Sweet cap 7

El corazón de Yoochun latía con fuerza a través de su pecho. Se sentía tan extraño y de cierta forma atemorizado en los brazos de Junsu. Sentía como si estuviese cometiendo algún crimen o como si estuviese llevando a cabo alguna acción sucia. Junsu poseía un aroma dulce y podía oír sus débiles pero rápidos latidos a través de su pecho. Ambos, Junsu y él permanecieron de esa forma por lo que parecieron eras. Cuando y tan pronto como había comenzado, Junsu soltó a Yoochun.

Ambos permanecieron en sus posiciones, Yoochun en el columpio y Junsu de pie frente a él, inmóviles y en silencio. Hasta que-

- Yoochun – Comenzó Junsu. –Me gustas…

El estómago de Yoochun se retorció y sintió como si su corazón fuese estrujado. Permaneció en silencio.

- De verdad me gustas…

***
Changmin jadeaba mientras seguía corriendo por el vecindario interrogando a quien fuese que se encontrase en el camino. Nadie había visto a Yoochun. Cuando Changmin estaba a punto de darse por vencido y regresar a casa (probablemente también llamar a la policía), sintió a alguien tirando de su manga. Miró a su alrededor para ver de quién se trataba pero no había nadie a la vista, tan solo una señora sonriendo y señalando hacia el piso. Alzando una ceja Changmin miró hacia abajo para encontrar a una niña que poseía un par de trenzas mirándole con unos grandes ojos al puro estilo bambi.

- ¿Buscas a alguien? – preguntó la pequeña.

- Si… - respondió, en un tono que poseía un poco de sarcasmo. No estaba interesado en lo que esta niñita tuviese que decir.

- ¿Acaso él tiene cabello oscuro que cubre sus ojos de esta forma? – la chica aplasto un poco su flequillo para que pudiese cubrir parcialmente sus ojos.

El interés de Changmin creció repentinamente. “Esta pequeñita ha visto a Yoochun”. - ¡Si! ¿Estaba usando una sudadera y pantalones blancos? – preguntó.

La niña asintió. Inmediatamente Changmin se arrodilló para quedar al nivel de la pequeña.

- ¿Dónde está?.

***
Changmin bajó la calle a máxima velocidad.

- Lo vi cerca del parque con juegos al final de la calle… - le dijo. – Estaba con otro chico…

Changmin le agradeció a la niñita y a su madre mientras corría calle abajo a toda prisa. Era imposible que Yoochun se alejara tanto del apartamento y ¿Quién era el chico con quien se encontraba? ¿Estaba siendo amenazado?.

A pesar de sus tropiezos constantes, siguió aumentando su velocidad en especial al ver que la entrada del parque se encontraba un poco más adelante. Se detuvo abruptamente y se inclinó siendo atacado por sus propios jadeos. Sus músculos gritaban por un poco de oxígeno. Respirando con dificultad intentó enderezar su cuerpo pero la punzada en su costado se lo impidió. Así que lo único que pudo hacer fue levantar su cabeza. Escaneó el área de juegos del parque. Sus ojos se detuvieron finalmente en dos figuras que se encontraban cerca de los columpios.

En la oscuridad pudo descifrar que una de las figuras se encontraba en el columpio y la otra estaba de pie o más bien inclinándose en lo que parecía ser un abrazo. Entonces quien se encontraba de píe enderezó la espalda logrando que Changmin frunciera el ceño, ahora podía notar que quien se encontraba en el columpio era Yoochun. La persona que se encontraba de píe usaba una chaqueta roja, una chaqueta que le parecía familiar.

El que vestía de rojo caminó hasta el columpio que se encontraba a un costado de Yoochun y se sentó sobre el. Los ojos de Changmin se entrecerraron y se abrieron de par en par casi al instante.

- ¿Junsu?.

***
- Deberíamos irnos… - Dijo Yoochun mientras dejaba el columpio.

Junsu rascó la parte trasera de su cabeza. – Si, ya es bastante tarde…

“Y Changmin me va a despellejar vivo…” Pensó Yoochun.

