Darkness Deep cap 20

De Profundis Clamavit Cor Meum (De las Profundidades clamó mi corazón)

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Yukón, Canadá

La mente de Yoochun podría haber estado perturbada e iracunda porque veía como aquella bestia golpeaba a Junsu dejándole inconsciente… pero no lo suficientemente bloqueada ni por aquella droga que le adormiló rápidamente como para no distinguir apropiadamente al hombre que sonreía mientras cae al rugoso suelo escarchado con el cuerpo encadenado.

Su mente lo registró y lo recordaría…
Matar a Gerard Howleth.

Darius también sonrió victorioso… tal vez habría fallado en capturar a Kenryu Ogazawara y pudo haber hablado ante el Diurno… pero seguro estaba de que Yiang le perdonaría los errores (y la vida) al llevar a Yoochun y Junsu ante él como prisioneros sometidos…

JinHyuk también había sido capturado… aunque el peculiar licántropo a servicios de Park más bien se hubiera rendido sin oponer demasiada resistencia…

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Northwest Terriotories
Grand lac de l'Ours (Gran Lago del Oso)

Región localizada al Norte del país cuenta con un gran número de minas de diamantes, oro y gas natural, sus recursos naturales geológicos son de gran importancia económica… y es por tanto una de las regiones favoritas de Zhang Yiang pues varias de las minas en estas tierras son explotadas por sus corporaciones.

Sin embargo hoy, incluso parecía ofrecerle una mayor riqueza, invaluable y a su manera exquisita…

Zhang Yiang sonrió perspicaz sin moverse de su sitio… se sentía omnipotente sentado en aquella silla, con Yoochun encadenado a aquellos pilares mirándole con todo el odio que por siglos ha alimentado y que ha crecido más en los últimos minutos… se sentía todopoderoso ante ése Junsu que permanecía de pie entre ambos licántropos con la mirada divagada y el corazón latiéndole violentamente contra el pecho…

- muy inteligente de tu parte no analizar siquiera la posibilidad de escape… - Yiang sonrió con autosuficiencia… - es en realidad una caja de pandora, ¿no es así, Yoochun?... – miró al pelinegro con sorna… - sabes bien lo que contiene, lo que tiene por ofrecerte, pero siempre tiene sorpresas ocultas más allá de su mirada en aquello tan insulso que llaman alma…

- ¡ni siquiera lo pienses Yiang!... – el pelinegro tiró de las cadenas sintiendo el escozor en las muñecas pues el metal no parecía ceder ni un poco…

- ¿pensarlo?... – el lycan sonrió divertido… - ¿de qué hablas, Yoochun?... – dejó viajar su mirada por la figura del castaño y vio al pelinegro enfurecer un poco más tirando con fuerza de las cadenas… - ya comprendo… temes que le tome como intenté ya una vez y como hice por días y noches con tu esposa…

Apenas la última palabra salió de labios del lycan, Junsu pareció salir de su estupor dirigiendo la mirada primero a Yoochun y luego a Yiang. Ojos negros que centelleaban ira… ojos pardos que mostraban diversión…

- ¿cuál es el verdadero motivo de tu odio, Yoochun?... ¿lo que hice con tu esposa hace siglos… o lo que disfrutaré haciéndole a Junsu?

El centinela sintió un escalofrío e instintivamente miró a su novio dejándole ver el miedo y la tristeza… porque Junsu jamás podría evitar sentirse a la sombra del pasado del pelinegro, porque querría saber hasta en el último detalle que sí… que ahora era solo él el motivo de todas sus emociones. Y también tenía miedo, temblaba y su corazón acelerado resonaba en sus oídos… no quería que Yiang volviera a tocarle… no quería imaginar que tomara de él lo que solo era de Yoochun…

Park no le dio el gusto a Zhang de responder, seguía tirando de las cadenas aunque ya la piel se hubiera rasgado haciéndole sangrar… miró a Junsu con profundidad esperando que pudiera leer en sus orbes la respuesta que hay en su corazón… que comprenda, que tanto la bestia como el humano darán todo por él…

