One, cap 9

Mientras se cerrada la puerta de aquella habitación de número irrelevante…

Noté como te balanceabas de lado a lado, supongo que debido al estado en el que te encontrabas…pero te me hacías tan apetecible estando así, tan vulnerable…

No te quiero, yo ya tengo a una persona amada pero siempre te había mirado con lujuria…Con ganas de poder estar contigo aunque solo fuese una noche…

Me quede observándote desde la puerta de la habitación mientras la cerraba con seguridad, para que nadie nos interrumpiera y, mientras, tú intentabas sentarte en la cama sin caerte al suelo.
Casi te caes, por eso decidiste dejar la botella que te estabas bebiendo, en la mesita del lado derecho de la cama y seguido de esto te estiraste ocupando toda la anchura de la cama mientras tus brazos caían por el otro lado, y me dijiste con una voz tan sensual que una pequeña vibración recorrió todo mi cuerpo:

“Ven aquí, no quiero estar solo esta noche…”

Así que decidí acercarme, mientras me quitaba la chaqueta y dejaba el bolso en una silla al lado de la puerta, junto un pequeño mueble para la ropa donde deje las llaves y el móvil que llevaba en el pantalón…Después de esto me acerque poco a poco hacía en frente de la mesilla del lado derecho, justo donde se encontraban tus piernas…
Te levantaste cómo pudiste de la cama, para quedarte sentado y me cogiste del cuello de la camiseta para acercarme más a tu cara…Tus labios, pedían a gritos ser devorados, pero no fui yo el que dio el primer paso y eso, sinceramente, me sorprendió. Poco a poco te ibas acercando cada vez más hacía mi y con una sonrisa pícara, decidiste darme un simple roce de labios. Después de ese roce, estiraste de donde me habías cogido para que cayera encima de tu cuerpo y así empezar a dejar de darme esos roces para empezar a intensificar tus besos. Empezabas con un simple roce, que se convertía en un movimiento más intenso para así comenzar a meter tu lengua en mi boca sedienta de tus besos, entrelazábamos nuestras lenguas…Eso me excitaba y lo estaba empezando a notar bajando por mi cuerpo y volviendo a subir, y lo mismo contigo, lo estaba empezando a notar en nuestras piernas entrelazadas.

Pero ahora yo quería tomar un poco el control de la situación, así que deje de corresponder tus besos y decidí ir bajando por tu barbilla, besándola suavemente, hasta tu cuello dejándote una pequeña marca, y cuando me sentí satisfecho con tu cuello quise desabrochar tu camisa para seguir besando todo tu cuerpo…Recorriendo desde tu clavícula, hasta tus pezones bajando por tu barriga y volviendo a subir hasta volver a llegar a tu boca, mientras intentaba incorporarte para poder sacarte la camisa, pero al incorporarte note como si tu fuerza se multiplicara y decidiste ser tu el que se pusiese encima al momento así que me diste la vuelta colocándote automáticamente encima de mí, y así empezar a besar tu mi cuello con lengüetazos endemoniados que me volvían loco. Te apartaste de mí cuello para así poder quitarme la camiseta, que no tardaste nada en sacar, y empezaste a lamer todo mi cuerpo…”Me estoy volviendo loco” no paraba de decirte, y parecía que contra mas te lo decía mejor lo hacías.

