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Arualthings

Sin alas que protejan: Capitulo 3

Día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto, segundo tras segundo... Eso no importaba, a Changmin se le hacia eterno todo esto que le estaba pasando, ya habían pasado 3 meses desde aquella visita al centro médico y desde aquella noticia, en estos tres meses habían pasado varios acontecimientos; uno de ellos fue que su madre había pedido la baja temporal de la escuela donde asistía el muchacho diciendo que él iba a tener que salir del país por algunos meses sin mencionar motivo alguno, pero la realidad era otra, a Changmin, por ordenes de sus padres, se le prohibió salir si quiera a la cochera o patio de su casa. Ellos tenían la angustia de que si sus vecinos o amistades veían a su hijo en ese estado empezarían ha hablar de ellos, es decir, dirían que tenían un hijo fenómeno o peor y eso... eso es algo que no iban a permitir.
Él estaba mirando por la ventana apoyado sobre el marco de la misma, sus ojos tenían rasgos notables de que otra vez había estado llorando, esos párpados hinchados, esos ojos rojos, esos rastros de lágrimas... ese rostro que expresaba una combinación de sentimientos, entre ellos el dolor. “Tres meses...” pensaba para si, este tiempo se le hizo una eternidad, soportar la frialdad de un repente de su madre hacia con él y que decir de su padre, ni siquiera le hablaba, era tan sínico al sentir esa vergüenza por su hijo sabiendo que él mismo era el culpable de todo lo que le estaba ocurriendo.
El sonido de la puerta de su habitación abriéndose le hizo salir de sus pensamientos y girarse para ver quien era.
-Changmin- Decía fríamente la voz de su madre. -Alista tu ropa y lo que necesites en una maleta, te queremos abajo en 10 minutos- Dicho esto salió sin siquiera dejar preguntar “¿porque?” al muchacho.
“¿Qué?” se decía a si mismo, pero no quería problema alguno solo hizo lo que le pidieron, cuando terminó bajó las escaleras, sus padres ya lo esperaban, los dos estaban de pie y Changmin se les quedó mirando al llegar ya abajo y ellos hicieron los mismo.
-Changmin- Comenzó su madre. -Vas a tener que irte de aquí por un tiempo, tu vientre esta por crecer más y... no quiero que nadie te vea así- Dijo.
Changmin no lo podía creer, ahora estaba más que seguro que sus padres si se avergonzaban de él. Sus ojos estaban desorbitados y su corazón latía con fuerza.
-Vamos, sube al auto- Ordenaba su padre.
-¿Pero... a donde... me van a... llevar?- Decía con angustia y tristeza.
-Te llevaremos a la casa de campo que tenemos cerca de las montañas- Le respondía su padre.
Los tres salieron de la casa y subieron al auto, Changmin en la parte de atrás, la señora Han en el asiento del copiloto y el señor Kun al volante. Después, salieron desapercibidos.
El viaje era largo, pero le ayudaría al chico a pensar en lo que haría estos meses, es decir, solo tenia 10 años ... ¿Que clase de estúpida prueba era esta?, ¿Que clase de padres obligan a un niño de tal edad a vivir solo?.
Finalmente llegaron a aquella casa, los tres bajaron y entraron por aquella puerta de fina madera. Aquí Changmin pasaría los meses restantes de su embarazo y por lo tanto nunca iba a saber si es un niño o una niña lo que espera. Sus padres lo propiciaron de todo alimento prometiendo hacerlo cada mes y cuando por fin se fueron, el chico se sintió más abandonado que nunca.
No se sentía como cualquier niño que le dejan la casa para él solo para poder hacer lo que se le venga en gana, no se sentía con aquellos típicos ánimos de hacer alguna travesura. Tenía que enfrentarse a la realidad: sus padres se avergonzaban de él y preferían tenerlo lo más alejado posible de ellos para evitar esa estúpida vergüenza antes que ser la burla de los vecinos y parientes.
Ahora bien ¿Qué es lo que un niño de 10 años puede hacer solo, en un lugar tan peligroso, prácticamente aislado de la sociedad y encima con una criatura creciendo en su interior?. Ni el propio Changmin se lo podía explicar. No llevaba ni una sola noche en aquella casa y ya ansiaba el momento de irse de regreso.
