Un Lugar en su Corazon cap 10

La doncella, que se había presentado como Vanessa, termino de arreglar el pelo de Jae y se aparto para admirar su obra.

-Esta hermoso, joven Jaejoong, como un príncipe.

Jae se quedo boquiabierto al contemplar su reflejo en el espejo. Su aspecto era ciertamente aristocrático.

-Jamás pensé que podría tener este aspecto –susurro asombrado.
-Como muchos hombres hermosos –lo reprendió la doncella-, usted se subestima, joven.

-Jajajajaja… Por favor, pare o me sonrojare –pidió-. Sera mejor que nos demos prisa. No quiero hacer esperar al príncipe.

-No le importara si la espera vale la pena –Vanessa sonrió con complicidad-. ¿Es que no lo ha notado? Cuando lo mira, sus ojos emiten el brillo de un hombre que encuentra a alguien atractivo.

Jae se sintió confuso. Había visto al príncipe mirarlo irritado y frustrado cuando no hacia las cosas a su manera. Pero bajo ningún concepto podía interpretar como atracción, y así se lo hizo saber.

-Quizás aun no está preparado para dejarle ver lo que guarda en el corazón –Vanessa movió la cabeza.

Jae estaba convencido de que el príncipe no sentía nada romántico hacia él. Era verdad que lo había besado, pero en el fragor de la batalla, no con ternura, como amantes. No sabía cómo se sentiría si lo hiciera.
Alzo la barbilla e irguió la espalda. No iba a suceder.
Cometía el mismo error de la doncella y dejaba que su fantasía se desbocara.

-Ha hecho un trabajo maravilloso –le aseguro a la doncella-. Algún día debe de darme algunos consejos.

-Sera un placer, pero mis simples habilidades solo pueden potenciar la belleza, no crearla. –Vanessa sonrió.

-Con esto –se levanto acomodando el traje-, a su alteza real le parecerá una visión…jajaja. Pero me da igual, porque no me visto para complacerlo.

-Esta seguro de eso?

-Bueno, el es el príncipe –dijo a regañadientes-. Sera mejor agradarlo, no?

-Con el aspecto que tiene esta noche hasta a mi me ha cautivado.

Jae no pudo evitar sonreír. Una vez terminada la conversación, Vanessa se retiro de la suite del joven.

Cuando salió de la habitación, aun seguía riendo.

-Que le resulta tan divertido?

Se sobresalto al encontrar al príncipe y apunto estuvo de chocar con el. Yunho adelanto una mano para estabilizarlo y el fuego corrió por las venas de Jae.
Se dijo de que tenia que empezar a dejar de reaccionar con tanta intensidad ante el más mínimo contacto.

-Estaba distraído –se disculpo.

La mirada de Yunho se demoro en sus ojos.

-Parecía que pensaba en alguien.

Se hallaba tan cerca de la realidad que Jae abrió mucho los ojos. No podía contarle la verdad, de modo que se decidió por modificarla.

-Pensaba en un hombre, pero da la casualidad de que tiene 5 años.

-Que minucioso es al pensar en Junsu en su tiempo libre. Me complace –inclino la cabeza.

No sonaba complacido. De hecho, sonaba decepcionado. ¿Acaso había esperado ser el ser que ocupara sus pensamientos? Su ego ya era demasiado grande, de manera que se negó a darle la satisfacción de reconocerlo.

-No me deja otra elección.

-No entiendo.

-Parece que esta convencido de que la servidumbre es el único vinculo que tengo en mente para usted.

Alzo la cabeza y sus miradas se encontraron. Comprendió que había cometido un gran error, ya que la expresión de Yunho era tan… depredadora que a duras penas consiguió no humedecerse los labios en respuesta. No tenía sentido darle ideas.

-Que otra clase de vinculo puede haber entre nosotros –pregunto con toda la altivez que pudo.

Despacio Yunho bajo su magnifica cabeza y acerco la boca a su oreja.

-Se lo hare saber en cuanto lo haya decidido.

Con la sangre hirviendo, Jae pensó que aquello había ido demasiado lejos.

-Cuando lo haya decidido? Espere un momento…

-No, espere usted un momento –sus palabras lo silenciaron con la fuerza de un latigazo-. Su carácter impulsivo lo metió en esta situación. ¿Querría ganarse un castigo mas largo?

-No creo que sus leyes le permitan condenar a alguien solo porque lo irrita –lo miro, desafiante.

-Las leyes las da la corona.

-Pero...

-Me tienta demostrarle lo parcial que puedo llegar a ser con usted.

Jaejoong aparto la cabeza a un lado para ocultarle lo mucho que lo atraía semejante demostración. Sospechaba como lo haría y la sola idea de volver a estar en sus brazos lo mareaba.

Comprendió que no necesitaba besarlo para perturbarlo profundamente. Era capaz de excitarlo con un roce o una mirada, algo que nunca antes había experimentado. Lo deseaba en ese momento, lo tenía tan cerca que se sintió abrumado por el magnetismo físico de su presencia.

-Adelante, entonces. Usted es el príncipe, el amo absoluto de todo. Es posible que me consiga y que me tenga a su disposición!!! Que le parece? Eh?

El lanzó un suspiro que Jae no supo interpretar si era de pesar.

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