta cerrar los ojos.-dime....Dime porque me frenas... porque me frenas ahora.....no ves que realmente te necesito?- El hombre, con un tono de desesperación en su voz, hablaba con sus labios pegados al tenso cuello de Changmin, mientras respiraba trabajosamente. En ese momento, soltó una de las muñecas de Changmin de su agarre y deslizó su mano entre ambos hasta alcanzar de nuevo el miembro de su joven compañero una vez más, por encima de las telas del pantalón negro y holgado que llevaba. A Changmin se le escapó un involuntario jadeo.-....y tu cuerpo.... me necesita también...

-No..- susurró de nuevo Changmin sin apenas aire para respirar.- Le necesito a él.

Pudo escuchar un gruñido de frustración por parte de su compañero y le soltó y se apartó de él al mismo tiempo.
Sin aún abrir los ojos, Changmin permaneció con su cara vuelta hacia un lado, incapaz de afrontar esa mirada que casi podía notar sobre él. Suspiró cuando le escuchó alejarse de allí.

Changmin entonces, notándose solo al fin, se llevó las manos a la cara. Sentía desesperación suficiente como para hacer temblar su cuerpo como una hoja al viento.

Con las manos cubriendo su cara, pudo al fin notar la humedad cayendo entre sus dedos.

Él tenía razón. Nunca más tendría a Yoochun, y la espera y la incertidumbre le acabarían volviendo loco. Pero...aún así... Changmin nunca se había sentido cómo engañándose a sí mismo. Yoochun era lo único que quería.

….


Yoochun llevaba un tiempo tratando de evitar el volver a encontrarse con Sungyeon. Pero teniendo en cuenta lo ocupado que estaba, había sido más como alegrarse internamente de encontrarse lejos de ella que realmente hacer algo para no verla. Habían hablado por teléfono, no obstante, y cada palabra de amor había dolido al pronunciarse como una espina clavada en su carne.

Por su parte, Changmin parecía estar cada día más distante. Su chico favorito se estaba alejando de él. Era quizá lo que necesitaba para escapar de su embrujo, pero..al menos.. quería saber de él. Cómo se sentía, si tenía problemas con las coreografías, las grabaciones. Changmin era muy difícil de descifrar si no hablaba. Y nunca expresaba sus quejas en voz alta.

Ahora Yoochun se sentía como si perdiera la confianza para acercarse a él como siempre y preguntarle qué le inquietaba.

Tenía miedo de lo que le respondiera. Y ahora él tampoco podía ser completamente sincero.

Ahora ambos ocultaban algo. Ahora ya no podía contárselo todo, hablar libremente. No quería volver hacia atrás como un cangrejo y perder así como así la confianza con Changmin que le había costado tanto tiempo ganar.

Un par de veces en esta misma semana, había intentado Yoochun acercarse a él, hablarle al fin. Pero una de las veces de nuevo le había sorprendido en algún pasillo, dejándose tocar por alguna mujer. A la segunda se había detenido y se había preguntado....¿Qué podría hacer si no sabía contenerse? Si se perdía en el color y la intensidad de sus ojos, o si los celos le arrebataban toda discreción y acababa por soltar alguna frase llena de amargura, reprendiéndole por dejarse profanar por esas manos ajenas y anónimas.

¿Qué haría entonces?

No tenía derecho alguno.

No tenía la seguridad de saber cómo se comportaría en su presencia. Por eso ahora, en su solitaria habitación de hotel le recordaba. Sentado en aquél sillón, con la vista nocturna de Taiwan frente a él. Casi podía sentir de nuevo su piel y sus labios bajo los suyos. Podía recordar vívidamente la sensación de sus fuertes brazos acercándole más y más a su cuerpo hasta que no quedase ni una brizna de aire entre ellos.

Moría por sentir aquello de nuevo.

Levantó la cabeza de golpe un poco desconcertado y se encontró sentado sobre el sillón. Se había quedado dormido de nuevo soñando con su adonis de caramelo.

Tenía el pelo revuelto, la camisa desabrochada, salida y arrugada, los pantalones abiertos y una pulsante y dolorosa erección entre las piernas. Resopló y le echo un vistazo a su cajetilla de cigarrillos para encontrarla vacía. Tirándola a un lado se levantó para ir al baño. Con los ojos aún semi cerrados por el sueño, entró al baño sin encender las luces, pero se detuvo al notar que una tenue luz iluminaba una parte de la estancia, al igual que un agradable olor a algo que se estaba quemando. Olía a vainilla.

