-Buenos días Doctor Kim.
-Buenos días-respondió con una sonrisa y entró a su consultorio.
Justo cuando terminó de organizar su escritorio y de ver el horario de las consultas su celular sonó. Un mensaje de Yoochun.
Mi vida, aish… Te extraño, ¿es eso posible? Pasé el fin de semana en tu casa. Te llamo luego, mis alumnos no dejan de preguntar cuando comenzará la clase. I love you…
Junsu rió bajito y apagó su celular, él lo llamaría. Apretó el comunicador y dijo:-Que pase el primer paciente.
*^*
-¡Profesor Park!
-¿Qué?-preguntó Yoochun levantando la voz por encima de la de sus alumnos, no dejó de escribir las oraciones en la pizarra-¿Qué quieres preguntar?
-¿Por qué no deja de sonreír?
Yoochun volteó al instante, sus ojos estaban tan abiertos que la alumna pensó que entraría en crisis en cualquier momento.
-¡No les dije!
Todos los alumnos miraron a su loco y joven profesor que parecía haber consumido demasiado café en el desayuno, siempre parecía que tenía demasiada azúcar también.
-¡Me voy a casar!-gritó emocionado.
Unas cuantas chicas (y chicos) comenzaron a llorar mientras otros lo felicitaban.
-¿Cuando?
-Bueno… aún no lo sé… Él tampoco-agregó segundos después.
*^*
-¿Ya te sientes mejor?-preguntó, en serio, estaba preocupado.
El jovencito asintió sonrojado mientras el doctor Kim escuchaba los latidos de su corazón con el estetoscopio. Entró en pánico al sentir sus latidos aumentar.
-Estás muy agitado.
Intentó calmarse un poco, respiró hondo antes de responder-Vine corriendo.
-No deberías hacer eso…-colgó el estetoscopio por su cuello y le indicó que podía ponerse la camiseta. Se sentó en su silla y comenzó a tipear una receta-¿Estás tomando tus pastillas?
-Si-dijo el chico sentándose frente a Junsu. Su corazón aún no estaba estable.
-Bueno… nos vemos la próxima semana-le pasó la hoja impresa con sus recetas y le dedicó una sonrisa.
-Seguro…
Cuando el chico cerró la puerta Junsu pudo respirar finalmente. Encendió su celular y llamó al profesor.
-¡Su! Ya cállense, es mi novio… ¡Silencio!
-¿T-todavía estás en clase? ¿Te llamo después?
-Naaa, ya está por terminar. ¿Quieres que te busque, Su?
Escuchó unos “Awwww” y unos cuantos “Miren la expresión del profesor Park”, se sonrojó.
-Emm, está bien.
-¡Bien! Nos vemos.
*^*
Cuando Junsu entro al auto lo recibió con un beso, cuando cerró la puerta se abalanzó sobre él. Junsu nunca entendería lo sexy que se veía todo de blanco.
-¡Me vas a ensuciar todo!-dijo librándose del agarre del pelinegro, mantuvo los brazos de Yoochun lejos de él.
-Pero es injusto… solo quería un beso-Junsu soltó sus brazos y los puso en el volante, sonrió con picardía-Hoy vamos a mi departamento.
Junsu no registró bien el tono de su novio, ni la forma en la que brillaban sus ojos al decir eso. Hoy estaba siendo muy inocente.
Después de veinte minutos de conducir Yoochun estacionó el auto en el estacionamiento. Volteó a mirar a su ángel con una sonrisa pegada en la cara.
-Vamos.
No entiende en serio que es lo que tiene Yoochun; siempre tan versátil, es la persona más inquieta del mundo, pero será estable en la vida de Junsu, de eso está seguro.
*^*
La casa se llenó de risas y más de un grito causado por Jaejoong, a veces no se controlaba, dejaba salir su niño interior y aunque Sung Woong apenas podía hablar Yunho entendía cada una de las muecas que Jae le hacía al pequeño.
Era pediatra y por ley tenía que ser bueno con los niños, bueno Jae tenía todos los requisitos.
-¿Qué están haciendo?-preguntó al ver a su esposo tirado en el pasto boca arriba con Sung Woong encima de su pecho.
-Mira, tu papi Yunnie…-el bebé sonrió a su padre y se acostó sobre Jae-¿Ya quieres que prepare el almuerzo?
Yunho se arrodilló frente a él y acarició el cabello del bebé… estaba tan grande, dentro de poco cumpliría un año… Era tan afortunado, pero bueno, había tenido sus sacrificios. Como dejar su trabajo momentáneamente para cuidar de él, no le importaba tanto, se había acostumbrado.
