Autor: Jiru-san
Pareja: JaeSuChun
Género: Slash
Extensión: Oneshot
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Había dos chicos dando vueltas en su habitación sin saber que hacer, se paseaban de un lugar a otro. Uno de ellos se sentó en su cama, tomándose la cabeza con ambas manos.
-¿Qué haremos, Yoochun? -pregunta uno de los chicos- aún no sé me ocurre que hacer.
-Tú sabes que Junsu es muy básico para sus cosas -responde este-, además si le haces alguna comida o postre hecho por ti, estará feliz igual, ¿no crees, Jae? -este sólo asiente con la cabeza.
-Pero tendremos que preparar esto antes de que llegue de la casa de sus padres -dice Jae parándose de la cama-, hay varias cosas que no hay y que voy a necesitar para prepara la torta y esas cosas -se para al lado de Yoochun y le toca el hombro, este entendió lo que quería decir Jae.
-Pero no quiero ir solo -dice Chun haciendo un puchero-. Tú sabes más de esas cosas que yo -en eso tenía razón, porque cada vez que mandaba a Chun y Junsu a comprar, siempre traían algo que no tenía nada que ver con lo que les había pedido.
-Mmm… mejor voy yo -suspira Jae, recordando todas la veces que los había mandado a comprar, y era peor si iban con Changmin, porque en esas ocasión no llegaban con nada, todo se lo comían en el camino-. ¿Qué te parece si tú mejor adornas? -le pregunta.
-Hehehe… esa idea me gustó más -responde contento Chun, a él le gustaba mucho decorar y había desarrollado cierto gusto gracias a Jae-, veré lo que tenemos y haré lo que pueda.
-Bien -dijo Jae-, bueno… yo me voy yendo -dice saliendo de la habitación-, ah… una cosa, llama a Junsu para saber más o menos a que hora llegará -término de salir de la habitación y se escuchó a lo lejos que se cerraba una puerta.
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Mientras Junsu en casa de sus padres ya estaba un poco aburrido. No era que no le gustara estar con su familia, pero estaba acostumbrado a pasar sus cumpleaños con los miembros o con las fans. Extrañaba a las dos personas que eran importantes en ese momento, Jae y Chun, le parecía raro que no le hubieran llamado aún, sobre todo Jae que siempre le gustaba saber hasta cada respiro que daba cada uno.
-¿Qué pasa, dongsaeng? -le pregunta Junho, viendo que su hermano ponía carita triste cuando miraba su celular-, ¿estás preocupado por algo? -como siempre él sabía exactamente lo que le pasaba a Junsu.
-No… bueno… mmm... -las palabras se le trababan-, es que los chicos no me han llamado -dice finalmente Junsu.
-¿Pero no los viste esta mañana?
-Sí, pero… -éste no alcanzó a terminar lo quería decir.
-Igual los extrañas, ¿no es cierto? -dijo Junho, diciendo lo que Junsu no podía decir-, se entiende, has pasado muchas celebraciones con ellos más que con nosotros -sabias palabras pensó Junsu-, pero nosotros somos tu familia, Su -Junsu miró atónito a Junho, él nunca le había dicho eso.
-Sí sé… y nunca me he olvidado de eso -comenta Junsu-, lo malo es que para mí -piensa un poco- ellos también lo son -prefiere pararse para no entrar en discusiones con su hermano.
La fiesta estaba a punto de terminar, sólo faltaba apagar las velas y abrir los regalos. En esos momentos Junsu recibió una llamada y al ver quién era la cara se le iluminó, la había estado esperando demasiado.
-Aló -responde Junsu-. ¿Quién es?
-Sabes quien soy… ¿para qué preguntas? -le responde la voz al otro lado del celular.
-Chunnie -dice Su entre risas.
-Mmm… ¿Cómo ha estado la fiesta? -le pregunta Chun.
-Bien -dice sin mucho ánimo.
-¿Qué paso? -dijo Chun dándose cuenta del tono de voz que tenía Junsu, para ser su cumpleaños no se notaba muy feliz.
-Los extraño mucho -admite Su-, quiero estar con ustedes.
-Pero si nos viste en la mañana… y ahora tienes que estar con tu familia.
-Pero…
-Pero nada -dice Chun sin dejar terminar a Junsu-. Su… ¿Cómo a que hora llegarás? -pregunta acordándose para que realmente lo estaba llamado.
-Mmm… no sé, todavía nos falta el pastel y los regalos -mira a su alrededor, vio que su madre traía una linda torta-. Chunnie me tengo que ir, después hablamos mejor.
-Su… espera -pero este ya había colgado.
