FRAGANCE´S capitulo 3

Recuerdos con Fragancias

Un aroma grato es capaz de hacernos evocar mil recuerdos, una persona, un lugar, un momento. Por qué un olor puede significar un mundo ¿Que significa para ti?

Con pocas ganas y gesto de acatamiento, Junsu abandonó el departamento de Yunho, la noche de mascaras.

-Yunho ¿Estas bien?- Decía Junsu preocupado viendo el inexpresivo rostro de su amigo.
-Si, déjame solo – Su tono era casi inaudible. Se mantenía de pie en el cuarto de baño, frete al espejo.
-No, me quedare…
-¡JUNSU! Por favor, vete…-Interrumpió exaltado.
-Pe… Yun…Esta bien.- Y se marcho sin decir mas.


Así anduvo hasta tomar un taxi. Bajó frete a su puerta.
Cuando lo alertaron unos ruidos cerca del callejón de la esquina. Sigilosamente pudo presenciar como dos tipos acorralaban y amenazaban a un tercero. Le golpeaban en el vientre, haciendo que los intentos de defensa por parte de la victima fueran inútiles. ¿Qué debía hacer? ¿Mirar? ¿Actuar? O simplemente ¿Nada? Por supuesto esa no era la opción, recordó lo que Yunho le había enseñado en momentos como estos. Tomo por sorpresa al que golpeaba al muchacho, dándole con gran impacto en la cara, botándolo al piso. El segundo tipo al ver caído al primero quedo paralizado, y Junsu aprovecho para noquearle también. Agarro la muñeca de la victima y salio corriendo del lugar.
En casa, puedo reconocer al joven, le conocía de vista desde algunos días antes, pero no imaginó un encuentro como tal. Volviendo de la cocina le entrego un vaso de agua con azúcar.

-Soy Park… Park Yoochun- Dijo bebiendo a concho el agua. – Gracias por lo de recién.- Regulaba su respiración.
Junsu era de esos con amabilidad humanitaria y de establecer rápido tema de conversación, sin embargo, ahora le estaba siendo difícil incluso presentarse.

-N…No fue nada- Contesto finalmente sonriendo.- ¿Te encuentras bien?- Se agacho en cuclillas a la altura de Yoochun.
-Si, estoy enterito- Devolvió la sonrisa.
-Me alegro… Tienes roto el labio.- Se puso de pie y en un abrir y cerrar de ojo, limpiaba esa herida en la comisura del labio de Yoochun.- Te arderá un poco…
-Ouch… Descuida.- Sonreía tiernamente.
-¡Listo! ¿Tienes hambre? Yo si.- Se dirigió a la cocina.-Tengo fideos fritos.
-Esta bien para mi ¿Necesitas ayuda?-Yoochun apoyado sobre el umbral de la pared.- Deberías cubrirte ese traje, lo puedes manchar- cogio el delantal del gancho y se lo extendió.
-Gracias…-Junsu aun llevaba puesto su esmoquin blanco.
Ahora que recordaba, Yoochun, era el amigo del chico nívea con cual Yunho se besaba. Días antes le vio en la piscina, tras ir a dejar los balones de football. Incluso las chicas comentaban mucho respecto a el, tan elegante, romántico, galán, un casanova promedio, y excelente atleta.
Terminada la cena transcurrida en completo silencio, Junsu encendió la TV, sin recoger los platos. El efecto del sueño obligaba a cerrar con más frecuencias y pesadez sus parpados.
-Creo que debería irme-Agrego Yoochun poniéndose en pie.
-… ¿Por qué?-Cuestiono soñoliento.
-No lo se.
-Quédate…si quieres…
-Pero…
-Seria peligroso si te encuentran solo…Además como mi nuevo amigo, te ofrezco mi cómodo sofá para alojar esta noche- Junsu parecía protagonizar un comercial, pero el cansancio lo delataba.
-Gracias Junsu-Park sonrío tiernamente.

Esa noche Junsu no revelo su nombre, entonces ¿cómo era que Yoochun lo sabía? Quiso pasar por alto aquel detalle.