Otra vez era una de esas noches de tormenta, el viento soplaba demasiado fuerte y hacia que las copas de los pinos que se encontraban alrededor de la casa de campo se movieran violentamente, esto a su vez mantenía en una alerta incontrolable al pobre chico que se moría de miedo y que ya hacia sobre la cama donde dormiría, aquellos rayos seguidos de truenos y aquellas vibraciones que dejaban los mismos eran su mayor terror. En esos momentos no tenia a nadie quien lo protegiera, nadie quien le diera un abrazo para sentirse seguro, en vez de eso se envolvió en la cobija y se tapo los oídos con sus manos, cerrando sus ojos y rogando que la tormenta acabara pronto.
A la mañana siguiente despertó pero solo por que terribles nauseas se apoderaron de él, como pudo se levantó de la cama y corrió hacia el baño, cuando terminó se limpió la boca y aprovechó para asearse un poco, al salir lo primero que hizo fue bajar las escaleras y dirigirse hacía la cocina.
-Dios que hambre tengo- Se reclamaba a si mismo.
Buscó en las alacenas de que tipo de comida le habían dejado sus padres, la comida que había era de gran variedad, desde lo dulce a lo salado, productos grandes y pequeños, etc... Nada se le hacia apetecible, pero no tenía otra opción debía de comer para no debilitarse así que se preparó dos sandwich que se comió más a fuerza que de voluntad y solo terminó comiéndose uno y medio por la razón más obvia que se había llenado.
Sin ánimos de hacer otra cosa subió a su habitación y preparó ropa limpia, se dirigió hacia el baño y abrió la regadera esperando a que el agua saliera caliente, se desnudo y se dispuso a bañarse.
Mientras se enjabonaba lentamente, no pudo evitar recordar los sucesos de hace 3 meses atrás:
“[...] ¿Quiere decir que voy a tener un ... un bebé? [...]”
“[...] ese bebé es de quien yo creo que es ¿no es así? [...]”
“[...] ¿Quien te ha hecho este daño? [...]”
“[...] ¡Solo dime de una maldita vez quien es el que te hizo esto! [...]”
“[...] mi papá es el causante de todo esto que me pasa [...]”
“[...] de él es el bebé que espero [...]”
“[...] TU MAS QUE NADIE SABE QUE ES LA VERDAD [...]”
Changmin no se dio cuenta de lo mucho que estaba estrujando la esponja con la que se tallaba. Su mirada parecía perdida y sus ojos derramaban lágrimas que se perdían en el caer del agua de la regadera, sin darse cuenta se fue deslizando por el azulejo del baño hasta quedar sentado en el piso, posicionó una de sus manos en su vientre y dirigió la mirada llena de odio hacia este.
-Todo esto es tu culpa- Decía con leves sollozos. -Tu haz hecho que mi madre no me quiera. ¡Te odio!- Gritaba. -¡Ojalá nunca llegues a nacer!-
Se paró y cerró la regadera, fue a su habitación y comenzó a vestirse... Después regresó al baño, se acercó al lavabo y abrió el compartimiento detrás del espejo, lo que sus ojos vieron lo llenaron de temor sobre si mismo; pastillas, jarabes, medicamento variado, en fin. Uno de sus brazos se estiró y tomó un frasco, se le quedó viendo por unos instantes para luego pasar a abrirlo. Unas pequeñas pastillas salieron de aquel recipiente cayendo directamente en la mano derecha de Changmin y este se quedó mirándolas. Por algún motivo u otro levantó la mirada quedando frente a su reflejo.
-No... ¿Qué estoy haciendo?- Se dijo a si mismo casi como un susurro mirándose en aquel espejo. -¡¡¡¿QUÉ DEMONIOS ESTOY HACIENDO?!!!- Volvió a decir dejando salir su furia y arrojando las pastillas por todo el piso del baño.
Salió corriendo hacia su habitación quedando sentado en el suelo a un costado de su cama.
-Perdón...- Se disculpaba comenzando a llorar. -Perdóname bebé- Se volvía a disculpar esta vez con las dos manos posicionadas sobre su vientre.
...
Desde ese día trató de llevarse bien consigo mismo, cada que se le venía un pensamiento de querer deshacerse de su bebé se distraía en otra cosa. Changmin no se dio cuenta pero sus días se volvía cada vez más monótonos; el sentirse con hambre y después ya no, el sentirse feliz, luego triste y viceversa, el no tener nada interesante que hacer más que ver televisión, el ver llegar a sus padres que traían la despensa y que ni cinco minutos estaban con él se había vuelto tan rutinario que el pobre chico pensaba que acabaría volviéndose loco.
