Newton's Third Law cap 2

Se había vuelto algo habitual que Changmin preparara el almuerzo para Yoochun durante la semana en los ensayos de baile. El menor preparaba varios platillos y siempre los compartía con Yoochun.

—El almuerzo de hoy es tu favorito, Manduguk y Japchae —anunció con orgullo. Yoochun sonrió en agradecimiento y empezó a comer, mientras los otros tres miraban hambrientos la deliciosa comida hecha en casa.

Lo compararon con la comida que Junsu había comprado en la cafetería. Después de una semana de comer lo mismo, la comida no se veía para nada apetecible.

—Prueba un poco de esto —Changmin sacó un rollo con una cuchara y lo puso frente a Yoochun. Sin pensarlo mucho, Yoochun abrió la boca y comió el gran rollo.

—Jaejoong-ah, eso se ve realmente delicioso —Yunho hizo un puchero, con envidia. Jaejoong fingió no tener idea de lo que Yunho quería decir. De repente, Yunho se dejó caer sobre Jaejoong.

—¿Tienes idea de a qué hora me tendría que levantar para hacerte el almuerzo? —Jaejoong trató de quitárselo de encima, pero Yunho se aferró a él firmemente.

—Sólo hazme el almuerzo mañana, ¿por favor? —rogó—. Y haré lo que tú quieras.

—¿Lo que yo quiera? —repitió cauteloso. Yunho asintió con fuerza sin darse cuenta de lo que acababa de aceptar. Una sonrisa calculadora iluminó la cara de Jaejoong. Tenía una larga lista de cosas que quería intentar con Yunho. Jaejoong aceptó y comenzó a planear. Trató de recordar si tenían más naranjas en casa.

—Oh, debes probar un poco de la carne del Japchae. Le puse pimienta negra, porque la última vez dijiste que sabría mejor con un poco de pimienta negra —dijo Changmin, y tomó un poco de la tierna carne.

Yoochun abrió la boca y Changmin lo alimentó. El mayor masticó lentamente antes de asentir en aprobación, levantando los pulgares. Así continuaron todo el almuerzo. Changmin le daba a Yoochun un poco de su propia caja de almuerzo, y el mayor simplemente los comía sin comentar nada.

—Es extraño, pero Yoochun y Changmin actúan más como una pareja que Jaejoong y Yunho. Miren, Changmin prácticamente le está dando a Yoochun toda la comida —dijo Junsu mientras los veía.

El tenedor con pay de queso que Changmin estaba a punto de darle a probar a Yoochun se congeló en el aire a medio camino.

—Ahora que lo mencionas… tienes razón —dijo Yunho, pasando su mirada entre Changmin y Yoochun.

—Fue el incidente del beso —recordó Jaejoong en un susurro.

Los tres jóvenes examinaban a Changmin y Yoochun.

Un ligero rubor apareció en las mejillas de Changmin mientras bajaba el tenedor y lo ponía en su propio plato. Yoochun comenzaba a parecer incomodo ante el escrutinio de sus tres compañeros.

—Están imaginando cosas. No hay nada entre Changmin y yo —protestó débilmente.

—Pero Yoochun-ah, tú me gustas mucho —soltó Changmin de repente.

Hubo un silencio repentino. Entonces Yoochun rió incómodamente.
—Claro que sí, de otra forma no me hablarías.

—No, no de esa…

—Necesito ir al baño. Vuelvo enseguida —Yoochun se paró del suelo y huyó del cuarto de baile.

Yunho y Jaejoong intercambiaron miradas preocupadas, y Junsu fruncía el ceño, confundido.

Changmin se mordió el labio inferior, lo suficientemente fuerte para hacerlo sangrar. Guardó la comida en sus respectivos recipientes, el sonido de los recipientes cerrándose resonaba por todo el estudio.

Permaneció silencioso e inexpresivo por el resto del ensayo, a pesar de los mejores intentos de Junsu de contarle bromas tontas. Yoochun actuó como si nada fuera de lo normal estuviera pasando.

