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Arualthings

Crónicas de un Tonto Mejor Amigo Capitulo 1

La perdición lleva por nombre Park Yoochun.



Boa se removió incómoda.

—¿Estas consciente de lo que me estás pidiendo?

Yoochun sonrió, viendo como la mujer jugaba con sus propias manos, insegura de mirarlo a la cara y con el rostro levemente enrojecido ante su petición. Por un momento, aquel gesto le resultó extremadamente tierno.

—Si, Boa. Creo que ya es el momento.
—¡Pero, Yunho no…!
—Yo me encargaré de todo, despreocúpate.

Tomó las suaves manos de la mujer, las besó con suavidad y miró directamente a sus ojos, plasmando una gran sonrisa en sus labios, una que logró convencer a Boa, por que finalmente, ella suspiró y asintió.

Un segundo después, Yoochun la abrazaba con fuerza.

…Y una gran sonrisa de felicidad en los labios.






Si era cuestión de tomarse el tiempo adecuado para su trabajo, Yunho era en extremo un perfeccionista. Le gustaba armar las cosas de manera que funcionaran a su modo. Y le agradaba sobre todo, ser consciente de que todo se mantenía agradablemente en su lugar.

La tienda de productos deportivos era su mayor logro.

Bajó las escaleras, con varios papeles del pedido de producto en sus manos, escuchando la música que se esparcía en el local, con personas yendo y viniendo de un lado a otro dentro del local. Los niños entusiasmados, puesto que las vacaciones estaban cerca, los adultos adquiriendo nuevos productos.

Todo marchaba exactamente como a Yunho le gustaba, perfectamente.

—¡Hyung! ¿Dónde están las bicicletas?
—Al fondo Junsu.
—Oh, si claro.

Kim rascó su mejilla un poco avergonzado y después de eso se marchó corriendo hacía el lugar que le había indicado, Yunho únicamente sonrió a Junsu aún le costaba tiempo adaptarse al trabajo, pero Junsu era muy práctico así que suponía que sería cuestión de tiempo.

—Deberías deshacerte de las personas inútiles.

El muchacho, cabe decir más alto que él, que inexplicablemente era su hermano se paró justo frente a él. Vestido tan elegantemente como cada día y con aquella expresión de superioridad en el rostro que hacía que por un momento, Yunho sintiera ganas de golpearlo.

—¿Cómo así por aquí, Min? Usualmente odias venir a un lugar donde lo más caro lo puedas pagar con efectivo.
—Oh, Yunho. Eso es cruel, solamente digo la verdad.

Por un momento Yunho pensó que en realidad, Changmin decía la verdad todo el tiempo y que a veces ni siquiera controlaba lo que decía y como lo decía. Pero ocupado como se encontraba, decidió que lo mejor era continuar revisando el inventario de su tienda.

—Padre me pidió que te dijera que quiere que vallas a cenar a la casa pasado mañana.
—¿Y eso? ¿Cómo así?
—No tengo la menor idea, y yo también estoy en contra tenía planes esa noche.

Enarcó una ceja, deteniendo el paso y mirando a su pequeño hermano como si su mentira hubiera sido demasiado obvia, puede que Yunho ya no viviera en la casa con sus padres y Changmin, pero sabía cuando su hermano menor andaba en algo extraño y esta era la situación exacta.

—¿Con quien estás saliendo Changmin?
—Con nadie, Yunho. ¿Por qué todo el mundo cree que por salgo un poco ya estoy con alguien?

—Por que de un día para otro de repente luces menos amargado que de costumbre.

Changmin torció un poco su gesto, en una falsa sonrisa que pretendía dar por muerta la conversación. Retomando el paso y curioseando un poco entre las pesas que se encontraban ordenadas estéticamente ignorando casi por completo la mirada fija de Yunho.

—Es raro, la manera en que pareces ocultar algo y al mismo tiempo no esforzarte en ocultarlo. ¿Una nueva estrategia para mentir?
—Yo no miento, Yunho.

Por un momento, reír fue inevitable. Yunho dejó los papeles sobre la pequeña estantería y aprovechó aquello para sacar su celular y revisar el mensaje que le había llegado, arrugó un poco el entrecejo y finalmente suspiró. Yoochun quería verlo pero no especificaba las razones a más de decir que era importante.

—¿Sucede algo?
—Yoochun quiere verme.