Cuando decidiste dejar mi pecho y abdomen, para bajar a mí ya visible erección, me desabrochaste el pantalón y me lo quitaste salvajemente, tirándolo a la otra punta de la habitación, y empezando a lamer por encima de la ropa mi miembro ya erecto, y seguido de esto cuando empecé a notar eso solté un gemido de placer y agarre las sabanas con todas mis fuerzas y cuando viste esa imagen decidiste quitarme la ropa interior, y meterlo todo en tu boca, para dejarlo un rato dentro mientras le propinabas algún que otro lametón que lo rodeaba y que me hacía estremecer, y a partir de aquí empezaste a subir y a bajar, sacándolo y metiéndolo en tu boca mientras movías tu lengua como un poseso, parecía que me lo quisieras arrancar y yo cada vez gemía más y más fuerte, y cogía las sabanas de la cama con más fuerza…Me iba a llegar más pronto de lo que nadie había conseguido nunca, estaba a punto de salir todo y tu aun seguías haciendo eso ¿Qué pretendías? Ya no pude aguantar más, y salió todo pero tu seguías con él en la boca, decidiste tragarlo todo y mientras yo suspiraba a la vez que respiraba tan fuerte como latía mi corazón y así soltaba las sabanas de la cama…Pero esto no acababa aquí, querías más y yo también, para que negarnos, pero esta vez seria yo quien poseería tu cuerpo, así que tire fuerte de ti para conseguir colocarme encima de ti y volver a lamer tu abdomen, pero decidí ir más allá…Así que desabroche tus pantalones y los baje suavemente junto a tus calzoncillos y ver la gloria entre tus piernas, totalmente erecta y que ya no aguantaba más que tan solo la mirara así que saque mi lengua y lo lamí exteriormente, pasando toda mi lengua por la extensión de tu miembro, y cuando lo hice tus gemidos me decían que ya necesitabas que lo metiese en la boca, tus deseos eran ordenes para mí, así que lo metí todo dentro y una vez dentro empecé a contonearlo con la boca mientras subía y bajaba, y escuchar tus gemidos era algo colosal, me estabas excitando más con tus gemidos que lo que te estaba haciendo, creo que esa noche en todo la noche tan solo se nos escuchaba a ti y a mí…Yo seguía con lo mío, subía, bajaba y tu mientras te retorcías de placer. Ya se empezaba a notar que estabas llegando al clímax, y estaba dispuesto a hacer lo que tú, así que lo introduje entero en mi boca y esperando impaciente a que lo hicieras ya…Por fin, trague todo lo que pude pero no lo conseguí y algunas gotas cayeron en tus piernas que limpie con la lengua después de habérmelo tragado.

Desde esa vista tenía tu entrada a primera vista, me estaba tentando mucho a invadirla, decidí meter un dedo para ver como reaccionabas, y por como gritaste supuse que era la primera vez que te hacían esto, cosa que me extrañaba en ti, te veía como un playboy…Pero no podía hacerte esto, y menos estando borracho, prefería que estuvieras despierto para disfrutar de ese momento y que fuera con tu persona amada no conmigo, pero a mí no me importaba que tú me lo hicieses a mi…

Así que me puse a cuatro patas en la cama, con mi entrada totalmente descubierta y tú te levantaste de la cama, medio aturdido entre el alcohol y exhausto por lo que te acababa de hacer. Introdujiste un dedo al instante en mi entrada, a lo que yo te respondí con un gemido de placer peor también de dolor, y poco a poco fuiste metiéndolo y sacándolo y a medida que veías que me empezaba a dilatar, fuiste metiendo tu dedos hasta que ya estuve preparado para algo más grande. Me cogiste de las caderas, y fuiste introduciendo tu miembro poco a poco dentro de mí, a lo que yo no paraba de gemir, cada vez más alto, hasta que ya lo metiste todo y esperaste unos segundos a que mi cuerpo se acostumbrase, y a partir de ahí me cogiste más fuerte y empezaste a avanzar y retroceder, pero cada vez más intensamente y yo cada vez estaba más loco de placer, tus embestidas eran como un paso más hacia el paraíso, mi espalda se curvaba más cada vez que me embestías y yo cogía la almohada con fuerza, y gemía cada vez más y más, parecía que te excitaba mucho así que decidí seguir gritándote mientras aumentabas tus embestidas…Esto empezaba a llegar al clímax, me daba la impresión de que yo también me iba a correr contigo. Gritamos los dos, y desprendiste toda tu semilla dentro de mí y yo igual pero en las sabanas, y los dos caímos en la cama extasiados, tu encima de mi aun con tu miembro flácido en mí y me dijiste:

-¿Esto es solo sexo verdad? – me dijiste susurrándome a la oreja

-Claro que si…-te dije con apenas fuerzas

-Esta bien, porque yo amo a alguien…

- Yo también…pero eso no implica que de vez en cuando nos veamos…esto lo quiero repetir sea como sea

-Estaba pensando lo mismo- me dijiste con una sonrisa medio pícara

-Jae…

-Micky…

Y en medio de esas palabras nos quedamos consumidos en el sueño y en la oscuridad de la noche…


Continuara…