La madre de Junsu lo había llamado para que apagara las velas del pastel. Como lo veía aún le quedaba mucho tiempo para ir a ver a sus amigos. Pero como su hermano le había dicho, ellos eran su familia y no siempre pasaba tiempo con ellos. Prefirió no darle más vueltas al asunto y trataría de disfrutar al máximo el momento, total era su cumpleaños.
~~~~~
Alguien entraba al departamento, con un montón de bolsas. Apenas si pudo cerrar la puerta como corresponde. Traía consigo un montón de bolsas.
-¡Chunnie! -grito Jae-, ¡¿me puedes ayudar?!
-¡Voy enseguida! -le responde dejando el celular en la mesa-. ¿Qué tanto trajiste? -le pregunta viendo el montón de bolsas que traía.
-Mmmm… -sólo mira las bolsas-, mejor ayúdame quieres -le pasa un par de bolsas.
-Bueno… bueno -toma las bolsas que Jae le estaba pasando-. Ohhh… ¿compraste piedras? -mira dentro de la bolsa.
-Oyeee… -le pega en la mano Jae, para que no mire dentro de la bolsa-, vamos -lo empuja para entrar a la casa.
Entraron, las bolsas estaban realmente pesadas, era casi una docena y cada una traía cosas diferentes. Empezaron a sacar las cosas de la bolsa, en una habían cosas para decorar, en otra golosinas y así sucesivamente.
-¿Cuánto te salió todo esto? -pregunta Chun intrigado.
-Eso no importa -dice evadiendo la pregunta-, toma y ponte a decorar -le pasa una bolsita con globos.
Jae había llevado a la cocina un par de bolsas, esperaba que el pastel le quedara bien, aunque nunca había hecho uno. Había visto una receta hace unos días por internet, pero jamás pensó que le sería útil, menos mal que le había puesto cierta atención. Sacó las cosas de la bolsa y comenzó a preparar la mezcla.
-¿Chunnie llamaste a Junsu? -le pregunta Jae acordándose.
-Sí -responde Chun sacándose uno de los globos de la boca-, me dijo que todavía no apagaban las velitas y faltaba abrir los regalos.
-Aaah… nos queda bastante tiempo entonces -dice despreocupado Jae.
Yoochun se puso a ver a Jae como cocinaba, lo miraba embelesado, en realidad siempre le había gustado ver a Jae cocinar, era como su fetiche. Este se paró de la silla en donde estaba y se dirigió a la cocina con un par de globos en las manos. Se apoyó en el marco de la puerta y se puso a ver a sus anchas como Jae cocinaba, bueno no era lo mismo ver Jae que estar viendo a cualquier otra persona. Ese cuerpo delgado, esos gestos delicados y esa cara de concentrado, no eran dignos de ver por cualquiera, sólo él era digno de ver semejante espectáculo.
-¿Qué pasa, Chunnie? -habla Jae asustando a Chun-, no me mires tanto e infla más globos -dice riendo-, se que te gusta ver como cocino -lo mira y le lanza su mejor sonrisa, dejando a Chun pasmado, este sólo le responde con una sonrisa algo forzada-, pero la decoración es primero.
-Mmmm… -Chun un poco sonrojado prefiere no decir nada y seguir inflando globos.
Jae solo se reía, él sabía que Yoochun se ponía nervioso cuando le hacía ese tipo de demostraciones y como a este siempre le había gusta tener ese efecto entre los miembros. Porque a decir verdad Jae era malo, en todo el sentido de la palabra, él sabía que su cuerpo y su cara tenían algo y que algunos de los miembros lo miraban con cierto deseo, que a él le fascinaba, tener en sus manos a los miembros, le encantaba, y entre ellos estaba Yoochun. El pobre Yoochun, que compartía cuarto con la misma tentación, el solo verlo vestido despertaba deseos contra las personas, porque no sólo mujeres seguían a Jae, sino que también hombres, y verlo semidesnudo era la perdición misma, él era “el fruto prohibido del edén”, como le habían puesto los demás miembros, porque sería algo que jamás podrían probar.
Chun prefirió irse de la cocina, porque cierta parte de su cuerpo estaba despertando, lo que le daba vergüenza. El ver a Jae siempre le había hecho sentir cierta calentura, pero con Junsu era diferente, era algo más que un simple rato de pasión y listo, él quería mucho a Junsu, pero Jae tenía eso que Junsu no. Que más deseaba él que tenerlos a los dos, pero eso jamás pasaría.
-¿Cómo vas, Chunnie? -preguntó Jae, sacando a Yoochun de sus pensamientos.
-¿Huh? -respondió este, al no saber que le había dicho Jae.
-¿Qué cómo vas? -repite-, ¿en qué estás pensado? -dice Jae saliendo de la cocina.
