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Arualthings

The Open Door cap 4


Eran las 8:05 de la mañana, Changmin había llegado como de costumbre temprano al instituto, retomo su lugar al lado de la ventana, estaba recargado sobre la mesa, con ambas manos sosteniendo su cara, mirando hacia ningún lugar, repasaba una y otra vez las cosas que había hecho con Yunho los dos días anteriores.

El martes había ido a tomar un café y luego a cenar en la casa, su madre había quedado maravillada con Yunho, el miércoles habían ido a un parque acuático, donde se divirtieron como niños, jueves, regreso a clases.

-pero ¿dónde está? – de momento miraba el reloj, veía como avanzaban las manecillas con rapidez, normalmente el tiempo le pasaba lento, pero por alguna razón estaba ansioso de que apareciera por esa puerta, sus compañeros entraban y entraban, e incluso uno que otro corriendo.

8: 15 de la mañana, el timbre suena, sus ojos siguen clavados en la puerta, ve como los pocos que llegan tarde entran con apresuro, empujándose los unos a los otros, entre los jóvenes de uniforme, ve un hombre de edad avanzada, con poco cabello, barba negra espesa, regordete, tratando de jalar aire entra con pesadez y cierra la puerta tras de él.

-buenos días jóvenes, perdón por la tardanza pero había mucho tráfico, bueno, comencemos con la lección de la página 32 – su voz era muy gruesa, y tan lenta que causaba bostezos entre sus estudiantes. Changmin estaba muy decepcionado, pensaba que esta clase la pasaría charlando con Yunho, riendo de sus locuras, pero, por algún motivo, no había llegado.

-no es que esté preocupado – susurro para sí mismo, saco su libro y se dispuso a retomar su clase.

Conforme avanzaban las horas, Min dirigía una mirada de reojo al lugar vacio a su lado, movía la cabeza negativamente cuando en sus adentros maldecía preocuparse por él, lo había visto tres días seguidos, no había problema con que no lo viera un día….

¿O sí?

Levanto la mano interrumpiendo la clase, el maestro aunque aburrido y viejo, era muy accesible –profesor, ¿puedo salir a la enfermería? – la verdad es que de estar repasando cualquiera de las razones por las que Yunho no haya ido, le habían provocado un tremendo dolor de cabeza.

-claro que puede joven Changmin, vaya con cuidado – expreso con preocupación el hombre frente a él, que sostenía un libro grande y pesado.

Min paso por un lado de él, sintió miradas siguiéndole, pero estaba acostumbrado, después de todo, cuatro años con ellos y no le hablaba a ninguno, no le parecía extraño, pero eso no le incomodaba, al fin y al cabo, ninguno de ellos podía ofrecerle una conversación a su altura.

Camino por los pasillos, largos y blancos pasillos, cruzo un pequeño jardín que conectaba su salón con la enfermería, faltaba poco cuando a lo lejos vio a un chico.

-¡¿Yunho?! – desvió sus pasos hacia él, ni siquiera lo pensó dos veces, su cuerpo se movió solo, estaba feliz de verlo, y estaba ansioso por saludarlo, no sabía si esa sensación era buena, pero si era nueva, y le gustaba, sentir gusto por ver a alguien, era totalmente agradable.

Cruzo por en medio del jardín, ignorando las flores que pisaba a su paso, cuando escucho salir un susurro de los labios de él -…no le he dicho nada aún…- entonces detuvo su paso, noto una expresión fría en el rostro de Yunho, no estaba solo, estaba hablando con alguien de algo serio, entonces, algo desanimado Changmin se da la vuelta y entra a la enfermería, algo le dijo que no era un buen momento.

Cuando salió, poso su mirada al lugar donde Yunho, pero ya no había nadie, entonces creyó conveniente seguir su camino al salón.

-Quizás ya este en el salón –

Cruzo el mismo pasillo, llego a su puerta, abrió lentamente para no interrumpir la clase y paso a su lugar, miro de reojo el lugar de Yunho, vacio.

6 de la tarde, un sentimiento de soledad lo invadió, jamás había sentido algo como aquello, quizás alguna vez en su infancia, pero no después, la hora de la comida, las clases, todo había sido increíblemente normal, y eso, era rutina en su vida.

¿Dónde estaba lo único que para él no era rutina?

Quizás divirtiéndose por allí, con alguien más, ¿una chica?