Abrió los ojos y entonces recordó que cada dos suites compartían habitación. El baño se componía de dos partes separadas, como dos baños, unidas por una inmensa bañera redonda, y una pared móvil sobre ella.

Escuchó unos ahogados gemidos en el silencioso lugar, y agua removerse. En seguida, al asomarse por la pared movible pudo ver la causa de los extraños sonidos. Sus ojos nunca vieron espectáculo semejante.

La redonda bañera estaba llena de agua caliente, con espuma en la superficie. Velas con olor a vainilla ardían sobre diferentes puntos del baño, iluminando al hombre que ocupaba la bañera.

No era otro que Changmin, que con su piel morena brillante por la humedad, se retorcía y movía sensualmente dentro del agua, auto complaciendo su cuerpo con calma.

Changmin se había dejado ir, se había liberado por completo, sabiéndose solo. Y se movía y convulsionaba con una infernal sensualidad emanando de su cuerpo. La boca de Yoochun se secó en segundos, al escuchar su propio nombre surgir en forma de erráticas plegarias de los labios de semejante obra maestra de la naturaleza.
En momentos como éste Yoochun estaba seguro de estar de acuerdo con Junsu cuando decía que Changmin no era de este mundo.

Aquella situación no le dejaba pensar en si quería quedarse o irse, en si interrumpirle o no, simplemente notaba como cada bocanada de aire que tomaba abrasaba su cuerpo al escuchar su nombre salir de aquellos labios sin descanso.

Su propia respiración se hizo trabajosa y casi dolorosa a cada movimiento del cuerpo de Changmin. Había perdido la noción del tiempo cuando Changmin sacudió sus caderas hacia arriba, sacando su enfurecido miembro del agua. Aquella erótica visión junto con la manera en la que Changmin torcía y colocaba los labios, sus brillantes ojos a medio cerrar. Yoochun no pudo reprimir un ronco gemido, descubriendo su presencia.

Changmin abrió los ojos como si hubiera visto un fantasma. Deteniendo su juego bruscamente, observando los oscuros ojos de Yoochun observándole. Sin duda estaba más sorprendido que avergonzado de haber descubierto a Yoochun allí.

-Hyung....- murmuró Changmin sin dejar de mirarle, mientras se incorporó en la bañera, cuya agua sólo le cubría hasta pasada la rodilla.

Toda la cordura de Yoochun se quedó entonces diluida entre toda esa espuma aquel baño de vainilla. Su propia razón le abandonó, cuando sus ojos vieron el cuerpo desnudo de Changmin empapado de agua caliente, restos de blanca espuma cayendo sinuosamente por sus perfectas curvas, esculpidas para la admiración y el pecado. Yoochun estaba seguro de que si se hubiera criado toda su vida en un convento, ya fuera hombre o mujer, si se hubiera encontrado en esta situación ahora mismo, sin estos millones de ideas impuras cruzándole la mente a la velocidad de la luz, sin duda se le habrían ocurrido igual en este instante.

Yoochun abrió sus gruesos labios para humedecerlos con su lengua. La sed le estaba matando.
Y el agua que necesitaba era toda esa que había quedado sobre la piel de Changmin.

Su joven tonsaeng tembló ligeramente bajo la mirada oscura e intensa de Yoochun.
Aquella penetrante mirada era sin duda atemorizante, entonces, por qué Changmin sentía su miembro endurecerse aún más bajo ella?

Changmin dejó escapar un suspiro entrecortado por el exceso de excitación en su cuerpo.

Yoochun movía sus dedos unos contra otros, las yemas de sus dedos picaban de irritación por no estar ya recorriendo esa piel de arriba abajo.

Cuando Changmin abrió la boca para decir algo, se interrumpió al escuchar algo parecido a una risa de su hyung.

-Changmin. Te aseguro que he intentado por todos los medios humanamente posibles ser un buen hyung para ti.- Comenzó a decir, acercándose paso a paso al borde de la bañera- Lo he intentado más o menos conscientemente casi cada día desde hace años.