- sabes qué Yoochun, hace siglos cometí el error de matar a tu esposa… - Yiang dijo con repentina seriedad… pelinegro y castaño le miraron, el primero con el mismo odio, el segundo sorprendido… - si la hubiera convertido habría podido disfrutar de su belleza y su rico cuerpo… - una sonrisa burlona volvió a aparecer en sus labios… - no cometeré el mismo error… - volvió su mirada a Junsu y Yoochun lo comprendió… - te haré mi esclavo sexual, tomaré tu delicioso cuerpo una y otra vez, Junsu… - el tono lascivo con que dijo aquello hizo temblar de nuevo al centinela, y disparó todo el odio y la adrenalina en el pelinegro… - te convertiré en licántropo…

- no… - el castaño murmuró su negativa mirando al pelinegro con infinita tristeza… porque había comprendido finalmente cuánto dolor le ocasionaba a su novio por tener aquel deseo egoísta de estar juntos por siempre…

- ¿no?... – Yiang enarcó una ceja sonriendo con un dejo de inconformidad… - así que algo tan insulso como el amor te ha hecho cambiar de opinión, ¿eh?... – se puso de pie y caminó con tranquilidad hacia el centinela… Yoochun tiró de las cadenas lastimándose la piel ya herida pero temiendo no poder liberarse de aquel agarre metálico… - es sin embargo tarde para ti, Junsu… - sonrió con malicia y el centinela por instinto dio un paso atrás… - podrán tus labios decir un no, pero son tus ojos los que me dicen que quieres esto… convertirte en uno de nosotros… ser un lycan como ése al que estúpidamente amas…

- ¡Junsu!... – Yoochun gritó desesperado cuando vio a Yiang lanzarse sobre el castaño…

Park tiró con fuerza de las cadenas… el miedo y la ira hicieron lo propio consiguiendo al fin trozar los grilletes metálicos que parecían irrompibles, se le rasgó la piel y la sangre brotó pero ni un resquicio de dolor por aquello distrajo al pelinegro de su único objetivo en aquel segundo…

Junsu lo había presentido… que Yiang nunca le dejaría ir libre, que solo querría usarlo para hacer más daño a Yoochun… cuando Zhang se lanzó contra él, ya estaba listo esperando por su ataque, estaba listo… para sacrificarse antes que permitir que Yiang se salga con la suya…

Para cuando Yiang llegó hasta él, ya Junsu había apuntado su arma contra su propio pecho y una lágrima resbalado por su mejilla mientras se despedía mentalmente de ése Yoochun que se cernía sobre su enemigo alejándole del centinela. El gatillo fue presionado y un disparo sordo resonó por el recinto… tres cuerpos cayendo… Junsu se desvaneció casi sin vida y el pecho cubierto de sangre, la bala había atravesado su cuerpo… Yiang y Yoochun se habían enfrascado en una batalla sin cuartel por segundos que parecieron eternos… el pelinegro intentaba apartarse y socorrer a su novio porque podía escuchar cómo más débiles se tornaban sus signos vitales, pero el lycan puro solo reía y se mofaba haciéndole caer de nuevo al suelo…

La pesadilla volvió a mente de Yoochun…

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En los límites del acantilado estaba Zhang Yiang transformado en lycan… a sus espaldas, la redonda luna plateada colgaba del firmamento cubierto por algunas nubes oscuras… las manos extendidas hacia los lados… Junsu era sujetado por el cuello de un lado… Ji Soo de otro…

Y Yoochun tenía que elegir a cuál salvar cuando Yiang les soltara dejándoles caer al vacío…

No podía…

No quería elegir entre las dos personas que ama…
Deseaba mantenerles a salvo para siempre…

- toma tu decisión, Yoochun… tu esposa… - Yiang acercó a Ji Soo un poco más hacia el abismo… - ó Junsu… - su mano presionando un poco más el cuello del castaño cortándole la respiración…

Park sentía la presión y todos sus sentidos parecían colapsar incapaz de una decisión así…

Entonces veía a Ji Soo y Junsu sonreír… dedicarle una mirada tranquila y soltar el cuerpo como quien se rinde al destino…

Zhang Yiang los soltaba a ambos al mismo tiempo y Yoochun iniciaba la carrera hacia el acantilado transformándose en lycan al recorrer a grandes zancadas esos metros que le separaban del acantilado, se lanzó al abismo y en sus pupilas se reflejaban tanto Ji Soo como Junsu…