-¿En qué piensas, Yunnie?
-¿Crees que debería tener un hermanito o una hermanita?
Nunca había visto a Jaejoong más feliz en su vida.
*^*
Yoochun dejó la puerta abierta y dejó que Junsu pasara - Las damas primero - con ese comentario consiguió un golpe en la nuca y un no tan feliz Junsu entrando a su departamento.
Sabía que su departamento era lindo, el dinero no le sobraba pero su trabajo en esa prestigiosa universidad pagaba bien y tenía ciertos privilegios ser unos de los mejores profesores, además de ser atractivo e inteligente, Yoochun nunca se cansaba de enumerar sus virtudes.
Por eso no le sorprendió la mirada de asombro que Junsu intentó disimular al entrar en el departamento. Sonrió por quincuagésima vez a las espaldas de su ángel, tenía un plan e iba a ejecutarlo.
-Bebé Su…
Volteó hacia su novio aguantándose la risa, sentía un poco de vergüenza ajena también-¿Cómo me dijiste, Chun? Eso fue tan… tú estilo.
-Bebé Su, osito, angelito, doctor de mi alma, mi vida, mi Pato…-recitó Yoochun tentándolo, nunca se cansaría de inventarle apodos cariñosos.
Junsu quería reír a carcajadas o saltarle encima, no sabía cual-¿Pato?
Yoochun se acercó lo suficiente como para que sus cuerpos encajaran a la perfección, sus manos se posaron en la cadera del menor-¿No sabes por qué?-le susurró al oído con esa voz que igualaba a su inglés sexy, nadie se resistía.
Se estremeció bajo Yoochun. Maldita voz de sexo, maldito susurro sexy contra su oído… No podía hacer nada, gimió bajito cuando las manos del mayor descendieron hasta su culo.
-Trasero de pato.
-¡YOOCHUN!-lo apartó y al ver como Yoochun se tambaleaba un poco sintió la urgencia de aferrarse a él de nuevo-¡no me digas así!
El mayor podía tener hasta esa aurora de ángel sobre su cabeza, puso una expresión de inocencia total-¿Pato?
Le dio la espalda y se cruzó de brazos. Hmp, estoy enojado.
-Mmm… ahora tengo una perfecta vista de tu…
-¡No voy a escucharte!-dijo tapándose los oídos. Dios, ¿Quién hubiera pensado lo infantil que sería Yoochun? Ni Jaejoong se le comparaba.
¿Qué no entendía que lo volvía loco? Estaban ya en su tercer día de noviazgo y bueno, Yoochun era humano. Tenía unas ganas de esto y aquello con Junsu pero… como buen chico que quería ser no se permitía a forzarlo a nada.
-Quiero besarte, ¿puedo?
Fingió pensarlo un momento y luego giró hacia el más alto, ambos eran infantiles, pero Yoochun más. Asintió y envolvió sus brazos alrededor del cuello de Yoochun.
-¿Por qué eres tan alto?-le susurró mirándolo a los ojos, esos ojos rasgados que lo fascinaban.
-No soy alto… eres un enano.
Le dio un besito y sonrió, seguro que Junsu se esperaba la mejor sesión de besos del día, no, eso quedaba para después.
-Te quiero tanto…
-Yo también, Chunnie.
Y cuando lo besó de nuevo fue intenso y apasionado, con eso Junsu le entregó a Yoochun su alma.
*^*
Cerró la puerta de la habitación de Sung Woong con sumo cuidado de no volver a despertarlo. De puntillas caminó por el pasillo hasta su habitación. Hoy iba a ser una buena noche, de eso estaba seguro.
-Yunnie~♥
Abrió la puerta para encontrarse con Jae ya metido en la cama, estaba tapado con las sábanas hasta el mentón pero sabía que no tenía puesto los pijamas.
-¿Hmm?-se sacó la camisilla blanca que llevaba puesta dejando a la vista su abdomen y los bóxers de Calvin Klein que Jae adoraba.
-¿Está dormido?-levantó las sábanas para que Yunho se metiera dentro y después el blanco los cubrió por completo.
-Si…-acarició la mejilla de Jaejoong, su piel era tan suave y nívea, trazó el contorno de sus labios con un dedo.
Se acercó un poco más a su marido y apoyó la cabeza en su pecho; era increíble escuchar los latidos del corazón de Yunho, increíble.
