Día 10 de mayo de 2004, Jaejoong iba paseando tranquilamente por la calle, era un chico muy atractivo en su colegio y todas sus compañeras se le declaraban. Según el se describía como un chico frío con las personas que no conocía, pero con las que conocía siempre era atento y se preocupaba mucho. En su paseo de vuelta del colegio se encontró con un compañero suyo, Changmin, eran amigos desde la infancia pero tuvieron una pequeña discusión hacia poco tiempo y no se dirigían la palabra:
- Buenas noches – dijo Jae a su compañero.
- Jae necesito hablar contigo…no quiero seguir con esta situación, aquello que paso fue una tontería y no quiero perder la amistad contigo de tanto años – le dijo casi llorando.
- Min, ¿es que no crees que te pasaste un poco conmigo? No porque sea atento contigo siempre tienes que hacerme eso – le dijo medio enfadado.
- Lo sé y lo siento, fue un impulso, pero que querías que hiciera era lo que sentí en ese momento y necesitaba sacarlo fuera – agachando la cabeza y restregándose las lagrimas.
- No sé si perdonarte, déjame que piense esta noche son demasiadas cosas y estoy confuso – le dijo.
- Esta bien, pero espero que me perdones. Me tengo que marchar a casa ya pero mañana en clase te veo. Adiós Jae – con sus lágrimas ya secas dio media vuelta y se marcho dirección a su casa.
- Adiós Min. – dijo Jae en voz bajita sin que le escuchara Min.
Giro en dirección contraria a la de Min, con la cabeza agachada y la mente hundida en sus pensamientos, pero por un segundo los dos se giraron a la vez y se quedaron mirando justo a los ojos durante un instante y después se fueron a sus casas.
Ninguno de los dos durmió esa noche. Uno por nervios y el otro por las lágrimas.
Por otra parte teníamos a Micky (Yoochun), carisma e inteligencia juntas en él era tan popular como Jae, pero él casi nunca las rechazaba ya que era un chico muy enamoradizo y siempre les buscaba ese algo que le encantaba. Volvía él también de estudiar en la biblioteca del colegio y de repente se encontró con Yunho, él chico malo del colegio al que todo el mundo temía pero había dos personas en el colegio a las que no les importaba tenerle al lado y esos eran Min y Micky:
- Ei, chico malo! – le dijo Micky con su típico tono impertinente.
- No me llames así, sabes que lo odio – amenazándole.
- Vale vale no te enfades sabes que es broma. ¿Te apetece venirte un rato a mi casa? – con todo seductor.
- ¿Pero tú ahora no estabas con esa chica de primero? – preguntó.
- Ya pero es que ella no me llena tanto como tu – siguiendo con la seducción – bueno entonces que, ¿te vienes?
-Bueno, vale pero solo un rato que hoy viene familia a cenar y tengo que estar allí
- Cuando hablas de tu familia ya no pareces tan malo eh – como si se burlara de él – pero cuando estás conmigo eres más malo que nadie.
- Como no lo voy a ser si me pones a 100 – acercándosele y dándole casi un abrazo.
- Yunho…en la calle no, por favor – con miedo de que les viera alguien.
- Esta bien…no sé porque no quieres que nos vean por la calle – un poco enfadado.
- Porque tu padre es político y yo tengo novia – muy preocupado.
- Esta bien, vamos a tu casa y ahí te enseño todo lo que no me dejas enseñarte en la calle – dirigiéndose a casa de Micky.
Juntos iba en la calle como dos buenos amigos hasta llegar a casa de Micky. Vivía el solo porque les pidió a sus padres distancia ya que su relación con ellos no es que fuera genial y él quería tener su intimidad.
Cuando llegaron a casa, Yunho dejo las cosas en el sofá y se sentó mientras Micky preparaba unas bebidas.
Cuando Micky las preparaba, sintió como unas manos le empezaban a rodear la espalda e iban bajando hasta su barriga y por debajo de su ombligo:
- Ya quieres empezar antes de que me quite la ropa – girándose.
- Es que prefiero quitártela yo – empezaba a quitarle la camisa y a darle besos por el cuello.
- Yunho…ahhh…ojala siempre estuviéramos así – entre gemidos de placer.
Mientras Yunho iba besando toda su piel, desde el cuello hasta el ombligo, de arriba abajo, Micky respiraba y gemía tan fuerte que hasta Yunho podía oírle:
-¿Lo estas disfrutando no? – le decía con cara de placer.
- No sabes tú cuanto…Yunho me haces cada cosa – mientras Yunho le introducía la mano por el pantalón.
- ¿Quieres que empiece ya o puedes aguantar algo más?
- No no, empieza ya, que no aguanto más. Me estoy volviendo loco…Ahhh
- Esta bien, no quiero hacerte esperar más.
