Tras escuchar las últimas palabras de Yoochun antes de marcharse, Junsu aún sentado sobre el césped de aquel ya atardecido parque, miro sobre su hombro como la espalda del mayor se alejaba. Ver aquel dorso aún más lejos solo hacia sentir al menor arrepentimiento por haber cerrado sus labios y silenciado durante todas las palabras y frases que Yoochun costosamente le había manifestado rectificando las palabras que ni siquiera recordaba haber dicho.
Junsu no quería sentirse arrepentido por su enfado, por muy estúpido que pudiese parecer él estaba molesto y confuso, pero aún sentía el extraño calor en sus labios que le hacia sentir remordimientos por la reciente conversación, remordimientos que crecían al recordar aquella despedida por parte de Yoochun, que había sonado un tanto enigmática y terminante. <<. ¿Qué diablos pasa? .>> se pregunto Junsu incrédulo, aún incapaz de levantarse de allá, pero esta vez dirigiendo la mirada al suelo aceitunado incapaz de mantener mas su mirada sobre la figura esbelta y recta del mayor marcharse.
Estaba seguro, aquello tan extraño que pasaba entre ambos podía haber terminado justo tras la conversación, no debía preocuparse mas por aquella extraña situación, o sentirse herido por palabras que no quería escuchar. Junsu asintió estando aún solo, como afirmándose que la distancia estaba bien ahora, pero su mente evoco de pronto una sonora frase:
"- Independientemente de proteger a Junsu, me gusta abrazarle, e incluso besar sus labios mullidos.-" recordó aquellas palabras tal y como Yoochun las había nombrado hacia poco. ¿Tanto habían cambiado ambos? En un corto tiempo, Yoochun se comportaba de forma extraña y sin a penas darse cuenta ya había sido capaz de escuchar aquello tan vergonzoso de parte de su amigo, que con tan sólo recordarlo le hacia bombear el corazón de manera exagerada.
Pero tan pronto como Junsu dejó de evocar las frases de afecto llegaron otras "- Me marcho …mañana sera un día difícil, quiero que te cuides -" que sonaba tan franco como frió. Y de nuevo el arrepentimiento aparecía entre sus pensamientos.
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Abrió y cerro las palmas de sus manos, estaba tan nervioso que sentía un fuerte frió en la frente, mas similar al miedo que al nerviosismo. No había sido fácil decir todo aquello, pero sin duda lo más complicado de decir para Yoochun fue la despedida, fue una derrota, sin lugar a dudas.
Camino para marcharse del parque, pero ya comenzaba a divagar en sus pensamientos. Sin ninguna duda escribiría sobre aquello vivido en su pequeña libreta al llegar agotado a su casa. Tenia ganas de relatar en ella (como había echo desde que había saltado en el tiempo) todo lo inútil que había llegado a ser.
Pensó mientras caminaba lentamente si era él merecedor de haber vivido tal experiencia ¿Por qué no había sido otra persona cercana a Junsu quien se despertara en el pasado para solucionar su futuro? ¿Por qué había sido él, quien es incapaz de hacer nada un día antes de su irrefutable muerte?.
Muchas veces, Yoochun se había sentido inútil cuando no lograba algo, pero nunca tanto como ahora. <<. Cualquier persona - pensó a la par en la que caminaba - hubiese sido capaz de salvar a alguien. Hubiese hecho mas que lo que he podido hacer yo, quien solo pensó en hacer mas cosas junto a él, y no en encontrar la manera de ayudarle ¿Se puede ser mas estúpido? .>> se preguntó Yoochun mentalmente a la vez en la que apretaba sus labios.
Paró de pronto, incapaz de continuar, al pensar tanto en ello sus ojos se empañaron. La visión nublada de sus ojos rasgados y negros le hacían incapaz continuar su camino. <<. ¿Cómo voy a ser capaz de dejarle mañana abandonado a suerte? Soy incapaz de hacer algo semejante sabiendo lo que sé.>>
El sol perdía intensidad, y la brisa se hacia mas fría en aquel sitio natural. Yoochun recordó en ese instante el funeral de Junsu y de sus ojos saltaron unas gélidas y danzarinas lagrimas con forma de casca que empaparon sus mejillas. Sólo recordar los días sin Junsu, todo era más difícil ...
En vano hizo el intento de no llorar, pero por mas que trataba de que sus angustiosas lagrimas cesaran mas aire le faltaba en sus pulmones, y por mas que tratara de evitar realizar ruidos ... menos pudo evitar llorar con un gemido cortado y doloroso que fue seguido del movimientos de su torso.
Cerro su mano e hizo un puño con ella, al recordar como aquella vez Junsu había abandonado a todos comenzó a romper en llanto como un hombre desesperado.
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Junsu ya se había marchado de aquella zona en la que se encontraba, y se quitó sus enormes lentes solares ya que el sol no brillaba con tanta intensidad, ademas, con sus ojos despejados podía observar con mas detenimiento si Yoochun todavía se encontraba cerca.
