15 Días cap 4

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No salí del estudio hasta que un suave golpe en la puerta me regresó a la realidad, pude reconocer la voz de Jae preguntándome del otro lado si me encontraba bien y yo solo supe abrirle la puerta. Supongo que mi imagen en ese momento no era nada alentador porque ni un segundo después Hero me abrazaba con fuerza repitiendo una y otra vez que todo estaría bien. Yunho y Changmin llegaron después llevándome juntos hasta la recamara.

Esa noche no pude dormir, y mientras estaba despierto pensando en Yoochun, dos mensajes llegaron a mi celular, el primero me hizo tanto bien que todo en mi cabeza se vio despejado.

“Acabo de coger el último avió a corea”

El segundo me hizo apretar el celular contra mi pecho, sonriendo tan abiertamente que me sentí luego tan ridículo que termine riéndome de mi mismo.

“Espero regresar a ti y repetirte una a una aquellas palabras y encontrar en ti aquel abrazo que deseas darme”



***



Aquel miércoles el edificio de SM Entertainment se encontraba casi vacío como no era lo acostumbrado a esas horas de la mañana. Tal parecía que apenas el personal ejecutivo y nosotros nos encontrábamos allí. Aun así la agilidad del trabajo no se vio perdida, apenas habíamos llegado se nos encamino al estudio de grabación donde ese día trabajaríamos.

En lo personal yo no tenía ninguna animo de estar allí, pensar que en ese mismo momento Yoochun estaría ya llegando al aeropuerto no me deja concentrarme en nada más que en el inexistente recibimiento que tendría al llegar, pensar que después de doce días de ausencia el primer lugar donde lo vería seria la empresa y eso era deprimente.

¿Y qué pretendía con eso? nada se podía pretender bajo los ojos de millones de empleados de la compañía, porque en un edificio lleno de gente que me conocía desde que eras pequeño no era plan ir por ahí muriéndome de amor por mi compañero de grupo, y sabia que no quedaba mas opción que darle un amistoso recibimiento a su llegada.

Aun así los nervios me invadían, No era solo el ver a Chunnie luego de una (a mi parecer) larga ausencia sino también todo lo que ello conllevaba y en mi cabeza se repetía una y otra vez el ya grabado discurso que tenía para él.

Yo sabía que no tenia caso alguno ponerme así y al llegar a la parte que debía grabar decidí comportarme de la manera más profesional posible, intento por de mas fallido sin demora, cada cuanto se me olvidaba alguna parte de la letra y la grabación se detenía una vez. De verdad quería terminar lo más pronto posible, pero si seguía planificando mi reencuentro con Chunnie infinidad de veces jamás terminaría.

-Una vez más por favor – supliqué con mi mejor cara de inocencia y luego de una mirada reprobatoria la pista volvió a sonar, pero apenas había llegado a la segunda estrofa y la puerta del estudio se abrió y supe entonces que jamás terminaría de grabar aquella canción (por lo menos aquel día no) porque lo único que pude hacer al ver a Yoochun parado detrás del vidrio saludando al resto del grupo fue quedarme estático, viéndolo, respirando agitadamente, con ese suave cosquilleo en mi estomago y con el corazón haciendo presión en mi pecho por cada palpitación acelerada que daba y morí, morí en el instante en el que me vio atreves de aquel vidrio y sonrió y conmigo murió mi intento de portarme como un profesional, y es que como ser profesional cuando me sonreía de aquella manera, con tanta calidez que solo supe bajar la mirada

-Junsu si no grabamos hoy no grabamos nunca. Concéntrate por favor – y volví a la realidad, a aquella que no me permitiría acercarme a él de la manera en que pretendía.

-Lo… lo sé – y podía sentirlo mirándome y yo no podía ni regresarlo a ver, porque sentía tanto nerviosismo y pánico y felicidad que comencé a inquietarme.