Este pensamiento realmente estaba golpeando su conciencia al acercarse más y más al apartamento. Junsu era el amigo más cercano de Changmin, su mejor amigo. Si Junsu se llegase a enterar de que se estaba quedando en el apartamento de Changmin no tenía duda alguna de que terminaría siendo aplastado. Podría ser el fin de la amistad de esos dos. Trató de alejar esos pensamientos ya que por ningún motivo podía permitir que eso ocurriese. Yoochun miró de reojo a un sonriente Junsu. El chico había estado sonriendo para sí mismo todo el tiempo que estuvieron caminando.

Al acercarse a la entrada del edificio, Yoochun vio el brillante letrero de la tienda 7-Eleven el cual parecía resplandecer de forma burlesca. Se detuvo y señaló aquella tienda, que se encontraba justo frente a él. Su boca se encontraba completamente abierta debido al shock. Sintió ganas de gritar justo en aquel lugar y en ese mismo momento.

¡La tienda estaba justo ahí!.

Miró hacia atrás exasperado y dejó escapar un suspiro. - ¡Y yo caminé hasta allá! – gritó.
- ¿Estás bien? –Preguntó Junsu mientras rodeaba a Yoochun con un brazo.

“Mierda, ¡Changmin si que va a estar enfadado!” Yoochun golpeó su frente sin poder creer lo que ocurría. Era como si acabase de auto declarar su sentencia a muerte.

- De verdad deberíamos regresar a tu casa… - Dijo Junsu, dejando sobre el piso una de las bolsas que cargaba. – Porque esta bolsa se me está haciendo pesada… - le enseñó a Yoochun su palma roja.

“Oh mierda…”

Yoochun se había olvidado por completo de la situación en la que se encontraba, Junsu aún no podía enterarse acerca de lo que sucedía entre Changmin y él.

- Eh…cierto, puedo regresar por mi cuenta, gracias… - Yoochun le sonrió y se movió para arrebatarle la otra bolsa a Junsu.

Junsu alejó la bolsa de provisiones de su alcance y sonrió. – Quiero ver dónde vives… - dijo emocionado, con aquella sonrisa aún pegada en su rostro.

- De ninguna manera… - Yoochun se movió nuevamente intentando arrebatarle las bolsas.

Junsu la escondió tras su espalda, lejos del alcance de Yoochun. Su sonrisa genuina tomó la forma de una sonrisa traviesa. Yoochun frunció el ceño.

- No estoy bromeando… ¡Dame las bolsas! – Dijo y avanzó un paso para agarrar aquellas provisiones. Pero Junsu se hizo a un lado con rapidez, alejando aún más las bolsas con provisiones tras su espalda.

Yoochun trató de agarrarlas nuevamente pero Junsu seguía moviéndolas para impedir que lo lograse, Yoochun se acercó aún más a Junsu. Aún trataba de alcanzar las bolsas que aquel chico escondía tras su espalda, cuando Junsu le sujetó por la cintura con la mano que tenía libre y con bastante agilidad lo acercó aún más a su cuerpo. Sus cuerpos rozaban, sus caras se encontraban a meros centímetros de distancia.

Yoochun no sabía que decir. Podía sentir como un calor inundaba su rostro mientras su mirada se fijaba en los ojos de Junsu y viceversa. Todo ese tiempo Junsu había utilizado la misma sonrisa traviesa y petulante. Era como si hubiese planeado aquello desde el principio.

- Junsu… - Yoochun trató de alejarlo pero Junsu lo sujetaba con firmeza. – Detente~ ¡La gente nos verá!.

Junsu se inclinó hacia él y susurró a su oído. – Deja que vean…

En ese momento, Yoochun empujo a Junsu con toda su fuerza, utilizando la velocidad adquirida de la bolsa con provisiones que el chico sostenía. La bolsa golpeó a Junsu justo en los intestinos, logrando que soltase a Yoochun, quien utilizó aquella oportunidad para escapar.