En el momento en que llegaron a casa, Changmin tiró los recipientes de comida a la basura y se encerró en el baño por dos horas. Tenía los ojos un poco hinchados cuando por fin salió.

Al día siguiente, Changmin dejó de preparar almuerzos.

—Dejé de hacer el almuerzo. Era muy problemático. Además, nadie los apreciaba —fue lo único que dijo cuando el instructor le preguntó por qué dejó de llevar su comida.

Changmin no vio el destello de culpa en la cara de Yoochun cuando casualmente escuchó el comentario.

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Los siguientes tres días Changmin tomó largas sesiones de trabajo en el gimnasio, después de los ensayos de baile y por las noches. Una vez escuchó que el ejercicio ayudaba a sacar toda la ira y la decepción del sistema de una persona. Con todo el dolor que Changmin estaba sintiendo, creía que le tomaría largo tiempo para que, al menos, sintiera una diferencia.

—¿Sólo tiene 17 años? ¿Estás seguro? — fue la primera cosa que Changmin escuchó que decía Junsu cuando llegó a casa y abrió la puerta.

Changmin se quitó los zapatos mientras escuchaba sonidos de incredulidad y admiración. Entró en la sala, y encontró a los otros cuatro chicos examinando lo que parecía ser toda una colección de fotografías de chicas increíblemente hermosas, de todas las formas y tamaños. Junsu sostenía una foto de una chica adorable, con ojos tipo Bambi y labios gruesos.

—Ésta, ésta es mi chica soñada. ¿Cómo se llama? —preguntó Junsu y Changmin rodó los ojos.

—Está escrito detrás de la foto, junto con el número de teléfono —dijo Yoochun con una sonrisa—. Trata de no asustarla mucho cuando llames.

—¿Qué se supone que hacemos?

—Qué bueno que volviste. La compañía nos envió este paquete. Quieren que escojamos a algunas para nuestro próximo MTV —explicó Yoochun mientras jugaba con las fotos.

Junsu tomó otra fotografía.
—Ésta tiene ese look “seré una perfecta ama de casa”. ¡La quiero a ella también!

—Junsu, creo que Changmin debería ser quien escoja aquí —Yunho arrancó la fotografía de las manos de Junsu y la puso en la mesa.

Changmin miró las fotografías superficialmente y escogió cuatro en cuestión de segundos. Puso las fotos frente a Yoochun sonriendo ligeramente antes de volver a su habitación.

Junsu babeaba las fotos de las chicas y Jaejoong trataba de evitar que le hablara a una para decirle cosas tontas. Sólo Yunho vio cómo Yoochun examinaba las cuatro fotografías en sus manos con una expresión indescifrable en el rostro.

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—¿A dónde fueron Yunho y Yoochun? —preguntó Changmin mientras entraba en la sala con una botella de agua.

—Es sábado. Día de compras. Fueron al supermercado —le contestó Junsu mientras intentaba matar a los aliens que aparecían en el juego del Playstation Sony con el que jugaba.

—Deberán estar de vuelta pronto —dijo Jaejoong mientras entraba y se sentaba en el sofá. Comenzó a tomar notas de un libro de cocina tailandesa que estaba leyendo.

—Junsu-yah, ¿crees que Yoochun se molestaría si le hago esto a Jaejoong? —preguntó Changmin de pronto.

Jaejoong despegó la vista del libro y volteó a verlo con curiosidad, Junsu detuvo su juego y entrecerró los ojos sospechosamente hacía el menor.

—¿Hacer qué? —preguntó

—Esto.

Changmin sonrió un poco. Abrió la botella de agua y se la vació toda sobre la cabeza. Acomodó su cabello hacia atrás y quitó las gotitas de agua de sus ojos. El agua pegaba su camisa blanca a su cuerpo.

