ACERCA DE CÓMO ENTRASTE EN MI VIDA… O FUI YO EN LA TUYA?
Seúl, Corea
Palacio del Este (Changdeokgung)
1971
Recargado en el arco de madera del Puente que atraviesa el pequeño canal de agua cristalina de uno de los Jardines de todo el Palacio, Kim Jaejoong observaba la brillante Luna en el firmamento… es uno de los Príncipes del Clan de vampiros más poderoso de toda Asia, dominaban en el país desde hace ya muchos años, sabe que es su destino tomar el puesto de Adalid cuando su padre Won Dae así lo decida, lo que seguro será pronto, puesto que se ha empeñado en irle mostrando cómo debe comportarse al estar frente al Consejo de Sangre, las virtudes de las que goza, las intrigas de las que formará parte y de las que al mismo tiempo sacará provecho, le ha ido indicando de quiénes debe cuidarse y quienes lamerán su mano por un poco de seguridad… porque el mundo de vampiros es un territorio lleno de secretos e historias que permanecen en el anonimato para mantener un supuesto control de jerarquías… como si no supiera parte de eso, porque está seguro que detrás de la muerte de su madre, Hye Yong, hace no más de un año, hay un gran secreto que su padre conoce y se ha negado en rotundo a revelar, pero que le carcome las entrañas y queda al descubierto cada que su mirada se posa en su hermano ChangMin, como si él fuera culpable de la sombra de dolor que cayó sobre sus ojos cuando la hermosa mujer murió…
- pensando otra vez en la inmortalidad del cangrejo… - escuchó la voz medio burlona de su hermana Chae Yun, que llegaba sonriendo con ese hastío que le invade cada que se encuentra encerrada en el Castillo…
- no conseguiste salir esta noche?... – el pelioscuro le regresó una sonrisa entre burlona y compadecida, porque sabe que a su hermana nada le gusta estar en el Castillo, sobre todo desde que su madre falleciera…
- papá dice que no debo, el Consejo de Sangre se ha reunido para establecer una tregua entre clanes de vampiros y lycans… - se apoyó recargando su espalda y en el puente… - así que mientras se efectúa o rechaza, afuera no es seguro para nadie, y ya sabes cómo me trata desde que mamá murió, como si fuera un ave que solo busca volar lejos de él…
- Te Ama… - fue la justificación que el pelioscuro dio para la actitud de su padre con su hermana…
- también te tiene a ti y a ChangMin, se supone que nos ama a los tres, porqué es que solo conmigo se empeña en tratarme como un tesoro que le pueden robar si salgo… - resopló con frustración… su hermano no dijo nada… - siempre que menciono a ChangMin, la molestia le cruza el rostro, sabes por qué?...
- no… - y si ellos se han dado cuenta… ahora comprenden por qué el menor de los varones se ha ido recluyendo poco a poco, evitando al máximo a su padre, a menos que éste lo llame… - voy a salir… - soltó de pronto…
- contradecirás la orden de papá?... – genuinamente sorprendida, la Princesa miró a su hermano con un dejo de preocupación, sabe cuán poderoso es, pero…
- como si fuera la primera vez que lo haré… - murmuró sonriendo con diversión, antes de caminar hacia el otro lado perdiéndose rápidamente entre los Jardines…
……………………………………………
Por esos años se sucedió la llamada Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, de ese hecho que interesaba a pocos y que ocultaba intereses político-económicos, en los que tal vez haya también intereses de los clanes de vampiros que gobiernan aquéllos lares del mundo; fueron también años de la psicodelia, del nacimiento de la música disco, de todos esos aspectos que importaban a los jóvenes y en los que se envolvían para ignorar los hechos internacionales que saben impactará contra sus futuros, era tiempo de vivir la vida, de hacer y deshacer por el placer de disfrutar, preocupándose intrínsecamente… y los jóvenes vampiros no escaparon a eso…
Jaejoong también acudía a esas Discotecas en donde la música de moda le permitía sacar por instantes a su familia de sus pensamientos, de olvidar por momentos su propio futuro, de dejar de lado las palabras de su padre recordándole quién era y lo que TENÍA que hacer por el Clan Kim, que seguía luchando por obtener el poderío sobre otros clanes de vampiros en Asia.
