-¿Por qué te estás haciendo esto? – miraba Junsu fijamente como se maltrataba y dañaba de esa manera
- Junsu…Me siento mal…Hoy he hecho algo de lo que me arrepiento profundamente – rompió a llorar
- Pero que es lo que has hecho? – Le decía mientras secaba las lágrimas de sus ojos y le abrazaba cálidamente
- No quiero decirlo o siento que me moriré, más de lo que estoy, por dentro, solo necesito desaparecer de este mundo ahora mismo – y con estas últimas palabras se quedaron los dos abrazados en el suelo, sin nada que decir.
Min estaba cruzando las calles, pensando en lo que había pasado y estaba teniendo una conversación interna con él mismo: “No entiendo nada…Puede ser que te guste él? Después de todo lo que ha pasado entre nosotros…No te puedes llegar a imaginar cómo tan solo esas 5 letras me han dolido más que todas las caídas que haya tenido. Jae esto me ha hecho más daño de lo que puedas imaginar.” A partir de esta conversación, rompió a llorar en medio de la calle y se quedo sentado lamentándose, pero ha la vez cabreado por lo que había pasado. Tenía una mezcla de sentimientos que ni el mismo entendía.
Cuando se volvió a sentir con fuerzas para seguir caminando, decidió irse para casa. Paro un taxi y le dijo al conductor que le llevara hasta su casa. Mientras estaba mirando a través de la ventanilla del taxi vio unas caras familiares sentadas delante del hotel Boutique…No podía ser… Lo que estaba viendo era imposible que fuera real…En serio que eran ellos? Ya era lo último que le faltaba por ver para confirmar sus sospechas. Jae y Junsu sentados delante de un hotel y abrazados, no quería seguir viendo aquello así que giro su cara y quiso olvidar todo lo que esos días había vivido y lo que había pensado para su futuro. Sus pensamientos más profundos salieron: “Jae no eres nada más que un polvo mas para mi, y en cuanto a ti Junsu, te vas a enterar de esta, nadie toca las propiedades de Choikang Changmin. NADIE.”
En casa de Yunho el silencio era sepulcral, no se oía absolutamente nada. Tan solo había dos personas en el baño, sentadas en una esquina. Yunho y Micky llevaban toda la tarde así, pero para ellos el tiempo no pasaba cuando estaban juntos, y menos cuando estaban abrazados. Al principio cuando Yunho entro no pudo decir nada, pero cuando Micky se calmó un poco, empezó a susurrarle palabras de tranquilidad a la oreja:
-Micky, sabes que te quiero me da igual que venga ese hombre o quien quiera que venga, no quiero separarme de ti nunca. Nadie va a romper esto y no quiero volver a verte llorar, me ha roto el corazón verte así…Eres la razón que me hace levantarme por las mañanas y seguir, si tu lloras yo llorare, pero cuando sonrías haré lo que sea para que esa sonrisa siga para siempre. Te quiero – y con estas palabras termino, todo lo que le tenía que decir ya estaba dicho.
Yunho le dio un beso en la mejilla que acabo en un beso en la boca, y así se quedaron juntos, Yunho apoyado en la pared y Micky en su pecho, escuchando su corazón latir y así cayendo en un sueño profundo mientras Yunho le abrazaba con tanta calidez que hizo que todas sus penas se fuesen de golpe.
Al día siguiente, Yunho se despertó primero aún abrazando a Micky, y en cuanto vio que aun seguía ahí sonrío y le abrazó todavía más fuerte y le empezó a decir cosas:
- Micky, ya es de día hay que levantarse cariño – le decía en voz bajita para que no se despertara de golpe.
- No quiero despertarme…quiero estar siempre entre tus brazos y nunca despertar, es cálido estar entre tus brazos – y así se aferro más a los brazos de Yunho como si fuese un perrito que quiere mimitos de su amo.
En otro lugar de la ciudad se despertaba Jae con un terrible dolor de cabeza y además en un sitio totalmente desconocido. Se levanto de la cama intentando sujetarse donde podía, y llevándose la mano a la cabeza del terrible dolor de cabeza que tenía y fue buscando el baño con los ojos entrecerrados porque la luz del día le molestaba. Cuando por fin encontró el baño, abrió el grifo del agua y se lavo la cara, despertándose así un poco y pudiendo abrir los ojos más, se miro al espejo durante unos segundos hasta que se percato de que…tenía una marca en el cuello, que parecía hecha por un vampiro ¿de quién era? Y también que tan solo llevaba puestos los bóxers…Y poco a poco fue recordando lo que había pasado la noche anterior…Alcohol…Hotel…Y una persona…
Le daba miedo asomarse fuera haber si eran ciertas sus sospechas…Decidió asomarse y vio que si que había alguien en la cama, y se estaba despertando. Su primera reacción fue meterse en el lavabo y cerrar con pestillo, y intentar recordar con quien se había metido en la cama pero no conseguía recordar y de repente escucho a alguien bostezar…Le resultaba tan familiar esa voz…Alguien picó a la puerta:
- *TocToc* ¿Hay alguien ahí? Yahh…sal, necesito ir al baño – le decía la persona que estaba al otro lado de la puerta
- *Pensando* Ohh dios dime que no lo he hecho…me muero… - se decía a si mismo mientras se ponía la mano en la cara…se sentía avergonzado
- Abre!!! No me aguanto más!!! – le gritaba mientras golpeaba la puerta
- Voy voy… - le dijo Jae en voz baja desde el suelo
- Por fin…Buenos días Hyung! – le decía mientras le daba un beso en los labios – un segundo que voy al baño
- Okey…
Jae se quedo estático…no se creía lo que estaba pasando…y menos lo que había pasado, quería preguntarle pero no se atrevía…no quería saber la verdad pero tarde o temprano se acabaría enterando.
- Oye…que ha pasado?? Porque vas desnudo por aquí, y porque yo solo llevo los bóxers y tengo una marca en el cuello…
- Hace falta que te lo diga con palabras?? – le decía mientras se le acercaba con cara de no haber roto un plato en su vida y con intención de darle un beso
- Quieto! – Jae le apartó con la mano – QUE HA PASADO AQUÍ!!!??? ES IMPOSIBLE QUE NOSOTROS…no… no, no me lo creo…dime que no… - mientras sacaba estas palabras se iba acercando a la pared y se fue deslizando hasta que cayó al suelo, y se quedo encogido…llorando…
Mientras el otro, se lo quedo mirando y decidió que era momento de irse…Salió del baño, cogió sus cosas y se vistió, pero antes de irse quería decirle una cosa a Jae, se acerco a la puerta del baño que ahora estaba cerrada y a través de ella le dijo:
-Si te sirve de consuelo, no me arrepiento de nada de lo que ha pasado esta noche…si tú te arrepientes ya es cosa tuya, pero ayer no decías lo mismo…y si quieres repetir pero esta vez sin alcohol para que te acuerdes, llámame – le decía mientras se iba alejando de la puerta, y tan solo le dijo una última cosa – Tranquilo la cuenta ya la pago yo.
Jae seguía en el baño en la misma postura, y llorando todavía. Estaba maldiciendo todo lo que había pasado desde que el día anterior le dijo eso a Max. Como lo podía haber hecho con él…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
vaya con jae ese si que sabe jajajajajajaja
ResponderEliminar