Lust Caution:Capitulo 9

Seguiré gritando que ni el cielo fue bastante
Pa’ olvidarte dame un alma que no sepa nada
De tus manos…
[Tú no tienes alma, Alejandro Sanz]

“Perdón por haber mojado tu pijama” susurra y le sonrío, volviendo a estrecharlo

“No es nada, ve a recostarte y no te levantes. Más tarde te subo el almuerzo” le digo y asiente, desapareciendo del lugar sin decir más.

Salgo de la cocina como si estuviese sofocado. En el living me esperan Yoochun y Changmin; rápidamente me acerco a Changmin y me lanzo a sus brazos, completamente destrozado…

“Fue horrible Minnie, Junsu…esta destruido” murmuro, sintiendo sus brazos rodearme protectoramente

“Iré a ver cómo esta” dice Yoochun y se levanta del sillón, retirándose al cuarto de Junsu

“Shh, tranquilo” susurra mientras su palma comienza a trazar círculos en mi espalda, tratando de calmarme. “Fuiste muy valiente”

“Changmin, qué es lo que haremos ahora?” le pregunto y él lanza un suspiro, mirándome con una expresión seria

“Bueno, vienen nuestras vacaciones así que no tendremos que preocuparnos por cosas del grupo. Lo más importante ahora es mantenernos unidos y ayudar a Junsu a salir de la depresión”

“Si…tienes razón” susurro, enterrando mi rostro en su pecho al acomodarme entre sus brazos. Ambos sabíamos que se nos venía el tiempo más difícil para DBSK y teníamos que permanecer unidos a como de lugar…

La primera semana fue un infierno. Junsu entró prácticamente en estado catatónico y se rehusaba a salir de la cama. Por las noches tenía pesadillas y despertaba gritando el nombre de Yunho. Sus gritos eran tan fuertes que nos despertaban y cada uno tenía que turnarse para ir a calmarlo. Generalmente lloraba hasta que se cansaba y volvía a dormir, pero siempre nos quedábamos hasta que estábamos seguros de que dormía…por miedo a que pudiese cometer alguna locura.

A mi me tocó calmarlo varias veces y siempre era lo mismo y casi a la misma hora…

“YUNHO!” el grito retumbaba en las paredes de su habitación

“NOO! POR QUE!?...YUNHO!!!!” el segundo grito siempre era el más desgarrador y el que te obligaba a levantarte y caminar a su habitación. Abriendo la puerta para encontrarlo sentado en su cama, su rostro cubierto de lagrimas.

“Su, tranquilo” susurro mientras me acerco a su cama y lentamente comienzo a acariciar sus cabellos

“Yun…ho” dice. Sus manos se aferran con fuerza al colgante de delfín que lleva mientras las lágrimas se deslizan sin control por su rostro.

Estoy considerando seriamente en conseguirle un psiquiatra, porque han pasado días y no presenta ninguna mejora…

Sigo acariciando sus cabellos hasta que finalmente termina de llorar. Parpadea reiteradas veces, como si no comprendiese lo que sucede…y luego, sin alzar la vista, se recuesta en la cama, cerrando sus ojos y rápidamente volviendo a dormir.

“Por dios Junsu, tienes que mejorar…de lo contrario tendremos que tomar medidas” lanzo un suspiro y abandono su habitación, volviendo exhausto a mi cuarto.

La segunda semana estuvo algo mejor. Junsu ahora por lo menos salía de su cama y sus pesadillas, si bien no desaparecieron del todo, si disminuyeron considerablemente.
Cada día observaba como Yoochun visitaba su cuarto, llevándole una flor que ponía en agua cerca de su cama. Se quedaba largo rato en su cuarto, probablemente contándole historias o anécdotas para distraerlo hasta que finalmente bajaba. Yo me sentía enormemente agradecido por la paciencia y dedicación de Yoochun, porque de otra forma jamás habría logrado que Junsu se levantara de su cuarto. El último día de la semana hasta logró que lo acompañara a comprar, cosa que a Minnie y a mi nos llenó de alegría.

Ya por la cuarta semana Junsu comenzó a recobrar algo de vida. Si bien aún tenía la mirada apagada y no era tan animoso como solía serlo, por lo menos volvió a hacer deporte y a salir como antes. Yoochun nunca abandonó su lado, ni siquiera cuando recaía y volvía a llorar desconsoladamente por nuestro líder o lo atacaban sus pesadillas nocturnas, y realmente me sorprendió su dedicación. Estaba seguro que Yoochun daría la vida por nuestro delfín, pero sabía que para Junsu sería muy difícil darle una oportunidad…

Me encontraba limpiando la cocina, sumido en mis pensamientos, cuando de pronto escucho sonar mi celular, así que corro a mi cuarto a contestarlo.