...
Los meses pasaron, las cosas seguían igual, lo único que cambiaba era el estado del pequeño. En el noveno mes de su gestación su madre se fue a vivir con él solo para estar a su pendiente.
Un noche, no pasaban mas de las 8 de la noche cuando el momento llegó. La señora Han no permitió que se le llevara a un hospital, en su lugar llamó a aquella doctora que conocía perfectamente. Ella acudió al llamado llevando consigo todo lo necesario, entre los que se encontraban instrumentos que normalmente se usan para hacer una cesárea, objetos de curación y al personal adecuado para que le asistiera en aquel laborioso trabajo.
Cuando la doctora Nanchung llegó lo primero que hizo fue ir con a donde estaba Min.
Changmin ya hacia en su cama haciendo el enorme esfuerzo de mantener los ojos abiertos.
-Tranquilo Minnie- Decía aquella voz tan dulce de la doctora Nanchung. -Todo va a salir bien, te lo prometo-
Dicho esto ella y su equipo comenzaron con aquella laboriosa cirugía.
Después de casi dos horas de batalla, Changmin dio a luz a un hermoso niño. El personal que allí se encontraba empezó a revisar al pequeño.
-Todo esta perfectamente bien, doctora- Decía uno de ellos.
La doctora Nanchung se alegró de saber que todo había sido un éxito y que tanto el bebé como su papá se encontraban bien. A si mismo la doctora se quedó al lado de Changmin hasta que su recuperación fue total, no obstante la recomendación fue que guardara reposo por lo menos las próximas 4 semanas. En cuanto a su madre, nunca dejó que él tuviera al bebé en sus brazos y por lo tanto no lo había podido conocer.
Una mañana y dos semanas y media después del alumbramiento de su pequeño despertó y se dio cuenta que el cielo estaba perfectamente azul con un sol igual de perfecto brillando. El chico se levantó sin mucha dificultad para acercarse a aquel ventanal y mirar, vestía con una pijama de franela que era de color roja con lineas amarillas y en el tenue reflejo que producían aquellos vidrios podía ver su cara ojerosa y un poco demacrada. Un llanto proveniente de el primer piso de aquella casa lo hizo dejar de mirar y voltear rápidamente. “¿Pero como puede ser que en casi tres semanas no haya escuchado ese llanto?” pensaba para si mismo. Se puso sus sandalias y sin dudarlo dos veces bajó lentamente en busca de aquel sonido.
Al llegar abajo entró en la sala y pudo notar que su madre estaba sentada en una mecedora dándole la espalda y mirando por una ventana que se encontraba en esa habitación, ella parecía tener algo entre sus brazos y de allí parecía provenir el llanto.
El chico se iba aproximándose pero su madre se dio cuenta de su presencia y se paró enseguida cubriendo el rostro de aquella criatura con la cobijita en donde estaba envuelto.
-¿Qué haces aquí?, deberías estar en reposo- Dice su madre casi como un regaño.
-Es que desperté hace unos momentos y escuche a... bueno... al bebé llorar- Decía con una voz serena.
-Bueno, como veo que ya estas bien, no estará por demás que ya nos larguemos de aquí- Le decía la señora Han haciendo caso omiso a lo que el chico había dicho.
-Pero...-
-Llamaré a tu padre para que venga lo más rápido posible- Lo interrumpió
Acto seguido, la señora Han tomó su celular, salió de la sala dejando solo a Changmin y llamó a su marido.
-¿Kun?- Dijo
-Si, ¿qué pasa?- Decía el señor Kun desde el otro lado de la linea.
-Ya pasó todo, ¿podrías venir ya por nosotros por favor?-
-Ok...- Hizo una pausa. -Y... ¿no le has dicho nada aun?-
-¿A Changmin?... no, no sabe nada aun-
El señor Kun se quedó callado por unos momentos y después reanudo el habla.
-De acuerdo, nos vemos como en 2 o 3 horas, hasta luego amor- Colgó.
Cuando la señora Han también colgó, Changmin apareció detrás de una pared.
-¿Saber que mamá?- Preguntó intrigado.
La señora Han se quedó boquiabierta al ver a Changmin aparecer de esa forma, pero de una cosa no tenia duda, el chico había escuchado la conversación que tuvo con su padre por teléfono.
-Changmin...- Decía sin saber que responder. -Nada, solo ve y alista tus maletas, tu papá vendrá por nosotros en poco tiempo.