Yoochun no rompía el contacto visual que tenía a Changmin clavado en el sitio, mientras hablaba en un tono rasgado e imponente, haciendo temblar las piernas de Changmin bajo el agua.

 ¿Y de qué me ha servido? Todo mi esfuerzo... todo mi sufrimiento... todos mis intentos por dejar de verte como te veo y tratar de verte como a Yoohwan, como a Junsu, como a Yunho, Como a Jae...... Tu simplemente consideraste oportuno asaltarme aquella noche en las vegas.... y liberaste a la bestia que hay en mi. Esta bestia perversa y oscura que se mantenía oculta, muriendo literalmente de hambre por ti. ¿crees que no me di cuenta de lo que intentabas aquella noche en nuestro cuarto cuando comenzaste a quitarte la ropa?

Changmin entonces tembló visiblemente en la bañera.

-Pensé que después de aquello te rendirías con tu estúpido e ignorante capricho de hacerme tuyo.
-Yoochun rió irónicamente- Pero no.... Nuestro pequeño Changmin no se quería ir sin su dulce. Y no contento con eso ahora....

-Hyung... yo no...

-Silencio.- Dijo simplemente Yoochun mascando las palabras. - ¿era esto lo que imaginabas?- preguntó Yoochun sacándose la camisa de dos movimientos, dejando su torso al descubierto. Changmin ya no le miraba a los ojos.

 ¿Era esto lo que veías hace un momento?-Preguntó de nuevo deslizando pícaramente sus pantalones por sus caderas, dejándolos caer al suelo, al borde de la bañera. Changmin ahora diversificaba su mirada rápidamente entre los ojos de Yoochun y su cuerpo, incapaz de dejarlos en un lugar.

 Era esto lo que querías tocar? Besar? - decía mientras liberaba su miembro de la ropa interior mientras se lo ofrecía sin pudor alguno a Changmin quien no sabía como reaccionar. Su piel ardía producto de su propia excitación y los vapores calientes del agua en la que se encontraba.

Yoochun rió de nuevo.- ¿sabes si quiera lo que quieres Changmin?

Changmin entonces le interrumpió.

-Claro que sé lo que quiero hyung..... lo tengo muy claro desde hace tiempo...te quiero a ti.- Dijo mientras se acercaba lentamente, estudiando la mirada y la reacción de Yoochun mientras se acercaba.

Cuando estuvo cerca del borde, antes de que le diera tiempo a decir nada más, notó la mano de Yoochun en su nuca empujando su cabeza con fuerza hacia su palpitante miembro que le esperaba empuñado en la mano izquierda de Yoochun.

Antes de que le diera tiempo a protestar, notaba el miembro de Yoochun moverse entre sus labios. Nunca había hecho algo semejante, pero le habían hecho esto muchas veces y también vio como aquella chica en las vegas se lo hizo a Yoochun delante suya. Estaba seguro de tener alguna idea al respecto... solo que no tenía mucho tiempo para pensar ya que el ritmo que llevaba Yoochun era demencial. Solo podía escuchar sus propios gemidos ahogados, mientras humedecía toda la extensión con su lengua y apretaba los labios contra la cálida y firme carne de Yoochun.

Escuchaba gemir a Yoochun como nunca le había escuchado hacerlo. Y una leve sonrisa se formó en sus labios a pesar del trabajo que realizaba.

No era lo que había tenido en mente, pero rodeó las caderas de Yoochun con sus brazos para tocarle allí donde pudiera y provocarle incluso más placer si era posible.

¿Y qué si era un juego?

¿Y qué si Yoochun era su capricho?

¿Por qué Yoochun lo pronunciaba con desprecio como si tuviera algo de malo?

¿Acaso no le deseaba él también?

Cuando las embestidas de Yoochun contra su boca se volvieron erráticas, con mucho esfuerzo Yoochun se aparto de él, jadeando como si no pudiera dar un paso más en una maratón. Intentando controlar sus impulsos con su mayor esfuerzo.

-No entiendes que no sabes donde te metes al intentar provocar a Park Yoochun?- Consiguió decir al fin Yoochun mientras recuperaba el aliento y entraba al fin en la bañera. Changmin retrocedió unos pasos instintivamente hasta que Yoochun le alcanzó y le sujetó con ambas manos del cuello, con firmeza y suavidad.- he sido permisivo contigo... hasta ahora...- dijo con tono amenazante.- te he dejado cruzar la línea... esperando que supieras parar a tiempo, pero tú....