“Diga?”

“Hola Jaejoong” mis ojos se abren como dos platos al escuchar la voz de Yunho y rápidamente aseguro la puerta

“Yunho…cómo estas?”

“Bien, y tú?”

“Bien…algo ocupado. Ya sabes, con las cosas de la casa”

“Ya veo...y cómo ha estado todo?”

“Eh…bien, bueno…estamos de vacaciones así que no hay mucho que hacer mas que relajarnos” lanzo una risita mientras me muevo de un lado a otro tratando de calmar mis nervios. Se que preguntará por él…y temo que voy a estallar

“Junsu…cómo ha estado?” me pregunta, muy bajito. Su voz suena bastante insegura, y a pesar de que lo veía venir no me salen las palabras…

“Jaejoong, me escuchas?”

“S-Si, bueno…Junsu estuvo mal” murmuro y lo escucho lanzar un suspiro

“Qué tan mal?”

“Muy mal, pésimo. Estábamos pensando en traer un psiquiatra, porque se rehusaba a salir de la cama y tenía estas horribles pesadillas donde se despertaba llorando y gritando tu nombre”
Hubo una pausa, y por un momento pensé que no me había escuchado hasta que finalmente se decidió a hablar…

“Continua”

“Siguió así hasta la segunda semana luego de tu partida…alrededor de esa fecha comenzó a salir más y ahora se podría decir que esta mejor. A veces tiene sus recaídas y una que otra pesadilla, pero cada vez son menos. Yoochun lo ha ayudado mucho”

“Están juntos?” pregunta, y a pesar de que hablamos por teléfono, se que esta tenso…

“No…ósea, salen juntos y todo, pero Junsu todavía no se decide”

“Jaejoong, tengo que cortar…”

“Espera, Yunho. Tú no has pensando en volver?”

“Junsu esta sanando…y que yo vuelva sólo lo empeoraría”

“Ya veo…pero me seguirás llamando, cierto?”

“Claro, el mes que viene te llamare para ver como siguen las cosas”

“De acuerdo, adiós Yunho”

“Adiós”

Al instante que corto el celular escucho que golpean reiteradamente la puerta.

“Ya voy, ya voy!” exclamo, caminando hacia la puerta y abriéndola para encontrar a Junsu mirándome inquisitivamente.

“Junsu, qué haces aquí? Creí que habías salido con Yoochun”

“Dónde esta? Qué te ha dicho? Contéstame Jaejoong, se que has hablado con él” me dice y yo me quedo helado. Jamás se me pasó por la cabeza el hecho de que Junsu podría haber estado escuchando detrás de la puerta…

“Cálmate Su” le digo, lanzando un suspiro

“Estoy calmado, sólo quiero saber que te dijo…” me responde y comienza a caminar por la habitación como león enjaulado

“Me preguntó cómo estaban las cosas”

“Sólo eso?” pregunta, volviendo a escudriñarme con la mirada

“No, me preguntó por ti también” le respondo, subiendo la mirada hasta encontrarme con sus ojos. Fue solamente un segundo, pero podría jurar que sus ojos volvieron a recuperar el brillo de antes…

“Qué…te preguntó?”

“Quería saber cómo estabas, sólo eso”

“No…va a regresar, cierto?” puedo notar que esta a punto de quebrarse y yo sólo agacho la mirada

“No…” susurro y Junsu lanza un suspiro

“Gracias Jaejoong. La próxima vez que llame dile…que voy a rehacer mi vida” me sonríe, a pesar de que una lágrima se ha deslizado por su rostro, y finalmente abandona la habitación.

~POV Junsu

Han pasado casi cuatro semanas desde que acepté la propuesta de Yoochun. El ha sido verdaderamente paciente conmigo, no me ha presionado ni nada, pero a pesar de que ya llevamos algo de tiempo como pareja aún se me hace extraño que me toque y no puedo lograr que mi cuerpo reaccione. No me he podido entregar a él…y es que si no fuese por el fantasma de Yunho.

A veces siento como si su tacto estuviese marcado con fuego en mi piel, como si yo realmente le perteneciera…

Cada vez que Yoochun intenta pasar a más conmigo recuerdo sus caricias y termino por alejarlo, porque no es justo para él que me excite pensando en otra persona o peor aun, que termine gimiendo el nombre de Yunho como en la mayoría de mis sueños…

“Junsu, pasa algo? Estas muy callado” la voz de Yoochun me saca de mis pensamientos. Yo le sonrió mientras me extiendo en el sillón, acomodando mi cabeza sobre su regazo

“Estoy bien, no te preocupes” le respondo. Siento su mano acariciar suavemente mis cabellos y trato de relajarme ante el contacto