No podía elegir…

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Junsu se incorporó con dificultad quedando apenas sentado en el piso, veía la batalla de su novio contra el lycan puro y mayor dolor se esparcía por su cuerpo y corazón… tomó el arma que antes soltara de su mano cuando disparó contra sí mismo y la levantó… su mano temblaba y no conseguía enfocar la mirada, borrosa estaba su visión y demasiado dolía su cuerpo, solo respirar dolía…

- Chun… - murmuró apenas con la voz temblorosa al tiempo que toda fuerza le abandonaba y el arma caía de su mano cuando su cuerpo se rindió cayendo nuevamente al suelo prácticamente sin vida…

Cuando Yoochun vio a su novio en aquel estado moribundo miles de sensaciones y emociones explotaron en su interior despertando a ése ser fantástico más semejante a un lobo de gran tamaño.

- lycan louxsna… - Yiang murmuró entre labios… y como lo hiciera antes… casi temió la aparición de tal criatura…

Haber titubeado esos pocos segundos en plena faena fueron contraproducentes para los objetivos de Zhang… una feroz mordida se cerró a la altura de su hombro arrancándole un gemido de dolor (hace centurias no experimentaba tan fidedignamente tal sensación), los puntiagudos y largos colmillos pareciern penetrar inclusive sus reforzados huesos, un movimiento brusco y la fractura se dio dejándole el brazo derecho inmovible… fue lanzado y estampado con furia contra un muro agrietando el grueso material de piedra…

A través de los grandes ojos turquesa del louxsna, Yiang pudo ver el deseo de aniquilamiento, pero al parecer en aquel instante para Park fue más importante poder salvar al centinela, porque dio la vuelta y se apresuró hacia el castaño.

Yiang sonrió con malicia, se recuperaría antes de que Park pudiera salvar a su novio y él podría mofarse de su dolor otros decenios antes de que el pelinegro se atreviera siquiera a fijar su mirada en otro ser… se sujetó el brazo herido y observó los finos orificios que los colmillos del louxsna dejaron… tan letal y certero como estiletes puesto que la herida profunda se había cerrado al momento en que los colmillos abandonaron su piel… un par de gotas de sangre y nada más… casi podría sentí admiración por el louxsna…

Mientras Zhang sonreía y esperaba su total recuperación… o salir por lo menos del repentino y casi inexplicable estupor... de entre las sombras de aquel recinto emergió JinHyuk… ropas manchadas en sangre, cortes en varias partes de su cuerpo, ballesta en mano y dos disparos potentes de flechas que atravesaron a la altura de cada hombro impulsándole nuevamente hacia atrás consiguiendo de aquel modo que se incrustaran las filosas puntas triangulares en la piedra… Yiang volvió a emitir un grito de dolor y su mirada destelló furia…

¡Él no podía ser sometido!

Al mismo tiempo…

El lycan louxsna había llegado donde el centinela, sus orbes turquesa preocupadas dieron una rápida vista de todo su cuerpo, la habla había atravesado el frágil cuerpo mortal y la sangre había formado ya un charco en el piso… gruñó más que enojado… luego pareció llorar con tristeza mientras lame la herida y el hombre dentro de la bestia se sume en dolor…

No podía perder a su amor de nuevo…
No podía perder a Junsu…

El castaño no podía ni siquiera abrir sus ojos y mirarle una última vez… el dolor casi parecía haber desaparecido y algo similar a la paz cobijaba su cuerpo… sin embargo, una parte de él no quería aquella paz…

No quería morir…

Sonrió con amargura apenas curvando sus labios y una lágrima resbaló por su pálida mejilla… hubiera querido decir adiós y besarle con un Te Amo tan sincero y profundo que Yoochun no pudiera olvidarlo nunca… pero no tenía fuerza para nada… respiraba más lento y mucho más pausado… la última exhalación estaba por llegar y él podía sentirlo…

No quería…
No quería morir…
Quería quedarse con Yoochun…
Quería amarle un poco más…

Y casi sin darse cuenta, los amantes recordaron aquella promesa que días atrás el castaño hiciera cuando Yoochun se transformara por vez primera en lycan louxsna…