-No quería detenerme hyung... dime por qué has de decidir tu por mi?

Al fin y al cabo este es mi Changmin – pensó Yoochun al escucharle replicar con ese ímpetu a pesar de que podía ver en sus ojos que estaba intimidado.

No pudo más que lanzarse a sus labios para besarle con fervor, mordiendo los finos labios del menor, intentando atrapar su boca en la suya, castigando con sus mullidos labios la hambrienta boca de Changmin que sacaba su ansiosa lengua para recibirle.

Entre ciegos besos y desesperados suspiros, faltos de aire y de paciencia, alcanzaron el borde de la bañera y aprovechó entonces Yoochun para bajar sus manos hasta las caderas de Changmin. Piel resistente y tersa como el raso. Rápidamente Yoochun mordió y besó su cuello y su torso, con el mismo ímpetu que Changmin hiciera aquella primera noche. Cuando escuchó los gemidos de placer del chico, alcanzó rápidamente una toalla de mano cerca de ellos y la sumergió en el agua. Una vez empapada la ató alrededor de los brazos de changmin, cerca del codo.

-Esto no es necesario hyung.- dijo Changmin calmadamente.- no me moveré si no quieres....

-Shhh.- dijo Yoochun contra los labios de Changmin, aprovechando para besarlos. Una vez con los brazos a la espalda, Yoochun hizo sentarse a Changmin en el borde de la bañera. Siguió besando su cuerpo mientras se agachaba dentro de la bañera, acariciando sus muslos y deleitándose en los suaves gemidos que emitía casi sin poder controlarlo.

Al llegar a su ombligo y seguir bajando ignoró el miembro de Changmin, que tembló levemente implorando atención. Con una maligna sonrisa en sus labios, Yoochun siguió besando la ingle de su tonsaeng, dispuesto a cumplir cada una de sus fantasías, comenzando ahora.

-¿De verdad querías saber cuales eran mis deseos desde el principio? ¿Lo que quería de ti?- retaba Yoochun sacando su lengua para atender la suave bolsa de un tembloroso Changmin que se había olvidado de como se hablaba.

-Mi cuerpo es tuyo hyung.......ahhh haz conmigo lo que q-quieras...- suspiró sencillamente Changmin. Yoochun frunció el ceño y se concentró aún mas en su tarea, bajando aún más su lengua por la secreta piel de Changmin, quien terminó por recostarse completamente sobre el suelo del baño, al borde de la bañera, sus piernas sumergidas en la cálida agua de la bañera.

Changmin suspiró una vez mas al notal el frío en la superficie del suelo del baño, mientras una traviesa y cálida lengua jugaba con el anillo de su entrada, presionando y humedeciendo el lugar con cariño.
La posición, con sus manos atadas a la espalda sin duda era algo incómoda pero las sensaciones eran incomparables. Repetía el nombre de su hyung sin parar en un quejido. Y a Yoochun se le estaba yendo la voluntad de hacer con él lo que planeaba.

Poco a poco las atenciones de Yoochun se volvieron más demandantes y levantó una de las piernas de Changmin para tener un mayor acceso a ese lugar escondido del cuerpo de su amante que siempre había deseado explorar.

El cuerpo de Changmin temblaba de nerviosismo y excitación, haciéndole avergonzarse por ello. Changmin trataba con todas sus fuerzas de controlar los temblores de su cuerpo pero su cuerpo se negaba a obedecer.
En un momento dado, Yoochun comenzó a observar la parte del baño correspondiente a la habitación de Changmin intentando encontrar algo que Changmin se hubiera traído consigo para su fiesta privada. Se fijó en la toalla enrollada que servía para apoyar la cabeza y descubrió un botecito color malva dentro. Sonriendo, alargó la mano para cogerlo. “vanilla kiss” decía en el envase.
“Perfecto” pensó Yoochun.
El mayor se incorporó dentro de bañera, resurgiendo entre las piernas de Changmin. El pequeño le seguía con la mirada, algo azorado y tardó en fijarse en el bote que Yoochun llevaba ahora en la mano, hasta que abrió el tapón y derramó algo de su interior sobre sus dedos lentamente.