Changmin asintió, su hermano guardó el celular y le sonrió. –Cuídate, Min. Espero que vengas a visitarme otro día.
—Yunho… No olvides lo de pasado mañana.

—No te preocupes.






Llegar a la cafetería fue algo rápido.

Usualmente solía almorzar con Yoochun ahí, así que llegar y ubicar la mesa de siempre no representó problema alguno. En especial por que de repente sus pasos empezaron a ser lentos, cuando a la distancia pudo distinguir la cabellera larga de Boa.

¿Por qué estaba ella ahí?

Había pocas cosas que Yoochun y él compartían y entre esas estaban, aquel pequeño restaurante, tan lejos de todos sus conocidos, donde podían platicar sin ningún problema, siendo los amigos de siempre. Y no es que le incomodara la presencia de ella, por que Boa era una gran amiga para él.

Pero ese era su lugar.

Colocó la mejor de sus sonrisas, decidiendo dejar la estupidez de lado y saludándolos a cada uno con su humor renovado, tomando asiento frente a los dos. Notando de repente que estaban sentados juntos, demasiado cerca ahora que lo notaba.

—¿Ya pidieron?
—Pedí por ti.
—¿Lo de siempre?

Yoochun asintió y Yunho se sintió conforme al notar que Yoochun y él siempre habían logrado congeniar de esa manera tan habitual y común para los dos.

—¿Y bien? ¿Qué es eso tan importante que tenías que decirme?

Fueron varios segundos, el silencio se extendió y Yunho lograba sentirse a cada momento más intrigado por lo que en verdad podía estar sucediendo. Sin embargo, de repente Yoochun respiró hondamente, miró a Boa, se sonrieron mutuamente y cuando ambos entrelazaron sus manos, Yunho sintió que se aproximaba algo malo.

—Yunho nosotros queremos decirte esto, por que… Eres muy importante para ambos.

La voz de Yoochun se escuchaba algo lejana, Yunho no pudo reaccionar debidamente cuando se descubrió a si mismo mirando únicamente aquellas manos entrelazadas. A pesar del rostro avergonzado de Boa.

—…Boa y yo estamos saliendo.

Sus ojos se abrieron un poco más de lo normal. Arrugó el entrecejo, e intentó no sonar tan asquerosamente molesto y sorprendido.

—Pero Boa tú estás casada.
—Lo sé, Yunho, pero te pido que no nos juzgues. Por que esto es amor.

Yunho no podía dudar de la veracidad en las palabras de la mujer, por que ella era tan transparente y dulce, que mentir con ello era hasta imposible, y en realidad era muy factible que Yoochun la hubiera encantado. Pero sinceramente dudaba de que Yoochun correspondiera a esos sentimientos con la misma intensidad.

Por que probablemente Yoochun solo estaba portándose mal, saliendo con una mujer casada.

—Pero…
—Yunho, yo sé que esto es algo muy difícil de tolerar y que te ponemos en un predicamento. Pero no podemos seguirlo ocultando, mucho menos a ti.

—Pero, ¿Y Rain?
—…En realidad, no estamos muy seguros.

Boa agachó un poco la cabeza. Yunho rascó su nuca un poco incómodo con la situación. En realidad hubiera preferido no enterarse de nada. Por que aunque no trataba habitualmente a Rain, le tenía cierta consideración. Y en resumen, todo era extremadamente incómodo.

Si ponía la situación desde un punto de vista externo de algún modo podía sentirse halagado por que sus amigos compartieran un secreto tan importante con él, pero Yunho en realidad no se sentía ni de cerca así. Por que Boa no estaba actuando bien y Yoochun… Bueno él nunca hacía las cosas correctas, así que él era su menor preocupación.

—¿Contamos con tu apoyo?

Cuando la suave voz de Boa llegó a sus oídos, Yunho se planteó en realidad si esa pregunta más bien era algo así como: ‘¿Nos ayudarás a escondernos cuando queramos estar juntos?’ Pero por el bien de esa tensa situación, prefirió omitir sus irónicos comentarios.

Las palabras querían permanecer dentro de él, y aún así cuando vio los ojos expectantes de Boa y la mirada de Yoochun buscando apoyo, sumándole al hecho de que por algún motivo no podía dejar de ver esas manos unidas, con un suspiro el los labios y una mirada de resignación asintió.

—…Si, pueden contar conmigo.

Y los errores en su vida parecían no cesar.