…que estaré contigo de una u otra forma hasta el último de mis suspiros, te entrego mi cuerpo, mi alma y todo mi amor hasta que los quieras como parte de tu existencia, no importa si termino mi vida como mortal o llegas a concederme la oportunidad de una eternidad a tu lado…

El lycan louxsna entonces le mordió el cuello… sus finos colmillos desgarraron la piel atravesando el músculo… Yoochun no quería perderle… y esperaba estar a tiempo de transformarle aunque nunca hubiera querido tener que hacerlo…

Si las circunstancias hubieran sido otras tal vez hubiera podido dejarle ir… pero no así… no…

El louxsna se apartó unos instantes después, lamió el rostro del centinela y aguardó… pero Junsu ya no respiraba… insistió golpeando con su hocico el rostro del castaño o posando una de sus grandes patas sobre su cuerpo empujándole como hace una fiel bestia a su amo… es que si Junsu no despertaba, el hombre en su interior también moría… y la bestia aulló entonces con profundo dolor…

- ¿qué… qué tanto duele esta vez, Yoochun?... – Yiang cuestionó entonces entre risas burlonas… teniendo la fuerza para impulsar su cuerpo al frente y permitir que las flechas le atravesaran del todo de un lado a otro permaneciendo incrustadas y bañadas de su sangre…

El lycan louxsna se giró a mirarle… el odio y el rencor crecieron como fuego en su interior que clama resurgiendo como lo hace la lava en un volcán en erupción… le dio la espalda al cuerpo del centinela y fijó su único objetivo ahora:

Matar a Yiang…

- aunque seas un lycan louxsna… no conseguirás derrotarme… - gruñó esa vez Yiang…

JinHyuk observaba con cautela mientras se acercaba al cuerpo del centinela y veía detenidamente aquellos orificios de la mordida del louxsna… volvió su mirada al lobo y lo comprendió…

- no debes matarle aún, Yoochun… - el hombre dijo… pero el louxsna por supuesto que no le escuchó, dio un par de pasos gruñendo con fiereza hacia Zhang, quien aún herido se transformó también en licántropo…

JinHyuk no dijo más nada entonces… volvió su atención al centinela… aguardando… porque él sabía bien lo que aún estaba por ocurrir… lo que por siglos su verdadero yo ha esperado… lo que tanto tiempo atrás planeara junto a Maximus y Constantine… aquello que sabe, dará fin a la existencia de Génesis y todas sus ambiciones… a ambas razas…

Porque detrás de la existencia de un simple mayordomo a servicios de la antiquísima familia Park se encontraba…

El primer lycan de la historia…
Jintao…

*****
Sorrento, Provincia de Nápoles, Italia

Yunho continuó succionando la erección del Príncipe Vampiro con aquella delirante paciencia que sabía excitaba y deseperaba más a su novio… adoraba la forma en que las manos de Jaejoong se enredaban en sus mechones tirando con fuerza mientras gime y mueve sus caderas buscando mayor contacto o exigiendo más rapidez… eso que no le daba aún…

- ¡mierda, Yunho! ¡Mhh!... – gimió descontrolado, jalando tan fuerte que algunas hebras café quedaron entre sus largos y blancos dedos… desistió por un segundo de su intento por obtener más de aquello que le era entregado y se dejó caer de nuevo sobre la arena, retorciéndose y tocándose a sí mismo…

Sus manos cayeron en su propio pecho, estrujando sus pezones o acariciando sus pectorales y más abajo hasta sentir la cabeza del Diurno continuando en su tortuosa labor de masturbarlo. Le volvía loco, le desesperaba, le excitaba… le controlaba… sus labios rojos permanecieron entreabiertos, los melodiosos gemidos salían uno tras otro y sus ojos cerrados apenas podían contra todo aquel calor y el placer que tan malditamente bien le hacía sentir… la luna aún se distinguía en el firmamento, pero la bóveda ya no estaba oscurecida del todo, ligero toque de claridad comenzaba a bañarle y él sabía que el alba no tardaría en despuntar…

A la mierda si se perdía el amanecer…
Estaba bien recibirlo entre sus brazos o sumido en el placer que Yunho le provoca…

