One, cap 2

¿¡Que!?
- Si Junsu es que estoy casi seguro de que lo que siento por él es algo más que amistad, y por eso me cuesta tanto hablar con el últimamente – secándose las lagrimas para que su amigo le entendiese mejor
- Pero no puede ser, es un chico y no se… - estaba confuso y ya no sabía que decir
- Ya sé que es un chico, y más confuso tu que yo no creo que estés, pero siento que tengo que decírselo ya o voy a explotar
- (pensando) Lo sé mejor de lo que tú piensas…
- Junsu…¿sigues ahí?
- Si, perdona es que me había quedado en trance un segundo. Hacemos una cosa, mañana lo hablamos en el colegio que necesitamos dormir
- Esta bien. Siento haberte molestado. Adiós y gracias por todo.
- Adiós… – en cuanto colgó el teléfono se veían lágrimas que salían de sus ojos rojos.
Aquella noche durmieron pocos.
Micky estaba en su casa con su novia discutiendo:
- ¿Dejarlo? – decía ella, con cara sorprendida pero triste
- Si… es que siento que esto no funciona…y que no hay conexión entre nosotros dos.
- Pero…no lo entiendo… - le decía entre sollozos
- Lo siento, pero no puedo aguantar más esta situación. Adiós – le decía mientras abría la puerta de su casa.
- No!
- ¿No qué?
- Que esto no se puede acabar así de esta manera, que tengo que hacer Micky…dímelo y lo hare, te quiero y te necesito a mi lado. – le decía mientras se arrodillaba y le cogía las piernas.
- Por favor no me hagas esto, márchate no quiero seguir con esta conversación – ya medio enfadado.
- Micky te amo… - se le acercaba para darle un beso
- No! Para ya esto! Largo de aquí! – mientras le apartaba la cara y la sacaba fuera de casa.
- Esto no quedara así, descubriré a quien amas y le destruiré la vida.
- Lárgate ya y déjame en paz – cerrándole la puerta en la cara
- Esto no quedara así Micky Yoochun me vengare.
Min estaba en su casa, abrazado a la almohada y llorando, mientras pensaba:
- Jae si supieras todo lo que siento por ti, y necesito ya decirte que me perdones porque así no puedo seguir. Te amo tanto y te lo demostrare! – se decía a si mismo mientras secaba sus lagrimas y se recostaba en la cama, y se quedaba profundamente dormido.
Yunho estaba en su habitación, pensando en la tarde que había pasado con Micky pero que jamás pasaría de amantes ya que él no quería relaciones serias por culpa de su padre porque si montaba algún escándalo perjudicaría a su padre y era lo que menos quería que su padre se sintiera decepcionado de él.
Jae estaba en la cocina bebiendo agua y pensando en que le diría a Min al día siguiente, ya que se sentía muy cortado por lo que le había dicho a Junsu.
Junsu estaba en su casa pensando en porque le pasaba eso a él, que no quería perder al amor de su vida Jae, que lo amaba demasiado como para dejarlo marchar y que haría lo que fuese para tenerlo a su lado.
Al día siguiente en el colegio todo estaba muy tranquilo, y por casualidad los cinco se encontraron en la entrada, y se saludaron.
Mientras estaban en sus respectivas clases, cada uno pensaba en su situación y en cómo hacer para resolverla.
Llego la hora de que Min y Jae hablasen:
- Mira Min he decidido que… mejor dejarlo correr
- ¿Que quieres decir?
- Que pienso igual que tú, que es mejor que lo dejemos correr como si no hubiese pasado nada entre nosotros – agachando la cabeza
- ¿En serio? ¿O sea que ya amigos otra vez? – Con una sonrisa de oreja a oreja
- Claro que si tonto, no podíamos estar así toda la vida ¿no?, demasiados años juntos y muchas experiencias para dejarlo por un simple beso…
- Jae te prometo que no fue con mala intención, pero es que me ayudaste tanto que me salió como un impulso – cogiéndole de las manos y mirándole fijamente a los ojos.
- Esta bien, está bien no me mires tan fijamente me pones nervioso – apartándole la mirada.
- ¿Te pasa algo?
- No, no es nada es que no he dormido muy bien
- Ok, respecto a lo del beso Jae…
- Dejémoslo así
- Ok, vamos a clase juntos – cogiéndole de la mano y corriendo hacia clase
- Espera no corras tanto – sonriendo
Y así se dirigían juntos a clase, los dos felices por haberse reconciliado. Lo que no sabían es que alguien les había estado observando con recelo, si, Junsu había escuchado toda la conversación y estaba más enfadado que nunca porque volvería a ser ignorado por Jae.