Y muchas veces se enfrascó en relaciones que nada le dejaban, porque solo quería el placer de sus noches apasionadas, convirtiéndolas en burdas aventuras que incluso idiotizaban sus sentidos por la influencia de sustancias que circulaban por su organismo. Pero entonces lo vio por primera vez… a ese chico de tez morena que sonreía endiabladamente sexy hacia cualquiera en el lugar, como si sus ojos claros estuvieran analizando algo…
Y sonrió ampliamente al verlo sacar un arma estilo metralleta, disparando al por mayor a todo su alrededor, porque ahí había en su mayoría vampiros, transformados, no puros como el Príncipe Kim… y no movió ni un músculo, sentado en ese sofá de cuero color rojo intenso, mientras veía cómo todos los mortales gritaban y corrían espantados, y los vampiros trataban de escapar o enfrentarle mostrando sus colmillos y gimiendo con ese peculiar tono casi gatuno…
- Diurno… - murmuró el pelioscuro, porque hace unos meses que se escucha hablar de él, de un muchacho que caza vampiros y se ha escabullido a todo intento de los clanes coreanos por darle muerte, sabiendo realmente poco de ese que se ha convertido en una preocupación más para su padre… - pero es realmente guapo… - su lengua pasando por sus labios…
El Diurno sacó un arma más, disparando sin miramiento alguno a los vampiros que quedaban en el local, seguro de que aquéllos que han conseguido huir ahora serán blanco más tarde de sus balas o cuchillas… y peinó la zona asegurándose de que los pocos que quedaban en el lugar fueran simples mortales espantados que habían sido incapaces de moverse por el temor, resguardados bajo la mesa o agachados pegados a algún muro… pero también estaba él, ese chico de nívea piel y cabellos oscuros, de ojos negros y labios rojos…
- hermoso… - porque fue la palabra que casi inconscientemente saltó a sus pensamientos y escapó de su boca, esa que curvada en una coqueta sonrisa ya deseaba sentir aquéllos carnosos labios… - un vampiro más… - pero era su misión de vida exterminarlos… porque uno de ellos le dio un futuro que no deseaba desde que estaba en el vientre de su madre, fue marcado con un destino retorcido que ensombreció su mundo más de lo que ya está…
El moreno caminó hasta el pelioscuro, ambos se miraban profundamente, sonriéndose de aquélla misma sensual manera, lamiéndose los labios en un gesto inconsciente por probar los del otro… atracción sexual? Definitivamente, porque una de las características de la raza vampira reside en esa pasión subyacente a absolutamente todos sus deseos, a esa sensualidad desbordante y la necesidad innata de satisfacer sus más primitivos instintos…
- si vas a matarme, dime por lo menos tu nombre, Diurno, para llevarme en la muerte la identidad de un hombre tan atractivo y valiente… - la voz del Príncipe Kim se deslizó con picardía, moviéndose un poco en su lugar, recargándose en el respaldo del sofá, sus manos extendidas apoyadas a los costados, su mirada brillante y esa sonrisa que no ha apartado de sus labios…
- flirteas conmigo, acaso?... – el moreno se sentó en la pequeña mesa ratonera frente al pelioscuro, admirando esas largas piernas bajo el pantalón acampanado que le da una atrayente figura estilizada, masculina pero exquisita…
- servirá en algo que lo haga?... – enarcó una ceja con un toque más coqueto, se sacó el calzado llevando su pie derecho al izquierdo del moreno, acariciando sinuosamente deslizándose hacia arriba, el calor emanando de ambos cuerpos…
- eres del clan Kim, no es así?... – sentía que ese pie que sigue ascendiendo en su cuerpo le hacía temblar ligeramente, pero no le importaba, le estaba gustando esa sensación… jamás se había sentido tan atraído por otro chico, pero es que Él…
- Jaejoong, el Príncipe heredero, el rango salvará mi vida? Diurno… - ya su pierna había alcanzado la ingle del moreno, y se disponía a presionar insinuantemente esa zona cuando el Diurno le tomó ese pie y lo pasó por su cintura mientras se inclinaba sobre el pelioscuro quedando casi pegadas las caderas de ambos, muy cerca de su rostro…
- por ahora, porque no pienso iniciar una guerra contra tu clan cuando el Adalid sostiene una Asamblea con el Consejo de Sangre, y soy uno de sus puntos de debate, Jaejoong… - los labios del pelioscuro rozaron los suyos cuando éste se empinó buscando besarlo, sintió que se le turbaron los sentidos por ese sencillo toque… pero no cedió… se apartó listo para abandonar el local y continuar con su cacería de la noche…
- dime tu nombre, Diurno, déjame soñarte en el día y perderme en el mundo de Morfeo siendo tuyo… - el pelioscuro se puso también de pie, mirando esa varonil espalda que quisiera recorrer con sus manos…
- en otra ocasión tal vez, Jaejoong…
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Taegu, Corea
1983