-Sal relájate y hasta mientras que grave changmin luego vuelves – el pavor inundo mi pecho, porque apenas ese cristal me servía de seguridad y ahora querían ponerme delante del que provocaba en mi todas aquellas sensaciones que ahora pretenden explotar en mi. Aun asi lentamente deje los audífonos en el banco de mi derecha y por la inquietud mis manos solo encontraron lugar jugando con el cierre de mi chaqueta, porque estaba tan nervioso que en cualquier momento hiperventilaría.

Changmin pasó por mi lado apretando mi hombro en señal de apoyo y le sonreí débilmente y la puerta se cerró detrás de mis y fije mis ojos en el, que aun me miraba con aquella sonrisa y me acerque a la agilidad que me permitían mis nerviosismos y mis músculos tensos, pero él fue más rápido y de un solo jalón me apretó contra él en un abrazo tan intenso que temí que alguien pudiera darse cuenta de lo que en realidad conllevaba.

Lo abrase de vuelta y lo pude sentir respirando contra mi cuello, sonriendo y la piel se me erizó cuando posó en el un pequeño beso, luego suavemente me alejo de él – hola –sonrió

-hola – y el apretó mi mano que un sostenía y me llevó a sentarme a lado de Jae y Yunho, ello solo sonreían con complicidad.

- ¿Yoochun como te fue en América? – Preguntó el ayudante de sonido con el que trabajamos habitualmente y que estaba sentado delante de nosotros frente a los controles de la cabina- ¿Cómo está tu familia?

-bien, todo bien – sentía aun su mano tomando la mía y me tranquilice apenas, por que el me irradiaba seguridad, como siempre lo había hecho.

-¿y nos trajiste regalos? – Jae con emoción agitó a Micky empujándolo del hombro – ¿hermosos y costosos regalos? – Yunho rio y palmeó su pierna - ¿qué? Nos lo merecemos, hemos sido buenos – protestó guiñándole un ojo a chunnie con picardía y juro que me puse tan rojo como me era posible

-Sí, si traje regalos pero mis maletas están en la van que me trajo, así que tendrás que esperar

-¡No, no, ve a traerlos ahora! – Exigió Hero emocionado volviendo a agitar a Micky - De todos modos te vendrás con nosotros al departamento

-está bien está bien – se levantó de mi lado, soltándome de la mano y miró a Jae significativamente – pero necesito ayuda

-Ve ve, Junsu te ayudara – el mayor jaló de mi mano y con mi corazón latiendo a mas no poder me levante sin poder mirar a Yoochun a los ojos y oí la risita de Jaejoong a mis espaldas.

Comencé a seguir de cerca los paso de Chunnie, que solo seguía su camino hacia el ascensor, ninguno de los dos dijimos nada y yo tenía el corazón en la boca porque después de doce días de ausencia tenia a mi lado a la persona que había inundado la mayoría de mis pensamientos en esos últimos días, aquella persona de la que había caído enamorado y no sabía que decir o cómo comportarme a pesar de haber gastado la mayoría de mi tiempo planificándolo.

El acensar solo fue un largo silencio incomodo (por lo menos para mi). En el Yoochun me tomo de la mano acariciándola con su pulgar, tranquilizándome, apaciguando mis nervios, llevando a dejarme hacer por sus caricias, queriendo mas.

Cuando las puertas del ascensor se vieron abiertas Micky, aun sosteniendo mi mano, se dirigió a la van que lo había traído a la empresa y aun así cuando llegamos a ella lo último que hicimos fue buscar por sus maletas.

Yoochun en un rápido movimiento me había virado empujándome contra la van y me beso, me beso tan apasionadamente que el aliento se me había ido, sus manos presionando en mis caderas, las mías tras su nuca, una de su piernas haciéndose espacio entre las mías y todo su peso encima de mí, aquel seductor cosquilleo me recorría entero y toda aquella hambre de sus labios acumulada en los posteriores días se vio saciada.