-No, en nada importante -dice descaradamente-, ¿y cómo quedó el pastel? -trató de cambiar el tema.
-Yo creo que bien -Jae se sentó al lado Chun para terminar de inflar los globos que faltaban.
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Ya se estaba haciendo tarde y Junsu aún no llegaba, tenían todo preparado, Jae estaba terminando de decorar la torta y Yoochun terminaba de hacer los últimos arreglos de la mesa. Se estaban impacientando, pero en un momento escucharon la puerta abrirse, ellos apagaron la luz. Alguien entraba con dificultad, el cambio de luz a negro lo había dejado un poco mareado. Tratando de encontrar el interruptor de la luz, se tropezó con una mesita que había en el recibidor haciendo reír a Jae y a Yoochun. Los chicos ya se habían reído demasiado de Junsu, así que prefirieron darle la sorpresa luego.
-¡SORPRESA! -gritaron los dos al unísono, haciendo a Junsu caer.
-Junsu -dijo Jae dándole mano- ten cuidado.
-Pero si me asustaron chicos -le dice tomando la mano y poniéndose de pie-, pensé que otra vez nos habían cortado la luz.
-Oyee… como si nunca la pagáramos -le reclama Yoochun.
-¿Y esto a qué se debe? -pregunta Su.
-¿Y esa pregunta? -le dice Jae empujándolo suavemente-, es por tu cumpleaños.
-Ven… ven - le toma la mano Chun-, espero que te guste lo que hicimos para ti.
Entran a la habitación, esta estaba llena de globos, serpentinas de muchos colores; en la mesa había un sinfín de golosinas, sólo las que más le gustaban a Junsu, pero lo que más le sorprendió fue la torta, era blanca, pero tenía unos corazones rojos y su nombre en medio escrito con grandes letras, “Kim Junsu”.
-Y… ¿Qué te parece? -pregunta, Junsu no podía hablar-, ¿te gustó?
-¿Qué pasa? -le dice Jae, viendo que Junsu empezaba a derramar un par de lágrimas-, no te gustó.
-No… no es eso -dice Su secándose las lágrimas-, está todo muy lindo… gracias chicos -abrazó fuertemente a los dos-, me hubiera gustado que estuvieran Min y Yunho.
-Pero no se pudo -dijo Chun levantando los hombros-, tú sabes el problema que hay.
-Nos estás mirando en menos -lo enfrenta Jae cruzándose de brazos.
-Claro que no -le dice Su-, es que siempre estamos todos juntos -Jae y Chun solo asienten con la cabeza.
Los tres se sentaron, comieron, conversaron de esto y de lo otro. Estuvieron por largo rato así, en un momento Jae se para, va a la cocina a buscar las velas para la torta. En ese montón Chun aprovecha y le toma la mano a Junsu.
-Espero que nunca nos separemos -le dice Chun, tomando por sorpresa a Su.
-Yo también -este le devuelve el gesto.
-No sabes lo mucho que te quiero -sigue Chun- y te necesito -se acerca un poco a Su, este abrió los ojos de par en par, viendo tan cerca a Chun, sus labios estaban a centímetros, a punto de besarse, pero Jae llegó justo en ese momento.
-Ya… cantemos cumpleaños feliz -los dos lo miraron, estaban rojos de pura vergüenza-. ¿Qué pasa? -estos no contestaron nada.
Jae comenzó a poner las velas, las ordenó bien no quería que la decoración de la torta se arruinara, ya que le había costado mucho hacerla. Prendió las velas y Chun apagó la luz. Empezaron a cantarle cumpleaños feliz, Junsu estaba muy feliz, así que cantó también, apagó las velas y prendieron las luces.
-Yo voy por los platos -dijo Chun.
Jae se sentó al lado de Su, le puso la mano encima de la pierna.
-Extrañaba que pasáramos tiempos así -le confiesa Jae.
-Mmmm....
-¿Aún me necesitas? -le pregunta-, porque a veces pienso que ya no.
-¿Cómo dices eso, Jae? -le replica-, yo siempre te voy a necesitar. -Su le toma la mano-, aunque ya no estemos juntos, yo siempre te voy a querer -le dice-, tú eres muy importante para mi hyung.
-Su… -Jae nunca había sabido lo que pensaba Junsu de él, y que le dijera que lo necesitaba lo ponía muy feliz-, yo también te necesito y te quiero -Jae se acerca y lo abraza-, y mucho -Jae se acerca a los labios de Junsu y le da un ligero topón en los labios.
-¡Jae! -le dice Su, tocándose la boca.
-¿Qué tiene?... ¿Cómo si nunca te hubiera dado alguno antes? -dijo Jae-, es mi regalo de cumpleaños -le sonríe.