Capital de la Provincia de Kyongsang Septentrional, y una de las zonas más importantes de toda Corea, sede actual del Consejo de Sangre, mismo que se ha estado moviendo constantemente en los últimos años por todo el planeta, volviendo cada tanto a tierras asiáticas, evadiendo al máximo China, pero a la vez permaneciendo lo más cerca posible… porque es dominio internacional que Zhang Yiang ha vuelto del país asiático territorio lycan…
Y el Diurno estaba ahí por una simple razón… le habían convencido de asistir a una reunión para formar una alianza con él y redirigir sus intenciones hacia la persecución de licántropos, que apoye a la causa ahora y dejarán de seguirle como un enemigo de los vampiros…
Pero se había negado absolutamente…
Y seguía siendo uno de los principales enemigos de las castas de vampiros…
Pero eso era lo que menos le preocupaba ahora…
Hacía tanto que evitaba todo acercamiento posible con Él, porque le molestaba la idea de sentirse atraído tan irresistiblemente hacia su persona, por eso había permanecido una década fuera del país, se había ido por el mundo cazando vampiros en otros países… y ahora, por una jugada del destino tal vez, estaba ahí, de nueva cuenta ante Jaejoong… y sus miradas permanecían conectadas mientras se perdía en esa figura masculina que despierta sus más bajos instintos…
Era un pecado… y no hablaba exactamente del hecho de que se encontraran en un Templo, entre veladoras que alumbraban ese casi desolado lugar, con algunas imágenes que representaban las creencias humanas… en los que él dejó de creer hace mucho tiempo cuando su verdadera naturaleza salió a flote y sintió por vez primera la necesidad de saciar su sed de sangre… no, no hablaba de eso cuando sentía que pecaba… era el ver al pelioscuro recargado en aquella mesa cubierta por un mantel blanco, con las piernas semiabiertas y la camisa desabotonada, era el que sus ojos se perdieran en ese torso desnudo que era tocado con calma por aquellas manos delicadas que pertenecían a la criatura nocturna más hermosa que ha visto en toda su vida… era sentirse excitado por ver a Jaejoong autosatisfaciéndose con suaves caricias que dejaba en su pecho, blanco como la porcelana… en esos montecitos que lucían duros ya de tanto contacto, erguidos deseosos de ser devorados por unos labios… sus labios…
Y se quedaba solo contemplando la escena, demasiado absorto en ver cómo se autoerotizaba como para moverse de su lugar, ni siquiera pensaba en ese momento en que habían llegado hasta ahí después de que le siguiera de cerca esperando la oportunidad de… Diablos! Ni siquiera lo sabe, había pasado por su cabeza el secuestrarlo y amedrentar al Clan Kim que pesaba ahora un tanto más en el Consejo de Sangre y le pudieran dejar en paz, pero después todos sus sentidos solo le mandaban hacerlo suyo… y ahora teniéndolo ante él… solo puede observar, excitarse y llevar sus manos a sus propios pantalones para alcanzar su ya duro miembro y masajearse lentamente… tal como ya Jaejoong lo hace en ese instante…
- mhh, ahh, Diurno… - gemía el Príncipe Kim, consciente de que frente a él, a unos pocos metros, sentado en una de las bancas, el moreno le observa con lujuriosa mirada…
Y su mano acelera solo un poco el ritmo de los masajes que deja sobre su propia erección, sintiéndole caliente y duro, hinchado y necesitado de sentir otro tacto… la lengua del moreno deslizándose por toda su extensión sería la gloria misma… y cerró los ojos imaginando aquello… la forma en que aquella boca se movería por todo su miembro proporcionándole el placer más exquisito posible… El moreno le escuchaba gemir sin pena alguna, pronunciando ese apelativo con que le han identificado entre los vampiros… deseando que fuera su nombre el que escuchara en esos rojos labios que de vez en cuando son mordidos por su dueño, ahogando gritos de placer, pero con las facciones del gozo bien marcadas en su perfecto rostro…
- aahhh, más… mhh, más Diurno, ahh… - e insistía en gemir pensando en que ahora las caricias se perderían por su cuerpo y su intimidad sería ocupada por la virilidad de aquél que frente a él se muerde con fuerza los labios para no gritar también su nombre…
Y el ritmo de las manos de ambos en su propia entrepierna alcanza el límite, movimientos frenéticos que consigue acercarlos cada segundo más al orgasmo, pueden sentir ese líquido preseminal quedarse entre sus manos, haciendo del deslice de estas algo más húmedo y erótico…
- mmhhh… - gime ronco el pelioscuro al sentir el semen bañar su mano y arqueó la espalda al sentir esos ricos temblores de su orgasmo, respira agitadamente y lleva unas gotas de sudor en la frente y el pecho…
Abre los ojos y se encuentra con el moreno sonriéndole con sensualidad maliciosa, puede ver el líquido blanquecino en una de sus manos, porque ha terminado igual que él, tan cerca y se habían masturbado pensando en el otro cuando lo tenían a su entera disposición… podía resultar patético, pero había sido una de sus mejores sesiones de masturbación… El Diurno se puso de pie, con todo y los pantalones desabrochados, se acercó hasta el pelioscuro, que permanecía en donde mismo, sintiendo su respiración más regular…