Esa noche, luego de que cerrara la tienda deportiva y llegara a su departamento, en tanto se quitaba la ropa Yunho no pudo evitar pensar que su vida se empezaba a convertir en una secuencia constante e infinita de la que no luchaba por salir. Hoy eran Yoochun y Boa. Mañana probablemente su hermano.

…Y así consecutivamente.

Entonces, ¿Cuándo llegaría su momento?

Las relaciones nunca habían sido lo suyo, demasiado ocupado con su trabajo, con las cosa que estaba por hacer, en ayudar a sus amigos y sus otros compromisos familiares. Se quitó la camisa y los zapatos, caminando directo hacía su habitación.

No es como si de repente sintiera celos de la relación de Boa y Yoochun. ¿Quién en su sano juicio podría sentir celos de una relación a escondidas? Pero imaginó que sería agradable, sentirse de ese modo, querido, amado, simplemente pensó que sería bueno sentirse en algún momento así.

Cuando entro en la habitación y su foto junto a la cama, aquella en la que él y Yoochun sacaban la lengua, haciendo muecas y colocándose cuernos mutuamente, aquella foto del instituto lo hizo sonreír. Alrededor se encontraban las de su familia, las de Changmin, las de Boa.

Sus personas más cercanas.

Tomó la foto y miró al idiota de Yoochun de quince años, en realidad no había cambiado demasiado, su sonrisa y gestos seguían siendo los mismos. Y su extravagante personalidad tampoco había menguado ni un poco. Le hubiera gustado decirle que en realidad pensaba que no estaba haciendo lo correcto.

Si querían estar juntos, pues entonces que Boa se separara de Rain, y listo. Pero al parecer ninguno de los dos estaban dispuesto a asumir las responsabilidades de sus actos. Y Yunho prefería no entrometerse más allá de lo necesario. Suspiró un poco más.

Una ducha, eso era lo que necesitaba. Una reparadora ducha de varios minutos y luego simplemente dormir.






El sonido de su celular vibrando lo levantó.

Fue extraño, por que era imposible que en realidad un sonido tan vago como ese lograra despertarlo, pero supuso mientras abría los ojos que en realidad no había estado completamente dormido, apenas conciliando el sueño, levantó un poco la cabeza y observó al celular moverse.

Hundió el rostro en la almohada y empezó en si contestar sería una buena opción o no. Pero finalmente, estirando un poco su mano, un poco más centrado en lo que hacía, supuso que si no se tratara de algo verdaderamente importante, entonces no estarían llamando.

—¿Si?

Su voz algo apagada y baja, contrastó por completo con la alterada y gritona de Yoochun.

—¡Yunho! ¡Al fin contestas! ¡¿Qué demonios estabas haciendo?!
—¿Qué? ¿Qué sucede Yoochun? ¿Por qué llamas a estas ho…?
—¡¿Sabes que?! ¡No me interesa, por favor ven a mi departamento! ¡ES URGENTE!

Se sentó como pudo en la cama, masajeando un poco su sien y alejando un poco el celular de su oído, los gritos de Yoochun eran demasiado excesivos.

—¿Yoochun que está sucediendo?
—¡Rain está aquí! ¡Y quiere matarme!

Yunho abrió los ojos sorprendido, por supuesto que matarlo era una exageración por parte de Yoochun, pero aún así eso no evitaba que se preocupara, tomara sus cosas y se levantara de inmediato como podía de la cama. Pensando en la manera en la que hizo para vestirse tan velozmente.






Subió los escalones de tres en tres.

Con la capucha de ese abrigo sacudiéndose con fuerza y una pequeña y casi invisible marca de sudor en la frente. Cuando llegó al piso de Yoochun, la puerta se encontraba abierta. Y desde unos pasos antes de atravesarla, la voz preocupada de Boa se dejó escuchar.

—¡Rain ya basta, por favor!

Corrió hacía la sala, ahí donde varias cosas se encontraban en el suelo. Yoochun lo miró de una manera como nunca antes. Como si estuviera exageradamente feliz por verlo, e incluso Boa pareció un poco más aliviada con su presencia, sin embargo Rain seguía persiguiendo a Yoochun, quien huía como podía del mayor.

En ese momento pensó, que hubiera sido bueno haberles dicho que esa relación tórrida entre ellos no funcionaría y les causaría muchos problemas, para luego de unos minutos cuando toda esta situación se calmara, poder decirles de frente: ‘¡Se los dije!’

