KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

You are for me cap 5

TRETAS DEL DESTINO

Junsu no estaba pensando, en verdad que no se daba cuenta (no con esa parte racional) de lo que estaba haciendo; era simplemente el calor de su cuerpo que lo orillaba a hacer aquello, besar con tanta calma y gusto esos labios masculinos que se movían en un compás suave complementando los suyos, atrapándolos con gentileza, deslizando su lengua a lo largo de ellos, incitándolo a profanar con ese músculo su boca, recibiéndole con gusto, saludándola con amabilidad, permitiendo que resbalen una contra la otra, que se enreden con gracia… que el beso les consuma el aliento y las hormonas los guíen.

Yoochun cambió la posición de un solo movimiento, ahora era el castaño el que estaba abajo y él sobre sus caderas, besando su cuello, pasando sus manos por debajo de la parte superior del pijama, palpando su piel suave como la seda, caliente como el fuego.

- mmhhh… - gimió el delfín por esa boca que traviesa dejaba besos en su cuello, por esa lengua pecaminosa que lamía su lóbulo… - Yoo…chun… - murmuró apenas, la voz excitada, sus manos torpes por el alcohol tratando de apartar las sábanas que se habían enredado entre ellos, impidiéndole tocar al pelinegro…

- Junsu… - y con solo pronunciar su nombre, algo hizo clic en su mente y paró de repartir besos y caricias en ese cuerpo… - qué estoy haciendo… - susurró para sí mismo, bajando de la cama, su cuerpo ardiente reclamando la falta de calor del otro ser…

- Yoo…Chunnie… - llamó el castaño con voz adormilada, sintiendo mareo pero apartando las sábanas para ir en busca de su “novio”, quien ya se había encaminado al minibar de la habitación… - hice algo mal?... – cuestionó como lo haría un niño que no tiene idea de la magnitud de sus acciones… con infinita ternura e inocencia…

- no, Junsu… - el pelinegro se acercó tomándole las mejillas con suavidad… - no estás en tus cinco sentidos, y estoy seguro de que esto no es realmente lo que quieres… - el castaño le miró con una tierna sonrisa, sus ojos casi cerrados… - duerme, delfín… anda… - le tomó por los hombros y lo hizo girarse para darle un pequeño empujoncito para que se retirara… antes de en realidad perder el control…

- buenas noches, Yoochun ah… - más dormido que despierto, casi como si de un segundo a otro todo deseo erótico hubiera desaparecido de su cuerpo, el castaño volvió a la cama, cayendo en un profundo sueño a los pocos minutos…

El pelinegro se sentó en el sofá con una copa de vino en la mano, haciendo un esfuerzo sobrehumano por entender qué diantres estaba pasando con él, porque era que perdía tan fácilmente los cabales con Junsu. No va a negar que desde que lo conoce se sintió atraído por ese chico de personalidad simpática, de risa particularmente escandalosa, de rostro de ángel…

- no puedo estar enamorándome de ti… - un trago de vino… - Yunho… - sentimientos confusos…

Primero trató de discernir entre sus sentimientos por el moreno y el castaño, estaba seguro de que Yunho es su gran amor, había bastado con verlo para casi perdonar el abandono y un beso para revivir toda la pasión dormida por cuatro años. Pero tiene sensaciones por Junsu que no puede evitar. Dios! Casi lo hizo suyo minutos antes, todavía se siente excitado, lo desea, tanto que todavía siente el sabor de sus labios y el calor de su piel. Cuando no hubo conseguido entender sus sentimientos por su exnovio (aunque la ruptura entre ellos no se dio con palabras, qué otra cosa podía concluir después de cuatro años de ausencia?) y su “novio”, trató de no pensar… lo cual culminó en un fracaso rotundo cuando en su mente se mezclaron recuerdos de sus días de antro con el moreno y lo que acababa de vivir con el castaño; peor aún, cuando aparecieron memorias de sus encuentros íntimos con Yunho, y el que él mismo frustró con Junsu.

