Underground cap 9

Necesito un break.

“No”, Jaejoong seguía repitiendo ese monosílabo en su cabeza luego de que Junsu se marchara sin él. La primera vez que todo iba bien, que eran la mejor pareja, pasa esto.

Me cago en mi actitud negociadora…

Por que si no fuera por chantajear a ese chico, Yoochun nunca hubiera tocado sus labios, Yoochun nunca lo hubiera tocado, y Junsu nunca hubiera huido. Era su pura y exclusiva culpa.
Y seguía golpeando su rostro contra la almohada, tratando de no repetir esas imágenes en su cabeza, después de insultar a Yoochun y desquitarse con él, la verdad es que nunca tendría que haber llamado al 911 para salvar a ese mendigo. Pero tampoco era un asesino, puede que se haya sobrepasado un poco, pero la situación lo ameritaba, por lo menos para él.
La casa estaba en total silencio… que ganas de salir corriendo de ese departamento, e ir hacia la puerta de Junsu, pero sabía que esta vez no sería tan simple ir y rogarle, esta vez el señor trasero de pato no estaba ni alcoholizado, ni delirando. Mejor quedarse acostado hasta la mañana siguiente. Y esperar hasta que llegue la hora de irse a trabajar, de ir al subte.

~

Estúpido… te odio…

Y trataba de no romper la tostada mientras le untaba manteca. Odiaba a Yoochun por hacerle eso, odiaba a Jaejoong por ser así, y se odiaba a si mismo por ser tan iluso. Se sentía tan sucio, y le dolían los moretones por tanto luchar inútilmente para desatarse. Se resignó a seguir con las tostadas, ya era la quinta, y la volvía a partir.
Observó el reloj unos segundos mientras se apoyaba contra la mesada, dejando que el segundero se apropiara un poco de su silencio. Dirigió sus pasos hacia el baño. Giró la perilla de la ducha para que el agua saliera, suspiró un poco y se despojó de sus ropas para entrar en la bañera.
Trató de no pensar, trataba de solo ver como las gotas se deslizaban por su piel, pero no podía. Nadie lo mandó a conocer a Jaejoong, nadie lo mandó a… enamorarse de él.

~

10:02 AM.
Estación del subte.

Estaban a tres metros uno del otro esperando a que llegara el subte. Y era indescriptible, las ganas de correr y estar uno al lado del otro, aunque algo los detenía.
Jaejoong sabía que esto no podía seguir así para siempre. Y se acercó unos cuantos pasos hacia él, tan solo para saludarlo.

- H-hola…

- …

- Hola.

- …

Está bien, ¿esta bien? ¿Esta bien ignorarlo? No puedo solamente ignorarlo…
Y llegó el subte. Subieron ignorándose totalmente.

~

Oficina Sepelios Jung. 10:24

- Junsu llegas tarde. – veía unos papeles desde su escritorio.

- Lo siento Yunho, el subte iba atrasado…

- Vamos, ya son años que te conozco, algo más ha pasado.

- No ha pasado nada.

- ¿Te has peleado con ese novio tuyo, eh?

- No tengo novio.

- Como digas…

Se quedó callado, dejó su maletín a un costado de su escritorio y se sentó a ver los presupuestos.

No valía la pena tratarlo así, después de todo… te estaba defendiendo, quizás sucedió algo que lo haya echo comportarse así, no era quien para juzgarlo. Mejor hagamos como que tan solo no paso nada…

~

10:45 PM.
Estación del subte.
Sabía que encontraría al doctor a esas horas. Bajó tranquilamente por las escaleras al ver que el subte estaba por irse con Jaejoong dentro. Apresuró el paso y pudo introducirse dentro del vagón sin que nadie lo notara, sin que el doctor lo notara. Viajaron un rato largo hasta la parada de él. Junsu se bajo unas cuantas personas luego de él, mientras disminuía el paso para que no lo notase.

Esto de ser espía me va bien.

Lo siguió unas cuantas cuadras hasta su edificio. Observó el numero de piso en el elevador, “11” y subió por las escaleras. Llegó un poco tarde pero alcanzó a ver su número de departamento. Se acercó sigilosamente sin hacer un ruido y acercó su puño para golpear la puerta.