-Tsk tsk...- bromeó Yoochun.- Changmin.... niño malo..... de donde has sacado estas cosas?- preguntó Yoochun sonriendo.

Pero detuvo momentáneamente sus acciones al ver como Changmin se enrojecía visiblemente y sin remedio al escuchar sus palabras.
Entreabrió levemente los labios, aún incapaz de controlar los temblores de nerviosismo en su cuerpo, con sus mejillas doradas teñidas de un arrebatador rojo.
Ese rostro avergonzado unido a la visión de Changmin en esa postura de ensueño, estuvieron a punto de provocar a Yoochun un orgasmo tan sólo por contemplarle.

Respirando aún más agitadamente, Yoochun continuó con su operación, dejando el bote a un lado, y dirigiendo sus indecisos dedos hacia la ya húmeda entrada de su hermoso tonsaeng, mientras no dejaba de mirarle a los ojos. A Changmin le costaba mantener el contacto visual, mientras Yoochun se disponía a acariciarle de aquél modo tan íntimo, pero Yoochun rogaba con su mirada que no dejara de observarle.

Con su dedo índice, al fin alcanzó el lugar que ansiaba, y presionó sin aviso hasta abrirse paso. Changmin convulsionó un poco su cuerpo ante la inesperada intrusión, pero en seguida dejó escapar un prolongado quejido de necesitado placer, que derritió a Yoochun aún más por dentro.

Dejó que su índice se moviera libremente por el cálido interior de Changmin, haciéndole desearle aún más si eso era posible.

Pronto Changmin comenzó a mover descaradamente sus caderas para acompasar los movimientos de su agradable visitante, y apenas notó cuando Yoochun introdujo un segundo dedo, tan sólo empujando sus caderas en éxtasis, sin dejar de temblar ni quejarse. Yoochun ya tenía que sujetarse de la fibrosa pierna doblada de su deseado amante pues le costaba mantenerse en su lugar, con aquél imponente cuerpo moviéndose sin ningún control, arrastrando su frágil mano con él.
Yoochun no recordaba en qué momento comenzó a gemir él también, con torpes manos ahora, echó más lubricante con embriagador olor a vainilla sobre sus dedos, sin dejar de moverlos en el interior de Changmin. Y sin poder evitarlo ya, con su mano derecha comenzó a cubrir su miembro también, provocando una involuntaria sacudida de sus propias caderas al notar la sensación.

Changmin despertó levemente del pequeño trance en el que estaba inmerso, al notar que los dedos de su hyung abandonaban su cuerpo.

Yoochun empuñó su propio miembro con firmeza y respiró profundamente mientras se acercaba a Changmin, dudando ahora de si tendría el temple suficiente de aguantar la presión del cuerpo de Changmin en una situación como aquella, cuando prácticamente la entrega y la sola visión de Changmin en aquél estado, con su cuerpo brillante por la humedad, le empujaban sin remedio hacia el borde de su orgasmo.

Perdido en sus dudas momentáneamente no se dio cuenta de los terribles temblores del cuerpo de su chico hasta que no se sujetó de su cadera con una mano para mantener el equilibrio y tener un punto de apoyo.

Le miró a los ojos y un escalofrió recorrió la espina de Yoochun como una descarga eléctrica. Changmin le miraba implorante, sus jadeos sin ritmo alguno, su cuerpo temblando involuntariamente, aún con sus mejillas enrojecidas, intentando recuperar el aire.

Yoochun se dio cuenta de que no tenía nada que decir. Por nada del mundo se detendría en ese momento. Cuando sus cuerpos se rozaron, Yoochun jugó antes tentativamente con la entrada de su amante y el extremo de su miembro, haciendo que Changmin casi llorase de placer y anticipación.

Finalmente, Presionó con fuerza, pero la tremenda sacudida del cuerpo de Changmin ante la sensación le hizo salirse de inmediato, Yoochun, desesperado por volver a sentir la sensación que había notado durante segundos, decidió sujetar a Changmin de las caderas con ambas manos y apretar con fuerza hasta la mitad del camino.

Changmin gritó de dolor por la invasión, mientras Yoochun acariciaba su vientre. Changmin intentó buscar la mirada de su hyung, asustado.

-Duele....- murmuró sorprendido.

