Kiss The Rain cap 11

Caminaba bajo la lluvia, jamás podré olvidar esa noche, en que la luz de la luna era la única compañía que tenía…sin abrigo, ni una moneda en la bolsa, me sentía tan solo que sólo podía rezar porque llegara el día de mañana, me sentía débil y cansado, había luchado todo el día por tratar de mantenerme vivo. El parque de la ciudad más cercano puede resultar tan frío que a veces es imposible conciliar el sueño en pleno aire libre, cierro mis ojos, de pronto un aire más intenso llega y me obliga a abrir mis ojos con brusquedad, a lo lejos, parado a un lado de un árbol, estaba alguien con una gabardina en color negro, mirándome fijamente -¿Quién eres?.... ¿quién eres?...- por frío o por hambre, me quedo dormido, cuando… siento como una mano toca mi mejilla con dulzura, abro mis ojos, sobre mi hay una gabardina negra cubriéndome del frío, me enderezo para ver de quien viene tan gentil gesto y -¿Yunho? –

Abrí mis ojos con dificultad, el sueño me había mostrado un recuerdo olvidado, me sonreí a mi mismo, suspirando, totalmente relajado, incluso en aquellos días, tú estabas allí, de inmediato me giré a mi izquierda, recordaba con lujo de detalle lo que acababa de ocurrir esa noche, la cama estaba vacía, ¿había sido un sueño?, miré por debajo de la sábana, seguía desnudo, imposible que hubiera sido un sueño.

-buenos días dormilón –me saludó Junsu, quien entraba de manera muy sonriente por la puerta.

- b-buenos días – expresé confundido, ¿a qué hora habían llegado ellos anoche?, Junsu camina hasta mi, toma lugar al lado de mi cama -¿Qué tal tu noche con Yunho? –y me sonríe traviesamente, como si supiera algo de lo que yo ignoro, ante la pregunta no puedo evitar sonrojarme por completo, la imagen de Yunho jadeando me invade, de inmediato desvió mi mirada de la suya.

-¿C-cómo? – Junsu me sonríe nuevamente –Bueno con eso me has respondido – se levanta de la cama y camina pesadamente a la puerta, pero entonces se detiene, mirado hacia donde estoy –por cierto, ponte algo de ropa…Chihaya está esperándote allá afuera – y salió cerrando la puerta tras él.

Sentí un mal presentimiento, anoche estábamos hablando por teléfono, ni siquiera tuve oportunidad de despedirme, un pensamiento fuera de lo común me invade, ¿Qué hubiera pasado si ella tampoco colgó?, el celular había caído bajo la cama, sacudí mi cabeza como queriendo sacar esa idea de mi mente –no no, seguramente colgó cuando no respondí, si eso debió pasar – me decía a mi mismo tratando de ser positivo.

Tomé lo primero que había en el armario, estaba a punto de abrocharme el pantalón, cuando de inmediato sentí unos brazos cálidos rodeándome, ese aroma solo podía ser de alguien –Yunho – y me giré para recibirte con un tierno beso, tu mano bajo discretamente hasta llegar a la parte baja de mis pantalones, donde presionaste con un poco de fuerza –ahhh…Yunho… tengo que ir con Chihaya – te recriminé con la mirada, entre jugueteando y enserio, noté ese gesto que haces con el labio, -lo sé….pero después…nadie te salva – y saliste de la habitación, dejándome sonrojado.

Me miré en el espejo, donde al notar mi rubor me molesté -¡maldito Yunho! – con suaves golpes traté de que se quitara el color encendido de ellas, peiné un poco mi cabello con las manos, tomé una bocanada de aire y me dispuse a salir, si ella se había dado cuenta, no sabía cómo mirarla a los ojos.

Allí estaba ella, sentada al borde del sofá, con su largo cabello negro suelto, vestida de blanco, siempre pensé que se veía particularmente hermosa, aunque no pudiera verla como algo más, noté su expresión de duda, mordía una de sus uñas con nerviosismo. Me paré frente a ella y le sonreí dulcemente, de inmediato se puso de pie, me miró directo a los ojos y, el golpe resonó por toda la habitación, de inmediato sentí la mirada de Micky y Min, quienes estaban en la cocina frente a la sala de estar.

De alguna manera, imaginaba cuales eran las posibles causas, solo me limité a ver el suelo.

-¡Jaejoong! ¿Cómo pudiste?, ¡te fuiste sin decirme nada ayer! Estaba muy preocupada…- hizo una pausa, escuché unos pequeños sollozos, aún así no quería interrumpir -¡Y en la noche tu!....¡Tu!....me dejaste colgada en el teléfono….- el tono de su voz se tornó en un hilo, sin duda ella sabía.

-Chihaya yo…- antes de que pudiera decir nada, ella se había abalanzado a mis brazos, y yo la abracé con cariño, entonces ella se acerco a mi oído y entre lágrimas dijo – Quiero que sepas que estoy muy feliz por ti, y que sea con quien sea…de corazón te deseo lo mejor…Jae…- se separó un poco de mi, y me sonrió dulcemente – tu me gustas mucho…ya lo dije…- suspiró, la verdad todo lo que hacía me estaba matando, si no sintiera lo que siento por Yunho, las cosas serían diferentes –Chihaya yo-

-no lo arruines ¿quieres?...seamos amigos…toma –y sin decir más me dio una carta, y con un beso en la mejilla salió del departamento.