La lluvia sonó fina y delicada en un principio, aunque avanzadas las horas, golpeaba con fuerzas los tejados.
El frío y el constante castañear de los dientes de Yoochun, mantenían despierto a Junsu, dudoso de actuar finalmente se levanto.

-Yoochun…-movió el hombro de este- Yoochun-susurro.
-sss… ¿ssí?- Tiritaba hasta el mentón.
-ven.

El calor de las sabanas durmió a Park placidamente junto a Junsu, claro que no era el caso en este último. No podía pegar los ojos, por lo mismo miraba hacia la ventana ver resbalar la lluvia. Un sentimiento entorpecía cada pensamiento, la compañía del otro producía una sensación extremadamente agradable. Y fue así, como recuerdos del joven entrenando invadieron su razón. El esfuerzo en cada brazada, cada bocanada de aire… De pronto se vio envuelto y atraído. Músculo por músculo se tenso.
-Jun…su- escucho salir en un susurro cerca de su oído.

Cuando despertó, sentía el codo adolorido y las manos acalambradas, ¿en que momento se durmió? Se había levantado y alejado de su propia cama y sentado junto a la ventana…sin embargo ¿Por qué? Desvió su vista.
El reflejo pálido de la piel en contraste a esos labios rojos, gruesos y semiabiertos, el cabello desordenado cayendo por el hombro que se dejaba ver al descubierto, lo sorprendieron. Se había alejado de Yoochun.
El frío ya bastante calado en sus huesos y sin tregua lo hizo reincorporarse a su lugar, se tapo hasta la nariz, cerro los ojos e intento volver a capturar nuevamente la calidez. Pero como antes, Yoochun lo abrazaba atrayéndolo consigo… ¿Qué debía hacer ahora? se mantenía rígido… ¿soltarse? tal contacto… ¿pero, realmente quería soltarse?


Las 7:05am registraba la pantalla en el móvil de Changmin, había pasado toda la noche en vela, y como si fuese poco el frío le ayudaba. Sin embargo la cafeína pura que lograba el insomnio en Min, era el recuerdo vivo de Yunho… ¿Por qué salio corriendo? Pensó unos instante, la verdad toda la noche y...no… ¡NO! ¡NO! ¡Jamás!... porque dolía admitirlo, nunca, nunca, se prometió. No quería, era un error lo que descubrió de su palpitante músculo. ¡JAMAS! grito para si mismo.

Dieciséis semanas transcurrieron, desde entonces, ni Junsu como Yoochun se dirigen palabra, a la vez Min no habla con Yunho y viceversa. Todo aparentaba normalidad o ¿no?



-¡Changmin ah! ¿Que haces?- Pregunto un curioso Junsu entrando al laboratorio de la universidad- ¿Changmin?-repitió.
-Junsu ¡Ya! ¿Que no ves, estoy ocupado?- Traía puesta una cotona blanca.
- Max no seas así-dibujo un puchero en sus labios- ¿Qué haces?- volvió a preguntar para sentarse al lado de Min.
-Nada- respondió sin emoción- Y no me digas Max.
Junsu miro atento todos los utensilios, los tubos de ensayos, algunos frasquitos, azafrán.
-¡Haces un perfume!-Descifró animado.
-…
-Pero ¿y el anterior?
-Lo perdí…-Cerro un frasquito.
-ajajá-rió un poco para preguntar- ¿Y como? Si eres TAN ORGANIZADO-recalco con mofa.
-…-alzó la ceja derecha- Hyung…-respiro- Lo perdí en los vestidores…después de la practica…con Yunho.
-¿En los vestidores?...-pensó un momento- Pero si tu ya no practicas…-Lo miro dudoso, apunto de interrogarlo.
-¿Profesor?-Yoochun entro al laboratorio, necesitaba hablar con el maestro de ciencias.
-Se marcho- Contesto Changmin.
-Ya veo…
-¡Nos vemos!- Junsu se retiro del lugar pasando por el costado del azabache, sintiendo el aroma que le impregnaba sentido a sentido, arrastrando con ello, las memorias de la noche juntos. Ser rodeado por esos brazos, la calidez llenadora, sus expresiones al dormir, esos labios rojos y semiabiertos, la piel expuesta. Le hacia mal seguir alimentando el recuerdo.
Ver las sonrisas dirigidas a las chicas o chicos, dolía. Pues claro, esperaba al menos una explicación ¿no? Alguna excusa, en cambio solo percibía el desprecio, el rostro sin expresión del otro al toparse de casualidad por la universidad,…silencio. Para Junsu ese perfume significaba, un recuerdo sin sentido ni explicación, pero a la vez todo.