- Jung Yunho… - se presentó a pocos centímetros de distancia, viendo con picardía la esencia del Príncipe Kim aún sobre su entrepierna y en una de sus manos… - gime la próxima mi nombre, Jaejoong… - se acercó y beso sus labios… un beso lujurioso en el que sus lenguas se enredaron desesperadas por un contacto que hace años habían deseado, danzando en un frenético movimiento húmedo, y cuando el aliento les faltó se separaron con un hilillo de saliva quedando entre sus labios…
- puedo gemirlo ahora si lo deseas, Yunho?... – llevó sus manos a la playera del moreno, resbalando hasta los bordes (dejando en el camino un poco de rastros de su semilla) pero justo ahí el moreno las tomó apartándolas de su cuerpo…
- hoy ya no es posible… - una persona entraba por los portones del Templo, haciendo ese ruido fuerte de las enormes y viejas puertas al abrirse en el silencio de la noche… - a menos que seas un pervertido exhibicionista que gusta de hacerlo delante de su propia hermana… - y antes de que la Princesa pudiera llegar a verle, el moreno trepó con impresionante velocidad a una segunda planta que daba a las escaleras del campanario… el pelioscuro se había apresurado a ajustar sus pantalones y medio limpiar la esencia que aun quedaba en su mano…
- papá te busca, vamos a volver ya a Seúl… - Chae Yun vio que su hermano estaba algo extraño… nervioso? No exactamente… divertido? Como cuando acaba de encontrar algo nuevo con lo que jugar… - necesitas más que un rápido encuentro con tu propia mano para satisfacer el deseo, hermano… - el pelioscuro le miró un tanto avergonzado… podía ser que su hermana se haya dado cuenta?... – no tengo 15 y definitivamente no soy nada inocente, sé que estabas masturbándote…
- no tenías que ser tan directa, Chae Yun… - de cualquier forma, era bastante incómodo que se lo hiciera saber con todas las palabras…
- y tú deberías serlo, si tienes ganas de sexo, hay muchas que se entregarían a ti con solo una mirada de tu parte, Jaejoong…
- <.pero yo solo quiero a Yunho.>…
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Seúl, Corea
Distrito Gangnam-Gu
1992
Hacía años que se encontraban cada tanto, pero siempre que realmente presentían que podían escaparse por ahí y tener ese encuentro que palpita en sus cuerpos con deseo fogoso… algo terminaba por imposibilitárselos… Jaejoong era enviado por el Adalid Won Dae a otros países, acompañándole en supuestas y necesarias reuniones por el futuro del Clan Kim… o Yunho se veía obligado a moverse por la persecución fiera que se ha sostenido por él, porque es ahora peor que los licántropos de Corea que también mantienen esa lucha de poderes desde mediados de siglo contra los vampiros…
Era frustrante…
Demasiado para soportarlo, lo único que querían era sentir el cuerpo del otro contra el propio, gemir mucho y compartir placer…
Pero este podía ser el día en que por fin pudieran estar juntos… se habían visto caminando por la calle como dos personas comunes y corrientes que buscan un poco de diversión para espabilar el estrés de una pesada semana de trabajo, iban por aceras contrarias pero en el mismo sentido… Jaejoong miró a su guardia personal, tendría que encontrar la forma de perderlos y poder acercarse a Yunho sin que lo notaran… como su padre se fuera a enterar, se le armaría la grande… y el Diurno solo se ocupaba de seguir cada movimiento del pelioscuro, que sonreía radiante hacia él y fingía estar de lo más entretenido observando los varios lugares por los que iban pasando, aún era temprano por la noche por lo que la vida nocturna de la región estaba en pleno…
Jaejoong vio que había un Hotel cerca, y un antro en el que podía meterse, siempre le seguían, pero en cuanto los ojos de sus guardias encontraban alguna deliciosa presa, era relativamente fácil perdérseles si él mismo arrastraba a alguna o algunas mujeres con él… y lo hizo, se fue directo a la mejor zona del club, peinó la zona e identificó a las más hermosas, se acercó a dos de ellas y les habló al oído, un par de minutos después ya caminaba fuera con cada una de esas chicas caminando a su lado, sonriendo tontamente…
Yunho le vio y al instante quiso matar a esas muchachas, porque sabía perfectamente lo que vendría ahora, está seguro de que de hecho Jaejoong siendo un vampiro satisface su deseo carnal a menudo con la primer mujer (o tal vez hasta hombre) que se le atraviesa… y eso hizo que algo rugiera en su interior… pero se calmó cuando vio que las chicas subían a un taxi y asentían a lo que el pelioscuro les decía… luego esperó pacientemente recargado en el muro de uno de los locales de la acera de enfrente a que Jae llegara hasta él…