Intranquilo (añadiendo arrepentido) por la última conversación, Junsu había salido disparado en busca del mayor, pero, lógicamente pensó que debería haber marchado de aquel parque, así que apremio sus pasos para salir de aquel lugar a las agitadas calles urbanas, intentando seguir los pasos de Yoochun.
<<. Con suerte quizás no este lejos .>> pensó inocentemente.
Si había llegado en vehículo, este no debía estar estacionado lejos. Junsu camino por la calle cercana de forma recta, y atentamente miro todo lo que se encontraba a su alrededor a la vez en la que posaba su mano sobre la nuca, cansado. A lo lejos, Junsu observo finalmente a Yoochun. No había duda de que se trataba de él, ningún hombre lucia igual entre la multitud, no era de extrañar que no pasara desapercibido como celebridad, quizás por ello parecía apurarse en subir al vehículo negro que se encontraba frente a él.
— No — dejo escapar los labios de Junsu a la vez en la que comenzaba a caminar cada vez mas deprisa. Yoochun se encontraba al otro lado del cruce de la carretera, debía apurarse si quería llegar a alcanzarlo, y al menos no dejar las cosas como antes habían acabado.
Así que las piernas de Junsu aceleraron, dando zancadas inmensas a la vez en la que corría. Realmente faltaba poco para llegar a aquel cruce, solo debía apurarse un poco mas antes de que Yoochun definitivamente desapareciera en el interior del automóvil.
El menor había corrido con ahincó, pero había tenido que frenar justo en aquel momento en el que había llegado exhausto al cruce, pues los vehículos habían comenzado a circular justo cuando poco quedaba por alcanzar a Yoochun, quien se encontraba en la calle del frente.
Junsu miro preocupado pues ya no había modo de hacerle parar. Yoochun se iba a marcharse e introducirse en el automóvil, pero antes de ello dio un pequeño vistazo a su alrededor, aquel justo instante en el que sorprendido sus ojos se encontraron con la figura de Junsu, parpadeante por los vehiculos que pasaban entre ambos.
Junsu embozo una sonrisa que Yoochun imito, como si la amplia sonrisa de Junsu fuese capaz de hacer sonreír a cualquiera.
Cuando el semáforo indico que a los peatones ya podían cruzar, Junsu se apresuro en atravesar la carretera. Yoochun le dio la espalda, y a modo de mofa hizo el ademan de subir al vehículo para ignorarlo, imposible, ya que sintió como unos finos dedos amarraban la chaqueta de su traje oscuro, tirando un poco de él.
— Es extraño. Siempre, en todos los casos, la persona que a cometido un error va corriendo tras la otra persona para disculparse. ¿Por qué he tenido que ser yo el que ha venido corriendo cuando el causante de todos los problemas eres tú? — pregunto Junsu sin titubear, a la vez en la que sonaba bromista.
Yoochun se volteo: — Justamente me preguntaba lo mismo — comentó — Quizás no querías que me marchara aún ... — sonrió tras decir eso y ver el mohín de Junsu.
Yoochun abrió la puerta del vehículo — Entra ... — le invitó finalmente. Junsu aliviado por alcanzarlo y limpiando las finas gotas de sudor de sus mejillas se introdujo en el vehículo sin oponerse.
Nada mas ambos se sentaron en la zona trasera del auto, la voz grave y gruñona del manager, que se presentaba como conductor, dijo:— Yoochun ... ¿No cree que debería ir sólo a su siguiente horario?, ya vamos con retraso ... — recordándoselo.
— Cancelarlo — Yoochun no vacilo, tajantemente contestó y el manager subió el volumen de su voz:
— ¡¿Cómo dice?! No puedo hacer algo así. Todos le estarán esperando para la grabación del comercial. No puede comportarse de esa manera tan imprudente — dijo volteándose para ver como Yoochun, sentado en la parte trasera junto a Junsu, parecía extremadamente seguro de su repentina decisión.
— Es importante. Así que no es imprudencia. Sólo se tiene que posponer, sabes bien como hacerlo — le dijo. Junsu giro su rostro para mirale preocupado y comentó:
— No quería dejar las cosas como antes, pero tampoco quiero robar tú tiempo. — susurrando, a la vez en la que sorprendido apostillo:— Tus ojos ... Yoochun —
— ¿Qué pasa con ellos? — pregunto mientras se los tocaba como si pudiera advertir que pasaba en ellos con tan solo palparlos.
— Tus ojos se ven como si hubieses estado lloriqueando — contestó.
Yoochun recordó como momentos antes había roto en llanto — ¿Enserio? — preguntó sorprendido, cómo si no fuese consciente de ello, para no alarmarle.
— Lloriqueando como un infante — Junsu comenzó a reír, mientras el automóvil comenzaba a moverse — ¿Qué te propones? — le preguntó — Continuo molesto contigo — intento mantener de nuevo una expresión seria.
— ¿Qué me propongo? — se preguntó Yoochun en voz alta — Voy a cambiar las cosas ... — confirmó mirando a Junsu a los ojos. — Dirígete a mi apartamento — le ordeno al conductor.
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dios mio *-* voy a leerr
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