Jaejoong esperaba por Yunho fuera del dojo, como se le había hecho costumbre. Además verlo practicar lo entretenía. La pasión y suavidad sobre un golpe o patada que realizaba de ejemplo para los novatos cautivaba a muchos.
Del otro lado, Yunho comenzó acostumbrase a Jae. Los rasgos casi femeninos, como un narciso coreano, la sonrisa escondida tras sus manos, la comida luego de practicar, la piel blanca, delicado, fuerte. Aunque solo podía existir una enorme amistad entre ellos, porque eso descubrió mas tarde al estar juntos casi tres meses. La compañía del otro siempre era bienvenida.

-Kagin Hyung- Vio pasar a un chico alto entrar al dojo, y Jae no dejo de observarle.

Changmin había tomado una decisión, sin embrago los nervios le comían tras su antifaz de seriedad y pocos amigos. Necesitaba volver al club de Tae won do o reprobaría. Así que hablaría con el co-capitán y pedirle que lo reintegrara.
-¡Kagin Hyung!-Alzó la mano.
-¡Oh! ¡Changmin ah!-Partió a su encuentro- ¿Cómo estas?-palmeo la espalda de este.
-Bien, Hyung-sonrió un poco.-Yo venia…
-¿Vas a regresar?-Pregunto Kagin de brazos cruzados y sonrisa en los labios.
-No me queda de otra-suspiro Min.
-Ajajá. Me alegra eres muy bueno.-Lo felicito.
-¿Cómo? Hyung yo soy el mejor-lo corrigió divertido.
-Ajajá si-le sacudió el cabello.
-Kagin has visto donde dej…-Yunho enmudeció, no vio llegar a Min.
-Tu I-pod esta justo allí-apunto Kagin-en la mesa-repitió, ya que Yunho no reaccionaba- Min vuelve a los entrenamientos-agrego al ver como Yunho miraba al alto.
-¿Enserio?-logro decir apenas.
-Debo irme, gracias Kagin Hyung-Changmin se dio media vuelta y se marcho.
-¡Adiós, Dongsaeng!... no es bueno, con Changmin de regreso seremos los ganadores.
-ss…ssi…-Yunho vio como se alejaba.
-Bueno me voy, nos vemos- Kagin tomo sus cosas y se marcho.

Cuando Yunho salió, la sonrisa de Jae alivio el día. Los campeonatos ya tenían fecha y lugar. Así que la preparación estaba siendo agotadora. Aunque no imagino el regreso inesperado de Min. Claro que era el mejor, tenia técnica, destreza, disciplina, fuerza y pasión. Todo lo que se espera de un deportista elite… y un cuerpo sin igual…
-¿Qué piensas tanto?-Jae lo miraba interesado.
-¿eh? ¿Yo? En nada-Sonrió y cruzo sus brazos por los hombros de Jae.
-…no me engañas…estas muy distraído últimamente-Lo vio a los ojos.
-¿Distraído?
Yunho decidió mirar los edificios que aparecían en la ciudad. Ni siquiera el sabia que andaba distraído.


Junsu llegaba a tiempo al ensayo. Había sido tal su presentación en el antro, que la misma dueña le contrato por un tiempo prolongado.




N/A: Ha pasado tiempo y al fin recobre la inspiración. Espero les guste y por supuesto sus opiniones, reclamos y sugerencias.

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