Jaejoong dejó caer su libro y Junsu soltó un jadeo de incredulidad. Jaejoong trataba de hablar, pero su voz se negaba a salir de su repentinamente seca garganta. Sentía que estaba traicionando a Yunho, pero no podía apartar sus ojos del sexy hombre frente a él.

Changmin avanzó hasta Jaejoong y puso una pierna sobre su cuerpo. Se sentó a horcajadas sobre los muslos de Jaejoong, moviéndose lentamente. A Jaejoong le recordó a un hermoso, pero peligroso felino. Jaejoong tragó fuerte cuando Changmin le puso las manos en el estómago y lentamente las subió por su pecho, hasta sus hombros.

Yunho entró a la sala con un ramo de rosas y una brillante sonrisa. Vio a Jaejoong y Changmin. El ramo cayó al suelo. Su cara se volvió una oscura sombra morada y roja.

—¿Qué están haciendo ustedes dos? —dijo entre dientes.

Changmin rió abiertamente, con un pequeño contoneo que hizo que Yunho apretara la mandíbula. Justo cuando Jaejoong pensó que las cosas no podrían ir peor, Yoochun entró, empujando a Yunho, y ahora los estaba mirando en esa comprometedora situación.

—¿Qué están haciendo ustedes dos? —preguntó con la voz notablemente tensa.

—¿Qué parece que hacemos? —preguntó Changmin, ladeando la cabeza inocentemente.

—Yo… puedo explicarlo —intervino Jaejoong de inmediato. Yoochun y Yunho enarcaron una ceja y esperaron.

Esperaron mientras Jaejoong sólo abría y cerraba la boca.

Continuaron esperando mientras Jaejoong hacía silenciosas súplicas a un impactado Junsu. Girando el rostro, suspiró hacia un Changmin que no estaba ayudando.

—Puedes empezar cuando quieras — dijo Yunho llegando al límite de su paciencia, mientras Yoochun masajeaba su sien con los dedos.

—Changmin… ahh… me tiró el agua… encima… No… digo, se tiró el agua encima. Y quería… uhh… tomar mi camisa… para… para cambiarse. Pero yo no quería. Entonces… él… se subió sobre mí para quitármela —Jaejoong tartamudeaba nerviosamente, sin ver a Yunho a los ojos.

Yunho frunció el ceño ante la mentira tan obvia. Avanzó rápidamente y bajó a Changmin de Jaejoong. Entonces se quitó su propia camisa y la arrojó a la cabeza de Changmin.

—¡Hey! ¡No quiero tu camisa! —protestó Changmin quitándosela de la cara. Mientras, Yunho se había llevado a Jaejoong de la sala. Changmin esperaba alguna clase de reacción de Yoochun.

Yoochun respiró profundamente y cerró sus ojos un momento. Luego los abrió y dio un gran suspiro. Entonces vio a Junsu clavado en el suelo, con una mirada de incredulidad grabada en el rostro. Yoochun lo tomó del brazo y salió de la sala, sin volver a ver a Changmin.

El brillo de esperanza en los ojos de Changmin desapareció lentamente, remplazado por una fuerte decepción.

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Yunho echaba humo mientras arrastraba a Jaejoong al cuarto de trabajo y cerraba la puerta.

—Yunho-yah, Changmin sólo trataba de poner celoso a Yoochun… —Jaejoong trataba de explicar, pero dudó cuando vio furia y celos en sus usualmente tiernos ojos cafés. Yunho empujó a Jaejoong contra la pared y dejó sus manos en las muñecas de Jae, sujetándolo.

—Tú me perteneces —dijo Yunho antes de chocar su boca con los labios de Jaejoong.

Jaejoong gimió cuando la lengua comenzó a invadirlo, marcándolo como propiedad de Yunho. Yunho comenzó a desabrochar la camisa de Jaejoong, pero en su prisa terminó arrancándola; los botones volaron hasta el suelo. Yunho descendió su mano sobre el pecho del otro, rozando levemente sus pezones, logrando que Jaejoong soltara los más deliciosos gemidos.

