Todo sucedía tan rápido… Sm me había acogido como un trainee. Me sentía como si tuviese ya 40 éxitos en la cartelera musical. Me sentía casi invencible. Practicaba sin cesar mi canto y mi baile, el cual no era muy bueno.
Tenía muchos amigos allí y aunque antes solía ser un solitario me estaba acostumbrando a la idea de familiaridad que en el edificio existía. Las chicas eran hermosas y talentosas. Comencé a tener una pseudo fama que inflaba mi ego a niveles inimaginables.
Cada semana hablaba con mis padres y hermanas por teléfono. Los extrañaba tanto que me sentía enfermo de casa, quería volver en un abrir y cerrar de ojos. Llamaba también a mi ex novia… casi nunca me atendía, pero siempre quería escuchar su voz por mucho que me doliera.
Fui conociendo poco a poco a Yunho. Al principio casi no tenía tiempo debido a una gira en China con Dana y Shinhwa como bailarín de apoyo, pero luego se integró completamente al grupo hasta que él y yo nos convertimos en inseparables.
Hacíamos todo juntos y a pesar de ser tan distintos nos entendíamos bien. Conocí a su familia y él conoció la mía y la amistad comenzó a tornarse fuerte. En poco tiempo le confié muchas cosas y viceversa. Él era el tipo de persona que inspiraba esa clase de confianza.
Profesionalmente me sentía realizado y con muchas ganas de avanzar pero emocionalmente me sentía muerto… no sentía nada en lo absoluto. Cada triunfo en el trabajo por bueno que fuese se sentía como una victoria vacía. De repente quería volver a casa y buscarla… sería reconfortante verla. Reconfortante y doloroso.
Un día de entrenamiento, Changmin, un trainee nuevo, se sentó a mi lado a conversar. Debe haber requerido de mucho valor porque era un chiquillo extremadamente tímido y callado.
- Buenas noches, Jaejoong a yo sshi – Su formalismo me sacaba de quicio pero me enternecía al mismo tiempo por ser tan educado – Se siente bien?
- Sí, Changmin-ah. Por qué lo preguntas?
- Hoy luces muy triste. Como si no quisieras estar aquí. – Dijo vacilante.
Me quedé perplejo por su afirmación… era cierto, a pesar de creer ser feliz por mi éxito quería regresar a casa y que él lo notara fue increíble.
- Lo siento! – Dijo mientras bajaba la cabeza- De verdad lo siento mucho, no quise ser muy atrevido. Yo sí me siento algo triste, pero estoy convencido de que para alcanzar mis sueños debo sacrificar otras cosas. La vida es un eterno balance.
Ese niño endemoniado, era tan articulado e inteligente… sabía muy bien como expresarse.
- A veces quisiera… ser como tú. Tan fuerte y resiliente. Tu talento es un don muy grande. Aprovéchalo, Jaejoong-sshi, no te rindas! Alguien como tú, al que solo podría sentarme a admirar, me anima a continuar.
- Changmin, yo… - Se destapó una sonrisa en el fondo de mi ser – Tú eres digno de admiración, chico. Yo no soy así… deberías mirarte en un espejo, porque…
- Sí – Interrumpió Yunho- Se ha visto triste los últimos días… habrá que hacer algo para animarlo. Vamos, Jaejoong?
Asentí sin pensar. Cualquier cosa que Yunho propondría estaría bien porque ya me conocía bastante. Así salimos del edificio y nos montamos en un bus sin saber a dónde ir.
- Sabes, Jaejoong… Entré a Dong Bang Shin Gi. ¿Puedes creerlo? Ya no tendré que ser la sombra de nadie más. Al fin tantos años y tantas plegarias se cumplieron. Ya no tendré que pretender más… ahora seré yo mismo.
Las ventanillas estaban abiertas y el bus casi vacío. El viento soplaba el lacio y negro cabello de Yunho con ferocidad. En ningún momento mientras hablaba se volvió a mirarme, se limitaba a mirar al vacío de la carretera y a las luces de los comercios.
- Ya podré hacer que mis padres se sientan orgullosos de mí… - Dijo – Tú también lo lograrás, por eso no estés triste.
Una lágrima se deslizó por la mejilla de Yunho. Se la limpió de inmediato; no soportaba que lo vieran llorar. Frunció el seño y trató de componerse.
- Tú estas orgulloso de mi? – dijo con la mirada fija al pavimento.
No entendía porque un día tan normal tenía que estar repleto de tanto drama. Pero al menos ahora estaba comenzando a sentir vida en mi corazón… una emoción real comenzaba a palparse…
- Siempre lo he estado – Dije sin vacilar.
Y se volteó a verme con sus brillantes y húmedos ojos. Esbozó una débil sonrisa y miró hacia delante. Se quedó en silencio por unos 10 minutos y al cabo de un instante me encontraba pegado a ese asiento mirando casi sin parpadear el rostro languidecido de Yunho.
Se veía derrotado y desprovisto de la seguridad que lo caracterizaba. Me daba un poco de miedo pero a la vez me emocionaba descubrir su vulnerabilidad. Me echó un brazo al hombro y volvió a sonreír como siempre lo hacía conmigo.
Su cabello era azotado por el viento nocturno… Parecía un ángel.
- Bueno… aquí es- dijo señalando el edificio – Es aquí donde duermes, jajaja!
Sonreí también.
Descubrí que me gustaba su risa. Me gustaba su cinismo. Me gustaba su lado débil. Me gustaba él.
Maldita sea.
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amo amo amo amo este ficcc conti porfisssss porfisssss cuidate muchito ^3^
ResponderEliminarcontinualoooooooooooo
ResponderEliminarpliiiiiiiiis
me encantooooooo
>0<
Es precioso!
ResponderEliminary cada vez se pone mejor!!
woooow!!! Es como recordar los días que ellos empezaron que triste waaaaaaaa!!! T.T
ResponderEliminarmi Ho ya no esta con Jae waaaaaaaa!!! Y.Y
pero espero que en un futuro ellos vuelvan a estar juntos, no como era antes porque eso ya no se va a poder como amigos
extraño mucho a esa pareja waaaaaaaaaaa!!!
YunJae Forever!!!...
A Jaejoong ya le gusta YunHo! y puede que a él también le guste Jaejoong por algo se abre un poco más a él.
ResponderEliminarYunhooo!! Te amo!! Amo que Ames a jaejoong!! Y jaejoong amo que te des cienta de qie te gusta yunnie!!! Verán que serán los mejores!! ;;;u;;; amé la aparición de minnie y los celos de yunho! Esto se pone cada vez mejor!
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