- ¿Qué quieres? – abrió la puerta antes de que pudiese tocarla.

- Yo… Jaejoong… - evitaba mirarlo a los ojos.


Junsu entendió que no debía hablar. Pasó dentro del departamento y cerró la puerta, quedando frente a frente con Jaejoong, mientras este sacaba su celular del bolsillo.

Se lo digo ¿Se lo digo?

Y lo miró a los ojos, y luego lo miró de pies a cabeza, y se detuvo en sus labios, lo miró unos segundos y no pudo retenerse a besarlo. Lo tomó con ambas manos de su cuello para que no pudiese escapar, esos labios… esos labios sabor frutilla, era tan adicto a ellos. Sintió como Jaejoong lo tomaba lentamente de su cintura apegándose aun más a él.

- Jaejoong… - susurraba entre gimoteos – te amo.

Gracias Dios…
Su corazón se sintió totalmente liviano, paró un segundo y observó a Junsu a los ojos. Besó su frente y volvió a besarlo en la comisura de sus labios.

Era suficiente para él.
Lo tomó aun mas fuerte de su nuca mientras acariciaba sus cabellos, lo encerró contra la pared y comenzó a besarlo más bruscamente, haciendo que su lengua entrara lentamente en la boca de Jaejoong. Era tan dulce, probó cada rincón de su boca, cada comisura de sus labios, lo necesitaba, y sus latidos se aceleraban cada vez más, y sentía como los de él también. Una de sus manos algo torpes comenzaron a acariciar su torso sobre la camisa, delineando cada botón, luego arrancándolos uno por uno de abajo hacia arriba. Esa piel sería solo suya, de nadie más.
Abandonó sus labios para bajar hasta su clavícula, besándole y mordisqueándole solo un poco, sus gemidos le obligaban a que siguiera. Sus manos inseguras terminaron de sacarle la camisa dejando su torso desnudo, al terminar de desocuparse retornaron a acariciar cada centímetro de su piel, haciendo que Jaejoong exasperara un poco echando su cabeza cada vez más hacia un costado. Una yema de sus dedos rozó uno de sus pezones haciendo que un leve gemido saliera de su boca.

- Por el amor de Dios… ah… Junsu… déjame respirar…

Sus labios dejaron su piel caliente y regresaron a sus labios, y sus manos comenzaron a deshacerse de su camisa también.
Jaejoong trataba de regular su respiración mientras lo ayudaba a desvestirse, dejando su camisa a un lado también.
Voy a ser un chico muy malo…

Junsu volvió a apoderarse de la cintura de Jaejoong mientras besaba su cuello, sus manos traviesas comenzaron a ir aun más abajo, acariciando cuidadosamente sobre su entrepierna, notando como su miembro iba despertando poco a poco, mientras su otra mano luchaba contra la hebilla del cinturón despojándolo de su pantalón después de haber sacado sus zapatos. Los gemidos de él lo volvían aun más tonto. Coló una mano dentro de su bóxer acariciando suavemente su miembro entre sus dedos sintiéndose poderoso al ver cada gesto de la cara de su amante.

- Ju-nsu… por faa vor… no… - se quejaba entre gemidos.

Y le encantaba verlo como le rogaba, como trataba de abstenerse. Salió de dentro de sus bóxers y comenzó a acariciar su cintura, luego entrecruzó una de sus piernas con las de él haciendo que sus caderas se juntaran para que sus miembros rozaran. Y hacia el movimiento cada vez más salvaje, sintiendo como Jaejoong suspiraba su nombre sobre su nuca.

- J-Jaejoong… - interrumpió - ¿D-donde está la habitación?

Jaejoong trató de no reír ante tal pregunta, y con la ternura con la que se dirigía. Tomó su mano y sin despegarse de sus labios lo llevó hacia su cama.
Apenas Junsu visualizó la cama lo llevó lentamente hasta el borde de esta inclinándolo poco a poco, mientras le sacaba el resto de sus ropas.

