The Open Door cap 3

Nunca se dio cuenta de cuándo se quedo dormido con exactitud, abrió los ojos con pesar y vio la luz del día inundando su cuarto, se enderezo de inmediato, su cama estaba perfectamente tendida, poso su mirada al frente, y allí lo entendió todo.

-¡rayos! Me quede dormido haciendo la tarea – un tono de fastidio tintaba su voz, como si no fuera suficiente desvelarse haciendo tareas, ahora se había dormido sobre el escritorio, tendría un dolor de espalda y cuello universal por todo el resto del día.

-¡auch! – expreso con dolor al enderezarse del lugar, camino con dificultad al baño, abrió la llave del agua del lavabo y sumergió su cara en ella, se miro en el espejo y observo unas líneas bajo sus ojos, tan marcadas que sabía que “alguien” se daría cuenta y seguramente lo sermonearía.

Vio la hora y noto que su madre no le había llamado como de costumbre, se le hizo raro, puesto que ya era tarde, tomo la ropa del uniforme que estaba tirada en el piso, comenzó a vestirse y arreglarse, los minutos pasaron y ni señal de la voz de aquella mujer.

Se dijo a si mismo que era muy extraño, y pensar que su madre se había dado cuenta que ya no era un niño y que necesitaba su espacio, era totalmente imposible.

Abrió la puerta de su cuarto, asomo la cabeza, escucho voces y murmullos a lo lejos, provenían de la sala de estar.

Bajo descalzo hasta acercarse lentamente a su objetivo.

-¡Changmin! ¡Estábamos hablando de ti! – vio una mujer recargada en el sofá, agitando los brazos de lado a lado para saludarle, y esa sonrisa tan llena de alegría que sintió
temor, trago saliva y se acerco para ver con claridad con quien hablaba tan gustosamente.

-¡Hey! ¡Hola! – sonrió tan quitado de la pena, que Min pensó por un segundo en estamparle un puño en la cara.

-¡¿Yunho?! ¿Qué haces aquí? – había entre sorpresa y molestia en su tono, algo que borro en su totalidad la sonrisa de su madre, claro que no lo había percibido porque ella estaba a espaldas de él.

-Nada de “¿qué haces aquí?”... ¿qué pregunta es esa? – Dejo salir un gesto de indignación fugaz que de inmediato se borro, y fue sustituida por una nueva sonrisa como de travesura - ...vine por ti, vamos a ese café que me prometiste – sonrió de nueva cuenta.

-¿estás loco?... ¿ya viste la hora?...las clases están por comenzar –

-¿Clases? –y soltó una carcajada

-¿Qué te es tan gracioso? – se cruzo de brazos y su cara para nada mostraba que bromeara.

-que ayer, creo que el director….mmm…si el director dijo que las clases se suspenden hasta el jueves -

-Hay Changmin, tu siempre tan distraído –una tercer voz se hizo notar en la escena, la mujer sentada frente a ellos, se levantaba con pesadez para ir a la cocina, paso por un lado de Min y le dio una palmadita en el hombro –ya me dijo que te quedaste dormido en clases, cuando regreses te castigare por eso –

-¿eh? – Min le lanzo una mirada de nervios, giro a ver a Yunho como preguntándole si le había dicho algo, a lo que Yunho pareció entender y negó con la cabeza.

Si su madre se enteraba que lo habían sacado, regaño seguro y se culparía a sí misma.

-es que…no he dormido bien…- apenas susurro, bajando la vista, de pronto recordó que esa noche no había tenido sueños extraños, se sintió feliz.

-Changmin, esas marcas en tus ojos están creciendo día con día, está bien esforzarse por terminar tus tareas, pero no te exijas demasiado – le sonrió antes de abandonar por fin la sala y entrar a la cocina.

Min noto algo extraño en su madre, sabía que cada error, cada anomalía sobre él, era una para su madre, ella siempre echándose la culpa de no criarle bien, sabía que estaría en la cocina preguntándose por lo que no había hecho bien.

Suspiro sin darse cuenta que alguien observaba cada movimiento suyo, sintió un brazo apoyándose en su hombro, copiándole en pose y mirando hacia la cocina igual que el.

-…- le miro de reojo y dejo salir un gruñido –hum -

-mmm… ¿así que a los 5 años, cuando conectaste tu lamparita de Hello Kitty te electrocutaste y saliste corriendo diciendo que un monstruo te había agarrado la mano? – Yunho lo dijo con un tono tan serio, que el mismo se dio risa.

-no dije que un monstruo…dije que un demonio…- y suspiro, desvió la mirada a la cocina nuevamente, entonces, repaso lo que había dicho y se giro con brusquedad buscando a Yunho

-¿¡¡¡QUÉ!!!? – sin duda su madre le había contado aquello, su cara subió de color al más rojo puro, entonces noto como una sombra salía corriendo, pasando por un lado de la cocina.

-¡Hasta luego señora, un gusto conocerla adiós! –y salió corriendo de la casa, seguido de un Changmin molesto, luchando por ponerse los zapatos con rapidez.

-¡Cuando te alcance te mueres!....-paso a un lado de la cocina -¡no tardo madre! – y salió corriendo con todo lo que le daban las piernas.

Su madre permanecía en shock, se rio para sí misma al notar la escena, se asomo a la puerta para ver si los distinguía aún, y efectivamente, estaban dando vueltas alrededor de un auto.

-¡¡NO LLEGUEN TARDE!! ¡¡VENGAN A CENAR!!....¡¡AMBOS!! –y apenas escucho a lo lejos un “si” cuando la alarma del coche comenzó a sonar.

-¡CORRE! – grito Yunho al notar como el dueño salía con molestia, tomo a Min de la mano y lo jalo por entre las calles.