Cerca de las cuatro de la madrugada, optó por irse a dormir… y aun cuando una parte de su mente le gritara que durmiera lo más lejos posible del delfín, la otra parte lo llevó a acostarse en el otro extremo de la cama donde su “novio” descansa tranquilamente, acostado de medio lado abrazando el almohadón…

- condenado delfín, eres la ternura hecho hombre… - aceptó con resignación, girándose para darle la espalda al castaño… tal vez si no lo veía podía conciliar el sueño… - mi culpa, hacer un contrato de noviazgo por 15 mil dólares… en qué los habrá usado?... – con esa inquietud hasta entonces haciendo mella en su mente, el ratón se durmió.

…………………………..

La mañana despuntó con sus gráciles rayos bañando la ciudad, finas líneas de sol que se colaban por los cortinajes y anunciaban el comienzo de un nuevo día. Junsu abrió sus ojos lentamente, sintiendo una molestia en ellos y un dolor de cabeza asaltarlo inmediatamente… tenía un sabor amargo en la boca producto de la resaca…

Por un instante olvidó dónde y con quién estaba, pero en cuanto miró a su derecha y vio aquella ancha espalda y esa cabellera negra desaliñada, la realidad le llegó de golpe a la mente…

- oh dios!... – murmuró con temor, levantando las cobijas corroborando que estaba completamente vestido, luego miró disimuladamente al pelinegro suspirando con alivio al ver que también llevaba el pijama. Pero recordaba de entre vestigios borrosos el momento en que Él bailara pegado al ratón en el antro… y el momento en que Él se montara a horcajadas sobre el pelinegro… - oh por dios, lo besé… - llevó sus dedos a sus labios, rememorando el momento en que su cuello y torso fueron víctimas de esos besos y caricias por parte de Yoochun… - pero… no pasó nada… él… se detuvo… yo… iba a tener sexo con otro hombre!!! - y porqué eso le dejaba una incomodidad en el pecho?

El sonido de la alarma del móvil del pelinegro comenzó a sonar en la mesita de noche del lado del ratón, arrancándolo de su sueño, refunfuñando estiró su mano para tomarlo… (Junsu abandonando la cama como rayo)… y apagándolo para que deje de molestar… (el delfín nervioso entrando en la ducha)… escuchando el sonar de una puerta cerrándose y unas cosas hacer ruido en la distancia, se sentó abruptamente mirando alrededor, recordando de inmediato dónde y con quién estaba… o debería estar…

- Junsu?... – se levantó y se asomó en el resto de la habitación (el castaño luchando contra el tubo de pasta dental que se negaba a quedarse quieto, desordenando todo en el lavabo de mármol)… - Junsu?... – culminando con el baño…

- eh… sí, ya voy… - escuchó la voz nerviosa del castaño al otro lado de la puerta, el agua corriendo (el delfín maldiciendo por lo bajo, porque otro poco y queda como paleta al abrir el grifo del agua fría)….

- ok, desayunaremos a las nueve con mi madre… - silencio… - qué tal la resaca?... – escuchó otra vez como si algo cayera (Junsu maldiciendo nuevamente por lo bajo)… - estás bien?

- sí, sí, solo… se me resbaló el jabón… - respondió soplando con frustración, qué demonios le pasaba con ese ratón ególatra que ya no le estaba pareciendo tan ególatra… - esto es una muy mala idea, y todavía quedan dos días que compartir como novio con él… dios mío, quiero salir virgen de éste viaje… - suplicó a las alturas… o cualquier ente superior que le ha puesto tremenda prueba en el camino… - no soy gay… cierto?

Yoochun llamó a servicio a cuarto para que recogieran los cambios de ropa y los plancharan, cuando cerró la puerta y volvió adentro, pudo notar la silueta del castaño vistiéndose tras los paneles movibles estilo japonés alrededor de la cama.

- mandé tu ropa y la mía a planchar, en unos minutos la traerán… - su pulso acelerándose… cómo rayos hizo ese hombre para tener tan bien formado trasero?