Y esas fueron sus últimas palabras, mientras sus manos iban entrando en el pantalón de Micky, sus labios iban dando pequeños mordisquitos a sus pezones y como veía que Micky ya no podía cogió con fuerza su miembro y empezó a frotarlo de arriba abajo. Micky se estaba derritiendo entre tanto placer, para él Yunho era el amante perfecto. Yunho iba bajando por su cuerpo pero no paraba de frotarlo, hasta que llego al abultado pantalón desabrocho la cremallera con la mano que le quedaba libre, y bajaba lentamente esos pantalones tan apretados. Ahora solo le quedaba un simple obstáculo que le impidiera ver aquello que estaba tocando, retiro sus calzoncillos, vio y sintió el placer de su amante. Mientras frotaba su miembro, se lo metió en la boca y ahí fue cuando Micky ya no aguanto más y empezó a gemir más y más fuerte, Yunho cada vez frotaba más rápido y lamia con más fuerza el miembro de Micky:
- Yunho…ya no aguanto más…aah…voy a…- antes de que lo dijese, estaba saliendo todo el líquido que llevaba reteniendo un buen rato.
Yunho trago todo lo que pudo, pero lo demás cayó al suelo:
- Estabas muy cargado ehh amor – le decía Yunho mientras acababa de limpiarle.
- Yunho…me he quedado con ganas de más – le decía mientras se agachaba e introducía su lengua en la boca del otro inesperadamente.
Mientras besaba a Yunho le iba estirando poco a poco en el suelo e iba quitándole la camisa que llevaba:
- ¿Tú también estas cargadito amor? – le preguntaba dominándole todo el cuerpo a Yunho.
- Se podría decir que sí, viendo las caras que estabas poniendo mientras te tocaba ¿Quién no?
De repente, sonó el teléfono, dejando así los besos y perversiones que tenían:
- No lo cojas…
- Pero tengo que cogerlo, podría ser mi padre y no quiero que venga aquí y nos pille – decía Micky muy preocupado.
- Esta bien… - decía mientras se abrochaba la camisa y se levantaba del suelo – voy al baño, haber quien sale así a la calle.
- Pero amor, no te enfades, espérame un segundo que enseguida voy a descargarte yo mismo – le decía mientras cogía el teléfono - ¿Si, quien es?
- Micky, ¡¿porque no me has esperado a la salida del colegio ¡? - le decía una voz gritándole.
- Ahh, eres tu vida mia, no te enfades es que me tenía que quedar estudiando y se me paso decírtelo – con aires despreocupados.
- MENTIRA, seguro que estabas con alguna chica en tu casa, tienes la voz rara!
- Cariño, no pienses esas cosas de mí, me duele mucho que pienses que estoy con otra chica mientras salgo contigo.
- ¿Seguro?, no te creo, voy ahora mismo a tu casa y entonces me lo creeré. – le decía así finalizando la conversación.
- Espe… - quedándose a media palabra.
Mientras Yunho estaba en el WC descargando el calentón que llevaba encima, Micky entro por sorpresa y se quedo presenciando esa escena.
- Ya veo que tu también andabas cargadito amor – le decía mientras observaba como se masturbaba.
- Ahh, no me mires así me pones nervioso
- Pues no te imaginas como me pones tu a mí – le decía mientras sacaba la lengua perversamente – Amor, te tienes que marchar, viene mi novia que piensa que le estoy engañando con otra chica.
- Que estúpida…
- La voy a dejar…
- ¿Y eso?¿Por qué?
- Porque no la soporto es una pesada y una celosa, todo el día llamándome.
- Ahhh, ok. Yo me marcho ya.
- Esta bien amor – y así veía como pasaba delante suyo y cogiendo sus cosas para marcharse.
- Adiós
- No, espera, no te despidas así de frio conmigo, al menos dame un beso – y así se despedían con un beso que les dejo inmersos en la tarde que habían pasado juntos.
En la otra parte de esa misma zona del barrio, estaba Jae en su casa pensando en la conversación que tuvo con Min. Decidió llamar a su mejor amigo, Junsu (Xiah):
- ¿Si? – contesto una voz muy dulce
- Junsu, necesito ayuda… - al final se puso a llorar ya no aguantaba más.
- Hyung, ¿qué te pasa? ¿Necesitas que vaya a tu casa?
- No, es muy tarde y no quiero molestarte, es solo que necesito consejo y tú eres el único que me puede ayudar.
- Ok, como tu digas, haber explícame que te pasa
- Pues veras, ¿te acuerdas lo que te conté sobre Min?
- Si, ¿os habéis peleado o algo? – pasaba que por entonces Junsu odiaba a Min porque le gustaba Jae, y siempre Min estaba con el toqueteándole y juntos.
- No, ¿por qué dices eso?
- Nada nada, sigue contándome
- Me ha dicho que si puedo perdonarle lo que hizo, que no quiere que estemos mal perder amistad por eso.
- Pues todo es cuestión de que pienses si merece la pena o no, pero yo no puedo decirte que hacer porque no estoy en tu mente. Haz lo que te dicte el corazón.
- Pero es que mi corazón está confundido
- ¿Por qué?
- Porque creo que me gusta Min…
- ¿!Que¡?
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por dios que chocada estoy y me encanta yunho y chunnie de veras me encantan y por otro lado junsu jae y min por dios de veras la historia promete
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