- ellas creen que llegaré en unos minutos al Hotel… - sonrió sensualmente… - pero claro está, espero que me tengas ocupado toda la noche…
- toda la noche?... – el moreno comenzó a caminar hacia la derecha, como si regresara sobre sus propios pasos, atento a si veía salir a la guardia personal del Príncipe que camina a su lado…
- bueno, al menos casi toda, lo que me dé margen suficiente para volver a casa y no ser pulverizado por los rayos del sol…
Y pocos minutos después entraron a un Hotel no muy lujoso, ingresaron en la habitación que el moreno pidió y comenzaron a besarse, suspirando entre los labios por esa exquisita sensación del dulzor fulgurante de la boca del otro danzando con la propia… sintiendo el calor abrasador envolverlos al instante… tanto tiempo reprimiendo el deseo…
Las manos de los dos se movieron ansiosas apartando las ropas de su amante, y cada prenda quedó tirada en el suelo esos pocos pasos mientras caen sobre la cama, con Jaejoong sobre el cuerpo de Yunho, besando sin cesar sus labios, apartándose por fin para perderse cuesta abajo lamiendo su cuello con su caliente saliva…
- ahh, ahh, mhh, Jae… - arrancando esos primeros jadeos del moreno, sintiendo su caliente piel bajo sus dedos que han resbalado ya por sus hombros y memorizando cada detalles de los músculos de sus brazos…
- deseaba tanto esto… - murmura seductor, levantándose un poco para tener mejor acceso a su torso y llenarlo de sus insinuantes caricias… sentado sobre las caderas del moreno, con sus semidespiertas erecciones una junto a la otra…
Un peculiar contraste de pieles, ardiente blancura que se funde con el tono más bronceado del Diurno… y el moreno sonríe al notar que el pelioscuro se entretiene en sus pectorales, delineando el trazo de cada uno, jugando al deslizar sus uñas por su piel…
- no vamos muy lento así?... – cuestiona con voz ronca, llevando sus manos a la entrepierna del pelioscuro para comenzar a masajear…
- quiero disfrutarlo… - y esas palabras fueron su condena minutos más tarde, cuando estaba bajo el cuerpo del moreno y éste le hacía el sexo oral mas tortuoso del mundo… - aahhh, Yunho, más rápido… - pedía casi desesperado, porque su amante llevaba minutos solo acariciando con lentitud su erección, que erguido y duro dolía necesitado de caricias más frenéticas o de su boca succionando…
- dijiste que querías disfrutarlo, Jae… - sonrió con maldad, viendo que una vez más el pelioscuro llevaba sus manos hacia su entrepierna buscando darse placer él solo… - no me obligues a atarte… - murmuró pícaro, tomando las manos de su amante, por tanto apartándolas de su erección, y las llevó por sobre la cabeza del pelioscuro, sujetándolas con fuerza con una de sus manos, para poder llevar la otra nuevamente a atender ese trozo de carne caliente e hinchado…
- ahh, eres malo, Yunho… - aún así gemía, porque en verdad lo estaba disfrutando, era un placer muy diferente, y aunque estaba odiándolo por no ir más rápido, también sabía que el moreno tenía alguna sorpresa placentera para él bajo la manga…
- pero te gustan los chicos malos, no?... – notó que en un gesto desesperado la naturaleza vampira del pelioscuro se reveló, se le desarrollaron los colmillos, las uñas en sus manos crecieron un tanto más, los ojos se le tornaron azules, y su fuerza se incrementó, con lo que consiguió liberarse de su agarre e invertir posiciones…
- no debiste provocarme tanto, Yunho… - llevó una de sus manos a la entrepierna del moreno y la otra a la propia, masajeando con fuerza ambas… - mhh, mhh, ahh, ahh…
- aahhh, mmhhh, ahh, ahh, Jae, mhh… - el moreno lo dejó hacer por unos momentos, porque después de todo lo hacía muy bien, eso no estaba en tela de duda, sentir esas calientes manos en su erección, escuchando esos eróticos gemidos…
Pero claro, el moreno también quiere dejar en claro quién manda en esa aventura, por lo que no mucho después, cuando ha sentido que estarán próximos a descargarse, hace uso de su propia condición vampira y vuelve a ser un poco más fuerte que el pelioscuro, aparta las manos de sus erecciones y las ata dejándolas por sobre la cabeza de Jae con su cinto habiéndolo tomado en un movimiento muy rápido del suelo donde se encuentran sus ropas tiradas…
- qué es lo que pretendes… - cuestiona con la voz alterada, un tanto sorprendido pero también muy curioso de lo que el moreno quiera hacer con él…
- mantenerte ocupado casi toda la noche… - responde con sensualidad, acercándose a su oído para morderlo suavemente… - te voy a torturar de placer… - y susurrar en él con voz ronca, haciendo que por primera vez el pelioscuro se estremezca bajo su cuerpo…
Y luego Jae siente que algo es atado en la base de su miembro… un cordel que servía para mantener las cortinas abiertas… y no es ignorante, sabe para qué es eso… y la idea no le asusta… por el contrario, le genera más morbo y excitación… se había vuelto masoquista?