- de acuerdo… - salió ya vestido el castaño, y en cuanto su mirada se cruzó con la del ratón, sintió sus mejillas arder y recordó el beso de la noche anterior…

- te divertiste anoche… - sonrojo violento en el delfín… - en el antro… - sonrisa divertida <.por tus sonrojos, supongo recuerdas todo.>

- sí, fue… desestresante… - <.maldito ratón, deja de mirarme así.> luchando por no enrojecer como termostato y que su corazón dejara de palpitar como potro desbocado, el castaño se sentó en el sofá… - ayer vi a Yoo Hwan… - recordó de pronto… - por la tarde, me dijo que estaba contento de que su hyung por fin se hubiera vuelto a enamorar después de cuatro años… - el pelinegro frunció el ceño… - me sentí mal cuando escuché eso…

- porqué… - se sentó a lado de Junsu, notando un ligero sobresalto en él… tendrían que hablar de lo que sucedió, o estuvo a punto de, esa madrugada?

- porque solo es una farsa, y las mentiras siempre conllevan problemas…

- ya te dije que no tienes que preocuparte por tu trabajo…

- no lo digo por eso… - interrumpió… - lo de anoche no volverá a pasar… - volteó hacia el pelinegro… - no quiero que confundamos nada entre nosotros, estaba borracho, pero…

- está bien… - interrumpió a su vez el ratón, levantándose del sofá… - no te preocupes, no volverá a pasar… - sintiendo un vacío en el estómago, el pelinegro aseguró… - voy a ducharme… - pero tenía un sentimiento extraño en la boca del estómago, que lo hacía sentir incómodo… melancólico.

…………………………………….

Distrito Sinchon. Universidad de Seúl.

- a mí me parece muy extraño todo lo que pasa entre esos dos… - el menor estaba sentado en los jardines del campus, recargado en un árbol frondoso hablando por el móvil con su amigo Lee Seung, mientras llegaba la hora de volver a su asesoría…

- a tu hermano no le conviene tanto rumor en torno a su reciente relación con Yoochun… - en el restaurante, el chico de ojos claros preparaba mouse de café, hablando en voz baja con su amigo… - sea o no que haya algo formal entre ellos, no me imagino la reacción de la Sra. Park, no puede arriesgarse a perder el empleo…

- lo sé, pero… Junsu hyung sabe lo que hace… - <.espero.>

- pues sí, eso es cierto… listo para la cirugía de cervicales con el Dr. Lee Kyu Sung… - cambió de tema…

- claro, estuve viendo algunos videos de cirugías en vivo, el procedimiento es delicado y complejo, pero todos saben que nadie dirige mejor un equipo de cirugía que el Dr. Kyu Sung…

- y todos los residentes te tienen envidia por formar parte del equipo, cielos Minnie! hasta yo te tengo envidia por eso, no cualquiera es llamado para participar activamente en ese tipo de cirugías, no con el cirujano número uno de todo Corea… - emocionado, el chico de ojos claros casi sentía que estaba en la Sala de operaciones a lado de Kyu Sung (n/a dos cosas, una, perdonen mi ignorancia en medicina; dos, han notado que los médicos en verdad se emocionan mucho al hablar de este tipo de cosas?)

- mh, me pondré celoso del Dr. Kyu Sung, ya que empiezas a hablar de él ni quien te pare… - y realmente se sentía celoso, porque ciertamente el cirujano es demasiado atractivo como para que nadie lo note, si trae locas a todas sus compañeras y a más de algún compañero. El hombre de 38 años, alto, hijo de padre coreano y madre inglesa, tiene muy buena educación, es caballeroso, de porte galante, rasgos no del todo definidos como orientales, barba partida, grandes ojos de un precioso color verde esmeralda, labios en forma de corazón y sonrisa matadora.

- por favor, Minnie… - rió con un poco de nervio y otro tanto de emoción… - si ya sabes que eres el único… - ok, acaso estaban flirteando descaradamente?... –

- más te vale, no quiero saber después que me pones el cuerno… - era una broma? Él había dicho eso!