- (Pensando) Te maldigo Min por haberme robado a mi amor!
Exagerando las cosas, Junsu iba pensando maneras de separar a esos dos. Mientras, Micky y Yunho estaban sentados en clase sin mucho en lo que pensar, Yunho de repente nota una mano en su pierna y le dice a Micky:
- ¿Qué estás haciendo, que estamos en clase?
- Sabes que me gustan las situaciones de riesgo – le decía con mirada pervertida – y ayer te deje a medias, te tengo que compensar.
- Pero aquí no, como nos pillen la que van a liar va a ser pequeña. – empezando a agobiarse
- Relájate amor, si nadie nos mira, será un roce pequeñito.
- No, en serio párate!
- Sé que lo estas deseando – cada vez metiendo mas la mano en la entrepierna
- (Levantándose) Maestro puedo ir al baño – replicándole al maestro para no tener que seguir con esa situación.
- Claro que puedes – con una sonrisa
- Ya te vale Yunho, ahora que empezaba la diversión.
- Te dije que pararas, si no me has hecho caso no es mi problema. Sabes que eso lo podemos hacer en cualquier otro momento – diciéndole a la oreja
- Ya. En algún momento tendrás que volver, amor – le decía mientras le cogía de la corbata y le susurraba esas palabras a la oreja.
- No, es que me encuentro muy mal. Adiós, amorcito. – le decía mientras se marchaba con su típica sonrisa burlesca.
- (susurrando para el mismo) Maldito Yunho, siempre me dejas con las ganas.
Por otro lado estaban Jae y Min en la misma clase, con Junsu detrás. Jae y Min, no paraban de reírse juntos, y Junsu no aguantaba más los celos que le comían por dentro así que dio en la espalda a Jae y le dijo:
- Hyung, necesito hablar contigo al salir de clase.
- Esta bien – con una sonrisa
- Ustedes, los señores del fondo, silencio por favor, que hay gente que le interesa la lección
- Perdón – decían los tres al maestro.
Al salir de las clases Junsu estaba esperando en la entrada del colegio a Jae. Cuando se acercaba veía que venía con Min, cosa que no le extraño porque estuvieron juntos todo el día:
- Hey, Hyung. Acuérdate que tenemos que hablar – le decía con tono serio
- Si, si me acuerdo. Vamos hablando de camino a casa. – Le decía mientras le daba unas palmaditas en las espalda
- Min te importaría dejarnos a solas – le decía mirándole a los ojos fijamente
- No, no te preocupes tenía que marcharme igualmente rápido hoy – y así se dio media vuelta y se marcho – Adiós Jae. Adiós Junsu – les decía mientras se marchaba corriendo.
- Bueno, dime de qué tenías que hablarme que es tan importante. – le decía mientras paseaban juntos por la calle.
- Pues Jae tenía que decirte que… - de repente lo empuja en un callejón oscuro por donde no pasaba nadie.
- Hey, que haces! – muy asustado y intentado apartar los brazos de Junsu de sus hombros.
- Jae esta es la única manera de demostrarte lo que quiero decirte – le besa, tan profundamente que se queda sumergido en el beso.
Jae sin nada que poder decir, empieza a cerrar los ojos lentamente y se queda igual de sumergido en el beso.
Pero cuando se da cuenta de lo que está pasando le aparta de golpe:
- ¿¡Porque lo has hecho?! – Le decía mientras se limpiaba la boca con la manga de la chaqueta
-¿ Aún te hace falta más para saberlo? – le preguntaba con los ojos incrustados en los suyos
- No será que tú me… - se quedo con cara de sorpresa
- Si Jae te amo. Más que a nadie en este mundo. Cada día que pasa me gustas más y no puedo retenerlo más en mi corazón.
- Junsu…yo…no se qué decir – agachando la cabeza
- No hace falta que digas nada solo bésame – acercando sus labios mojados a los de Jae
- No…por favor…somos buenos amigos – apartando la cara – no quiero perder tu amistad. Yo no te puedo corresponder, sabes que amo a otra persona y no puedo dejar de amarle.
- Lo sé pero yo tampoco puedo dejar de amarte a ti – le decía mientras iba acercando sus labios al cuello tembloroso de Jae.
- No, para Junsu. – apartándole de un golpe y saliendo corriendo.
- Jae, no podrás resistir. Algún día serás mío.

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