Yunho vuelve a su cuello lamiéndolo con paciencia, disfrutando de ese sabor a dulce mezclado con sudor, de esos suaves jadeos que el Príncipe Kim comienza a soltar por sus atenciones… y sus manos vagan libres por todo su torso, concentrándose en sus pezones, presionándolos un poco para dejarles endurecidos… y baja lentamente por su cuello, chupando en su clavícula para dejarle la zona rojiza, una marca que pueda ver por lo menos unos días cuando se vea ante un espejo, por que los vampiros puros pueden tener esa facultad, y no son exactamente los muertos vivientes en que se convierten los infectados, aquellos a quienes llaman vampiros transformados que tampoco tienen su misma fuerza o habilidad.
Y llega hasta su pezón derecho, sopla su cálido aliento notando cómo se eriza la piel alrededor y escucha el suspiro de Jaejoong, quien ya no pudo evitar mantener los ojos cerrados disfrutando de todas y cada una de las sensaciones que recorren su cuerpo por causa del moreno. Y lame con cuidado, como si se tratara de un dulce que temes que se acabe, dando luego un suave mordisco, sintiendo la palpitante erección del pelioscuro rozar contra la suya cuando eleva un poco las caderas y gime ronco por ese nuevo contacto…
El Diurno sonríe de medio lado, complacido por sus reacciones, y continúa con su “tortura”, va al otro botón y lo chupa presionándolo con sus labios, Jae se arquea nuevamente… desciende con lamidas y besos húmedos hasta sus pectorales, sus manos permanecen quietas en el colchón, aunque sin duda su propia entrepierna clamaba por un poco de atención, pero si hacía sufrir al pelioscuro, él tendría que hacer también… era eso tan sadomasoquista como es escuchaba?
El pelioscuro intentaba mover sus manos para llevarlas a su miembro que dolía cada segundo más excitado, pero era imposible, porque cuando el moreno advirtió lo que pretendía y viendo que no era suficiente haberlas atado pero libres para moverse dentro de ciertos límites, tomó su playera y con ella las ató a uno de los barrotes en el respaldo de la cama…
- sin trampas, Jae… - susurró con voz sexy… alterando otro poquito los ya erráticos sentidos del pelioscuro…
Y volvió a su tarea de saborear cada recoveco de su cuerpo, paseando sus manos sin tapujo alguno por cada centímetro de su piel, pasándolas por debajo de él hasta apretarle el trasero y jugar con uno de sus dedos en la entrada del Príncipe Kim, sin llegar a introducirse aún, viendo extasiado cómo se movía inquieto y gemía deseoso de que lo hiciera de una buena vez…
- ahh, Yunho, ya no aguanto, por favor… - y que el pidiera las cosas ya era mucho decir, porque nunca pedía, tomaba o exigía y se le era entregado…
- qué cosa, Jaejoong… - murmura con su voz varonil, ronca, excitada, haciendo círculos en torno a su intimidad, acariciando con su mano libre su erección de manera furtiva…
- házmelo… - gime, luchando contra el amarre tan fuerte que el moreno hizo sobre sus manos, sintiendo que se lastima la piel por la fuerza con que tira…
- que te haga el qué, Jaejoong… - en serio que disfrutaba ver como se contorsionaba en busca del placer que solo parecía estar prometiéndole con sus caricias…
- que me la metas, carajo!... – soltó frustrado, molesto tal vez, demasiado excitado y ansioso por sentirse tomado por el moreno… tanto que ni medía las palabras que salían de sus rojos labios…
- que te meta qué… - pero el Diurno sonrió tanto más divertido, picando en el orgullo de un excitado vampiro que está seguro de seguir así logrará librarse del agarre de sus manos…
- joder! Yunho… - abrió los ojos clavándolos en las pupilas de un tono aun oscuro del moreno… buen punto, porqué sus ojos no se tornaban azules siendo un vampiro? Bueno, ya luego podría preguntar eso, ahora no tenía tiempo ni neuronas para ello…
- impaciente… - murmura antes de sacar su mano de debajo del trasero del pelioscuro, llevando sus dedos a la boca de éste… sonríe ampliamente al sentir la ansiedad con que son chupados y lamidos hasta dejarlos llenos de esa saliva caliente…
- mmhhh… - el pelioscuro se arquea nuevamente cuando un primer dedo entra en su cavidad anal… realmente, hacía mucho que no estaba con un hombre, y se obligó a no pensar en eso ahora, porque duele… y la preparación de su intimidad también, pero es mayor el morbo y el placer, la necesidad de liberarse…