- te veo en la guardia?… - en verdad usó un tono coqueto?

- claro, ahora me voy, hasta en la noche, guapo… - porqué no se calla!

- hasta en la noche, cariño… - ok… no pueden ocultarlo más… se gustan… y algo tendrán que hacer al respecto.

…………………………

Barrio Haewon. Restaurante WonJin (en honor al fallecido Sr. Park). 9:00 am

El local era amplio, estilo rústico, piso de madera, muros con incrustaciones de piedra, muebles de finos acabados, centros de mesa acordes a la hora del día, en ese momento por ser de mañana, un adorno colorido de frutas. Al centro del local, sobre una pequeña tarima, un precioso piano negro.

Antes de sentarse a la mesa a desayunar con unos cuantos invitados pertenecientes al Grupo Empresarial de Corea, Yoochun pidió a Jo Nang hablar a solas con ella, por lo que se encontraba, junto con Junsu, en la oficina del gerente… esperando por la Sra. Park.

- estás seguro de que necesitas hacer esto…- cuestionó con voz angustiada el delfín, sentado en un aterciopelado sofá individual a lado del pelinegro…

- sí… - respondió secamente, sentado con la pierna cruzada y el semblante serio. Observó al castaño y casi se arrepintió de estar ahí, le veía pálido y ansioso estrujándose las manos…

- necesito ir al baño… - soltó inconscientemente, mordiéndose el labio inferior, moviendo constantemente una de sus piernas golpeando el suelo…

- ya, tranquilo, no es el fin del mundo… - pero solo escuchó un gruñido inconforme por parte de su “novio”, suspiró y le tomó las manos…- estás temblando… - sorpresa…

- y qué esperabas, vas a presentarme con tu madre como tu novio… tu novio!... – decía con impaciencia, tratando de que el pelinegro entienda su situación… el ratón abrió la boca listo para decir algo para tranquilizarlo, pero la puerta abriéndose y su madre entrando detuvo toda intención…

- no es usted Kim Junsu… - reconoció al castaño… -

- sí, Sra.… - mirando al pelinegro en busca de ayuda…

- y qué es lo que hace usted aquí y no trabajando en el Restaurante Park… - tono firme, porte impávido y mirada penetrante… el castaño sintiendo sus manos sudar…

- obviamente viene conmigo, madre… - habló por fin el pelinegro, haciendo una reverencia a su madre al pasar al otro lado del escritorio y tomar asiento en la silla principal…

- y a qué se debe tal acompañamiento?...


- querías que te presentara a mi pareja… - voz tranquila, el castaño sintiéndose morir de nervios… - así que… - tomó la mano del delfín, que le miró asustado… - te presento a mi novio, Kim Junsu.

- tu… novio… - afirmó con un dejo de duda, su rostro casi inexpresivo mirando detenidamente al castaño…

- <.es mi fin… estoy perdido… perderé el empleo y seguro hará mi vida imposible, peor aún, mandará a unos matones a desaparecerme.>… - pensaba, mientras apretaba inconscientemente la mano del pelinegro… compréndalo, estar frente a una de las mujeres más poderosas de todo Corea, madre de su “novio”… no es como que espere que le recibirá con un abrazo y una felicitación…

- es ésta una forma de evitar que te cite con mujeres?... – cuestionó con un tono un tanto irónico… pero la verdad era que sonreía internamente, mejor que ya sean novios, así no tendrá que preocuparse por Yunho…

- es ésta la verdad, madre, tengo novio y estoy muy feliz con él, y no quiero que piense que soy un cretino mujeriego… - touché… - que le quiero solo para pasar el rato… - algo en su estómago revoloteó y sintió el agarre de su mano suavizarse. Esas palabras salieron de su boca antes siquiera de pensar que las diría, como si algo en su interior surgiera decidido a luchar… por Junsu.