Gemí quedo mientras yoochun acariciaba de arriba hacia abajo mis costados terminando de a poco aquel beso, succionando delicadamente mi labio bajo antes de separarse lentamente de mi, dejando un último beso en mi mejilla.

-acabo de ir al cielo – dijo a mi oído riendo suavemente, yo lo abrace aun más hacia mi.

-eres un tonto – reclamé mientras él me abrazaba de la cintura, nos quedamos un largo tiempo callados abrazándonos, sintiendo el calor del otro, transmitiendo entre nuestros cuerpos aquel sentimiento tirano que nos inundaba, Chunnie repartía pequeños besos en mi cuello que me hicieron sonreír.

-Te amo – susurró en mi oído y juraría que en ese momento mi corazón explotó, era la primera vez que escuchaba de él aquellas palabras sin distancia alguna que nos separara y supe que ese era el momento que Chunnie había esperado y todo lo que había planeado decirle no sirvió por que supe que no necesitaba nada más que aquella sencilla respuesta.

-Yo también te amor – y Yoochun rio feliz cargándome un poco en el aire y yo me reí con el – bájame tonto - le pegué suavemente en el hombro y me vi nuevamente en el piso. Él se separo apenas de mi sonriendo a más no poder y me volvió a besar, esta vez más delicadamente, acariciando mis labios con los suyos, mimando mi sonrosada mejilla, dándome pequeños besos al separarse y yo presentía que me derretiría en cualquier momento entre sus brazos – tenemos que irnos – Chunnie bufó protestando – tenemos que… se estarán preguntando por qué tardamos tanto.

-Yo solo quiero quedarme aquí, amándote Su, déjame morir aquí besándote – yo le sonreí acariciando su rostro, yo quería lo mismo - Además ellos saben por qué nos estamos tardando –Micky sonrió de lado separándose ahora completamente de mi y abrió la puerta trasera de la van.

-Eso es cierto, todos lo saben – lo empujé mientras cargaba dos de sus maletas – era necesario que se los contara.

-Yo no sé los conté Susu ah, Jae se enteró cuando me fui de lengua en una de nuestras borracheras y luego él se lo conto a Yunho.

-¿Y changmin? – pregunté adelantándome al ascensor

-¿Changmin lo sabe? – Se detuvo mirándome curioso y asentí sonriendo – bueno eso ya no importa, de todas menaras habríamos terminado contándoselo – el ascensor se abrió y entramos con las cinco maletas a cuesta – aun me debes los argumentos.

-No tienes derecho a reclamarme nada Park Yoochun, tú mismo no me los has dado y eso que tú fuiste que se me declaro – reclamé haciéndome el ofendido y escuché a Chunnie bufar por lo alto.

-eso es fácil, podría darte 100 de corrido – y sonreí por tal afirmación mientras ál me miraba serio.

-en tal caso dame cinco

-Está bien – levantó su mano con la que pensaba enumerarlas - te amo por tu pésimo sentido del humor, porque cuando estas nervioso o no sabes que decir pianas tu lado izquierdo del cabello, porque tu risa suena a la de un bebé maniaco, por tu carisma casi imperceptible, por tu ternura inagotable y sobre todo te amo por tu enorme y hermoso trasero – terminó de enumerar riéndose mientras mi carcajada inundaba aquel ascensor, cuanto lo había extrañado - Te toca – indicó acariciando mi bazo delicadamente

-mmmm…. – me acerqué a él lentamente besándolo suavemente quedándome muy junto a él – te amo porque eres mi Micky – dije sonriéndole acariciando sus cabellos y el asesor se abrió haciendo que me alejara de él recogiendo sus maletas y saliendo de allí, de reojo pude ver a Yoochun sonreír como tonto y me embargo la sencillez de su persona, de su amor.

Y supe que aquellos 11 días de plazo no solo me habían servido para encontrarme con mis propios sentimientos sino que también había presentado ante mí y ante Micky uno de los bienes más imperecederos que se podía soñar tener…
La felicidad de ser amado.

Fin