El Diurno coló entonces una mano bajo su cuerpo hasta llegar a su intimidad… sin ningún tipo de lubricante metió dos dedos a la vez en aquel estrecho lugar… Jaejoong se arqueó incómodo pero no dejó de gemir… era un masoquista por culpa de su amante, pero esa mezcla de placer y dolor solo conseguían ponerle más y saber que es así… es así como Yunho le demuestra su propio amor y el deseo y la lujuria, todo eso mezclado haciéndole perder también de foco cualquier atención demasiado romántica o sutil porque ninguno le necesitaba en momentos como aquellos… porque no era necesaria una caricia suave o un susurro cursi… no cuando eran sus corazones los que latían de aquel modo apresurado más allá de la excitación… no cuando tenían más que claro ya que sí… que era amor y no solo deseo carnal…

- Yunho ya… - jadeó el pelioscuro tirando de nueva cuenta de los cabellos del moreno, queriendo que abandone su erección y suba para besarle mientras le toma otra vez… - te quiero… ya… - gimió tirando con más fuerza…

- ¡cielos, Jae! ¿No puedes esperar un minuto más?... – el moreno sonrió luego de haber abandonado finalmente el hinchado miembro de su novio…

Haciendo caso y trepando sobre su cuerpo hasta alcanzar su rostro y besarle apasionadamente en tanto siente su palpitante erección rozar contra el aún comprimido ano de su novio… gimiendo en medio del beso cuando sintió las piernas del pelioscuro rodear su cadera empujándole para decirle que sí… que no puede esperar un minuto más y que le haga suyo… Yunho se acomodó entonces mejor y tomando con firmeza las caderas del pelioscuro se aventuró en su interior de una sola estocada, abriéndose paso con fuerza y sintiéndole temblar incómodo entre sus brazos… pero Jaejoong sonrió satisfecho cuando le supo completamente suyo, dentro… profundo y caliente…

- me encantas así, Yunho… - susurró con tono seductor, sabiendo que es justamente su voz y esa sonrisa sensual lo que enciende algo más al Diurno motivándole a comenzar con esas embestidas no muy delicadas pero que sí… son a su modo únicas y espontáneas y casi románticas…

Porque es una danza candente del deseo mutuo de permanecer unidos en cuerpo como saben ahora lo son en alma… porque ése hacer el amor es incluso algo más hermoso y perfecto que otras ocasiones… porque en medio del frenético vaivén de caderas y el salvajismo con que el Diurno arremete contra el Príncipe Vampiro, hay espacio mas que suficiente para el amor y el cariño, para las miradas encendidas en pasión que esconden tras de sí esa ternura infinita que nunca podía pensarse existiera entre dos vampiros que fueron unidos por algo más que el destino o las circunstancias…

Dos vampiros que aprendieron en medio de la lujuria y las adversidades a dejar latir con libertad ese corazón que por su propia condición creían muertos o simples músculos sin sentido…

De un momento a otro toman otra postura, ambos de rodillas sobre la arena, Jaejoong dando su espalda a Yunho, sintiendo su pecho caliente sudorosa chocar contra su piel sensible, sus fuertes manos acariciando todo su cuerpo, tomando su erección mientras permanece dentro y se dedica a simplemente besar su cuello, su nuca, sus hombros y parte de su espalda… llevándose con su lengua ávida rastros de sudor e incluso arena… pero nada importaba demasiado… estaban juntos y a punto de marcharse a un lugar del que tal vez no regresen…

El Diurno se impulsaba dentro y fuera del Príncipe Vampiro con un vaivén lento, profundo… como una danza pausada que quiere ser disfrutada en el mínimo detalle… y mientras se perdía una y otra vez en su pasaje, Yunho podía sentir cómo la afiebrada piel de los dos se ponía algo más caliente y Jaejoong le seguía el ritmo gimiendo casi con calma…

Como si por un segundo ambos hubieran deseado inmortalizar aquel instante como se suponían sus condiciones sobrenaturales…

Hasta que nuevamente el frenesí tomó control de sus movimientos y retomaron ese ritmo salvaje gimiendo ronco en el silencio del casi amanecer… Jaejoong terminó echando el cuerpo al frente quedando apoyado sobre sus manos, Yunho embistiendo contra sus caderas mientras ambos sienten ese clímax cercano inundarles el vientre de calor…