-Jae…fuiste de lo más… ¿cómo se le dice?...elocuente, no cabe duda que tienes el don de la palabra – me giré de inmediato, Min se burlaba de mi, había visto todo, y estaba apoyado en la espalda de Yoochun quien también sonreía

-Guarda silencio o no te hago nada para comer – de inmediato cambió la cara y siguió con lo que sea que estaba haciendo.

Me dirigí a mi cuarto, quería leer la carta, entré despacio y vi una sombra sobre mi cama, era Yunho -¿Qué pasó? – me preguntaste - yo solo negué con la cabeza, argumentando que nada, pero tu sabías que era malo mintiendo en esos casos –Jae, dime la verdad – entonces, me acerqué y dije –ella escucho todo en el teléfono…- pero tu reacción fue muy diferente a la que imaginé, echaste la cabeza para atrás y soltaste carcajadas, te di un pequeño golpe en el hombro para que guardaras silencio –No rías, esto es serio – sin darme cuenta también me estaba riendo.

-gomen gomen pero…es gracioso, me pregunto ¿cuánto escucho?...además con lo escandaloso que eres, es una suerte que no hubiera nadie en la casa – solté una pequeña risa – guarda silencio – tu acariciaste mi mejilla y depositaste un beso pequeño en mis labios – bueno, por lo menos ella no nos delatará –

-ella no, pero nosotros si – ambos nos giramos a la puerta, estaban los otros tres parados en el marco, con una sonrisa de oreja a oreja – no pueden ser nada discretos ¿verdad?...- rió Junsu, llevándose una mano a la boca, Changmin suspiró –llegamos al departamento a tan solo 10 minutos después de Yunho –

No puedo describir la expresión de sorpresa y vergüenza que sentí, y creo que Yunho tampoco, su vista estaba clavada en los tres chicos, y su boca estaba ligeramente entreabierta. Junsu siguió hablando entre risas –Changmin se asustó tanto que puso el game a todo lo que daba…así que, gracias a él no escuchamos nada más- Yoochun solo afirmaba con la cabeza, totalmente divertido con la situación.

-Bueno si ya lo saben… ¿le dirán al manager? –preguntó serio Yunho, la sonrisa se borró de sus caras, y los tres negaron, se dieron la media vuelta para dejarnos solos, o por lo menos sentí que esas eran sus intenciones.

-vamos a ver una película ¿vienen?...-preguntó Yoochun deteniendo sus pasos antes de seguir a los demás -¿o prefieren repetir noche? – Entonces Yunho se puso de pie, tomó a Micky por el cuello y comenzó a despeinarlo -¡vamos a verla! ¿Vienes Jae? – Yo me limité a sonreír –en un minuto voy – y los vi como se alejaban de la pieza, entre bromas y empujones.

Tomé lugar lentamente en la orilla de la cama, abrí con cuidado el sobre, desdoblé la carta y comencé a leer.

-“Hola Jae, sé que a ti te gusta alguien más, me siento muy feliz por ti, hasta aliviada, seré transferida de hospital así que, solo quería despedirme, adiós y que seas feliz” – la tinta estaba corrida, como si hubiese estado llorando cuando la escribió, supe entonces que, no la volvería a ver, no pude evitar sentirme un poco mal, y lo que se llevaba de mi no era precisamente un recuerdo agradable.

A lo lejos escuché el quebrar de cristales en el piso, me alarmé y de inmediato salí a ver lo que sucedía, Yunho estaba en el piso, llevándose una mano a la mejilla, y parada frente el estaba Cielo, quien lo veía furiosa, corrí para arrodillarme al lado de él

-Yunho baka… ¡ya! – y salió del departamento sin decir nada más.

-Yunho ¿estás bien? – Tú me sonreíste con gracia –si, fue sólo que me tomó por sorpresa – miré una pequeña cortada en tu mejilla, nada grave -¿qué pasó? – y me sonreíste nuevamente, tomaste una de mis manos y depositando un suave beso –que soy soltero de nuevo – y ambos comenzamos a reír.

Esto pareció una invitación para que los demás se rieran con nosotros, quienes se veían notablemente asustados. Por primera vez parecía que todo estaba saliendo bien.

Sentí una pronta mirada de Junsu, conocía esa mirada, era como de curiosidad -¿Qué pasa? – le sonreí, el se acercó y se paró a mi lado -¿Y Chihaya? –Yo no pude evitar desviar la mirada –no volverá-

-que lastima, tenía lindas piernas – y todos comenzamos a reír por su comentario, era como si no lo tomáramos en serio.

Había pasado casi una hora…

Yunho ya había tardado en la habitación, empezaba a preocuparme, miré en dirección a los chicos y noté que estaban perdidos en la película, así que sin decir nada, me levanté y me dirigí al cuarto, entré, todo estaba a oscuras.

Vi a Yunho acercándose lentamente en dirección a mí, con el dorso desnudo, su mirada estaba llena de morbo y deseo, de inmediato lo entendí, sonreí con complicidad, definitivamente…

…Esta noche…

…seria larga…

Pero estando a tu lado…ya no importaba nada…