Y salió de la habitación con el bebé todavía entre sus brazos.
Changmin presentía algo, pero no quería insistir a su madre para que le dijera así que subió a la habitación donde había estado antes y comenzó a arreglar sus cosas. De pronto aquel llanto lo interrumpió de nuevo. Esta vez, el llanto provenía del segundo piso, donde él estaba, salió de aquella habitación y a paso silencioso fue buscando de donde provenía el sonido de aquel ser que aun no había podido conocer. Dio con el lugar, era la habitación que ocupaban sus padres cuando estaban en esa casa de vacaciones de donde provenía tan dulce y tranquilo sonido.
Entró en la habitación y se percató de inmediato que su madre no estaba dentro de ella. Dirigió su mirada a la inmensa cama y se acercó despacio, no tenía que ser adivino para saber lo que entre cobijas estaba envuelto, se sentó en la misma y, como si de un tesoro se tratase, tomó a la pequeña criatura entre sus brazos con mucho cuidado, el bebé dejó de llorar al instante pasando a tranquilizarse. Changmin no podía ocultar una sonrisa, de hecho hasta una lágrima salió de uno de sus ojos. Estaba apunto de descubrir el rostro del bebé cuando...
-Si Kun, solo deja voy por el be...- Se interrumpió a si misma una voz.
Changmin levantó de inmediato la mirada sorprendido quitándose a si mismo la oportunidad de conocer por primera vez a su bebé.
-Changmin...- Dijo Han sorprendida y fríamente. -¿Qué haces aquí?-
-Es que... yo...- Respondía Changmin con notables balbuceos.
-Dame a ese niño, Changmin- Interrumpió aquella mujer exigiendo que le entregase al bebé.
Changmin no decía ni hacia nada, mientras su madre se aproximaba a él estirando los brazos para que le entregara al pequeño.
-No te lo volveré a decir, ¡Entrégame al niño!- Decía Han ya con notable enfado.
Changmin no tuvo más remedio que entregar al bebé a su madre.
-Ahora sal de aquí- Dijo la señora Han tomando del antebrazo al chico haciéndolo parar de aquella cama y sacándolo de la habitación bruscamente. -Ve abajo con tus cosas, tu padre ya nos esta esperando- Le ordenó.
Changmin solo pudo obedecer, bajaba las escaleras con sus maletas notando que su padre subía pasando por su lado con esa indiferencia tan sínica, ni siquiera le miró, y eso de alguna forma lo había hecho sentir más miserable de lo que ya se sentía.
Subió sus maletas al auto y luego subió él, iba vestido con un pantalón de mezclilla, tenis, camiseta con estampado caricaturesco típica de cualquier niño y una chamarra delgada de color azul marino por que en el lugar donde estaba hacia un frío que calaba hasta los huesos.
Estuvo 10 minutos solo en aquel auto, meditando. “¿Decirme qué?” pensaba, “No quiero que nada malo le pase”. Al poco tiempo notó como sus padres salían de aquella casa dirigiéndose al auto, como era de esperarse su padre se puso tras el volante y su madre se sentó en el asiento del copiloto con el bebé en sus brazos. Después de esto, partieron de vuelta a casa.
El viaje fue el mismo de ida que de venida, sus padres ni siquiera por error le dirigieron la palabra.
Estando a poca distancia de llegar a su casa, Changmin pudo notar que en el portón de la misma estaba una joven pareja como de entre 27 y 30 años, el chico frunció el ceño intrigado y dudoso.
El auto se detuvo y los primeros en bajar fueron sus padres. El señor Kun fue el primero que se acercó a la pareja y parecía saludarlos, de hecho, lo estaba haciendo y esto confundió más al chico. Su madre fue la segunda en acercase a ellos y les mostró al bebé, Changmin podía notar como la pareja se emocionaba al ver su bebé, pero no comprendía el porque.
-Por favor pasen- Decía su padre con esa sonrisa sínica invitando a la pareja para que pasaran a la casa.
Los únicos que se quedaron afuera fueron el chico y su madre, esta ultima le indico a su hijo con un movimiento de cabeza que entrara a la casa, y Changmin así lo hizo. Una vez dentro pudo notar que la pareja y su padre estaban sentados en los sillones de la sala, la señora Han se aproximó a la pareja para poner en sus brazos al bebé, que terminó de hacer comprender a Changmin lo que harían con él.