“Hey, tórtolos. Es tarde ya, Minnie y yo iremos a dormir. Pórtense bien” la voz de Jaejoong nos interrumpe. Giro un poco mi rostro para verlo parado afuera de la cocina, sonriendo. Poco después aparece Changmin detrás de él. Ambos entrelazan sus manos y yo no puedo evitar sentir envidia por ellos. Son perfectos, y prácticamente emanan amor…cómo desearía que las cosas entre Yunho y yo hubiesen sido así…

“De acuerdo, descansen” les dice Yoochun mientras los observo desaparecer por el corredor
“Mira, están dando una película de vampiros” comenta y lentamente volteo mi rostro para mirar la televisión. La película transcurre y me parece horriblemente familiar, pero no la reconozco hasta que una escena gatilla que todos mis recuerdos vuelvan de golpe: el vampiro bebiendo la sangre del joven despiadadamente…

De forma abrupta levanto mi cabeza de su regazo, mirando completamente absorto la pantalla, incapaz de evitar que los recuerdos me invadan. La imagen vívida de Yunho mordiendo mi vena yugular azota mi mente, provocando que cubra mi rostro con mis manos, alertando inmediatamente a Yoochun.

“Junsu, estas bien? No me digas que te da miedo un poco de sangre”

Vamos Su, no me digas que te da miedo un poco de sangre

La voz de Yunho resuena en mi cabeza como un eco infernal, carcomiendo la poca razón que me queda…

“CALLATE!” le grito, haciéndole el quite cuando sus manos rodean mis hombros

“L-Lo siento, sólo era una broma” murmura, y de pronto me siento afligido por haberlo tratado así…

“Perdón por haberte gritado, no es tu culpa…” susurro algo apenado, acercándome y rozando mis labios con los suyos. El contacto dura sólo unos segundos, pero es suficiente porque lo observo sonreír

“No te preocupes, de ahora en adelante tendré en mente que no te gustan las películas de vampiros”

“Eres tan comprensivo” le digo, lanzando un suspiro

“Es porque te amo…y no me rendiré hasta conquistarte” susurra, estrechándome entre sus brazos

“Y yo lo único que quiero es amarte…” le respondo, refugiando mi rostro en su pecho
“Lo se, puedo esperar”

“Si supieras lo difícil que es para mí mantener el balance”
“Lo se, puedo esperar”

Mi corazón se contrae al recordar aquella conversación que tuve con Yunho y rompo nuestro abrazo. Mis manos, casi por inercia, se aferran al colgante de delfín que aún llevo en el cuello mientras me levanto del sillón

“Estoy algo cansado, iré a dormir” susurro, agachando la vista. No puedo seguir aquí con él, me siento bastante mal por haber recordado aquellos momentos que pase junto a Yunho…pero es algo que no puedo evitar. Los recuerdos están demasiado latentes y no hay forma que me abandonen…

“Es curioso” me dice, lanzando una risita que suena bastante amarga

“Qué es curioso?” le pregunto, arqueando una ceja

“Es sólo que…he notado que cada vez que algo te perturba te aferras a ese colgante como si tu propia vida dependiera de ello” me dice. Su tono es amargo y puedo notar que esta algo molesto

“Yoochun” lanzo un suspiro, sintiéndome apenado por la situación…

“No es que me queje, pero en todo este tiempo jamás te lo has quitado”

“Es sólo un colgante…” le digo, y a pesar de que se que para mí ese colgante es todo, no puedo evitar mentirle para hacerlo sentir mejor…

“Si es solo un colgante entonces por qué no te lo quitas?” me pregunta, mirándome duramente.
Siento mi cuerpo temblar ante la pregunta y soy incapaz de responderle. La pregunta me ha provocado un nudo en la garganta, y una sola lágrima se desliza por mi rostro…

‘Dios Yunho…sin ti no soy nada…’ pienso, incapaz ya de contener las lagrimas. Cubro mi rostro con mis manos, sollozando con intensidad. A veces…lo extraño tanto que casi no puedo soportarlo…

Al percatarse de mi estado, él rápidamente se incorpora y vuelve a abrazarme.

“Perdóname, no debí haberte dicho eso. Dije que te esperaría y eso es lo que hare”

“Yoochun, yo quiero amarte…de verdad que si, pero necesito tiempo…” susurro, limpiando las lágrimas de mi rostro

“Descuida Su, te esperare todo lo que sea necesario. Ahora será mejor que vayas a descansar” me dice al separarnos

“Si…gracias” le respondo, acercándome para darle un beso de despedida y luego dirigirme al cuarto que compartimos, prácticamente desplomándome en la cama al llegar.
Los recuerdos de Yunho me agobian y el dialogo con Yoochun me ha dejado exhausto. Es tanto el cansancio que siento que apenas cierro mis ojos el sueño no tarda en apoderarse de mi.