Estar así con Jae lo hacía sentir pleno de amor. Lo estrechó con más fuerza y besó el cabello negro del mayor - Buenas noches.
*^*
Nadie se compararía a Junsu, nadie. Yoochun lo supo desde el momento en el que el doctor lo hizo sonrojar. Él había sido el primero en lograr ponerlo tan nervioso, emocionado, impaciente…
-Chunnie…-dijo sin aire, casi ahogándose en la boca de Yoochun. ¿Cómo era posible? Hacía unos segundos estaba a punto de matarlo, y ahora no pensaba en otra cosa más que besarlo.
-Su… ¿Quieres…?-se lamió los labios nervioso-¿Quieres…?
¿Quieres que pasemos a mi habitación? La frase era re común, la había dicho millones de veces, pero no se atrevía a decirle a Junsu.
-Sí, quiero - dijo tímidamente, se sintió como si estuviera respondiendo a una propuesta de matrimonio. Yoochun lo besó de nuevo y de la mano lo llevó a su habitación.
Era grande, muy grande y en medio de esa enorme estancia distinguió una cama matrimonial. Yoochun soltó su mano y Junsu se sentó al borde de la cama; ¿Qué se suponía que harían? Se sentía peor que cuando besó a alguien por primera vez.
-¿Prendo la luz? - preguntó después de un buen rato - Dios… estoy nervioso.
Junsu curvó sus labios en una media sonrisa y negó con la cabeza - Estoy tan nervioso que si prendes la luz capaz que me desmayo - admitió.
Yoochun comenzó a besarlo de nuevo, sus manos se enlazaron con las de Junsu y lo fue echando en la cama. Estaba consciente de lo torpe que eran sus besos y sus manos pero no podía evitarlo, Junsu lo ponía así.
Desabotonó el chaleco blanco y sus labios descendieron hasta llegar al cuello del menor, era sobredosis de dulzura. Pequeños gemidos comenzaron a escapar de los labios de Junsu incitándolo a seguir.
-Junsu…-su voz estaba un tono más bajo casi no la reconoció-¿Disfrutas de esto?
Desabotonó la camiseta blanca del menor y comenzó a descender repartiendo besos por todos lados, ¿Cómo podía la piel de alguien convertirse en algo tan adictivo?
-Chunnie ah… - ya no podía soportarlo, necesitaba despojar a Yoochun de esas ropas - Quítate esto.
No esperaba que los labios de Yoochun abandonaran su piel, pero lo que siguió era mejor que cualquier otra caricia; Yoochun se sacó la camisa, ¿Quién se hubiera imaginado que tendría un cuerpazo? Junsu pensó que momentáneamente su paciente favorito estaba demasiado bien como para ser verdad.
Volvió a acercarse a Junsu y dejó que sus erecciones aún cubiertas con ropa se rozaran - Dios… Su…
Apartó la camisa de Junsu con prisa y la tiró al suelo sin importarle lo que Junsu se quejaría después, ahora mismo no podía pensar coherentemente.
Se preguntó dónde estaría su camisa blanca pero Yoochun ya tenía una mano sobre sus pantalones y si no prestaba atención tal vez se perdería la mejor parte.
Y fue en serio algo digno de ver, Yoochun estaba hecho un dios de arriba abajo, sus propias manos se dirigieron hacia los botones de sus pantalones blancos pero el mayor sujetó sus muñecas.
-¿Puedo hacerlo? - y la mueca de Junsu respondió por sí sola. Prácticamente le arrancó los pantalones y los arrojó sobre su hombro. Una de sus manos se escabulló por los bóxers de Junsu y comenzó a acariciar su miembro.
-Chu… Chunnie…-dijo entre jadeos antes de que la boca del mayor cubriera su boca.
-No es justo… tú todavía llevas ropa - retiró su mano de debajo la ropa interior del menor y quitó esa última prenda. Ahora podía admirar a su ángel en todo su esplendor.
Junsu se sintió incomodo bajo la mirada de Yoochun pero no podía evitar sentirse halagado de cierta forma, ¿y él no lo había mirado de esa forma minutos antes?
-Eres hermoso - dijo trazando el contorno de los músculos del abdomen de Junsu con las yemas de los dedos; ver para creer y Yoochun sentía que podía casi comparar esa nívea piel con alguna seda.
Y Junsu deslizó sus manos por el torso de Yoochun hasta su miembro, lo envolvió con una mano y comenzó a acariciarlo, tenía que devolver el favor que Yoochun le había hecho.