Corrió todo el camino de vuelta al apartamento, sin siquiera atreverse a mirar hacia atrás para ver si Junsu lo estaba observando. Sostenía una mano sobre su boca y su cara estaba ardiendo. Eso estaba tan mal.

Tan mal.

***
Yoochun inhalo profundamente para calmarse justo fuera de la puerta del apartamento… exhaló lentamente. Sabía que Changmin se encontraba ahí dentro, esperando. Miró su reloj y se asustó al ver la hora. Se había atrasado por más de dos horas.

Sujetó la manilla de la puerta y la giró lentamente, como tratando deliberadamente de retrasar su entrada. Sentía como si estuviese entrando en la jaula de un león. Echó un vistazo dentro de la habitación y examinó los alrededores. Estaba silencioso, la sala estaba vacía y al parecer también la cocina. Agudizó sus oídos para escuchar cualquier sonido, por mas diminuto que fuese, que pudiese delatar la posición de Changmin.

Escuchó el sonido de lo que parecía ser agua corriendo. Inmediatamente dejó escapar el aliento que estaba sosteniendo en un sonoro - ¡Fiuuu!~. Entró al apartamento pisando tan solo con la punta de sus pies, siendo extremadamente cuidadoso para no provocar ningún sonido. Se dirigió hacia la cocina e intentó dejar silenciosamente las provisiones sobre el mostrador. Dejó escapar otro suspiro de alivio.

Ahora…si tan solo pudiese regresar a su habitación y cerrar la puerta con llave, estaría a salvo. Si, ese era un buen plan. Miró fijamente la bolsa de provisiones que se encontraba en su mano, la cual contenía latas de sopa. Recordó la bolsa que había golpeado a Junsu y suspiró nuevamente. Definitivamente aquel golpe dejaría un morado al día siguiente. La otra bolsa que estaba repleta de cosas importantes estaba aún en posesión de Junsu. La carne, los vegetales y leche se encontraban en aquella bolsa

“Changmin va a estar tan enfadado conmigo…” Pensó completamente consternado.

De la nada y mientras guardaba las latas de sopa, la piel de Yoochun se erizó. Podía sentir una presencia de mal augurio.

“Oh mierda…”

Al darse cuenta de qué se trataba, se volteó lentamente para encontrarse a Changmin con el cabello mojado, el cuerpo brilloso debido a las gotas de agua que se abrían paso lentamente bajando por su cuerpo tonificado y sin dejar de lado el hecho de que se encontraba completamente desnudo a excepción de una toalla que cubría sus partes íntimas.

Yoochun quedó sin habla, pensando en lo que aún no comprendía. ¿Debía sentirse intimidado por los abdominales de Changmin? o ¿Se suponía que debía sentir miedo a causa de la ira de Changmin? No lo sabía. Changmin lo miró a través de sus ojos entrecerrados, su rostro carente de cualquier tipo de expresión. ¡Yoochun ni siquiera lo escuchó acercarse!, ¡¿Qué acaso era un vampiro?!

Imágenes de un Changmin volando silenciosamente sobre el piso aparecieron en la mente de Yoochun.

- ¿Dónde estabas? – Preguntó al fin Changmin.

- Comprando…Como me lo ordenaste…

- Sabes, no te demoras dos horas en ir a comprar… - Dijo Changmin mientras se secaba con otra toalla.

- No vi la tienda de enfrente… -Respondió Yoochun con sinceridad, suspirando internamente a causa de su estupidez. – Así que caminé hasta otro vecindario, solo para comprar las provisiones… - Dijo mirando a Changmin.

Changmin sostenía otra toalla en su mano, la cual utilizaba para secar su empapado cabello apoyándose en el mostrador que se encontraba junto a Yoochun. - mm…Aún así…No deberías haberte demorado más de una hora.

- ¡Intenta cargar tres bolsas de provisiones por tu cuenta mientras caminas más de un kilómetro! – Yoochun dijo bruscamente e hizo un puchero. Trató de huir rápidamente hacia su habitación (Esto era parte de su plan) pero fue detenido por un fuerte agarre sobre su mano izquierda.