La señora Han regresó hacia con su hijo, lo tomó por detrás de los hombros y lo dirigió hacia su habitación por las escaleras y aunque se resistió a subir su madre era todavía más fuerte que él. La señora Han entró con su hijo en la habitación del mismo, ella se quedó parada recargándose en el marco de la puerta y Changmin se quedó parado mirándola, en su cara podía notar decepción pero... ¿decepción de qué?, el silencio se hizo eterno. De un momento a otro el chico escuchó como su padre se despedía de la pareja.
-Fue un gusto y espero que sean felices al lado de su nuevo hijo- Se escuchaba al padre Changmin decir.
Mientras arriba...
-No... ¡NO!- Gritaba el chico con brotes de lágrimas en sus ojos referente a lo que acababa de escuchar. -¡¿A donde se lo llevan?!-
-¡Changmin, por Dios cálmate!- Su madre trataba de retener al niño que intentaba salir de la habitación. -¡Eres solo un niño! ¡¿Qué vida le puedes dar tú?!- Dicho esto sujetó al niño por las muñeca y lo empujó hacia adentro teniendo tiempo para salir de la habitación y cerrar la puerta antes de que saliera.
-¡¡¡NO!!!, ¡¡¡NOOO...!!!- Gritaba Changmin lográndose incorporar para luego intentar abrir la puerta, pero sus esfuerzos eran inútiles. -¡Mamá déjame salir por favor!- Decía ahora golpeando la puerta, pero seguía siendo inútil, su madre no le hacia caso, las piernas le temblaban y fue por esa razón que se resbaló por la puerta hasta quedar sentado en aquel frío suelo.
Llegó el momento en que se cansó y con la poca fuerza que le quedaba se levantó y se dirigió hacia su cama donde se sentó para luego dejarse caer lentamente sobre ella. Sus ojos ya derramaban más lágrimas, le habían quitado a quien por nueve meses sufrió, se lo quitaron sin siquiera haberlo conocido, luego recordó lo que había dicho su madre hace unos momentos “¡Eres solo un niño! ¡¿Qué vida le puedes dar tú?!” lo sabía, sabía que ella tenía razón, solo tenía 10 años.
Más tarde sus padres subieron a la habitación de su hijo, entraron.
-Changmin- Comenzó su madre. -Espero que comprendas por que hicimos esto-
Changmin parecía no hacerles caso, pero en realidad si los estaba escuchando.
-Entiende Changmin- Prosiguió su padre. -Ese bebé era un obstáculo en tu vida-
Eso hizo que al chico le hirviera la sangre, pero no hizo nada solo se tragó el coraje como muchas otras veces lo había hecho.
-De ahora en adelante podrás continuar con tu vida normal- Dijo de nuevo su padre.
-¿Normal?... ja ¡¡¡¿NORMAL?!!!- Gritó Changmin no pudiéndose contener más. -¡¿Creen qué todo esto que estoy viviendo es normal?! ¡Tu papá no tienes nada de vergüenza, eres el causante de todo mi maldito sufrimiento!-
-¡Changmin cállate no sigas diciendo estupideces!- Reclamó su madre.
-¡No, tu cállate mamá!- Atacó el chico. -¡Tu también eres la culpable de todo esto, jamás me has preguntado como me siento!- Decía ahora sollozando de coraje. -¡Piensas que mi padre es un santo! ¡¿No te has dado cuanta aun?! ¡Bien te lo diré de nuevo!. Mi papá, el “HOMBRE PERFECTO” (Haciendo énfasis) me ha hecho cosas que tú ni siquiera te imaginas, cosas tan asquerosas...-
-¡CALLATE YA!- Gritó la señora Han interrumpiendo y dando una gran bofetada en la mejilla a su hijo.
Changmin solo giró por el golpe pero se reincorporó rápidamente mirando con rabia a su madre.
-Lárguense- Decía lo más calmado posible.
-Changmin...- Decía su madre acercándose lentamente ya que se había arrepentido de lo que había hecho. -Perdo...-
-¡QUE SE LARGEN!- Dijo el chico interrumpiendo a su madre y ordenándoles con más fuerza que salieran de su habitación.
La señora Han bajo la mirada y salió lo más rápido que pudo, los pasos de su marido la siguieron cerrando la puerta de la habitación del chico.
-¡Han!- Decía el señor Kun yendo tras ella.
Changmin trató de calmarse y se sentó de nuevo en la cama, llorando aun más de coraje.
De ahora en adelante su relación con sus padres ya no era buena, de hecho empeoraba cada día.
Changmin pensaba que su vida estaba destrozada, pero era muy pequeño para pensar eso, tenia muchos años por delante, experiencias por vivir... y gente por conocer.... En cuanto a su hijo, él presentía que aquella vez que lo tuvo en sus brazos no iba a ser la única vez...