—¡Deja ya de correr, Park! Y enfrenta las consecuencias de tus actos. ¡Maldito mocoso!

Rain se lanzó para poder agarrarlo, saltando sobre los muebles, pero obviamente Yoochun fue más rápido, saltando también sobre los muebles y alejándose todavía un poco más.

—¡¿Te puedes calmar por un momento Rain?! ¡Estas exagerando las cosas!
—¡¿Exagerando las cosas?! ¡¡Te acuestas con mi esposa!! ¡¿Y YO ESTOY EXAGERANDO?!

—Auch… Tiene razón.— Yunho colocó un gesto de comprensión mientras se cruzaba de brazos y asentía, poniéndose evidentemente del lado de Rain. La mirada furiosa de Boa estuvo sobre él. —¿Qué?

—¡Has algo!

Era evidente que Boa tampoco estaba muy calmada, por que su grito fue aterrador. Por lo que Yunho decidió colocarse entre los dos, justo frente a Yoochun quien de inmediato colocó sus manos sobre su hombro, como si pretendiera usarlo de escudo humano.

—Rain, por favor hablemos como gente civilizada.
—Si, Yunho. Por supuesto que vamos a hablar. ¡¡Pero después de que le rompa la cara a este imbécil!!

—¡Mi rostro, NO!— Yoochun se escondió tras de él, pegando el rostro a la espalda de Yunho y entonces hubo un silencio que logró que luego de unos segundos Yoochun volviera a asomarse. —¿Qué? Soy modelo, mi rostro es lo que me da de comer.

Yunho reviró los ojos pensando claramente que era eso y todas las personas con las que se acuesta. Aunque no cobrara dinero por eso, pero si tenía al mundo entero a sus pies. La mayoría de lo que tenía Yoochun eran regalos de admiradores, admiradores con mucho dinero en varios casos.

Rain masajeó un poco su sien, mirando desdeñosamente al muchacho que se escondía tras Yunho. Y decidió suspirar largamente antes de tomar asiento en uno de los muebles.

—Está bien, hablemos como gente civilizada.

Boa miró a Yunho, negando levemente con la cabeza. Pero Yunho optó por confiar en la cordura de Rain y sentarse también, intentando que Yoochun soltara su brazo, al parecer aún desconfiando de la madurez de Rain, pero cuando finalmente pudo lograr que Park lo soltara, Yunho respiró hondo y miró al mayor.

—Rain mira…
—¡¡Maldito engendro te voy a romper la cara!!

Y por eso, es que Yunho no confiaba en la cordura de nadie.

Rain saltó desde su lugar hacía donde Yoochun se encontraba. Casi de inmediato, él intento salir del campo de agarre de Rain quien había quedado contra el suelo por el brusco movimiento, pero hábilmente había alcanzado a agarrar por el tobillo a Park haciéndolo caer del rostro al suelo.

“¡Dios! Esto es tan patético… Ni siquiera parece que en realidad estuvieran peleándose por una infidelidad.”

Yunho se dedicó a mirar divertido como Rain acostado en el suelo sostenía el tobillo de Yoochun quien intentaba soltarse arrastrándose por el piso. Boa tan solo pasaba una mano por su rostro y la mantenía ahí. Intentando ocultar de algún modo la vergüenza ajena.

—No sé en este momento quien es peor, si tú esposo o tú amante.

Boa miró enojada a Yunho, cuando este le habló en voz baja, por lo que lo codeó señalando a los dos hombres en el piso.

—Yunho has algo de una vez por todas, ¡Mierda, que para eso hubiera llamado a la policía! Tardaban en llegar, pero cuando menos hacían algo o intentaban hacer algo desde el mismo momento en que llegaban.
—Ese vocabulario Boa…

La mujer solamente rodó los ojos y el golpe seco de algo estrellarse los hizo regresar la mirada hacía el suelo. No estaban seguros de cómo, pero ahora Yoochun se encontraba boca arriba en el piso con Rain sentado sobre su estómago y el puño siendo levantado, dispuesto a golpearlo con demasiado fuerza.

Yunho lo supo, no era lo suficientemente rápido como para detener ese golpe antes de que se impactara en el rostro de Yoochun, pero aún así corrió, mientras Yoochun cerraba los ojos y Rain cogía un poco más de impulso.