- ¡Ey! ¡Suéltame! – Yoochun trató de librarse pero Changmin lo haló de tal forma que terminó cayendo justo sobre el chico desnudo. La toalla que utilizaba para secar su cabello descansaba sobre sus hombros.

- ¿tres bolsas? Tan solo trajiste dos…

La mano derecha de Changmin fue elevada por sobre su cabeza mientras con la otra trataba de librarse, “¡Oh mierda!” el agarre de Changmin era fuerte y aquella apariencia carente de emociones se desvaneció para abrirle paso a una apariencia bastante molesta. “¡Doble mierda!”.

-Ehh…Yo…Ehh…- Yoochun comenzó a balbucear.

- Sólo dime la verdad… ¿Dónde fuiste realmente? – Changmin inclinó su rostro acercándose al de Yoochun.

- ¡Te lo dije! No vi la… -

- ¡NO MIENTAS!.

Changmin rodeo con un brazo la cintura de Yoochun, impulsándolo y dejándolo sobre su hombro.

- ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Bájame! – Gritó Yoochun mientras intentaba mover su cuerpo para librarse del agarre de Changmin. -¡Ey!.

Changmin dejó caer bruscamente a Yoochun sobre el sofá logrando que su toalla cayera al piso en el proceso, sostuvo las manos de Yoochun por sobre su cabeza. Estaba arrodillado por sobre Yoochun, sus ojos parecían observarle con rabia,

Changmin lo mantuvo recostado, inclinándose y acercándosele aún más para susurrarle. – ¿Crees que soy estúpido? ¡¿Pensaste que no me enteraría?! – su voz se elevó tomando la forma de un gruñido.

- ¡Changmin detente! – Gritó Yoochun sintiendo como aquel chico mordía el lóbulo de su oreja. – Ah…¡Changmin! ¡Lo siento! – No sabía que más hacer.

Changmin ignoró por completo sus súplicas y continuó con lo suyo. Comenzó a succionar el lóbulo de su oreja antes de depositar un suave beso en su mejilla. Miró a Yoochun nuevamente, con una expresión del todo curiosa.

- Los chicos traviesos necesitan ser castigados… - Dijo moviendo su mano libre.

- ¿Qué…Qué estás haciendo? – la mano de Changmin había comenzado a jugar con la basta del pantalón de Yoochun pero entonces subió para dirigirse hacía la camisa de aquel chico. – Changmin…

ChangMin comenzó a besar su cuello mientras comenzaba a mover sus dedos en círculos masajeando el pezón de Yoochun. – Ah…Chang…¡Detente!...Yo estoy…Yo – Yoochun comenzó a luchar intentando librarse del fuerte agarre de aquel chico.

“¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!” gritaba la mente de Yoochun. “¡Esto no está sucediendo!”.

La mano de Changmin repentinamente se detuvo, comenzando a abrirse paso hacia los pantalones de Yoochun. – Changmin..


¡Ring!~~~~¡Ring!~~~~

El teléfono comenzó a sonar y Changmin detuvo sus acciones. El teléfono siguió sonando pero Changmin no se puso de pie, tan solo permaneció en aquella posición, mirando los ojos llenos de lágrimas de Yoochun. Su rostro volvía a aquel usual estado inexpresivo, sus ojos tan fríos e insensibles como de costumbre. Ambos permanecieron de esa forma hasta que el teléfono dejó de sonar.

- ¿Por qué haces esto? – preguntó Yoochun, mientras sus ojos brillaban a causa de las lágrimas provocadas por la rabia que sentía.

Repentinamente Changmin aflojó su agarre, en ese momento, Yoochun vio un destello de lo que parecía ser tristeza. Pero tan rápido como apareció se desvaneció, siendo reemplazada por aquellos ojos habitualmente fríos. Changmin se puso de pie, recogiendo la toalla del piso y caminando hacia su habitación, dejando a Yoochun completamente solo sobre aquel sofá.

“No lo sé” la respuesta a aquella pregunta hizo eco en su mente mientras se alejaba.

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