- está usted enamorado de Yoochun?... – el castaño le miró con los ojos de par en par, pestañeando un par de veces como dando sentido a la pregunta que formulara la mujer…

- sí… - murmuró avergonzado, sin reparar en la magnitud de tal afirmación. El ratón giró su rostro sorprendido por su respuesta, lo veía tan adorable con esa sonrisa tímida, el sonrojo cubriendo sus mejillas y un brillo emocionado en esos ojos marrón, que tuvo el pensamiento de robarle un beso.

- bueno, vayamos a desayunar, entonces, los invitados esperan… - como si acabaran de decirle lo más normal del mundo, Jo Nang caminó fuera de la oficina, antes de salir completamente… - es usted un joven muy atractivo, Kim Junsu, bienvenido a la familia Park.

Junsu y Yoochun se miraron por un instante antes de seguir a la Sra. Park, había mucho en esas miradas que decir, poco el valor, mucha la confusión. Ambos intentaron convencerse de que lo que acababan de decir y demostrar, de que lo que acababan de escuchar de voz de Jo Nang, no era nada especial… que se ceñían al contrato y nada más. Cuestión aparte era la tranquilidad con que la Sra. Park se tomara la noticia…

Tomaron lugar en la gran mesa donde ya los 10 invitados se encontraban, un grupo de importantes empresarios que tenían relaciones de negocios con la Presidenta Park y a quienes daba el honor de ser los primeros en estar en el renovado restaurante.

- Won Jin estaría muy orgulloso de su familia, Jo Nang, has realizado un estupendo trabajo al frente de la Franquicia, y tus hijos se ve que seguirán tus pasos… - comentaba una de las mujeres presentes. Pero había un hombre que no le sacaba la vista de encima al pelinegro y al castaño, que estaban sentados juntos. Junsu había sido presentado como un amigo de Yoochun solamente.

- y cuándo es que piensas sentar cabeza, Yoochun… - el aludido miró a su interlocutor con cierta molestia… - a tu edad tu padre ya te cargaba en brazos… - el castaño sintiéndose incómodo…

- eso es algo que aun no entra en mis planes, Sr. Cho… - respondió por educación, mirando de soslayo a su “novio” con la vista en el platillo… -

- pero si has tenido tantas novias, es más, pensé que hoy vendrías con alguna chica hermosa… - el ambiente comenzando a sentirse tenso. El pelinegro cansado de ese hombre que cada que le ve aprovecha para lo mismo, ya antes había intentado liarlo con su hija, pero falló en su intento.

- yo no he tenido “tantas novias”… - enfatizó… - y no estoy interesado en ello por el momento… - aclaró… el delfín deseando no estar ahí…

- bueno, pues deberías estarlo, a no ser que tus preferencias sean de otro… tipo… - el hombre escudriñando con desdén al castaño… - y aún así, no hay porqué caer tan bajo… - soltó casi con desprecio sin apartar su vista de Junsu… cosa que molestó de sobremanera al pelinegro, que ya estaba por decirle unas cuantas cosas al Sr. Cho, pero su madre se le adelantó…

- si mi hijo, o mis hijos… - comenzó la Sra. Park, sin gritar ni exaltarse, pero con un tono que imponía respeto… - tienen o no novia, o novio, no es algo de incumbencia social, Doo Ki, y en dado caso si Yoochun tuviera novio, y fuera el joven Junsu… - el delfín saltó en su lugar, evitando mirar a cualquiera, las mejillas sonrojadas, la respiración intermitente… - a quien has mirado con arrogancia, no representaría problema alguno para mí, mientras mi hijo sea feliz no importa con quién sea… - aún si fuera Yunho?… - pero dudo que tú entiendas eso cuando has obligado a tu hija a comprometerse con un hombre solo por su posición social…

El silencio se instaló en la mesa, Jo Nang y Doo Ki mirándose retadoramente, Yoo Hwan sonriendo divertido, considerando el hecho de que el único varón del Sr. Cho es gay, aunque secreto para sus padres, realidad de su generación, si no lo sabrá él que tuvo su historia con Ki Gook.

- compermiso… - no soportando más estar ahí, el delfín se retiró de la mesa. El pelinegro le siguió.