—¡No tengo nada con tu esposa! ¡¡Soy gay, lo juro!!

Boa abrió sus ojos extremadamente, Rain pareció haberse congelado en ese preciso instante en que Yoochun gritaba y tapaba como podía su rostro con los brazos; Y Yunho vio todo pasar en cámara lenta, sus pies tropezaron torpemente haciéndolo perder el equilibrio y caer sobre la espalda fuerte de Rain quien perdió el equilibrio también y cayó sobre Yoochun.

Llevando las manos a su rostro Boa prefirió no mirar lo que pasó a continuación, por que el sonido del golpe incluso fue doloroso, la frente de Rain chocó bruscamente con la de Yoochun, provocando un grito de dolor por parte de ambos y eso, hasta a ella le había dolido.





Yoochun gemía de dolor, sentado en su sillón algo desbaratado mientras sostenía una funda con hielo sobre su frente, más allá Rain sostenía una funda igual sobre su frente y Boa colocaba una de esas fundas en la espalda de su esposo, quien al parecer había sido él más afectado.

Yunho solo repasaba las razones de por que era amigo de alguien como Yoochun, cerró los ojos por un momento. Le dolía en general todo el rostro. Pero aun más la nariz. ¡Maldito cuerpo musculoso de Rain que había golpeado su pobre rostro!

Oh, si por que en base a quien sentía más dolor, no se podía decir que él había golpeado a Rain, aunque fuera producto de su torpeza. Sino más bien parecía que Rain lo hubiera agarrado de espaldazos musculosos a su pobre rostro. “Demonios, Yunho. Deja de pensar tonterías.” Llevó una funda con hielo a su nariz y bufó con molestia.

—¡Agh, todavía me siento mareado! ¡¿Qué demonios tienes en esa frente?! ¡Hierro!

Yoochun gritó con la funda en su frente y Yunho tan solo lo tomó por los hombros, mirándole seriamente pidiéndole de algún modo que se calmara. Esto era tan bizarro, sin contar con que eso seguramente le provocaría un chichón a Yoochun y si no se equivocaba su amigo estaba en plena campaña publicitaria.

Rain pareció arrugar el entrecejo un poco pero volvió a desviar la mirada hacía la ventana con la funda en su frente y con Boa levantando la camisa de Rain para poder poner un poco del hielo en su espalda también. Yunho aprovechó ese vertiginoso silencio para ver a su amigo de reojo.

¿Por qué Yoochun no le había dicho que era gay? ¿No se suponía que eran amigos?

Sin embargo Yoochun levantó la mirada y arrugó un poco el entrecejo. — ¿Qué?
—¿Por qué no me habías dicho que eras gay?

Por un momento, su mejor amigo se sonrojo levemente, bajando todavía un poco más la voz. Por que Boa y Rain los podían oír y ese no era el objetivo.

—Luego hablamos de eso, Yunho.
—Pero…

El movimiento de Rain fue hábil, se giró para poder mirarlos a la cara, y ambos se enderezaron de inmediato. Por que ya habían probado cuan fuerte era Rain cuando no tenía intención de golpearlos, no querían ni imaginar como eran sus golpes cuando en verdad quería lastimar.

—¿Y bien? ¿Cómo es eso de que eres gay, Yoochun? Por que desde que te conozco a través de Yunho, quien es mejor amigo de mi esposa. Él cual si descubro que los está encubriendo también conocerá de cerca a mi puño. Tú nunca has dado seña de ser gay, es más siempre has sido todo un playboy.

Yunho tragó duró. De acuerdo acababa de decidir que no había sido tan buena idea venir en rescate de Yoochun. Miró a su amigo y esperó por que usara su mejor rostro. “¡Miente, Yoochun! ¡Miente como si tu trasero dependiera de ello!” Sin embargo Yoochun solo respiró profundo y colocó una de sus manos sobre la de él.

Arrugó el entrecejo, viendo como Yoochun apretaba con fuerza su mano. Y eso no le gustó, regresó su mirada al rostro de Yoochun y ahora el muchacho miraba fijamente a Rain.

—Yunho y yo estamos saliendo, entenderás que no es algo que podíamos simplemente contarle como si nada a los demás, sin contar con el hecho de que apenas estamos intentando tener una relación.
—¡¿…Que?!