Yunho vuelve a sus labios para besarle y distraerlo un poco, solo un poco de esa intromisión, y la que le sigue al agregar uno a uno sus otros dos dedos, moviéndolos más rápido y en círculos cuando ya ese pasaje se ha dilatado favorablemente… y entonces, antes de que el pelioscuro se lo pida, acerca su muy necesitado miembro a su entrada, empujando con algo de ansiedad hasta sentirse totalmente dentro de ese cuerpo candente…
- ahh… - gimen los dos, encontrándose en un apasionado beso mientras el pelioscuro mueve sus caderas indicándole que no quiere esperar…
- te podría lastimar… - advierte el moreno, porque sabe que es demasiado pronto moverse cuando su pasaje tan estrecho todavía palpita por su intromisión…
- solo muévete, Yunho… - casi suplicó el pelioscuro, tanta excitación por cada fibra de su ser, sentía que le lastimaba más eso…
Y el Diurno obedeció, moviéndose lentamente dentro y fuera, penetrando con suavidad al Príncipe Kim, viendo que se formaban esos gestos incómodos en su rostro, que gemía con un dejo de dolor, pero a la vez empujaba acompañando su vaivén, haciéndolo de hecho un poco más rápido, orillándolo a él a acelerar, tal vez con demasiada fuerza y prontitud porque sintió algo húmedo mojar su erección, y definitivamente no era su esencia aún…
- porqué paras… - le pregunta con voz ansiosa y entrecortada…
- porque te he lastimado, Jae… - un dejo de culpabilidad y preocupación se desliza en su tono de voz, pero siente que las piernas del pelioscuro se enredan en su cintura…
- sanaré rápido, te necesito, Yunho… - esas palabras calaron hondo en alguna parte que se supone hace más que latir bombeando sangre por todo su cuerpo… su corazón… y eso tal vez no era amor… pero era algo que hacía que sintiera la necesidad de darle a ese ser bajo su cuerpo todo lo que le pidiera… salían a colación sus debilidades humanas ahora? La capacidad de sentir emociones?
El moreno retomó las embestidas, acelerando rápidamente, gimiendo por el placer que corre por sus venas al sentirse tan gozoso teniendo sexo con otro hombre, muchas veces en sus años como caza-vampiros llegó a encontrarse parejas gay en plena faena antes de darles muerte… y eso de alguna manera le había generado morbo, pero nunca se había sentido tan abnegado en placer como ahora, porque las mujeres que han pasado por su vida eran entregas casi vacías de puro deseo carnal…
- aahhh, Jae, mmhhh, ahh, ahh, ahh…
- más fuerte Yunho, mhh, mhh, ahh, ahh…
Y Jaejoong sintió que de sus muñecas también brotaba un poco de sangre por las heridas que la fricción del cinto dejaba en ellas al inconscientemente estar tirando deseoso de llevar sus manos a alguna parte del cuerpo del moreno y acariciar su caliente piel… dejando que solo sus labios puedan disfrutar un poco de aquello, besando y lamiendo lo que queda a su alcance, gimiendo cada vez mas ronco… y Yunho se sentía en alguna dimensión paralela en la que solo existía el placer de ser uno con el pelioscuro, llevando ese vaivén de caderas a un ritmo frenético de estocadas, el ruido del respaldo de la cama nada tenía que hacer contra los gritos de gozo que liberaban sin importarles (porque no eran conscientes de ello) que alguien los estuviera escuchando más allá de esas cuatro paredes…
- Yun…ahh…no… necesito, aahhh, correrme… - porque el cordel que seguía presionando la base de su erección le impedía tal cosa, y eso era algo que le dolía… placenteramente…
- ahh, ahh, ya casi, mhh, Jae… - quería que terminaran juntos, y si lo retiraba ahora el pelioscuro se correría inmediatamente… así que aceleró un poco más si es que eso era posible…
Sintiendo ese calor en el bajo vientre que le indicaba que estaba muy cerca del éxtasis, llevó una mano al miembro de Jae, en verdad estaba muy caliente e hinchado, con algo de dificultad pues estaba demasiado sumido en el ritmo de sus penetraciones, consiguió deshacer el nudo del cordel, masajeó un poco se trozo de carne y a los segundos su mano fue bañado por su semilla, al tiempo en que él se derramaba en el interior del pelioscuro, ambos gimiendo ronco, arqueando la espalda, temblando por los espasmos del orgasmo…
- eres delicioso… - el moreno lamió el semen de su mano… aun al medio de las piernas del pelioscuro… aún dentro de él…
- yo también quiero probarte… - sintió que le moreno abandonaba su interior, la punta de su erección tenía un poco de su semilla… - suéltame…