- di lo que quieras, Jo Nang, pero no será sobre mí de quien hablen…

- tiene razón… - interrumpió el morocho con una sonrisa socarrona… - será sobre Ki Gook y alguno… - enfatizó el género masculino con esa sonrisa bailando en sus labios… - de sus tantos amantes…

- cómo te atreves a hablar así de mi hijo, insolente… - espetó con enojo el hombre, los otros invitados riendo de medio lado, era absurda su reacción cuando su hijo no ha hecho nada por ocultar su homosexualidad…

- mejor no te metas con mis hijos, Doo Ki, o te destruiré sin dudarlo… - ante tal amenaza, el hombre salió indignado, maldiciendo por lo bajo a los Park.

…………………………

- Junsu, espera, por favor… - pero el castaño seguía caminando a paso veloz por la calle, pasando entre las personas, chocando con ellas, arrepintiéndose de haberse involucrado en esa farsa, de tener que soportar reuniones como esas en las que solo el veneno busca ser liberado… -

- suéltame… - y es que el pelinegro había corrido hasta poder sujetarlo por el brazo… su voz apenas un rumor cargado de ira contenida…

- lo siento, en verdad… - notó que eran observados por los transeúntes, así que mejor tomó al delfín por la muñeca y caminaron hasta el auto del ratón… - perdóname, no esperaba que algo así pasara… - se disculpó sinceramente.

- quiero irme… - fue lo único que dijo el castaño, mirando por la ventana del auto.

Yoochun no dijo nada, se limitó a arrancar el auto y conducir de vuelta al hotel. Junsu pensaba en lo mucho que ha cambiado su vida desde el día que aceptó ese maldito contrato con el pelinegro, aunque también gracias a ello su madre ahora goza de buena salud. Pero le asusta la forma en que sus sensaciones y sentimientos por él se han modificado en apenas unos pocos días, cambiando del aborrecimiento a la atracción, del simple repostero al novio de uno de los herederos de una de las Franquicias más importantes del país. Le asustaba toda la situación en sí, la tranquilidad con que Jo Nang le diera la bienvenida, la forma en que incluso lo defendiera ante aquél hombre… teme… enamorarse perdidamente de Yoochun… otro hombre.

Cuando aparcaron en el estacionamiento, Junsu bajó apresurado dirigiéndose al ascensor, seguido por el pelinegro que no tenía idea clara de qué hacer o decir ahora. Llegaron al piso correspondiente y entraron a la habitación.

- por qué haces esto, realmente, porqué dijiste que necesitabas un novio, porqué yo, y no me digas que por el dinero… - <.no soportaría esa realidad.>… - porqué eres así conmigo, porqué flirteas, porqué anoche nosotros íbamos a… - calló, enrojeciendo de solo recordar… inconsciente de aquello que lo había impulsado a querer saber esas inquietudes…

- quisiera responderte, Junsu ah, pero… - el castaño bajó la mirada avergonzado y temeroso de lo que fuera a escuchar… - te hablaría ahora solo de confusiones y… - silencio… - tal vez lo mejor sea que sigamos viendo esto como un contrato, limitarnos a las cláusulas… - un vuelco en el estómago…

- tal vez lo mejor sea eso… - murmuró, sintiendo algo en su pecho desquebrajarse. Buscó su maleta y comenzó a buscar las pocas cosas que llevara…

- no te vayas… por favor… quédate… - porqué dolía pronunciar aquellas palabras’ porqué de pronto sentía que viajaba en el tiempo y se repetía una experiencia de inmensa tristeza? A qué se debía ese ardor en la boca del estómago?