Jaejoong ya no podía pensar coherentemente. Todo lo que podía pensar era “Más” y “Por favor”. Cuando unas manos bajaron por su espalda para tomar sus nalgas y jalarlo hacia adelante, Jaejoong gimió del placer mientras sus erecciones se rozaban. Separando las piernas de Jaejoong, Yunho tomó una y la puso alrededor de su cuerpo.

Jaejoong dejo escapar un quejido y Yunho sintió como si alguien dejara caer un balde de agua fría sobre su cabeza.

Todo se detuvo.

Yunho se forzó a dejar a Jaejoong, quien suspiró ante la pérdida de contacto. Ambos se apoyaron en el otro, tratando de recuperar su muy necesitado aliento. Yunho miró fijamente a Jaejoong.

Jaejoong lo miraba con sus ojos color chocolate entrecerrados, aún inundados de deseo. Su lengua recorría sus labios húmedos de besos. Su cuello y pecho expuestos gracias a su camisa rota, y Yunho pudo ver las leves marcas que él hizo volverse de un oscuro tono púrpura. Curiosamente, sintió un profundo sentimiento de satisfacción por su obra. Por último, vio que Jaejoong seguía excitado y sintió su propia erección atrapada incómodamente en sus ajustados jeans.

—Lo siento. Nuestra primera vez no debería de ser con coraje, o contra la pared. Te mereces algo mejor —Yunho acarició la mejilla de Jaejoong y lo besó gentilmente. Retrocedió, casi tropezando en el camino, y escapó del cuarto.

Fue ahí cuando las piernas de Jaejoong cedieron, y se derritió en un charco de deseo y amor sobre el piso.

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Gracias a la pequeña proeza de Changmin, que causó el despliegue de posesividad de Yunho, Jaejoong estaba demasiado distraído como para hacer cualquier cosa. A la vez, recobrando su razón perdida, Yunho salió para una intensa y vigorosa sesión en el gimnasio. Jaejoong se encerró en el baño para una tomar ducha fría después de decir que no iba a cocinar.

Junsu pronto descubrió que la única cosa que tenían en abundancia eran tazones de ramen y cereal. Se sirvió cereal con leche en un plato. Entonces metió la cuchara en el plato y frunció el ceño hacia Changmin, que ponía agua caliente en dos tazones de ramen. Changmin sonrió disculpándose, primero a Junsu y después a Yoochun, que estaba escribiendo en un trozo de papel.

—Yoochun-ha, ¿quieres la que tiene sabor a kimchi o la de pollo picante? —preguntó dulcemente.

Sin prestarle atención a Changmin, Yoochun dejó lo que estaba haciendo. Le quitó la caja de cereal a Junsu y se sirvió en un plato. Junsu le ayudó a agregar la leche. Yoochun asintió agradeciendo, después encendió su iPod y se puso los audífonos. Luego continuó escribiendo en el trozo de papel.

Changmin suspiró y lo alcanzó para quitarle los audífonos, recibiendo una mirada furiosa por eso.
—Mira, siento mucho lo de Jaejoong.

—No es conmigo con quien debes disculparte —respondió Yoochun, la tensión era evidente en su voz.

—Sí. Deberías disculparte conmigo. No necesitaba ver eso —dijo Junsu, interrumpiendo.

—En serio lo siento. Sólo trataba de ponerte celoso —dijo Changmin honestamente. Hubo un largo silencio mientras Changmin jugaba nerviosamente con los palillos en la mesa.

Cuando Yoochun finalmente lo miró, pudo ver resignación en sus ojos.
—Tú y yo vamos a salir mañana. Viste algo lindo —dijo, y se puso de nuevo los audífonos.

Junsu tuvo que cubrir sus oídos cuando Changmin dio un grito de alegría y levantó el puño en el aire. Le dedico a Junsu una sonrisa radiante y se fue, dejando los tazones en la mesa, completamente olvidados.

—¿Y mi disculpa? —gritó Junsu cuando Changmin volvió.

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