Despierto algo sofocado, con mucha sed. Miro a mi alrededor y veo a Yoochun durmiendo plácidamente en la cama de al lado. El reloj marca la una de la mañana, no he dormido casi nada y… mi garganta me esta matando, así que decido levantarme e ir en dirección a la cocina.

Un suspiro escapa de mis labios mientras recorro el camino hasta la cocina. Los recuerdos de nuestro dialogo en el sillón aún siguen frescos en mi memoria, pero decido no darles importancia.

Ahora estoy con Yoochun y tengo que hacer todo lo posible para olvidarlo…después de todo, él no va a regresar…

Mi pecho se contrae ante esto, todavía me afecta el hecho de que Yunho no volverá…pero ha pasado tiempo y sólo me queda resignarme, enterrando la esperanza de que algún día vuelva a mi, diciendo que me ama y rogándome perdón.

Lanzo una risita algo amarga, que estúpido me siento al pensar en ello. Finalmente llego a mi destino y estoy por entrar cuando escucho una voz desde adentro. La curiosidad me supera y rápidamente apego mi oído a la puerta para poder escuchar mejor.

“Yunho, estas no son horas para llamar” al escuchar su nombre, mi corazón se acelera y mis manos comienzan a sudar. Lo ha vuelto a llamar…

“Estamos bien…ya sabes, lo de siempre” Lo de siempre? Qué diablos es lo de siempre?

“Si, están juntos” me congelo al escuchar esas palabras. Cómo desearía poder escuchar su voz en este momento…

“Esta rehaciendo su vida, tal como tú le dijiste antes de irte” apenas escucho aquello siento mi pecho contraerse y las lágrimas acumularse en mi garganta…

“Admiro tu fortaleza, de verdad que si” Fortaleza? Por qué? Si fue él mismo quien se alejó de mí, pidiéndome que rehaga mi vida. No entiendo…

“En serio? Y vendrás a visitarme? No, por supuesto que aquí no, pero puede ser en otra parte…anda, no seas ingrato” Visitarlo? Podría ser que… haya regresado a Corea?

Mi corazón se acelera a un punto máximo al sólo pensar que él pudiese estar cerca…

“Ya, ya bueno. Si, lo estoy cuidando bien no te preocupes. Cuídate tu también, Adiós”

Ha terminado de hablar y decido que tengo que irme lo más rápido posible para así no ser descubierto, pero es demasiado tarde porque apenas me doy vuelta escucho la voz de Jaejoong interrumpirme.

“Se que estabas escuchando Su” abre la puerta de la cocina, provocando que voltee a mirarlo y quedamos frente a frente

“Yo…venía por un vaso de leche y…no pude evitar escuchar” susurro algo avergonzado. Jaejoong sólo me sonríe, haciéndome un gesto para que entre a la cocina junto con él

“Cómo esta?” le pregunto, demasiado intrigado como para dejarlo pasar…

“Bien. Ya ha terminado de filmar el drama”

“Ha vuelto?” no puedo evitar preguntarle. Siento mi corazón golpear con fuerza en mi pecho y mis manos comienzan a temblar, pero trato de calmarme. No quiero ser tan evidente…

“Aquí no, pero esta cerca” susurra, mordiendo su labio inferior nerviosamente

“Ya veo. Por lo que escuché le has contado sobre Yoochun y yo” mi voz es baja y casi por inercia agacho la mirada

“Si, me dijo que…espera que seas muy feliz” esta vez es Jaejoong él que agacha la vista y siento que estoy al borde de las lágrimas, pero me contengo. Ya he llorado mares y no quiero seguir llorando…

“Jaejoong, le dijiste que admiras su fortaleza…por qué?” le pregunto y Jaejoong se acerca, acariciando mi rostro suavemente

“Porque se necesita mucho valor para renunciar a tus sueños, pero necesitas mucho más valor aún para renunciar a algo que…bueno, quizás algún día lo entiendas” vuelve a sonreír y lo observo abandonar la cocina, dejándome completamente pasmado. Se que hay una gran verdad escondida en sus palabras, pero no puedo lograr descifrarla…

Decido que no tiene sentido seguir parado en la cocina, así que me sirvo un trago de agua para aliviar mi sed y luego me pongo en marcha de vuelta a mi cuarto.

Al llegar trato de hacer el menor ruido posible mientras me dirijo a la cama y me meto en ella, girando mi rostro para ver a Yoochun aún dormido y no puedo evitar sonreír…

’Ha sido tan paciente’…lanzo un suspiro al cerrar mis ojos y me acomodo entre las sabanas. Las palabras de Jaejoong se repiten en mi cabeza, pero no logro encontrarles sentido. Finalmente el cansancio es demasiado y aquieto mi mente, dejándome vencer por el sueño…

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