-¿pero porque estoy tan molesto? – se preguntaba una y otra vez, el timbre de salida hacia unos minutos que le había liberado de aquella prisión.

Camino por la salida, mirando el suelo, totalmente perdido en sus pensamientos, no podía sacarse de la cabeza aquella escena, esa expresión tan fría en el rostro de Yunho, le había encogido el corazón, le había dado miedo. Se dio cuenta que, efectivamente no se conocían casi nada.

Cruzaba a paso lento frente al parque, cuando…

-¡ouch! – choca con alguien y ambos van a dar al suelo, Changmin se lleva la mano a su trasero, que fue lo que recibió la caída, se levando sacudiendo el polvo y le ofrece la mano para ayudarle a levantar, cuando se percata de quien tenía frente a él.

-¿Jae?-

El chico sonríe con dulzura, y acepta la mano de Changmin

-pensé que quizás me habías olvidado – dejo salir con sencillez, de igual manera sacudiendo la tierra de sus pantalones blancos.

-debería, pero, me intriga que te desapareciste el otro día así como así – expuso Changmin con cierto tonito de fastidio mientras recogía sus cosas del suelo.

Jae se acerca hasta el oído de Min y en susurro le contesta –es que estaba escondiéndome…- hace una breve pausa, mira a ambos lados – de “él” – y al alejar su cuerpo del de Changmin le regala una sonrisa.


-¿De “el”?...el ¿Quién?... ¿Yunho? – su cara estaba hecha una duda total, con su ceja arqueada, y cruzándose de brazos.

-¿Yunho?...–

-ah…entonces no era él…. ¿entonces? – insistió nuevamente el joven de uniforme negro, sintió de pronto como lo tomaba del brazo y lo jalaba al interior del parque.

Cuando se adentraron entre los árboles, Min vio, una fuente enorme en el centro, como la de su sueño, sintió un escalofríos en su espalda, y por un momento un asco increíble -¿desde cuándo hay una fuente de este tipo aquí? –

-¿eh? – Jae detuvo sus pasos para mirarlo con extrañeza - ¿esta?, es nueva...al menos para tus ojos –

-¡no! – interrumpió sus palabras, dando pasos hacia la fuente, poso sus manos sobre la estructura, sintió la briza, el agua en su cara, y ese olor a hierba y tierra mojada. –yo ya la había visto antes –

Jae observaba a distancia prudente la escena, veía su expresión de tranquilidad, con los ojos cerrados, dejándose llevar por todas esas emociones, cuando, vio como se giraba con brusquedad y caminaba hacia el

-dime… ¿Quién es él? ¿De quién te escondías? – el tono de su voz era curioso

-bueno eso no importa….pero…- se cruzo de brazos, e hizo una mueca con la boca –pero tú sí que eres cruel – miro a Min frente a él, totalmente confundido, parpadeando con rapidez – llevo desde el martes esperándote y nada de que apareces – por fin pudo decir.

-¿esperándome? ¿a mí? – se encontró frente al extraño, señalándose a sí mismo.

- si a ti – y sonrió

-pero…bueno, esta ciudad se está llenando de tipos extraños jajaja – la verdad era que no sabía ni porque reía, pero, le estaban pasando cosas muy extrañas desde que se habían mudado a esa casa.

Luego de un rato de risas, la expresión de Jae cambia radicalmente por una fría.

-¿qué pasa? – duda en preguntar

Jae se acerca a Min, lo toma por los hombros y lo acerca a él, convirtiendo aquel tacto en un abrazo, lo que sintió Changmin fue una mezcla de nervios e incomodidad.

-desde ahora quiero que dejes de creer en lo que crees y me entregues tu confianza….necesito que lo hagas… - aquella petición parecía más una súplica que una petición.

Confundido aleja el cuerpo del extraño de él, lo aleja de un empujón algo brusco -¿de qué rayos me hablas? – la postura que había adoptado era como de defensa, evitando que aquel “extraño” hiciera algo raro.

El chico frente a él dio un suspiro, cerró los ojos y desvió su mirada a otro lugar –no puedo contarte ahora…necesito que pase algo….Changmin…- hizo una pausa y tomo a quien tenía enfrente por los hombros, luego continuó diciendo -… cuando “eso” pase…ven a buscarme, ya no me queda tiempo… -

Changmin estaba muy preocupado, y hasta temeroso, confundido quizás, no encontraba el adjetivo de lo que sentía en ese momento, pero, todo en su cabeza comenzó a darle vueltas, mareándolo por completo, su vista aturdida miro el cuerpo de Jae retrocediendo lentamente de él.