Quizás se había emocionado demasiado porque cuando Yoochun comenzó a gemir su nombre sin vergüenza Junsu se pensó que era él y nadie más que le causaba a Yoochun esas sensaciones.
-Su… ah… espera…
Junsu apartó su mano y Yoochun lo atrajo hacia sí para besarlo hasta dejarlo sin aire.
Yoochun tanteó con una mano debajo de una almohada y sacó una caja de condones y un pomo de lubricante.
-¿Qué?-dijo Junsu mirando a Yoochun fijo a los ojos-¿Lo tenías todo planeado, no?
-Yep-sacudió la caja de condones frente a Junsu-¿Cuántos necesitaremos?
-Aish, Chunnie… ponte uno y ya.
-¿Ansioso?-sacó uno de la caja y se lo pasó a Junsu.
Junsu miró el paquetito y luego a Yoochun-¿Yo arriba?
-En tus sueños… pónmelo, please - suplicó exagerando un poquito para que Junsu lo perdonara al rato.
Abrió el paquete y extendió el condón sobre el miembro de Yoochun causando que éste palpitara bajo su mano y se acostó en la cama.
-Su, nunca he estado tan nervioso en mi vida.
Lo besó rápidamente en los labios - Estás haciendo que me sienta especial… - Yoochun no tenía idea de lo encantador que era en ese momento, tan sincero… Y Junsu supo que era imposible encontrar a alguien más afectuoso que Yoochun.
-Eres especial - besó su cuello y luego su boca - Voy a prepararte.
Abrió el pomo de lubricante y esparció un poco sobre su erección, apretando los dientes al sentir los oleajes de placer. Insertó un dedo y comenzó a aflojar a Junsu, no quería de ninguna manera lastimarlo.
-Chun… Chunnie… - pasó un brazo sobre su rostro para esconderlo del mayor, ya no podía soportar más - Estoy listo.
Le costó tiempo procesar las palabras de Junsu, pero reaccionó como debía; levantó una de las piernas del menor sobre su hombro y antes de deslizarse en él lo besó en los labios.
Se deleitaba con cada jadeo que escapaba de los labios entreabiertos de Junsu, eran adictivos, como su piel, sus labios, todo; tocó, palpó y apretó todo lo que estuvo a su alcance, llevarlo al límite era lo único en su mente.
-Junsu…-siguió empujando incitado por su nombre que ahora Junsu repetía como si fuera lo único en su lengua.
-¿Hmm?-los labios de Yoochun estaban justo encima de los suyos pero apenas lo rozaban, si tan solo se agachara un poco más - Yoo… chun…
Y de pronto Yoochun no lo soportó más, quería escuchar más de su nombre, más gemidos por parte de Junsu. Sus movimientos se volvieron frenéticos y el calor se volvió insoportable. La piel de Junsu estaba tan caliente que por un momento pensó que estaba mal, pero el menor no paraba de repetir su nombre.
-Su… ya no puedo.
Y terminó. El líquido caliente de Junsu se derramó en medio de los dos y Yoochun se desplomó encima del pequeño. Dios, estuvo momentáneamente en el cielo.
Cuando sus corazones volvieron a un ritmo normal Yoochun rodó al costado de Junsu y lo atrajo hacia su pecho, la cabeza del menor se recostó por él.
-¿Quieres darte una ducha?
-Quiero dormir…-dijo semidormido y los brazos de Yoochun se envolvieron por él; en realidad quería quedarse así con él, con Yoochun envolviéndolo y diciéndole cosas lindas al oído.
-Te amo, duerme.
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a ver yunie dejo a jae con las ganas jajajaja y que buen lemon el del yoosu contiiiii
ResponderEliminar*O* el yoosu es un amor ♥ y chunnie tenia todo planeado jajaa~
ResponderEliminarahhh~ jae y yunho ya estan planeando otro baby xD ah me gusta este fic :D actualizalo x favor^^
waaaaa esta genial, pero ya no hay mas????
ResponderEliminarquiero saber si le van a dar o o hermanito a Sung Woong
q lindos
ResponderEliminaryoochun puede ser tan tierno me encanto
yunho y jae aran otro bebe
sigue please
:O por dios qe lindo - yunjae otro bebe :ne:
ResponderEliminarsiganloo porfavooor esta muy genial
Atte: Yuneki!
wow lo ame, amo este fic *w*
ResponderEliminary el yunjae siiiiiii yo kiero ke tengan otro bebe XD
espero lo kontinues pronto ^^
sadadsa ... <3 >u< me encanta!
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