El moreno llevó sus manos a los amarres, liberando primero el de su playera y luego el del cinto, viendo con un dejo de arrepentimiento las heridas de sus muñecas; pero el Príncipe parecía no estar preocupado en absoluto por ello, porque inmediatamente se movió hasta alcanzar el descargado miembro del Diurno y lamer la semilla que había quedado en él…
- sí, también sabes delicioso, Yunho… - el moreno pensó entonces que sería imposible encontrar a alguien más hermoso y seductor que él…
- aun es temprano… - soltó el moreno al ver la hora en su reloj de muñeca… única prenda que continuaba en su cuerpo…
- pero esta vez, nada de cordeles ni amarres… - lamió sus muñecas, el sabor de su sangre no despertaba su sed, pero ver el cuello del moreno sí que hizo que le naciera el deseo de probar la suya…
- ni lo pienses… - porque el moreno comprendió su mirada, y no podía permitírselo…
- porqué no… - el pelioscuro hizo un puchero… algo adorable después de tanto fuego? Bueno, le sentaba bien, aunque definitivamente lo prefería sensual…
- a menos que quieras morir… - el otro le miró sin comprender… - muchos vampiros han muerto al morderme, mi sangre tiene un efecto similar al anticoagulante con la sangre de los vampiros…
- vale, entonces solo tengamos sexo otra vez… - no deteniéndose a pensar demasiado ahora en eso, el pelioscuro volvió a sus labios, besándolo con súbita pasión, como si no acabaran de tener un muy buen polvo ya…
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Seúl, Corea
Distrito Yongsan-Gu
Hogar de Jung Yunho
2000
Hacía ya años que tenían sus encuentros clandestinos, cada vez les era más fácil encontrarse sin que nadie se diera cuenta, iban tomando experiencia en ello, y el Adalid del Clan Kim no estaba nada contento, porque tal vez una parte de él presentía lo que pasaba, pero ocupado de mantener en pie la tregua entre vampiros y licántropos le quedaba poco tiempo para encargarse de asuntos de familia… y eso Jaejoong lo aprovechaba muy bien… pero Yunho trataba de alejarse, porque sabe de buena fuente que si Won Dae se entera de la relación de amantes que han estado manteniendo, ya no solo querrá darle muerte por ser el Diurno, sino por meterse con su primogénito…
- debemos dejar de vernos, Jae… - acostados en la cama de su habitación de aquel Edificio viejo pero que es su cuartel general, el moreno soltó aquello con seriedad, acababan de tener una de sus tantas sesiones de buen sexo, pero sentía que una angustia crecía en su interior al pensar en que a la vez se arriesgan demasiado, tentando su suerte…
- lo sé… - porque él también era consciente de la situación… pero resultaba realmente complicado simplemente renunciar a esa relación, a ese placer avasallador con que se entregaban cada que se veían… pero, era solo sexo?
Y aunque desde entonces han hecho hasta lo imposible por no ceder a la tentación de intimar, alejándose conscientemente al saber que el otro está cerca, viajando y perdiéndose en lugares apartados por meses enteros… tal vez la unión de dos vampiros pueda ser un respiro para los clanes… o tal vez su condena… saberlo? Tal vez en un futuro no muy lejano, cuando Génesis reaparezca en el mundo terrenal…
*o* woooo me enkanto, ke pervertido resulto ser jae...>.<
ResponderEliminarke buena historia....me enkanta komo va, en especial el yunjae...
waaaa! sadomasokismo puro xD no me imaginaba esa faceta de yunho....
ResponderEliminarexelente
na tengo plabreas me encanto... simplemente eso
*¬* *inundando la habitacion de babas*
ResponderEliminaramo el YunJae !! -* me encanta lo pervertidos que son *-*
vamos Jae no te engañes,, no te estas volviendo Masoquista... lo eres XDD!
ame el fic *-*!! enserio amo a la autoraa!!
dios mio santo pero que fantastico y erotico esta esto xDD
ResponderEliminaramo este fic sin duda alguna mis respetos a la autora
me encanta este yunjae es tan...dios tan sensual jajaja
wohuu..sin duda alguna el Yunjae lo q tienen de sexy lo tienen de pornosos..ahhah pero asi me gustan..tan ricoos.^_^ ahaha xD
ResponderEliminarjajajaja opino lo mismo que el comentario anterior... YunJae tan sensual *Q*
ResponderEliminarYunho me gustó... esta faceta suya me gustó mucho... se le siente muy sexy y salvaje..
en cuanto a Jaejoong... bebe mi sangre!!!!!!!!!!!!!!!! XDDD
me encantooo!!!!!!!!! al principio pense que ibaa ser puro sexo, pero cuando yunho se preocupo por lo lastimo, se noto que se enamorooo que lindooo
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