-Claro que duele..- respondió Yoochun con un enorme esfuerzo y la voz ronca. Y cogiendo aire y nuevas fuerzas siguió entrando lentamente hasta el final.

-Aahhh...- gritó Changmin confundido y asustado.- Hyung! Duele! - reclamó, gimiendo de dolor.- para! Para, duele!!! he dicho que duele!

-Creí que era esto lo que querías...- la intención de Yoochun era que sus palabras sonaran sarcásticas pero sólo salían como un quejido desesperado y ronco de su garganta... la sensación de su miembro presionado por ese ardiente calor, le estaba robando toda coherencia y le costaba mantenerse quieto casi tanto como respirar. Si se movía aunque solo fuera un poco en ese mismo momento, terminaría en ese instante.

-Pero... de verdad .. Yoochun no puedo soportarlo, no puedo, de verdad.. aggh duele demasiado.. me haces daño.... para...Sal, sal!

Yoochun rápidamente se inclinó sobre él para evitar que se moviera y se hiciera más daño.

-¿Crees que tu no me hiciste daño a mí?- Preguntó Yoochun con furia. Changmin pensó que se refería a las vegas, Yoochun se refería a todas esas mujeres con sus asquerosas manos sobre él en las últimas semanas.

Changmin comenzó a llorar. No era esa su intención, pero las lágrimas saltaron de sus ojos sin su permiso. NO tenía ningún gesto especial en su cara, pero las lágrimas caían.

-H-haz lo que quieras..- susurró Changmin sin nada más que decir, relajando su cuello todo lo que podía echándolo hacia atrás. Yoochun le miró más dolido aún que él, mientras comenzaba a morder dulcemente su cuello al tiempo que deslizaba una mano entre ambos para acariciar el miembro de Changmin con su mano bañada en lubricante.

Changmin tembló un poco más, notaba que la sangre tardaba en llegar a sus brazos, notaba el suelo frío en sus nalgas, un extraño dolor en la parte baja de la espalda, un fresco y experto placer en su miembro, y un punzante dolor mezclado de nuevo con placer de los dientes de Yoochun clavados en su pezón izquierdo.

Changmin podía notar todo a la vez y nada al mismo tiempo.

Ya le era suficientemente complicado coger aire para respirar, mucho menos emitir algún sonido a parte de leves quejidos y jadeos.

Changmin decidió abandonarse a la voluntad de su hyung. Sentía algo de miedo, tensión en su cuerpo, pero era lo que realmente deseaba. Ahora lo sabía, lo veía más claro que nunca. Lentamente notó como los brazos de Yoochun se deslizaban por debajo de su espalda, sujetando la mitad de su propio peso y aliviando sus brazos.

Ahora era una cálida lengua la que se ocupaba de su pezón derecho esta vez, escuchó gemir a Yoochun, como nunca lo había escuchado antes.

Y notó algo excitante en su cuerpo.. una sensación diferente a la que notaba en su cuerpo..y un gemido escapó de su garganta.
Podía sentir a Yoochun duro, ardiente, moverse dentro de él.


-Eso es, relaja las piernas... ohh dios mío aaah ahhh Changmin... ohhh dios.... soy el primero que entra aquí verdad? Verdad que si? Dímelo Changmin, dímelo ....- preguntaba Yoochun besando su mandíbula y acariciando su pelo.

-S-si...- Susurró antes de que Yoochun atrapara su suspiro en un dulce beso.

-te arrepientes?- La voz de Yoochun estaba rota, entre la preocupación y el placer que sentía.

-N-no sólo... prométeme que... lo harás más y más veces... hasta que me acostumbre...- contestó él con lágrimas en los ojos, soltando otro suspiro contenido.

Yoochun empujó aún mas fuerte, pero en seguida perdió ritmo, inclinándose sobre Changmin aún más, escondiendo su cabeza.

Changmin notó que la presión sobre sus brazos desaparecía y sacó al fin sus brazos de detrás de su espalda, quejándose un poco.
Cuando intentó incorporarse vio que Yoochun se había detenido y tenía los ojos llenos de lágrimas. Cuando intentó apartarse, Changmin le retuvo cerca, aún dentro de él, rodeando sus aún temblorosas piernas alrededor de su fina cintura.

-¿Qué ocurre hyung?? -preguntó Changmin algo confuso.