Se detuvieron unos metros después, casi llegando a la avenida, no se dieron cuenta que corrieron casi tres cuadras.

Luchaban por jalar el aire perdido, Min apoyo sus manos sobre sus rodillas ligeramente flexionadas y Yunho se recargo en la pared de una casa y llego su cabeza hacia arriba.

-yo…creo…que ya…lo perdimos…- apenas logro articular Yunho, quien miro de reojo al cansado
Min, que, a su vez, inconteniblemente soltó una carcajada que asusto a quien lo observaba.

Changmin noto confusión dibujada con claridad en el rostro de su compañero, pero no podía parar de reír, tomo una bocanada de aire y por fin pudo decir.

-Ese tipo estaba tan gordo que dudo siquiera que pensara en perseguirnos jajaja-

Y de la misma manera Yunho comenzó a reír –jajaja no deberías confiarte sólo por su apariencia…jajaja…-

-jaja por favor, apenas camino al auto para quitar la alarma y ya estaba agitándose jajajaja –

-jajaja es verdad jajaja-

Se reincorporaron, suspirando como si ya hubieran llenado sus pulmones con el aire suficiente, las risas cesaron.

-vamos, el café está muy cerca –había avanzado unos pasos, le hizo señas a su compañero para que lo siguiera

-ok – y sonrió

Durante todo el camino, hablaron y hablaron, tanto que Changmin por fin sintió que encajaba a la perfección con alguien por primera vez.

Llegaron al café, inundado con aquel aroma tan característico.

-wow…este lugar sí que encaja con tu perfil –

-jaja ¿cómo que con mi perfil? – sonrió incrédulo, tomo lugar en la mesa frente al ventanal. Acompañado de un flashazo recordó a ese Kim Jaejoong, no pudo evitar mirar el parque frente a ellos, no había nadie, sacudió la cabeza y se concentro nuevamente en el momento presente.

-¡Tierra llamando a Changmin! – frente a él, Yunho le hacía señas, pasando su mano por frente a sus ojos de arriba abajo.

-deja de hacer eso…solo pensaba…- reincorporo su vista al frente, ignorando todo aquello que perturbo su mente por unos segundos.

- ¿en qué pensabas? – con mirada curiosa llevo sus manos sobre la mesa y roso levente la de Min. Esto solo causo una reacción en Changmin, retroceder la suya.

-en nada…tareas –

-¿Tareas? – Parecía que había sido inconsciente del tacto con la mano de Min y de su reacción, actuaba como si nada, sin duda aquel roce había sido un accidente – conmigo cerca está prohibido… ¿escuchas? PROHIBIDO tocar el tema de las tareas jaja – se sonrió.

Los ojos de Min lo recorrían sugerentemente, no había puesto atención a lo que había dicho.

-¿tengo algo en la cara? –pregunto Yunho, sacándole de su trance

-…si…pero no se puede hacer nada con ello – intento disfrazar lo que había pensado, jamás había hecho, pero algo en el estaba provocándolo.

-¿porqué? .__.?

-jaja porque así es tu cara de fea jajaja-

Yunho sonrió y le dio un ligero golpe en el brazo, seguido de otro y otro -¡calla torpe! ¿No te has visto en un espejo? Jaja-

Min llevo su mano para cubrirse del golpeteo –ya ya…no te emociones jaja…solo era broma –

La señora de siempre se acerco para atenderlos -¿lo mismo? – le sonrió a Min, Yunho miro con
asombro cómo la gente del establecimiento ya le conocía, y más ver esa sonrisa dulce fugaz.

Hubo un silencio breve, no incomodo, solo breve. La señora llego con dos malteadas de fresa con crema batida y chispas de caramelo, y un plato con doble porción de pastel de chocolate, Changmin se sonrió al notar aquello.

-bueno, a comer –

Yunho miro con celos el plato de Min, y sin permiso robo el otro trozo de pastel -¡MIO! – y se lo llevo a la boca.

-¡oye! ¡Eso era mi porción doble! – recrimino Min tratando de rescatar los trozos pequeños que aún sostenían los dedos de Yunho, luego de un forcejeo pequeño, devora lo demás del pastel.

-mmm….que rico –

-Te odio…-

-no te enojes, Dios te lo pagara con muchos hijos después…- se levanto de su lugar, impidiendo cualquier reclamo - voy a lavarme las manos, y nos vamos –

Changmin lo seguía con la mirada, como tratando de llamar su atención para reclamarle por el pastel, pero sin mucho éxito, lo perdió de vista –cuando regrese…mi pastel….no lo perdono…- una increíble sensación de ser observado lo hizo girarse con brusquedad, mirando por la ventana, pero no había nadie.


-esto ya me está preocupando…creo que me estoy sugestionando – murmuro

-¡hey! Tierra llamando a la Luna…- nuevamente estaba Yunho frente a él, pasando su mano de arriba, abajo

-ya te dije que te escucho…- tomo su chaqueta, y se dispuso a salir del lugar con toda calma.

-bueno ya pague la cuenta…vamos a cenar a tu casa – se emparejo a su paso, cuando Min se detiene en seco, como si hubiera dicho algo que no debiera.

-ni se te ocurra…de por si mi madre está loca – suspiro con agotamiento, de alguna manera eso se le hacía pesado.

-pero tu madre me invito – con una expresión de niño a punto de llorar, no pudo evitar robarle una sonrisa a Min

-ok ok…pero te advierto que después de esto, no te la quitas de encima jaja-

-puedo acostumbrarme a ser mimado…así como tu…comprenderás –tomo vuelo y se echo a correr

-¡yo no soy mimado! ¡Te mato cuando te alcance! –

Para Changmin era curioso como siempre todo terminaba de este modo.

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