- mira, Yoochun ah, yo se que tú tal vez estés acostumbrado a tratar con personas como el Sr. Cho, pero yo no, y no me siento cómodo, desde que llegamos vi como los otros se me quedaron mirando de pies a cabeza, examinando mi vestimenta, mi forma de caminar y hasta de hablar, y fue solo con unas pocas personas, no estoy seguro de querer vivirlo más tarde entre decenas de personas más… no quiero sentirme así otra vez, no tienen ningún derecho a juzgar quién soy…

Él también huía, como lo hiciera Yunho… o eso es lo que en esos instantes pensaba el pelinegro, sintiendo el pesar de la decepción martillando contra su cerebro… y sin embargo, qué necesidad tenía Junsu de estar ahí? Tenía razón, no tenía porqué quedarse en un lugar en el que seguramente otros de su círculo social le juzgarán… no cuando la relación entre ellos es poco menos que un negocio, seis cláusulas de un contrato que en nada obligan al delfín a quedarse.

El castaño terminó de guardar sus cosas, la maleta sobre la cama. el pelinegro sentado en un sofá con una copa de vino en la mano… una cadena de oro con un peculiar dije en la palma de su otra mano, una pequeña figura tallada en oro que decía “2Yoo”, la muestra de la promesa que hiciera con el moreno de estar siempre juntos… y no pudo evitar recordar aquél día…

……..flashback…….

Una semana había transcurrido desde la primera vez en la intimidad, y ahora les resultaba casi imposible controlarse y no llegar a más cada que estaban solos en algún lugar privado, lejos de miradas acusadoras, inquietas, o hasta divertidas. Aprovechaban todo momento que podían para tomarse de la mano, abrazarse, acariciarse, besarse y desnudarse con fervor para hacer el amor.

- llegaron nuestros encargos de la Joyería… - saliendo de la cama (en una habitación de hotel a las afueras de la ciudad, donde no tenían que preocuparse por sus identidades), el pelinegro fue por su bolso, tirado a lado de la puerta donde quedó una vez que al entrar, sus manos buscaran ansiosas el cuerpo de su novio… - Yoo Hwan estaba de curioso preguntando qué era y cómo le habíamos hecho para mandarlas hacer… - relataba sonriente, sacando una caja negra con bordes plateados donde dos cadenas de oro descansaban, una con un medallón, la otra con un dije… - claro que, uno siempre puede darse sus mañas… - se sentó en la cama a lado del moreno, ambos desnudos…

- supe que tu hermano estaba saliendo con Ki Gook… - tomó ambas cadenas, admirando cada detalle en ellas, sintiendo entre sus manos un trozo palpable de su amor con el pelinegro…

- rumores nada más, Yoo Hwan dice que sí se besaron hace un par de días, pero que de ahí a ser novios falta una declaración formal y tal vez se lo piense; porque, ya sabes, Ki Gook solo anda por ahí experimentando e intentado hacer enfadar a su padre… -

- cierto… - se sentó sobre las caderas del pelinegro…

- con cuál te quedarás… - el moreno le besó apasionadamente mientras llevaba sus manos tras su cuello y abrochaba una de las cadenitas… la que llevaba un dije con la figura “2Yoo”…

- prometamos no apartarnos nunca de ellas… - el pelinegro colocando en su cuello la cadena con el medallón, donde ya una foto de cada uno habían colocado… - que aunque no las lleguemos a quitar, jamás nos desharemos de ellas…

- te lo prometo, Yunho ah…

- es una promesa entonces, Yoochun ah…

- Te Amo… - dijeron al unísono al tiempo que se fundían en un beso lleno de fuego y amor…

………flashback…….

Junsu estaba de pie, viéndole de perfil, notando su semblante pensativo, melancólico, y esa profunda mirada prendada de la cadena en su mano. y por un momento quiso ser más que un “novio de mentiras” para el pelinegro, quiso ser un amigo, alguien en quien pudiera confiar y le contara sus penas, porque aunque gran parte del tiempo se le ve sonriendo, siendo incluso en presumido, puede darse cuenta de que hay una gran tristeza en esas orbes oscuras en ese momento. Suspiró y terminó sentándose a lado del ratón en el sofá doble, alcanzando a ver el dije de la cadena…

- “2Yoo”… - pronunció leyendo, sacando al otro de sus pensamientos… - qué significa… - sonrió suavemente…

- quieres que te lleve a la estación?... – tratando de no ser grosero, evadió la pregunta y guardó la cadenita en una pequeña cajita de terciopelo que colocó luego en el bolsillo de su pantalón…

- me quedaré… - aseguró. Inquieto por el significado de esa cadena, debía ser muy importante y a la vez doloroso lo que aunado a ella esté… y eso le oprimía el corazón.