- Junsu, por favor, sácate todo ya… - le rogaba entre gemidos.

Lo dejó recostado sobre la cama mientras se paró para deshacerse de su pantalón y bóxers. Tan pronto terminó lo observó unos segundos, lanzándose lentamente a su cuello, frunciendo su cejo cada vez que sus miembros colisionaban y observando como Jaejoong suspiraba por cada beso. Lentamente fue bajando mientras depositaba besos a lo largo de su piel llegando hasta su entrepierna, que besaba tiernamente.

- J-Junsu… harás… q-que… - lanzó un gemido agudo al sentir sus labios sobre la superficie de su miembro.

- No lo haré…

Lentamente Junsu lo introdujo dentro de sus labios, mientras sus manos exploraban su definido abdomen.
Lo hacía tan dulcemente, pero ya no era suficiente.

- Junsu… m-más r… ah… rápido…

Esta vez haría lo que él quisiera. Lo despojó de sus labios y subió su rostro hasta los ojos de Jaejoong depositando un suave beso sobre sus labios.

- ¿P-puedo…?

- Ah… J-Junsu…

Volvió a besarlo mientras su mano buscaba sobre la repisa de la mesa de luz una botellita.
Buscó las manos de Junsu para entregarle el lubricante, interrumpió el beso y lo miro a los ojos.

- Hazlo…

- ¿E-estás seguro?

Jaejoong volvió a besarlo mientras inconscientemente abrió un poco más sus piernas dejando paso a la mano de Junsu.
Te amo.
Con un poco de ese líquido entre sus dedos se animó a introducir un dedo dentro de Jaejoong, sintiendo como se contraía y se relajaba al mismo tiempo, no quería ver su rostro, así que solo quería besarle. Se sentía extraño, sería su primera vez, pero se sentía tan confiado, al lado de él, nada podía estar mal, no ahora.
De a poco insertó otro, hasta llegar a tres, y sentía como los gemidos de Jaejoong se ahogaban en su boca.

- Ah… J-Junsu… ahora… ah…

Bajó un poco hasta su entrada y poco a poco se introdujo dentro de él. Esta vez si quiso mirarlo a los ojos, el rojo de sus mejillas, sus gemidos, sus ojos brutalmente cerrados y su labio inferior siendo lastimado por sus dientes. Una vez adentro sintió ese “algo”, sentía como su corazón latía aun más fuerte, como sus mejillas se llenaban de color. Comenzó a besar su cuello poco a poco buscando un ritmo, mientras las yemas de los dedos de Jaejoong se enterraban en la espalda de él.

Se sentía en el cielo, ni por ningún hombre en el universo, nunca lo habían tratado tan bien, lo hacían sentir así, Junsu merecía muchas cosas más que un “Te amo”.

- R-rápido Junsu…ah… ¡Así!

- J-Jaeboo…

A un ritmo aún más rápido, sus respiraciones trataban de sincronizar, y el roce del estomago de Junsu contra el miembro de Jaejoong lo estaba volviendo loco. Lentamente sintió como una mano se colaba entre ellos dos.
¡Dios Santo! Junsu…

Junsu lo tomó entre sus dedos acariciándolo y luego empezando con un ritmo más fuerte, los gemidos de Jaejoong lo estaban volviendo loco, le hacían que quisiera ir aún más rápido.
Un grito ahogado escapó de la garganta del doctor, mientras Junsu sentía como un líquido se escurría entre ellos dos.

- Ah… por favor… ¡Junsu! ¡Termina en mí de una buena vez!

Creería que no haría falta su reclamo, no había terminado de hablar cuando sintió como un fluido caliente escurría dentro de él, como Junsu mordía su piel sin querer…
La mirada de Junsu se perdió en los ojos de su amante mientras este acariciaba sus cabellos, depositó un último beso sobre su pecho y recostó su mejilla contra él.

- Jaeboo… - tratando de regularizar su respiración.

- ¿Hm?...

- Te amo… ¿y tu?

- Y-yo… no lo sé.

- ¿C-cómo que no sabes?... – levantó la cabeza de su pecho.

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