-¡espera!... ¿”eso”?... ¡¿Qué diablos es “ESO”?! – sus piernas trataron de moverse de su lugar, pero, un increíble temblor se hizo presente, vio como se alejaba, perdiéndose por entre los arboles frente a él, estiro la mano con dificultad, el miedo lo había inmovilizado por completo, un sollozo se hizo presente, todo se veía borroso, no sabía claramente dónde estaba, no sabía si estaba dormido o despierto, la voz no salía, pero en su interior pedía a gritos que alguien le ayudara a parar esa sensación de terror.

Escucho una voz a lo lejos, gritándole, llamándole, el aire comenzaba a faltarle, y siguió la voz.

Abrió los ojos, se encontró en los brazos de Yunho, tomo una enorme bocanada de aire, trataba de ubicarse, de concentrarse por entender dónde estaba.

-¡Changmin ¿estás bien?! – quien estaba frente a él, tenía una marcada expresión de preocupación, y el tono desgastado con el que le preguntaba si estaba bien, le decía que llevaba rato tratando de hacerlo reaccionar.

-estoy bien –pronuncio en un susurro, se enderezo, miro a la gente curiosa que los rodeaba -¡¿QUÉ ESTAN MIRANDO?! – su expresión era de molestia, pensaba que la gente estorbaba, solo quería llegar a su casa, “malditos parásitos” se decía a sí mismo, lanzando miradas aterradoras a quienes lo veían, se fue despejando el lugar.

Noto que no estaba en el parque, si no en la banqueta, justo al lado de donde se suponía había ido jaloneado por aquel Jae. Se paro, arto de la situación, ignoro el parque y camino a paso veloz en dirección a su casa, escucho unos pasos cerca de los suyos.

-¡Deja de seguirme, maldita sea! – se había girado con brusquedad

-Cálmate…estoy preocupado, es normal, no tienes porque estar molesto, no fue nada agradable ver cómo te desplomabas en el suelo – Yunho estaba muy agitado, toda aquella actitud agresiva de Min después de recuperar la conciencia no era buena señal, obviamente algo pasaba.

-no…yo, entre al parque con…- sintió una punzada en la cabeza, se llevo ambas manos a su frente revolviendo un poco su cabello, Yunho tuvo el impulso de acercarse -¡NO! No te acerques…eso…no es verdad…no me desmaye…no es cierto yo…- comenzaba a dar pasos retrospectivos, amenazando a Yunho para que no se acercara, se echo a correr para su casa, dejando atrás a un chico muy preocupado y confundido.

Llego a su casa en absoluto silencio

-Bienvenido Chan…- vio a su hijo pasar totalmente pálido, lanzando el maletín al suelo, y subiendo con pasos fuertes por las escaleras, escucho enseguida el estruendo de la puerta cerrarse tras de él, era obvio que algo había pasado.

La mujer subió con tranquilidad, cuando llego vio como su hijo sacaba a jalones a su hermana pequeña de la habitación.

-¡VUELVE A ENTRAR A MI CUARTO Y TE DARE UNA TUNDA QUE TE ACUERDAS DE ELLA TODA TU VIDA! -

La niña se echo a correr, escondiéndose tras su madre, con sollozos dejo salir un “mami”

-¡Changmin! – levanto la voz dispuesta a reclamarle por su actitud tan deplorable.

-¡NO! No te atrevas a llamarme la atención, ya no soy un niño madre, necesito mis PRIVACIDAD ¿entiendes? No me ¡ASFIXIES! – y con tal furia cerró la puerta en la cara de la mujer

Su corazón se había encogido, aquel en el cuarto de Changmin no era su hijo ¿Quién era entonces? Bajo con la niña en sus brazos, y se encerraron en su habitación, llorando con amargura.

¿Qué había hecho mal?

Esto era el fruto de sus errores como madre, su fracaso....

3 Comentarios:

  1. wow!!
    sin palabras sigue porfis!! ^^

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  2. oh noo ... no entiendo la situación .. todo es un completo dilema
    pobrecita la mamá de Changmin Y-Y

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