-Mmm… -prefirió no decir nada, porque en esas instancias saldría perdiendo.
-Aquí están los platos -decía Chun-. ¿Quién la corta?
-Obvio que yo -se para Jae.
Corta la torta en trozos grandes, si sólo estaban ellos tres. La repartió, pero antes de comerla, decidieron hacer un brindis.
-Tomen sus vasos -les dijo Chun-, brindaremos por el cumpleaños de Junsu.
-Porque nunca nos separemos -continúo Jae.
-Y que sigamos así hasta que lleguemos a viejos -término Junsu.
Chocaron sus vasos, se miraron los tres por un largo rato. No tenían nada más que decir, estando juntos las palabras sobraban. Al fin llegó la hora de abrir lo regalos.
-Este es mi regalo -le pasó un paquetito Jae-, no es muy grande, pero es con mucho amor. -Su lo abrió y era un cojín en forma de corazón que decía “Te Amo Junsu”.
-Que lindo -dice abrazándolo-, tiene rico olor y es suave.
-Tiene mi perfume -dice Jae-, el que más uso.
-Uuuh… tienes razón -volvió a oler el cojín-, gracias Jae -se para y lo abraza.
-Ahora me toca a mí -dijo Chun parándose-, toma -le pasó un cajita-, bueno esto lo había comprado hace un tiempo -dice mientras Su lo abría.
-Woooo -dice impresionado-, es precioso -era un reloj de una marca muy cara de París-. Te debe haber salido caro -mira a Chun, lo saca de la caja y se lo pone-, está genial -lo mira bien y este tenía una inscripción “Junsu de Yoochun”-. ¿En dónde lo compraste?
-Mmmm…
-Bueno, no me digas -se resigna Su-, están muy lindos los regalos -dijo abrazando a Jae y Chun.
Se estaba haciendo muy tarde y por la mañana se tenían que levantar temprano. Los tres ayudaron a ordenar las cosas para terminar más pronto, la decoración Junsu no quiso que la quitaran y como era el cumpleañero no la sacaron. Dejaron todo lindo. Y se dirigieron a sus habitaciones.
-Oigan… ¿Por qué no dormimos todos juntitos? -propone Junsu-, es que no me gustaría dormir solo -los tres sabían que era solo una excusa barata-. ¿Qué me dicen?
Los otros chicos se miraron, la propuesta era muy buena, por qué negarse, era Su quien lo estaba proponiendo. Y como era su cumpleaños como podrían hacer ese desaire, si los tres se tenían ganas desde que empezaron a vivir juntos. Parece que esa noche nadie dormiría como corresponde, y si están sólo los tres... que mejor ocasión que esa.
ahhhhhhhhh que mala lo dejas en lo mejor triooooooooooooooo molaaaaaaa
ResponderEliminarehh! eso es cruel!! porqe no pusiste el santo lemon? xDD!!
ResponderEliminary esoq e iba a hacer jaesuchun ;w;!!!
valia la pena u.ú [?]
ahhhh!! falto el lemoonn!!
ResponderEliminarkomo se ha kedado hay!!!???
jaesuchun mujajaja
ResponderEliminarosea y el lemon
El lemon porque no lemon ?D:
nu importa ha estado lindo xD
Continua escribiendo ^^
yo queria lemon! :D
ResponderEliminarpero esta bonito :D
lo amé!!!
ResponderEliminares adorable!!!
igual un lemon hubiese estado genial xD
pero así quedó muy tierno y amoR!!!!
*w* Q amooorrr!!!! fue super cute!!!!! XD Segui escribiendo asi ;) Gracias x el aporte ^w^
ResponderEliminarFalta el lemon, falta el lemon!!!
ResponderEliminarXDDDDD
Y en lo mas bueno jaja.
buen fic :DDD
y lo ke mas keria leer no hay e.e waaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarpero pero pero esta lindo *.*
me dolio cuando se acordo de HoMin =(
ResponderEliminarJaejoong estaba con Junsu, antes que que él esté con Yoochun? mmm... interezante XDD
ResponderEliminarque envidia le tengo a Junsu... yo también quiero una Almohada igual a la que le regaló Jaejoong... con mucho de su perfume *¬* ... y que diga bien grande TE AMO XXXXXXX... azu *Q*
entonces sí que me daría sueño temprano y dormiría a las 8:00 pm como niña buena *aunque signifique no leer Fanfic nooo >o<* pero sí que valdria la pena no?
*se duerme imaginado el olor de Jaejoong >¬<* ahh ahh ahh *suspiro* XDDD
joooooooooo yo qe qeria un poco de lemon sigue escribiendo qe esta muy bien
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