- porqué… - pestañeó confundido…

- porque quiero quedarme… contigo… - tomó la mano del ratón, entrelazando sus dedos con los de él con suavidad… - somos novios, no?... – sonrieron nerviosamente… - o sea, hay que hacer que tu madre se lo siga creyendo, y si me voy así como así no tendré su confianza, y…

- te quieres ganar a la suegra, eh… - bromeó el pelinegro, curvando una sonrisa juguetona…

- idiota… - replicó avergonzado… pero sus manos seguían entrelazadas…

- gracias… - murmuró el ratón…

…………………………….

Departamento de Jung Yunho. 8:15 pm

Jaejoong retiraba la venda del torso del moreno para revisar la herida y cambiar los vendajes, y de paso revisar si los hematomas ya han desaparecido…

- duele menos?- sus manos pasando por sobre aquéllos moretones en la piel del moreno…

- sí… casi nada… - su cuerpo estremeciéndose ante el suave tacto de esas manos, que con el toque delicado de los pétalos se deslizan por su toros, espalda y brazos… - oye, Jae…

- dime… - limpiando la herida para colocar otra gasa…

- te agradecí ese día? Es que no lo recuerdo, con la pastilla para el dolor que me diste me dio sueño…

- sí, me agradeciste antes de quedarte profundamente dormido… - sonrisa tierna.

El moreno pudo oler su lacio cabello cuando el rubio comenzó a enredar la venda en su torso, pegándose un poco a él al pasarla por su espalda, tenía un aroma dulce que comenzaba a nublar sus sentidos. Y cuando hubo terminado y le ayudara a colocarse la playera, se le quedó viendo sin darse cuenta de que lo hacía, descubriendo en esos ojos algo que ya antes viera pero que por alguna razón siempre se había negado a cuestionar…

- es por mí?... –

- qué cosa?... – cuestionó confundido, evadiendo el profundo mirar de su amigo…

- tu tristeza, la que tus ojos no pueden ocultar… es por mi culpa?

- porqué habría de ser tu culpa, además… no estoy triste… - trató de sonreír para convencerle… - estoy cansado, nada más…

- no te creo, Jae… - tomó la mano del rubio, detectando el estremecimiento en su amigo ante su gesto… - a veces lo he pensado, pero suelo pasar de largo ante esos pensamientos… desde la primera vez que te lo dije… y cada que lo menciono… - el rubio bajando la mirada inconscientemente… - cada que hablo sobre Yoochun… - los ojos del rubio perdiendo un poco más de su brillo… - haces cosas como esta… - le tomó el mentón instándole a mirarle de nuevo… - bajas la mirada, te pones serio y entristeces…

- no… yo… Yunho… - y por primera vez en casi tres años de amarlo, tuvo miedo de haber sido descubierto…

- estás enamorado de mí?...


3 Comentarios:

  1. maritza11/21/2009

    HO jae dile ya la verdad para que se quede contigo y michy con junsu y ya nadie sufra
    porfavor sigue esta muy interesante.

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  2. aaaaah! omg por que ahora q quede con la duda y justo en la parte mas importante se termina? T^T...bueno no importa esperare x q este fics es demasiado cool! :D...continualo x fitas :3
    saludos!^^

    ResponderEliminar
  3. Anónimo6/15/2011

    ok,Min y su "amigo' como q esas indirectas bien directas q se dan,los van a llevar a pecar..ahaha..xD
    ahi vamos chuniee bien q kieres con el Susuah!!
    omg...mori,pobre mi Jaecito..Y.Y,comprendo tu dolor..bu.u q feio es ser el mejor amigo y nada mas q eso...jae dile q siiii,q estas enamoradoo..^^

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