Y aquel orgasmo le recorrió… en el momento justo en que el sol comenzó a levantarse en el horizonte bordeado por el océano… Jaejoong cayó sobre la arena mientras Yunho abandona su interior y ve su semilla resbalar de aquel estrecho lugar tan suyo… sonríe y no puede evitar llevar ahí su lengua para lamer aquel espacio y tomar algo de su propio semen… gira a su novio y se acerca para besarle al tiempo que se percata de que no ha terminado… pero basta presionar un poco la base y subir con aquella presión hasta la punta para sentirle también temblar en medio del beso y bañar su mano con aquella caliente esencia…

- Te Amo, Yunho… - el pelioscuro declara entonces sonriendo feliz…

Emocionado de haber conocido el amor y a Yunho antes de tal vez enfrentar la muerte… o lo que sea que puedan encontrar en Egipto…

- y yo a ti Jaejoong… tanto, que te protegerá hasta el final… - aseguró entonces el moreno con esa voz agitada pero sincera…

Fundiéndose entonces en otro beso… algo más lento y hermoso…
Algo más romántico y sutil…
Humano…
Y mortal…

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Northwest Terriotories
Grand lac de l'Ours (Gran Lago del Oso)
Canadá

Lycan y lycan louxsna finalmente se habían encontrado… ambos lobos luchaban sin tregua… pero la fuerza parecía en aquel momento más equilibrada que nunca… y Yiang comprendió que haber provocado durante siglos a Yoochun había sido esa peligrosa arma de doble filo que parecía revelarse ahora en su contra… y sin embargo, sonreía con malicia cada que golpeaba o era golpeado… cuando hería o era herido…

En un punto de su retorcida mente… Yiang siempre preferiría la infelicidad de Park antes que verle feliz con alguien más…

Sí… tenían su propia historia…
Y Yoochun no la recordaba…

JinHyuk le contempló… Junsu abrió de pronto los ojos desmesuradamente al tiempo que tomaba una gran bocanada de aire y su cuerpo comenzó a sacudirse casi violentamente… ambos licántropos en pelea se percataron de aquello y sorprendidos detuvieron todo movimiento… Yiang no podía creerlo, ese centinela no podría estar vivo… Yoochun… él se había apresurado en volver a lado de su novio, una vez estuvo ahí recuperó su forma humana para así poder tomarle entre sus brazos e impedir que se golpeara contra el duro piso de piedra y fuera a lesionarse…

Al final…
Le había transformado en licántropo…

Aunque…
La criatura que descansaba inconsciente en su regazo no tenía nada que ver con las imponentes bestias… tenía ante él… a un lobo de pelaje predominantemente blanco y algunas manchas grisáceas en la frente y orejas, como parte del lomo…

Yoochun no sabía…
En qué había transformado a Junsu…
Yiang…
Él se quedó anonadado con la belleza de tal criatura…

*****
Karnak, Egipto
Recinto de Mut

ChangMin descansa tranquilamente… y Kenryu no podía hacer otra cosa que velar su sueño… y preguntarse aún cómo es que tan de la nada su vida había cambiado tanto… de ser un simple paramédico que se divertía en la metrópoli nipona… a un híbrido que mezcla en su ser dos de las razas fantásticas más temidas entre los humanos… sin comprender del todo cómo era que de algún modo se trataba de una reencarnación… o lo que fuera que significaba con exactitud el hecho de que otra alma duerme en su interior y es la solución a ese gran problema que se ha avecinado sobre el mundo…

Quiso por sobre todas las cosas…
Tener la fuerza para proteger a ChangMin y a esos pequeños que crecen en su interior…
Tener el coraje para enfrentar el designio final contra su propia “madre” y vivir lo suficiente para verles crecer y cuidar de ellos como de ese chico dormido que le inspira tanto amor que no puede creer que le haya conocido apenas hace no demasiado tiempo…

*****

La batalla final estaba por desatarse…
Porque se reunían lentamente todos los elementos necesarios escondidos en las profundidades de la oscuridad de las criaturas de la noche…

Porque llegaba el día en que cada uno comprendería la profundidad de su propia oscuridad…

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