-Yo....

Changmin se incorporó todo lo que pudo, haciéndose algo de daño pero sin dejar aún a Yoochun salir de él, y ajustó aún más sus piernas a las caderas de su hyung y sus brazos a su cuello.

- Por favor, termina lo que has empezado.....qué te ocurre?

-Changmin yo... lo siento...- Dijo abrazando su espalda con fuerza y atrayéndole más a él.- Sólo... solo quiero que te alejes de mí...- dijo escondiendo su cabeza en el cuello de Changmin.

- Pero.. ¿por qué hyung? Qué te he hecho yo? Por qué?- Le preguntó abrazándose a él con desesperación, con brazos y piernas en un intento de que le penetrara aún más profundo, de no perderle.

- Porque te amo......- susurró Yoochun a su oído.

El agarre de las piernas y brazos de Changmin perdió fuerza de pronto, mientras Yoochun comenzó a besarle y acariciarle con fuerzas renovadas, besándole con la pasión que había intentado reprimir, en un intento de no dejarle decir nada más. Y comenzó a moverse de nuevo en su interior, pero muchísimo más suavemente. Nada que ver con lo anterior....

Changmin supo poco a poco la gran diferencia que suponía la predisposición de un amante en una relación así...

Changmin estaba dispuesto a aguantar lo que fuera... su culpabilidad por haberle hecho daño previamente a Yoochun encontraría castigo de esta forma.
Pero la manera en la que Yoochun suavemente se introducía en él ahora.. sus fluidos... cálidos movimientos... le hacían sentir algo completamente diferente a lo que había siquiera soñado experimentar.
Notaba como con su miembro Yoochun alcanzaba lugares en el interior de su cuerpo, que ni él mismo sabía que existían. Aún así el sólo hecho de notarle deslizarse dentro y fuera de él con tanto cariño, hacía que le diera vueltas la cabeza.
Dejó caer la cabeza hacia atrás, mientras le daba paso libre a la lengua de Yoochun para explorar por completo su cuello.

Changmin

Así que esto es lo que se siente de verdad, al estar entre los brazos de Yoochun... estas caricias en mis caderas, mis muslos, mi espalda, estos dulces besos y roces de labios en mi cara y mis hombros.... estos sensuales y placenteros movimientos de su cadera estimulando mi cuerpo.... el roce de su ondulante vientre friccionando de manera indescriptible mi miembro entre los dos...

Así que esto es lo que se siente al ser amado DE VERDAD


ser amado por Park Yoochun.....

Es incluso mejor de lo que imaginaba.....

Es simplemente………… mágico.






9 Comentarios:

  1. Chappy6/12/2010

    Genial! ;________; *-*
    Por favor continúa! *O*

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  2. ohh mis bellos titulares ;-; como amo este fanfic ja ja XD.. ojalá nerea escriba mñas capitulos D:

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  3. moneiba6/13/2010

    oh por dios que tormentoso y como em gustaaaaaaaaa pero y el anonimo de veras este fic es de lujo

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  4. lalablog-fan^^6/13/2010

    increible!! espectacular..!!!! *O*!!!

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  5. minnie6/13/2010

    Me dejó en la nube...kyaaa!!
    Que manera de escribir! eres la mejor <3

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  6. Anónimo6/14/2010

    (*O*) OMO OMO OMO!!!

    OMG no sabes como amo tu fic!!! Es el primero que me a echo enojar mucho con mi querido Chunnie!!! Y que decir del lemon, es de los mejores que e leido en mi pervertida vida >w< XD!!!
    Continualo por favor es que tu manera de escribir es tan OMG!!!

    Gracias por darnos una historia tan buena!!
    Espero que te encuentres bien y no tardes mucho en actualizarlo!!
    Bye :3

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  7. Wow O.O...me encanta, esta genial.
    Por favor continualo.
    Pobre Chinnie, esta muy confundido.
    T.T Eso es amor Minnie.
    Continua pronto

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  8. chunnina7/16/2010

    aadasda he seguido este fic desde que empeso claro que no habia podido comentar por mi compu gay en fin no inventes que hermoso el YooMin es una de mis adicciones y esto asdas de vdd me encanto toda esa tencion sexual entre ellos y luego komo se desahogaron en la bañera asds de verdad continualo *3*

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