14 Comentarios:

  1. hayyyyyyyyyyyyyy tengo ganas de llorar T_T porfavor siguela siiiiiiiiiii

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  2. Akahana_moriyo (Sakura_Minnie)7/28/2011

    Perfecto lloré TT^TT le quitaron a su bebé no!!!!! Jae donde diablos estas!?? (Jaeminista loca made on) Lo siento ^^ muy buen fic. Me eh emocionado :3 continuala ñu ^^ Fighting

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  3. Anónimo7/28/2011

    que triste T.T no le sale nada bien al pobre changmin! de verdad el queria cuidar a su hijo o hija!!
    porfa siguelo esta muy bueno..que pasara ahora ?? aparecera jaejoong?? esta muy bueno ojala lo sigas pronto !

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  4. realmente excelente la historia,
    felicitaciones.

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  5. Anónimo7/28/2011

    awwwwwwwww que triste esta este fic TT
    TT como maltratan asi a Cm y su madre aff me da tanta colera
    siguela please

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  6. Anónimo7/29/2011

    voy hacer una denuncia por complice con la doctora porque segun el juramento que hace un doctor esas cosas no se callan ella es complice de maltrato infantil y pedofilia y parte del hecho de trafico de menores ;____________; voy a demandar a los padres de Changmin T____T doctora maldita que no respeta los codigos ;x; tranquilo Changmin Jaejoong ya ira a ayudarte T___T


    esta muy bueno ;O;

    está interesante el fic ;U;

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  7. Anónimo7/29/2011

    ola chica
    sinceramente tu fic me ha exo llorar
    es la primera vez que leo un JM donde CM sta embarazado
    y m dolio X_X
    pobre pobrecito!
    dios que triste
    espero la continues TT
    gracias >3

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  8. Anónimo7/30/2011

    agh ni su madre ni su padre son los dos un claro ejemplo de BASURA HUMANA

    si es k au`n pueden llamarse humanos.
    `pobre changmin TTTT

    aun espera a por jae minnie!! TTTT

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  9. Anónimo7/30/2011

    no minnie, pobrecito, casi lloro T.T, malditos ni siquiera pueden llamarse padres
    la historia es demasiado buena, vamos que ya aparezca jae, changmin necesita a alguien y ese alguien es jaejoong jajaja ya me salio lo jaeminista

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  10. Anónimo7/31/2011

    TENGO GANAS DE LLORAR...POBRE MIN!!!! Esa gente que tiene por padres no tienen verguenza...yo la golpeo a la madre...es una idiot...
    ...estoy de acuerdo con Ditze...que aparesca jae...que aparesca jae...jajajaja
    ...solo espero que a min no le pase de vuelta lo que le hizo el asqueroso de su padre...ya se que es asi la historia pero no gusto mucho...pobresito mi minsito...
    lo demas me encanta...

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  11. OH DIOS POBRE MIN CON PADRES COMO ESOS COMO VA PODER SEGUIR ADELANTE ....GRACIAS

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  12. OH DIOS POBRE MIN CON PADRES COMO ESOS COMO VA PODER SEGUIR ADELANTE ....GRACIAS

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  13. Oh! ZMin que desgracia,, te quitaron a tu bebé y para colmo esos padres que tienes son unoa incensibles.

    Gracias!!!

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  14. Que pecado cometió el pequeño Minie en su vida pasada para sufrir tanto en ésta?? Me consuela que Tiene la esperanza de encontrar a su bebé algún día. sentí mucha ternura de ChangMin llendo donde su Bebé movido por su llanto, él tan pequeño y sientiendo esa curiosidad por su bebé. Fue lindo y demaciado triste a la vez. Ay algo que en serio espero que ocurra y es que este par de padres paguen el dolor que han causado a Min que ese corage que el pobre ChangMin siente y que les ha gritado con tanto dolor lo paguen de alguna manera.

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