Yoochun pisó su pie, de acuerdo había entendido. Mejor se quedaba callado. Aunque Yoochun nunca lo miró, Yunho aún así le dedicó varias miradas asesinas.

—¿Y por que Yunho luce tan sorprendido?
—Por que habíamos acordado que nadie a parte de Boa lo sabría, por lo menos por el momento.

Oh, demonios. Yoochun era un excelente mentiroso, lucía tan asquerosamente serio y confiado que Yunho incluso tuvo hasta ganas de besarlo. Pero cuando sintió la punzante mirada de Rain sobre él, Yunho solo pudo buscar la mirada del mayor con lentitud.

—¿Eso es cierto, Yunho?

“Mi vida, es una serie constante de errores. Uno tras otro, uno tras otro. Vivir… O Morir… E ahí el dilema.”

Una sonrisa en el rostro, fue un gesto inútil, por que nervioso como se encontraba solo pudo asentir. Enterrando las uñas que no tenía sobre la palma de Yoochun quien se encogió un poco ante el dolor provocado. Pero es que Yunho tenía que hacerle pagar de algún modo por esa horrenda situación y los traumas psicológicos que esta le dejaría.

—Si, es verdad. No tenemos mucho tiempo juntos. Es algo que… Queríamos mantener en secreto por lo menos por un tiempo, ya ves por la fama de Yoochun y todo eso.

Rain suspiró, cambiando sus gestos por unos que parecían de arrepentimiento, entrelazando sus manos y con una diminuta sonrisa en el rostro.

—Supongo que lo lamento mucho, fue mi error. No debí haber actuado de esa forma tan impulsiva. Lo siento, de verdad.

Yoochun asintió, con sus movimientos un poco rígidos y aparentemente todavía nervioso. Rain se levantó y ambos se pegamos un poco más al respaldar del mueble solo por precaución.

—Lo siento, amor… Creo que me excedí.

Boa levantó la mirada, dejando la funda sobre el sillón y con los ojos puestos es su esposo.

—Hablamos en casa, Rain.

Él suspiró, sabiendo a consciencia de que eso no sonaba bien por ningún lado. Boa salió del departamento con un paso firme y elegante. Murmurando apenas un ‘Nos vemos luego, muchachos.’ Y Rain empezó a salir no sin antes girar una vez más. Para poder sonreírles un poco.

—¿Saben algo? De algún modo, en el fondo ya lo sospechaba un poco. Ustedes son demasiado cercanos como para ser solo amigos. Nos vemos, y disculpen todo esto.

La puerta se cerró y Yunho solo dejó que la mandíbula le cayera un poco. “¡¿Qué ya lo sospechaba?! ¡¿Qué rayos sospechaba?!” Yoochun soltó lentamente el agarre de sus manos y Yunho recordó que lo tenía muy cerca, entonces sonrió maliciosamente.

—¡Todo esto es tu culpa, imbécil!

Y lo golpeó, justo en la cabeza haciendo que se fuera un poco hacía adelante.

—¡Demonios, Yunho! Que aún me duele la cabeza.
—¡Pues a mi me duele el orgullo! ¿Oíste lo que nos acaba de decir?

—Que más da…
—¡¿Qué más da?! Agh, eres un inconsciente….

Se cruzó de brazos, acomodándose un poco mejor en el sillón y cerrando los ojos, las facciones en su rostro evidenciaban su enojo. Y cuando finalmente escuchó un suspiró por parte de Yoochun supuso que no habrían tantos problemas por esa pequeña mentira.

—¿Quieres pizza?

Yunho abrió los ojos y suspiró. – Supongo. ¡Pero que no sea de piña! La odio…
—Como sea, como sea. Mitad y mitad entonces.

Yoochun movió su mano despreocupadamente, tomando el teléfono inalámbrico que estaba en el suelo, y marcando un número que ya se sabía de memoria. Yunho solo lo observó y sonrió. Finalmente no había mucho que pensar. Era verdad, ¿Qué tan mala podía ser esa pequeña mentira?

Esa, fue otra más de su larga cadena de errores, pensar que una idea de Park Yoochun podía ‘no ser tan mala idea’.

2 Comentarios:

  1. moneiba7/30/2011

    por diossssssss me encanto de veras esta genial y me dejaste con ganas de mas ..amo el hochun lo amo ...estoy deseando ver comos e desarroya esto porque promete

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  2. esta muy bueno!!!! me gusta!!!^^

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